Una nueva investigación sugiere que la agricultura no fue responsable del crecimiento de la población prehistórica


Estudiantes de la Universidad de Wyoming excavan un refugio de piedra prehistórico en las montañas Bighorn, al norte de Wyoming, durante el verano de 2015. Los hogares excavados en sitios como este han proporcionado muchas de las dataciones obtenidas mediante radiocarbono, las cuales muestran que los cazadores-recolectores de las regiones de Wyoming y Colorado crecieron al mismo ritmo que las sociedades agrícolas de Europa. (UW Foto)


Las poblaciones humanas prehistóricas de cazadores-recolectores en las regiones que actualmente constituyen los estados de Wyoming y Colorado (EE.UU), crecieron al mismo ritmo que las sociedades agrícolas de Europa, según un nuevo análisis mediante radiocarbono llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Wyoming.

Los resultados desafían la opinión generalizada de que el advenimiento de la agricultura, hace 10.000-12.000 años, aceleró el crecimiento de la población humana. La investigación se publicó esta semana en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS), una importante revista científica.
El autor principal del artículo es Jabran Zahid, del Harvard-Smithsonian Center para la Astrofísica, en Cambridge, Massachusetts. Erick Robinson, investigador postdoctoral en el Departamento de Antropología de la Universidad de Wyoming, también participó en la investigación.

"Nuestro análisis muestra que las sociedades agrícolas en transición experimentaron la misma tasa de crecimiento que las sociedades forrajeras/recolectoras contemporáneas", dice Robert Kelly (izquierda), profesor de antropología de la Universidad de Washington y co-autor del artículo que aparece en PNAS.

"La misma tasa de crecimiento observada en poblaciones prehistóricas que habitaban en una diversidad de entornos, y la práctica de una variedad de estrategias de subsistencia, sugieren que el clima global y/u otros factores biológicos -no la adaptabilidad a las prácticas de subsistencia o medioambientales- regularon a largo plazo el crecimiento de la población humana durante la mayor parte de los últimos 12.000 años".

Mientras que la población humana del mundo actual crece en promedio un 1 por ciento al año, una investigación anterior ha demostrado que el crecimiento a largo plazo de la población humana prehistórica comenzó a partir de finales de la Edad de Hielo y era sólo el 0,04 por ciento anual. Eso ha sido verdad hasta hace unos 200 años, cuando una serie de factores condujeron a tasas de crecimiento más altas.

Para su investigación, los científicos de la Universidad de Wyoming y del Harvard-Smithsonian Center analizaron dataciones mediante radiocarbono en Wyoming y Colorado, las cuales fueron obtenidas principalmente en fogones de carbón vegetal que proporcionan un registro directo de la actividad humana prehistórica.

Para los seres humanos en las regiones de Wyoming y Colorado de hace entre 6.000 y 13.000 años -es decir, personas que se alimentaban de animales y plantas para sobrevivir- el análisis mostró una tasa de crecimiento anual, de largo plazo, del 0,041 por ciento, en consonancia con el crecimiento que tuvo lugar a lo largo de toda América del Norte. Durante ese mismo período, aunque las sociedades europeas estaban ya cultivando o realizando la transición hacia la agricultura, su tasa de crecimiento poblacional fue esencialmente la misma.



"La introducción de la agricultura, pues, no puede estar directamente relacionada con un incremento de la tasa anual del crecimiento de la población a largo plazo", escribieron los investigadores.

En general, tasas similares de crecimiento -alrededor del 0,04 por ciento- han sido medidas en poblaciones humanas prehistóricas a través de una amplia gama de geografías y climas, dicen los científicos. "Esta similitud en las tasas de crecimiento sugiere que los humanos prehistóricos se adaptaron eficazmente a sus entornos, de tal manera que la presión ambiental específica de las regiones no fue el principal mecanismo que reguló el crecimiento de la población a largo plazo".
En cambio, los factores que controlan el crecimiento de la población a largo plazo durante ese período probablemente fueron de naturaleza global, como el cambio climático o factores biológicos que afectan a todos los seres humanos, como las enfermedades.

Aunque la conclusión de que el crecimiento de la población en general se mantuvo estable alrededor de un 0,04 por ciento anual durante miles de años, el trabajo de investigación reconoce que hubo fluctuaciones en el corto plazo en las tasas de crecimiento de ciertas regiones, las cuales duraron desde unos pocos cientos de años a 1.000 años. Los autores sugieren además la necesidad de un análisis estadístico de las dataciones de radiocarbono de los restos humanos para estudiar los mecanismos que regulan el crecimiento de la población.

Fuente: Universidad de Wyomin

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Reportaje que muestra los descubrimientos de las 13 últimas campañas de excavación arqueológica en Egipto, siguiendo las huellas de Djehuty, el supervisor del tesoro de la reina Hatshepsut, la primera mujer faraón.

Los rostros y los nombres de ambos fueron borrados sistemáticamente hace 3.500 años para impedir su recuerdo.

El proyecto Djehuty trata de restaurar su memoria con un equipo internacional dirigido por José Manuel Galán, que investiga la necrópolis de Dra Abu el-Naga, en Luxor (Egipto).