Un evento glacial masivo en el Atlántico Norte, hace 1,12 millones de años, interrumpió la ocupación humana temprana en Europa

Evento de enfriamiento del Atlántico Norte hace 1,127 millones de años, que contribuyó a la despoblación del sur de Europa. El sombreado rosa en el mapa resalta las áreas donde las primeras especies humanas sufrieron una reducción importante en la idoneidad del hábitat debido al enfriamiento, la sequía y la reducción de los recursos alimentarios. (Crédito de la foto de cráneo de Homo erectus, Axel Timmermann)

Un nuevo estudio publicado en la revista Science describe que hace alrededor de 1,12 millones de años (Ma), un evento de enfriamiento masivo en el Atlántico Norte, y los cambios correspondientes en el clima, la vegetación y los recursos alimentarios, interrumpieron la ocupación humana temprana de Europa.

El estudio publicado por un grupo internacional de científicos del Reino Unido, Corea del Sur y España presenta evidencia observacional y de modelado que documenta que el estrés climático sin precedentes cambió el curso de la historia humana temprana.

Los humanos arcaicos, conocidos como Homo erectus, se mudaron de África a Eurasia central alrededor de 1,8 Ma. A partir de ahí se extendieron hacia el oeste de Europa, llegando a la península ibérica hace alrededor de 1,5 Ma. Inicialmente experimentaron condiciones climáticas bastante suaves, por lo que estos grupos humanos establecieron un punto de apoyo en el sur de Europa, tal como lo documentan varios fósiles datados y herramientas de piedra de este período. Pero, dada la creciente intensidad de los ciclos glaciales en Europa desde 1,2 Ma en adelante, se desconoce cuánto tiempo vivieron los primeros humanos en esta área y si la ocupación se vio interrumpida por el empeoramiento de las condiciones climáticas.

Foto: Cráneo de un Homo erectus (deominado también 'Pithecantropus VIII'), procedente del yacimiento de Sangiran (Isla de Java, Indonesia). HISAO BABA NATIONAL MUSEUM OF NATURE AND SCIENCE.

Para comprender mejor las condiciones ambientales que experimentaron las primeras especies humanas en Europa, un equipo de expertos en polen, oceanógrafos, modeladores climáticos, arqueólogos y antropólogos, combinó datos de núcleos de sedimentos oceánicos profundos del Atlántico subtropical oriental con un nuevo modelo climático de supercomputadora y simulaciones de modelos de hábitats humanos que cubren el período del evento de despoblación.

El tamizado de miles de granos polen de plantas pequeñas, almacenados en el núcleo de sedimentos oceánicos, y el análisis de compuestos orgánicos sensibles a la temperatura dejados por algas diminuta, que vivieron hace más de un millón de años, los científicos descubrieron que hace alrededor de 1,127 Ma , el clima sobre el este del Atlántico Norte y las tierras adyacentes se enfriaron repentinamente en 7º C.

“Este enfriamiento masivo marca uno de los primeros eventos estadiales terminales en el registro paleoclimático. Ocurrió durante la última fase de un ciclo glacial, cuando las capas de hielo se desintegraron, liberando grandes cantidades de agua dulce en el océano y provocando cambios en la circulación oceánica y una expansión del hielo marino hacia el sur”, dice el profesor Chronis Tzedakis (izquierda), del University College London (UCL), y autor principal del estudio.

Los datos de polen extraídos del núcleo de sedimentos oceánicos se suman a este escenario: “Los ríos y los vientos llevar polen diminuto desde la tierra adyacente al océano, donde se hunden y se depositan en las profundidades del océano. Según nuestro análisis de polen del núcleo de sedimentos oceánicos, el evento de enfriamiento del Atlántico Norte cambió la vegetación de Europa occidental a un paisaje semidesértico inhóspito”, agrega la Dra. Vasiliki Margari (derecha), de UCL, y autora también principal del estudio.

Para cuantificar cómo los primeros humanos pudieron haber reaccionado a una anomalía climática sin precedentes, los científicos del Centro IBS para la Física del Clima (ICCP), en Corea del Sur, realizaron nuevas simulaciones de modelos informáticos para este período. Al agregar agua dulce glacial al Atlántico Norte, la Dra. Kyung-Sook Yun y la estudiante de doctorado Hyuna Kim pudieron reproducir características clave del evento estadial terminal, tales como las condiciones frías y secas del sur de Europa.

“Posteriormente, hemos usado esta simulación del modelo climático global como entrada para un modelo de hábitat humano, que determina si ciertas condiciones ambientales eran adecuadas para los primeros 'Homo erectus' o no. Descubrimos que en muchas áreas del sur de Europa, las primeras especies humanas como el 'Homo erectus' no habrían podido sobrevivir”, describe el profesor Axel Timmermann (izquierda), director del ICCP en la Universidad Nacional de Pusan ​​y coautor del estudio.

Cráneo de Homo antecessor. Atapuerca.

Aunque el evento de enfriamiento solo duró unos 4.000 años, la falta de herramientas de piedra y restos humanos durante los próximos 200.000 años aumenta aún más la posibilidad de una pausa prolongada en la ocupación del continente europeo. Europa fue repoblada de nuevo hace unos 900.000 años por un grupo al que a menudo se hace referencia como Homo antecessor. Este grupo y sus descendientes fueron mucho más resistentes, porque pudieron adaptarse a la creciente intensidad de las condiciones glaciales en Europa.

“Nuestro estudio sobre climas pasados ​​documenta la sensibilidad de la vegetación del sur de Europa y los recursos alimentarios humanos a los cambios de temperatura del Atlántico Norte. Este resultado se suma a la creciente evidencia de que nuestra historia humana ha sido moldeada por cambios climáticos pasados”, concluye el profesor Timmermann.

Juan Luis Arsuaga (derecha), codirector de loa yacimientos de Atapuerca y uno de los mayores conocedores de la evolución humana, cuestiona las principales conclusiones de este trabajo. “Los testigos marinos son de gran importancia, pero hacen falta registros terrestres y no vemos flora y fauna árticas hasta la última glaciación (iniciada hace unos 110.000 años y acabada hace unos 10.000). La península ibérica nunca se congeló ni hubo permafrost hasta esta glaciación”, asegura.

Ya más en su terreno, el de los homínidos, recuerda que “el que no haya a día de hoy registro de fósiles humanos y sus utensilios de piedra en el periodo comprendido entre los primeros pobladores conocidos de Iberia y Homo antecessor no quiere decir necesariamente que no hubiera nadie viviendo en Europa en ese periodo intermedio. Puede ser que simplemente aún no hayamos encontrado evidencias de su presencia”. Entonces, ¿Qué pasó en ese lapso tras aquel evento de frío extremo? “No lo sabemos”, reconoce el paleoantropólogo.

Fuentes: Instituto de Ciencias Básicas | elpais.com | elespanol.com | 10 de agosto de 2023

Aníbal Clemente

Historia y Arqueología. Divulgando la Historia desde 1998. Bienvenidos a la Cultura.

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