Historias genéticas y organización social durante el Neolítico y la Edad del Bronce en Croacia

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Los entierros en Popova zemlja se realizaban en pozos a lo largo de las paredes de las casas con vasijas de cerámica cerca de sus cabezas. Crédito: © Borko Rožanković.

El campo de la arqueogenética ha contribuido sustancialmente a una mejor comprensión de cómo el movimiento y la mezcla de personas en Europa durante el Neolítico y la Edad del Bronce moldearon las ascendencias genéticas. Sin embargo, no todas las regiones están bien representadas en el registro arqueogenético. Para llenar este vacío, los investigadores de los Institutos Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig) y la Ciencia de la Historia Humana (Jena), la Universidad de Viena y colaboradores croatas de Kaducej Ltd., y el Instituto de Investigación Antropológica, han llevado a cabo la secuenciación completa de los genomas de 28 individuos de dos enclaves situados en la zona este de la actual Croacia y obtenido nuevos conocimientos sobre la historia genética y las estructuras sociales de esta región, los cuales han sido publicados en Scientific Reports.

El emplazamiento de la actual Croacia constituyó una encrucijada importante para los pueblos migrantes a lo largo del corredor del Danubio y la costa del Adriático, que unía el este y el oeste. "Si bien esta región es importante para comprender las transiciones culturales y de población en Europa, la disponibilidad limitada de restos humanos en la misma significa que el conocimiento profundo sobre la ascendencia genética y la complejidad social de las poblaciones prehistóricas sigue siendo escaso", dice la primera autora Suzanne Freilich (izquierda), investigadora de el Instituto Max Planck de Ciencias de la Historia Humana y la Universidad de Viena.

Con este objetivo, el equipo internacional de investigadores aludido se propuso cubrir este vacío. Uno de los enclaves estudiados contenía entierros predominantemente del Neolítico Medio, y el otro constituía una necrópolis de la Edad del Bronce Medio que contenía cremaciones e inhumaciones. Se secuenciaron los genomas completos de 28 individuos de ambos sitios. El objetivo era comprender tanto la ascendencia genética como la organización social dentro de cada comunidad, y, en particular, estudiar los patrones de residencia local, las relaciones de parentesco y aprender más sobre los variados ritos funerarios observados.

(a) Mapa que muestra la ubicación de los sitios arqueológicos analizados en el estudio. (b) Intervalos de radiocarbono y fechas contextuales combinadas con las muestras obtenidas.

Asentamiento neolítico medio en Popova zemlja

El asentamiento del Neolítico medio de Beli-Manastir Popova zemlja, que data de alrededor de 4.700–4.300 a. C., pertenece a la cultura Sopot. Muchos niños, especialmente niñas, fueron enterrados aquí, en concreto en pozos a lo largo de las paredes de las casas. "Una pregunta que se planteaba era si los individuos enterrados en los mismos edificios estaban relacionados biológicamente entre sí", dice Suzanne Freilich.

"Descubrimos que los individuos, aún con diferentes ritos funerarios, no diferían en su ascendencia genética, que era similar a la de las personas del Neolítico temprano. También encontramos un alto grado de diversidad de haplotipos, y que, a pesar del tamaño del lugar, no había individuos muy relacionados", agrega Freilich. Ello indica que esta comunidad era parte de una gran población, principalmente exógama, donde las personas se casaban fuera de su grupo de parentesco. No obstante, los investigadores también identificaron algunos casos de prácticas de apareamiento endogámico, incluidos dos individuos que habrían sido hijos de primos hermanos o equivalentes, algo que rara vez se encuentra en el antiguo registro de ADN.

Objetos funerarios de cerámica de Popova zemlja. Crédito: © Borko Rožanković

Necrópolis de la Edad del Bronce Medio en Jagodnjak-Krčevine

En el segundo sitio estudiado, la necrópolis de la Edad del Bronce Medio de Jagodnjak-Krčevine, la cual pertenece a la cultura de cerámica incrustada de Transdanubia y data de alrededor de 1.800-1.600 a. C. "Este sitio contiene entierros que son ampliamente contemporáneos con algunos individuos de la costa dálmata, y queríamos averiguar si los individuos de estas diferentes ecorregiones tenían una ascendencia similar", dice Stephan Schiffels (izquierda).

Los investigadores encontraron que la gente de Jagodnjak en realidad tenía una ascendencia muy distinta debido a en esta había una presencia significativamente relacionada con los cazadores-recolectores de Europa occidental. Este perfil de su ascendencia está presente en una pequeña cantidad en otros genomas estudiados más al norte en la cuenca de los Cárpatos. Los nuevos resultados genéticos respaldan la evidencia arqueológica, la cual sugiere una historia poblacional compartida en estos grupos, así como la presencia de redes de comercio e intercambio.

"También hemos encontrado que todos los individuos masculinos en este lugar tenían haplotipos del cromosoma Y idénticos", dice Freilich. "Identificamos a dos varones parientes de primer grado, de segundo grado y más lejanos, mientras que la única mujer de nuestra muestra no tenía ningún parentesco. Esto apunta a una organización social patrilocal en la que las mujeres abandonan su propia casa para ir a unirse a la casa de su marido". A diferencia del sitio del Neolítico Medio en Popova zemlja, el parentesco biológico fue un factor de selección para ser enterrado en este sitio. Además, los investigadores encontraron evidencias de ricas tumbas infantiles, lo que sugiere que probablemente heredaron su estatus o riquezas de sus familias.

Foto: Tumba 34 de la Edad del Bronce Medio en Jagodnjak-Krčevine, Croacia.

Llenar un vacío en el registro arqueogenético

La investigación realizada ha permitido comprender mejor el registro arqueogenético de esta región, caracterizar las diversas ascendencias genéticas y analizar las organizaciones sociales que estaban presentes en el este de Croacia durante Neolítico y la Edad del Bronce. En el mismo estudio también se destaca las historias de población heterogéneas de los grupos de la Edad del Bronce costeros y del interior en general contemporáneos, así como de sus conexiones con comunidades más al norte, en la cuenca de los Cárpatos. Además, se arroja luz sobre el asunto de los entierros intramuros del Neolítico, lo cual ha sido debatido entre arqueólogos y antropólogos durante algún tiempo. Los autores muestran que, en el sitio de Popova zemlja, este rito de enterramiento no estaba asociado con el parentesco biológico, sino que muy probablemente estaba más relacionado con los sistemas de creencias de la comunidad neolítica.

Objetos funerarios de cerámica de Popova zemlja. © Borko Rožanković

Hasta ahora, pocos estudios arqueogenéticos se han centrado en patrones de diversidad genética y organización social dentro de una comunidad. "Si bien los estudios a gran escala son inestimables para caracterizar patrones de diversidad genética en un marco temporal y espacial tan amplio, se necesitan más estudios regionales, e incluso de un solo enclave como este, a fin de obtener más información sobre la organización comunitaria y social, la cual puede variar dentro de un mismo sitio", dice Freilich. "Al mirar al pasado con una lente más estrecha, la arqueogenética puede arrojar más luz sobre cómo se organizaron las comunidades y las familias".

Fuente: Max Planck Institute | 18 de agosto de 2021

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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