Descubren en China la fábrica de monedas 'más antigua del mundo'

Monedas con forma de pala desenterradas en una antigua fundición de bronce de un yacimiento de la provincia china de Henan. Son la divisa más antigua de China y posiblemente también del mundo. FOTOGRAFÍA DE NATIONALGEOGRAPHIC.COM

Los arqueólogos que están excavando los restos de Guanzhuang, una antigua ciudad china del este de la provincia de Henan, han descubierto lo que creen que es la primera ceca de monedas de la historia, en la que hace 2600 años se fabricaban en masa pequeñas monedas de bronce con forma de pala.

Sus investigaciones, publicadas este agosto en la revista Antiquity, apuntan a que las primeras monedas de la historia no se acuñaron, como lleva pensando mucho tiempo, ni en Turquía ni en Grecia sino en China.

La ciudad amurallada de Guanzhuang data del 800 a.C y su fundación, donde el bronce se moldeaba para crear barcos rituales, armas y herramientas, se inauguró sobre el 770 a.C, según Hao Zhao (izquierda), arqueólogo de la Universidad de Zhengzhou y el principal autor del estudio. Pero no fue hasta 150 años más tarde que sus trabajadores empezaron a a acuñar monedas en las afueras de la puerta meridional de la ciudad interior.

Usando métodos de datación de radiocarbono, el equipo determinó que la fábrica de monedas descubierta empezó a operar entre el 640 a.C y no más tarde del 550 a.C. Mientras otro estudio ha datado unas monedas del Imperio Lidio, que se extendía en lo que ahora es Turquía, como muy pronto entorno al 630 a.C, Zhao apunta que la primera ceca que se sabe que produjo monedas lidias está datada entre el 575 y el 550 a.C.

Para Zhao, "la ceca de Guanzhuang es, en estos momentos, el centro de acuñación de monedas más antiguo del mundo, que hemos podido datar con seguridad".

Los arqueólogos llevan excavando el yacimiento de Guanzhuang desde 2011, han descubierto talleres y cientos de silos que se usaban para tirar la escoria de la fundiciones. Allí empezaron a acuñar monedas con forma de pala entre el 640 a.C y el 550 a.C. FOTOGRAFÍA DE NATIONALGEOGRAPHIC.COM

Durante sus excavaciones, los investigadores encontraron dos monedas con forma de pala denominadas SP-1 y SP-2 -que parecen versiones en miniaturas de herramientas de jardinería- y una docena de moldes usados para su fundición. La moneda SP-1 estaba en unas condiciones casi perfectas: poco menos de 15 centímetros de largo, unos 6 de ancho, 0,9 mm de grosor y con un peso de unos 27 gramos, o lo que es lo mismo, menos de lo que pesan 6 folios.

"Reconstruyendo el volumen de sus pies desaparecidos en unos 660 mm3 (4-5 gr), estimamos que el peso original de SP-1 no era inferior a 31 gr, incluyendo el peso del núcleo de arcilla dentro del mango".
Como es típico de las primeras monedas de pala, no hay inscripciones que indiquen el nombre de la localidad donde se fundió la moneda ni su valor facial.
"La moneda SP-2 se encontró en un contexto fechado en la dinastía Han oriental (200 d.C.), por lo que la moneda debe considerarse un hallazgo residual, ya que las monedas de pala hacía tiempo que habían sido abolidas en esta época", señalaron.

"De esta moneda sólo se conserva el mango y su núcleo de arcilla. Tienen exactamente la misma forma y tamaño que las partes correspondientes de SP-1".
El análisis de composición muestra que el contenido de cobre de SP-1 y SP-2 es del 62,5 y 76,46%, respectivamente. "La existencia de una actividad de acuñación en Guanzhuang está documentada además por los numerosos hallazgos de núcleos de arcilla y moldes exteriores para la fundición de monedas de pala", dijeron los científicos.
"Todos los moldes están hechos de limo fino rojizo, que también era el material principal para producir moldes de arcilla para fundir otros tipos de productos de bronce en la fundición de Guanzhuang".
Combinando las pruebas de la datación por radiocarbono, el estilo de los moldes y la tipología de la cerámica, sugieren que la fundición de Guanzhuang se estableció por primera vez alrededor del año 780 a.C.

Núcleos de arcilla sin usar para elaborar monedas de pala y monedas SP-2. Las letras y los diagramas esquemáticos sobre cada núcleo indican su tipo de marca de lote. Los números debajo de cada núcleo indican su contexto arqueológico (fotografía de H. Zhao).

Fuertes evidencias, no pruebas

"Las monedas se suelen encontrar juntas y totalmente alejadas de cualquier contexto sobre su producción o uso", asegura Bill Maurer (derecha), un profesor de antropología de la Universidad de California Irvine (Estado Unidos). "Pero en este caso, tenemos toda una fábrica de monedas y los moldes usados para la acuñación".

Lo más destacado es lo completo que es el descubrimiento, afirma Maurer, que no está implicado en la investigación. Encontrar dos monedas y sus moldes es lo que ha permitido a los expertos datar la ceca con radiocarbono, apoyando su afirmación de que es la más antigua de la historia.

Las monedas se suelen descubrir aisladas o atesoradas lejos de donde se fabricaron, escondidas en los recovecos de una casa o enterradas en un agujero en la tierra, explica Maurer, "totalmente separadas de cualquier tipo de contexto que se pueda asociar sin dudas a las propias monedas".

Moneda Spade SP-1 y su reconstrucción. El molde exterior (abajo a la izquierda) del pozo H2032 también se usa para reconstruir la moneda de pala (fotografía de H. Zhao).

Si esas monedas se encuentran con evidencias de fuego, los expertos pueden datarlas con radiocarbono, pero, como dice Maurer, no pueden estar seguros "si el fuego tiene algo que ver con el periodo en el que se usó la moneda o, por el contrario, las monedas se quemaron por un incendio accidental".

"Pero aquí tenemos una fundición que está llena de residuos de carbono asociados a la propia producción", continúa el antropóloco estadounidense, "esto prueba la antigüedad de las monedas y su fábrica".

George Selgin (izquierda), director del Centro de Alternativas Monetarias y Financieras del Instituto Cato (Washington, EE. UU), dice que, "aunque el descubrimiento es impresionante, no cambia sustancialmente las ideas básicas que tenemos sobre cuándo se acuñaron las primeras monedas. Tampoco implica necesariamente que China lo hiciera primero".

"Eso se debe a que, pese a que este estudio demuestra la antigüedad de esta ceca y estas monedas en particular, no implica necesariamente que los restos chinos son más tempranos que las monedas lidias que se suelen citar como un inicio alternativo del uso de las monedas", dice Selgin, que tampoco estaba implicado en el estudio chino.

Para acuñar las monedas con forma de pala, los artesanos usaron dos moldes arcilla, después le hacían una cavidad y la "espiga" - el canal por el que le metían el metal líquido. Se juntan los dos moldes y se vierte el metal fundido. Cuando se enfría el metal se retiran para recoger la moneda. FOTOGRAFÍA DE NATIONAL GEOGRAPHIC.

¿Comercio o impuestos?

Zhao y su equipo creen que la ubicación de la fábrica de monedas, cerca de dónde se cree que estaba la administración oficial de la ciudad, podría implicar que "la acuñación sería, cuando menos, conocida por la autoridad local". Pero se apresuran en añadir que no se pueden sacar conclusiones todavía: "Las implicaciones políticas de la producción de monedas con forma de pala [sigue siendo un tema que] hay que investigar más adelante".

Hay dos teorías predominantes sobre el origen del dinero: que se creó para que mercaderes y clientes pudieran hacer intercambios, o para que los gobiernos recolectaran impuestos y deudas.

Para Maurer, aunque el descubrimiento no prueba nada, sí que "apoya y da peso -en cuanto a normalización, estandarización, y producción en masa de este tipo de artefactos asociados a un centro de poder- a la teoría que antropólogos y arqueólogos llevan defendiendo mucho tiempo: el dinero surge sobre todo como una herramienta política no como una herramienta económica".

Fuente: nationalgeographic.es | 6 de agosto de 2021

La guerrera vikinga de Suontaka era un hombre con un defecto genético

Plano de la tumba del guerrero de Suontaka y recosntrucción del enterramiento, donde se muestra la posición de los objetos.

Los fontaneros de Hattula, Finlandia, que en 1968 descubrieron durante unas obras la fabulosa espada con mango de bronce, no dudaron de que se trataba del enterramiento de un guerrero vikingo. La tumba, de 1.000 años de antigüedad y con la inscripción 'NMININ', albergaba un esqueleto en pésimo estado de conservación y una segunda espada sin empuñadura colocada en el lado izquierdo de la persona, pertrechos que asociaron directamente con la masculinidad. Los científicos que estudiaron el yacimiento se limitaron a añadir que una de las espadas había sido depositada en una fecha posterior, enterrada sobre la tumba original, pero no dudaron del género del guerrero.

Algunos de los objetos hallados, sin embargo, hicieron dudar a los arqueólogos tiempo más tarde. El cuerpo estaba adornado con joyas y vestía ropas femeninas, de manera que los expertos, según la mentalidad de la época, concluyeron que originalmente debió ser la tumba de una pareja de la que el cuerpo masculino había sido sustraído en algún momento de la historia. Esta teoría fue posteriormente rebatida y los restos de la tumba de Suontaka Vesitorninmäki se convirtieron en bandera de una línea de interpretación histórica que subrayaba la presencia de poderosas guerreras en la sociedad vikinga y de prueba irrefutable de la igualdad entre los sexos en la cultura nórdica, cuestión sobre la que se derramó una considerable cantidad de tinta académica y que inspiró novelas, películas y series que son ya clásicos en sus respectivos géneros.

Ubicación de la región de Häme (Tavastia) en Finlandia, con Suontaka marcado con un punto rojo.

De esta manera, en la exposición permanente del Museo Nacional de Finlandia entre 1995 y 2016, ésta fue utilizada como evidencia de mujeres líderes en el pasado. En discusiones y contextos populares, por ejemplo, foros de historia en Internet, tiendas internacionales de réplicas de espadas, e incluso en la controvertida exposición “Meet the Viking”, en el Museo Nacional de Dinamarca, la espada condecorada de bronce supuestamente encontrada en el entierro de Suontaka se presenta como el arma de una guerrera.

Los objetos encontrados en la tumba de Suontaka. A: espada con empuñadura de bronce; B: espada sin empuñadura con incrustaciones de plata (recuadro); C: dos broches ovalados con fragmentos textiles; D: portador de cadena de doble espiral; E: cuchillo enfundado; F: broche penanular; G: hoz © Agencia de Patrimonio de Finlandia.

El caso es que los especialistas del Instituto Max Planck para la Historia de la Historia Humana, en Jena, que acaban de aplicar a esos mismos restos los más modernos análisis de ADN, han llegado a la conclusión de que se trataba del esqueleto de un varón que sufría el síndrome de Klinefelter, una afección genética que se produce cuando un niño nace con una copia adicional del cromosoma X y que rara vez es diagnosticado hasta la edad adulta.

A raíz de este último hallazgo, historiadores de Universidad de Turku han reabierto el debate sobre el género de este individuo en un artículo publicado por la revista 'European Journal of Archaeology', en el que defienden que el protagonista de esta historia, en los albores de la Edad Media, fue un pionero que desafió las creencias tradicionales sobre los roles de género y que disfrutó de una avanzada aceptación social.

«Parece que era un miembro muy respetado de su comunidad, ya que lo depositaron sobre una manta de plumas suaves y junto a pieles y objetos valiosos», afirma la arqueóloga Ulla Moilanen (izquierda) que considera que, a pesar de que el código genético estaba muy dañado, puede deducirse de los resultados que la persona enterrada tenía esa rara afección genética y una identidad sexual no binaria. «Aunque el conjunto de datos es reducido, es probable que ese individuo tuviera los cromosomas XXY», dice también la investigadora Elina Salmela (derecha), de la Universidad de Helsinki.

Los síntomas del síndrome de Klinefelter varían de una persona a otra y a menudo pasan inadvertidos. Aunque un individuo con cromosomas XXY suele ser anatómicamente un hombre, el síndrome también puede causar el crecimiento de los senos, disminución de la masa muscular o infertilidad. La mayoría de los afectados producen poco o nada de esperma. «Si las características del síndrome de Klinefelter fueron evidentes en esta persona, es posible que no se haya considerado estrictamente femenino ni masculino en la comunidad de la Alta Edad Media», insiste Moilanen, «la abundante colección de objetos enterrados en la tumba, depositados sobre una manta de plumas suaves con pieles y enseres valiosos, es una prueba de que ese individuo no solo fue aceptado, sino valorado y respetado».

En todo caso, los arqueólogos finlandeses que han participado en el estudio admiten que los resultados del ADN se basan en una pequeña muestra de tejido y que solo se pudo leer un número relativamente pequeño de secuencias genéticas, lo que significa que no es un resultado completamente concluyente y que ha dependido en buena medida del modelado, lo que nos lleva a la pregunta sobre qué nuevas posibilidades de interpretación de esta misma tumba aparecerán en el futuro, cuando la ciencia haya alcanzado métodos de investigación todavía más precisos y la cultura dominante haya reconocido quién sabe cuántos tipos más de género.

Fuente: abc.es | 11 de agosto de 2021

Hallan una cabeza antropomorfa de piedra del siglo I en el castro/ciudad de Allariz (Orense)

El Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio (Geaat) de la Universidad de Vigo puso el punto final a su décima campaña anual de intervención y excavación en la Castro/Ciudad de Armea, situado en el Concejo de Allariz (Orense).

El proyecto, cuyo balance fue calificado como «muy bueno» por el director de las actividades, Adolfo Fernández (izquierda) supuso la ampliación del yacimiento en doscientos metros cuadrados, y desveló, entre numerosos restos materiales, una cabeza de piedra de figuración humana, con unas dimensiones aproximadas de 60 cm, faltándole la parte inferior, y que presumiblemente es de origen romano del siglo I antes de Cristo.

«Se trata de un hallazgo importante porque cabezas de este tipo hay muy pocas en el contexto gallego, alrededor de unas veinte, y la mayoría relacionadas con cabezas de guerreros que se asimilan a un contexto indígena. Es un elemento cultural que no se encuentra todos los días», detalló Fernández.

Según explica el responsable del proyecto, el vestigio, que será trasladada al campus de Orense para su estudio, probablemente había tenido un carácter protector de la casa, de la domus, y tiene “un enganche que parece ser para amarrar una cuerda y que había podido funcionar como amarre de ganado”.

Vista aérea del yacimiento arqueológico de Armea. | //FDV

En el año 1964, el conjunto del Forno da Santa y Castro da Armea fue declarado como Monumento Histórico Artístico. Tras las investigaciones del alaricano Francisco Conde-Valvís, que determinó la existencia de dos villas romanas, los trabajos no se retomarían hasta el 2011 -año en el que se localizaron y desenterraron los hallazgos del arqueólogo alaricano por parte de otro investigador contratado por el Concejo- y, tras una década de arqueología en la zona, los investigadores de la Facultad de Historia de la Universidad de Vigo -que descubrieron, por su parte, el yacimiento del Monte do Señoriño- han iniciado nueva etapa y prevén la publicación de un nuevo libro que se sumará a las obras del propio Valvís.

Un equipo de 30 persoas trabaja ya en el nuevo terreno adquirido por el Concejo (MIGUEL GARCÍA)

Dado que en las últimas campañas se agotó el terreno municipal excavado, el Concejo -tras contactar con los propietarios- adquirió las fincas colindantes para que los investigadores pudieran expandir la excavación. Se estima que la Cibdá de Armea son 4,5 hectáreas de las que se han excavado 2.500 metros cuadrados. En esta nueva etapa se ha indagado en las grandes casas de la época romana, un barrio residencial.

"Se conocía como un castro más de la arqueología gallega, un yacimiento tipo de la Edad de Hierro, y una vez que nosotros llevamos allí varios años trabajando lo que creemos, y así ha quedado publicado, es que se trata de una ciudad romana. Por lo tanto, sí que se cambió el panorama, en este caso investigador del yacimiento", detalla Adolfo Fernández sobre esta ciudad de época romana, que se extiende por las laderas de la montaña y que tuvo gran importancia en la administración de la zona.

Primera piedra labrada con una roseta muy decorada

La publicación de artículos científicos y la asistencia a congresos en los que se divulgó el trabajo realizado a lo largo de esta última década, ha permitido que el yacimiento "de ser un completo desconocido a nivel nacional ya se conozca bastante", mientras que internacionalmente la Ciudad de Armea se está convirtiendo en los últimos años en un polo de atracción para estudiantes europeos y de Estados Unidos interesados en participar durante el verano en las excavaciones.

"A nivel internacional también va teniendo repercusión, no tanto científicamente, ya que es un yacimiento que no es la gran ciudad clásica como las del Mediterráneo de Hispania, pero poco a poco se va conociendo, y a nivel gallego está destacando como un enclave muy importante de época romana", señala Adolfo Fernández.

Atrás quedan diez años de trabajo con momentos que el director de las excavaciones recuerda de forma especial como la localización de la primera piedra labrada con una roseta muy decorada, que se empleaba como adorno en las casas romanas de Armea.

"Ahora tenemos una docena, pero la primera fue como muy apasionante cuando salió, porque sabíamos que existían y que Conde-Valvís recuperó varias en la década de 1950, pero nosotros no habíamos sacado ninhuna y la primera vez que apareció fue muy importante", rememora Fernández, que también destaca como otro de los hitos alcanzados en este periodo la "invención" de los convenios específicos de arqueología entre la Facultade de Historia y el Concejo de Allariz. "Esto marcó el marco jurídico de colaboración entre nuestra Facultad y el Concejo y sirvió de modelo a muchos otros. Creamos una cosa nueva que no existía, porque en Galicia no se conocía nada similar para la colaboración entre Universidad y el Concejoo", destaca el docente e investigador de la Universidad de Vigo.

Fuentes: lavozdegalicia.es | laregión.es | metropolitano.gal | xunta.gal | 31 de julio de 2021

Descubren en el yacimiento de la Illeta dels Banyets (Alicante) una instalación de conservas de pescado del siglo IV a.C.

El hallazgo convierte el enclave en el yacimiento arqueológico de época ibérica con la mayor diversidad concentrada en buen estado de conservación.

El Museo Arqueológico de la Diputación de Alicante (@marqalicante) ha concluido los trabajos de campo e investigación previstos en el yacimiento de la Illeta dels Banyets dentro del Plan de Excavaciones de 2021 con el hallazgo de la existencia de una nueva instalación productiva dedicada a la preparación de conservas de pescado en este asentamiento de la segunda mitad del s.IV y la primera del III a.C. situado en el municipio de El Campello.

Así, el equipo de excavación encabezado por el director del MARQ, Manuel Olcina, y la arqueóloga Adoración Martínez, ha sacado a la luz una nueva área en la se distinguen una calle o vía de paso y un área al aire libre jalonada de piletas, recubiertas interiormente con un grueso mortero de cal impermeabilizante.

Aunque no se conocen ejemplos similares de esta época, los desechos de peces encontrados confirman el uso en el proceso de salazón de pescado, según ha informado la institución provincial en un comunicado.

Así las cosas, el hallazgo permite abrir nuevos campos de estudio en relación con los procedimientos técnicos empleados en esta industria mediterránea.

Vista general de la Illeta dels Banyets (Alicante).

El yacimiento con la mayor diversidad de instalaciones productivas

Este nuevo descubrimiento se suma a otros anteriores que han permitido hallar otras instalaciones de transformación de materias primas, entre ellas lagares, una almazara, un taller de esparto o un horno de brea.

Todos estos elementos convierten la Illeta dels Banyets en el yacimiento arqueológico de época ibérica con la mayor diversidad de instalaciones productivas concentradas en una superficie escasa y en buen estado de conservación. La investigación arqueológica ha permitido, además, establecer el grado de influencia del mundo púnico en algunos edificios y formas de construcción.

Al respecto, la vicepresidenta y diputada de Cultura, Julia Parra, ha felicitado al equipo de trabajo "por los importantes avances que cada año realizan con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la forma de vida de nuestros antepasados".

Además, ha adelantado que "las nuevas estructuras exhumadas pasen a ser parte del recorrido musealizado y visitable del yacimiento una vez se proceda a su consolidación y protección por parte del Área de Arquitectura de la Diputación de Alicante".

Un lugar privilegiado

La campaña de este año se ha realizado con la colaboración de voluntarios con la finalidad de seguir desarrollando una función didáctica dirigida a estudiantes y nuevos profesionales arqueólogos, que tienen la oportunidad de adquirir experiencia y conocer de primera mano en qué consiste el trabajo de excavación y de laboratorio aparejados.

En cuanto a la labor divulgativa, los visitantes del yacimiento han podido ver el proceso y conocer el desarrollo de los trabajos y la metodología empleada.

La Illeta dels Banyets se encuentra en un lugar privilegiado. Esta pequeña península ocupa la parte central de la zona costera que se extiende desde la Serra Gelada hasta el Cabo de las Huertas. Son muchas las culturas que se asentaron en este lugar en distintas épocas de la historia, desde el Neolítico final hasta los romanos.

Entre las construcciones, destacan los famosos viveros de pescado conocidos como los Baños de la Reina, que dan nombre al lugar. El yacimiento guarda vestigios de cada una de las culturas que habitaron la zona reveladores sobre el tipo de vida que desarrollaron. Gracias al método arqueológico y a los vestigios materiales, se va conociendo su grado de desarrollo tecnológico y su organización política y costumbres.

Fuente: 65ymas.com | 5 de agosto de 2021

Encuentran en Hungría, en una urna de la Edad del Bronce, restos de fetos gemelos y de una madre perteneciente a la élite social

Los restos de la mujer de élite (izquierda) y los fetos de los gemelos (derecha) fueron incinerados, pero algunos de sus huesos (arriba) no se quemaron por completo. (Crédito de la imagen: Cavazzuti et al., 2021, PLOS One; CC BY 4.0 )

Durante la Edad del Bronce, en lo que ahora es Hungría, una mujer embarazada de gemelos tuvo un final trágico, muriendo justo antes o durante el parto, según un nuevo estudio sobre su entierro.

La mujer y sus gemelos fueron incinerados y enterrados en una urna con lujosos ajuares: un anillo de bronce para el cuello, un anillo de oro para el cabello y alfileres o agujas de hueso, lo que indica que la mujer era una persona de élite, dijeron los investigadores. Además, un análisis químico de los dientes y huesos de la mujer reveló que ella no era local, sino que había viajado desde lejos probablemente para casarse en la nueva comunidad en la que residía.

"Aunque la apariencia externa de la urna no es tan diferente de todas las demás, los objetos de prestigio hallados indican que la mujer estaba en la cúspide de la comunidad o era parte de una élite emergente", dice a Live Science en un correo electrónico el investigador principal del estudio, Claudio Cavazzuti (izquierda), profesor asistente en el Departamento de Historia y Culturas de la Universidad de Bolonia, en Italia.

Los arqueólogos encontraron los restos de la mujer y los gemelos en un cementerio que data de la Edad del Bronce húngara (2150 a. C. a 1500 a. C.), el cual descubrieron durante una excavación de rescate antes de la construcción de un importante supermercado junto al río Danubio, a unos pocos kilómetros al sur de Budapest. Con 525 entierros excavados hasta ahora, "el cementerio es uno de los más grandes conocidos en la actual Hungría para este período", dijo Cavazzuti. "Es probable que haya varios miles de tumbas más en el área que aún no se han excavado", agregó.

Estos entierros pertenecen a la cultura Vatya, que prosperó durante la Edad del Bronce Temprano y Medio en lo que actualmente es Hungría, desde aproximadamente el 2200 a.C. hasta el 1450 a.C. El pueblo Vatya tenía una cultura compleja, con asentamientos basados en la agricultura y la ganadería, una economía volcada en el comercio local y de larga distancia (lo que explica cómo los Vatya adquirieran bronce, oro y ámbar de diferentes partes de Europa Central, Oriental y del Norte), y con fortificaciones que controlaban determinadas partes del río Danubio, explica Cavazzuti.

Principales asentamientos de la cultura Vatya durante la Edad del Bronce Medio a lo largo del Danubio, en Hungría Central.

Para obtener más información sobre los cadáveres hallados en el cementerio, Cavazzuti y sus colegas hicieron un análisis en profundidad de 29 entierros (26 urnas de cremación y 3 enterrados). "A excepción de la mujer de élite (que fue enterrada con los gemelos), todas las tumbas muestreadas contenían los restos de una sola persona, y la mayoría de esas tumbas contenían ajuares funerarios sencillos hechos de cerámica o bronce. Alrededor del 20% de los entierros de Vatya contenían objetos funerarios de metal, pero los artículos de prestigio, como los de la mujer de élite, son raros", informa Cavazzuti.

Los tres individuos enterrados eran adultos de sexo indeterminado. De las personas incineradas, 20 eran adultos (11 mujeres, siete hombres, dos indeterminadas), dos eran niños de entre 5 y 10 años y cuatro tenían entre 2 y 5 años. Pero los más jóvenes de los fallecidos eran los gemelos, los cuales probablemente tenían entre 28 y 32 semanas de gestación. La mujer de élite tenía entre 25 y 35 años cuando murió, según un análisis esquelético realizado por los investigadores.

Una mirada más profunda a los huesos de la mujer de élite indicó que fue incinerada en una gran pira en la que probablemente se quemó durante varias horas. Pero cuando el fuego se extinguió, "las cenizas se recolectaron con más cuidado de lo habitual (el peso óseo es 50% más alto que el promedio [en comparación con otros entierros cremados]) y se depositaron en una interesante urna Vatya", escriben los investigadores en el estudio. Dado que fue enterrada con los fetos de los gemelos, la mujer probablemente murió por complicaciones relacionadas con el parto.

Campo de urnas en el cementerio deSzigetszentmiklós-Ürgehegy durante la excavación (izquierda9 y un entierro típico de la cultura Vatya (derecha).

¿De dónde era ella?

El equipo de investigación realizó un análisis químico que implicó observar las distintas proporciones de isótopos de estroncio en los dientes y huesos de la mujer. Las regiones geográficas tienen diferentes proporciones de isótopos de estroncio que las personas absorben a través del agua y los alimentos que consumen. Estos isótopos de estroncio luego terminan en los huesos y dientes de las personas, lo que permite a los investigadores medirlos y compararlos con los isótopos de estroncio que se encuentran en el medio ambiente.

"La gran mayoría de las personas que examinó el equipo tenían firmas locales de estroncio, especialmente los hombres y los niños. La mujer de élite, en cambio, nació en otro lugar y se mudó a la región en una edad entre 8 y 13 años", precisa Cavazzuti. "Además, un análisis de su ajuar funerario reveló que el anillo de bronce para el cuello y el anillo de oro eran 'objetos de prestigio' similares a los artículos valiosos que se encuentran en otros entierros y tesoros en Europa Central".

"No es improbable que el anillo para el cuello y los alfileres/agujas estuvieran destinados a simbolizar un vínculo con su tierra natal, mientras que el anillo de oro para el cabello (¿un regalo de bodas?) encarnaba la nueva identidad local que adquirió al unirse a la nueva comunidad en el rango más alto", escriben los investigadores en el estudio.

El ajuar funerario de la mujer de élite incluía un anillo de bronce para el cuello (1), un anillo de oro para el cabello (2) y alfileres / agujas de hueso (3). (Crédito de la imagen: Cavazzuti et al., 2021, PLOS One;CC BY 4.0

Otra mujer enterrada, que no tenía ningún ajuar funerario, ostentaba una firma de estroncio de otra región, posiblemente del lago Balaton, en el oeste de Hungría, o del centro de Eslovenia, anotaron los investigadores.

"Estudios anteriores ya han demostrado que las mujeres en Europa, especialmente las de alto estatus, se casaban fuera de sus comunidades locales desde al menos el Neolítico tardío o la Edad del Cobre (alrededor del 3.200 a.C a 2.300 a.C)", dijo Cavazzuti. Durante la Edad del Bronce, las sociedades de toda Europa eran en gran parte patrilocales, lo que significa que los hombres permanecían en sus lugares de origen mientras algunas mujeres viajaban a diferentes comunidades para casarse con ellos.

"Quizás estos matrimonios fueron cruciales para la élite emergente con el fin de instituir o reforzar poderes políticos y alianzas militares, pero también para asegurar rutas comerciales y asociaciones económicas", concluye Cavazzuti.

El estudio fue publicado en línea el miércoles (28 de julio) en la revista PLOS One.

Fuente: livescience.com | 29 de julio de 2021

Hallan en Dmanisi (Georgia) un gran perro cazador que pudo convivir con homínidos en Europa hace ya 1,7 millones de años

Estos fragmentos de mandíbula y dientes, hallados en el yacimiento georgiano de Dmanisi de 1,8 millones de años, pertenecen a un cánido extinto conocido como perro de caza euroasiático. El fósil es el más antiguo de su tipo hallado hasta la fecha. FOTOGRAFÍA DE S. BARTOLINI-LUCENTI.

La aldea medieval georgiana de Dmanisi es una meca de la paleoantropología. Alberga los registros más antiguos conocidos de los ancestros de los humanos fuera de África, arrojando luz sobre cómo vivió el homínido Homo erectus/Homo georgicus en el cruce entre Europa y Asia hace aproximadamente 1,8 millones de años.

Según los restos descubiertos, parece que los homínidos de Dmanisi se cruzaron en el Cáucaso con un viajero cuadrúpedo del este: un perro salvaje enorme —y muy sociable— con dientes creados para cortar carne.

Los restos pertenecen al Canis (Xenocyon) lycaonoides, o perro de caza euroasiático, el cual probablemente evolucionó en Asia oriental hace unos 1,8 millones de años y se extinguió hace unos 800.000 años. Basándose en los fragmentos óseos hallados en Dmanisi —algunos dientes y fragmentos de mandíbula—, este perro antiguo pesaba unos 30 kilogramos cuando murió, probablemente cuando era un adulto joven.

Los autores del estudio afirman que los restos de Dmanisi son los fósiles más antiguos del Canis (Xenocyon) lycaonoides identificados hasta la fecha. Algunos investigadores, entre ellos los coautores del estudio, también sostienen que el Canis (Xenocyon) lycaonoides podría estar estrechamente relacionado con el licaón moderno, Lycaon pictus (derecha). De ser así, el nuevo fósil es el primero de este linaje específico descubierto en Dmanisi.

El descubrimiento no sugiere que los humanos y los perros cooperaran en Dmanisi hace casi dos millones de años. Los primeros indicios de cualquier tipo de domesticación canina no se remontan más allá de hace 40.000 años. El hallazgo, descrito hoy en la revista Scientific Reports, debería añadir detalles cruciales a lo que por ahora es un panorama muy desordenado de la evolución del perro.

Un perro muy extendido

Se han descubierto restos de Canis (Xenocyon) lycaonoides en Siberia, España e incluso Sudáfrica. Teniendo en cuenta su amplia distribución geográfica, la ausencia del perro de caza euroasiático o de sus parientes inmediatos en Dmanisi había irritado a los investigadores. En los sedimentos abundantes en fósiles del yacimiento han aparecido restos de más de dos docenas de especies de mamíferos diferentes que vivieron junto a nuestros antepasados humanos, como hienas, osos, guepardos y gatos de dientes de sable, así como algunos parientes lejanos de los lobos y perros modernos.

«Era muy, muy, muy raro que el Lycaon no estuviera presente en Dmanisi después de más de 30 años de excavaciones», dice el coautor del estudio Bienvenido Martínez Navarro (izquierda), paleontólogo de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados. «¡Por fin apareció! Tuvimos suerte».

«Incluso con las nuevas pruebas, clasificar a los cánidos en el árbol genealógico del grupo es absolutamente impresionante por su dificultad» , dice el autor principal del estudio, Saverio Bartolini Lucenti (derecha), paleontólogo de la Universidad de Florencia, en Italia.

Como grupo, los cánidos han sido relativamente conservadores en su evolución, demostrando menos estilo morfológico que los félidos, como los gatos de dientes de sable. Algo que incrementa la confusión es que a veces los linajes de cánidos que son parientes lejanos han evolucionado con rasgos físicos similares, lo que dificulta observar el parentesco solo a partir de los huesos y los dientes.

Bartolini Lucenti y sus compañeros todavía no saben si el perro de Dmanisi pertenece al género Canis junto a los lobos modernos y los perros domesticados, o al género Xenocyon. Por eso, el equipo optó por la designación de Canis (Xenocyon), dejando cabida a la posibilidad de que el perro pertenezca a cualquiera de estos géneros.

Sobre la base de la falta de desgaste de los dientes del perro Dmanisi, los investigadores concluyeron que era un adulto joven, grande, con un peso de alrededor de 30 kg.

Puede que esta etiqueta agnóstica parezca graciosa, pero la precaución está justificada. A principios de este año, los investigadores descubrieron que el lobo gigante extinto —considerado una especie hermana de los lobos modernos— no pertenecía al género Canis.

El equipo sí puede estar razonablemente seguro de la dieta del perro. Los investigadores compararon las medidas de los dientes antiguos con las de otros cánidos para comprobar la cantidad de carne que comía el perro. Las proporciones de sus dientes se agruparon con las de los «hipercarnívoros»: cánidos vivos y extintos, incluido el licaón moderno, cuyas dietas constaban, al menos, de un 70 por ciento de carne.

Animales sociales

Este nuevo estudio también pone de manifiesto paralelismos intrigantes entre el Canis (Xenocyon) lycaonoides y el Homo georgicus. Ambos lograron extenderse por varios continentes: el Homo georgicus evolucionó en África y se desplazó al este, hasta las islas del sudeste asiático; el perro de caza euroasiático probablemente evolucionó en Asia y se desplazó al oeste, hasta Europa y África.

Ambos eran mamíferos muy sociales —e incluso altruistas—, señalan los investigadores. Pero ¿cómo pueden los investigadores intuir el comportamiento de un perro a partir de los huesos fosilizados hace más de un millón de años? Una línea de evidencia del altruismo procede de los cráneos con patologías claras —como dientes que faltan y mandíbulas deformadas— que habrían hecho prácticamente imposible que un animal individual se alimentara. Si ese animal claramente vivió bien después de que se formaran sus patologías, los científicos razonan que debió de haber recibido ayuda de otros para obtener alimento.

Dos especies sociales en Dmanisi: un grupo de 'Homo erectus/Homo georgicus' que comparte comida con un individuo viejo y desdentado que vivió varios años sin dientes, y una manada de perros de caza euroasiáticos persiguiendo presas. Crédito: Obra de arte realizada por Mauricio Anton.

En un yacimiento español (en Venta Micena, Orce, Granada) se preservan pruebas de este altruismo animal en un cráneo de Canis (Xenocyon) lycaonoides: el cráneo es asimétrico con varios defectos dentales, entre ellos .... El can parece que pudo haber vivido siete u ocho años, lo que sugiere que los otros miembros de la manada lo ayudaron a obtener comida. El propio yacimiento de Dmanisi ofrece evidencias similares de que el Homo erectus/Homo georgicus compartía la comida: el cráneo de un homínido anciano demuestra que este individuo murió años después de perder todos salvo uno de sus dientes.

La ciencia también demuestra que, cuando la masa corporal media de una especie de cánido supera los 21 kilogramos, las matemáticas calóricas demandan que la especie consuma presas que son más grandes, una tarea que favorece la caza cooperativa en manada. Las medidas del cráneo y los dientes de este ejemplar de Dmanisi y otros lugares sugieren que el Canis (Xenocyon) lycaonoides había pasado el umbral de la caza en manada.

Sin embargo, no existen pruebas directas de que los perros de caza euroasiáticos fueran sociales en Dmanisi. «En los carnívoros modernos, la socialidad puede variar incluso dentro de una especie», afirma la paleontóloga Mairin Balisi (izquierda), investigadora posdoctoral de La Brea Tar Pits, en California, la cual no participó en el estudio. «Estoy segura de que también podría variar en el registro fósil, pero entonces es más difícil establecer esa variación».

Finalmente, estos perros salvajes desaparecieron de Europa y Asia un millón de años después, durante la transición del Pleistoceno inferior al medio, hace entre 800.000 y 900.000 años, pero sobrevivieron en África hasta nuestros días, tal y como ha detallado en una nota de prensa el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA).

El equipo, en el que participan también investigadores de la Universidad de Málaga, de la Rovira i Virgili de Tarragona y de la Universidad Autónoma de Barcelona, no detectó un desgaste significativo en los dientes del animal, lo que sugiere que cuando murió, el perro era un adulto joven pero grande, estimando su peso en alrededor de 30 kilogramos. Las características dentales del perro también coinciden con otras especies similares a los perros salvajes (cánidos) de la misma época, cuya dieta era mayormente carnívora (la carne representaba más del 70% de la misma). Así, sus premolares eran más estrechos y cortos que los de los omnívoros mientras que su muela carnicera era grande y afilada.

Los futuros fósiles de Dmanisi deberían ayudar a confirmar la socialidad del perro y hay nuevos tipos de pruebas moleculares que podrían confirmar cómo encaja este perro de caza euroasiático en el árbol familiar de los cánidos. En 2019, los investigadores lograron extraer y secuenciar proteínas de un diente de rinoceronte de Dmanisi. Bartolini Lucenti afirma que su equipo intentó extraer proteínas antiguas de los nuevos restos del perro, pero no tuvieron éxito.

Por su parte, Balisi está entusiasmado por ver qué depara el futuro para la revelación de la compleja historia evolutiva de los perros. «Cuantas más piezas del puzle consigamos, mejor», dice.

Fuentes: nationalgeographic.es | elmundo.es | haaretz.com | 30 de julio de 2021

Los neandertales pintaron en la cueva de Ardales (Málaga) durante milenios

La composición muestra la estalagmita y los trazos en progresivo detalle. JOÃO ZILHÃO.

Las obras de arte rupestre más antiguas las hicieron los neandertales en varias cuevas de la península ibérica. El descubrimiento, realizado en 2018, no convenció a parte de la comunidad científica, que dudaba de la capacidad de estos otros humanos. Ahora, el análisis detallado en una de ellas confirma que fueron miembros de esta especie. Además, pintaron en el mismo lugar durante milenios, mucho antes de la llegada de los Homo sapiens. De repetirse en otros yacimientos, estas manchas rojas demostrarían que el Homo neanderthalensis ya otorgaba un valor especial, simbólico, a determinados lugares.

La ciencia moderna es especialmente crítica con su pasado reciente y su idea del progreso en general y el científico en particular. Tras Darwin y con el positivismo, durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera del XX se impuso también entre los científicos la visión del avance de la historia como lineal y, en general, siempre a mejor: el pasado es atraso y el futuro progreso. En el terreno de la evolución humana (ya el propio término se presta al sesgo), se impuso la idea de que los Homo erectus eran más atrasados que los neandertales y estos más brutos que los sapiens. Aunque esta visión está superada hace tiempo, sus rescoldos llevaron a algunos a cuestionar el estudio de 2018, opinando que más que trazos de pintura parecían manchas de origen geológico o natural. No les encajaba que fueran miembros de esta especie extinguida la primera en grafitear las paredes.

La gran estalagmita se halla en una zona de la cueva llamada la sala de las estrellas. PEDRO CANTALEJO-DUARTE

Sin embargo, un minucioso análisis de una serie de trazos rojos en una gran estalagmita de la cueva de Ardales (Málaga) ha confirmado que fueron pintados por alguien desde, al menos, hace 64.800 años. Y como quiera que los humanos modernos no llegaron hasta la península ibérica muchos milenios más tarde, debieron ser los neandertales los que lo hicieron.

Situada en la llamada sala de las estrellas, este espeleotema estalagmítico tiene varias de sus columnas marcadas con ocre. Su estudio, cuyos resultados han sido publicados en la revista científica PNAS, indica que el pigmento usado es un tipo de ocre (óxido de hierro fundamentalmente) que no existe en ningún otro lugar de la cueva y que debió de llegar allí desde fuera.

Los investigadores, entre los que hay además de prehistoriadores y paleontólogos, expertos en cristalografía y mineralogía, descartan otra cosa que no sea la acción intencionada de los humanos. Lo detalla el investigador de la Universidad de Barcelona y coautor del estudio João Zilhão: “El pigmento es una hematita [mineral de óxido férrico] que no existe en el interior de la cueva, fue aportado por los humanos”. En cuanto a la tesis del origen natural, confirmaron que había sido aplicado sobre la piedra: “Ni una mancha de la misma calcita por procesos naturales coevos de la precipitación de los cristales ni de acumulaciones resultantes de actividad biológica (microorganismos) o geológica (inundaciones...)”.

Esto confirma que se trata de las pinturas más antiguas, junto a las de La Pasiega (Cantabria), realizadas en una cueva por los neandertales. Hay unas piedras con trazos también rojizos (derecha) que dibujaron los sapiens en Sudáfrica hace 73.000 años.

Pero hay otro descubrimiento que sugiere muchas cosas a los investigadores. Aunque los trazos más antiguos son de hace unos 65.000 años, hay otros en otras columnas de la misma estalagmita que son más recientes. Han confirmado otro grupo de marcas, aunque creen que hubo al menos otras dos incursiones pictóricas. Y todo eso en un rango de unos 20.000 años y siempre por neandertales.

“Nuestra interpretación es que la cueva misma, y este domo en especial, tenían una significación simbólica (ritual, mitológica, u otra) que era marcada/subrayada por el acto de esparcir sobre él el pigmento rojo”, opina Zilhão.

La repetición de las pinturas es lo que más destaca el prehistoriador de la Universidad Complutense de Madrid, Marcos García Diez (izquierda), que no ha intervenido en este estudio, pero sí ha investigado a fondo la cueva de Ardales. “Implica que ha habido una tradición oral transmitida sobre milenios sobre el valor ornamental, simbólico o lo que sea de la cueva”, comenta. "Como en otras expresiones artísticas más recientes, es posible que la imagen no tenga función o significado hasta que no está en el sitio, la función no la da la imagen, la da el lugar”, añade. Y esto que ya había sido observado en los sapiens “es la primera vez que se ve en los neandertales”, completa García Diez.

Para Roberto Ontañón (derecha), director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), esta investigación es relevante, en especial la determinación del origen humano de las pinturas. Pero es más prudente sobre la interpretación de su relevancia simbólica o sobre quién las pintó. Según él, para los autores, “no se trataría, por tanto, de arte en el sentido restringido del término, sino del resultado de comportamientos gráficos orientados a perpetuar el significado simbólico de un espacio subterráneo”. De esta manera, “los espeleotemas jugarían un papel fundamental en los sistemas simbólicos de algunas comunidades neandertales, y estas manifestaciones darían cuenta de un comportamiento profundamente enraizado en una tradición de largo recorrido”, completa Ontañón”.

Foto: Pintura rupestre hallada en la Cueva de Ardales atribuida a una autoría neandertal. / JAVIER FLORES (Ardales).

Pero esta visión de los neandertales corre el riesgo de repetir el error contrario al que en el pasado los despreciaba como los parientes brutos: “En lo que constituye, quizá, un exceso de signo contrapuesto al anterior prejuicio 'especista', hay investigadores que muestran un innegable entusiasmo a la hora de equiparar a neandertales y 'sapiens', atribuyendo a los primeros capacidades antes consideradas exclusivas de nuestra especie como la expresión gráfica e, incluso, el cómputo numérico”, comenta el director del MUPAC.

Para Montañón aún hay mucho que investigar y descubrir sobre los detalles de estas pinturas antes de descartar la hipótesis alternativa: que los autores fueran sapiens que llegaron mucho antes por el estrecho de Gibraltar y no los neandertales.

* Este estudio sobre la cueva de Ardales forma parte de un proyecto más amplio codirigido por José Ramos Muñoz (Universidad de Cádiz) y Gerd C. Weniger (Neanderthal Museum, Alemania) y financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.

Fuente: elpais.com | 2 de agosto de 2021