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El hallazgo de una 'escultura' de arena de una mantarraya en la costa de Sudáfrica puede ser el ejemplo más antiguo de cómo los humanos crearon una imagen de otra criatura

La forma de disco de la raya azul la habría hecho ideal para hacer un calco de la misma. Kyle Smith

La costa del cabo de Buena Esperanza, en el sur de Sudáfrica, ofrece muchas huellas sobre cómo vivieron nuestros antepasados ​​humanos hace entre 400.000 y 35.000 años, durante la época del Pleistoceno (comenzó hace unos 2,6 millones de años y terminó hace 11.700 años, según la Comisión Internacional de Estratigrafía). Estas huellas se hallan atrapadas en las dunas que alguna vez atravesaron, y que, hoy en día, están cementadas y preservadas por un tipo de roca conocida como eolianita.

Nuestro equipo de investigación ha estado estudiando esta zona desde 2008. Hemos descrito huellas fosilizadas de grandes animales del Pleistoceno, como leones, rinocerontes, elefantes, búfalos gigantes y cocodrilos, así como huellas dejadas por homínidos.

Luego, en 2018, uno de nuestros seguidores “científicos ciudadanos”, Emily Brink, vio una roca intrigante al este de Still Bay, a unos 330 kilómetros al este de Ciudad del Cabo. La roca era inusualmente simétrica y tenía una extraña forma como la de una raya, sin la cola. Después de un cuidadoso estudio de la roca, hemos publicado un artículo académico en la revista Rock Art Research en el que postulamos que representa una escultura de arena de una raya azul (Dasyatis chrysonata). Creemos que dicha escultura se pudo haber comenzado calcando un ejemplar, propiamente, en la arena.

Vista aérea (con dron) del área donde se encontró la supuesta escultura de arena. La flecha indica una figura humana a escala.

¿Por qué utilizamos palabras como “postular” y “creer”, en lugar de tener más confianza y ser más asertivos? En primer lugar, no podemos probar nuestra interpretación y otros no pueden refutarla. Por lo tanto, representa una especulación, aunque se trata de una especulación muy fundamentada basada en nuestro conocimiento de muchas decenas de miles de tales rocas. En segundo lugar, el paleoarte antiguo es poco común en el registro arqueológico y puede ser más difícil de reconocer que el arte más reciente: realmente no sabemos cuánto desconocemos.

Sin embargo, si nuestra interpretación es correcta, hay una serie de implicaciones:

  • Hacer esculturas de arena o “castillos de arena”, como a muchos de nuestros niños les encanta hacer hoy en día en las dunas y playas, es una actividad que se remonta al menos a la Edad de Piedra Media, hace unos 130.000 años.
  • Este sería el ejemplo más antiguo conocido de humanos creando una imagen de una criatura distinta a ellos mismos: una forma de arte representacional.

  • Tal imagen pudo ser un trampolín para el surgimiento posterior del arte representacional en las cuevas.

(a) La superficie superior y (b) la superficie inferior de la supuesta escultura de arena; las barras de escala están en cm.

Increíble simetría

La roca impresa se encontró a unos 30 kilómetros al este de la cueva de Blombos, famosa por su paleoarte. Esto incluye un grabado en ocre que data de hace 77.000 años y un dibujo (un hashtag) de 73.000 años .

Datar directamente el espécimen implicaba extraer un gran trozo de él, dañándolo así, algo que no estábamos dispuestos a considerar. Pero su datación mediante luminiscencia estimulada ópticamente sugiere que se creó durante la Edad de Piedra Media, hace unos 130.000 años.

El contorno y las proporciones casi perfectos son evidentes al comparar su simetría del espécimen con el de una raya azul. Ver la roca desde atrás muestra, incluso, una mayor simetría, así como evidencia de lo que parece ser un trozo de cola. (No encontramos evidencia de que la porción de la cola se haya roto recientemente y especulamos con que pudo haber sido "amputada" intencionalmente cuando se creó la escultura).

Superposición de un patrón simétrico de características de surcos en una imagen de la raya azul.

Sostenemos que o el artista tenía un talento fenomenal para registrar tales detalles o que la imagen pétrea fue calcada. Si se calcó, el ancho de la imagen, de menos de 30 centímetros, implica que se formó a partir de una raya macho o una hembra pequeña e inmadura.

La noción de calcar está relacionada tanto con el tamaño del especímen (similar al de una raya) como con su forma casi perfecta. Además, los múltiples niveles de simetría se dan no sólo en el contorno de la imagen pétrea y en las zonas correspondientes a las aletas, sino también en el patrón grabado en su superficie.

La simetría siempre es intrigante y puede tener varios orígenes, de los cuales sólo uno es humano. Pero siempre pide una explicación, y esos múltiples niveles de simetría respaldan un origen homínido: la posibilidad de que la combinación de múltiples características simétricas se deba únicamente al azar es, en nuestra opinión, remota. Los investigadores han informado anteriormente que los antiguos homínidos apreciaban y reconocían la simetría.

(a) El área del “muñón de la cola”, vista desde una perspectiva “posterior superior”; b) la zona del “muñón de cola”, vista desde una perspectiva “posterior inferior” (la roca ha sido volteada); las barras de escala están en cm y mm. L = izquierda; R = derecha.

El registro del arte antiguo

Entonces, ¿Dónde encaja nuestra postulada escultura de arena en el surgimiento del arte en el registro prehistórico?

El magnífico corpus de arte rupestre de Europa occidental, que comenzó hace unos 40.000 años, parece surgir abruptamente, como de la nada, precedido en su mayor parte por símbolos abstractos de diversos lugares del mundo. Hay un intervalo de alrededor de 90.000 años entre el momento en que se creó esta supuesta escultura de arena de una mantarraya y la aparición de esas obras de arte en las paredes de las cuevas prehistóricas de Europa, la más famosa de las cuales es la cueva Chauvet de Francia.

La raya azul (ilustración de Elaine Heemstra, reproducida con permiso de NISC – SAIAB).

El concepto de que el arte original del mundo está en la arena y, por tanto, que la arena es el lienzo original, proporciona tiempo suficiente para perfeccionar estas habilidades a lo largo de los milenios intermedios. La ausencia de este tipo de arte en el registro arqueológico puede atribuirse simplemente a la ausencia de rocas adecuadas conservadas de las épocas intermedias.

De hecho, los ammoglifos (patrones hechos en arena por homínidos ancestrales y ahora evidentes en la roca) sólo se han hallado en la costa sur del Cabo. Esto es un recordatorio de la rareza del paleoarte antiguo y la realidad del sesgo tafonómico: el cuero y la madera se descomponen más rápido que el hueso, que a su vez se descompone más rápido que la roca, y el paleoarte antiguo puede haber sido más común de lo que sugieren los escasos ejemplos que tenemos en el registro arqueológico. Además, nos recuerda que el arte rupestre antiguo tiene más formas que el grabado, la pintura o el dibujo.

Modelo de fotogrametría 3D de la superficie superior de la supuesta escultura de arena. Malla de color de fotogrametría utilizando 23 imágenes. Las fotografías se tomaron a una media de 26,9 cm de la superficie y el error de reproyección es de 0,542 pix. Las escalas verticales y horizontales están en metros.

Un trampolín

Sugerimos, por lo tanto, que el calco en la arena podría constituir un posible “trampolín” entre las imágenes abstractas y las imágenes de criaturas creadas “desde cero”. Un animal plano como una mantarraya habría proporcionado un modelo adecuado para ello, en comparación con variedades más tridimensionales. Hemos sugerido, tentativamente, una secuencia de progresión del paleoarte representacional desde el trazado inicial en la arena hasta la creación de imágenes en la misma (mediante copia o de memoria) y luego al arte rupestre.

El arte es una parte muy importante de nuestra existencia como seres humanos. Esto significa que las ideas sobre cómo y cuándo comenzó son de interés e importancia para muchos. Si nuestra sugerencia es correcta, no sólo haría retroceder el tiempo en que nuestros ancestros lejanos trataron de crear arte de otra especie por primera vez, sino que también podría ayudar a explicar lo que hasta ahora parecía enigmático: la aparición aparentemente repentina de obras de arte magníficas en las paredes de las profundidades de cuevas en Europa Oriental.

Fuente: theconversation.com | 31 de marzo de 2024

Por:

  1. Investigador asociado, Centro Africano de Paleociencia Costera, Universidad Nelson Mandela

  2. Científico jefe emérito, NRF-SAIAB, Fundación Nacional de Investigación

¿Por qué los humanos modernos reemplazaron a los neandertales? La clave podría estar en nuestras estructuras sociales

Arte rupestre que muestra una danza ritual de cazadores-recolectores; Kondoa, Tanzania. Nick Longrich.

¿Por qué los humanos modernos se apoderaron del mundo mientras nuestros parientes más cercanos, los neandertales se extinguieron? Es posible que simplemente ocurrió porque eramos más inteligentes, pero sorprendentemente hay poca evidencia de que ello sea cierto.

Los neandertales tenían grandes cerebros, lenguaje y herramientas sofisticadas. Realizaron manifestaciones artística y adornos corporales. Fueron inteligentes y sugirieron una curiosa posibilidad. Quizás las diferencias cruciales no estaban a nivel individual, sino en nuestras sociedades.

Hace 250.000 años, Europa y Asia occidental eran tierras de neandertales. El Homo sapiens habitó el sur de África. Las estimaciones varían, pero quizás hace 100.000 años, los humanos modernos emigraron fuera de África. Pero Hace 40.000 años los neandertales desaparecieron de Asia y Europa, siendo reemplazados por los humanos modernos. Su lento e inevitable reemplazo sugiere que los humanos tenían alguna ventaja, pero no fácil saber cuál era.

Los antropólogos alguna vez vieron a los neandertales como brutos tontos. Pero recientes hallazgos arqueológicos muestran que rivalizan con nosotros en inteligencia. Los neandertales dominaron el fuego antes que lo hiciera el Homo sapiens. Eran cazadores mortales, realizaban caza mayor como mamuts y rinocerontes lanudos, y animales pequeños como conejos y pájaros. Recogían plantas, semillas y capturaban mariscos. Cazar y buscar alimento de todas esas especies exigía un conocimiento profundo de la naturaleza.

Los neandertales también tenían un sentido de la belleza, fabricaban cuentas y realizaban pinturas rupestres. Eran personas espirituales que enterraban a sus muertos con flores. Los círculos de piedra encontrados dentro de las cuevas pueden ser santuarios neandertales. Y, al igual que los cazadores-recolectores modernos, la vida de los neandertales probablemente estuvo impregnada de superstición y magia; sus cielos llenos de dioses y las cuevas habitadas por espíritus ancestrales.

Luego está el hecho de que el Homo sapiens y los neandertales tuvieron hijos juntos. No éramos tan diferentes. Pero nos encontramos con los neandertales muchas veces, durante muchos milenios, y siempre con el mismo resultado. Ellos desaparecieron y nosotros nos quedamos.

Hachas de mano de neandertales, Aisne, Francia. Museo Metropolitano de Arte

La sociedad cazadora-recolectora

Puede ser que las diferencias clave fueran menos a nivel individual que a nivel social. Es imposible entender a los humanos de forma aislada, como tampoco se puede entender a una abeja sin considerar su colonia. Valoramos nuestra individualidad, pero nuestra supervivencia está ligada a grupos sociales más grandes, como el destino de una abeja depende de la supervivencia de la colonia.

Los cazadores-recolectores modernos proporcionan nuestra mejor suposición sobre cómo vivieron los primeros humanos y neandertales. Personas como los Khoisan de Namibia y los Hadzabe de Tanzania reúnen a sus familias en grupos errantes de entre diez y sesenta personas. Las bandas se combinan en una tribu poco organizada de mil personas o más.

Estas tribus carecen de estructuras jerárquicas, pero están unidas por un idioma y una religión compartidos, matrimonios, parentescos y amistades. Las sociedades neandertales pueden haber sido similares, pero con una diferencia crucial: grupos sociales más pequeños.

Los neandertales vivían en grupos más pequeños. Esteban De Armas/Shutterstock

Tribus muy unidas

Lo que apunta a esto es la evidencia de que los neandertales tenían una menor diversidad genética.

En poblaciones pequeñas, los genes se pierden fácilmente. Si una persona de cada diez es portadora del gen del pelo rizado, entonces, en un grupo de diez personas, una muerte podría eliminar ese gen de la población. En un grupo de cincuenta, cinco personas portarían el gen: múltiples copias de seguridad. Entonces, con el tiempo, los grupos pequeños tienden a perder variación genética y terminan con menos genes.

En 2022, se recuperó ADN de huesos y dientes de 11 neandertales encontrados en una cueva en las montañas de Altai, en Siberia. Varios individuos estaban relacionados, entre ellos un padre y una hija; eran de una sola banda. Y mostraron una baja diversidad genética.

Como heredamos dos conjuntos de cromosomas (uno de nuestra madre y otro de nuestro padre), portamos dos copias de cada gen. A menudo tenemos dos versiones diferentes de un gen. Es posible que obtengas un gen para los ojos azules de tu madre y uno para los ojos marrones de tu padre.

Pero los neandertales de Altai a menudo tenían una sola versión de cada gen. Como informa el estudio, esa baja diversidad sugiere que vivían en grupos pequeños, probablemente con un promedio de sólo unas 20 personas.

Es posible que la anatomía neandertal favoreciera a los grupos pequeños. Al ser robustos y musculosos, los neandertales eran más pesados ​​que nosotros. Así que cada neandertal necesitaba más alimento, lo que significaba que el medio ecológico en que se desenvolvían solo podía sustentar a menos neandertales que a Homo sapiens.

Y es posible que los neandertales comieran principalmente carne. Los sujetos carnívoros obtendrían menos calorías de la tierra que las personas que comieran carne y plantas, lo que nuevamente conduciría a poblaciones más pequeñas.

La ley de Metcalfe. Nick Longrich.

El tamaño del grupo importa

Si los humanos modernos vivíamos en grupos más grandes que los neandertales esto nos habría aportado ventajas.

Los neandertales, fuertes y hábiles con las lanzas, probablemente eran buenos luchadores. Los humanos modernos, de complexión ligera probablemente, contrarrestaron dicha circunstancia usando arcos para atacar a distancia.

Pero incluso si los neandertales y los humanos modernos fueran igualmente peligrosos en la batalla, si los humanos también tuvieran una ventaja numérica podrían traer más combatientes y absorber más pérdidas en la lucha.

Las grandes sociedades tienen otras ventajas más sutiles. Las bandas más grandes tienen más cerebros. Es decor, más cerebros para resolver problemas, recordar tradiciones sobre animales y plantas, y técnicas para fabricar herramientas y coser vestimentas. Así como los grupos grandes tienen una mayor diversidad genética, tendrán también una mayor diversidad de ideas.

Y más gente significa más conexiones. Las conexiones de red aumentan exponencialmente con el tamaño de la red, siguiendo la Ley de Metcalfe. Una banda de 20 personas tiene 190 conexiones posibles entre sus miembros, mientras que una banda de 60 personas tiene 1770 conexiones posibles.

La información fluye a través de estas conexiones: noticias sobre personas y movimientos de animales; técnicas de fabricación de herramientas; y palabras, canciones y mitos. Además, el comportamiento del grupo se vuelve cada vez más complejo.

Consideremos las hormigas. Individualmente, las hormigas no son inteligentes. Pero las interacciones entre millones de hormigas permiten a las colonias construir nidos elaborados, buscar comida y matar animales muchas veces más grandes que una hormiga. Del mismo modo, los grupos humanos hacen cosas que ninguna persona puede hacer: diseñar edificios y automóviles, escribir elaborados programas informáticos, librar guerras, dirigir empresas y países.

Los humanos no son los únicos que tienen cerebros grandes (las ballenas y los elefantes los tienen) o que tienen grandes grupos sociales (las cebras y los ñus forman enormes manadas). Pero somos únicos al combinarlos.

Parafraseando al poeta John Dunne, ningún hombre –ni ningún neandertal– es una isla. Todos somos parte de algo más grande. Y a lo largo de la historia, los humanos formaron grupos sociales cada vez más grandes: bandas, tribus, ciudades, estados nacionales, alianzas internacionales.

Puede ser entonces que la capacidad de construir grandes estructuras sociales le diera al Homo sapiens una ventaja frente a la naturaleza y otras especies de homínidos.

Fuente: theconversation.com | 26 de marzo de 2024

Por

Profesor titular de Paleontología y Biología Evolutiva, Ciencias de la Vida en la Universidad de Bath, Universidad de Bath

Vinculan a los esquivos denisovanos de Altai (Siberia) con el 'Homo longi', de hace 150.000 años hallado en China

Foto: Reconstrucción del rostro de 'Homo longi'. Tenía el cráneo más grandes de todos los homínidos. Su enorme tamaño podría explicarse como una consecuencia para poder adaptarse y sobrevivir a las gélidas temperaturas de Harbin. Imagen: Ciceron Moraes.

Siguen siendo uno de los grupos de humanos más esquivos que han caminado sobre la Tierra. La evidencia de los rastros de ADN dejados por los denisovanos muestra que vivieron en la meseta tibetana, probablemente viajaron a Filipinas y Laos en el sur de Asia y podrían haber llegado al norte de China hace más de 100.000 años. También se cruzaron con los humanos modernos.

Sin embargo, el aspecto de los denisovanos, o cómo vivían, sigue siendo un misterio. Sólo un fragmento de mandíbula, algunos trozos de hueso y uno o dos dientes proporcionan alguna evidencia de sus características físicas. Su ADN, que se encontró por primera vez en muestras halladas en la cueva de Denísova, en Siberia, en 2010, proporciona la mayor parte de nuestra información sobre su existencia.

Pero recientemente los científicos han identificado un fuerte candidato a la especie a la que podrían haber pertenecido los denisovanos. Este es el Homo longi – o “hombre dragón” – de Harbin, en el noreste de China. Este fósil clave está formado por un cráneo casi completo con un cráneo tan grande como el de un humano moderno y una cara plana con pómulos delicados. La datación sugiere que tiene al menos 150.000 años.

"Ahora creemos que los denisovanos eran miembros de la especie 'Homo longi'", dijo la semana pasada el profesor Xijun Ni (izquierda), de la Academia China de Ciencias en Beijing. "Este último se caracteriza por una nariz ancha, cejas gruesas sobre los ojos y cuencas dentales grandes".

El posible vínculo de los denisovanos con el Homo longi es uno de los varios descubrimientos recientes de los investigadores que trabajan con estos humanos con quienes el Homo sapiens compartió el planeta durante cientos de miles de años. Incluso se piensa que podrían haber jugado un papel clave en nuestra propia evolución.

Científicos del Tíbet han descubierto un gen denisovano en la población local, resultado del cruce entre las dos especies en un pasado lejano. Fundamentalmente, se ha demostrado que este gen ayuda a los hombres y mujeres modernos a sobrevivir en altitudes elevadas.

Además, también se ha encontrado evidencias que respaldan el vínculo denisovanos-Homo longi hasta la meseta tibetana, donde los científicos comenzaron a estudiar una mandíbula encontrada inicialmente en una cueva remota a 3.000 metros sobre el nivel del mar por un monje budista, que la conservaba. como una reliquia.

Recreación artística de la especie 'Homo Longi', descrita a partir del cráneo de Harbin hallado en China. Chuang Zhao.

Se descubrió que el hueso no provenía de un humano moderno. Pero sólo cuando los investigadores comenzaron a estudiar la cueva donde se había descubierto originalmente la mandíbula hallaron que sus sedimentos eran ricos en ADN denisovano. Además, se descubrió que el fósil contenía proteínas que indicaban orígenes denisovanos.

"Era la primera vez que se hacía un hallazgo de un fósil denisovano fuera de Siberia y eso era muy importante", dice Janet Kelso (derecha), del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig, Alemania. “Igualmente intrigante fue el hecho de que la mandíbula tiene dientes similares a los encontrados en el 'Homo longi' . Así que creo que la evidencia sugiere un vínculo estrecho entre el cráneo de 'Homo longi' y los denisovanos”.

Esta opinión fue respaldada por el profesor Chris Stringer (izquierda), del Museo de Historia Natural de Londres. “Las evidencias respaldan la idea de que los denisovanos eran miembros de la especie 'Homo longi', pero aún nos faltan pruebas absolutas. Sin embargo, creo que eso llegará con el tiempo”.

"Un gran problema para los investigadores ha sido el hecho de que todavía no se ha encontrado ADN en fósiles chinos como el 'Homo longi'", añade Stringer. “Sus genes no han sobrevivido al paso del tiempo. Sin embargo, el uso de técnicas de proteómica puede proporcionar nuevos datos clave al respecto. Estos se centran en las proteínas de un fósil, que sobreviven mucho más tiempo que su ADN y podrían decirnos mucho más sobre esta especie”.

Foto: El cráneo hallado en Harbin (China) perteneciente al denominado 'Homo longi' (Hombre dragón). CELL

Investigaciones recientes también sugieren que los denisovanos podrían haber desempeñado un papel clave en la evolución de nuestra propia especie. El impacto del gen denisovano EPAS1, que se encuentra hoy en los tibetanos y les permite adaptarse a las grandes alturas, es un ejemplo. Pero también se ha encontrado ADN denisovano en otras poblaciones modernas, incluidas personas de Nueva Guinea, el norte de Australia y Filipinas, y parece haberles ayudado a combatir infecciones causadas por enfermedades como la malaria.

Los denisovanos se asentaron en áreas que cubrían una geografía muy variada, dijo Stringer. “Algunas eran calurosas y bajas, otras frías y montañosas. Representaban hábitats muy diversos, desde la meseta tibetana hasta islas como Sulawesi, en Indonesia”.

Por el contrario, los neandertales, el tercer gran grupo de humanos que evolucionó durante los últimos cientos de miles de años, se limitaron a los climas más fríos de una región que se extendía hacia el este, desde Europa hasta el sur de Siberia.

No se expandieron desde este entorno relativamente uniforme. Entonces, ¿la rica variedad de tierras adoptadas por los denisovanos es una señal de que eran capaces de tener un comportamiento mucho más diverso y adaptativo que los neandertales?, se preguntan ahora los científicos?

El Homo sapiens también parece haberse cruzado con los denisovanos en más de una ocasión. "De hecho, existe buena evidencia de que algunos humanos modernos se cruzaron con los denisovanos genéticamente distintos en múltiples ocasiones", dijo Kelso. "Esto sugiere que los dos grupos coexistieron durante un tiempo prolongado, y algunos estudios sugieren un último contacto hace tan sólo 25.000 años".

Lo más importante es que en aquella época los neandertales ya estaban extintos.

La investigación llevada a cabo por los arqueólogos Ni y Stringer también sugiere que de los tres grupos principales de humanos que evolucionaron en esta época, el Homo sapiens y el grupo Homo longi fueron los últimos en divergir en diferentes vías evolutivas, posiblemente hace un millón de años, con los neandertales. ramificándose incluso antes.

Sin embargo, Stringer asevera: "Los análisis de ADN han sugerido fechas de divergencia más recientes, siendo el 'Homo sapiens' el primero en separarse, por lo que esta es una cuestión crucial para futuras investigaciones".

"La frecuencia con la que nuestros caminos se cruzaron después de esa separación también es ahora un tema de intenso interés científico", añadió. "Tenemos mucho que aprender", concluye Stringer.

Fuente: theguardian.com | 30 de marzo de 2024

Hallan una nueva mano impresa en la Cueva de Maltravieso de Cáceres

El equipo de arqueólogos de la Junta realizará un análisis para datar las costras de calcita que tapan esta nueva figura.

El equipo de arqueólogos de la Junta de Extremadura ha localizado una nueva mano en negativo que amplía el registro de este tipo de figuras en la Cueva de Maltravieso de Cáceres hasta 61, "lo que incrementa el valor del yacimiento como uno de los enclaves fundamentales para el estudio del arte rupestre paleolítico en Europa”.

La Cueva de Maltravieso atesora un importante conjunto iconográfico que reúne símbolos (puntos, triángulos, discos, trazos), figuras de animales y, sobre todo, representaciones de manos, ha destacado este lunes el Ejecutivo regional en un comunicado. El origen de estas pinturas se remonta hasta el Paleolítico medio (hace más de 60.000 años) y su hallazgo ha sido clave para reconocer y valorar las capacidades simbólicas de los neandertales.

Réplica de la cueva de Maltravieso con huellas de manos de cuatro dedos de neandertales, Cáceres, España. WH_Fotos/Shutterstock.

A comienzos del mes de febrero, durante una visita de control a la cavidad cacereña, fue detectada la representación parcial de una pequeña mano en negativo colocada en posición horizontal y con los dedos orientados hacia la izquierda en relación a la posición del espectador. “Se reconocen únicamente los tres dedos centrales desde la zona de contacto con la palma, cuya escasa longitud invita a considerar la posibilidad de que pertenezca a un individuo infantil”, ha explicado la Junta. Ha precisado que el resto de la mano, especialmente "la zona de la palma, ha quedado completamente cubierta por recrecidos de calcita que se han depositado sobre la figura original”.

El hallazgo se ha producido en una de las zonas más profundas de la cavidad, la conocida como Galería de la Serpiente, en el interior de un pequeño divertículo de difícil accesibilidad, lo que ha provocado que esta representación haya permanecido inédita hasta el momento. Su presencia en esta zona de la cueva es especialmente significativa, según la Junta, ya que alberga las representaciones de manos más antiguas de Maltravieso.

El equipo de arqueólogos de la Junta realizará un análisis para datar las costras de calcita que tapan esta nueva figura, bajo la premisa de que “existe una relación entre ellas que excede la mera proximidad”. En este sentido, ha señalado que se trata de una figura que comparte una concepción similar con el resto de las huellas neandertales de esta parte de la gruta, que “no son manos con un carácter público, hechas para ser vistas de manera fácil y directa por las personas que transitaran en algún momento por este corredor, sino que se trata de figuras que tienen un carácter privado”.

Esto llevó a su autor a elegir un pequeño espacio, ajeno a la zona de tránsito principal, para dejar el negativo de una mano, “ejecutando una suerte de ritual estrictamente íntimo”, similar al que ya se percibía en las otras manos de cronología neandertal de la Galería de la Serpiente, donde se articularon dos únicos protagonistas: la propia pared de la cueva y la persona que dejó su huella sobre la misma, ha explicado el Ejecutivo extremeño.

La Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deporte ha iniciado contactos con técnicos e investigadores para impulsar la candidatura conjunta a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco de las cuevas de Maltravieso y Escoural (Portugal), “por la enorme importancia que para el arte rupestre mundial tienen las representaciones de Maltravieso, a día de hoy las más antiguas del mundo”, según la Junta.

Visita de Historia y Arqueología al Centro de Interpretación de Maltravieso:

Fuente: eldiario.es | 25 de marzo de 2024

La meseta persa se revela como un centro crucial en la migración humana temprana fuera de África

La meseta persa, el lugar más probable donde vivieron los antepasados ​​de todos los no africanos actuales durante los 20.000 años que siguieron a su migración fuera de África. Un periodo en el que también mezclaron sus genes con los de los neandertales.

Un nuevo estudio que combina evidencia genética, paleoecológica y arqueológica, ha revelado que la meseta persa es una ubicación geográfica fundamental que sirvió como centro para el Homo sapiens durante las primeras etapas de su migración fuera de África.

Esta revelación arroja nueva luz sobre el complejo viaje de las poblaciones humanas, desafiando la comprensión previa sobre la expansión de nuestra especie en Eurasia. Los antepasados ​​de todos los euroasiáticos, americanos y oceánicos actuales salieron de África hace entre 70.000 y 60.000 años.

Después de llegar a Eurasia, estos primeros colonos permanecieron inactivos durante algunos milenios como una población homogénea, en un área presumiblemente localizada, antes de expandirse fuera de la misma por todo el continente y más allá. Este evento sentó las bases para la divergencia genética entre los europeos actuales y los asiáticos orientales y puede datarse hace unos 45.000 años.

Cueva Pebdeh ubicada en el sur de las montañas Zagros. Pebdeh estuvo ocupada por cazadores-recolectores hace ya 42.000 años. Crédito: Mohammad Javad Shoaee

Por un lado, la dinámica que condujo a una colonización más amplia de Eurasia ya fue reconstruida por algunos de los autores en una publicación anterior de 2022, y se produjo a través de una serie de expansiones cronológica, genética y culturalmente distintas. Por otro lado, el área geográfica donde vivieron los antepasados ​​de todos los no africanos después de su salida de África, y que actuó como “centro” para los movimientos posteriores del Homo sapiens, ha sido objeto de un debate de larga duración, con la mayor parte de Occidente, Asia, el norte de África, el sur de Asia o incluso el sudeste asiático figurando entre los lugares potencialmente adecuados.

El estudio, "La meseta persa sirvió como centro para el 'Homo sapiens' después de la principal dispersión fuera de África", se publicó en Nature Communications y destaca un período crucial entre hace aproximadamente 70.000 y 45.000 años, cuando las poblaciones humanas no se extendieron uniformemente por Eurasia, dejando una brecha en nuestra comprensión de su paradero durante este período de tiempo.

Los hallazgos clave de la investigación incluyen:

1- La meseta persa como centro de asentamientos humanos tempranos: mediante la utilización de un enfoque genético novedoso, combinado con modelos paleoecológicos, el estudio reveló que la meseta persa es la región donde se originaron las oleadas de población que se asentaron en toda Eurasia.

2- Esta región surgió como un hábitat adecuado capaz de sustentar una población mayor en comparación con otras áreas de Asia occidental.

Combinación de análisis paleoecológicos y genéticos. En amarillo claro, dentro del marco negro, se encuentran las ubicaciones geográficas que son supuestas áreas focales de un centro poblacional y áreas habitables previstas. Las áreas se compilan sobre la base de al menos el 90% de los intervalos de tiempo inspeccionados por nuestros análisis paleoclimáticos o aquellos ubicados a lo largo de los ríos principales. En verde están las áreas habitables que podrían haber albergado a la población euroasiática basal.

3- Semejanza genética en poblaciones antiguas y modernas: El componente genético identificado en poblaciones de la meseta persa subraya su diferenciación duradera en el área, compatible con la naturaleza central de la región y es ancestral a los componentes genéticos ya conocidos que habitaron en la meseta persa.

4- Esta firma genética se detectó gracias a un nuevo enfoque que desentraña 40.000 años de mezcla de poblaciones y otros eventos confusos. Esta conexión genética subraya la importancia de la meseta persa como un lugar fundamental para los primeros asentamientos humanos y las migraciones posteriores.

Periferia de la meseta central iraní donde los humanos pueden haberse concentrado durante decenas de miles de años antes de dispersarse a otras partes de Asia. Foto de : Mohammad Javad Shoaee

El coautor del estudio, el profesor Michael Petraglia (izquierda), director del Centro Australiano de Investigación para la Evolución Humana de la Universidad Griffith, proporcionó una imagen mucho más clara de estos primeros movimientos humanos.

"Nuestro estudio multidisciplinario proporciona una visión más coherente del pasado antiguo, ofreciendo información sobre el período crítico entre la expansión Fuera de África y la diferenciación de las poblaciones euroasiáticas", dice el profesor Petraglia. "La meseta persa emerge como una región clave, lo que subraya la necesidad de realizar más exploraciones arqueológicas".

El primer autor, Leonardo Vallini (derecha), de la Universidad de Padua, Italia, dijo: "El descubrimiento aclara una parte de 20.000 años de la historia del 'Homo sapiens' fuera de África, un período de tiempo durante el cual interactuamos con poblaciones de neandertales, y arroja luz sobre las relaciones entre varias poblaciones euroasiáticas, al tiempo que proporciona pistas cruciales para comprender la historia demográfica de nuestra especie en Europa, Asia Oriental y Oceanía".

El autor principal, el profesor Luca Pagani (izquierda) añadió: "La revelación de la meseta persa como un centro de migración humana temprana abre nuevas puertas para la exploración arqueológica, lo que enriquece nuestra comprensión del viaje de nuestra especie a través de los continentes a la vez que destaca el papel fundamental de esta región en la configuración de la historia humana".

Fuentes: Universidad Griffith | eurekalert! | 25 de marzo de 2024

Descubren herramientas líticas del 'Homo sapiens' más antiguo que pobló la península ibérica en Guadalajara

Recreación de 'Homo sapiens'. SHUTTERSTOCK.

En la Serranía de Guadalajara, a una altitud de que supera por poco los 1.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el municipio de Tamajón, en el que actualmente viven poco más de 100 habitantes, en eso que llaman la España vaciada. Pues bien, en ese mismo lugar es en el que hace más de 27.000 años vivieron los que ahora se ha descubierto fueron los Homo sapiens más antiguos del interior de la península ibérica.

Así lo han demostrado y los resultados de una investigación desarrollada en el yacimiento de Los Enebrales, dentro del término municipal de Tamajón. Allí, desvela a ABC David Álvarez Alonso, uno de los miembros del equipo de investigadores y profesor del departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), han excavado en varios niveles con restos de ocupación que muestran actividad humana (industria lítica y restos de fauna) correspondiente con grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico superior (industria lítica y restos de fauna).

«Este estudio aporta nuevos datos sobre el poblamiento humano en una zona que tradicionalmente se ha pensado que estuvo deshabitada durante miles de años, desde la desaparición de los neandertales hasta la expansión del poblamiento por parte de los humanos anatómicamente modernos», destaca David Álvarez Alonso (izquierda), el cual ha participado en este proyecto dirigido por Jesús F. Jordá Pardo (UNED) y Juan Carlos Díez Fernández-Lomana (Universidad de Burgos).

Según explica, «los primeros 'Homo sapiens' en llegar a la Península son bastante anteriores a las fechas obtenidas en Los Enebrales, pero lo que conocemos de esas poblaciones se limita a las zonas periféricas de la Península, fundamentalmente el Cantábrico, la fachada mediterránea y la fachada atlántica. El interior peninsular siempre ha reflejado un aparente vacío entre las últimas ocupaciones neandertales, hace 41.000 años hasta hace unos 25-26.000 años, durante el periodo Solutrense, al que hasta ahora se adscribían las primeras ocupaciones de 'sapiens' en estas zonas interiores peninsulares».

Fotografías y dibujos de una plaqueta decorada hallada en Los Enebrales.

En su opinión, «esto seguramente es debido a un poblamiento de tipo diferente a lo largo de la Península y a cuestiones derivadas de la propia investigación que se ha realizado, y que puede generar vacíos de ocupación sobre los que hay que realizar comprobaciones». Por eso, indica, «los datos obtenidos en Los Enebrales confirman la existencia de un horizonte anterior al periodo Solutrense en el interior peninsular, adscrito al Gravetiense y datado en torno a 27.000, retrasando el comienzo de la primera presencia humana en los territorios interiores hasta ese momento y contribuyendo a ir desterrando poco a poco la idea de un interior peninsular vacío de población».

Restos líticos hallados en Los Enebrales: Buriles (1-3), Rascador (4), Punta gravetiense (5).

En el estudio, apunta Álvarez Alonso, se ha realizado un análisis cronoestratigráfico detallado que, junto con las dataciones realizadas, han servido para contextualizar los restos de fauna, industria lítica y arte mobiliar obtenidos en las excavaciones de los años 90. De este modo, se ha podido obtener una novedosa información acerca del primer poblamiento por parte del Homo sapiens en el interior peninsular. Por ejemplo, los restos de fauna, que proceden del consumo humano, revelan un predominio de equinos, seguidos de ciervos.

Los descubrimientos realizados han sido publicados en Journal of Archaeological Science: Reports, donde aparecen los resultados del análisis de los materiales extraídos del yacimiento ya en los años 90. Sin embargo, la falta de financiación frenó la investigación y ahora, gracias a los resultados de las analíticas de Carbono 14, se ha confirmado la cronología y la antigüedad de las ocupaciones humanas. «Esta publicación es una revista de gran difusión y prestigio, con un proceso de revisión por pares que asegura la calidad del trabajo», subraya el investigador de la UCM, que afirma que «siempre que se publica en medios como este, supone una garantía y un aval para la investigación realizada».

Restos faunísticos de niveles paleolíticos de Los Enebrales. a: dientes premolares de Bos sp.; b molar deciduo de caballo; c: incisivo de caballo; d: primera falange de asno con alteración de fuego; e: astrágalo del cerf; f mamífero de tamaño mediano con diáfisis y marcas de corte; g: retoque óseo en diáfisis: h: cerf metatarso con marcas de corte; i: diáfisis de mamífero de pequeño tamaño con marcas de corte; j: escama de hueso con ocre rojo.

«Este trabajo, junto con otras investigaciones similares en la zona, sirve para poner en relieve la necesidad de intensificar el estudio del territorio interior y la investigación sobre el primer poblamiento humano moderno en la zona. Dicho trabajo, como todas las investigaciones arqueológicas tiene un alto valor patrimonial identificando un yacimiento con evidencias de actividad humana que, actualmente, es único en la zona interior de la península», concluye Álvarez Alonso.

Fuente: abc.es | 23 de marzo de 2024

Un estudio sobre unas canoas de hace 7.000 años revela el momento clave en los orígenes de la navegación

Excavaciones de la canoa 5 en el yacimiento de La Marmotta, Italia. Gibaja et al.

El yacimiento neolítico de La Marmotta (Anguillara Sabazia, Italia) se encuentra en la actualidad sumergido a ocho metros de profundidad bajo las aguas del lago Bracciano, a unos 300 metros de la línea de la orilla moderna. Pero hace unos 7.000 años, allí vivió una comunidad con una economía doméstica muy consolidada y casas rectangulares con compartimentos internos y un hogar central. Una organización espacial que podría corresponderse con un modelo inicial de protourbanismo.

Los habitantes del sitio consumieron cabras, bueyes y cerdos y distintas especies de trigo y leguminosas, cazaron y recolectaron, y fabricaron miles de artefactos de piedra, madera y hueso, ornamentos y recipientes cerámicos de cestería. Una intensa actividad que ha sobrevivido gracias a un excepcional contexto, bajo tres metros de sedimentos, para su conservación. Entre los hallazgos singulares se contabilizan decenas de hoces, cuencos, palos cavadores, arcos y cestos, restos de material textil y de alimentos y, por encima de todo, cinco canoas prehistóricas que aparecieron asociadas a algunas viviendas.

Ubicación del yacimiento La Marmotta en la península italiana.

Un nuevo estudio de estas excepcionales embarcaciones fechadas entre 5700 y 5100 a.C. ha desvelado que son las únicas canoas del Neolítico conocidas hasta el momento en los yacimientos de la cuenca mediterránea. Según los autores de la investigación, publicada en la revista PLOS ONE y liderada por Juan Francisco Gibaja, de la Institución Milá y Fontanals de Investigación en Humanidades, dependiente del CSIC, este descubrimiento ofrece información incalculable sobre el tipo de navegación que se desarrolló en ese momento de la Prehistoria.

"La datación directa de las canoas neolíticas de La Marmotta revela que son las más antiguas del Mediterráneo, lo que ofrece información invaluable sobre la navegación neolítica. Su estudio revela la asombrosa sofisticación tecnológica de las primeras comunidades agrícolas y pastoriles, destacando sus habilidades para trabajar la madera y la construcción de embarcaciones complejas", subraya Gibaja (izquierda) en sus conclusiones.

El análisis de las canoas ha confirmado que fueron construidas con cuatro tipos diferentes de árboles perforados (roble, aliso, álamo y haya), una variedad inusual en los yacimientos del mismo periodo. La canoa número uno, la mejor conservada, expuesta en la actualidad en el Museo de las Civilizaciones de Roma, mide más de diez metros de largo y contaba con refuerzos transversales para proteger el casco y mejorar su manejo.

Canoa Marmotta 1. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Elemento en forma de T con cuatro orificios asociados a la canoa Marmotta 1.

Además, se han identificado unos elementos con forma de T y con agujeros insertados en la zona de estribor. Su posición y características sugieren que pudieron haber sido utilizados para sujetar cuerdas atadas a una posible vela o para unir otros elementos náuticos como un estabilizador o incluso una segunda canoa formando una suerte de catamarán. Unas soluciones que habrían proporcionado mayor seguridad y estabilidad, y mayor capacidad de transporte de personas, animales y mercancías.

Canoa Marmotta 2. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Las canoas de La Marmotta, un lago conectado con el Mediterráneo mediante el río Arrone, de 38 kilómetros, constituyen un extraordinario ejemplo de embarcaciones prehistóricas, cuya construcción requirió una comprensión detallada del diseño estructural y las propiedades de la madera, así como una mano de obra especializada en el uso de hachas y azuelas.

Canoa Marmotta 3. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Canoa Marmotta 4. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

Canoa Marmotta 5. En exhibición en el Museo delle Civiltà de Roma.

"Su tamaño, los otros elementos asociados a ellas y la variedad de especies de árboles convierten a este yacimiento en un punto de referencia obligatoria en cualquier tipo de debate sobre el proceso de neolitización alrededor del Mediterráneo y los orígenes de la navegación", destacan los investigadores en las conclusiones.

Azuelas y hachas de piedra que muestran evidencia de uso y desgaste de carpintería. A) herramienta 32454; A1-2) 200x; B) herramienta 40781; B1-2) 200x; C) herramienta 28881; C1-2) 200x (Foto: Alba Masclans)

Además de las características señaladas, en el sitio se han recuperado herramientas de piedra de obsidiana vinculadas a las islas cercanas de Lipari y Palmarola. Todas estas evidencias indican que se trataba de embarcaciones en condiciones de navegar. Según el equipo multidisciplinar de investigadores, las similitudes entre estas canoas y las tecnologías náuticas modernas respaldan la idea de que muchos de los avances clave en el mundo de la navegación se registraron durante el Neolítico temprano. Futuras prospecciones en La Marmotta, un yacimiento del que se excavó el 25% entre 1992 y 2006, pueden tal vez arrojar nuevos hallazgos sobre las canoas, a fin de seguir desentrañando los orígenes de un comportamiento fundamental en la evolución humana.

Fuentes: elespanol.com | phys.org | 20 de marzo de 2024

Material vegetal en herramientas de obsidiana halladas en Rapa Nui sugiere que sus primeros pobladores visitaron América del Sur y regresaron

Sitio de Anakena, tal como luce hoy en día después de las excavaciones y restauración. Crédito: Andrea Seelenfreund, CC BY

Un equipo de arqueólogos afiliados a varias instituciones de Chile informa que los primeros pobladores de la isla de Rapa Nui navegaron hacia América del Sur, interactuaron con las personas que vivían allí y luego regresaron. En su estudio, publicado en PLOS ONE, el grupo analizó el material vegetal encontrado en hojas de obsidiana fabricadas por los primeros pobladores de la isla.

Investigaciones anteriores han demostrado que hubo personas que vivieron en Rapa Nui durante los años 1000 a 1300, aunque aún se desconoce su origen; esos primeros colonos son más famosos por sus gigantescas tallas de piedra de figuras humanas los llamados moái.

Mapa de Isla de Pascua (Rapa Nui) que muestra la ubicación de Anakena y el sitio arqueológico.

En este nuevo estudio, el equipo de investigación encontró evidencia de que algunos de esos primeros colonos navegaron hasta la costa de América del Sur y regresaron. Un viaje de este tipo habría implicado navegar de ida durante 3.700 kilómetros y probablemente habría tardado entre uno y dos meses en llegar, dependiendo del clima.

Investigaciones anteriores han encontrado que la historia oral del pueblo Rapu Nui incluye informes de al menos un viaje realizado por los primeros colonos a América del Sur. En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación dio seguimiento a dichos informes desenterrando y estudiando hojas de obsidiana en un sitio llamado Anakena, el asentamiento más antiguo conocido en la isla. Los investigadores encontraron cantidades muy pequeñas de materia vegetal en 20 hojas de obsidiana, lo que constituye una evidencia clara de que se utilizaban para procesar alimentos de este origen.

Sección transversal longitudinal del perfil de la Zanja C1. Se recuperaron artefactos de la capa marcada en rojo. (Extracto de figura original en Skjølsvold, 1994 reimpreso bajo licencia CC BY, con autorización del Museo Kon Tiki).

Artefactos de obsidiana muestreados para este estudio.

Un análisis de este material vegetal mostró que procedía de la yuca, la batata, el árbol del pan, del ñame morado, del taro, la achira, el jengibre y la manzana de Tahití. De ellos, la manzana de Tahití y el árbol del pan se destacaban, dado que ninguno de los dos crece naturalmente en Rapa Nui, y el jengibre nunca antes se había visto en partes remotas de Oceanía.

La yuca, la batata y la achira también se destacaban, pero por una razón diferente: los tres son alimentos sudamericanos. También notaron que los restos de camote se encontraron en las partes más profundas del sitio de excavación, lo que sugiere que llegaron a la isla durante los primeros años de la colonización de la misma.

Los investigadores concluyen que los primeros colonos Rapu Nui se aventuraron en un viaje Sudamérica y regresaron, y quizás lo realizaron varias veces. Sugieren además que parte de los alimentos que trajeron consigo fueron plantados y utilizados para su cultivo durante los años siguientes.

Fuente: phys.org | 21 de marzo de 2024