El cráneo de 'Little Foot' revela cómo vivió este ancestro humano de más de 3 millones de años

Imágenes del cráneo 'Little Foot'. La vista desde la parte inferior (derecha) muestra la posición original de la primera vértebra cervical aún incrustada en la matriz. Crédito: RJ Clarke.

El escaneo micro-CT de alta resolución del cráneo del espécimen fósil conocido como Little Foot (Pie Pequeño) ha revelado algunos aspectos de cómo vivía esta especie de Australopithecus hace más de 3 millones de años.

La meticulosa excavación, limpieza y escaneo del cráneo del espécimen fósil de ~ 3,67 millones de años ha revelado la primera vértebra cervical adulta de Australopithecus más completa encontrada hasta ahora.

En Scientific Reports se ha publicado una descripción de esta vértebra realizada por los investigadores de la Universidad de Wits, la Dra. Amélie Beaudet y el equipo de las cuevas de Sterkfontein. Este programa de investigación es apoyado por el Centre of Excellence in Palaeosciences, el Scientific Palaeontological Trust, la National Research Foundation, University of the Witwatersrand y el French National Centre for Scientific Research a través del French Institute of South Africa.


Comparación de la primera vértebra cervical casi intacta de 'Little Foot' y otros dos Australopithecus de Sterkfontein, en Sudáfrica, y en Hadar, Etiopía, que muestran cuán completo es 'Little Foot' en comparación con el resto del registro fósil. Crédito: Amélie Beaudet / Universidad de Wits

La primera vértebra cervical (o atlas) juega un papel crucial en la biología de los vertebrados. Además de actuar como la conexión entre la cabeza y el cuello, el atlas también juega un papel sobre cómo se suministra sangre al cerebro a través de las arterias vertebrales.
Al comparar el atlas de Little Foot con otros fósiles del sur y este de África, así como con humanos y chimpancés actuales, el equipo de la Universidad de Wits muestra que este Australopithecus era capaz de realizar movimientos de cabeza que difieren de los humanos modernos.

"La morfología de la primera vértebra cervical, o atlas, refleja múltiples aspectos de la vida de un organismo", dice Beaudet, autor principal del estudio (izquierda). "En particular, el atlas casi completo de 'Little Foot' tiene el potencial de proporcionar nuevas ideas sobre la evolución de la movilidad de la cabeza y el suministro arterial al cerebro en el linaje humano".

La forma del atlas determina el rango de movimientos de la cabeza, mientras que el tamaño de las arterias que pasan a través de las vértebras hasta el cráneo es útil para estimar el flujo sanguíneo que irriga el cerebro.
"Nuestro estudio muestra que este Australopithecus era capaz de movimientos de la cabeza que difieren de nosotros. Esto podría explicarse por la mayor capacidad que tenía para trepar y moverse en los árboles. Sin embargo, un espécimen de 'Australopithecus' del sur de África más reciente que 'Little Foot' en aproximadamente 1 millón de años, pudo haber perdido parcialmente esta capacidad y haber pasado más tiempo sobre el suelo, tal como nosotros".


Comparación basada en superficie de los atlas completos de 'Little Foot' y muestras de los ejemplares de Homo, Pan, Gorilla y Pongo existentes.


Las dimensiones generales y la forma del atlas de Little Foot son similares a las que ostentan los chimpancés actuales. Más específicamente, las inserciones de los ligamentos (que podrían inferirse de la presencia y la configuración de los tubérculos óseos) y la morfología de las articulaciones facetarias que unen la cabeza y el cuello, sugieren que Little Foot se movía regularmente en los árboles.

Debido a que Little Foot está tan bien conservado, el suministro de flujo sanguíneo al cerebro también pudo estimarse por primera vez, utilizando evidencias derivadas del cráneo y las vértebras. Estas estimaciones demuestran que el flujo sanguíneo, y por lo tanto la utilización de glucosa por el cerebro, fue aproximadamente tres veces menor que en los humanos modernos, y más cercano al de los chimpancés actuales.

"La baja inversión de energía en el cerebro de este 'Australopithecus' podría explicarse tentativamente por un cerebro relativamente pequeño (alrededor de 408 cm3), una dieta de baja calidad (escasa proporción de productos animales), o a los altos costos de otros aspectos de su biología (como caminar erguido). En cualquier caso, esto podría sugerir que el sistema vascular del cerebro humano surgió mucho más tarde en nuestra historia".

Fuente: phys.org | 17 de marzo de 2020

Los genomas humanos globales revelan una rica diversidad genética conformada por una compleja historia evolutiva

Un nuevo estudio ha proporcionado el análisis más completo de la diversidad genética humana hasta la fecha, después de la secuenciación de 929 genomas humanos llevada a cabo por científicos del Instituto Wellcome Sanger, la Universidad de Cambridge y sus colaboradores. El estudio revela una gran cantidad de variaciones genéticas no descritas anteriormente y proporciona nuevos conocimientos sobre nuestro pasado evolutivo, destacando la complejidad del proceso a través del cual nuestros antepasados ​​se diversificaron, migraron y se mezclaron en todo el mundo.
El estudio, publicado en Science, es la representación más detallada de la diversidad genética de las poblaciones mundiales hasta la fecha. Está disponible gratuitamente para todos los investigadores para estudiar la diversidad genética humana, incluidos los estudios de susceptibilidad genética a las enfermedades en diferentes partes del mundo.

La visión consensuada de la historia humana nos dice que los antepasados ​​de los humanos actuales se separaron de los neandertales y denisovanos hace unos 700.000-500.000 años, antes de la aparición de los humanos 'modernos' en África en los últimos cientos de miles de años.
Hace unos 70.000-50.000 años, algunos humanos se expandieron fuera de África y poco después se mezclaron con grupos arcaicos de Eurasia. Después de eso, las poblaciones crecieron rápidamente, con una gran migración y mezcla, ya que muchos grupos hicieron la transición de cazadores-recolectores a productores de alimentos en los últimos 10.000 años.
Este estudio es el primero en aplicar la última tecnología de secuenciación de alta calidad a un conjunto tan grande y diverso de humanos, cubriendo 929 genomas de 54 poblaciones geográficas, lingüísticas y culturalmente diversas de todo el mundo. La secuenciación y el análisis de estos genomas, que forman parte del panel del Proyecto de Diversidad del Genoma Humano (HGDP): CEPH, proporciona ahora detalles sin precedentes de nuestra historia genética.

Estructura de la variación genética en las poblaciones humanas de todo el mundo. Se muestra una ilustración esquemática de las cantidades aproximadas de cuatro clases diferentes de variación genética encontradas en diferentes regiones geográficas. Los orígenes de las poblaciones incluidas en el estudio están indicados por puntos.

El equipo de investigación encontró millones de variaciones de ADN previamente desconocidas que son exclusivas de una región geográfica continental o principal. Aunque la mayoría de las mismas eran raras, incluían variaciones comunes en ciertas poblaciones africanas y oceánicas que no habían sido identificadas en estudios previos.

Tales variaciones pueden influir en la susceptibilidad de las diferentes poblaciones a las enfermedades. Sin embargo, los estudios de genética médica se han realizado hasta ahora predominantemente en poblaciones de ascendencia europea, lo que significa que no se conocen las implicaciones médicas que semejantes variaciones podrían tener. La identificación de las mismas representa un primer paso para expandir completamente el estudio de la genómica a poblaciones subrepresentadas.

No se encontró ninguna variación de ADN en el 100 por 100 de los genomas en alguna región geográfica importante, si bien ello está ausente en todas las demás regiones. Este hallazgo subraya que la mayoría de la variación genética común se encuentra en todo el mundo.


El Dr. Anders Bergström (izquierda), del Instituto Francis Crick y un ex alumno del Instituto Wellcome Sanger, dijo: "El detalle que ofrece este estudio nos permite profundizar en la historia humana, particularmente en África, donde actualmente se sabe menos sobre la escala de tiempo de la evolución humana. Encontramos que los ancestros de las poblaciones actuales se diversificaron a través de un proceso gradual y complejo principalmente durante los últimos 250.000 años, con grandes cantidades de flujo de genes entre estos linajes tempranos. Pero también vemos evidencias de que pequeñas partes de esos ancestros humanos se remontan a grupos que se diversificaron todavía mucho antes".

Hélène Blanché (derecha), directora del Centro de Recursos Biológicos del Centre d'Etude du Polymorphisme Humain (CEPH) en París, Francia, dijo: "El recurso del Proyecto de Diversidad del Genoma Humano ha facilitado muchos descubrimientos nuevos sobre la historia humana en las últimas dos décadas. Es emocionante ver que con la última tecnología de secuenciación genómica, estos genomas continuarán ayudándonos a comprender nuestra especie y cómo hemos evolucionado".

El estudio también proporciona evidencias de que la ascendencia neandertal de los humanos modernos puede explicarse por un solo evento de mezcla importante, que probablemente involucre a varios individuos neandertales que entraron en contacto con humanos modernos poco después de que éstos se hubieran expandido fuera de África. En contraste, se identificaron varios conjuntos diferentes de segmentos de ADN heredados de los denisovans en personas de Oceanía y Asia Oriental, lo que sugiere al menos dos eventos de mezcla distintos.

El descubrimiento de pequeñas cantidades de ADN de neandertal en personas de África occidental, que probablemente reflejen un reflujo genético posterior en África desde Eurasia, destaca aún más cómo la historia genética humana se caracteriza por múltiples capas de complejidad. Hasta hace poco, se pensaba que solo las personas fuera del África subsahariana tenían ADN neandertal.

El Dr. Chris Tyler-Smith (izquierda), recientemente retirado del Instituto Wellcome Sanger, dijo: "Aunque este estudio es solo el comienzo de muchas vías de investigación, ya podemos vislumbrar varias ideas tentadoras sobre la historia humana. Será particularmente importante para una mejor comprensión de la evolución humana en África, al tiempo que facilitará la investigación médica de la diversidad total de los ancestros humanos".

Fuentes: Trust Sanger Institute | phys.org | 19 de marzo de 2020

Las poblaciones humanas de ascendencia africana tienen mayor diversidad genética que las de ascendencia europea

Un estudio a gran escala del ADN revela cuán entrelazados están los linajes humanos antiguos
Las antiguas poblaciones humanas en África probablemente se mezclaron mucho más de lo que pensábamos anteriormente. Esa es solo una de las revelaciones sobre nuestra historia genética que ha sido descubierta al secuenciar los genomas de personas de poblaciones previamente subrepresentadas en estudios genéticos humanos.

"Identificamos muchas variaciones genéticas que no se habían encontrado antes", dice Anders Bergstrom, del Wellcome Sanger Institute, en Cambridge, Reino Unido.
Bergstrom y sus colegas secuenciaron los genomas de 929 personas de 54 poblaciones diferentes en todo el mundo, incluso en Europa, Medio Oriente, África, América, Asia Central y del Sur, Asia Oriental y Oceanía. Descubrieron cientos de miles de nuevas variantes genéticas que eran comunes en muchas de las poblaciones que estudiaron, pero que previamente se habían perdido, debido a la falta de secuencias de ADN de personas de ascendencia no europea en los conjuntos de datos existentes.

Malla de ramas

Entre los nuevos descubrimientos que hicieron Bergstrom y sus colegas se encontró el hallazgo de que probablemente había mucha más mezcla entre las diferentes poblaciones humanas antiguas de África que lo sugerido por estudios anteriores. En lugar de un árbol genealógico divergente, encontraron evidencias de mucho más flujo de genes entre diferentes poblaciones. "Es más como una especie de malla entrelazada de ramas", dice Bergstrom.

"Esto sugiere cómo los antiguos humanos emigraron de África. En lugar de una población que se separa en dos y nunca se vuelve a ver, la gente probablemente continuó moviéndose entre grupos de una manera mucho más compleja", agrega.

El equipo también encontró evidencias más detalladas de que nuestros ancestros humanos antiguos se aparearon con otros homínidos. Ya sabíamos que nuestros antepasados ​​se aparearon con grupos humanos arcaicos, incluidos los neandertales y los denisovanos, pero hasta ahora no estaba claro con qué frecuencia había ocurrido esto y si se aparearon con algunos grupos más que con otros.
Bergstrom y su equipo pudieron demostrar que las personas de muchas poblaciones diferentes en todo el mundo tienen hoy los mismos segmentos de ADN neandertal en sus genomas, pero los segmentos de ADN denisovano difieren entre las personas de diferentes poblaciones. Ello sugiere que nuestros antepasados ​​probablemente se aparearon con un solo grupo de neandertales, pero en cambio lo hicieron con múltiples denisovanos después de emigrar de África.

Muchos estadounidenses primitivos

El análisis de los nuevos datos, en los que se incluyeron secuencias completas del genoma de personas con ascendencia nativa americana, también insinúa que pudo haber habido muchos más humanos primitivos en las Américas hace unos 15.000 años de lo que se pensaba anteriormente.
Bergstrom dice que todos estos descubrimientos demuestran el enorme valor de secuenciar el ADN de poblaciones subrepresentadas en todo el mundo. "Esto no es el final de la historia", dice. "Necesitamos secuenciar más".

"Nuestros estudios e infraestructura genética actuales son muy eurocéntricos", dice Alicia Martin (izquierda), del Broad Institute en Massachusetts. "Para garantizar una traducción equitativa de las tecnologías genéticas y comprender mejor la historia humana y la antropología, necesitamos que la diversidad humana esté representada en nuestros estudios".

Estos hallazgos también destacan que hay muchas más variaciones genéticas humanas no catalogadas en diversas poblaciones, incluidas muchas variantes genéticas que pueden estar asociadas con enfermedades, dice Alicia Martin.

Fuente: newscientist.com | 19 de marzo de 2020

El "calendario" de piedra de Nabta Playa, el Stonehenge de Egipto

Cromlech de Nabta Playa

En una zona del desierto de Nubia, conocida como Nabta Playa (a unos 800 kilómetros al sur de El Cairo y a unos cien kilómetros al oeste de Abu Simbel, donde se alzan los grandes templos excavados en la roca erigidos por el faraón Ramsés II), hace entre 130.000 y 70.000 años se extendía una fértil sabana, con abundante vegetación y numerosa fauna salvaje, bañada por las aguas de un gran lago hoy seco (de hecho, el término playa, en idioma local significa "lago seco"). En ese paradisíaco y frondoso lugar, los humanos se establecieron por lo menos desde el X milenio antes de nuestra era.

Nabta Playa se compone de diversos restos arqueológicos esparcidos por la zona, que fueron descubiertos en la década de 1970 por Fred Wendorf, profesor de Antropología de la Universidad Metodista del Sur de Texas. Wendorf, junto con el lingüista Christopher Ehret, sugirió que las gentes que habitaron Nabta Playa fueron pastores nómadas. Los investigadores hallaron allí evidencias de consumo y almacenaje de sorgo salvaje (un cereal) y restos de cerámica decorada con motivos geométricos, al parecer procedente del África subsahariana, la más antigua descubierta en el continente. Todos los descubrimientos realizados en Nabta Playa han llevado a muchos investigadores a pensar que aquí pueden encontrarse las raíces de las creencias cosmogónicas egipicas.


Fred Wendorf en Nabta Playa en Egipto.

ESTELAS Y CRÓMLECHS

Hacia el VII milenio a.C., los asentamientos humanos en Nabta Playa aumentaron y se hicieron más grandes, aunque eran estacionales, coincidiendo con las épocas de mayor capacidad del lago. Sus habitantes cavaban pozos y consumían cereales salvajes, legumbres y frutas. También empezaron a domesticar animales, como cabras y ovejas procedentes del Próximo Oriente. Del VI milenio a.C. datan algunos túmulos que incluyen restos de sacrificios de animales que fueron enterrados en cámaras cubiertas con losas de piedra, e incluso se encontró un posible sacrificio humano. Cuatro colinas poco elevadas en Nabta contienen asimismo estelas de arenisca, muchas de ellas labradas, algunas antropomorfas y de distintos tamaños y formas. Estas estelas se situaron en posición vertical, rodeadas de piedras menores. Su peso oscila entre los cien kilos y las ocho toneladas.

Megalitos procedentes de Nabta Playa, actualmente expuestos en el Museo de Aswan (Egipto).

Pero sería un milenio más tarde cuando se realizó en Nabta Playa una construcción sorprendente, que en la actualidad aún deja atónitos a los investigadores: hasta seis alineamientos de piedras, colocados de un modo radial, que parecen haber servido para indicar la aparición en el cielo de algunas estrellas o para señalar la dirección aproximada de la salida del Sol durante el solsticio de verano. Esta estructura mide sólo cuatro metros de diámetro y se compone de una treintena de losas de arensica nubia de diferentes tamaños dispuestas de modo circular. La estructura incluye cuatro pares de piedras de mayor tamaño en torno a la circunferencia del círculo y otras seis en el interior del mismo formando dos líneas paralelas de tres piedras cada uno. Cuando los arqueólogos descubrieron el monumento, los demás bloques de piedra que en su día lo formaron se encontraron caídos.

Fred Wendorf empleó tecnología vía satélite para estudiar el alineamiento y descubrió que dos de los pares de mayor tamaño se alinean formando una línea norte-sur y los otros dos pares forman una línea este-oeste. Esta última indica el lugar por donde el Sol sale y marca el solsticio de verano, aunque de un modo aproximado.

Megalitos en Playa Nabta.

UN ENIGMA MILENARIO

Al igual que ocurre con el famoso círculo de piedras de Stonehenge, numerosos investigadores han pretendido resolver el misterio del "calendario astronómico de Nabta Playa". El arqueoastrónomo norteamericano Kim Malville afirma que algunas losas verticales, hincadas en la arena, parecen estar organizadas según una serie de "puertas" que podrían haber funcionado como marcadores de un calendario al indicar de un modo aproximado la posición del Sol naciente en el solsticio de verano.
Por su parte, el astrofísico Thomas G. Brophy sugirió que las tres piedras alineadas al sur representan las estrellas del cinturón de Orión y las otras tres señalarían a su estrella principal. Brophy también cree que los otros cinco alineamientos que rodean el círculo de piedras de un modo radial serían representaciones del lugar del cielo donde se hallan las estrellas representadas por las piedras centrales del calendario durante el orto helíaco (el momento de su primera aparición en el horizonte este). Incluso apuesta por una datación muchísimo más antigua para la estructura: más de 8.000 años.


Thomas Brophy con el megalito AO alineado, uno de los pocos megalitos que aún se mantiene en posición original en Nabta Playa, 2003.

Pero las teorías de Brophy han sido puestas en duda por la mayoría de investigadores, y un estudio de la Universidad de Colorado en 2007 concluye que las fechas propuestas por el astrofísico son erróneas. Los investigadores de esta universidad norteamericana creen que la zona de Nabta Playa debió de ser un centro ceremonial donde se realizaban sacrificios animales hacia 6100-5600 a.C. La datación que ellos sugieren para el crómlec de piedra es una fecha cercana a 4800 a.C. Las mediciones llevadas a cabo por el equipo con satélite y GPS confirmaron asimismo un posible alineamiento con Sirio, Arturo, Alfa Centauri y el Cinturón de Orión. El estudio sugiere que la orientación de megalitos, estelas y tumbas humanas y animales indicaría una conexión simbólica con el Norte.

Entonces ¿para qué servía esta estructura? Existe cierto consenso entre los investigadores en pensar que sirvió como punto de reunión para celebrar ceremonias religiosas o ceremoniales de algún tipo durante el solsticio de verano. Era un momento clave para los habitantes de Nabta Playa, ya que esta época anunciaba la llegada de las lluvias, un acontecimiento fundamental para un pueblo nómada cuya supervivencia dependía del ganado, el agua, la Tierra, el Sol y las estrellas.

Fuente: National Geographic | 20 de marzo de 2020


El análisis de dientes antiguos revelan desigualdad de género durante la Edad del Bronce en China

Foto: Mathew Schwartz / Unsplash

El análisis de los dientes de hace 2.500 años ha abierto una ventana a la vida y a la desigualdad de género durante la Edad del Bronce en China.

La investigación, dirigida por la Universidad de Otago y publicada en American Journal of Physical Anthropology, ha arrojado luz sobre la lactancia materna, el destete, la evolución de las dietas y la diferencia entre lo que comían las niñas y los niños, dice la investigadora principal, la Dra. Melanie Miller (izquierda), becaria postdoctoral en el Departamento de Anatomía de la Universidad de Otago.

Los dientes provienen de las llanuras centrales de China y datan de la dinastía Zhou Oriental, entre 771 y 221 a.C. A pesar de su antigüedad extrema (son tan antiguas como el Partenón de Atenas y el saqueo del Antiguo Templo de Jerusalén) la dentina de los dientes, el tejido óseo que forma la mayor parte de la estructura de nuestros dientes, estaba llena de información.
Mediante el análisis de isótopos estables, los investigadores pudieron mostrar los tipos y cantidades de varios elementos en la dentina, incluidos el carbono y el nitrógeno, desbloqueando información sobre la vida y la dieta de los individuos. Eso permitió dibujar una imagen de una sociedad cambiante, dice la Dra. Miller.

"Ya sabíamos que este periodo de tiempo [de la dinastía Zhou Oriental] mostraba una creciente desigualdad entre hombres y mujeres. Lo que pudimos encontrar es que estas diferencias eran incluso evidentes en lo que la gente comía y cómo cuidaban a sus hijos, así como las diferencias de género en cuanto a la edad en que fueron destetados los bebés y los alimentos que les fueron suministrados cuando eran niños".

El análisis de 23 individuos de dos enclaves arqueológicos diferentes muestra que los niños fueron amamantados hasta que tenían entre 2,5 y 4 años, y el destete proporcionándeles sólidos, principalmente en trigo y soja, ocurrió un poco antes en las mujeres que en los hombres.
"Para las dos comunidades que estudiamos, la comida era un aspecto integral de la identidad, y era un medio de diferenciación entre mujeres y hombres. Descubrimos que las diferencias dietéticas entre los sexos comenzaban en la primera infancia y continuaban durante toda la vida. Eso significa que los alimentos que las personas comían de forma regular eran ligeramente diferentes si eran niños o niñas, y luego hombres o mujeres".


Brotes de soja. Sus orígenes son el Extremo Oriente, donde desde hace más de 5.000 años está documentado su uso como alimento.

Los hombres comían más del cultivo tradicional, el mijo, mientras que las mujeres consumían más de los "nuevos" alimentos como el trigo y la soja, dice la Dra. Miller. El hecho de que los alimentos de trigo y soja fueran componentes importantes de las dietas infantiles sugiere que se incorporaron a las prácticas culinarias locales como alimentos de destete.

La dinastía Zhou Oriental es un período muy importante de la historia china y el cambio cultural chino; es el tiempo de Confucio y otros intelectuales notables, dice la Dra. Miller.
"Vemos cómo surgen algunas de las primeras formas de desigualdad social entre hombres y mujeres durante ese tiempo, y estos resultados dietéticos subrayan cómo las vidas diarias de mujeres y hombres se diferenciaban cada vez más, incluso en prácticas cotidianas como qué alimentos comía una persona".

La Dra. Miller dice que las técnicas químicas utilizadas en este tipo de bioarqueología están permitiendo estudiar antiguas prácticas dietéticas humanas a lo largo de la vida de las personas.
"Con este enfoque, obtenemos visiones individualizadas de la vida de las personas antiguas. Eso puede revelar aspectos significativos de sus experiencias de vida, incluidas las divisiones de género y la desigualdad social".

Fuente: scimex.org| 19 de marzo de 2020

Hallan urnas funerarias bien conservadas y tres fases históricas en el cabezo de La Joya (Huelva)

Imagen de la urna hallada en la tumba 27 con restos de cremación en el interior y en el relleno de la fosa que contiene la misma, - ROBERTO DÍAZ RODRÍGUEZ

Los investigadores de la empresa Ánfora han hallado en la zona arqueológica del cabezo de La Joya de Huelva algunas "urnas funerarias bien conservadas", con otros vasos y multitud de platos "en un estado muy delicado, debido a una mala cocción", además de otros enseres como un colgante de plata y un anillo o de la base de un vaso de alabastro, en las tumbas de la denominada necrópolis baja, datadas en el siglo VII. En general se han documentado tres fases históricas.
Así lo ha indicado a Europa Press, la directora de las excavaciones, Alejandra Echevarría, quien ha detallado que, aunque estos hallazgos se produjeron durante la intervención de 2019, no se ha hecho públicos hasta ahora "para evitar expolios que ya vivimos sin dar la información de los hallazgos".


En la necrópolis se encontraron 12 tumbas más, ocho de ellas con restos óseos y cuatro sin ellos. Asimismo, en la Tumba 28 localizaron dos carretes o soportes, pequeños objetos de hierro y bronce, restos de huesos y otros elementos que responderían a un banquete.

De igual manera, en la Tumba 21 descubrieron un colgante de plata, dos aros de plata, un anillo y una cuenta de coralina que podrían ser parte de un collar, según ha indicado Echevarría, que ha asegurado haber tenido "mucha suerte, con los hallazgos a pesar de lo degradado que estaba el terreno por intervenciones humanas a lo largo de las últimas décadas y que habían destruido gran parte del registro arqueológico".


En esta tumba encontraron una urna que contenía, además de los restos de la cremación y los elementos antes descritos; un cuchillo de hierro, la base de un vaso de alabastro, "lo que demostraba que, a pesar de la delicada ubicación de este enterramiento muy cerca de la superficie, la limpieza mecánica realizada no había dañado en absoluto la estructura de las tumbas".


El cabezo de La Joya. / JOSUÉ CORREA (Huelva)

De esta manera, en las primeras conclusiones, y antes de haber procedido al análisis completo de los objetos recuperados, se hallaron también morfologías de urnas y vasos muy parecidos a los de la última intervención de los años 90, siempre datados en torno a los siglos VII y VI a.C.
Para detectar estos nuevos elementos, que tendrán que ser estudiados más en profundidad, y con el cabezo de La Joya en una situación de abandono durante muchos años, el equipo de arqueólogos encabezados por Echevarría acometió unas primeras fases de vallado, prospección, limpieza del cabezo y poda de árboles y limpieza mecánica.

"De esta primera fase se eliminaron, sobre todo, muchas toneladas de escombros, pues el cabezo había sido usado durante muchísimo tiempo a modo de vertedero, con fosas y zanjas llenas de basura y terrenos removidos de muy distintas etapas", ha explicado.
A continuación, según ha detallado Echevarría, se procedió nuevamente a la prospección, a la limpieza manual, las labores de geofísica y a las excavaciones propiamente dichas, a la ortofotografía y al levantamiento topográfico del cabezo.

Urna y vaso de una tumba de incineración de La Joya., expuesta en el Museo / Foto: Museo de Huelva.

TRES FASES HISTÓRICAS DIFERENTES

En cuanto a las estructuras que han salido a la luz, los investigadores han podido datar tres fases diferentes, la más antigua y ya conocida que es "la protohistórica" --la necrópolis datada en el siglo VII--, la segunda documentada es del siglo XVI en la que han hallado "una serie de huellas de cultivos similares a las del seminario"; y la tercera, "una fase contemporánea que cuenta con algunas pequeñas y grandes fosas llenas de basura y escombros".

La arqueóloga onubense ha adelantado que se trata de un trabajo "todavía por desarrollar, puesto que no se han terminado las conclusiones y el estudio detallado de lo encontrado en los enterramientos de La Joya, donde, en solo tres meses, se ha conseguido excavar e investigar de forma simultánea, con todas las garantías científicas, y en cumplimiento de una intervención arqueológica puntual ordenada por la Consejería de Cultura y autorizada en febrero del pasado año".


Echevarría ha explicado que "las 12 tumbas excavadas guardan muchas similitudes con las encontradas por Juan Pedro Garrido y Elena Orta en los años 6O y 70 del siglo XX en la parte alta de dicho cabezo", además de que han encontrado "una serie de estructuras que nosotros intuimos que son tumbas, pero que hasta que no excavemos no lo podremos saber".
"Todos estos hallazgos tienen un significado histórico muy importante para Huelva ya que aportan información sobre el estatus de las personas que estaba allí enterradas, que eran las élites dominantes de la época" y, de momento, tienen claro que "estamos hablando de un momento histórico que tiene un sistema político complejo y organizado y una sociedad urbana".



MÁS ESTRUCTURAS POR DESTAPAR

La directora de las excavaciones de Ánfora ha indicado, además que "hay más estructuras por excavar ya que no hemos agotado la necrópolis, porque nuestro objetivo principal era el de hacer un diagnóstico. Saber qué estructuras había y en qué estado estaban".

En este sentido, ha indicado que el estado de las estructuras es "delicado", puesto que esa zona ha sido durante mucho tiempo "zona de labor de campo", motivo por el que las estructuras están "bastante decapitadas" aunque "hay algunas en las que se conservan las urnas enteras y otras en las que solo queda una parte".


"Todos estos descubrimientos históricos pondrían a Huelva aún más en el mapa, pues el tamaño de la necrópolis es muy importante y todos los hallazgos aportan más información de la propia historia de la ciudad" y "hay que tener en cuenta, no solo la importancia histórica del hallazgo, sino también la patrimonial, en todos sus aspectos, poniendo en valor el yacimiento como parte del cabezo", ha finalizado Echevarría.

En cuanto al futuro que vivirá este yacimiento arqueológico, serán las administraciones competentes las que dictaminen cuáles son los siguientes pasos a dar en dicha área de intervención.

Fuente: huelva24.com | 15 de marzo de 2020

El hallazgo de un antiguo cofre en Deir el-Bahari (Egipto) pone a los arqueólogos sobre la pista de una tumba real

Un equipo de arqueólogos ha descubierto un cofre de piedra de hace 3.500 años entre unos escombros del complejo funerario de Deir el-Bahari. El hallazgo, que se produjo cerca del famoso Templo mortuorio de Hatshepsut, indica que una tumba real intacta podría estar cerca.
Varios paquetes envueltos en lienzo de lino estaban dentro del cofre. Uno contenía el esqueleto de un ganso sacrificado y en otro un huevo del mismo. En el tercer paquete había una caja de madera que probablemente contenga un huevo de ibis.

El profesor Andrzej Niwiński, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Varsovia, dijo a PAP: “El cofre en sí tiene unos 40 cm de largo, con una altura ligeramente menor. Estaba perfectamente camuflado, pues parecía un bloque de piedra ordinario, y solo después de echar una mirada más cercana resultó ser un cofre". Junto con ello, los arqueólogos encontraron un envoltorio doblado.

El profesor Niwiński señalando el sitio donde se halló el cofre.

En el caso del envoltorio, cuatro capas de lienzo de lino cubrían una caja de madera, en la que, a su vez, había una caja de loza con forma de capilla. Contenía uno de los nombres del faraón Tutmosis II.
El profesor Niwiński, que dirige el equipo de excavación, dijo: “El envoltorio real demuestra el hecho de que se construyó un templo o una tumba en nombre de este faraón. Como estamos en el centro del cementerio real, definitivamente ha de ser una tumba. El haber encontrado este paquete indica que podemos estar en proceso de descubrir su tumba".
Además del nombre del faraón, el simbolismo de otros objetos que encontraron también apuntan al hecho de que el envoltorio se hizo en su nombre.

El cofre hallado.

Tutmosis II fue el esposo de la famosa reina (y su media hermana) Hatshepsut, aunque su matrimonio probablemente fue dictado por un interés dinástico. Tutmosis II tenía tan solo 13 años cuando se casó y murió tres años después, en 1479 a.C.

Durante su reinado, Tutmosis II fue eclipsado por su esposa, quien más tarde se coronaría a sí misma como faraón y se convertiría en uno de los gobernantes más conocidos del antiguo Egipto.

El complejo funerario de Deir el-Bahari.

El descubrimiento del cofre de piedra, ahora hecho público, tuvo lugar en marzo del año pasado. El arqueólogo continuó su trabajo de investigación en octubre de 2019, pero hasta ahora no ha encontrado la entrada a la tumba real. Aún así, el profesor Niwiński se muestra optimista y cree que hay posibilidades de descubrir una tumba real intacta.

Deir el-Bahari ha sido un lugar de trabajo de los arqueólogos polacos durante casi 60 años. Comenzaron en 1961, cuando el padre de arqueología polaca, el profesor Kazimierz Michałowski, dirigió una misión para documentar y preservar el Templo de Hatshepsut.

Fuente: thefirstnews.com| 9 de marzo de 2020