Descubren nuevas ciudades mayas en Yucatán gracias a la tecnología LiDAR

Tras el mapeo y el trabajo de campo se han identificacado 8.134 estrucutras. Foto: PLOS One William M. Ringle.

La península de Yucatán es mundialmente famosa por sus ruinas mayas, pues es la zona que ocupó esta antigua civilización durante más de 3.000 años. Sin embargo, a pesar de conocer muchos datos sobre ellos, esta cultura esconde todavía muchos enigmas sobre su forma de vida, su declive, las zonas exactas que ocuparon... Ahora, gracias la tecnología LiDAR (Light Detection And Ranging), los investigadores han conseguido descubrir muchas estructuras ocultas hasta ahora por la espesa vegetación de la zona. Gracias a esta tecnología pionera es posible elaborar un mapa aéreo de la zona con el que no solo identificar nuevos yacimientos arqueológicos, sino también descubrir la evolución urbanística de una zona concreta e incluso conocer como era la gestión de los recursos.

Con el fin de subvencionar la aplicación de esta revolucionaria técnica a la investigación científica se creó en Estados Unidos el NCAM (National Center for Airborne LiDAR Mapping), que ha colaborado con numerosos arqueólogos en el mapeo de extensas áreas repartidas por todo el mundo. En 2017 esta institución seleccionó la región de Puuc para un escaneo, pues era una zona de inmenso potencial que además estaba siendo excavada por el arqueólogo americano William M. Ringle (izquierda) desde hacía veinte años.

EL FUNCIONAMIENTO DEL LIDAR

A bordo de una pequeña avioneta bimotor, el LiDAR sobrevoló durante dos días la jungla de Yucatán a 600 metros de altura, cubriendo un área de 237,23 kilómetros cuadrados. Para obtener unos mejores resultados el vuelo se llevó a cabo en mayo, un mes muy seco en el que habría menos vegetación que interferiera con el láser y obstaculizara el paso de los arqueólogos.

La región de Puuc (recuadro) era una de las más pobladas del Imperio Maya. Foto: PLOS One. William M. Ringle

Este tipo de escaneado consiste en lanzar un haz triangular de rayos láser contra el suelo que, tras atravesar la vegetación, rebotan en la roca madre o las estructuras y son recogidos por el aparato. De este modo se registra la distancia exacta entre el avión y el punto de resistencia, con lo que se obtiene un mapa muy detallado de la superfície en muy poco tiempo. Al tratarse de elevaciones de roca artificiales, las estructuras hechas por el hombre sobresalen sobre el terreno circundante.

Una vez terminada la prospección aérea los datos fueron entregados a Ringle, quien los ha estudiado y corroborado con excavaciones sobre el terreno a lo largo de los últimos cuatro años. Sus conclusiones, recientemente publicadas en PLOS One, muestran un área densamente poblada con centros urbanos muy juntos entre sí (separados por 4 kilómetros o menos). Entre ellos destacan cuatro grandes acrópolis datadas entre 700 y 450 a.C., las cuales anteceden a las grandes ciudades de Uxmal, Kabáh, Sayil y Labná, consideradas hasta ahora como los mayores asentamientos de la zona.

La zona mapeada con las concentraciones de plataformas de construcción. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

Asimismo, entre los nuevos complejos identificados por Ringle hay unos imponentes palacios que fueron ocupados entre 600 y 750 d.C., durante el Período Clásico Tardío, junto a multitud de pequeños pueblos repartidos por todo el territorio de Puuc y también algunas canchas de pelota. Del mismo modo el escáner ha sacado a la luz numerosas infraestructuras esenciales para la población: canteras, cisternas de agua, canales de alimentación e incluso algunos caminos.

CASAS Y PALACIOS OCULTOS

Hasta el momento se creía que la región no había sido extensamente poblada hasta el año 600 d.C., pues la mayoría de estructuras identificadas eran de ese período. No obstante el mapa ha desvelado nuevos centros urbanos entre la maleza, que han permitido comprobar que en el siglo VI a.C. ya existían importantes ciudades rodeadas de centros menores dedicados al cultivo de la tierra.

Las mansiones de la nobleza fueron construidas en piedra sobre una plataforma, reconstrucción 3D de una de las estructuras excavadas. Foto: Proyecto Arqueológico Regional de Bolonchén.

Los edificios localizados se pueden dividir en dos grandes categorías: los construidas sobre una plataforma rectangular de piedra están repartidos por toda la zona, mientras que los levantados sobre un simple montículo de tierra y rocas (apenas un 34 % del total) se agrupan en el área central de las tierras bajas. Ambos tipos se construyeron siempre en los bordes de un patio rectangular, formando así centros urbanos fácilmente identificables desde el aire. En total plataformas y montículos suman 7.902, aunque como veremos más adelante no todos estaban reservados a uso residencial o religioso.

Pese a la presencia de algunas ciudades, estos núcleos urbanos se encuentran repartidos equitativamente por toda la región, con una mayor concentración en el fértil Valle de Santa Elena en el norte. Otro rasgo interesante es la ausencia de murallas y fortificaciones, indicio de una región tranquila que no se vio invadida ni sufrió el azote de la guerra civil, hasta ser abandonada en el siglo X durante el enigmático final del Imperio Maya.

Por lo que respecta a su localización, las poblaciones fueron construidas mayoritariamente en la llanura, ya que solo la mitad de las elevaciones están habitadas y apenas un 11.7% fueron convertidas en núcleo urbano. Esto se pude deber a los problemas de aprovisionamiento de agua que afectaron siempre a la región, que convertían las colinas en lugares extremadamente áridos cuando no llovía.

Mediante el trabajo de campo se pudieron dibujar las estructuras sobre el mapa. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

CULTIVO EN LAS LADERAS

Tras cuatro años de investigación, el descubrimiento que más ha sorprendido a los investigadores ha sido la presencia de terrazas dedicadas al cultivo en la base de algunas colinas. Estas estructuras no tenían precedente alguno en Puuc, por lo que se ha llegado a la conclusión de que eran una respuesta local a los desafíos que presentaba la zona para la agricultura.

La escasez de agua era sin duda el mayor impedimento a la colonización de la zona, pues al estar su sustrato formado por roca caliza de naturaleza porosa, el agua se filtraba directamente a través de ella y no formaba ríos ni lagos de los que pudiera aprovisionarse la población. Así pues, los habitantes del lugar tuvieron que idear algún sistema para almacenar la lluvia de cara a la estación seca.

Las terrazas surgieron como respuesta a la falta de agua, según han descubierto los investigadores. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

LUCHAR CON LA TIERRA

El LiDAR ha revelado numerosas cisternas y aguadas construidas como respuesta a la sequía. Las primeras se encuentran repartidas por campos y poblaciones, y consisten en una cámara subterránea impermeabilizada con cal a la que se accede por un estrecho cuello de botella de 50 centímetros de largo. A veces estas cisternas se excavaron en una plataforma construida expresamente para recoger el agua en su superficie cóncava y encalada, mientras que otras compartían el espacio con casas, templos y palacios.

Pese a la abundancia de lluvia, la región sufría también períodos crónicos de sequía. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

Por su parte las aguadas solían aprovechar las concavidades del terreno para recoger de forma natural el agua en un depósito rodeado por muros artificiales, que en ocasiones era alimentado también por una serie de canales impermeabilizados de cientos de metros de largo. Estas albercas podían ser enormes (la más grande tiene capacidad para 22.000 m3) aunque en su mayoría eran de tamaño modesto, además al hallarse todas a 2 kilómetros o más de cualquier centro urbano los estudiosos opinan que su uso sería mayoritariamente agrícola.

A pesar de su alta densidad de población la zona presenta muy pocos caminos, todos de no más de kilómetro y medio, que conectan entre sí poblaciones vecinas. Esto se debe según Ringle a que, al haber poca distancia entre los asentamientos, existiría una gran cantidad de caminos que hoy se ha tragado la selva. Para tratar de recuperar estas carreteras, el equipo ha calculado las rutas que requerían menos esfuerzo y elaborado un mapa de carreteras hipotético.

Caminos teóricos desde las ciudades de Kiuic y Huntichmul. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

Sin embargo, estas vías de comunicación no se han podido confirmar mediante su paso por estructuras, pues si bien algunas atraviesan los poblados otras los evitan, y aunque algunas cisternas aisladas al borde del camino se podrían interpretar como áreas de descanso, también pueden ser simplemente la reserva de algún agricultor.

CANTERAS DE PIEDRA

Aunque no era el mejor lugar en el que arar la tierra, la región era en cambio un lugar perfecto para la construcción. Buena muestra de ello son las numerosas canteras que se han identificado por toda la zona, de las que se extraía piedra y cal para levantar las estructuras.

Dada la gran abundancia de piedra caliza en la región, su obtención se realizaba siempre en superfície. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

Estas minas son poco profundas y abiertas cerca de los núcleos de población, de hecho algunas de ellas se reutilizaron incluso para cimentar algún palacio, que apoyaba su base en el corte hecho sobre de la colina. Vinculadas a ellas se encontraron asimismo numerosos hornos de leña, que convertían la piedra en cal para su uso como encalado o mortero en la construcción.

Fueron estos hornos (que suman 1.232) los que más llamaron la atención de los arqueólogos en un primer momento, pues en el mapa se veían como unos curiosos anillos hechos con piedras de finalidad desconocida. Su excavación desveló el misterio, pues se trataba de estructuras circulares de 10 metros con restos carbonizados de leña en su interior, que junto a polvo de piedra caliza y la poca cerámica encontrada confirmaron que se trataba de quemadores de cal.

El palacio de Labna fue construido encima de una cantera cortada en la colina. Foto: PLOS One. William M. Ringle.

Para optimizar el trabajo los mayas levantaron sus hornos cerca de las canteras por lo que la mayoría se han encontrado al pie de los montes, lugar del que también obtenían madera para el fuego. Sin embargo otros fueron levantados cerca de palacios y centros urbanos, seguramente como pare de su proceso de construcción.

Aunque la cal era indispensable para la construcción, los antiguos mayas la empleaban también para aumentar la carga alimenticia del maíz al mezclarla en el agua donde se remojaba antes de su consumición, un proceso todavía en uso actualmente. Al ser sumergida durante unas horas, la mazorca de maíz se reblandece y es más fácil de cocer o moler, y si además se le añade cal se liberan sus nutrientes, que así son absorbidos más fácilmente por el cuerpo.

Los más de mil hornos encontrados son prueba visible del importante papel que tenía la cal en Puuc.

Foto: PLOS One. William M. Ringle.

LOS HABITANTES DE PUUC

El último aspecto que los investigadores intentaron reconstruir fue el número de habitantes del lugar en su momento de máxima expansión, algo ciertamente difícil dada la dificultad de establecer los períodos de ocupación de cada área. Para elaborar esta hipotética demografía se tuvieron en cuenta tanto las estructuras como el número máximo de personas que podían abastecer campos y reservas de agua.

Estos cálculos arrojaron una cifras que iban desde los 18.700 hasta los 92.000, por lo que Ringle y sus colegas creen que la región rondaría probablemente los 70.000 habitantes. Sin embargo la población todavía habría podido crecer más, pues las numerosas áreas deshabitadas y sin cultivar se podrían haber colonizado mediante la construcción de nuevas cisternas y aguadas.

En el siglo VI a.C. los palacios de la nobleza se codeaban en las llanuras con los pueblos de los campesinos. Foto: Proyecto Arqueológico Regional de Bolonchén.

La tecnología LiDAR ha demostrado una vez más su gran utilidad para descubrir los detalles del pasado. Sin embargo su uso no solo se limita a la elaboración de mapas, pues gracias a él se puede reconstruir a grandes rasgos la evolución de un yacimiento, sus dinámicas económicas e incluso la cantidad de habitantes que poblaban el territorio cientos de años atrás.

Fuente: National Geographic | 26 de mayo de 2021

Hallan en Turingia (Alemania) un adorno de oro para el pelo usado en la Edad del Bronce

El anillo tiene un diámetro de 11,7 milímetros. Foto: Yvonne Mühleis, LAD Esslingen.

En el año 2000 el arqueólogo aficionado Achim Lehmkuhl descubrió que un agricultor local había desenterrado en un campo de Turingia (Alemania) algunos restos humanos, por lo que puso sobre aviso a las autoridades al tiempo que realizaba una rápida excavación para evitar que estos sufrieran más daños.

Desde entonces la Universidad de Tübingen ha estado realizando intervenciones arqueológicas en la zona que han sacado a la luz una necrópolis de la Edad del Bronce con 29 cuerpos en su interior. Tras datar sus huesos con carbono-14, estas tumbas se han asociado al poblado contemporáneo de la cercana colina Kirchberg, que se levanta a solo 600 metros de distancia.

El clavo verde marca el lugar exacto en el que se econtró el anillo. Foto: University of Tübingen, Institute of Prehistory and Medieval Archaeology.

SEPULTURA ARISTOCRÁTICA

Durante la campaña de 2020 se desenterró un nuevo cuerpo a 150 metros de la necrópolis. Junto a él la estudiante Hannah Huber encontró una especie de prendedor de oro para el pelo, que constituye además el primer objeto de metal precioso hallado en el suroeste de Alemania.

El cadáver fue hallado a apenas 7 centímetros de la superficie debido a la erosión del terreno y estaba orientado con la cabeza en dirección al este. Para poder analizar estos restos mortales con tranquilidad, los arqueólogos excavaron a su alrededor hasta formar un bloque rectangular de tierra, que fue encajado entre cuatro listones de madera y llevado al laboratorio para su análisis.

El estudio del cuerpo reveló que pertenecía a una joven de entre 18 y 21 años de edad y 1,61metros de altura. Por su parte el radiocarbono fijó un marco temporal para su muerte entre el 1861 y el 1616 a.C., así que fue enterrada al mismo tiempo que sus vecinos de la necrópolis. Al igual que ellos esta mujer se llevó poca cosa a la otra vida, de hecho el adorno, una especie de anillo de oro, constituye el único objeto que se ha conservado tras pudrirse su ropa.

Estudiantes del Instituto de Prehistoria y Arqueología Medieval de la Universidad de Tübingen excavando la tumba en 2020.

Raiko Krauss (director de la excavación, a la derecha) y su equipo atornillan un marco de madera con el que extraer el cuerpo del yacimiento. Foto: Veronika Stein/University of Tübingen

UN ORNAMENTO NADA HABITUAL

El hallazgo de joyas de oro y plata en las tumbas de la Edad del Bronce es raro en la región, ya que esta se hallaba lejos de la costa y las principales rutas comerciales. El adorno fue hecho a partir de una barrita plana de seis centímetros de largo, doblada por la mitad y enrollada dos veces alrededor de un trozo de tela o el mismo pelo (pues la irregularidad de su circunferencia ha permitido descartar que se usara para ello un material rígido como madera o cuerno).

La pequeña pieza tiene un diámetro de 11,7 milímetros y pesa solo 0,6 gramos, mientras que la tira de metal presenta una sección rectangular de 5,1 milímetros de ancho por 0,2 de alto. Asimismo, en el metal se han encontrado trazas de su elaboración (uno de los bordes fue aplanado por una cizalla por ejemplo), y un redondeado de las puntas producido por el desgaste.

La forma retorcida del ornamento se debe a que la tira con la que está hecho fue enrollada alrededor de una superfície blanda. Imagen de microscopio: Christoph Berthold, CCA Tübingen.

Uno de los extremos desgastado por el uso. Imagen de microscopio: Christoph Berthold, CCA Tübingen.

Sin embargo la mayor sorpresa la ha proporcionado la composición química del material, obtenida por fluorescencia de rayos X. Esta revela que el oro procede de Cornualles (Inglaterra), concretamente del río Carnon, pues la alta proporción de plata (un 20%) y la presencia en cantidades muy concretas de cobre, platino y estaño así lo confirman.

Aunque Cornualles exportaba metales en abundancia, los habitantes del Kirchberg preferían comprar cobre alpino más económico, al tiempo que adquirían el estaño para convertirlo en bronce del este. Sin embargo algunos materiales raros como el oro no podían obtenerse a través de esta red local y debían ser adquiridos a mercaderes que lo transportaban primero por mar y luego remontando los ríos Rin, Neckar y Ammer hasta llegar al poblado.

Si bien el oro procede de Inglaterra, los objetos más cotidianos, como este brazalete de bronce encontrado en la necrópolis, fueron hechos con cobre de los Alpes. Foto: Hilde Jensen, University Tübingen.

Por haberse hallado cerca de la cadera y presentar una forma irregular se cree que esta especie de anillo sería un adorno para el pelo colocado, por ejemplo, en el extremo de una trenza que colgaría tras la espalda o sobre un hombro.

Todos estos datos han convertido el hallazgo en uno de los más importantes de la Edad del Bronce, no solo por ser el más antiguo de su tipo descubierto en la región, sino porque a la vez nos muestra la gran extensión de las redes comerciales del II milenio a.C., que conectaban un pequeño pueblo de una zona relativamente remota con lugares tan alejados como Inglaterra.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | une-tuebingien.de | 31 de mayo de 2021

Hallan grabados prehistóricos de animales por primera vez en Escocia

Tallas prehistóricas que muestran ciervos rojos adultos halladas en cementerio escocés. Crédito: Santiago Arribas Pena/HES.

Un arqueólogo ha encontrado un conjunto de tallas prehistóricas que representan a ciervos rojos adultos en una tumba de Escocia, y la opinión de los expertos de Historic Environment Scotland apunta a que son los más antiguas de su tipo en la región.

Además, constituyen los primeros ejemplos claros de tallas de ciervos rojos desde en el Neolítico hasta la Edad del Bronce temprana no solo en Escocia, sino en todo el Reino Unido.

Un hallazgo inesperado en el cementerio de Dunchraigaig Cairn

El hallazgo inesperado tuvo lugar en Kilmartin Glen, en Argyll, un área que aloja la concentración más importante de restos neolíticos y de la Edad del Bronce en Escocia continental.

El arqueólogo Hamish Fenton (izquierda), de Oxfordshire, fue quien descubrió las tallas de ciervos rojos prehistórica mientras se encontraba explorando el túmulo de Dunchraigaig, un sitio funerario que data de la Edad del Bronce.

Fenton decidió explorar una cisterna que se encontraba al costado del túmulo funerario, por lo que introdujo su cuerpo iluminando su camino con una antorcha, al vivo estilo de Indiana Jones. En su trayecto, se topó con las delicadas tallas en la tapa de la cámara en la que había ingresado y quedó fascinado por sus particularidades.

“Mientras iluminaba con la antorcha, noté un patrón en la parte inferior de la losa del techo que no parecían ser marcas naturales en la roca”, dijo. “Pude ver que estaba mirando un ciervo al revés, y mientras seguía mirando alrededor, aparecieron más animales en la roca”.

Las tallas se remontan al Neolítico o a la Edad del Bronce Temprano y representan dos ciervos rojos machos con astas completamente desarrolladas, mientras que otras tallas sugieren ciervos más jóvenes, según 'Historic Environment Scotland (HES)', que confirmó el descubrimiento.

Las tallas de ciervos rojos halladas en Escocia datan de entre Neolítico y la Edad de Bronce temprana

Las tallas muestran dos ciervos rojos machos con cuernos adultos, así como también otros ciervos que parecen más jóvenes. Las estimaciones sugieren que datan de hace 4.000 y 5.000 años, por lo que corresponderían a un período entre el Neolítico y la Edad de Bronce temprana. Además, apuntan a que son las primeras halladas junto a marcas prehistóricas de copa y anillo en Reino Unido.

La Dra. Tertia Barnett, Investigadora Principal del Proyecto de Arte Rupestre de Escocia, sostiene un gráfico que muestra tallas prehistóricas encontradas en Kilmartin Glen en Argyll, Escocia.

Otro aspecto que llamó su atención fue el nivel de detalle con la que se fueron plasmados los ciervos en la roca. Para la Dra. Tertia Barnett, investigadora principal del proyecto, "este estilo figurativo desafía la vieja suposición de que el arte rupestre británico de esta época exhibía mayoritariamente patrones geométricos".

“Si bien hay algunas tallas prehistóricas de ciervos en el Reino Unido, las otras creadas a principios de la Edad del Bronce son muy esquemáticas”, explicó la experta. “Es notable que estas tallas en el túmulo de Dunchraigaig muestren un detalle anatómico tan grande, y no hay duda sobre qué especies animales representan”.

“Las comunidades locales grababan animales además de los anillos concéntricos, lo que va en la línea de lo que sabemos de otras sociedades neolíticas o de la Edad de Bronce, particularmente en Escandinavia e Iberia", concluye Barnett.

Joana Valdez-Tullett, asistente de investigación del Proyecto de Arte Rupestre de Escocia, observa las tallas

El Historic Environment Scotland dijo que ya han realizado algunos escaneos en 3D; también han construido modelos digitales de las tallas de ciervos rojos del cementerio de Escocia. Con ello, esperan observar con mayor detalle el acabado de la obra y estudiarlas para comprender mejor tanto las técnicas empleadas como su función dentro del sitio.

Fuentes: tekcrispy.com | dailymal.com.uk | bbc.com | 31 de mayo de 2021

Descubren la gran piscina del frigidarium de la Legio VI Victrix (León)

Recreación de la piscina del 'frigidarium' de las termas de la Legio VI. Abajo, parte de un labrum de las termas. MORILLO CERDÁN

Se sabía que estaba, pero no cómo era ni su disposición. Los vestigios de la Legio VI se perdieron en gran parte por la ocupación de la Legio VII Gemina, pero los arqueólogos no han dejado de buscar los enclaves en los que aquellos primeros emisarios imperiales trazaron la efigie de lo que hoy es León.

Uno de ellos es el catedrático de arqueología de la Universidad Complutense de Madrid Ángel Morillo Cerdán (izquierda) que, junto a Victorino García Marcos y Rosalía Durán, ha perfilado las diferentes dependencias de las termas del primer campamento.

"Ya sabíamos que las termas de la Legio VII eran más grandes que la Catedral. Había salas calefactadas de 30 metros de longitud con un hipocausto de un metro de altura, pero no conocíamos la disposición de las termas anteriores. Los primeros restos surgieron tras las labores de restauración de la Catedral a mediados del siglo XIX. En 1996 las obras en el Sector de Puerta Obispo pusieron al descubierto, junto a la 'porta principalis sinistra' del campamento de la Legio VII Gemina, la esquina de la gran manzana ocupada por el edificio termal. Dichas evidencias se encontraban muy arrasadas debido a la subida de la cota de la topografía original del campamento en este sector, que presentaba un fuerte declive hacia el este, lo que impidió proseguir la excavación hasta delimitar las estancias".

La primera evidencia

Morillo Cerdán, catedrático de arqueología de la Complutense, ha hallado la primera evidencia de las termas de la Legio VI, en concreto la gran piscina del frigidarium (sala fría), primera etapa del circuito propio de los ‘spas’ romanos. El análisis arqueoarquitectónico ha permitido conocer la secuencia constructiva completa del mismo, sin duda vinculado a las termas legionarias que se extendían bajo la gran manzana que después ocuparía la Catedral. Este espacio estuvo ocupado en un primer momento por la gran piscina de un frigidarium, construida en opus caementicium y pavimentada en opus spicatum, inscrita en una gran estancia rectangular que se pierde bajo la Catedral. Algunos argumentos permiten proponer su antecedencia a la construcción de la gran puerta monumental, por lo que debería corresponder al campamento julioclaudio ocupado por la Legio VI Victrix entre 15 y 68 d. C.

Termas romanas que se esconden bajo la Catedral de León.

En una fase posterior, la piscina fue amortizada y reutilizada, conformando la infraestructura de unas letrinas cuadrangulares, pavimentadas con losas de piedra y dotadas de una antecámara con un posible labrum y un zócalo con placas marmóreas importadas de Estremoz (Portugal). Aunque se han perdido por completo los asientos, es posible determinar que presentaban bancos corridos en dos o tres de sus lados, posiblemente de madera. Esta transformación debió tener lugar en el momento en que se construye la porta principalis sinistra, obra monumental erigida durante el último tercio del s. I d. C.

La estancia destinada a las letrinas de las termas permaneció en uso hasta la segunda o tercera décadas del siglo III d. C. En ese momento el espacio sufre una nueva adaptación en la que se emplea abundante ladrillo reutilizado, que amortiza completamente las letrinas. De hecho, durante las catas aparecieron monedas depositadas en el fondo del canal de desagüe de las letrinas, que marcan la historia de este edificio desde época flavia hasta mediados del siglo III, época en la que desaparecen esta infraestructura sanitaria. El posicionamiento topográfico de los restos constructivos permite avanzar interesantes datos de cara a la reconstrucción del urbanismo y los cambios en la topografía de este sector del campamento romano de las legiones VI Victrix y VII Gemina.

Restos de la 'Porta Principalis Sinistra' del campamento romano de la ciudad de León, conservados en la Cripta Arqueológica de Puerta Obispo. Wikipedia.

La ciudad creció un metro

De hecho, Ángel Morillo destaca que hay zonas exteriores al campamento que se alzaron alrededor de seis metros en menos de un siglo, mientras en su interior el nivel de paso subió un metro, extremos que dan una idea de lo que supuso la transformación de León entre la época augustea y la llegada de la Legio VII en tiempos del el emperador Galba.

Fuente: diariodeleon.es | 24 de mayo de 2021

Nerón: ¿gobernante inexperto, pirómano matricida o víctima de la propaganda?

El British Museum acoge una exposición que analiza, más allá del mito, el ascenso y caída del poder del emperador romano, tiránico para algunos y admirado por otros, Nerón.

Si hay algo casi tan antiguo como el Imperio Romano es el uso de la propaganda. Lo que ahora llamamos fake news, entendiéndolas como información falsa que algunos poderosos lanzan para exaltar su figura y damnificar a otros, ya lo inventó Augusto: entre los años 12 y 14 d.C., este emperador redactó una obra (Res Gestae Divi Augusti) para ensalzarse a sí mismo. En ella relata todos los hechos significativos que acontecieron durante su reinado, pero ignoraba los negativos. Una información por tanto, y aunque admirable, incompleta.

Una empleada del Museo Británico posa junto a una cabeza de bronce del emperador romano Nerón que data del año 54-61 y que fue hallada en el río Alde en Rendham en Suffolk, en el este de Inglaterra, durante una presentación a la prensa de la exposición "Nerón: el hombre detrás del mito" el lunes 24 de mayo de 2021 en Londres. (Matt Dunham/AP)

Y si en época romana esta propaganda también se difundía a través de grandes construcciones o esculturas, ahora se trata de exponer lo valioso de un gobierno mediante medios de comunicación o redes sociales. Las vías son diferentes, pero la esencia es la misma.

Durante la época del imperio Romano cada emperador hacía alarde de sus conquistas para conseguir la admiración del pueblo. No obstante, al igual que utilizaban la propaganda de manera positiva para sí mismos, también ésta, cuando era emitida por sus enemigos, les afectaba.

Lo que sabemos de los romanos se limita a los históricos y numerosos documentos que se escribieron en aquella época. Evidentemente, no había ni cámaras ni micrófonos que guardaran una perspectiva de los hechos de primera mano. Tan solo conocemos lo que ocurrió fiándonos de las palabras que lo narran. Por tanto, y según expresa Francesca Bologna comisaria de la exposición “Nerón: el hombre detrás del mito” que recoge el British Museum hasta el 24 de octubre.

“Nerón fue descrito como un tirano loco por los historiadores antiguos pertenecientes a la élite senatorial, pero debemos tener en cuenta que estaban lejos de ser imparciales. No es sorprendente que los miembros de este grupo, al escribir sobre Nerón, estuvieran interesados en representarlo de la peor manera posible”, dice Bologna.

"Nuestro objetivo aquí es mostrar, pues, que esta imagen, por muy popular que sea, en realidad se basa en relatos muy, muy sesgados y, por lo tanto, debemos desafiarla”, agrega.

“En este sentido, la historia de Nerón trata de cómo debemos abordar la información, de cómo debemos abordar siempre nuestras fuentes de manera crítica. Esto es relevante para Nerón, es relevante para los historiadores y los arqueólogos, y es relevante para la gente común que vive su vida cotidiana”.

Una empleada del Museo Británico posa junto a un busto de mármol del emperador romano Nerón aproximadamente del año 54-59 d.C. de Olbia, en la isla de Cerdeña en Italia. AP Foto/Matt Dunham.

Nerón, como otros emperadores anteriores y posteriores a él, a menudo chocaba con el Senado, grupo que, no obstante, apoyó junto al ejército su ascenso al poder cuando tan solo tenía 16 años. De la misma manera que Calígula fue descrito como un déspota que se consideraba a sí mismo un dios, Caracalla hizo asesinar a su hermano para poder gobernar solo y Cómodo luchó como gladiador en la arena imaginándose a sí mismo como un nuevo Hércules.

Por su parte, Nerón, según dice la tradición, se entretenía tocando la lira mientras Roma se sumía en un gran incendio que duró 9 días. Cada emperador romano tiene su historia, su mito, sus conquistas y su punto de crueldad. No obstante, Bologna defiende que todo pudo ser una cuestión de propaganda: “La desaparición de Nerón -se suicidó a los 30 años- trajo adelante un período de caos y guerra civil, que terminó solo cuando una nueva dinastía tomó el poder, los Flavios. Todos los autores que escribieron bajo ellos tenían interés en legitimar a la nueva familia gobernante, retratando al último de la anterior dinastía de la peor manera posible, convirtiendo la historia en propaganda”.

Empleadas del Museo Británico posan en un área dedicada a la historia del gran palacio del emperador romano Nerón, llamado 'Domus Aurea' (Casa Dorada). AP Foto/Matt Dunham.

Artículos de vajilla se exhiben en un área dedicada a la historia del gran palacio del emperador romano Nerón, llamado Domus Aurea (Casa Dorada). AP Foto/Matt Dunham.

Emperador romano entre el 54 d.C. y el 68 d.C., Nerón Claudio César Augusto Germánico fue el último gobernante de la dinastía Julio-Claudia. Hijo de Cneo Domicio Ahenobarbo y Agripina la Joven, ambos nietos de Augusto, su padre murió cuando él tan solo tenía 3 años, y su madre se casó con el emperador Claudio. Hasta hoy, su figura se ha visto descrita como un asesino y un tirano: mató a su madre, a su hermano adoptivo y a su esposa, ordenó castrar a su liberto para convertirlo en su difunta mujer y participó en infinidad de sádicos y extraños juegos sexuales, así como vio arder Roma desde su castillo. No obstante, lo cierto es que, según aseguran estudiosos más modernos, Nerón participó en los trabajos de extinción de las llamas, implantando regulaciones para evitar nuevos incendios y proporcionando refugio a las personas que se quedaron sin hogar.

Estatuas de miembros de la dinastía julio-claudia, desde el primer emperador romano Augusto hasta a Nerón, el último en la línea. AP Foto/Matt Dunham.

Asimismo, explica Bologna que "bajó los impuestos, construyó magníficos baños públicos y, mediante la construcción de un gran mercado cubierto y la mejora de las conexiones entre Roma y su puerto, se aseguró de que su gente tuviera acceso a alimentos”.

El emperador, terrorífico o talentoso, "proporcionó a su gente lugares de entretenimiento, como un anfiteatro de madera ahora perdido”. Con esto, "Nerón tan solo fue uno más de los muchos emperadores que se describieron como tiránicos, despiadados y aspirantes a ser considerados dioses, acusaciones que fueron hechas por senadores insatisfechos para difamar a sus enemigos políticos”. Y añade la experta la pregunta clave: “¿Cómo juzgamos entonces? ¿Cómo podemos distinguir los hechos de la ficción, ya que lo que sabemos de estos emperadores proviene de fuentes que son todo menos imparciales?

Fuentes: larazón.es | chicagotribune. com | 27 de mayo de 2021

Secuencian el genoma completo del cráneo de una mujer de hace 35.000 hallado en el sur de Rumanía

El cráneo de Pestera Muierii 1, cuyo genoma completo ahora se ha secuenciado con éxito. Crédito: Mattias Jakobsson.

Por primera vez, un equipo de investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) ha secuenciado con éxito todo el genoma del cráneo de , una mujer que vivió en la Rumanía actual hace 35.000 años. Su alta diversidad genética muestra que la migración fuera de África no significó un gran cuello de botella genético en el desarrollo humano, sino que la pérdida de diversidad genética ocurrió durante y después del Último Máximo Glacial (hace unos 25.000 años). Tébgase en cuenta que las personas que viven fuera de África tienen hoy en día menos variación genética que las que viven en África.

Este es el hallazgo del nuevo estudio dirigido por Mattias Jakobsson (izquierda) publicado en Current Biology .

"Se parece un poco más a los europeos de hoy en día que a los individuos de Europa 5.000 años antes, pero la diferencia es mucho menor de lo que pensábamos. Podemos ver que no es un antepasado directo de los europeos modernos, pero sí es un antecesor de los cazadores-recolectores que vivieron en Europa hasta el final de la última Edad de Hielo", dice Mattias Jakobsson, profesor del Departamento de Biología Organismal y director del estudio.

Se han secuenciado muy pocos genomas completos de más de 30.000 años, lo que generalmente limita las posibles inferencias de estos datos. Hasta la fecha, se han recuperado genomas de cobertur de seres humanos anatómicamente moderno (AMH), con una antigüedad unos 35.000 a años en cuatro sitios y ocho individuos. Ahora que el equipo de investigación puede leer el genoma completo de Peştera Muierii 1, y se pueden ver similitudes con los humanos modernos en Europa y al mismo tiempo comprobar que ella no es un ancestro directo. En estudios anteriores, otros investigadores observaron que la forma de su cráneo tiene similitudes tanto con los humanos modernos como con los neandertales.

Por esta razón, asumieron que la mujer tenía una fracción mayor de ascendencia neandertal que otros fósiles más o menos del mismo periodo temporal, lo que la hacía destacar por encima de otros ejemplares. Sin embargo, el análisis genético llevado a cabo muestra que tiene el mismo nivel bajo de ADN neandertal (∼3,1%) que la mayoría de las personas que vivieron en su misma época. En comparación con los restos de algunas personas que vivieron 5.000 años antes, esto es, hace unos 40.000 años, tal como Peştera cu Oase 1, tenía solo la mitad de ascendencia neandertal.

El análisis también reveló que la mujer de Peştera Muierii tenía predisposición tanto a la piel y el cabello oscuros como a los ojos oscuros. Sus genes revelaron, además, que no parece que padecíera ninguna enfermedad hereditaria.

Mapa de individuos seleccionados en el estudio.

La propagación de los humanos modernos fuera de África hace unos 80.000 años es un período importante en la historia de la humanidad, y a menudo se describe como habiendo experimentado un cuello de botella genético. Poblaciones humanas se trasladaron de África a Asia y Europa, y los efectos de estas migraciones se pueden ver incluso hoy en día, pues la diversidad genética era menor entre las gentes que salieron de África que los se quedaron en el continente africano. Ahora bien, el hecho de que Peştera Muierii 1 tenga una alta diversidad genética implica que la mayor pérdida de diversidad genética ocurrió durante la última Edad de Hielo (la cual terminó hace unos 10.000 años) en lugar de haber ocurrido durante la migración realiza fuera de África.

"Esto es importante, ya que nos enseña más sobre la historia de las poblaciones tempranas de Europa. Peştera Muierii 1 tiene mucha más diversidad genética de la esperada para Europa en el momento en que vivió, lo que demuestra que la pérdida variación genética que aconteció fuera de África fue considerable hasta la última fase de la Edad de Hielo".

Una de las investigadoras del estudio, Emma Svensson, toma muestras del cráneo de Peştera Muierii 1. Foto: Mattias Jakobsson.

Los investigadores pudieron rastear dicha variación genética en Europa durante los últimos 35.000 años y observar que se experimentó una clara disminución de la misma durante la última Edad de Hielo. Esta reducción de la diversidad genética se ha relacionado anteriormente con variantes patógenas en los genomas que son más comunes entre las poblaciones fuera de África, pero tal hipótesis está todavía en disputa.

"El acceso a la genómica médica avanzada nos ha permitido estudiar estos restos antiguos e incluso poder buscar enfermedades genéticas. Para nuestra sorpresa, no hemos encontrado ninguna diferencia durante los últimos 35.000 años, a pesar de que algunos individuos vivos durante la Edad del Hielo ostentaban una baja diversidad genética".

Hemos podido acceder a todo lo que este fósil no puede ofrecer. Peştera Muierii 1 es un especímen clave desde la perspectiva de la historia cultural, y, ciertamente, seguirá siendo interesante para muchos investigadores de otras áreas, di bien, desde una perspectiva genética, todos los datos ya están ahora disponibles".

Fuentes: Universidad de Uppsala | archaeologynewsnetwork.blogspot.com | sputniknews.com | 20 de mayo de 2021

La verdad sobre la primera gran masacre prehistórica en Jebel Sahaba, en el valle del Nilo

Fosa con dos individuos en el cementerio de Jebel Sahaba. Los lápices indican la posición de los artefactos líticos asociados - Archivo Wendorf del Museo Británico

La necrópolis de Jebel Sahaba, al norte de Sudán, donde hace unos 13.400 años se inhumó a más de medio centenar de personas, fue descubierta a mediados de la década de 1960. El sitio sorprendió a los arqueólogos por dos hitos principales: se trataba de uno de los primeros cementerios documentados en el mundo, datado a finales del Pleistoceno superior; y por las marcas de impactos que presentaba la mayoría de los huesos de aquellos hombres, mujeres y niños. El yacimiento está considerado como uno de los primeros testimonios de violencia interpersonal de la historia.

Hasta ahora se creía que Jebel Sahaba reflejaba el trágico resultado de un simple enfrentamiento bélico, una sola batalla prehistórica —o masacre— entre dos grupos de cazadores-recolectores que habitaban la zona del valle del Nilo con un único enterramiento masivo. Sin embargo, un nuevo estudio científico, valiéndose de los últimos métodos antropológicos y forenses, pone en duda esta interpretación. La guerra entre estas comunidades, seguramente por controlar los recursos de la zona en un periodo de cambio climático, consistió en realidad en pequeñas y esporádicas escaramuzas, razias o emboscadas.

Ubicación del cementerio Jebel Sahaba, Sitio 117, en el Valle del Nilo y mapa del área excavada y los entierros. Puntos rojos: individuos que presentan signos de violencia y / o lesiones traumáticas; puntos naranjas: lesiones recientemente identificadas en estos últimos individuos; puntos verdes: individuos recientemente identificados con signos de violencia y / o lesiones traumáticas; puntos grandes: individuos discutidos. Imagen cortesía del Archivo Wendorf del Museo Británico, modificado con Adobe Illustrator CS6

Los especialistas del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia y las universidades de Burdeos y Toulouse han reanalizado los restos de 61 individuos hallados en la necrópolis y que se conservan en el British Museum. Los resultados se acaban de publicar en la revista Scientific Reports. Las nuevas técnicas microscópicas han revelado 106 lesiones previamente no identificadas, entre las que se distinguen heridas por proyectiles de flechas o lanzas de piedra —las más numerosas, con 52—, traumatismos o huellas relacionadas con la decadencia natural.

De todos los esqueletos examinados, 41 registraban al menos una evidencia de herida cicatrizada o sin cerrar; y de este grupo, el 92% había sido lastimado con objetos arrojadizos o mediante golpes. "La presencia de lesiones previas al momento de la muerte de los individuos y otras que pudieron ser causa de la misma, según apuntan los investigadores, apoya firmemente la hipótesis de esporádicos y periódicos episodios de violencia interpersonal entre estas comunidades del Valle del Nilo. Además, la frecuencia de los cortes curados "confirma que esos sucesos no fueron siempre letales y pudieron ocurrir varias veces durante la vida de un individuo".

Ubicación e imágenes de las lesiones óseas observadas en el esqueleto denominado JS 14.

Otra de las conclusiones más relevantes de los científicos es la ausencia de un patrón de violencia: hombres, mujeres y niños fueron atacados de forma indiscriminada. La guerra hace 13.400 años era, en esencia, la misma que se refinaría a lo largo de la historia, sin capacidad para distinguir entre edades o sexos. Uno de los casos que mejor ilustra la complejidad de Jebel Sahaba es un doble enterramiento de dos infantes de cuatro y cinco años, ambos con perforaciones en el cráneo y en los huesos de la cadera o el fémur provocadas por artefactos líticos.

El cambio climático

Mediante el reanálisis de todo el material arqueológico conservado, los investigadores han podido confirmar el uso de estos objetos, compuestos por varias láminas afiladas de piedra, como armas arrojadizas. Algunos, de hecho, presentan variaciones en la orientación del filo, lo que sugiere que estaban moldeados para causar el mayor daño y pérdida de sangre del enemigo.

¿Se puede entonces hablar de guerra prehistórica? "Teniendo en cuenta las heridas, la dirección de los proyectiles también revela un número similar de impactos en el cuerpo anteriores y posteriores que no respalda la hipótesis de batallas cuerpo a cuerpo", valoran los científicos. Se decantan, por lo tanto, en calificar esta historia como "pequeños episodios de violencia periódica en forma de asaltos o emboscadas contra dicha comunidad, unos lances que tuvieron que registrarse en un corto periodo de tiempo dada la homogeneidad del lugar y las prácticas de entierro".

Marcas de impacto de proyectil en uno de los individuos de la necrópolis. Isabelle Crevecoeur and colleagues.

La investigación descarta, en cualquier caso, que lo que sucedió en Jebel Sahaba se pueda encuadrar en un incidente de violencia doméstica; y también que se trate de una fosa común de una única batalla al comprobar la variación en las dataciones de algunos de los cuerpos. "Este análisis, que modifica la historia de la violencia en la Prehistoria, invita a reconsiderar otros yacimientos arqueológicos de la misma época", añaden.

Los autores del estudio, encabezado por la paleoantropóloga Isabelle Crevecoeur (izquierda), apuntan que esta escalada de tensión en el Valle del Nilo a finales del Pleistoceno superior (entre hace 126.000 y 11.700 años) puedo haber sido causada por el cambio climático y las peleas por los recursos para sobrevivir: "La intensa rivalidad territorial entre los grupos de cazadores-recolectores de la región es probable que tuviese lugar cuando se vieron forzados a adaptarse a los drásticos cambios medioambientales registrados al final del Último Máximo Glacial o a comienzos del Periodo húmedo africano".

Fuente: elespañol.com | 28 de mayo de 2021