Arslantepe, un asentamiento de más de 7.000 años en Turquía

Panorámica del yacimiento de Arslantepe, en el sureste de Turquía. Foto: MAIAO (Roberto Ceccacci).

En la llanura de Malatya, en el sureste de Turquía, y a unos quince kilómetros del río Éufrates, se alza el yacimiento de Arslantepe (Monte del León, en turco), también conocido como Melid. Este lugar, un montículo (tepe en turco significa montículo) de treinta metros de alto que domina la llanura circundante, algunos de cuyos restos tienen una antigüedad de aproximadamente 8.000 años, está formado por una serie de asentamientos que se sucedieron en el lugar durante milenios (y que estuvieron bajo la influencia de las diversas civilizaciones que ocuparon la región, como los hurritas y los hititas). Su ocupación se extiende hasta el período romano tardío (siglos V y VI d.C), y en época bizantina se usó como necrópolis. Este importante yacimiento arqueológico ha pasado el mes de julio pasado a formar parte de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

Restos de pinturas murales en un pasadizo, en Arslantepe. Foto: MAIAO (Roberto Ceccacci).

Representación estilizada de una escena en la que dos toros conducidos por un cochero probablemente tiraban de un arado. Foto: Roberto Ceccacci

DÉCADAS DE EXCAVACIONES

El montículo de Arslantepe, que lleva siendo objeto de estudio por parte de arqueólogos italianos desde hace más de 60 años, fue excavado por primera vez por el arqueólogo francés Louis Delaporte entre 1932 y 1939. Las excavaciones italianas comenzaron en el lugar en 1961 bajo la dirección de los arqueólogos Piero Meriggi y Salvatore M. Puglisi, y se prolongaron hasta 1968. En la década de 1970, Alba Palmieri, de la Universidad de La Sapienza, en Roma, tomó las riendas de los trabajos, hasta la llegada de Marcella Frangipane, que ha dirigido las excavaciones en el yacimiento durante más de treinta años, con el apoyo de las autoridades culturales del país.

Sello cilíndrico proveniente de Arslantepe. Wikipedia.

Durante todo este tiempo se han descubierto en Arslantepe más de 5.000 impresiones de sellos en el emplazamiento de un gran complejo palacial, datado en el IV milenio a. C., que también contuvo en su día templos y almacenes. Lo curioso, según la arqueóloga, es que solo se han hallado las impresiones, pero no los sellos, aunque según estas impresiones al parecer existieron sellos de piedra, metal y madera. En cuanto a los motivos, "encontramos sellos con leones, serpientes y figuras humanas. Hay diferentes patrones. Estamos examinando qué objetos sellaron con ellos: jarrones, bolsas, cestas, puertas...", comenta Frangipane, que considera el estudio de estas impresiones muy importante para entender los orígenes de la administración y la burocracia estatales, y la transición de una estructura social igualitaria a una jerárquica. Recientemente ha publicado el resultado de sus investigaciones en un libro.

Esculturas que representan a un hombre y dos leones en Arslantepe. Cortesía del Ministerio de Cultura y Turismo de la República de Turquía / AA.

El yacimiento de Arslantepe ha deparado, asimismo, otro tipo de hallazgos. En las excavaciones llevadas a cabo en la década de 1980 se localizaron una serie de espadas y dagas forjadas con una aleación de arsénico-cobre y con una longitud de 45 a 60 centímetros, de unos 5.000 años de antigüedad y que se consideran las espadas más antiguas del mundo.

Espadas localizadas en el palacio de Arslantepe. Foto: MAIAO (Roberto Ceccacci).

TUMBAS Y CASAS DE MÁS DE CINCO MIL AÑOS

Pero no sólo se han descubierto impresiones de sellos y espadas en Arslantepe. En los últimos años en el yacimiento se han exhumado un sistema de drenaje, numerosas esculturas de leones y la representación de un monarca. Y no son estos los últimos hallazgos. La actual directora de las excavaciones, la arqueóloga Francesca Balossi Restelli, ha anunciado nuevos e importantes descubrimientos en el yacimiento durante la campaña de excavaciones que se ha llevado a cabo este verano, y que concretamente se inició el 10 de agosto. Durante este tiempo han salido a la luz más de veinte tumbas de unos 1.000 años de antigüedad, además de los vestigios de unas seis casas mucho más antiguas, datadas entre 3700-3600 a.C.

Vista de los sectores públicos del palacio de Arslantepe. Foto: MAIAO (Roberto Ceccacci).

"Queremos entender la historia de este yacimiento antes de que se construyera el complejo palacial. Queremos comprender, asimismo, cómo nació la administración y el sistema estatal", afirma Balossi Restelli, que cree que la excavación del interior de estas viviendas deparará hallazgos muy interesantes.

Por otra parte, la arqueóloga está convencida de que en el futuro las excavaciones en Arslantepe van a deparar muchos más descubrimientos importantes que ayudarán a los investigadores a comprender mucho mejor el devenir de este milenario asentamiento.

Fuente: nationalgeographic.com.es | 12 de septiembre de 2021

La teoría de que los orígenes de los primeros nativos americanos podían provenir del pueblo Jomon (Japón) desacreditada por la genética y la biología esquelética

Comparativa de dientes de un individuo Jomon y de un nativo americanos. Crédito: G. Richard Scott, Universidad de Nevada Reno.

Una teoría ampliamente aceptada sobre los orígenes de los nativos americanos, en la que se sostiene que provenían de lo que es actualmente Japón, ha sido refutada en un nuevo estudio científico que demuestra que la genética y la biología esquelética "simplemente no concuerdan".

Es probable que los resultados del estudio, publicados hoy en la revista, revisada por pares, PaleoAmerica, tengan un gran impacto en cómo entendemos la llegada de los indígenas americanos al hemisferio occidental.

Basándose en las similitudes de artefactos de piedra, muchos arqueólogos creen que los indígenas americanos, o los 'primeros pueblos' que emigraron a las Américas, proceden de las islas del actual Japón hace unos 15.000 años. En este sentido, se cree que se movieron a lo largo del borde norte del Océano Pacífico, que incluía el puente terrestre de Bering, hasta llegar a la costa noroeste de América del Norte. Desde allí, los 'primeros pueblos' se habrían desplegado por el interior del continente americano hasta llegar al extremo sur del mismo en menos de dos mil años.

La teoría se basa, en parte, en similitudes observadas en las herramientas de piedra hechas por el pueblo Jomon (habitantes tempranos de Japón hace unos 15.000 años) y las encontradas en algunos de los primeros sitios arqueológicos habitados por los antiguos pueblos originarios del continente americano.

Sin embargo, el nuevo estudio publicado en la revista PaleoAmerica, la revista insignia del 'Centro para el Estudio de los Primeros Americanos', perteneciente a la Universidad Texas A&M, indica que es errónea esta concepción.

El trabajo de investigación, llevado a cabo por uno de los principales expertos del mundo en el estudio de piezas dentales humanas y un equipo de expertos en genética humana de la Edad de Hielo, ha analizado la biología y la codificación genética de muestras de dientes de varios continentes y ha estudiado directamente a la gente perteneciente a la cultura Jomon.

"Descubrimos que la biología humana simplemente no coincide con la teoría arqueológica", afirma el autor principal, el profesor Richard Scott (izquierda), un reconocido experto en el estudio de los dientes humanos y que ha dirigido a un equipo de investigadores multidisciplinarios.

“No discutimos la idea de que los antiguos nativos americanos llegaron a través de la costa noroeste del Pacífico, sino solo la teoría de que eran originarios del pueblo Jomon en Japón".

"Estas gentes, los Jomon, que vivieron en Japón hace unos 15.000 años son una fuente muy poco probable de pertenecer a los primeros indígenas americanos. Ni la biología esquelética ni la genética indican una conexión entre Japón y las Américas. La fuente más probable de la población nativa americana se puede decir que es Siberia"

En una carrera que abarca casi medio siglo, Scott, profesor de antropología en la Universidad de Nevada-Reno, ha viajado por todo el mundo, recopilando una enorme cantidad de información sobre los dientes humanos, tanto antiguos como modernos. Es autor, además, de numerosos artículos científicos y de varios libros sobre el tema.

Foto: Una colección de puntas de flecha de piedra encontradas en los antiguos asentamientos de Jomon. (Crédito de la imagen: Shutterstock)

En este último trabajo de investigación ha aplicado técnicas estadísticas multivariadas a una gran muestra de dientes de América, Asia y el Pacífico, mostrando que la comparación cuantitativa de los dientes revela poca relación entre el pueblo Jomon y los nativos americanos. De hecho, solo el 7% de las muestras de dientes estaban vinculadas a los nativos americanos no árticos (reconocidos como los 'primeros pueblos').

Por otro lado, la genética muestra el mismo patrón que los dientes: poca relación entre el pueblo Jomon y los nativos americanos.

"Esto es particularmente claro en la distribución de los linajes maternos y paternos, que no se superponen entre las primeras poblaciones Jomon y los indígenas americanos", afirma el coautor, el profesor Dennis O'Rourke (izquierda), de la Universidad de Kansas, a quien se unieron otros genetistas y expertos en genética de indígenas americanos como la profesora Jennifer Raff (derecha), de la misma unversidad.

"Además, estudios recientes de ADN antiguo proveniente de Asia revelan que los dos pueblos se separaron de un ancestro común mucho antes", agrega el profesor O'Rourke.

Junto con su colega universitario y coautor Justin Tackney, O'Rourke y Raff ya habían llevado a término el primer análisis de ADN antiguo de restos humanos de la Edad de Hielo hallados en Alaska en 2016.

Poco antes de la publicación del documento, se publicaron otros dos nuevos estudios sobre temas relacionados.

Un artículo de genética sobre la población japonesa moderna concluyó que la misma tiene su origen en tres migraciones separadas, en lugar de dos, como se creía anteriormente. Además, ofrece más apoyo a las conclusiones de los autores sobre la falta de una relación biológica entre el pueblo Jomon y los indígenas americanos.

Y, a fines de septiembre, los arqueólogos informaron en otro artículo del sorprendente descubrimiento de huellas antiguas en Nuevo México (derecha) que datan de hace 23.000 años, descritas como "evidencia definitiva" de gentes en América antes del Último Máximo Glacial, es decir, antes de que los glaciares en expansión probablemente cortaran el acceso a esta zona de América desde el puente terrestre de Bering hasta el Hemisferio Occidental. No está claro quién hizo tales huellas y cómo se relacionan con los nativos americanos vivos, pero el nuevo artículo al respecto tampoco proporciona evidencias de que estos últimos se deriven de Japón.

El profesor Scott concluye que "la población primigenia de Jomon representa una de las fuentes menos probables para los pueblos nativos americanos en comparación con cualquiera de otras poblaciones no africanas".

Las limitaciones del estudio incluyen que las muestras disponibles tanto de piezas dentales como de ADN antiguo para la población de Jomon tienen menos de 10.000 años, es decir, no son anteriores al Holoceno temprano, cuando se cree que los 'primeros pueblos' llegaron a América.

Sin embargo, explican los autores que "es de suponer que sean los sustitutos válidos de la población de Jomon primigenia o de las personas que hicieron puntas de piedra en Japón hace 16.000-15.000 años".

Fuentes: Universidad de Nevada | phys.org | 13 de octubre de 2021

Un fósil de mandíbula encontrado en Costa Rica podría ser clave para establecer que hace 12.000 años perros domesticados habitaron en América Central

Los investigadores creen que este fósil de un hueso de la mandíbula encontrado en Costa Rica pertenece a un perro que vivió hace 12.000 años.

El fósil de un hueso de la mandíbula podría probar que los perros domesticados vivían en Centroamérica hace 12.000 años, según un estudio de científicos latinoamericanos.

Los perros, y sus amos, potencialmente vivían junto a animales gigantes, dicen los investigadores. Una excavación de 1978 en Nacaome, al noreste de Costa Rica, encontró restos óseos del Pleistoceno tardío. Posteriormente las excavaciones se reanudaron en la década de 1990 y produjeron los restos de un caballo gigante, Equus sp, un gliptodonte (un armadillo grande), un mastodonte (un antepasado del elefante moderno) y un trozo de mandíbula de lo que originalmente se pensó que era un cráneo de coyote.

"Pensamos que era muy extraño tener un coyote del Pleistoceno, es decir, de hace 12.000 años", dijo a la AFP el investigador costarricense Guillermo Vargas. "Cuando comenzamos a observar los fragmentos de hueso, vimos características que podrían haber sido de un perro, por lo que seguimos buscando, lo escaneamos ... y comprobamos que era un perro que vivía con humanos hace 12.000 años en Costa Rica".

La presencia de perros es una señal de que los humanos también vivían en el lugar. "Nos pareció extraño que una muestra fuera catalogada como coyote porque estos no llegaron a Costa Rica sino hasta el siglo XX".

El investigador costarricense Guillermo Vargas dice que la muestra fósil podría ser la evidencia más antigua de un perro en las Américas.

El primero de su tipo

El coyote es pariente del perro doméstico, aunque con una mandíbula diferente y dientes más puntiagudos.

"El perro se come las sobras de la comida humana y sus dientes no son tan determinantes en su supervivencia", afirma Vargas. "En el caso del perro, cuando es doméstico, la mandíbula cambia, los dientes tienen menos cúspides, son menos puntiagudos y no son para destrozar huesos y carne", detalla Vargas. "Caza presas grandes con sus compañeros humanos, y esto refleja esa diferencia".

Se cree que los seres humanos emigraron a las Américas a través del Estrecho de Bering desde Siberia hasta Alaska durante la última gran Edad de Hielo.

"Los primeros perros domesticados ingresaron al continente americano hace unos 15.000 años, producto de la migración de los asiáticos a través del Estrecho de Bering", dice Raúl Valadez (izquierda), biólogo y zooarqueólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México. "Nunca ha habido perros sin gente", agrega Valadez a la AFP por teléfono.

La presencia de seres humanos durante el Pleistoceno ha sido atestiguada en México, Chile y Patagonia, pero nunca en Centroamérica, hasta ahora. Pero la presencia de perros confirmaría que también hubo gente con ellos "Este podría ser el perro más viejo de América", sostiene Vargas. Hasta ahora, los restos de perros atestiguados más antiguos se encontraron en Alaska y tienen 10.150 años. "El binomio de perro-humano es inseparable. No hay perros sin humanos (...). A veces no se profundiza en lo que puede significar un hallazgo de estos, pero puede reconstruir la historia del hombre", dice Valadez.

La Universidad de Oxford se ha ofrecido a realizar pruebas de ADN y datación por carbono de la muestra fósil hallada, a fin de descubrir más información genética sobre el animal y su antigüedad. El fósil se encuentra actualmente en el Museo Nacional de Costa Rica, pero la muestra no se puede volver a identificar como un perro sin la validación de una publicación especializada.

"Este descubrimiento de un perro sería la primera evidencia de humanos en Costa Rica durante un período muy anterior de lo que se ha venido pensando hasta ahora", declara Vargas. "Nos muestra que había sociedades que podían tener perros, que tenían excedentes de comida, que tenían perros por su propio deseo y que no eran perros que pudieran causar daño".

Tope de Cetro o Bastón con representación de cabeza de perro sin contexto arqueológico, objeto de uso simbólico. Se han encontrado este tipo de piezas en la Gran Nicoya y en la Región Central. Colección Museo Nacional de Costa Rica

Vargas, junto con la experta en nuevas tecnologías Natalia Rodríguez, también costarricense, y la gestora cultural nicaragüense, Myrna Báez, forman parte de un grupo multidisciplinario y transfronterizo que, con el apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México, investiga desde hace seis años la relación de las culturas prehispánicas con estos animales. Su trabajo de investigación se enmarca en el Proyecto "Xulo", cuyo nombre alude al perro en lengua originaria de la zona arqueológica Gran Nicoya (Costa Rica).

Fuentes: phys.org | teletica.com | delfino.cr | 12 de octubre de 2021

Turquía desvela los espectaculares restos descubiertos en Karahantepe

Los inicios del Neolítico fueron una época en la que surgieron numerosos asentamientos en Anatolia y Mesopotamia. Cerca de la actual Sanliurfa se construyeron a mediados del siglo X a.C. un conjunto de templos en Göbekli Tepe, lugar que se convirtió en el epicentro de una cultura en la que destacaban los templos circulares de piedra decorados con columnas antropomorfas talladas con todo tipo de imágenes animales.

Fue en esa época cuando en la colina de Karahan (o Karahantepe), a solo 32 kilómetros, se fundó otro poblado que para muchos científicos es el primer poblado de la historia al contar con residencias fechadas en torno al 9400 a.C. y articuladas en torno a un santuario.

UN DESCUBRIMIENTO RECIENTE

Aunque este lugar ya se conocía desde 1997, no ha sido hasta tiempos recientes que el Ministerio de Cultura turco ha empezado a excavar el sitio sacando a la luz un extenso complejo sagrado que rivaliza con el famoso Göbekli Tepe.

Iniciados en 2019 los trabajos han continuado hasta el presente. Si bien las primeras capas no fueron muy prometedoras las últimas campañas han desenterrado más de 300 estelas y pilares junto con muchísimas esculturas de todo tipo talladas en piedra caliza.

Todos estos objetos no se encontraron de cualquier manera, sino que los habitantes los enterraron de manera cuidadosa cuando cubrieron ritualmente el lugar en el momento de su abandono. Así las estatuas humanas fueron decapitadas, se les cortó la nariz y sus cabezas fueron puestas del revés, mirando hacia las paredes.

UN SANTUARIO COMPLEJO

En el centro de la área excavada se erige una gran sala circular de 23 metros de diámetro, una gran parte del cual está tallado en el lecho de roca y alcanza una profundidad de 5,5 metros. Al igual que las de Göbekli Tepe el peso de su techo de madera lo sostenían dos grandes pilares con forma de T, hoy caídos y rotos por la presión del sedimento. Según los investigadores, en las paredes de dispusieron unos pilares algo más pequeños separados por bancos tallados en la roca o construidos con losas.

Al fondo de este gran recinto había un podio decorado con estelas y tótems en el que se levantaba un trono desde el que el líder del poblado o la divinidad presidía las reuniones de su comunidad.

Junto a esta estancia los antiguos pobladores del lugar tallaron dos piscinas en la roca alimentadas por canalizaciones que recogían el agua de la lluvia. Una de ellas, presidida por un misterioso rostro masculino y profusamente decorada con estelas, conectaba con el salón por una pequeña ventana por la que, según el profesor Necmi Karul, los creyentes descendían para darse un baño purificador tras el que ascendían a la luz por una escalera tallada en la roca. Karul concluye que los hallazgos son una prueba clara de que las capacidades artísticas de la humanidad en el período Neolítico se desarrollaron a un nivel avanzado.

EL HOMBRE Y LA BESTIA

Al igual que sucede en el resto de yacimientos contemporáneos las primeras producciones artísticas del poblado se centraron en los animales, algo típico para una cultura seminómada basada en la caza de gacelas y la recolección de frutos y cereales silvestres.

De este modo las esculturas de los inicios de Karahantepe combinan a hombres con depredadores (zorros, leopardos, serpientes y buitres), como se puede ver en los numerosos tótems encontrados en el lugar. Estas representaciones se situaban a veces mirando hacia la entrada de la habitación, para espantar con su fiero aspecto todo lo que quisiera entrar sin permiso en las vidas de los locales, desde catástrofes naturales a malos espíritus.

Una escultura particularmente impresionante representa a un humano que lleva un leopardo en su espalda, aunque también se han encontrado tallas de animales en posición de ataque en Gobekli Tepe.

Sin embargo, con el tiempo la extensión de la agricultura separó al hombre de sus raíces nómadas, con lo que los animales fueron desapareciendo de la iconografía religiosa en favor de una visión más antropocéntrica. Máscaras y retratos humanos suplantaron pues a los depredadores, cuya influencia sobre las vidas de los habitantes iba disminuyendo conforme se dominaba la tierra.

Los arqueólogos creen que los cazadores-recolectores pueden haberse reunido hace 11.500 años para tallar los pilares en forma de T con herramientas de piedra, antes de transportarlos por la cima de la colina, utilizando cuerdas, vigas de troncos y mano de obra.

Curiosa estatuilla con dos cabezas de la que se conserva la parte superior. Presenta algunas innovaciones artísticas como una banda que le sujeta el pelo el hecho de que sus cabellos hayan sido tallados con forma de estrías cerebrales. Al tener dos caras podría representar a alguna dualidad (joven-viejo, hombre-mujer, bueno malo). Foto: Francesc Cervera

Una teoría era que pequeños grupos que vivían cerca unieron fuerzas para este tipo de proyectos de construcción, tal vez como una forma de ritual, antes de celebrar una gran fiesta y luego dispersarse nuevamente.

Sin embargo, hay mucho que los arqueólogos todavía están tratando de aprender, no solo sobre Gobekli Tepe sino también sobre las excavaciones en Karahantepe.

Así pues los recientes descubrimientos realizados en los últimos dos años han desvelado al mundo un yacimiento de suma importancia. Tan relevante como lo fue Göbekli Tepe en los años noventa, el conjunto de santuarios de Karahantepe permitirán a los investigadores comprender mejor esta curiosa cultura surgida hace más de 11.000 años en la parte más septentrional del Creciente Fértil.

Pilar con forma humana con las piernas flexionadas.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | dailymail.co.uk | 8 de octubre de 2021

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¿Viajero o turista? Las casas más antiguas de la humanidad te esperan en Turquía

Si de verdad te consideras más viajero que simple turista, tienes una cita cada vez más inexcusable con Turquía. El Ministerio de Cultura y Turismo de aquel país junto con la Agencia de Promoción y Desarrollo Turístico de Turquía (TGA) han presentado bajo la denominación de TAŞ TEPELER un proyecto muy especial, que tiene como objetivo desvelar la tierra donde se produjo el cambio en la historia de la humanidad y una gran transformación desde la forma de vida de los cazadores-recolectores a la agricultura. A ello han dedicado varios días a finales de septiembre, como han detallado sus responsables para LA CRÓNICA.

Hace 12.000 años, en Anatolia surgieron las aldeas, se formó una sociedad estratificada y se desarrolló la capacidad para realizar el comercio básico por primera vez. Se cree que las estructuras megalíticas monumentales de la zona eran espacios comunes donde se reunían, ya fuera con carácter religioso o como forma de encuentro social.

Del 21 al 27 de septiembre de 2021, académicos e investigadores turcos y de varios países se han reunido en un simposio sobre “Reflexiones del Neolítico en el mundo” en Şanlıurfa el 23 de septiembre de 2021.

El proyecto TAŞ TEPELER comprende excavaciones arqueológicas e investigaciones realizadas en siete áreas: Göbeklitepe, Karahantepe, Gürcütepe, Sayburç, Çakmaktepe, Sefertepe y el montículo Yeni Mahalle. También se visitó la excavación en Karahantepe, abierta temporalmente. Las excavaciones son realizadas por comités científicos y la Dirección de Museos de Şanlıurfa bajo el liderazgo de la Dirección General de Bienes Culturales y Museos del Ministerio de Cultura y Turismo de la República de Turquía.

Los hallazgos recientes de las excavaciones de Karahantepe se exhiben en “Karahantepe and Neolithic Human Exhibition” en el Museo Arqueológico de Şanlıurfa que se inauguró el 23 de septiembre de 2021 durante el Evento de Lanzamiento del Proyecto TAŞ TEPELER.

Declaraciones del ministro de Cultura

Durante la visita a Karahantepe, el Ministro de Cultura y Turismo de la República de Turkiye, Mehmet Nuri Ersoy, señaló que los sitios y sus excavaciones revelan la importante contribución de Anatolia a la historia de la humanidad.

El ministro Ersoy confirmó que «en los próximos días, las excavaciones comenzarán en los montículos de los asentamientos de Ayanlar, Yoğunburç, Harbetsuvan, Kurttepesi y Taşlıtepe, como parte de la primera fase del Proyecto de Investigación Neolítica de Şanlıurfa que tendrá lugar entre 2021 y 2024. En algunas de estas áreas ya se han realizado mediciones geomagnéticas y de radar de penetración terrestre. Estas mediciones continuarán en paralelo con las excavaciones. Este es un proyecto significativo por su destacado contenido y resultados impresionantes”.

“Como Ministerio, tenemos la responsabilidad de este proyecto, junto con nuestros grupos de interés. Se planificó la cooperación con 12 instituciones y organizaciones, incluidas ocho universidades en Turquía. En este marco, se firmaron protocolos de cooperación directa entre la Universidad de Estambul, la Universidad de Harran y la Universidad de Ciencias de Ankara. También involucramos a ocho universidades en cinco diferentes países y cuatro academias, institutos y museos internacionales en el Proyecto de Investigación de la Edad Neolítica de Şanlıurfa, estableciendo un alcance amplio internacional con Japón, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia”.

Entre 2021 y 2024, las excavaciones se llevarán a cabo en un total de 12 ubicaciones, incluido Karahantepe, sitio con más de 250 bloques de megalitos en forma de T similares a los que se encuentran en el mucho más conocido Göbekli Tepe, Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Se cree que los hallazgos de estas excavaciones harán contribuciones considerables y de gran alcance a nuestro conocimiento de la humanidad en tiempos prehistóricos, incluida su vida cotidiana y sus rituales. Se estima que hay varios sitios en Şanlıurfa similares a Göbeklitepe, que manifiestan las primeras fases del Neolítico.

Además, el Congreso Neolítico Mundial Internacional, que se celebrará en 2023 como parte del Proyecto de Investigación de la Edad Neolítica, incluirá numerosas sesiones científicas y mostrará los tesoros culturales únicos de Şanlıurfa del Neolítico.

Fuente: lacronica.net | 30 de septiembre de 2021

Los primeros humanos en Israel usaban herramientas de pesca modernas hace 12.000 años

Reconstrucción del engarce de un anzuelo y empleo de un pequeño guijarro acanalado en el hilo de pesca a modo de plomo o pesa. Téngase en cuenta el nudo sofisticado que se emplea. Crédito: Emanuela Cristiani, CC-BY 4.0 (creativecommons.org/licenses/by/4.0/)

Los seres humanos en el Medio Oriente usaban herramientas y técnicas de pesca complejas hace 12.000 años, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE por Antonella Pedergnana, y colegas, del Centro de Investigación Arqueológica y Museo para la Evolución del Comportamiento Humano en Mainz, Alemania.

El pescado ha sido durante mucho tiempo una parte importante de la dieta humana, pero es un desafío estudiar la historia de la tecnología que los humanos han utilizado para adquirirlo, en parte porque las primeras artes de pesca estaban hechas de materiales perecederos como madera y fibras vegetales. En este estudio, Pedergnana y sus colegas han examinado una colección de anzuelos de pesca y pequeños guijarros en el sitio arqueológico del río Jordán, Dureijat, en el norte de Israel, el cual fue descubierto en 1999 como consecuencia de una operación de drenaje y que tiene al menos 12.000 años de antigüedad. En el periodo Epipaleolítico (o Mesolítico) levantino, fue un campamento que se ocupó intermitentemente durante un lapso de aproximadamente 10.000 años, según un estudio anterior publicado en la revista Paleonthropology. Nunca se usó como lugar de habitación, sino que era un lugar que la gente visitaba repetidamente para pescar, cazar y aprovechar otros recursos naturales.

El equipo analizó la forma y los residuos de 19 anzuelos de pescar, los cuales estaban hechos de huesos de herbívoros, como la gacela o el gamo, con la excepción de uno, que parece haber sido realizado con el colmillo de un jabalí, así como seis guijarros acanalados que parecen haber sido utilizados como plomos o pesas, es decir, en conjunto una de las colecciones más grandes de tecnología de pesca temprana.

Distintos tipos de anzuelos hechos de huesos de animales hallados en Dureijat (Israel).

Los residuos de fibra vegetal en los anzuelos y en los guijarros indican el uso de una especie de sedal, y la amplia variedad de formas de los anzuelos, que incluyen múltiples arreglos de púas y métodos para sujetarlos al 'sedal', reflejan su utilidad para capturar una amplia variedad de peces. Además, las líneas estriadas y los residuos de fibras en las curvas de algunos de los anzuelos indican el empleo de señuelos artificiales. Estos señuelos pueden haber incluido lo que se llama "aleteo de conchas", o trozos de nácar brillante que giran en el agua y atraen a los peces. Los arqueólogos también encontraron evidencia residual de que se empleaba una especie de adhesivo para asegurar el anzuelo al 'sedal'.

El estudio de investigación identifica algunas de las primeras tecnologías de pesca compleja. La gran variedad de formas de los anzuelos sugiere que los humanos de esta época no solo pescaban un amplio espectro de peces, sino que también tenían un conocimiento profundo del comportamiento y la ecología de los mismos. Estas innovaciones coinciden con patrones más amplios en la evolución de la subsistencia humana y marca el inicio de la transición a la agricultura en esta región del mundo.

a) Guijarros acanalados empleados a modo de plomo o pesas de pesca; b) Modelos en 3D de algunos de los guijarros analizados.

Los restos de fauna encontrados en el sitio resultaron estar bien conservados, rescatándose una gran cantidad de huesos de pescado entre los sedimentos. Los científicos señalaron que, hasta la fecha, solo se ha realizado un análisis preliminar de los materiales hallados. Sin embargo, lograron identificar los restos óseos de tres familias de peces: ciprínidos (Cyorinidae), cíclidos (Cichlidae) y salmónidos (Salmonidae). Las largas vértebras de los ciprínidos indican que tenían más de 220 milímetros de largo.

"Excepto por el uso de metal y plástico, la pesca moderna no ha inventado nada nuevo desde el periodo Natufiense. Una mirada a los artes de pesca en el río Jordán revela que todas las técnicas y conocimientos de pesca ya existían hace unos 13.000 años. Los hallazgos destacan la importancia de los recursos acuáticos para el surgimiento del sedentarismo y las formas de vida neolíticas en el Levante", afirma Antonella Pedergnana (izquierda).

Fuentes: sciencedaily.com| sputniknews.com | courthousenews.com | 6 de octubre de 2021

Descubren en Herculano los restos óseos de un hombre que trataba de escapar de la erupción del Vesubio del año 79 d.C.

El director Francesco Sirano indica el lugar de los restos del hombre que trtataba de escapar de la erupción del Vesuvio del año 79 d.C.. Foto ANSA. CIRO FUSCO.

Los restos óseos del 'último fugitivo' que murió de una muerte horrible durante la catastrófica erupción del Vesubio en el 79 d.C. han sido desenterrados en lo que alguna vez fue la ciudad de Herculano, un evento que los investigadores dicen que es un "descubrimiento sensacional".

Los arqueólogos creen que el hombre tenía entre 40 y 45 años y pudo haber sido un fugitivo que escapó de un barco atracado en busca de refugio del magma abrasador, las cenizas y el gas tóxico. El esqueleto fue encontrado en la misma zona donde hace unos 25 años se encontraron los restos de más de 300 personas que habían buscado un cobijo con la esperanza de ser rescatados por la flota de barcos que Plinio el Viejo había enviado en su ayuda.

El esqueleto parcial del hombre hallado en Herculano. FOTO ANSA / CIRO FUSCO

Los restos óseos pintan una imagen de ese evento catastrófico: la cabeza del hombre fue aplastada por una viga caída del techo del refugio y sus huesos se tiñeron de un rojo brillante debido "la huella dejada por la sangre de la víctima", dijo Francesco Sirano, director de las excavaciones llevadas a cabo en el Parque Arquelógico de Herculano.

“Los últimos momentos aquí fueron instantáneos, pero terribles. Era la una de la madrugada cuando la oleada piroclástica producida por el volcán llegó por primera vez al pueblo con una temperatura de 300 a 400 grados, o incluso, según algunos estudios, de 500 a 700 grados. Una nube candente que corría hacia el mar a una velocidad de 100 kilómetros por hora, la cual era tan densa que no contenía oxígeno".

Francisco Sirano señalando el lugar del hallazgo. FOTO ANSA / CIRO FUSCO

Las excavaciones que se vienen realizando son las primeras en unos 25 años. Sirano y su equipo planean usar cuchillas de metal especiales para cortar lenta y cuidadosamente la roca de lava que ha mantenido al hombre atrapado durante 1.942 años. Mientras tanto, los primeros exámenes in situ han encontrado rastros junto al esqueleto parcial de lo que parecen ser telas y metales. “Podría ser una bolsa con herramientas de trabajo, pero también armas y monedas”, anticipa Sirano.

El escenario es la playa del casco antiguo, el mismo lugar donde en la última campaña de excavación sistemática, realizada en los años 80 y 90 del siglo XX, se encuentran los restos de más de 300 personas que habían buscado refugio mientras esperaban ser rescatados por el flota enviada por Plinio el Viejo. Las nuevas excavaciones, que llevan semanas realizando los arqueólogos del Parque Arqueológico de Herculano, están vinculadas a la preparación de un camino que permitirá a los visitantes llegar a la monumental Villa dei Papiri, a fin de recuperar lo que en la antigua ciudad fue el paseo marítimo, el cual es el único completamente conservado de una ciudad romana.

Los dedos del arqueólogo indican la presencia de los restos óseos de la mano del hombre hallado. FOTO ANSA / CIRO FUSCO.

Aunque los investigadores especulan que el esqueleto parcial del hombre encontrado era alguien que escapaba de la tragedia, señalan que también podría haber sido un soldado que llegó a tierra para ayudar a rescatar a las gentes atrapadas de Herculano durante la erupción volcánica.

"Podría haber sido un soldado que quizás estaba preparando una lancha para rescatar a un primer grupo de personas en alta mar", dijo Sirano en un comunicado a ANSA.

"O bien una de las personas que se había alejado de un grupo para llegar al mar con la esperanza de poder embarcarse en uno de los botes salvavidas, o quizás el último y más desafortunado de un grupo que había logrado ya embarcar", añade como sugerencia Sirano.

Sobre el lugar donde se halló el esqueleto parcial se puede ver el alto muro de piedra de lava que cubría la ciudad en el año 79 d.C. FOTO ANSA / CIRO FUSCO.

Por otro lado, una excavación reciente en mayo desenterró parte de la armadura de un soldado y una mochila llena de una variedad de pequeñas herramientas de carpintería lo que sugiere que pudo haber jugado un papel más importante.

Sirano, quien también formó parte del descubrimiento de mayo, dijo a ANSA : "Ciertamente, pudo ser un oficial de la flota que participó en la misión de rescate lanzada por Plinio el Viejo para ayudar a la gente en los pueblos y villas enclavados en esta parte de la bahía de Nápoles".

Los restos de este oficial, apodado el esqueleto número 26, fueron encontrados entre las cenizas dejadas por la erupción volcánica, con la cara hundida en la arena y los brazos inclinados hacia adelante como si buscara ayuda. El esqueleto número 26 fue descubierto cerca de del lugar en que se ha hallado ahora los restos solitarios del varón de unos 40 o 45 años.

"Este último podría haber sido, igualmente, un rescatador, un compañero o soldado del oficial que Plinio había envíado y que en la década de los 80 se había encontrado a unos veinte metros de este puntode la playa”, hipotetiza Sirano.

La erupción del Vesubio el 24 de octubre del 79 d.C. sepultó Pompeya y las ciudades cercanas de Oplontis, Stabiae y Herculano bajo cenizas, lodo y fragmentos de roca. Se estima que al menos 2.000 personas perdieron la vida en Pompeya en solo 15 minutos, los cuales murieron de asfixia por la nube gigante de cenizas volcánicas y gases que la erupción liberó y extendió en una área de unos 20 kilómetros en unas pocas horas.

Fuentes: dailymail.co.uk | ansa.it | 15 de octubre de 2021