Arqueólogos del INAH descubren antigua ciudad Maya en Mérida

En medio de la selva baja de Yucatán, en México, emerge una ciudad precolombina de más de mil 500 años de antigüedad, donde vivían más de cuatro mil personas

Una ciudad prehispánica Maya fue descubierta cuando se realizaban obras de construcción en un complejo industrial en el municipio de Kanasín, esto a unos 20 kilómetros de la capital de Yucatán.

Los edificios tipo palacio estilo Puuc, descubiertos en 2018 por la empresa 24K que hizo el reporte correspondiente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se localiza en el corazón de la zona henequenera, en decir, a 2.5 kilómetros al noreste del municipio de Kanasín y a 10 km al oriente de Mérida.

“El descubrimiento de esta ciudad maya es importante, por su arquitectura monumental y porque se recuperó a pesar de que se ubica en un terreno privado”, explicó a EFE Arturo Chab Cárdenas, el delegado del Centro INAH Yucatán.

Xiol cuenta con una plaza principal que incluye una pirámide con dos cuerpos escalonados. Hacia la parte superior hay un zócalo (plaza central) con una construcción tipo palacio y el acceso tenía dos entradas divididas por una columna monolítica.

La ciudad, que corresponde al periodo Clásico Tardío -de 600 a 900 d.C.- cuenta con un cenote, cuya investigación comenzará en los próximos días a cargo de una espeleóloga.

“No sabemos qué tanto encontraremos, porque para acceder al cuerpo de agua tenemos que bajar unos cinco metros”, explicó a EFE el arqueólogo a cargo del rescate de la ciudad maya de Xiol, Carlos Peraza.


El arqueólogo de campo que lo apoyó durante los trabajos, Wilberth Cruz, dijo a EFE que “por el lado sur de la ciudad que se distribuye en unas 21 hectáreas, hay una estructura con rampa orientada hacia el norte-sur y a un lado se encuentra adosado un pequeño cimiento en donde hay un altar que servía para las actividades rituales”.

La mayoría de los edificios de Xiol se entran en el complejo industrial 24K y son del Clásico Tardío, pero no hay tantos mascarones del dios maya de la lluvia, Chaac, ni de otros dioses de la cultura maya, “porque fueron objeto de saqueadores”, reveló Cruz.

Durante el recorrido, los especialistas presentaron algunas cerámicas más antiguas como del Preclásico Medio (700-350 a.C.) y de los períodos Preclásico Superior y Clásico Temprano (350 a.C.-600 d.C.).

“Al parecer, los elementos de obsidiana vienen de la región de Guatemala, las conchas y otros elementos de ese material marino podrían proceder de las playas del norte de Yucatán o Campeche”, explicó Cruz.

Uno de los propietarios del terreno, Mauricio Montalvo, destacó la importancia del descubrimiento: “primero vimos una enorme piedra y a medida que se hacían las excavaciones iban surgiendo enormes edificios”.

“Fue increíble, entonces avisamos al INAH y después nos vimos en la necesidad de modificar el proyecto original, porque para nuestra empresa es más importante preservar el legado maya”, aseguró a EFE.

El arqueólogo Peraza detalló que este tipo de edificios que corresponden al estilo Puuc sólo los hay en zonas arqueológicas ubicadas al sur de Yucatán, aunque algunos inmuebles de Chichén Itzá, Dzibilchaltún y el Centro Histórico de Mérida muestran esa influencia.

El arqueólogo Peraza dijo que encontraron pequeñas habitaciones “donde vivía la gente y talleres donde fabricaban sus herramientas de trabajo para la construcción de edificios”.

Son pocos los hallazgos de ese tipo porque se observan los fragmentos del estuco que los mayas usaban para decorar y cubrir las piedras, similares a las encontradas en los edificios del centro histórico de Mérida.

“En Xiol también hallamos unos 15 entierros, en su mayoría de personas adultas, aunque sí hubo entierros infantiles, con ofrendas de vasijas, collares, aretes y otras pertenencias que usaban en la vida diaria”, dijo

Las vasijas y platos se encontraron en diversos contextos, algunas aparecieron en entierros y otras en excavaciones de la zona.

Los especialistas instalaron una mesa en la plaza principal de Xiol para exhibir las herramientas de caliza, que son alisadores para lograr bellos acabados; manos de metate y objetos de pedernal, como cuchillos, puntas de lanza, puntas de flecha y pequeñas hachas, así como núcleos donde sacaban esos materiales.

Gran hallazgo del Antiguo Egipto: 250 sarcófagos y 150 estatuillas de bronce de hace 2.500 años


Detalle de los nuevos sarcófagos de madera hallados en Saqqara. Reuters

La necrópolis de Saqqara, situada al sur de El Cairo, sigue sacando a la luz numerosos objetos y vestigios del Antiguo Egipto. Una misión arqueológica local ha hallado el mayor conjunto de estatuillas del yacimiento: unas 150 piezas de bronce de diferentes tamaños que representan a dioses como Anubis o Isis y que se encontraban intactas en un escondite fechado en el Periodo Tardío (724-343 a.C.). También se ha descubierto, según ha anunciado este lunes el Gobierno egipcio, una colección de 250 sarcófagos pintados de madera que conservaban momias en buen estado en su interior.

Las deidades antiguas que representan las 150 estatuillas son Anubis, Amun Min, Osiris, Isis, Nefertum, Bastet y Hathor. Además, se ha documentado un grupo de vasijas de bronce relacionadas con los rituales de la diosa Isis, ha explicado en un comunicado del Ministerio de Antigüedades egipcio Mustafa Waziri, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades. Otras dos piezas tallada en madera simbolizan a Isis y Neftis, con sus caras doradas, llorando a los muertos.

Los ataúdes cerrados, datados también en el Periodo Tardío del Egipto faraónico, se han identificado en el fondo de un nuevo grupo de pozos funerarios del llamado cementerio de los animales sagrados (Bubastian). Asimismo, se han recuperado diversos amuletos, abalorios utilizados en la vida diaria, un enterramiento del Imperio Nuevo (hacia el año 1500 a.C.) y cajas de madera de colores; o una curiosa estatua sin cabeza de Imhotep, ingeniero y arquitecto durante el reinado del faraón Zoser, de la Dinastía III del Imperio Antiguo, y responsable del diseño de su famosa pirámide escalonada.

Además, los trabajos de excavación de los arqueólogos egipcios en uno de los pozos funerarios han descubierto un sarcófago que en su interior escondía los restos de un papiro bien conservado. Según los primeros análisis, se trataría de un capítulo del Libro de los Muertos, un texto fundamental de la cultura y las creencias funerarias de los antiguos egipcios. El manuscrito ha sido trasladado a los laboratorios de restauración del Museo Egipcio de El Cairo para esterilizarlo, hidratarlo y hacer un estudio para conocer el contenido exacto de los textos.

La necrópolis de Saqqara es un yacimiento que ha protagonizado importantes y continuos hallazgos en los últimos años. En 2019, por ejemplo, se descubrieron en la misma zona 75 estatuas de gatos en madera y bronce, de diferentes tamaños. Al año siguiente, esta misión egipcia, que ha documentado docenas de momias de animales y la extraordinaria tumba de un sacerdote real de la Dinastía V, protagonizó el descubrimiento de más de un centenar de ataúdes sellados con lujosas policromías, así como cuatro decenas de estatuas del dios del sitio.

Fuentes: elespanol.com | elperiodico.com | 30 de mayo de 2022

Una investigación finalmente explica para qué se usaron las dagas de la Edad del Bronce

(A) Ubicación del sitio; (B) Vista aérea del sitio destacando las áreas de excavación A, B y C (fuente: Google Earth); (C) Dagas de aleación de cobre analizadas como parte de la investigación. Muestra (1) nº 1617; (2) nº 2037; (3) nº 175; (4) nº 1707; (5) nº 2041; (6) nº 1798; (7) nº 2035; (8) nº 1683; (9) nº 1321; (10) nº 264. Crédito: Universidad de Newcastle.

El análisis de las dagas de la Edad del Bronce ha demostrado que se utilizaron para procesar cadáveres de animales y no como símbolos no funcionales de identidad y estatus, tal como se pensaba anteriormente.

Las dagas de aleación de cobre aparecieron por primera vez a principios del IV milenio a. C., y estaban muy extendidas en la Europa de la Edad del Bronce, incluidas Gran Bretaña e Irlanda. Sin embargo, los arqueólogos han debatido durante mucho tiempo para qué se usaron estos objetos.

Como las dagas a menudo se encuentran en entierros masculinos ricos en armas, o en "tumbas de guerreros", muchos investigadores especularon que eran principalmente objetos ceremoniales utilizados en funerales prehistóricos para marcar la identidad y el estado del difunto. Otros sugirieron que pueden haber sido utilizados como armas o herramientas para manualidades.

Sin embargo, la falta de un método específico de análisis para metales de aleación de cobre, como los disponibles para artefactos de cerámica, piedra y conchas, dejó este problema sin resolver.

Análisis SEM-EDX de la daga nº 1707. (a) composición de la aleación (Cu-Sn); (b) análisis de estructuras de corrosión asociadas a un residuo amorfo (C–O–Ca–P); (c , d) análisis de fibras de piel mineralizadas asociadas con un compuesto C–O–Cu y Si–Al; (e) material amorfo compacto que se encuentra a lo largo del filo de corte, asociado a un compuesto C–O–Ca–P y Cu; (f) parte de la hoja analizada por SEM-EDX; (g) estrías de uso orientado asociadas a residuos orgánicos observadas en el filo de corte; (h) superficie corroída y descascarillada de la hoja de la daga.

Un nuevo método revolucionario, iniciado por un equipo de investigación internacional dirigido por la Universidad de Newcastle, Reino Unido, ha permitido la primera extracción mundial de residuos orgánicos de diez dagas de aleación de cobre excavadas en 2017 en Pragatto, un sitio de asentamiento de la Edad del Bronce en Italia. El nuevo método, publicado en Scientific Reports, revela, por primera vez, cómo se utilizaron estos objetos, para qué tareas y sobre qué materiales.

El equipo del proyecto, dirigido por el Dr. Andrea Dolfini (izquierda) e Isabella Caricola (derecha) ha desarrollado una técnica que utiliza una solución de Picro-Sirius Red (PSR) para teñir los residuos orgánicos en las dagas. Luego se observan los residuos bajo varios tipos de microscopios ópticos, digitales y electrónicos de barrido. Esto permite al equipo identificar microrresiduos de colágeno y fibras asociadas de hueso, músculo y tendón, lo que sugiere que las dagas habrían entrado en contacto con múltiples tejidos animales y se usaron para procesar varios tipos de cadáveres de animales. Los usos parecen haber incluido el sacrificio de ganado, la matanza de cadáveres y el corte de la carne del hueso.

Residuos observados en las dagas de aleación de cobre de Pragatto, interpretadas como restos de vainas. (a - h) el espécimen n.º 2037 observado con un microscopio digital RH-Hirox muestra fibras vegetales entrelazadas interpretadas como cfr. alnus ; (h) Imágenes SEM (MIRA3 de Tescan) de la muestra n.º 2037 que resaltan los detalles de las células vegetales del xilema y los tejidos conductores de agua; (il) el espécimen no 1707 observado con un microscopio digital RH-Hirox muestra residuos de fibras de piel no determinadas; (l) detalles del molde negativo de los residuos de piel de animal observados con un microscopio SEM (MIRA3 de Tescan).

A continuación, el equipo del proyecto llevó a cabo una amplia variedad de experimentos con réplicas de las dagas creadas por un experto forjador de bronce. Ello demostró que este tipo de daga era muy adecuada para procesar cadáveres de animales. Los residuos extraídos de las dagas experimentales también se analizaron como parte de la investigación y coincidieron con los observados en las dagas arqueológicas.

El profesor Andrea Dolfini, catedrático de arqueología de la Universidad de Newcastle, dice que "la investigación ha revelado que es posible extraer y caracterizar residuos orgánicos de metales antiguos, lo que amplía la gama de materiales que se pueden analizar de esta manera. Se trata de un avance significativo, ya que el nuevo método permite el análisis de una amplia variedad de herramientas y armas de aleación de cobre de cualquier parte del mundo. Las posibilidades son infinitas, al igual que las respuestas que el nuevo método puede proporcionar y proporcionará en el futuro".

Fuente: phys.org| 29 de abril de 2022

Encuentran los restos de una antigua civilización prehispánica perdida en la selva amazónica de Bolivia

Una animación en 3D elaborada con datos del LiDAR muestra el centro urbano de Cotoca.

Los arqueólogos quedaron estupefactos. Debajo de la densidad de la selva amazónica en Bolivia, encontraron un yacimiento monumental, que fácilmente pudo haber sido una ciudad entera. Después de lanzar varios láseres desde helicópteros al vuelo, se dieron cuenta de que ésta era una civilización única, que había permanecido oculta en medio del verdor perenne.

A partir de un análisis más cuidadoso de las estructuras encontradas, los investigadores determinaron que esta civilización ‘perdida’ pudo haber sido numerosa en el apogeo de su desarrollo. Lo más probable, según la cobertura de Live Science, es que fueran los Casarabe, los cuales habitaron la región hace al menos 1.400 años.

Capturas de pantalla de una animación en 3D del emplazamiento de Cotoca.

Una civilización ‘perdida’ en el Amazonas

Siguiendo los hallazgos en la Amazonía boliviana, los arqueólogos sugieren que esta civilización ‘perdida’ desarrolló un complejo urbanístico extenso en medio de la selva. Además, se adaptaron al entorno único en el que vivían con celeridad, según documentan para Nature.

Hasta ahora, según los autores del estudio, no se tenía registro de asentamientos prehispánicos en la amazonía boliviana. Este estudio desmiente esta preconcepción:

«Aquí presentamos datos de sitios pertenecientes a la cultura Casarabe (alrededor del 500 d.C. al 1.400 d.C.) en el mosaico de sabana-bosque de los LLanos de Mojos, al suroeste de la amazonía, que revela la presencia de dos sitios notablemente grandes en un sistema de asentamiento denso de cuatro niveles», escribe el equipo de investigación.

Imagen LiDAR del emplazamiento de Cotoca (generada con "Relief Visualization Toolbox")

Según se sabe, los Casarabe se expandieron en un área aproximada de 4.500 kilómetros cuadrados. Incluso a pesar de estar en medio de la densidad de la selva, lograron un desarrollo urbano no invasivo con el medioambiente. A partir de las imágenes que se consiguieron con los láseres, los investigadores determinaron que este yacimiento contiene andenes escalonados e infraestructura para la gestión del agua.

Los sitios de asentamientos están rodeados por «bancos poligonales concéntricos clasificados». Según el estudio, «representan nodos centrales que están conectados a sitios de menor rango por calzadas rectas y elevadas que se extienden a lo largo de varios kilómetros». Nunca antes se había descrito un sitio así de complejo en la zona.

Las líneas rojas indican los recintos poligonales y las calzadas rectas que irradian desde los sitios. Las capas topográficas se basan en datos TanDEM-X DEM de 12 m. a , sitio de Landívar (núm. 168). b , sitio de Cotoca (núm. 185).

Edificios cívicos y acueductos

De acuerdo con los hallazgos del German Archaeological Institute, lo más probable es que el edificio que se encontró en la Amazonía de Bolivia fuera de gestión pública. Los investigadores piensan que esta ciudad antigua estaba conectada con otros centros de poder prehispánicos, por medio de redes carreteras complejas, que el tiempo sepultó.

«En una hora de caminata puede llegarse a otro asentamiento», explica el autor principal del estudio, Haiko Prümers, arqueólogo de la institución. «Esa es una señal de que esta región estuvo muy densamente poblada en la época prehispánica».

Mapa de la sabana de los Llanos de Mojos y la zona de la Cultura Casarabe.(Crédito de la imagen: H. Prümers / Instituto Arqueológico Alemán)

Después de estudiar a los Casarabe durante más de 2 décadas, Prümers se mostró intrigado por estos nuevos yacimientos. Se tiene registro de que los colonizadores peninsulares encontraron poblaciones aisladas de esta civilización perdida en el siglo XVI. Sin embargo, no se sabía que habían logrado desarrollar reservas de agua y canales de distribución de esta complejidad.

Lo más probable, asegura Prümers, es que utilizaran esta tecnología para contener las inundaciones. Y lo que es más: que estos acueductos fungieran también como granjas de peces, una de las proteínas más importantes para los Casarabe.

Dos fotos de exactamente la misma zona del yacimiento de Salvatierra. A la izquierda: Mosaico fotográfico a partir de imágenes de drones, derecha: imagen LiDAR.

"Urbanismo temprano tropical"

"La cultura Casarabe encaja en el urbanismo temprano tropical de baja densidad que también existía en lugares del sudeste asiático, Sri Lanka o Centroamérica, lo que deja de lado la idea que la Amazonía occidental estaba escasamente poblada en la época prehispánica", indica el estudio.

La investigación se centra especialmente en Cotoca y Landívar, que eran los principales centros de una red de asentamientos regionales conectados por calzadas aún visibles que irradian desde estos sitios a lo largo de varios kilómetros, escriben los autores.

Los autores del estudio junto con la tripulación al frente del helicóptero que sobrevoló la zona con el escáner LiDAR.

El trabajo arqueológico apenas empieza

Ninguno de los dos ha sido todavía excavado y ahora, gracias al LiDAR, han descubierto "su magnitud", de la que es difícil hacerse una idea con los métodos tradicionales de observación debido a la densidad del bosque, según Iriarte.

Fuentes: ngespanol.com | dw.com | 26 de mayo de 2022

Cómo Teotihuacán conquistó una ciudad maya a 1.400 kilómetros de distancia

Los teotihuacanos caminaron más de 150 días para perpetrar el asedio a la ciudad de Tikal, en Guatemala (Foto: CUARTOSCURO, Foto: INAH)

Teotihuacán es considerada como una de las ciudades mesoamericanas más importantes de todos los tiempos. Tuvo su auge durante el siglo III y VII d.C., logrando esparcir su influencia del norte del país hasta la región centroamericana. Sin embargo, poco se conoce sobre cómo fue que su poderío llegó tan lejos.

En realidad, tampoco se conoce mucho sobre su origen ni de las causas exactas de su ocaso en el siglo VII d.C., por lo que se mantiene como una de las civilizaciones más enigmáticas. Se narra que los mexicas al llegar a la región, encontraron la ciudad de Teotihuacán en ruinas. Por su parte hay evidencia de la influencia de dicha cultura en lugares tan lejanos como el centro ceremonial de Chichen-Itzá.

Los teotihuacanos, ubicados en el Altiplano Central mexicano, lograron conquistar varias ciudades mayas. Aunque este hecho ya se conocía, hasta ahora era un misterio cómo lograron tomar la poderosa capital maya de Tikal o la fecha en que sucedió.

Durante el ciclo de conferencias “La arqueología hoy”, coordinado por el investigador del Instituto de Antropología e Historia (INAH), Leonardo López Luján, se reveló que la toma de la ciudad maya fue gracias al apoyo de diversos grupos y señoríos de la zona, que apoyaron a los teotihuacanos para salir victoriosos.

La ciudad de Naachtun fue clave en la toma de Tikal (Foto: INAH).

Se trata, precisamente, del pueblo de Naachtun, el cual fungió como brazo armado de Teotihuacán en la región, ayudando a los invasores a perpetrar la hazaña. Este hecho fue revelado gracias a la interpretación de estelas en el sitio arqueológico de dicho pueblo, en Guatemala, principalmente la Estela 24, la cual ha iluminado con precisión el gran suceso histórico.

El arqueólogo francés del Centro Nacional para la Investigación Científica, Philippe Nondédéo (izquierda), fue el responsable de llevar a cabo la investigación, dando a conocer que una de las fechas más importantes de dicha estela es el 11 Eb’, que corresponde al 16 de enero del año 378 d.C. Esta fecha es en la que los teotihuacanos tomaron la ciudad de Tikal, actualmente ubicada al norte de Guatemala.

Gracias al estudio de los grabados en roca fue posible para el doctor en Antropología, Etnología y Prehistoria por la Universidad de París el poder interpretar las fechas y relacionarlas con los acontecimientos escritos en ellas, para determinar en qué momento histórico fue que se dio el ataque teotihuacano sobre la zona y qué elementos fueron lo que determinaron su victoria.

No obstante, señaló que el problema de la Estela 24 fue que gran parte de su información concerniente a estas fechas se encontraba en la parte superior, la cual ya no se encuentra. Sin embargo, conjugando la información legible con la de la Estela 23, pudo reconstruir otros sucesos ocurridos en el año 378.

La Estela 24 de la zona arqueológica de Naachtun, Guatemala, fue lo que reveló la fecha de la invasión (FOTO: INAH).

En la Estela 23 se ilustra cómo en el pueblo Naachtun inicia la dinastía Suut’z (cuya traducción es Murciélago), la cual gobernó durante un período aproximado del año 150 al 550 de nuestra era. Aunque, se precisa que dicha dinastía comenzó como un gobierno local.

Por su parte, la Estela 24 indica también el inicio de la instauración de dicha dinastía, 14 años antes de la toma de Tikal (en el 363 d.C.); hecho también plasmado en la misma fuente. Hacia el 378, se menciona que el gobierno de Naachtun ya es un “señor sagrado”.

Este dato, para Nondédéo indica que el poderío de esta cultura maya incrementó debido al apoyo que Teotihuacán pudo haberles dado, a cambio de su participación en el ataque de Tikal. Dicha ayuda pudo haberse dado en armamento, comida, guías en la selva maya, así como de guerreros. De esta manera, la categoría de la ciudad se elevó, dotando a Naachtum de más poder militar y, por ende, la capacidad de hacerle frente a otros señoríos y capitales mayas, como Calakmul.

De Teotihuacan a Tikal, el camino es de 155 días caminando (FOTO: INAH)

La influencia de Teotihuacán sobre Naachtum y otras ciudades de la región maya se refleja en la arquitectura: edificios tipo laúd-tablero o el uso materiales como la obsidiana lleva desde el altiplano.

Sin embargo, la caída de la ciudad teotihuacana, derivado de diversos conflictos internos o problemas climáticos, también significó que sus ciudades satélite perecieran ante sí mismas o sus enemigos. En el caso de Naachtum, las estelas y la evidencia de materiales apuntan que en el año 550 la ciudad cayó ante Calakmul, gobernada por la dinastía Kanul quien conquistó una extensa región maya en los siglos venideros.

Se estima que para el asedio de Tikal, los teotihuacanos caminaron 155 días y fueron guiados y acompañados por tropas mayas.

Fuente: infobae.com | 27 de mayo de 2022

El primer genoma de una víctima de Pompeya abre una ventana a la vida en la antigua Roma

La pareja, un hombre y una mujer, fueron encontrados sobre el 'triclinium' que los romanos usaban para comer. La fotografía, tomada en 1933, muestra tal y como los hallaron. NOTIZIE DEGLI SCAVI DI ANTICHITÀ

Una nube de gas y ceniza cubrió la ciudad de Pompeya en el año 79 d.C. La materia expulsada por la erupción del Vesubio causó miles de víctimas y, al mismo tiempo, preservó muchos de los cuerpos, innumerables objetos de su vida cotidiana y gran parte de la arquitectura. Un sarcófago de ceniza que ofrece, casi dos milenios después, una ventana única a la vida en el Imperio romano.

En el siglo XIX el arqueólogo Giuseppe Fiorelli creó una técnica que permitía la realización de moldes detallados de las víctimas halladas en las excavaciones, gracias al vertido de yeso en las pequeñas cavidades que los cuerpos encapsulados dejaron en la ceniza. Una forma de reconstruir la apariencia de los antiguos pompeyanos con los medios de la época.

En los últimos años, las nuevas tecnologías, como los escáneres 3D o los análisis genéticos, han abierto una nueva etapa respecto a lo que las ruinas de Pompeya pueden enseñarnos. Este jueves se publica en la revista Scientific Reports la primera secuenciación del genoma de un individuo hallado entre las ruinas de Pompeya. Hasta ahora, sólo tramos cortos de ADN mitocondrial de restos humanos y animales habían podido ser analizados. En este caso, un equipo de investigadores ha examinado los restos de dos individuos que se encontraron en la llamada 'Casa del Artesano'.

La erupción del Monte Vesubio, una de las mayores catástrofes de la historia, se cobró más de 2.000 vidas. La mayoría de ellos están en exhibición en el Parque Arqueológico de Pompeya. Imagen: Darko Mlinarevic – Istockphoto.

La forma, la estructura y la longitud de los esqueletos permitieron a los científicos concluir que uno de ellos pertenecía a un hombre, de entre 35 y 40 años, mientras que el otro correspondía a una mujer de más de 50. Los autores pudieron extraer y secuenciar el ADN antiguo de ambos individuos, pero sólo han logrado secuenciar el genoma completo del hombre debido a varias lagunas en las secuencias obtenidas de los restos de la mujer.

Esta información genética ha sido comparada con la de otros 1.030 individuos que vivieron en la antigüedad y con la de 471 habitantes modernos de Europa y Asia menor. Los resultados indican que el genoma presenta muchas similitudes con las personas que hoy en día viven en el centro de la península itálica y con el de otros individuos que vivieron allí durante la época imperial. Sin embargo, los análisis del ADN mitocondrial y del cromosoma Y también han identificado grupos de genes que se encuentran hoy en la isla de Cerdeña.

"Eso no significa que esta persona proceda de una familia de Cerdeña", aclara Thomaz Pinotti (izquierda), genetista en las universidades de Minas Gerais y Copenhague. "Creemos que sus linajes materno y paterno tienen una fuente común de ascendencia neolítica compartida en Anatolia. El hecho de que ese linaje actualmente no se encuentre en la Italia continental podría explicarse por la homogeneización de la ascendencia genética en la península itálica tras el Imperio romano o por el relativo aislamiento de Cerdeña". En base al descubrimiento, los investigadores añaden que los niveles de diversidad genética en la península itálica durante esta época pueden ser más altos de lo que se pensaba.

Aunque los expertos secuenciaron el ADN de un hombre y una mujer, solo pudieron secuenciar el genoma completo de los restos del hombre. Fotografía: Serena Viva.

ENFERMO DE TUBERCULOSIS

El ADN se hereda de los antepasados, lo que significa que el número de antecesores conectados con un individuo crece exponencialmente a lo largo de las generaciones (2 padres, 4 abuelos, 8 bisabuelos, etc.). Eso implica también que, normalmente, las poblaciones que viven en un mismo lugar comparten varios antepasados, lo que permite identificar el origen de un linaje genético en una región o grupo particular. "Esencialmente, nuestros análisis se basan en medir la cantidad de ancestros que comparten diferentes pares de individuos/poblaciones", añade Pinotti.

Por otro lado, el análisis del esqueleto les permitió identificar lesiones en una de las vértebras del hombre. En paralelo, hallaron secuencias de ADN que suelen encontrarse en bacterias del grupo Mycobacterium, al que pertenece la causante de la tuberculosis. Ambos descubrimientos indican que es muy probable que el individuo habría estado infectado por un tipo de tuberculosis espinal antes de su muerte.

Fotografía y radiografía digital de la cuarta vértebra lumbar (L4) afectada por espondilodiscitis tuberculosa del individuo A.

ANÁLISIS DESTRUCTIVO

Los autores explican que ha sido posible recuperar con éxito el ADN antiguo porque los materiales piroclásticos liberados durante la erupción han proporcionado una protección particular contra los factores ambientales que degradan el material genético, como el oxígeno atmosférico. Al mismo tiempo, el hallazgo demuestra la posibilidad de recuperar información genética de otros restos humanos de Pompeya a través de nuevas técnicas.

"Aunque el ADN es una molécula relativamente estable, se degrada con el tiempo en presencia de agua y oxígeno", explica Gabriele Scorrano (izquierda), investigador en el departamento de Biología de la Universidad de Roma. "Es difícil responder cuánto tiempo debe pasar antes de que el ADN sea demasiado escaso para que podamos secuenciarlo, pero sabemos que las altas temperaturas (como es el caso en los trópicos) acortan considerablemente el tiempo que dura el ADN. Y, dado que los cuerpos de Pompeya estaban envueltos en cenizas a alta temperatura, esperábamos hallar poco material para los análisis".

Sin embargo, los investigadores emplearon un método de extracción que permitió conseguir una cantidad suficiente en la parte densa del hueso temporal. Aunque los autores aclaran que este procedimiento no se puede utilizar en todos los restos. "Una cosa que debe quedar clara es que la extracción de ADN es un tipo de análisis destructivo", matiza Scorrano, "así que, aunque es difícil saber cuántos individuos serían susceptibles de un análisis de ADN en Pompeya, tampoco se pueden realizar intervenciones a tan gran escala, y menos en un yacimiento con una conservación y una importancia tan singulares".

Fuentes: elmundo.es | olhardigital.com | 26 de mayo de 2022