El arte de la negociación romana

Fresco antiguo romano de la Necrópolis de Esquilino, datado c. 300-280 a.C. El fresco representa una escena política cordial entre un romano y un no romano. WIKIMEDIA COMMONS

A los romanos se los suele representar acuchillando y quemando en su camino a través de los países para asegurar su imperio. Pero un arqueólogo de la Universidad de Michigan sugiere que los mismos pueden haber "atrapado las moscas con miel".

En su apogeo, aproximadamente hacia el año 117, el Imperio Romano rodeaba el mar Mediterráneo, abarcando la actual Italia, España, Francia, Alemania, Europa del Este, Turquía, Siria y una franja en todo el norte de África. Desde la Edad Media, los historiadores han descrito esta expansión como una conquista militar, pero, a pesar de todo su alcance, dicha conquista proporciona poca evidencia de guerra o una interrupción del poder local dentro de los asentamientos excavados en Italia, según Nicola Terrenato.

Nicola Terrenato, arqueólogo de la Universidad de Michigan, sostiene en su nuevo libro que los romanos construyeron su imperio a través de la diplomacia política. Crédito: Nicola Terrenato

En tal sentido, Terrenato piensa que la élite de los terratenientes y políticos romanos ofrecieron puestos de poder a los nobles no romanos para atraerlos a su imperio. Una gran cantidad de inscripciones recientemente digitalizadas muestra que los aristócratas locales sobrevivieron a la conquista romana ilesos. Algunos de estos aristócratas incluso prosperaron como políticos en Roma.

"Parece que los romanos les dijeron: 'Vengan tranquilamente y sean parte de esto, y no solo conservarán su poder local, sino que también tendrán la oportunidad de participar en el gran destino de Roma'", declara Terrenato, autor del libro “The Early Roman Expansión into Italy” (“La temprana expansión romana en Italia”)
"La violencia existió, pero esto realmente no fue lo que hizo al Imperio Romano. Lo que lo constituyó fue la existencia de una diplomacia delicada e inteligente entre las élites terratenientes".

La investigación de Terrenato abarca décadas en la zona rural del centro de Italia, más concretamente en Gabii. En el proceso de su investigación, se dio cuenta que muy pocas de las aldeas y granjas en las regiones conquistadas reflejaban una destrucción relacionada con la guerra. Tales enclaves tampoco mostraban un cambio en el idioma o en las costumbres de las sociedades locales.

Si la conquista hubiera sido muy violenta, como generalmente es aceptado, Terrenato argumenta que uno esperaría encontrar evidencias de interrupción y cambios radicales en el liderazgo social. En su lugar, se constata que las estructuras sociales y económicas de estos asentamientos siguieron existiendo, y que las mismas familias que estaban en el poder antes de la expansión romana parecían mantener sus posiciones dominantes. Por ejemplo, dice Terrenato, las tumbas familiares de la nobleza local siguieron realizándose mucho después de producirse ese panorama supuestamente violento y catastrófico.

Teatro romano de Volterra (Italia), área de estudio del profesor Terrenato.

"Las evidencias arqueológicas te permiten ver la verdad material. Puedes tener historiadores antiguos que dicen que una ciudad fue saqueada y destruida, pero cuando la excavamos vemos que hay muy poca destrucción", dijo Terrenato. "Debió haber habido algún proceso de negociación mediante el cual los romanos y las élites no romanas locales llegaron a un gran acuerdo para gobernar el Imperio conjuntamente”.

Fuente: phys.org | 26 de junio de 2019
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Como complemento muy interesante a este post se recomienda leer la entrevista que la bioarqueóloga Kristina Killgrove realiza al profesor Nicola Terrenato en forbes.com

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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