El programa nuclear Islero. Cómo España pudo tener la bomba y no la tuvo

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Por Jesús de la Cruz. Geógrafo e Historiador.

Una de las cosas que define a los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU es su capacidad para poseer un arsenal atómico, lo que les otorga ventaja diplomática y disuade a otros rivales. Las armas nucleares han generado una cultura de disuasión entre las potencias, permitiendo que el temor mutuo dé lugar a una Pax Nuclear basada en el principio de la destrucción mutua asegurada. Sin embargo, existen peligros de que estas armas puedan caer en manos equivocadas, como el extremismo hindú o el yihadismo en Pakistán. En ambos países, la irracionalidad religiosa anula la doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD).
 
Pero el caso que nos concierne es el llamado Proyecto Islero, un proyecto que podría haber proporcionado a España una baza diplomática y disuasoria frente a terceros rivales, como Marruecos. Además, habría permitido que Europa contara con otra potencia nuclear aliada e integrada en la Europa federal. El proyecto Islero tuvo sus orígenes en el interés del General Franco por acceder a un dispositivo nuclear que disuadiera a cualquier potencia rival de atacar los intereses españoles. Surgió en el contexto de la Guerra de Ifni, cuando se concebía que Marruecos podría representar un desafío para nuestra soberanía sobre el Sáhara, Ceuta, Melilla o las Islas Canarias.

El proyecto estuvo liderado por Guillermo Velarde y se benefició del programa estadounidense “Un Átomo por la Paz”, que permitió a España acceder a tecnología nuclear civil a cambio de su uso exclusivamente con fines pacíficos. Además, contó con el apoyo tácito de la Francia del General de Gaulle, quien veía con buenos ojos que otra potencia continental tuviera acceso a estas armas para mantener un equilibrio y fortalecer Europa. A pesar de las transferencias tecnológicas, el proyecto no avanzaba a buen ritmo.


Sin embargo, todo cambió con el llamado “Incidente Palomares” en 1966. Durante este incidente, varias bombas termonucleares estuvieron a punto de explotar en España, pero por suerte no ocurrió ninguna catástrofe. La famosa foto del ministro de Información, Fraga (arriba), bañándose en una playa cercana se hizo viral, aunque no era la playa afectada. A pesar de este incidente, el Proyecto Islero permitió a Guillermo Velarde acceder a algo que solo estaba en manos de cuatro potencias mundiales: el proceso Teller-Ulam, necesario para la fabricación de bombas nucleares. este descubrimiento lo relata la BBC esta cita : “En su recorrido por la zona contaminada, Velarde observó piedras con superficies ennegrecidas y gran radiactividad. Al preguntar a un oficial estadounidense, descubrió que las bombas viajaban en aviones rodeadas de una esponja de poliestireno para evitar que chocaran entre sí, lo que hizo que el plutonio se incrustara en las rocas.

La explicación no convence a Velarde, que sospecha que el poliestireno juega en realidad un papel clave en una bomba termonuclear y empieza sus propias investigaciones para averiguar cuál es. Hasta que llega a la conclusión de que las bombas de Palomares se componen de una bomba de plutonio, una vasija con deuterio-tritio y entre estos dos elementos el poliestireno, que posibilita que el deuterio-tritio alcance la densidad y temperatura necesarias para que se produzca su explosión.”  

"España había tenido acceso a un proceso nuclear de alto secreto gracias a la perspicacia de Velarde. Este secreto estaba en manos de las cuatro grandes potencias, lo que situaba a España como el quinto país del mundo con la capacidad de construir bombas de hidrógeno.

A pesar de estos avances, el proyecto se vio obstaculizado cuando Franco decidió paralizarlo indefinidamente por temor a sanciones internacionales. Sin embargo, en 1971, el proyecto se reactivó por órdenes militares y con la ayuda indirecta de transferencia tecnológica de Francia, bajo los gobiernos de Charles de Gaulle y Georges Pompidou. De hecho, Francia estableció una empresa conjunta llamada HIFRENSA con España para construir un reactor nuclear. El interés de Francia radicaba en que veía con buenos ojos tener otra potencia aliada nuclear en Europa continental, lo que proporcionaría una proyección estratégica independiente de los Estados Unidos.

El almirante Luis Carrero Blanco (Izquierda)

La llegada a la presidencia del Gobierno del Almirante Carrero Blanco impulsó el proyecto, ya que el Almirante era partidario de tener una proyección estratégica propia y desarrollar un programa de armas atómicas disuasorias. De hecho, la forma de renunciar a ese programa era adquirir un compromiso total por parte de Estados Unidos: cualquier ataque de una potencia norteafricana sería respondido por Estados Unidos. Esto se lo propuso a Henry Kissinger, quien supuestamente respondió con un “NO”. Según se cree, Kissinger le mostró al Almirante el informe de Velarde, que exponía abiertamente lo que la CIA y la NSA advertían en varios informes: España podría desarrollar un programa nuclear de armas atómicas y termonucleares en un tiempo muy corto.    Al día siguiente, Carrero Blanco sería asesinado en un atentado con supuesta autoría de ETA. Fue un suceso turbio.

La muerte de Franco y la posterior de Carrero Blanco no puso fin al proyecto. De hecho, durante la democracia, el primer presidente Adolfo Suárez y su vicepresidente Gutiérrez Mellado mostraron inclinación por una política exterior autónoma de Estados Unidos y abogaban por desarrollar un programa de armas nucleares y termonucleares en España. Sin embargo, el presidente Carter estaba impulsando el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y llegó a amenazar a España con congelar las exportaciones de uranio enriquecido si no permitíamos inspecciones de la OIEA en nuestras instalaciones nucleares. En este contexto, se produjo el 23F, un episodio lleno de interrogantes. La llamada Ley de Secretos Oficiales, ampliada por los partidos PP y PSOE, contribuyó a mantener en secreto este período. En medio del contexto de un intento de golpe de Estado y con el gobierno secuestrado, se formó un llamado Gobierno de secretarios de Estado.

Curiosamente, la OIEA había acordado una reunión unas semanas antes (bajo el patrocinio de los Estados Unidos) entre el gobierno español y dicho organismo para negociar las ‘Garantías con la OIEA’ sobre el programa nuclear. Mientras el gobierno estaba secuestrado y era favorable al desarrollo del programa nuclear militar (tanto Suárez como Gutiérrez Mellado), uno de los secretarios de estado, Luis Magaña Martínez, que actuaba en nombre del gobierno provisional (ya que el gobierno legítimo estaba secuestrado), llegó a un acuerdo con la OIEA sin condiciones.

Según relata Francisco Gámez Balcázar, autor de El Secreto de la Bomba Atómica Española: La Intrahistoria de la Junta de Energía Nuclear y el Proyecto Islero, los documentos y notas de Luis Magaña Martínez enviados al director de la OIEA llegaron a manos del General Gutiérrez Mellado. Según se cuenta en el libro, ni Suárez, ni Rodríguez Sahagún, ni él mismo habrían firmado ese acuerdo sin contrapartidas importantes por parte de Estados Unidos y la OIEA. De hecho, este hombre sería premiado más adelante, en 2011, con la Medalla al Mérito Constitucional.

Nuestra mejor oportunidad para disponer de armas de disuasión fue enterrada en una turbia reunión en medio de un golpe de Estado que secuestró al gobierno legítimo, favorable a continuar con el programa nuclear. Turbio, turbio.

La llegada del PSOE al gobierno terminaría de darle la estocada definitiva al proyecto, con la firma del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) a cambio de la seguridad de la integración de España en la CEE.

Aún existen muchas lagunas sobre el 23F y sobre el proyecto Islero debido a la ley de secretos oficiales, pero sería estrictamente necesario levantar el secreto para que los historiadores puedan estudiar de manera completa y compleja el período de la transición y la dictadura, y así comprender qué sucedió en España en esa época y cuáles fueron las decisiones tomadas para que nuestra memoria no muera.

Fuentes:

- Proyecto Islero, el plan de la España de Franco para conseguir la bomba atómica y por qué no llegó a hacerlo.  BBC. 24 de febrero de 2024 https://www.bbc.com/mundo/articles/c3g4rle4lm4o

- Muñoz Bolaños, Roberto. (2014). El Proyecto Islero. La bomba atómica española. Anatomía de la Historia.

- Special National Intelligence Estimate (23 de agosto de 1974). «Prospects for Further Proliferation of Nuclear Weapons». p. 36. https://nsarchive2.gwu.edu/NSAEBB/NSAEBB240/snie.pdf 

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