Herrera (Sevilla) desentraña su tesoro

A poco menos de un kilómetro del casco urbano de Herrera (Sevilla), el tiempo da un salto atrás de dos milenios para sumergirse en los restos de unas termas romanas que salieron a la luz hace 30 años y que ahora se han revitalizado mediante un programa de la Junta que la dotó de personal para poder visitarla.

El conjunto termal de Herrera está datado a finales del siglo II y principios del III d.C., como explica la exconcejal de Cultura y actual técnico de Turismo del Ayuntamiento, Paloma Roldán, que recuerda que constituye un referente de las construcciones típicas de la arquitectura romana, destacando por su riqueza decorativa y la calidad de sus materiales.

De hecho, aunque buena parte de las paredes han desaparecido, los mosaicos que se conservan siguen siendo espectaculares. En estos días se lleva a cabo un proceso para la restauración de estos mosaicos, al tiempo que los programas de la Junta para dar empleo a mayores de 30 años y menores de 25 han hecho posible que se dote de personal a las termas para que puedan ser visitadas. No hace falta pagar entrada alguna. Basta con pedir cita previa en el Ayuntamiento.

Como suele ser habitual y sucede en lugares como Santiponce, con Itálica, o Aroche, con Turóbriga, solo se ha sacado a la luz una pequeña parte de lo que los romanos disfrutaron en su día. Lo descubierto en Herrera ocupa una extensión de 500 metros cuadrados y su hallazgo fue casual, con motivo de la construcción de un canal contra las inundaciones en 1990. Desde 2007 es un Bien de Interés Cultural.


Las visitas se han revitalizado en las últimas semanas mediante actividades concretas, según Roldán, e incluso una parte de los restos hallados se han destinado a un edificio del pueblo, erigido en Museo de la Arqueología de Medicina Antigua, donde se pueden ver elementos de la época usados por galenos de cara a la población asentada en la Herrera de hace dos milenios.

Casi a diario reciben a colegios e institutos de toda la comarca. En momentos concretos, como el Día Internacional de los Museos, los responsables de su nueva vida organizaron una velada nocturna. El concejal de cultura, Toni Mateos, recuerda que el equipo se esforzó para celebrar este evento, con luminarias que procedía de las ciento de velas colocadas en las termas. En ese ambiente, el público recibió información precisa de lo que estaba viendo, amenizado con una representación de la época, a cargo del grupo local de Teatro Escanpolo.

Se trata de darle vida todo el año a unas termas únicas, cuyo primeros vestigios fueron vinculados con un asentamiento rural romano. Lo primero que se encontró fue un pavimento que llamó la atención de forma inmediata. Las obras del canal se paralizaron, y una intervención arqueológica de emergencia en 1990 terminó por confirmar el tesoro de Herrera.


Los mosaicos son únicos

Pero si el conjunto termal es impresionante, sus mosaicos son únicos, y ahora, precisamente, se quieren poner en valor de nuevo mediante una restauración integral. En Herrera se han documentado siete mosaicos distintos, aunque el yacimiento no se ha librado del expolio, y una parte de los hallados en 1990 desapareció o fue dañado aún sin explicación.

Un estudio realizado por la Universidad de Barcelona y que recogió la revista Rómula cita que estos mosaicos muestran la representación hispánica más sobresaliente de un combate de boxeo. Se aprecia a dos boxeadores desnudos y, a la derecha, un árbitro vestido con una túnica y que lleva una vara con la que azuzar a los púgiles en caso de mostrarse demasiado defensivos o para detener golpes prohibidos.

Supone una de las representaciones que mejor han llegado a nuestros días de unos combates que, en la antigüedad, no tenían delimitación de tiempo ni se dividían en asaltos, sino que duraban hasta que el árbitro declaraba el final del combate o uno de los contendientes se retirase alzando el brazo y el dedo índice, pidiendo clemencia.


El Ayuntamiento de Herrera está llevando a cabo un proyecto de una réplica de este mosaico que ocupará el centro de la plaza Blas Infante, con una superficie de casi 37 metros cuadrados, lo que acercará más este patrimonio a sus vecinos y visitantes. De forma paralela, se trabaja en la conservación de los restos descubiertos, que tras su primera actuación de 1990 habían quedado paralizados, aunque protegidos todo lo posible.

Las termas de Herrera han vuelto a revivir tras una década de intenso trabajo. En 2007 se inició el Proyecto de Puesta en Valor del yacimiento, con la iniciativa de la creación de una escuela-taller de empleo apoyado por el Ayuntamiento. Entre 2009 y 2010 se realizaron nuevos trabajos de intervención, acondicionamiento y puesta en valor, en el marco del Proyecto Básico de Puesta en Valor y Construcción del centro de interpretación de Herrera, además de la excavación de nuevos espacios.

Como suele ser habitual con estos espacios arqueológicos, los trabajos no terminan nunca, pero cada día se descubre una parte de un tesoro que, poco a poco, está viendo la luz.

Fuente: elcorreoweb.com | 21 de noviembre de 2017

Anónimo

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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