El ancestro humano 'Lucy' y el 'niño de Taung' tienen un nuevo rostro en una impresionante reconstrucción

Las nuevas reconstrucciones faciales, hechas con moldes de silicona pigmentada, de Lucy (izquierda) y el niño de Taung (derecha). El tono de piel de Lucy se ha reconstruido para que parezca más similar al de los bonobos, mientras que el tono del niño de Taung es más similar al de los humanos anatómicamente modernos nativos de Sudáfrica.Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo.

Nuevas reconstrucciones faciales de dos humanos primitivos, conocidos como Lucy y el niño de Taung, muestran cómo se veían estos dos individuos cuando vivían en África hace millones de años.

Y, a diferencia de reconstrucciones pasadas, que pueden haberse basado en ideas opacas, arbitrarias o incluso racistas para reconstruir los rostros de nuestros antiguos parientes, los autores de las nuevas reconstrucciones exponen su proceso de manera transparente.

Para las reconstrucciones de Lucy (Australopithecus afarensis), el antepasado humano más antiguo y completo cuando los investigadores descubrieron sus restos de 3,2 millones de años en 1974, y el niño de Taung, de 2,8 millones de años (Australopithecus africanus), que murió a la edad de 3 años en lo que ahora es Sudáfrica, los investigadores usaron moldes de silicona pigmentada con el tono de piel de Lucy similar al de un bonobo (Pan paniscus), mientras que el niño de Taung se hizo más similar a los humanos modernos nativos de Sudáfrica, escriben los artífices de las nuevas reconstrucciones en una entrada de blog en Frontiers.

Una reconstrucción intuitiva de los tejidos blandos de Lucy (sin pelo ni pigmento) producida en 2018 y reconstruida sobre el esqueleto de AL 288-1 reconstruido digitalmente publicado en Brassey et al. (2018). Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo.

Estos moldes de silicona muestran cuán complejas son las reconstrucciones de los primeros humanos. Otras reconstrucciones de Lucy, el niño de Taung y otros humanos primitivos fueron realizadas por artistas que hicieron suposiciones que no se pueden comprobar con la ciencia actual, incluso si estas especies antiguas se parecían más a simios o a los humanos modernos o cómo serían sus tejidos blandos, incluidos sus músculos y el grosor de su piel. Estas reconstrucciones se encuentran a menudo en museos de historia natural y están destinadas a educar al público sobre la evolución humana.


En una nueva revisión sobre reconstrucciones de humanos primitivos, publicada el 26 de febrero en la revista Frontiers in Ecology and Evolution, los investigadores, que también escribieron la publicación del blog mencionado, encontraron que "muchas de estas reconstrucciones no han sido cuestionadas por la comunidad científica y han sido exhibidas en museos con muy poca evidencia empírica que los respalde".

Cuando observaron las reconstrucciones llevadas a cabo en todo el mundo, descubrieron que la versión de Lucy en cada museo se veía muy diferente, escribe en el blog el investigador principal, Ryan Campbell (izquierda), estudiante de doctorado en el Departamento de Anatomía y Patología de la Universidad de Adelaide, en Australia. "Esperaba encontrar consistencia en esas reconstrucciones exhibidas en los museos de historia natural, pero las diferencias, incluso allí, eran tan severas que casi pensé que todos los que las habían elaborado nunca habían encontrado una sola reconstrucción de homínido antes de comenzar la propia".

Un análisis previo de reconstrucciones de 860 homínidos (un grupo que incluye humanos, monos y sus parientes cercanos extintos) en 55 museos mostró inconsistencias notables, incluso en aquellas que representan a los mismos individuos. Esa investigación parte de una tesis publicada en 2012, la cual fue la primera en mostrar tales discrepancias, escriben Campbell y sus colegas en su artículo de investigación.

Próximos pasos

Entonces, ¿qué se debería hacer? Primero, los artistas, científicos y museos pueden en realidad reconocer que las reconstrucciones son actualmente más arte que ciencia. Según el co-investigador Gabriel Viñas (derecha), un artista escultórico de la Universidad Estatal de Arizona, "los métodos para lograr reconstrucciones científicamente justificadas aún no están a nuestro alcance, a pesar de que muchos artistas e instituciones lo anuncian con facilidad".

Otro problema es que algunas reconstrucciones, incluidas las 2D, son exhibiciones racistas o inexactas, dicen los investigadores. "En realidad, muchas de las reconstrucciones anteriores han estado muy influenciadas por cuentos imaginarios sobre lo que es 'primitivo' y 'salvaje 'contra lo que es 'civilizado y 'moderno'", reseña el investigador principal Rui Diog (izquierda), profesor asistente de anatomía en Howard University, en Washington, DC.

Por ejemplo, la icónica imagen en 2D de la evolución humana, "La marcha del progreso" (derecha) de Rudolph Zallinger, impresa en una serie de libros de ciencia desde 1965, perpetúa la idea incorrecta de que los humanos evolucionaron en una progresión lineal desde un animal a un simio y posteriormente hacia un hombre europeo de piel blanca,csubrayan los investigadores. Otras inexactitudes encontradas en dibujos o exposiciones muestran a Lucy con una pareja e hijos, a pesar de que la estructura de la familia nuclear es una construcción reciente en la historia de la humanidad, advierte Diogo.

Al reconstruir los rostros de Lucy y el niño de Taung, los investigadores hicieron todo lo posible por "alejarse de la intuición" y, en cambio, ser científicamente precisos y transparentes en sus métodos.

Respecto al niño de Taung, utilizaron técnicas tradicionales de moldeado y yeso para hacer un cráneo duplicado a partir de otro molde del espécimen original (izquierda). El cráneo del niño de Taung estaba bien conservado, pero aún tenían que hacer suposiciones sobre cómo diseñar sus tejidos faciales.

Debido a que los tejidos blandos de los primeros humanos no han sobrevivido, los artistas deben decidir si basar los músculos, la piel y otras dimensiones de los tejidos blandos en datos de primates como simios, chimpancés o humanos, o bien hacer una mezcla de especies. Por ejemplo, mientras reconstruían al niño de Taung, el equipo creó dos modelos, uno más parecido a un mono y otro más humano, a fin de apreciar las diferencias entre las dos interpretaciones. Otros profesionales también deberían comunicar claramente sus técnicas cuando elaboran una reconstrucción, dicen los investigadores.

Estas dos reconstrucciones faciales del niño de Taung (sin pelo ni pigmento) muestran cómo el niño de 3 años pudo haber lucido con rasgos más simiescos (izquierda) o bien con rasgos más humanos (derecha). Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo.

La reconstrucción de Lucy, en cambio, fue un desafío. A pesar de que ella es el ancestro humano temprano más reconstruido, "es una pobre candidata para el procedimiento de reconstrucción facial, pues le faltan la mayoría de los huesos craneales", escriben los investigadores del estudio. No obstante, su mandíbula inferior está bastante completa, por lo que ayudó a los artistas a recrear su cabeza.

(A) Modelo digital del cráneo masculino compuesto de un 'Australopithecus afarensis' reconstruido en Kimbel et al. (1984) y Kimbel y White (1988). (B) Mandíbula perteneciente al esqueleto parcial AL 288-1 (Lucy). (C) Reconstrucción del cráneo de Lucy que se produjo escalando el cráneo masculino para ajustarlo a la mandíbula AL 288-1 (C). Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo

Esta reconstrucción facial de Lucy (sin pelo ni pigmento), realizada en 2019, puede no tener el grosor de su piel del todo correcto. Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo.

Para Lucy, el equipo utilizó datos sobre el grosor de la piel de los seres humanos modernos y los introdujo en ecuaciones diseñadas para determinar el grosor de la piel humana en las primeras etapas. Pero aunque el resultado puede percibirse como mucho mejor que las reconstrucciones previas de Lucy, las cuales se basaron en enfoques más intuitivos, "creemos que no es un buen resultado, en absoluto", escriben los investigadores del estudio. Y eso es porque la ecuación que usaron a veces dio resultados negativos, lo cual no es posible (un animal no puede tener un grosor de tejido negativo). "Por lo tanto, estas ecuaciones quizás solo sean apropiadas para reconstruir homínidos que se parecen más a los humanos modernos", agregan.

Una reconstrucción de un espécimen neandertal, conocido como Amud 1, resultó más fácil, ya que los neandertales, en comparación con el grupo de Lucy, tenían más similitudes faciales con los humanos modernos. Sin embargo, el equipo tuvo que estimar, basándose en otros conjuntos de datos, cómo ubicar otras características, como el perfil de la nariz y el ancho de la boca del neandertal.

Esta progresión muestra cómo los investigadores pueden reconstruir digitalmente parientes humanos, incluido el neandertal conocido como Amud 1, el cual se muestra aquí. Los tejidos blandos faciales se reconstruyeron utilizando modelos de regresión desarrollados en Simpson y Henneberg (2002) a partir de material humano moderno. Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo

El busto del neandertal Amud 1 producido en 2019 y en el que se emplearon modelos de regresión de tejidos blandos faciales desarrollados en Simpson y Henneberg (2002) a partir de material humano moderno. Crédito de la imagen: R. Campbell, G. Vinas, M. Henneberg, R. Diogo

En el futuro, los científicos, artistas y museos tal vez quieran considerar que "presentar información de lo que no se conoce disminuye el valor de lo que se conoce, y puede generar confusión y disuadir para que haya un mayor interés por la teoría de la evolución humana", concluyen los investigadorees del estudio.

Las reconstrucciones de homínidos se utilizan predominantemente para la difusión de información científica al público en exhibiciones de museos y estudiantes en cursos universitarios, lo que influirá en la forma en que percibimos nuestros orígenes comunes, nuestros semejantes y la forma en que percibimos y definimos a la humanidad de manera más general. Por lo tanto, las reconstrucciones biológicamente precisas construidas sobre bases científicas sólidas serán una mejora no trivial que mejorará la eficacia de su objetivo y tendrá un impacto positivo en la comprensión pública de la ciencia evolutiva.

Fuente: livescience.com | 3 de marzo de 2021

Un estudio minucioso, mediante fuente de luz sincrotón, del australopiteco 'Little Foot' arroja claves sobre los orígenes humanos

Una representación artística del australopiteco 'Little Foot' (a la izquierda) con parte de los restos fósiles que fueron recuperados (derecha). Se cree que el fósil tiene unos 3,6 millones de años.

Un cráneo fósil de valor incalculable fue llevado a un centro de investigación del Reino Unido en completo secreto hace dos años, en una operación que tenía más de un toque de novela de espías. El espécimen fue transportado a través de Sudáfrica con un guardia armado, tratado como un personaje VIP de incógnito en un vuelo internacional, y luego llevado rápidamente a la Fuente de Luz de rayos X Diamond, al sur de Oxford.

Fue en estas instalaciones de investigación donde los científicos pudieron ver algunos detalles microscópicos del cráneo fósil que podrían ayudar a desentrañar pistas clave sobre los orígenes de los humanos modernos. Los detalles de la operación se han hecho públicos solo ahora, ya que los primeros resultados de las investigaciones de rayos X se han compartido con la comunidad de investigadores en general.

"Fue inmensamente estresante", recuerda el paleoantropólogo Dominic Stratford sobre esta misión de capa y espada, la primera vez que se permite que una parte de un individuo prehistórico salga de Sudáfrica. El cráneo fósil no solo no tiene valor, después de tres millones o más de años incrustado entre los sedimentos del suelo de una cueva sudafricana, sino que es inmensamente frágil.

Los restos recuperados de 'Little Foot', el cual recibe ese apodo debido a la naturaleza diminuta de los huesos de los pies.

Lo que el profesor Stratford había transportado era el cráneo de Little Foot, el fósil más completo que se haya recuperado de un australopiteco. Y, dada la posición de los australopitecos en el camino evolutivo hacia los humanos modernos, esto hace que Little Foot sea muy especial.

Acompañando al profesor Stratford y al cráneo de Little Foot estaba Ronald J. Clarke, el profesor de la Universidad de Witwatersrand que dirigió la excavación, durante más de 20 años, en la que se recuperó este espécimen en las cuevas de Sterkfontein, en las afueras de Johannesburgo.

También en la fiesta estaba la Dra. Amélie Beaudet, dispuesta a usar los poderosos rayos X de Diamond para mirar dentro del delicado fósil sin causar daño. "Con los rayos X descubrimos que podíamos ver estructuras diminutas como el sistema vascular, es decir, los vasos sanguíneos dentro de los huesos de 'Little Foot', lo que normalmente habría requerido cortar físicamente una muestra", dijo a BBC News.

El científico principal de Diamond Beamline, Thomas Connolley, da la bienvenida al equipo de investigación a la línea de luz I12. De izquierda a derecha: Thomas Connolley, Ron Clarke, Dominic Stratford y Amélie Beaudet. DIAMOND LIGHT SOURCE.

El profesor Ian Tattersall (izquierda), conservador emérito sobre los orígenes humanos en el Museo de Historia Natural de Nueva York, está asombrado por los detalles revelados en el primer artículo académico que salió del estudio llevado a cabo en Diamond. "Es maravilloso tener la confirmación de que se puede recuperar, en esta resolución, la micromorfología de un homínido de esta antigüedad", dijo.

Desde el Museo de Historia Natural de Londres, la Dra. Louise Humphrey (derecha), especialista en orígenes humanos y bioarqueología, pero no involucrada en el estudio en cuestión, subraya "el poder de este tipo de investigación no invasiva de estructuras microscópicas para reconstruir diferentes aspectos de la historia de vida de un individuo desde el nacimiento hasta la muerte".

A modo de ejemplo, ella destaca los detalles en el esmalte de los dientes revelados por las radiografías. "El esmalte dental no se renueva durante la vida", explica la Dra. Humphrey, "por lo que conserva un registro del entorno, la dieta y la salud de un individuo durante los primeros años de su vida, cuando las coronas dentales se están desarrollando".

Los patrones de crecimiento interrumpidos, y revelados por las imágenes de alta resolución, indican que "'Little Foot' experimentó al menos dos eventos que impidieron su desarrollo durante los primeros años de vida", dice.

La Dra. Beaudet declaró a la BBC que estos defectos dentales realmente sobresalían. La deficiencia dietética o el estrés nutricional son destacados en el artículo de investigación, aunque en una entrevista para el programa Inside Science de BBC Radio 4, ella dijo: "No sabemos si 'Little Foot' estuvo enfermo o si no pudo encontrar suficiente comida en algún momento de su vida".

Instalaciones de Diamond Light Source Sincrotrón (o simplemente Diamond)

La Dra. Beaudet añade que también planean medir una capa de la raíz de los dientes llamada cemento, la cual podría indicar la edad de Little Foot cuando murió. Se cree que su muerte ocurrió cuando la criatura cayó a la cueva a través de una abertura del suelo por el que caminaba.

La gran cantidad de datos que el equipo logró recopilar en Diamond, siete terabytes (140 discos Blu-ray), ha sido todo un desafío. Y generarlo también lo fue. El cráneo, no mucho más pequeño que el de un humano moderno, era bastante más grande de lo que estaban acostumbrados a examinar en la línea de rayos de imágenes del sincrotón "I12".

Los investigadores sudafricanos primero enviaron un molde de yeso del espécimen, explicó Thomas Connolley, el científico principal encargado de la línea de luz. Esto significaba que el equipo podía ensayar la mejor forma de montar el objeto real de forma segura. Como era demasiado grande para ser fotografiado de una sola vez, tuvieron que desarrollar nuevas técnicas para unir un mosaico de imágenes fijas y crear una representación 3D completa.

Los rayos X de alta resolución penetran en el cráneo de Little Foot revelando detalles ocultos sin causar daños.

"Sólo dos personas pudieron manipular el fósil", informó Connolley. "El profesor Clarke y Dominic Stratford". Y añadió: "A ninguno de nosotros se permitió tocarlo, ¡y con muy buenas razones! 'Little Foot' es probablemente el fósil más antiguo y mejor conservado de este tipo".

"Ha sido un experimento muy especial", admitió el Dr. Connolley. "En realidad, fue muy emotivo para todos -y muy ciertamente para mí- pensar que estábamos estudiando a uno de nuestros primeros antepasados". El profesor Dominic Stratford también confiesa haber sentido un poco de emoción: "Fue un momento fantástico cuando todos estábamos 'aprisionados' juntos en la sala de control de la línea de luz; siempre es difícil imaginar lo que se conserva, así que cuando finalmente comenzamos a ver algunas imágenes, fue completamente extraordinario".

La Dra. Beaudet, que ahora reside en la Universidad de Cambridge, después de varios años en el equipo del profesor Clarke en Witwatersrand, dice que es la huella del cerebro en el interior del cráneo lo que será más interesante por lo que pueda revelar sobre el desarrollo temprano de la inteligencia humana. El equipo ya ha identificado rastros de vasos sanguíneos en el interior del cráneo que son similares a los que se encuentran en los humanos modernos.

"La hipótesis principal es que en los humanos modernos estos vasos sanguíneos están involucrados en la termorregulación, lo que evita que nuestro cerebro se caliente demasiado. Con 'Little Foot', el cerebro tenía el mismo tamaño que el de un chimpancé. Fue solo más tarde, en el proceso evolutivo, cuando el cerebro creció de modo importante. Pero, en algún momento, algo tuvo que cambiar también en el sistema vascular. Así que el hecho de que podamos ver estos vasos sanguíneos en 'Little Foot' es bastante prometedor", argumenta la profesora Beaudet.

El problema es que, por ahora, el equipo no tiene comparaciones de otros fósiles, pues no se ha intentado anteriormente hacer un estudio tan detallado sobre otros restos humanos antiguos.

Ron Clarke, en el centro, muestra una réplica de un cráneo fósil de Little Foot junto a Amélie Beaudet, Dominic Stratford y Robert Atwood, en el laboratorio de Oxford, Gran Bretaña.

Para el paleoantropólogo Ian Tattersall, tal circunstancia es lo que hace que los datos preliminares obtenidos en Diamond sean tan sugerentes. "Si bien no estamos ante revelaciones sorprendentes, este estudio abre grandes perspectivas para el futuro", dijo. "Y es especialmente importante para demostrar que la micromorfología se puede recuperar a partir de fósiles de homínidos muy antiguos sin tener que recurrir a técnicas destructivas. Esa es una perspectiva verdaderamente emocionante".

Hay mucho más trabajo por hacer con las exploraciones del cráneo que ya se han obtenido, según la Dra. Beaudet, pero está ansiosa por examinar también los huesos de las piernas y los brazos, las manos y los pies de Little Foot, y saber qué pueden revelar sobre la transición de nuestros antepasados de vivir en los árboles a corretear por el suelo.

El éxito de estos primeros experimentos tranquiliza e inquieta al profesor Stratford. "Una de las bendiciones y, a su vez, maldiciones, de 'Little Foot' es que tenemos sus huesos únicos, completos, increíblemente bien conservados, lo cual es casi inaudito. Los que están fragmentados son fáciles de mover y escanear, pero si tienes un hueso completo de la pierna, o la parte superior del brazo y el omóplato, eso se convierte en un verdadero desafío", dijo.

"Hemos visto el potencial que supone analizarlos en Diamond. Y eso significa que podríamos reconstruir cómo 'Little Foot' vivía en el paisaje por donde se movía, cómo se trasladaba, a qué tipo de estrés estaba sometiendo sus huesos, etc. Y podríamos encajar todo eso en la gran imagen de la evolución humana de aquel momento", concluye.

Fuentes: bbc.com| 2 de marzo de 2021

Un análisis profundo de los datos bioarqueológicos revela las tendencias migratorias del Mediterráneo durante 8.000 años

Credit: CC0 Public Domain

Un equipo de investigadores internacionales dirigido por un profesor asistente de la Universidad Estatal de Florida ha analizado una gran cantidad de datos desde el Neolítico hasta el período romano tardío observando los patrones de migración en el Mediterráneo y ha descubierto que, a pesar de la evidencia de conexiones culturales, hay, en cambio, poca evidencia de migración masiva en la región.

"Debido a la actitud académica predominante sobre un Mediterráneo 'conectado', con altos grados de movilidad y migración, según los patrones arqueológicos que vemos, imaginábamos que encontraríamos niveles comparativamente altos de migración reflejados en los datos de isótopos de estroncio", dice Thomas Leppard (izquierda), profesor asistente de antropología en el estado de Florida. "Lo que en cambio vimos fueron bajos niveles de migración, y que estos, de hecho, disminuyeron con el tiempo, lo cual fue un resultado muy sorprendente".

Leppard y sus colegas encontraron que desde aproximadamente el año 7500 a. C. hasta el año 500 d. C., las tasas de migración oscilaron entre aproximadamente el 6% y el 9% de la población dentro del conjunto de datos. Estas tasas parecen haber disminuido con el tiempo.

La investigación se publica en el Journal of Mediterranean Archaeology.

Muchos historiadores y arqueólogos consideran que la cuenca del Mediterráneo ha estado interconectada durante gran parte de su historia. Sin embargo, esa teoría se basa en gran medida en la cultura material, la cual sugiere tales conexiones, como, por ejemplo, vasijas de aspecto griego en Sicilia a finales de la Edad del Bronce, monedas árabes en la Cerdeña medieval o juegos de comedor de estilo romano en el Portugal del siglo II d.C.

Leppard se preguntó si el mismo patrón sería obvio si incorporaran la bioquímica humana a esta mezcla de datos.

Durante varios años, los científicos han podido comprender las historias de vida individuales mediante el análisis de la química de los restos humanos. En estos, los tejidos corporales, incluida la mayoría de los huesos, se rehacen constantemente para que su composición química refleje su entorno actual. Sin embargo, el esmalte dental y un pequeño hueso del cráneo llamado porción petrosa son extremadamente duros y no se remodelan, por lo que una vez que un ser humano alcanza la edad adulta, las proporciones de isótopos en esas dos áreas del cuerpo no cambian.

Imagen: ciclo del estroncio.

"Como resultado, si pasas en algún lugar tu niñez, y luego ya de adulto te mueves a un lugar diferente, con distinta química subyacente, podremos ver una diferencia en la química corporal -y, en consecuencia, las proporciones de los diferentes isótopos de estroncio- entre tu esmalte dental y la de tus otros huesos", arguye Leppard. "Sin embargo, si creciste y moriste en el mismo lugar, las proporciones serán las mismas. Eso significa que podemos comenzar a cuantificar los porcentajes de habitantes locales y los porcentajes de no locales en un área determinada".

Los arqueólogos han empleado esta técnica durante un tiempo en el Mediterráneo, pero los tamaños de las muestras tomadas son generalmente muy pequeños, dado que los experimentos son costosos y, a menudo, no hay muchas restos óseos humanos.

No obstantem Leppard y sus colegas llevaron a cabo una recopilación de los datos ofecidos en muchos experimentos pequeños, los cuales se englobaban en un gran período de tiempo y los volvieron a analizar.

Leppard advierte que este es un punto de partida para evaluar los patrones migratorios en la región mediterránea.

"Es importante decir que la migración es solo un aspecto de la movilidad humana; no podemos acceder a la movilidad estacional o habitual con este método, por ejemplo", dijo Leppard. "Dicho esto, pensamos que este sería un método potente para evaluar las tendencias a gran escala en la migración mediterránea a lo largo del tiempo. El hecho de que estas tendencias no coincidan realmente con la investigación actual debería generar un debate productivo e incentivar nuevas investigaciones".

Fuente: phys.org | 1 de marzo de 2021

Investigadores españoles confirman que los neandertales tenían la capacidad física de poder hablar y oír de modo similar a nosotros

Modelo 3D y reconstrucción virtual del oído en un humano moderno (izquierda) y en el cráneo del neandertal llamado Amud 1 hallado en Israel.

Los neandertales, el antepasado más cercano de los humanos modernos, poseían la capacidad de percibir y producir el habla humana, según un nuevo estudio publicado en Nature Ecology and Evolution por un equipo multidisciplinario de investigadores españoles que incluye también al profesor de antropología de la Universidad de Binghamton, Rolf Quam, y al estudiante graduado Alex Daniel Vélez.

"Este es uno de los estudios más importantes en los que he participado a lo largo de mi carrera", dice Quam (izquierda). "Los resultados son sólidos y muestran claramente que los neandertales tenían la capacidad de percibir y producir el habla humana. Esta es una de las pocas líneas de investigación actuales y en curso que se basan en evidencia fósil para estudiar la evolución del lenguaje, un tema notoriamente complicado en antropología".

La evolución del lenguaje, y las capacidades lingüísticas de los neandertales en particular, es una cuestión de la evolución humana que lleva largo tiempo siendo controvertida.

“Durante décadas, una de las preguntas centrales en los estudios de la evolución humana ha sido si la forma humana de comunicación, el lenguaje hablado, también estaba presente en cualquier otra especie de ancestro humano, especialmente en los neandertales”, dice el coautor Juan Luis Arsuaga (derecha), profesor de Paleontología en la Universidad Complutense de Madrid y codirector de las excavaciones e investigaciones en los yacimientos de Atapuerca. El último estudio ha reconstruido cómo escuchaban los neandertales para hacer algunas inferencias sobre cómo pudieron haberse comunicado.

"El dato empírico es que su audición era indistinguible de la nuestra, cuando la de los chimpancés, por ejemplo, es radicalmente distinta. Parece lógico pensar, por cómo funciona la evolución, que si oían como nosotros es porque también hablaban".

¿De donde sale la idea de que neandertales no podían físicamente hablar, como le ocurre a los simios? Los primates han conservado la denominada 'laringe alta', explica el catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, pero también los bebés lactantes. "Lo que pasa en nuestra especie es que después desciende para favorecer la articulación del lenguaje. Al tratarse de tejido blando, no contamos con fósiles de laringe neandertal que prueben si en ellos se producía también ese descenso. Pero este nuevo trabajo sí ha podido analizar el hueso de la cavidad del oído externo y medio para determinar ante qué sonidos estaban sensibilizados", añade.

Patrones de audición reconstruidos en humanos modernos, neandertales y fósiles de la Sima de los Huesos (Atapuerca) basados ​​en la anatomía de su oído. En comparación con sus antepasados ​​de la Sima de los Huesos, los neandertales se parecen más a los humanos modernos al mostrar una mayor sensibilidad entre 3.5-5 kHz, un rango de frecuencia que contiene información acústica relacionada con la producción de consonantes en el lenguaje humano. Crédito: Mercedes Conde-Valverde

El estudio se basó en tomografías computarizadas de alta resolución para crear modelos virtuales en 3D de las estructuras del oído en el Homo sapiens y en el Homo neanderthalensis, así como de fósiles anteriores hallados en el yacimiento de Atapuerca que representan a los antepasados ​​de los neandertales. Los datos recopilados en los modelos 3D se ingresaron en un software desarrollado en el campo de la bioingeniería auditiva para estimar las capacidades auditivas de hasta 5 kHz, los cuales abarcan la mayor parte del rango de frecuencias de los sonidos del habla humana moderna. La comparación con los fósiles de Atapuerca mostró que los neandertales tenían una audición ligeramente mejor entre 4-5 kHz, asemejándose más a los humanos modernos.

Además, los investigadores pudieron calcular el rango de frecuencia de máxima sensibilidad, técnicamente conocido como 'ancho de banda' ocupado en cada especie. El ancho de banda ocupado está relacionado con el sistema de comunicación, de modo que un ancho de banda más amplio permite utilizar un mayor número de señales acústicas fácilmente distinguibles en la comunicación oral de una especie. Esto, a su vez, mejora la eficiencia de la comunicación, la capacidad de transmitir un mensaje claro en el menor tiempo posible. Los neandertales muestran un ancho de banda más amplio en comparación con sus antepasados ​​de Atapuerca, asemejándose más a los humanos modernos en esta característica.

"Esta es realmente la clave", dice Mercedes Conde-Valverde (izquierda), profesora de la Universidad de Alcalá de Henares y autora principal del estudio. "La presencia de capacidades auditivas similares, particularmente el ancho de banda, demuestra que los neandertales poseían un sistema de comunicación que era tan complejo y eficiente como el habla humana moderna".

Esta capacidad, precisa la profesora Conde Valverde, está presente en los fósiles más antiguos, de unos 120.000 años, a los más modernos, de hace 60.000: "Desde que apareció el neandertal, ya podría haber hablado". ¿Significa entonces que pudieron hacerlo con los sapiens? "No podemos coger la máquina del tiempo, pero el experimento ya se ha hecho", valora Martínez. "Por ejemplo, cuando los españoles llegaron a América. No se entendían con las personas que encontraron, pero tenían claro que eran personas. Y rápidamente aprendieron unos de otros. Ante otra especie humana e inteligente, como los neandertales, encontrarían maneras de comunicarse".

"Otro de los resultados interesantes del estudio fue comprobar que el habla neandertal probablemente incluía un mayor uso de consonantes", comenta el profesor Quam. "La mayoría de los estudios anteriores sobre las capacidades del habla de los neandertales se centraron en su habilidad para producir las vocales principales en el idioma hablado en inglés. Sin embargo, creemos que poner énfasis en ello está fuera de lugar, ya que el uso de consonantes es una forma de incluir más información en la señal vocal y también separa el habla y el lenguaje humano de los patrones de comunicación de casi todos los demás primates. El hecho de que nuestro estudio recogiera esto es un aspecto realmente interesante de la investigación y es un aspecto novedoso con respecto a las capacidades lingüísticas de nuestros ancestros fósiles".

Reconstrucción tridimensional del conducto auditivo externo (verde), la cavidad del oído medio (azul) y las células aéreas mastoideas (violeta / gris) en los neandertales. Crédito: Conde-Valverde et al., Nature Ecology & Evolution 2021

Por lo tanto, los neandertales tenían una capacidad similar a la nuestra para producir los sonidos del habla humana, y su oído estaba "sintonizado" para percibir estas frecuencias. Este cambio en las capacidades auditivas de los neandertales, en comparación con sus antepasados ​​de Atapuerca, es paralelo a la evidencia arqueológica de patrones de comportamiento cada vez más complejos, incluidos cambios en la tecnología de herramientas de piedra, domesticación del fuego y posibles prácticas simbólicas. Por lo tanto, el estudio proporciona una fuerte evidencia a favor de la coevolución de comportamientos cada vez más complejos y una mayor eficiencia en la comunicación vocal a lo largo del curso de la evolución humana.

El equipo detrás del nuevo estudio ha estado desarrollando esta línea de investigación durante casi dos décadas y tiene colaboraciones en curso para extender los análisis a especies fósiles adicionales. Por el momento, sin embargo, los nuevos resultados son muy interesantes.

"El 'ancho de banda' es menor en los primates. Un chimpancé distingue muy bien los sonidos vocálicos, pero las consonantes las oye peor, como una persona que sufre sordera moderada, las confunde", explica Ignacio Martínez Mendizábal (izquierda), de la Universidad de Alcalá de Henares. "En el ser humano, este rango de audición se ha ampliado, porque usamos muchos sonidos". Los homínidos de la Sima de los Huesos, antecesores de los neandertales, ya habían desarrollado un ancho de banda superior al del chimpancé, y ese aumento ha continuado en los neandertales hasta equipararse al nuestro. "Tenían a su disposición una capacidad oral tan compleja como la nuestra".

"Los resultados obtenidos son particularmente gratificantes", agrega. "Creemos, después de más de un siglo de investigación sobre esta cuestión, que hemos proporcionado una respuesta concluyente a la cuestión de las capacidades del habla de los neandertales".

Fuentes: eurekalert.org | elespañol.es | nytimes.com | 1 de marzo de 2021

Cambio en el consenso científico sobre la desaparición de los neandertales

La endogamia y los cambios demográficos se consideran de modo preferente las posibles causas de la extinción de los neandertales.

Todavía no está claro cómo se extinguieron los neandertales. Durante mucho tiempo, una teoría pareció la más probable: el surgimiento del altamente inteligente Homo sapiens, o humanos modernos. Esta hipótesis de competencia ya no es la teoría dominante entre los científicos, según ha demostrado una investigación entre arqueólogos y antropólogos publicada en Scientific Reports.

Piense en los neandertales y es probable que crea que eran un grupo de salvajes, una especie de medio simio que palidece en su comparación con los humanos modernos por la inteligencia ilimitada y modales refinados de estos. Esta imagen a menudo está relacionada con la desaparición de los neandertales: comenzaron a extinguirse cuando su inteligente primo Homo sapiens entró en escena.

Pero una investigación reciente de la Universidad de Leiden ha demostrado que la mayoría de los expertos —en arqueología o antropología paleolítica— ya no creen que la teoría de la competencia sea la explicación más plausible sobre la desaparición de los neandertales. La mayoría de los científicos piensan ahora que es más probable una explicación demográfica. Esto es lo que descubrieron los autores después de encuestar a 216 colegas de los Países Bajos y de otros lugares del extranjero.

"Los resultados nos sorprendieron"

"Para ser honesto, los resultados nos sorprendieron", dice el arqueólogo paleolítico Gerrit Dusseldorp (izquierda), coautor del artículo. "La hipótesis de la competencia está profundamente arraigada en la mente de las personas, y de los científicos también. Esperábamos que hubiera un apoyo generalizado para esta hipótesis, pero no resultó ser el caso".

Dusseldorp atribuye el cambio de paradigma a hallazgos recientes que hacen que la hipótesis de la competencia parezca menos plausible. Investigaciones anteriores de la Universidad de Leiden han demostrado que los considerados "estúpidos" neandertales fabricaban alquitrán de corteza de abedul y lo usaban para pegar puntas líticas a una lanza. No eran tan tontos, después de todo. Y en febrero de 2018 se anunció que los neandertales habían dejado pinturas rupestres en España, cuando durante mucho tiempo el arte solo se había atribuido a los humanos modernos.

Las diferencias arqueológicas desaparecen casi por completo

Esto significa que las diferencias arqueológicas entre los neandertales y el Homo sapiens han desaparecido casi por completo, dijo recientemente el colega de Dusseldorp, Wil Roebroeks (derecha), a la emisora ​​NOS. Dusseldorp añade: "Parece que los neandertales eran tan inteligentes como el 'Homo sapiens', siempre que los compares en el mismo período". Los neandertales y el Homo sapiens caminaron juntos por la Tierra hace unos impresionantes 200.000 años, y se puede decir que estos contemporáneos estaban más o menos igualmente desarrollados.

Pero, ¿cuál puede ser entonces una explicación plausible sobre la desaparición de los neandertales? La mayoría de los encuestados piensa que la causa principal son los factores demográficos. Dusseldorp: "Los neandertales vivían en grupos más pequeños que el 'Homo sapiens', por ejemplo. La endogamia y la falta de variación genética pueden haber influido". Además, algunos de los neandertales parecen haber sido asimilados por los humanos modernos: de hecho se encuentra ADN de neandertales en el genoma del Homo sapiens. Por tanto, habría sido una especie de dilución genética.

La competencia con el 'Homo sapiens' no sería la causa preferente de la desaparición de los neandertales.

Queda relativamente poco material óseo

En consecuencia, la forma en que los neandertales desaparecieron no es de ninguna manera una conclusión inevitable. Esto se debe en parte a que quedan relativamente pocos restos de material óseos de los neandertales, lo que significa que las piezas que faltan son más grandes que las que se han encontrado. Pero hasta que haya más claridad, Dusseldorp tiene lo siguiente que decir a sus colegas oficiales de prensa y periodistas científicos: "Dejemos de ver la tesis de la competencia como la principal. Sigo leyendo con demasiada frecuencia sobre cómo los neandertales eran más inteligentes de lo que se pensaba, cuando, en realidad, la mayoría de los expertos no han visto a esta especie humana como tonta durante mucho tiempo".

Ls preferencia política es irrelevante

Los autores también analizaron si las preferencias políticas influyen en la explicación que un científico cree que es más probable. Dusseldorp: "Habíamos oído que más colegas de derecha eran más propensos a apoyar la hipótesis de la competencia, mientras que los que son más de izquierda tendían a preferir explicaciones demográficas. Pero eso es sólo algo anecdótico". Ahora que ha sido investigada esta teoría de la competencia, la misma puede ser relegada al montón de chatarra: los científicos no encontraron evidencias significativa de ello.

Fuente: Universidad de Leiden | 1 de marzo de 2021

Descubierto en Egipto el cementerio de mascotas más antiguo del mundo

Esqueleto de un perro cubierto por un ánfora a modo de sarcófago. Foto: Maria Osypinska

Los gatos y perros formaban parte de las familias en la Antigüedad. Esa es la conclusión que se desprende del hallazgo de un cementerio de mascotas en el puerto romano de Berenice, en la costa egipcia del Mar Rojo. Según los investigadores, sería la necrópolis de estas características más antigua del mundo. Estos resultados sugieren que el concepto moderno de animal de compañía ya estaba implantado hace 2.000 años.

Un equipo de arqueólogos de la Academia de Ciencias de Polonia ha sacado a la luz los restos de 585 gatos, perros y babuinos que fueron inhumados en los siglos I y II d.C. No se trataba de enterramientos casuales, sino que muchos de ellos han aparecido en fosas bien preparadas y cubiertos con tejidos o piezas de cerámica que "formaban una especie de sarcófago", según ha apuntado la arqueozoóloga Marta Osypinska (izquierda), una de las directoras de los trabajos.

El 90% de los restos corresponden a gatos, el 5% a perros y el resto a babuinos. Muchos de ellos se encontraban tapados por tejidos o ánforas partidas por la mitad, como si fueran mortajas o sarcófagos, y llevaban consigo collares de metal, cristal o conchas.

Los estudios de estos huesos han mostrado que la mayoría de los animales murió por lesiones -algunos felinos presentaban fracturas en sus piernas que pudieron haber sido causadas por una caída o por una patada de un caballo- o por enfermedades infecciosas. Los canes fallecieron a una edad mayor y perdieron la mayoría de sus dientes. El equipo de investigadores no ha documentado ningún signo de momificación, sacrificio o prácticas rituales.

Esqueleto de un gato con un collar de bronce. Foto: Maria Osypinska.

"Tenemos individuos que tuvieron una movilidad muy limitada. Estos animales tuvieron que ser alimentados para sobrevivir, a veces con comida especial en el caso de los que casi no tenían dientes", ha explicado Osypinska a la revista Science. En este sentido, tuvo que existir un "vínculo emocional, una relación sorprendentemente cercana, entre los habitantes de Berenice y sus mascotas: no los cuidaban para los dioses o por cualquier beneficio utilitario, sino por un vínculo emocional, y que la relación que tenían con ellos era sorprendentemente parecida”a la que tenemos hoy con nuestras mascotas", ha añadido la experta.

Vista del lugar de las excavaciones. Foto: Maria Osypinska.

La misión de la Academia de Ciencias de Polonia ha estudiado durante una década este misterioso yacimiento. Fue descubierto en una zona situada fuera de las murallas de la antigua ciudad, bajo un basurero romano, en 2011. En 2017, el equipo de Osypinska descubrió los restos de un centenar de animales y lanzaron la hipótesis de que pudieron ser tratados como mascotas, rebatida por otros expertos. El nuevo hallazgo de casi 600 animales y sus análisis arrojan más luz sobre el cementerio. "Espero que los resultados de nuestros estudios demuestren que vale la pena”, dice Osypinska.

Esqueletos de gatos hallados en el sitio de Berenice.P. Osypiński / Steven E. Sidebotham.

"Nunca he encontrado un cementerio como este. La idea de mascotas como parte de la familia es difícil de identificar en la Antigüedad, pero creo que aquí lo eran", ha apuntado Michael MacKinnon (izquierda), arqueozoólogo de la Universidad de Winnipeg que ha estudiado el rol de los animales en el Mediterráneo y que no forma parte de este estudio.

Sin embargo, Wim van Neer (derecha)arqueólogo del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales, manyiene que es probable que la gente de Bernice respetara a los perros y gatos por razones no emocionales.

"Un puerto está lleno de ratas, lo que convierte a los gatos en un valioso animal de trabajo. Como los perros, sus grandes colmillos pueden vigilar las casas y comer la basura. No creo que esto sea una historia de amor”, dijo.

Fuentes: elespañol.com | nationalgrographic.com.es | lemondediplomatique.com.mx | 2 de marzo de 2021