El descubrimiento del siglo en Canarias: hallan una cueva funeraria prehispánica con 72 momias

Restos óseos descubiertos el verano pasado en el enterramiento prehispánico ubicado en una cueva inaccesible del barranco de Guayadeque / Foto: Cabildo de Gran Canaria / EFE.

Varios arqueólogos que estudian cómo era la vida de las poblaciones aborígenes de Canarias acaban de encontrarse con una oportunidad única que no se les presentaba desde finales del XIX: explorar una gran cueva funeraria, con al menos 72 individuos, que posiblemente nunca nadie ha tocado.
La cueva se encuentra en el sureste de Gran Canaria, en el barranco de Guayadeque -uno de los enclaves de referencia, por ejemplo, en las colecciones del Museo Canario- y, de hecho, figura en los inventarios arqueológicos desde los años ochenta, pero nunca se había estudiado ni explorado, dado que se encuentra en un lugar inaccesible al que solo se llega escalando siete metros de pared.
Hay una única pega, y es que parte de la visera de esa cavidad se derrumbó en el pasado y hace tiempo que la lluvia, el sol, los cambios de temperatura y hasta las aves están erosionando poco a poco lo que en su día fueron 72 momias completas, reducidas ahora a una colección de huesos desordenados, pero que conservan una valiosísima información en riesgo de desaparecer para siempre.

Así es la cueva donde se han encontrado los huesos/Foto: Cabildo de Gran Canaria/EFE

El motivo por el cual se va a estudiar ahora la cueva es porque corre prisa intervenir en ella, o los restos que todavía atesora desaparecerán de manera “inexorable” en unos años, según reconoció el inspector del servicio Patrimonio del Cabildo y profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Velasco.

Este hallazgo se consiguió gracias a la colaboración ciudadana y a la actuación responsable de un grupo de aficionados a la arqueología llamado “El Legado”, que consiguió fotografiar la cueva con un dron en junio de 2019 y puso los hechos en conocimiento del Cabildo al observar la cantidad de huesos que había en su interior y el grado de exposición a la intemperie que estaban soportando.
Foto: Los arqueólogos Javier Velasco y Verónica Alberto en la presentación del hallazgo.

“Ha sido como un viaje en el tiempo”, resume Alberto. Un viaje doble, a la época en la que aún había grandes cuevas funerarias prehispánicas por explorar, y al pasado al que se retrotraen esos restos, datados, por ahora, entre los siglos VIII y XI d.C. Esas dos fechas se han obtenido por Carbono 14 de un hueso y de un resto de esterilla utilizada para amortajar a los cadáveres.
Uno de los huesos de los 72 individuos encontrados en una cueva de Gran Canaria/Foto: Cabildo de Gran Canaria / EFE.


La primera exploración de la cueva ha aportado datos muy prometedores, a pesar del deterioro de sus restos. El yacimiento pertenece a los inicios de la población de Gran Canaria (las fechas más antiguas datadas en la isla se remontan al s. IV) y allí están enterrados hombres y mujeres de todas las edades, con una presencia de niños muy poco habitual en este tipo de enclaves.

En esta colección de huesos, solo hay una decena de recién nacidos, lo que servirá para avanzar en el estudio de la infancia en tiempos de los antiguos canarios. Una materia de la que se sabe poco porque, ha detallado Verónica Alberto. "Los antiguos canarios, a lo largo de todo su desarrollo vital, van a implementar distintas estrategias en cuanto a la mortalidad infantil y a sus deposición en el cementerio. En el caso de las cuevas, los recién nacidos, están presentes", explica.
Los arqueólogos también han subrayado otro detalle llamativo: todos los cuerpos recibieron la misma preparación para afrontar el último viaje, al que sus parientes les entregaron envueltos en mortajas de piel o de esterilla vegetal. Es decir, enfatiza el inspector del Cabildo, nada les diferencia de las momias canarias prehispánicas que se conservan en los museos.


Asimismo, si hoy solo son huesos desperdigados, se debe únicamente a la acción de los elementos naturales que han impedido que se conservaran, pero parece apuntar que ese ritual funerario era común para toda la población.

Por otro lado, ha llamado la atención a los arqueólogos que en un yacimiento que no parece expoliado no haya más que huesos y mortajas, ya que, por el momento, no se ha encontrado ningún elemento personal ni de ajuar. Si ese detalle se confirma cuando avance la intervención en la cueva, apunta Alberto, habrá que replantearse algunas de las teorías sobre las supuestas ofrendas que acompañaban al muerto en los rituales funerarios de los antiguos canarios.
De momento la primera intervención urgente consistirá en salvar todos los restos que están en riesgo de deteriorarse. Después, llegarán más análisis de Carbono 14 para saber su antigüedad; ADN, para conocer su línea genética; isótopos estables, para averiguar cuál era su alimentación; e incluso forenses, para desentrañar de qué murieron.


Fuentes: la razón.es | lavanguardia.com | laprovincia.es | 20 de febrero de 2020

Reabre la espectacular Casa de los Amantes de Pompeya

La Casa de los Amantes de Pompeya - Reuters

Por primera vez después de 40 años, la Casa de los Amantes, rica en frescos y decoraciones, una de las joyas de Pompeya, reabre al público. Sacada a la luz en excavaciones en 1933, fue muy dañada por el terremoto de Irpinia en 1980, que causó la muerte de casi 3.000 personas. Es una de las casas más célebres de Pompeya por su belleza y porque prácticamente fue la única en la que se conservó casi completamente el segundo piso tras la erupción del Vesubio en el 79 d.C.

Impresiona sobre todo una habitación con decoraciones sobre un fondo negro y querubines, iluminados después de la restauración con una técnica particular que realza aún más si cabe la belleza de la estancia. El nombre de la casa, que data del siglo I a.C., se debe a una inscripción en latín situada a la derecha de su entrada: «Los amantes como las abejas pasan una vida dulce como la miel. Yo deseo que así sea».

Inscripción en latín que dio nombre a la Casa de los Amantes, Pompeya, Italia. Alessandro Pone / AP

Ahora esta inscripción vuelve a ser visible después de 40 años, cuando un terremoto dañó gravemente el yacimiento y se prohibió el acceso incluso a los arqueólogos por peligros de desprendimientos, señaló la arqueóloga Arianna Spinosa. La "espléndida" casa, una estructura única dentro de Pompeya por conservar la primera planta y un doble peristilo, es un "pequeño milagro" por la precaria situación en la que se encontraba después del terremoto, explicó el director del parque arqueológico, Marco Osanna.


Estancia de la Casa de los Amantes de Pompeya - Reuters.

Los trabajos de restauración de esta domus se iniciaron en el año 2014 con el Gran Proyecto de Pompeya, financiado en su mayor parte con fondos de la Unión Europea. Al proyecto, que supuso una auténtica revolución en las excavaciones y en la restauración, se destinaron 105 millones de euros, 75 de ellos procedentes de la UE.

Para hacerse una idea de la magnitud de esta restauración en la que han intervenido 40 personas, la arqueóloga Vittoria Pattullo cuenta a Efe que lleva trabajando "una semana en la limpieza de una pared de tres metros cuadrados".


Vista del jardin interior de la Casa de los amantes.

Para dar mayor solemnidad a esta reapertura acudió a Pompeya el ministro de Bienes Culturales, Dario Franceschini, quien anunció también la finalización de los trabajos de otras dos casas recién restauradas, aparte de la de los Amantes. La Casa de la Nave Europa, llamada así por un gran grafito que reproduce una nave romana con velas que lleva el nombre de Europa, grabado en una de las paredes.

Por último, la Casa del Huerto, con sus fantasmagóricos cubículos floreales, uno de los ejemplos más bellos de pintura de jardín hallados en Pompeya. Los llamativos frescos de esta última domus pretenden dar la sensación de “un jardín nocturno”, y con representaciones sincréticas de dioses como Isis o Dionisio, en lo que el director del parque definió como “una habitación del amor”.


Vista de uno de los frescos de la 'Casa del Huerto' que pretenden dar la sensación de un jardín nocturno en las ruinas de Pompeya/Foto: Álvaro Caballero/EFE.

«La de Pompeya es una historia de renacimiento y singular recuperación, un modelo para toda Europa en la gestión de los fondos de la UE, un lugar donde la investigación y las nuevas excavaciones han vuelto a funcionar gracias al trabajo de muchos profesionales del patrimonio cultural. Los trabajos en Pompeya no acabarán nunca, ya que una ciudad de 60 hectáreas expuesta a la intemperie durante siglos siempre requerirá mantenimiento», ha dicho el ministro Franceschini.

Gracias a las excavaciones de los dos últimos años, se han hecho decenas de descubrimientos, entre ellos un espléndido fresco de dos gladiadores luchando, o restos humanos, incluidos los esqueletos de dos mujeres y tres niños en una villa.

La Casa de los Amantes de Pompeya - Reuters.

Con orgullo para los italianos el ministro puede hablar de «renacimiento» de Pompeya, porque lejos quedan ya los numerosos incidentes que se registraron antes de iniciarse los trabajos del Gran Proyecto Pompeya. Antes del año 2014 hubo vandalismo y frecuentes caídas de muros y daños estructurales en algunas domus, incluyendo el derrumbe de la Casa de los Gladiadores en el 2010, una de las más importantes de Pompeya.

El renacimiento de Pompeya se refleja en el espectacular aumento del número de visitantes: En 5 años el incremento ha sido del 47,5 por 100. Se ha pasado de 2,6 millones de turistas en el 2014, a casi 4 millones en el 2019.

Vista del interior de la Casa de los Amantes.

El ministro anunció la inversión de otros 50 millones de euros para proseguir los trabajos de restauración. Es mucha la tarea pendiente: el terreno de Pompeya abarca 66 hectáreas y en total se han excavado 44 hectáreas. Queda un tercio a disposición de las nuevas generaciones, que podrán descubrir y gozar de nuevas maravillas.
Una vez finalizado el Gran Proyecto Pompeya, los trabajos se centrarán en "potenciar la investigación de jóvenes de todo el mundo", señaló Osanna, y sobre todo, en mejorar la situación "fuera del parque", según Franceschini.

Fuentes: abc.es | larazon.es | 19 de febrero de 2020

Una fosa común en Inglaterra revela la devastación de la peste negra en la Edad Media

Foto: Restos de los cuerpos en la fosa común. University de Sheffield

Vivimos en tiempos del coronavirus, una epidemia que ha provocado la muerte de alrededor de 1.500 personas en China, el 0,00015% de un país de mil millones de habitantes. No es el objetivo de este artículo entrar a valorar el alcance de la pandemia ni la virulencia ni las medidas para luchar contra el Covid-19, el nombre oficial de la enfermedad. Pero siempre es importante tener contexto.
La Peste Negra devastó Inglaterra entre 1348 y 1349, matando a casi la mitad de su población en menos de dos años. Las grandes ciudades tuvieron que cavar fosas comunes para hacer frente al gran número de fallecidos. Y también tuvieron que hacerlo los pueblos más pequeños de las comunidades rurales, según acaban de descubrir los investigadores de la Universidad de Sheffield.

Los arqueólogos, liderados por el profesor Hugh Willmott (izquierda), han encontrado una fosa en la abadía de Thornton, en Lincolnshire, que constituye un lugar único. En ella están enterradas 48 personas, incluidos 21 niños, que murieron con apenas unos días de diferencia por culpa de la bacteria Yersinia pestis, transmitida por las picaduras de las pulgas y que provocaba la peste bubónica (o negra, como se la conocía en la Edad Media).

Esta enfermedad afecta a menos de 5.000 personas en todo el mundo hoy en día, aunque puede ser mortal si no se la trata inmediatamente con antibióticos. En el siglo XIV, sin embargo, acabó con un tercio de la población de Europa y pudo alcanzar los 100 millones de muertos si se suman los fallecidos en Asia y África. En total, más del 20% de la población mundial de la época.

Ruinas de la Abadía de Thornton donde se encontró la fosa común de la Muerte Negra. (J R Dawson / CC BY-NC-ND 2.0)

"El priorato rural de Thornton parece haber tenido un hospital medieval abrumado por la Peste Negra, lo que les obligó a cavar la fosa común”, señalan los investigadores en un artículo publicado en la revista Antiquity. El análisis de los dientes de hasta 16 de esas personas “reveló el ADN del patógeno de la enfermedad Yersinia pestis”.

“Esto sugiere que las instituciones normales se vieron superadas por los enfermos, lo que obligó a los afectados a recurrir a la abadía cercana y al hospital asociado como último recurso. Sin embargo, esto tampoco pudo hacer frente a la peste, lo que llevó a la creación de la fosa común”, escriben los especialistas.

A pesar de las catastróficas circunstancias, los muertos fueron enterrados con respeto: cada uno de los cuerpos sin vida se colocó cuidadosamente, uno al lado del otro, para no superponerse, y se envolvieron con una sabana mortuoria. “Parece que, incluso en medio del desastre, la comunidad aún se cuidaba mutuamente”, señalan los autores del estudio.

Localización de la fosa con los cuerpos en el recinto de Thornton Abbey. Foto: Universidad de Sheffield

La Peste Negra devastó el territorio británico en menos de 24 meses. No había forma de parar a la bacteria y las grandes ciudades, superadas por el alto número de víctimas, comenzaron a cavar fosas para enterrar a los muertos. Lo que hasta ahora era desconocido es que esta práctica se hubiera extendido a las pequeñas comunidades rurales.

Fue precisamente durante los momentos de más virulencia de esta enfermedad cuando se acuñó la palabra “cuarentena” (ahora tan de moda con los pacientes del coronavirus). Fue en Venecia donde se empezó a utilizar para nombrar la exclusión y aislamiento de 40 días para los sospechosos de portar la peste. Sin embargo, la práctica comenzó probablemente en la ciudad de Ragusa (actual Dubrovnik), donde se aplicaba la medida (durante 30 días) ya en 1377.

La abadía de Thornton fue fundada en 1139 y prosperó debido a su participación en el comercio local de lana, convirtiéndose en uno de los monasterios más ricos hasta que Enrique VIII lo cerró en el siglo XVI. En 2011, los arqueólogos de la Universidad de Sheffield comenzaron las excavaciones sistemáticas del sitio, revelando unos antiguos y sorprendentes movimientos de tierra.

Plano de la fosa común en la que aparecieron los cuerpos. Universidad de Sheffield.

Primero se pensó que eran los restos de una mansión construida después del cierre del monasterio. Los trabajos, sin embargo, no revelaron una casa, sino que destaparon 48 esqueletos humanos. Esta fosa común revelaba una catástrofe. Todas las personas fueron enterradas en un corto período de tiempo, posiblemente en apenas unos pocos días, lo que representa un alto porcentaje de la población local que murió rápidamente.

“Todos los rangos de edad están representados entre las víctimas, excepto los bebés. Aunque esto se puede deber a que sus huesos, más blandos, no se conservaron en el suelo áspero”, indican los arqueólogos. Eso lleva a los investigadores a pensar que incluso se pudieron enterrar más individuos en la fosa.

La datación por radiocarbono colocó este entierro dentro del marco temporal de la Peste Negra. Las sospechas iniciales se confirmaron mediante el análisis de los molares de 16 esqueletos que contienen ADN del patógeno responsable de la enfermedad. En particular, la cepa de Thornton está más estrechamente relacionada con la que se ha encontrado en las fosas comunes en Londres, lo que sugiere que fue parte del mismo brote.

Restos humanos de los niños hallados en la fosa. Foto: Universidad de Sheffield

“Parece que la Abadía de Thornton fue inundada con víctimas de la peste, hasta el punto de que ya no pudieron seguir con el ritmo de los entierros. Los registros de la iglesia indican que había un hospital de St. James fuera de las paredes del monasterio, parte del cual ya ha sido excavado, y que pudo haber sido el destino de los enfermos”, explican.

En la abadía de Meux, a 18 kilómetros de Thornton, el 80% de los monjes murieron. Ante la falta de otros recursos locales cercanos, el hospital pudo haber sido la única opción para muchos afectados de la zona circundante. “Aunque los recursos de la Abadía de Thornton se agotaron, se encargaron de enterrar a las personas lo mejor que pudieron”, afirman los arqueólogos.

En la Inglaterra medieval, un entierro cristiano adecuado era vital, por lo que este cuidado en la muerte probablemente se consideró tan importante como cualquier atención médica para los enfermos. “De hecho, ese puede haber sido el motivo para el que la mayoría de esa gente, con pocas esperanzas de recuperación, viajó a Thornton”, concluyen.


Fuente: lavanguardia.com | 18 de febrero de 2020

Un nuevo estudio reabre el debate sobre si Nefertiti está en una cámara secreta de la tumba de Tutankamón

La cámara funeraria de la tumba de Tutankamón, en el Valle de los Reyes, con el sarcófago y dentro uno de los ataúdes del faraón.

Nuevo y sorprendente giro en el debate sobre si hay o no cámaras secretas escondidas en la tumba de Tutankamón. Tras las últimas conclusiones oficiales de que nada se oculta tras las paredes del sepulcro del joven faraón en el Valle de los Reyes (Luxor), un nuevo estudio reabre el caso.

Las nuevas prospecciones de radar en la tumba, la KV 62, revelan otra vez posibles evidencias de habitaciones hasta ahora desconocidas. Los supuestos hallazgos se explican en un informe aún no publicado, a detalles del cual ha tenido acceso la revista Nature, que siempre es una garantía, y resucitan la controvertida teoría, propuesta por el egiptólogo británico Nicholas Reeves (izquierda) de que tras la cámara funeraria de Tutankamón se esconde otra tumba, más grande, que podría pertenecer a la reina Nefertiti (esposa del padre de Tutankamón, Akenatón, y suegra del joven rey).

Investigadores liderados por el ex ministro de Antigüedades de Egipto, Mamdouh Eldamaty, han usado un radar de alta penetración en el terreno (GPR en sus siglas en inglés) para escanear otra vez el área alrededor de la tumba de Tutankamón. El estudio, según sus autores, habría identificado un espacio parecido a un corredor a pocos metros y al este de la cámara funeraria del sepulcro. El hallazgo habría sido presentado al Consejo Superior de Antigüedades de Egipto a principios de este mes.

Egiptólogos de todo el mundo se están mostrando de nuevo al tiempo entusiasmados y prudentes ante la posibilidad de la existencia de cámaras desconocidas en KV 62. De existir esas cámaras, haya lo que haya en ellas, estaríamos ante uno de los más grandes descubrimientos de la historia de la egiptología, dada la especialísima relevancia de todo lo relacionado con el faraón Tutankamón, su época (la denominada era de Amarna), su familia y su tumba. Pensar que Howard Carter hubiera podido pasar por alto que la tumba que descubrió albergara más secretos es algo que enciende cualquier imaginación.

La posibilidad de que existan esos espacios había sido previamente investigada por diferentes equipos, públicos y privados, pero hasta ahora con resultados negativos. En 2017 un grupo liderado por Francesco Porcelli (izquierda), de la Universidad Politécnica de Turín realizó un estudio que, según se afirmaba, apuntaba a la existencia de las cámaras secretas. Sin embargo, otros estudios posteriores la descartaron.

Hace solo un par de semanas, el ex ministro y hombre de referencia mundial de la arqueología en Egipto, Zahi Hawass (derecha), de visita en España, recalcaba que lo de las cámaras no había sido más que un bulo y reafirmaba que las investigaciones no habían probado nada, y que de hecho, el uso del radar no es conclusivo, solo hace albergar falsas esperanzas y por sí solo nunca ha provocado un descubrimiento en Egipto.

Curiosamente, el área en el que ahora se sugiere que hay algo no coincide con las apuntadas anteriormente. Entonces, se trataba de espacios desconocidos a continuación del muro norte, en la cámara funeraria, y de la pared oeste de la misma cámara. El primer espacio correspondería a un pasillo que conduciría a la tumba escondida y el segundo a un almacén como las otras dos cámaras conocidas del sepulcro de Tutankamón, el anexo y el tesoro. Pero lo detectado ahora, según el estudio al que ha tenido acceso Nature, es un espacio al este de la tumba, más allá del tesoro y que parece por la forma un corredor de dos metros de altura y diez de largo que tendría cámaras y que corre en paralelo al pasillo original de entrada de la tumba (por el que accedieron al descubrirla en 1922 Carter y Carnarvon y que es la entrada por la que se visita el recinto en la actualidad).


En realidad, no está ni siquiera claro que el espacio que parece haber sido detectado esté físicamente ligado a la tumba de Tutankamón o forme parte de otra sepultura. Los investigadores opinan que sí lo está, dado que su orientación es perpendicular al eje principal norte-sur en que está alineada KV 62.
Por supuesto Reeves se ha mostrado muy interesado en el nuevo estudio que resucita su hipótesis, aunque, para su perplejidad, no de la manera en que él esperaba. Reeves, como se ha explicado anteriormente, creía que la tumba continuaba por la pared norte hasta un nuevo sepulcro, el de Nefertiti. La teoría de las nuevas cámaras o espacios surgió en 2015 a partir del pormenorizado escáner que se hizo de la tumba para realizar una copia exacta y parecía indicar la existencia de puertas tapiadas tras las pinturas del muro norte y oeste. Entonces, tras exponer públicamente Reeves su hipótesis, el gobierno egipcio auspició dos proyectos de radar, uno, llevado a cabo por un equipo japonés, pareció confirmar la existencia de espacios desconocidos, pero el segundo, orquestado por National Geographic no confirmó el resultado anterior. En 2016 otros dos equipos repitieron los exámenes, pero siguió el desacuerdo.

La entrada a la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes, Luxor, Egipto. Crédito: Lander (CC BY-SA 3.0)

En la nueva tesitura, solo queda esperar a que se expliquen con detalle los descubrimientos y los expertos y las autoridades egipcias den su veredicto. De momento volvemos a quedarnos a las puertas de lo que podría ser algo espectacular y que nos resolviera algunos de los grandes enigmas de la época de Tutankamón. Hay que aguardar con paciencia. Otra vez.

Fuentes: elpais.com | thesun.co.uk | 22 de febrero de 2020

Una estela desvela la existencia de un antiguo reino que derrotó a Frigia, el imperio del rey Midas

La estela apareció en medio de un canal en la península de Anatolia (University of Chicago).

El rey Midas fue descrito por la mitología griega como un hombre capaz de convertir en oro todo lo que tocaba. Este monarca gobernó Frigia, que ocupaba la mayor parte de la península de Anatolia, entre el año 740 y el 696 a.C. Su reinado coincidió con el momento de más esplendor de esta región que llegó a controlar una extensa región de Asia Menor.

Pero no todo fueron éxitos para Frigia a lo largo de su historia. También sufrieron amargas derrotas. Una de ellas parece que fue ante una ciudad que llevaba centenares de años perdida. Los arqueólogos de la Universidad de Chicago la encontraron el pasado verano en un lugar del sur de Turquía llamado Türkmen-Karahöyük.

Los investigadores estaban revisando la zona junto a unos colegas británicos y turcos cuando un agricultor local les contó que, durante el invierno de 2019, había visto una gran piedra con inscripciones extrañas mientras dragaba un canal de riego cercano. ”Corrimos hasta allí y vimos que todavía sobresalía del agua, así que saltamos directamente al canal, donde el novel del agua llegaba hasta nuestras cinturas”, explica el profesor James Osborne (izquierda) en un comunicado.

El texto estaba escrito en Luvita, el idioma utilizado en la zona durante la Edad del Bronce y del Hierro. Una vez traducida, la leyenda se jactaba de derrotar a Frigia, el reino gobernado por el rey Midas. “No teníamos idea de que había existido este reino. En un instante, teníamos información nueva y profunda sobre la Edad de Bronce en Oriente Medio”, añadió Osborne.
La ciudad estado, que habría estado activa entre el 1400 y el 600 a.C. ocupaba un espacio aproximado de 120 hectáreas, lo que la convertiría en una de las poblaciones antiguas más grandes de Turquía. Lo que todavía nadie sabe es cómo se llamaba este reino ni quiénes eran sus gobernantes.
El verano pasado, los estudiantes de Osborne en la Universidad de Chicago se unieron al Proyecto de Estudio Arqueológico Regional de Konya para mapear el sitio de Türkmen-Karahöyük, ubicado en un área llena de otras ciudades antiguas famosas. Simplemente caminando por la superficie del sitio, recogieron trozos de cerámica de tres mil años de antigüedad. Luego apareció la estela, que tenía una marca jeroglífica especial que simbolizaba que lo que allí estaba escrito era el mensaje de un monarca.


Los arqueólogos creen que la ciudad está escondida debajo de este terreno de Türkmen-Karahöyük (University of Chicago).

Sacaron la piedra con la ayuda del granjero y su tractor y la llevaron a un museo local donde la limpiaron, fotografiaron y prepararon para poder traducir el texto. El luvita es una de las ramas más antiguas de las lenguas indoeuropeas, un idioma único escrito en signos jeroglíficos nativos del área turca y que se lee alternando de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.

Foto: un ejemplo de escritura Luvita (University of Chicago)

Una vez traducida la leyenda descubrieron que el rey que mandó realizar la estela se llamaba Hartapu y que Türkmen-Karahöyük era probablemente su ciudad capital. La piedra cuenta la historia de la conquista del cercano reino de Muska, más conocido como Frigia, hogar del rey Midas. “Los dioses de la tormenta entregaron a los reyes [opuestos] a su majestad”, decía la piedra.

El análisis lingüístico sugirió que la estela fue compuesta a finales del siglo VIII a.C., lo que se alinea con el tiempo que gobernó Midas. Además, ayudó a resolver un misterio largamente establecido. A menos de 16 kilómetros al sur hay un volcán con una conocida inscripción en jeroglíficos. En ella se habla de un rey Hartapu que hasta ahora nadie sabía quién era.
Los arqueólogos ya están planeando la siguiente visita a la zona, donde esperan encontrar muchos sitios que explorar. “Dentro de este montículo en Türkmen-Karahöyük habrá palacios, monumentos y casas. Esta estela fue un hallazgo maravilloso e increíblemente afortunado, pero es solo el comienzo“, concluye el profesor Osborne.

Fuente:lavanguardia.com | 21 de febrero de 2020

El pescado de la Bahía de Cádiz ya se procesaba hace 5.000 años

Uno de los yacimientos analizados por los investigadores de la UCA.

Investigadores de la Universidad de Cádiz, junto a expertos del CSIC de Barcelona y de los Museos de Vejer y de Arqueología y Etnografía de Setúbal (Portugal), han identificado actividades de procesado de pescado en los restos arqueológicos portugueses de Vale Marim I (Mesolítico) y Vale Pincel I (Neolítico) y en los yacimientos neolíticos de la costa atlántica de Cádiz de La Esparragosa (Chiclana de la Frontera) y Set Parralejos (Vejer de la Frontera).

Los dos asentamientos gaditanos se sitúan en plena campiña litoral, muy próximos a la actual línea de costa y presentan una cronología de finales del Neolítico (hace 5.000 años). Este tipo de yacimientos se conocen como campos de silos y son grandes superficies con numerosas estructuras de almacenamiento excavadas en el nivel geológico y que reciben el nombre de silos.

«En el yacimiento de La Esparragosa se han documentado hasta 57 filos de cuchillos de sílex, en los que se observa un micropulido de uso muy desarrollado que ocupa prácticamente la totalidad de la superficie de los instrumentos por ambas caras. La experimentación ha demostrado que se emplearon como cuchillos para el fileteado de pescado», como explica Ignacio Clemente (izquierda), investigador del CSIC y primer firmante del artículo que ha sido publicado en la revista Quaternary International, donde se explica este trabajo. «En el caso del yacimiento de Set Parralejos, el 33% de las herramientas en sílex que presentan huellas de uso están asociadas a la limpieza y procesado de pescados», como matiza Niccolò Mazzucco, investigador del CSIC de Barcelona.

Este estudio es de gran interés, ya que es la primera vez que se documentan este tipo de actividades en yacimientos neolíticos de la península Ibérica, como indican los investigadores entre los que se encuentra José Ramos Muñoz, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cádiz, quien asegura que «planteamos como posibilidad el fileteado de pescado para que, tras su salazón, ahumado o secado, fueran almacenados en los silos».
«Poco a poco vamos conociendo la importancia que el medio marino siguió teniendo para las sociedades neolíticas en la costa atlántica gaditana. A estos resultados debemos añadir la elevada cantidad de restos de pescado y moluscos documentados en otros yacimientos neolíticos de la Bahía de Cádiz como El Retamar (Puerto Real) y Campo de Hockey (San Fernando). Pese a la aparición en época neolítica de la agricultura y la ganadería, en zonas de gran riqueza marina como la costa atlántica de Cádiz, las actividades pesqueras y mariscadoras siguieron desempeñando un papel fundamental en la economía de estas comunidades», como afirma Eduardo Vijande (derecha), profesor de Prehistoria de la UCA.

Con objeto de conocer de manera más exacta el peso que tuvieron los recursos marinos en la dieta de estos pobladores prehistóricos, se han comenzado análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno de varios individuos cuyos resultados se publicarán en los próximos meses.

Para Juan Jesús Cantillo (izquierda), director del Museo de Vejer de la Frontera y especialista en malacofauna, la importancia del medio marino para estas sociedades fue tal que no solamente emplearon sus recursos con fines alimenticios, sino que también utilizaron las conchas de los moluscos como adornos o con fines rituales. De hecho, «el caso más llamativo es el del enterramiento documentado en La Esparragosa, donde tenemos un individuo femenino en posición flexionada que fue cubierto por 477 ejemplares (abiertos y cerrados) de 'Ruditapes decussatus' (almeja fina) que relacionamos con algún tipo de consumo vinculado a prácticas rituales funerarias», como indica Cantillo.

Parte de estos análisis se han desarrollado gracias al proyecto del Plan Nacional I+D HAR2017-87324-P, dirigido por el profesor José Ramos Muñoz.

Fuente: lavozdigital.es | 14 de febrero de 2020