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PANTALLAS DE LA MEMORIA: El uso de la imagen digital y su relación con la historia


La editorial Clave Intelectual nos envía un nuevo ensayo de lo más interesante relacionado con las imágenes digitales de consumo a través de los Mass Media como el cine, la televisión, internet y los videojuegos, cuyo título se presenta como "PANTALLAS DE LA MEMORIA; CÓMO Y POR QUÉ LAS IMÁGENES DIGITALES TRANSFORMAN NUESTRA IDEA DE LA HISTORIA".

De portada clara, sin artificios, con un mensaje directo e iconografía acorde con la obra en contraposición con su contraportada y lomo, de tono oscuro, penetrante, de texto claro y buen tamaño, envolviendo 264 páginas, 8 de ellas de bibliografía empleada por el autor.

Ensayo estructurado en 4 capítulos, además con sus notas y la bibliografía.


El historiador Alberto Venegas Ramos. Foto: Clarin.com

Su autor, el historiador pacense Alberto Venegas Ramos, uno de los mayores expertos en cultura visual digital de nuestro país y un pionero en el estudio de las relaciones entre el videojuego y la historia como se demuestra en otras de sus obras como "Pasado Virtual" o "Pasado Interactivo", además de ser coautor de la obra "Videojuegos y Conflictos Internacionales" junto con Antonio César Moreno Cantano.


Su vía de investigación en este ensayo, está enfocada en el reto que supone las interpretaciones que los nuevos medios plantean al aprendizaje histórico, pero el autor se plantea que dichos medios pueden llegar a crear, manipular y divulgar imágenes históricas, aumentando el riesgo de que se empleen muchos repertorios de motivos visuales para deformarlos de acuerdo con algún fin político execrable y, en definitiva, para despojar la experiencia histórica de toda su complejidad.

Una de las principales hipótesis que plantea el autor en este ensayo, es que el pasado, en los nuevos medios, se ha configurado como un pasado mediático que se perpetúa gracias a su reproducción y retroalimentación en los diferentes objetos que pueblan el ecosistema digital.

Como opinión y en relación a la obra de Alberto, debo decir que, a lo largo de la historia, la imagen se ha usado con fines propagandísticos alterando sutil o sustancialmente su lenguaje visual para transmitir un mensaje político. En la Antigua Roma, los primeros Césares ya contaban con su imagen idealizada o divinizada de sus retratos que, en muchos casos, podría diferir mucho de la realidad o durante la Segunda Guerra Mundial, el sistema de propaganda Nazi ya usó imágenes manipuladas con fines políticos contra los judíos.

En el cine, hablando ya en un término más reciente, tenemos el género del Western Americano, donde se muestran a los "indios" o Nativos Americanos como los malos de la película, una forma de ensalzar el patriotismo de los Estados Unidos pero que se aleja mucho de su realidad histórica.

Y hablando de cine, debo decir que, cuando no se trata de cine documental, puede verse en muchas películas errores anacrónicos o falta de rigor histórico en el empleo de las imágenes, esto sucede porque el director, o no ha tenido asesoramiento histórico o lo ha hecho de forma intencionada para ensalzar ciertas escenas históricas, pero el problema de esto es que el espectador puede asociar esas imágenes con la realidad histórica.


Hoy, en la Era Digital, sobre todo a través de las Redes Sociales, se está usando mucho la imagen digital para crear "Fake News" con fines de desestabilización política para influir en la opinión pública. Medios en el que todo el mundo forma o puede formar parte, consume y participa, democratizando por ello el uso y divulgación de la información, pero por otra parte, puede convertirse en una herramienta de manipulación histórica ya que la historia es una disciplina muy poderosa que puede usarse de forma malintencionada para el adoctrinamiento de una sociedad.

El Ser Humano es muy visual, es nuestro sentido principal, para nosotros, la imagen vale más que mil palabras y su uso es muy potente en la educación de nuestra sociedad.

Si quieres saber más sobre este tema, te voy a dar una información sobre el libro, su precio y dónde lo puedes adquirir:

Sinopsis:


¿Qué conocimientos sobre la barbarie nazi nos proporciona un videojuego de la Segunda Guerra Mundial? ¿En qué medida contribuyó la avalancha de memes históricos durante las presidenciales estadounidenses de 2016 a cimentar la victoria de Donald Trump? ¿Podemos confiar en las representaciones históricas que se difunden a través de los medios digitales para forjarnos una idea precisa de lo que aconteció en el pasado?

Cada vez disponemos de herramientas y tecnologías más sofisticadas para crear, manipular y divulgar imágenes históricas. Sin embargo, a medida que su implantación se extiende y su uso se democratiza, también aumenta el riesgo de que se empleen para reducir el pasado a un mero repertorio de motivos visuales, para deformarlo de acuerdo con algún fin político execrable y, en definitiva, para despojar la experiencia histórica de toda su complejidad.


En Pantallas de la memoria, el historiador Alberto Venegas —uno de los mayores expertos en cultura visual digital de nuestro país y un pionero en el estudio de las relaciones entre el videojuego y la historia— nos ofrece un análisis riguroso, con un estilo ágil y accesible y una documentación sólida, de los retos que las representaciones de los nuevos medios plantean al aprendizaje histórico y nos ofrece valiosas claves para que seamos capaces de usarlas adecuadamente.

Opinión:

Se trata de una obra amena, directa, sin abuso de tecnicismos y de fácil lectura. Un ensayo muy bien documentado para darnos una idea clara de la relación de esas imágenes que forman parte de nuestro mundo digital con la historia y el modo que éstas se usan para conocer nuestro verdadero pasado. Sin duda una obra muy recomendada.

Sobre el autor:

Alberto Venegas Ramos (Badajoz, 1988), es licenciado en Historia por la Universidad de Extremadura y doctor por la Universidad de Murcia. Forma parte del Grupo de Transferencia del Conocimiento Historia y Videojuegos de la Universidad de Murcia, dirige la revista Presura y codirige _REV, Revista de Estudios de Videojuegos de la Universidad Autónoma de Madrid. Además de una gran cantidad de artículos y trabajos sobre la intersección entre historia y cultura visual digital, ha publicado los siguientes libros: Pasado interactivo: memoria e historia en el videojuego (Sans Soleil, 2020), Protestas interactivas: el videojuego como medio de reivindicación política y social (Shangrila Textos, 2021) y Pasado virtual: historia e imagen en el videojuego (Sans Soleil, 2022).

Datos Técnicos:

Editorial: Clave Intelectual

Título del libro: PANTALLAS DE LA MEMORIA

Autor: Alberto Venegas Ramos

Encuadernación: Rústica

Formato: 22×15 cm.

Páginas: 264

Precio: En torno a los 23€

Dónde comprar: Librería AGAPEA, FNAC, Casa del Libro

ISBN: 978-84-126048-9-4

La Cueva de Nerja presenta en Fitur a ‘Pepita’, reconstrucción facial de un esqueleto epipaleolítico

“Pepita” es la pieza más emblemática del Museo de Nerja, que pertenece a la Fundación Cueva de Nerja, y este esqueleto, hallado en la cavidad, se ha convertido en una de las piezas más aclamadas por sus visitantes.

El Presidente de la Fundación Cueva de Nerja y Subdelegado del Gobierno en Málaga, Javier Salas, ha presentado el rostro de “Pepita”, en Fitur 2023, junto con el Vicepresidente de la Fundación Cueva de Nerja, Alberto Armijo; el Gerente de la Fundación, José María Domínguez; y el Director del Museo de Nerja, Juan Bautista Salado.

“Pepita” es un esqueleto epipaleolítico que fue hallado en la Sala de la Torca de la Cueva de Nerja durante las excavaciones arqueológicas dirigidas por el profesor Manuel Pellicer. Su estudio ha sido uno de los principales objetivos de la Fundación Cueva de Nerja a lo largo de los años, ya que es uno de los esqueletos mejor conservados de Europa. Ésta, de hecho, es su principal singularidad, ya que no es habitual que esqueletos con esta antigüedad -9.900 años antes del presente- muestren una conservación tan óptima.

Este esqueleto se ha convertido en la pieza más emblemática del Museo de Nerja, por lo que se ha llevado a cabo un arduo trabajo de investigación para realizar la reconstrucción facial de su cara y su cráneo y, así poder determinar cómo podría ser su rostro en vida. Un trabajo llevado a cabo gracias a la tecnología 3D y a la labor de los mejores especialistas en la materia.

El esqueleto de 'Pepita', en el Museo de Nerja. / M. H.

¿Quién era “Pepita”, el esqueleto expuesto en el Museo de Nerja?

Los últimos estudios revelan que el esqueleto perteneció a una mujer fallecida en torno a los 19 años de edad. Presenta huesos muy gráciles y poseía una musculatura débil, por lo que no parece que hubiera practicado actividades físicas muy intensas. Se le ha estimado una estatura de alrededor de 150 cm, inferior a la media de su sexo.

El cráneo y las proporciones esqueléticas se asemejan a las presentes en algunas poblaciones actuales africanas, aunque realmente no muestra similitudes con otras poblaciones prehistóricas de su época.

El estudio de las inserciones musculares y la longitud de los huesos del brazo izquierdo revelan que era zurda y, aunque padeció una severa infección en su oído izquierdo, que dejó su cicatriz en el cráneo, la causa de la muerte no puede determinarse con exactitud, siendo lo estadísticamente más probable un fallecimiento por complicaciones de parto o durante el postparto.

Las últimas fechas obtenidas por Carbono 14 revelan que vivió en torno al 9.900 antes del presente.
El estudio isotópico nos dice que su dieta se basaba en el consumo mayoritario de carne y de alimentos vegetales recolectados, teniendo una escasa importancia los productos del mar.

Cueva de Nerja. / MARILÚ BÁEZ.

Podrá verse cómo era el rostro en vida de “Pepita” en el Museo de Nerja

El proyecto final podrá verse este 2023 en el Museo de Nerja, sito en la localidad que le da nombre. Se expondrá en un kiosco táctil cuyo software ha sido realizado por la empresa tecnológica Paythunder y será la primera vez que se aúne la reconstrucción facial con la inteligencia artificial, lo que convertirá a este museo en un referente a nivel nacional en alta tecnología aplicada a la museografía.

En la presentación, también estuvo presente Fran Gómez, CEO de Pay Hunder encargado de que “Pepita” pueda interactuar con los visitantes del museo; expuso que es la primera vez que se utiliza en un Museo la inteligencia artificial para devolver la vida a un esqueleto y realizó a “Pepita” varias preguntas, que ella contestó ante el asombro de los asistentes.

Proceso tecnológico para la reconstrucción facial y craneal

Para llegar al resultado final se ha llevado a cabo un largo procedimiento, siempre contando con el apoyo y la colaboración del Instituto de Investigación Cueva de Nerja. El proceso de investigación se inició con la realización del modelado del cráneo de la pieza mediante su escaneado y procesado en 3D con el programa MeshLab. Una vez realizado este primer paso el cráneo fue importado al programa de animación Blender para su aproximación facial.

Se han utilizado los protocolos antropológicos más fiables para la reconstrucción facial para obtener la morfología básica. Con el programa 3D ZBrush se le dio el modelado final que nos sirvió de base para su posterior renderización. Todo este trabajo se realizó por Carmen Mª Román Muñoz, Lorenza Coppola Bove y Julia García González.

El siguiente proceso fue la renderización y digitalización final realizada por los investigadores Antonio Torres Riesgo y José María Cobos Pastor.

Todo este montaje se podrá ver en un kiosco táctil cuyo software ha sido realizado por la empresa tecnológica Paythunder y será la primera vez que se convine la reconstrucción facial con la inteligencia artificial, lo que convertirá al Museo de Nerja en un referente a nivel nacional en alta tecnología aplicada a la museografía.

Fuente: axarquiaplus.ex| 21 de enero de 2023

Revelan el retrato de un niño neandertal de 8 años que vivió hace más de 30.000 años en el actual Uzbekistán

El retrato revela que el niño tenía una nariz pequeña y respingona que se hundía en su rostro. Jilin University.

El rostro de un niño neandertal de ocho años que murió hace más de 30.000 años ha sido reconstruido por científicos que utilizaron un cráneo encontrado inicialmente en la cueva Teshik-Tash, en Uzbekistán, en 1938.

El retrato es la primera restauración tridimensional de un fósil de cráneo neandertal, el cual revela que el niño tenía una nariz pequeña y respingona que se hundía en su cara. El fósil craneal es el primero correspondiente a un neandertal descubierto en Asia y se ha podido recuperar muy completo.

El equipo, dirigido por la Universidad Jilin de China y la Universidad Estatal de Moscú de Rusia, cree que la restauración craneal (a partir de aproximadamente 150 fragmentos del mismo) muestra la forma facial de los humanos prehistóricos en Eurasia y exhibe las características morfológicas propias de los neandertales de Asia Central.

El cráneo se encontró inicialmente en la cueva Teshik-Tash en Uzbekistán en 1938 y no fue hasta 2012 que se confirmó que el niño era un neandertal.

El cráneo, denominado Teshik-Tash 1, se encontró en un pozo poco profundo dentro de la cueva del mismo nombre, junto con cinco pares de cuernos de cabra montés siberiana y esqueletos de aves. Ello sugiere que fue enterrado ritualmente.

Sin embargo, no fue hasta 2021 que los investigadores del Instituto Max Planck determinaron que el niño era un neandertal. El equipo analizó el hueso frontal del cráneo y notó que la forma coincidía con la de cráneos neandertales anteriores. De hecho, un análisis de ADN mostró que Teshik-Tash 1 portaba ADNmt de tipo neandertal.

Con una edad estimada de ocho años, el niño había madurado físicamente lo suficiente como para ostentar características distintivas de los neandertales, tales como una cara y un área nasal grandes, un cráneo alargado y bajo, una mandíbula sin mentón y un arco superciliar en proceso de maduración.

El equipo subió un escaneo del cráneo y completó las piezas que faltaban. El cráneo fue encontrado en pedazos, pero los científicos lo volvieron a armar.

El equipo de especialistas realizó un escaneo del cráneo y completó las piezas que faltaban, lo que les permitió superponer los músculos digitales, la piel y terminar con los posibles rasgos faciales del niño.

"Los fósiles de los neandertales, un pariente extinto de los humanos modernos, se descubrieron por primera vez en el Valle de Neander, en Alemania, así como posteriormente, una vez estuvieron ampliamente distribuidos por Eurasia", dijo a la agencia de noticas Xinhua el jefe del equipo de la Universidad de Jilin, Zhang Quanchao (izquierda).

Durante mucho tiempo se creyó que los neandertales solo vagaban por los paisajes de Europa durante la última Edad del Hielo, pero un estudio dirigido por la Universidad de Washington en 2015 reveló que podrían haberse extendido más hacia el este y vivido allí junto a los humanos modernos durante más tiempo de lo que se pensaba anteriormente.

El análisis de rastros de ADN neandertal encontrados en los genomas de los humanos modernos ha demostrado que las personas en el este de Asia tienen entre un 15 y un 30 por ciento más del ADN neandertal que los europeos.

Después de unir el cráneo con la tecnología, el equipo pudo superponer músculos y piel digitales.

Joshua Akey (izquierda), genetista de la Universidad de Washington, y su colega Benjamin Vernot (derecha) analizaron patrones distintivos en el ADN de 379 europeos modernos y 286 asiáticos orientales modernos de China y Japón. Mediante el uso de modelos de computadora, intentaron simular cómo podrían haber ocurrido las mezclas de ADN neandertal vistas en los genomas de los individuos de Europa y Asia oriental.

Llegaron a la conclusión de que la teoría relativa de que los europeos modernos se cruzaron más con poblaciones provenientes de África para diluir el ADN neandertal que portaban era poco probable.

En cambio, encontraron que era más probable que los ancestros de las poblaciones de Asia oriental se hubieran cruzado con los neandertales más de una vez.

El cráneo también fue hallado en el punto más oriental de los descubrimientos de homínidos fuera del Levante. El equipo cree que la restauración muestra la forma facial de los humanos prehistóricos en Eurasia y exhibe las características morfológicas de los neandertales en Asia Central.

"Un aspecto que complica estos análisis es el hecho de que los humanos han estado migrando constantemente a lo largo de su historia, lo que hace que sea difícil sabers exactamente dónde ocurrieron las interacciones con los neandertales", dijo Vernot.

“Es posible, por ejemplo, que todo el mestizaje con los neandertales hubiera ocurrido en el Medio Oriente, antes de que los ancestros de los humanos modernos no africanos se extendieran por Eurasia. En el modelo computacional del artículo, los ancestros de todos los humanos no africanos se cruzaron con los neandertales y luego se dividieron en múltiples grupos que posteriormente se convertirían en europeos y asiáticos orientales".

“Después de separarse, los ancestros de los asiáticos modernos orientales continuaron cruzándose un poco más con los neandertales".

"Lo importante es que mostramos que no solo nos encontramos con los neandertales una vez en nuestra historia, sino que parece que los hemos encontrado varias veces".

"Sin embargo, a medida que podamos observar individuos de más y más poblaciones, con suerte tendremos una mejor idea de dónde han estado nuestros antepasados ​​y dónde pueden haber hibridado con los neandertales".

Fuente: dailymail.co.uk | 18 de enero de 2023

Revelan cómo era el rostro de Ramsés II en la plenitud de su mejor momento, hace 3.200 años en Egipto

El software de «regresión de edad» se utilizó para determinar cómo se habría visto el faraón en su mejor momento, aproximadamente a la edad de 45 años. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

El rostro de Ramsés II fue ampliamente reconocido en el Imperio Egipcio por su intención de liberar al territorio de cualquiera que no fuera egipcio. Durante décadas, los esfuerzos militares del faraón se enfocaron en proteger a su territorio de una invasión de migrantes, que huían, asimismo, de las decisiones férreas de su tierra de origen.

El mandato de Ramsés II, además de documentarse en la Biblia, se caracterizó por profundas campañas militares. Tanto así, que extendió sus dominios desde la actual Siria hasta Nubia, que hoy conocemos como Sudán del Sur. A más de 3,200 años de su fallecimiento, un equipo de científicos ‘trajo a la vida’ al faraón nuevamente, con un modelado en 3D de su rostro, alrededor de la mitad de su vida. Esto es lo que sabemos.

La momia de Ramsés II fue encontrada en 1881 en el sur de Egipto; en algún momento fue parcialmente desenvuelto para mostrar su cabeza momificada. (Crédito de la imagen: G. Elliot Smith; "Catálogo General Antiquites Egyptiennes du Musee du Caire: The Royal Mummies"; Wikimedia Commons)

¿Cómo se veía el faraón Ramsés II realmente?

Ramsés II fue un hombre longevo —incluso para los parámetros contemporáneos. De acuerdo con los registros de Britannica, el faraón murió a los 90 años. Aún a pesar de que sus restos dan fe de su edad avanzada, los investigadores de la la Universidad John Moore —en su FaceLab— reconstruyeron su rostro con una técnica conocida como «envejecimiento al revés».

A partir de su cráneo y restos momificados, los científicos utilizaron un modelado tridimensional para obtener cómo era el rostro de Ramsés II en los días próximos a su muerte. Sin embargo, los esfuerzos no se detuvieron ahí.

Por el contrario, los radiólogos egipcios indagaron en cómo se veía el faraón en la plenitud de su juventud, hacia la mitad de su vida. Y lo consiguieron: el retrato digital que encabeza el post lo muestra alrededor de sus 45 años. Al respecto, la directora de FaceLab, Caroline Wilkinson, explica lo siguiente sobre el proceso:

«Llevamos a cabo un proceso de regresión de edad tridimensional para eliminar algunos de los signos del envejecimito, a fin de representarlo en su mediana edad, en la cima de su poder», detalla la especialista en una entrevista a Live Science.

Luego se agregó a la reconstrucción facial la coloración del cabello y la piel basada en lo que se cree que era común en el antiguo Egipto. | Crédito: Laboratorio facial de la Universidad John Moores de Liverpool.

Para reconstruir el rostro de una persona, explica Wilkinson, es necesario partir del cráneo. Con ello, se consideran dos enfoques:

  • Aproximación facial: utiliza datos promedio, plantillas y perfiles biológicos para producir un rostro
  • Reconstrucción facial: un intento más detallado de determinar el aspecto de una persona en particular, en el que se pueden agregar colores y texturas, dijo.

En el caso del Rostro de Ramsés II, los investigadores del Reino Unido llevaron los esfuerzos un poco más allá. Reunieron los datos del faraón para hacer una reconstrucción mucho más detallada: a partir del retrato digital, realizaron una representación facial en 3D. Podría ser que, por primera vez en milenios, el mundo pueda reconocer al faraón casi en persona.

Fuente: National Geographic | 12 de enero de 2022

Una máquina de leer huesos revela que el primer 'Homo' cazaba

Recreación de la vida en Olduvai de los primeros 'homo', despedazando una pieza cazada MAURICIO ANTÓN / IDEA.

Encontrar en un fragmento del hueso hioides –situado a la altura de las vértebras cervicales– las leves marcas de una piedra afilada que utilizó un Homo habilis hace más de un millón de años provoca un pequeño escalofrío. Es una emoción extraña que te asalta cuando, aplicando el cortahilos, el ojo es capaz de apreciar esos cortes casi paralelos que quedaron impresos en el fragmento óseo, y la mente comprende que es obra de un antepasado que vivió hace más de 1,8 millones de años.

Arqueólogos madrileños acaban de publicar en una revista científica las conclusiones de un trabajo de años, en el que, por medio de la inteligencia artificial, han logrado demostrar que aquellos primeros humanos eran cazadores, y no se limitaban a comer los restos que dejaban leones o hienas.

El estudio se ha realizado en el Instituto de Evolución en África (IDEA), codirigido por los doctores Manuel Domínguez-Rodrigo, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alcalá de Henares y profesor visitante en la Universidad de Rice, Houston)–, y Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid), y se publicó el 18 de octubre en la revista científica PeerJ.

Enrique Baquedano (izquierda) y Manuel Domínguez-Rodrigo en Olduvai. IDEA.

Prospección por franjas

Baquedano y Domínguez-Rodrigo llevan años excavando en la garganta de Olduvai (Tanzania), en el corazón de África y la cuna de la humanidad, donde dieron sus pasos los primeros especímenes Homo. De hecho, desde 2006 dirigen un equipo internacional encargado de buscar, localizar y analizar cuanto vestigio sea posible sobre aquellas primeras agrupaciones de los considerados primeros Homo.

Y allí donde los equipos estadounidenses llevan 30 años sin encontrar nuevos yacimientos, ellos llevan ya cuatro localizados. Uno de ellos es DS –David's site, llamado así en homenaje al geólogo David Uribelarrea, que lo descubrió–. «500 metros cuadrados en superficie, cubiertos por 1,8 millones de años de sedimentos», explica Baquedano.

Vista general de la garganta de Olduvai, considerada la cuna de la humanidad y donde trabaja el equipo del IDEA MAURICIO ANTÓN / IDEA

Un largo debate

La explicación a este éxito del equipo madrileño está en la metodología aplicada: «Tenemos distintas maneras de hacer la prospección». Mientras que los estadounidenses se centraron en pequeñas catas muy concretas donde creían que podían encontrar algún hallazgo, los españoles realizaron grandes franjas, muy largas, para poder salvar el obstáculo que supone un terreno con muchas fallas y diaclasas, que complica la identificación de los estratos. Las largas franjas permiten hacer el seguimiento completo de un determinado nivel: así llegaron hasta el yacimiento DS.

En este espacio, donde el terreno es volcánico, lacustre y fluvial, se han recogido las muestras que han permitido concluir que los primeros especímenes africanos Homo eran ya cazadores, «que transportaban su caza hasta este punto y allí las deshuesaban y consumían».

El debate sobre si Homo habilis era cazador o se dedicaba al cleptoparasitismo –aprovechar los restos de las presas de otros animales– ha tenido ocupada a la comunidad científica durante más de cinco décadas. En 1959, el matrimonio de antropólogos e investigadores Louis y Mary Leakey defendían la tesis de que este antepasado humano también era cazador. Coincidió con ella el también arqueólogo Glynn Isaac.

Foto: Louis y Mary Leakey mostrando los restos de una mandíbula. Cortesía de la Fundación Leakey.

Debate científico

Pero a finales de los 70, su colega Lewis Binford cambió la teoría y sostuvo que esos primeros especímenes Homo «eran carroñeros terminales: acudían a comerse lo que quedaba de las presas, tras el paso de los leones y luego de las hienas». El debate arreció en los 80; hasta que en los 90, las excavaciones de Robert Blomenschein defendieron una posición intermedia: creía que eran carroñeros sobre piezas cazadas por leones, y tras el paso de estos, pero antes que las hienas, «porque después de estas, no queda nada», señala Baquedano.

Manuel Domínguez-Rodrigo volvió a la primera teoría en 2007: Homo habilis era cazador, de piezas pequeñas como gacelas o antílopes. La misma tesis que ahora han podido demostrar. Para ello, han utilizado la inteligencia artificial para diseñar una «máquina de leer» a la que «mediante un algoritmo, se le ha enseñado a distinguir las huellas que dejan los dientes de félidos o las hienas», sobre los huesos de las presas halladas en el yacimiento DS de la garganta de Olduvai.

Las conclusiones del estudio confirman las hipótesis planteadas en la tesis doctoral de Lucía Cobo-Sánchez, autora principal del artículo y también miembro del IDEA: no existen marcas de felinos en la mayoría de los animales consumidos por los primeros seres humanos, lo que indica que los homininos fueron los consumidores primarios de la mayoría de los animales acumulados en el yacimiento, posiblemente a través de la caza.

La investigadora en evolución humana en el IDEA, Lucía Cobo-Sánchez, realizando trabajos de prospección en la Garganta de Olduvai.

No es una cuestión intrascendente: la capacidad de cazar se asocia a un alto grado de cooperación, tanto para apresar a los animales como para repartir luego la carne obtenida. Además, la caza habría resultado ser una fuente regular de proteína de alta calidad, que metabólicamente ayudara a un mayor desarrollo del cerebro humano, la marca de la evolución de la especie.

La 'máquina de leer' es una creación del doctor Domínguez-Rodrigo, que la ideó hace unos siete años y que «ahora se usa en todo el mundo», explica Baquedano. «Hubo que introducir miles y miles de fotos de marcas de leones o hienas sobre huesos para que el algoritmo aprendiera», amplía el arqueólogo. Las marcas de dientes se obtuvieron tanto de carnívoros cautivos en la reserva de Cabárceno (Cantabria), como de animales salvajes que habitaban en el parque nacional Tarangire (Tanzania).

El mayor yacimiento

El DS es el yacimiento más grande en extensión de la industria olduvayense, el primer tecnocomplejo de estos especímenes Homo, donde construían sus primeras herramientas de piedra. «Hasta ese punto llevaban las piezas cazadas y ahí las despiezaban y las consumían», relata Baquedano. «Es un espacio donde encontramos las cosas tal como las dejaron los 'Homo' de hace 1,7 millones de años: las basuras están en posición primaria, donde las dejaron caer. Es como interpretar la escena del crimen en CSI».

El análisis de ese yacimiento permite a los expertos conocer cómo era la vida y la organización de aquellos primeros grupos humanos, y les lleva a deducciones: «Hay patrones de descuartizamiento que nos llevan a pensar que no había familias nucleares, padres con sus hijos como ahora las entendemos; no se percibe ese patrón de distribución», detalla el director del Museo Arqueológico y Paleontológico de Madrid.

Falange de 1.84 millones de años hallada en el yacimiento PTK de Olduvai, Tanzania.

En clanes

Su deducción es que «la organización era en clan. Había parejas, sí, pero no como una familia nuclear, sino más bien como hacen otros grupos de grandes primates, con liderazgos importantes como en el caso de los gorilas». Este amplio espacio descubierto por el equipo madrileño de investigadores «era el lugar donde despedazaban, descarnaban y consumían las piezas cazadas». Pero no vivían allí: estos primeros Homo no utilizaban cuevas –no las había en la zona–, ni hay testimonio de que construyeran cabañas. En el enclave había arroyos que entraban al lago, donde se formaban islotes con palmeras, «y allí se cobijaban, bajo las palmeras, como los grandes primates», cuenta Baquedano.

Queda mucho por saber de nuestros primeros antepasados. Por ejemplo, si esas primeras herramientas de piedra tallada las hicieron, como se creía, el Homo habilis –de ahí su nombre, habilidoso–, o si también las elaboró el Homo ergaster: el equipo del IDEA descubrió en el yacimiento PTK, en 2012, una falange muy moderna, del dedo meñique de la mano izquierda de un individuo que vivió hace casi dos millones de años en África. La garganta de Olduvay, la cuna de la humanidad, es la espléndida 'oficina' donde trabajan Baquedano, Domínguez-Rodrigo y sus equipos desde hace años, y a la que esperan seguir volviendo cada año porque «África te abduce».

Fuente: abc.es | 7 de enero de 2023

Revelan el gran secreto del hormigón romano: por qué es mucho más fuerte y resistente que el actual

Recreación del puerto romano de Trajano en Ostia, Italia.

Los romanos fueron unos genios de la ingeniería. Gracias a sus enormes dotes arquitectónicas, crearon vastas redes de carreteras, acueductos, anfiteatros, puertos y puentes con tal pericia que muchas de estas construcciones han sobrevivido hasta nuestros días. El Coliseo, por ejemplo, el principal monumento de la Antigua Roma, comenzó a construirse en el año 70 d.C., finalizando la obra 10 años después, y ahí sigue, convertido en un emblema de esta civilización.

En España también tenemos algunos buenos ejemplos: el teatro romano de Mérida, el "príncipe entre los monumentos emeritenses", fue inaugurado en los años 16-15 a.C y aún hoy sirve de escenario de obras de teatros y conciertos. Por su parte, el acueducto de Segovia, que data del siglo II d.C., se ha mantenido prácticamente intacto desde entonces. En contraste, muchas estructuras de ingeniería moderna han acabado desmoronándose después de algunas décadas.

La ciencia lleva tiempo intentando explicar cómo los romanos consiguieron crear semejantes estructuras hace miles de años de forma imperecedera. Estas construcciones, en algunos casos, aguantaban toneladas de peso —véase algunos diques o muelles—; en otros, fueron construidas en lugares sísmicamente activos y han soportado el inclemente paso del tiempo y la actividad sísmica que emerge de las profundidades de la Tierra.

El puente de Fabricio es el más antiguo de Roma y el que mejor se conserva de la época del Imperio Romano.

Ahora, un grupo internacional de investigadores del MIT, la Universidad de Harvard, y distintos laboratorios de Italia y Suiza, acaban de alumbrar el misterio de la resistencia del hormigón romano. Según el estudio que se publica este viernes en la revista Science Advances, los romanos utilizaron estrategias de fabricación con las que consiguieron hacer una masa ultrarresistente, que dotó a sus construcciones de un vigor y una resistencia realmente admirables gracias a un proceso de "autocuración".

Pero vayamos por partes. Lo cierto es que, desde hace muchos años, los investigadores sospechaban que la clave de la resistencia y duración del hormigón romano se encontraba en un ingrediente: el uso de materiales puzolánicos —que contienen sílice— como la ceniza volcánica que existe en la región de Pozzuoli, en el norte de Nápoles. Esta ceniza llegó a ser enviada por todo el Imperio Romano para ser utilizada en la construcción. De hecho, muchos arquitectos e historiadores la describieron como un ingrediente clave para el hormigón.

Pero esto no es nuevo. Un análisis mucho más detallado ha constatado que el secreto del hormigón romano no sólo se encuentra en los materiales puzolánicos que incluía. El hormigón romano también contiene unas sustancias minerales blancas, brillantes y pequeñas, de apenas unos milímetros, que se denominan clastos de cal.

"Desde que comencé a investigar el hormigón romano antiguo, siempre me han fascinado sus características", dice Admir Masic (izquierda), profesor de Ingeniería Civil y Ambiental del MIT y uno de los autores del estudio. "En las formulaciones modernas del hormigón no encontramos estas características. Entonces, ¿por qué están presentes en estos materiales antiguos?", añade.

Cemento con "capacidad de autocuración"

El lector puede pensar que los romanos llegaron a esta fórmula tras realizar mezclas descuidadas. Sin embargo, la ciencia descarta este extremo. Este nuevo trabajo de investigación sostiene que los clastos de cal que incluían los romanos en el hormigón le otorgaron una gran "capacidad de autocuración" que no se conocía hasta la fecha. Además, lejos de ser una magnífica casualidad del destino, su hormigón fue el resultado de un proceso de optimización que duró siglos. "Si los romanos pusieron tanto esfuerzo en hacer un material de construcción sobresaliente, siguiendo todas las recetas detalladas que habían sido optimizadas a lo largo de muchos siglos, ¿por qué pusieron tan poco esfuerzo en asegurar la producción de un hormigón bien mezclado?", se pregunta Masic.

Lo cierto es que el asunto es aún más complejo. El profesor del MIT y el resto de investigadores que participaron en este trabajo científico se propusieron utilizar imágenes multiescala de alta resolución y técnicas de mapeo químico para analizar más en profundidad este cemento milenario. Gracias a ellas se obtuvieron nuevos hallazgos relacionados con la funcionalidad potencial de los clastos de cal utilizados por los romanos.

Los muros de hormigón de los Mercados de Trajano en Roma han superado el test del paso del tiempo y de los elementos atmosféricos durante casi 2000 años. Incluso sobrevivieron a un terremoto en 1349. (Foto cortesía de Marie Jackson).

Tradicionalmente se había pensado que la cal que se incorporaba al hormigón romano había sido mezclada con agua previamente para formar un material pastoso altamente reactivo. Sin embargo, este proceso por sí solo no podía explicar la presencia de clastos de cal. Así, al estudiar nuevas muestras de hormigón antiguo llegaron a la conclusión de que las inclusiones blancas estaban hechas de distintas formas de carbonato de sílice.

"El examen espectroscópico proporcionó pistas de que estos se habían formado a temperaturas extremas, como era de esperar de la reacción exotérmica producida por el uso de cal viva en lugar de o, además de, la cal apagada en la mezcla".

Es decir, la mezcla de los distintos ingredientes del hormigón romano en caliente fue clave para crear una masa superduradera y ultrarresistente. "Los beneficios de la mezcla en caliente son dobles", explica Masic. "Primero, la mezcla a altas temperaturas permite procesos químicos que no son posibles si solo se usa cal apagada, produciéndose compuestos asociados a estas altas temperaturas que de otro modo no se formarían. Por otro lado, este aumento de la temperatura reduce significativamente los tiempos de curado y fraguado, ya que todas las reacciones se aceleran, lo que permite una construcción mucho más rápida", subraya el experto.

Experimentos modernos de autocuración con mortero. Después del vaciado, las muestras de concreto mezclado en caliente de inspiración romana se fracturaron mecánicamente y luego se volvieron a acoplar (con un espacio de 0,5 ± 0,1 mm) y se preacondicionaron para nuestros estudios de curación de grietas (A). Mediante el uso de un circuito de flujo integrado (B), el flujo de agua a través de la muestra durante el transcurso de 30 días se documentó con un medidor de flujo. En comparación con el control sin sedimentos de cal (línea naranja), después de 30 días, el flujo de agua a través de la muestra que contenía sedimentos de cal (línea azul) cesó (C), y el examen de la superficie agrietada reveló que se había llenado por completo con un fase mineral recién precipitada (D y E), que se identificó como calcita a partir de mediciones de espectroscopia Raman (F).

Pero la cosa no queda solo aquí. El gran hallazgo del estudio que hoy se publica en Science Advance apunta a que este material era capaz de regenerarse o "autocurarse". "Durante el proceso de mezcla en caliente, los clastos de cal desarrollan una arquitectura de nanopartículas característicamente frágil que crea una fuente de calcio fácilmente fracturable y reactiva". Los investigadores descubrieron que esta fuente de calcio otorgaba al hormigón la capacidad de regenerarse cuando se fracturaba. "Este material puede reaccionar con agua, creando una solución saturada de calcio que puede recristalizarse como carbonato de calcio y llenar rápidamente la grieta, o reaccionar con materiales puzolánicos para fortalecer aún más el material compuesto".

Según apuntan los científicos, estas reacciones se producían espontáneamente, curando automáticamente las grietas antes de que se propagaran por toda la construcción. De hecho, para demostrar que estaban en lo cierto, los investigadores crearon el cemento tal y como lo hacían los romanos, en caliente, lo rompieron e hicieron correr a través de las grietas el agua. Así pudieron comprobar que, "en dos semanas", el hormigón se regeneraba y el agua dejaba de fluir por el interior. Por supuesto, tras el hallazgo, el equipo encabezado por Masic ya ha anunciado que se encuentra trabajando para comercializar este hormigón modificado para que pueda ser utilizado en las construcciones y obras actuales.

Fuente: elespanol.com | 6 de enero de 2023

Así lucía el rostro de Tutankamón, según la recreación más precisa realizada hasta la fecha

Foto: Última versión de la reconstrucción del rostro de Tutankamón. Crédito: Christian Corbet a través de Pen News).

El renombrado investigador occidental Andrew Nelson estudia bioarqueología, en parte, porque le permite comprender cómo vivía la gente hace miles de años. Y, aunque ha viajado por el mundo investigando momias antiguas, su última aventura con el faraón Tutankamón es inolvidable.

“La mejor manera de saber sobre la gente del pasado es estudiar momias, esqueletos y artefactos funerarios. Trabajar en una momia nos dice cómo era un individuo como persona”, dice Nelson, catedrático y profesor de antropología.

Con motivo del centenario de la apertura de la tumba del rey Tutankamón por parte de Howard Carter, la emisora ​​pública estadounidense PBS emitió un documental de dos partes titulado Tutankamón: aliados y enemigos, y Nelson ha sido un actor destacado en el mismo.

La investigación bioarqueológica de Andrew Nelson se centra en el estudio de restos humanos de culturas antiguas. (Foto por Darryl Lahteenmaa).

“He trabajado con muchas momias en Perú, Egipto y otros lugares, y cada una es especial. Cada momia era una persona que merece nuestro respeto, y eso es importante, como igualmente importante es contar sus historias, pero solo hay un faraón Tutankamón”, reseña Nelson.

A pedido de la productora, siguiendo una recomendación de Sahar Saleem (izquierda), profesora de radiología en la Facultad de Medicina Kasr AlAiny de la Universidad de El Cairo, Nelson recibió el encargo de participar en una nueva reconstrucción facial del Rey Tutankamón. El proceso involucró el uso de tomografías computarizadas (TC) y el software de bioimágenes 3D Dragonfly para crear un modelo virtual del cráneo del faraón.

“Tengo muchos escaneos de otras momias egipcias, pero es realmente difícil obtener el escaneo de un faraón, por lo que trabajar con la momia de Tutankamón ha sido la mejor experiencia de todas”, dijo Nelson, miembro del Instituto de Huesos y Articulaciones de la Universidad de Western, Ontario. “Fue solo a través de la participación de Sahar Saleem que pudimos obtener el permiso de las autoridades egipcias para poder examinar todos los datos”.

Antes de que se completara la momificación de Tutankamón en 1323 a. C., se vertió resina en su cavidad craneal vacía (el espacio en el cráneo que contiene el cerebro), y sus mejillas se cubrieron con tiras de lino recubiertas de resina. Esta técnica se usó para dar forma a su rostro después de que se secó durante el proceso de momificación, pero provocó que la disección virtual realizada por Nelson fuera extremadamente difícil.

Una captura de pantalla de las tomografías computarizadas (TC) y el software de bioimágenes 3D utilizado para crear un modelo virtual del cráneo del faraón Tutankamón.

“Pusieron compresas debajo de las mejillas y en la boca para tratar de mantener la forma de la cara. Pero, aún así, no era su cara original. No había tejido muscular, por lo que es una especie de versión reducida de su rostro real”, señala Nelson. “Nuestro trabajo consistió en tratar de conservar la cara y esencialmente reanimarla”.

Una vez que se completó la reconstrucción digital del cráneo, Nelson trabajó con la empresa Objex Unlimited, de Toronto, para producir una impresión tridimensional del cráneo. Luego se asoció con el artista de Sackville, New Brunswick, Canadá, Christian Corbet (derecha), quien primero hizo una representación forense del busto de Tutankamón sin orejas ni expresión, y siguió con su versión artística final, inspirada en la egiptología y el arte egipcio, todo lo cual aparece en el documental.

“Trabajamos a partir del modelo 3D del cráneo, y luego agregamos capas de músculo hasta lograr reconstruir el rostro”, relata Nelson. “La anatomía de su cráneo sirvió de guía para la reconstrucción facial, así que creo que tiene una apariencia mucho más realista que cualquiera de las que hemos visto en el pasado”.

Originalmente, el modelo 3D se creó con los ojos cerrados, sin orejas y sin expresión. Sin embargo, el escultor Christian Corbet decidió ser "más creativo”. Una vez completada la reconstrucción de Tutankamón "se le puso ojos abiertos, la corona de guerra, y se dejó una ligera apertura de labios", dice Corbet. “De alguna manera mágica, me recordó que era un faraón y di mi aprobación al trabajo terminado. Como artista, simplemente sabes cuándo algo está bien”.


El toque final, que no ha sido parte de las reconstrucciones faciales anteriores de Tutankamón, fue la inclusión de un khepresh sobre su cabeza.

La reconstrucción facial final del Rey Tut, completa con un 'khepresh' sobre su cabeza. Soura Films/Christian Corbet via Pen News.

“El 'khepresh', que es la corona de batalla de los faraones, ciertamente realza la reconstrucción”, subraya Nelson. "Hay muchas ilustraciones y representaciones en el arte egipcio con Tutankamón usando esta corona, con la serpiente en la frente, y por eso optamos por ponerla".

En el documental, la arqueóloga egipcia Yasmin El Shazly y el fotógrafo Mahmoud Rashad (izquierda) inspeccionan las inconsistencias históricas sobre Tutankamón y exploran los misterios de su vida y su entierro.

“El objetivo de la producción era contar la historia del faraón Tutankamón como persona, cómo era cuando fue faraón-niño”, concluye Nelson. “Los presentadores visitaron lugares antiguos al tiempo que exploraron quiénes era sus amigos y enemigos. Como parte de esta exploración querían mirarlo a la cara, y creo que Sahar Saalem, Christian Corbet y yo hemos dado en el clavo. Ahora podemos ver el rostro de Tutankamón y darle vida en ese aspecto”.

Fuente: newswesternnu.ca | revistaoeste.com | 24 de noviembre de 2022

Visitar la Gran Pirámide de Giza ya es posible sin salir de casa gracias a un proyecto digital de Harvard

El Proyecto Giza ofrece todos los detalles del interior de las pirámides y la necrópolis. CC

La Gran Pirámide de Giza se puede visitar por dentro sin miedo a momias, maldiciones o colas interminables gracias al Proyecto Giza, impulsado por la Universidad Harvard en colaboración con el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto. Lo mejor: desde casa y sin pagar ni un euro.

La experiencia no será la misma, pero se pueden recorrer los pasadizos, las tres cámaras de la pirámide así como las mastabas (monumentos funerarios) en un tour en 3D con imágenes en 360 grados para no perderse ni un detalle. Todo este recorrido lo acompaña la explicación que daría un guía turístico. Solamente se necesita entrar en la web del Proyecto Giza y comenzar el itinerario por la única de las Siete maravillas del mundo antiguo que todavía nos contempla.

La Gran Pirámide tal como se ve en la aplicación del Proyecto Giza. Foto: Giza Project.

Automáticamente se redirige a la entrada de la pirámide. Desde este punto se puede ver una vista de El Cairo. A medida que se va avanzando, a través del botón siguiente, se van recibiendo explicaciones sobre el lugar donde nos encontramos. Tras dar un poco de contexto sobre la meseta de Giza, es el momento de pasar al interior.

De esta manera tan intuitiva, se pueden explorar todos los recovecos de la pirámide en honor al faraón Khufu: la Gran Galería, la cámara del rey, la de la reina y la cámara subterránea, que solamente se puede acceder a través de este tour. También se pueden apreciar los actos de vandalismo que se han cometido en esta maravilla egipcia. Si no se quiere seguir el recorrido también se puede ir por libre, aunque no habrá ningún tipo de explicación.

La Gran Galería de la pirámide de Keops. Proyecto Giza. Foto: Giza Project.

El encargado de conseguir todas las imágenes es Luke Hollis y, según Microservios, usó una Leica BLK 360 para conseguir imágenes esféricas de calidad. Luego las montó en Matterport Pro 2 para poder crear el recorrido. Con la librería Three.js en JavaScript añadió todas las explicaciones de la interfaz.

¿Qué es el 'Proyecto Giza'?

El Proyecto Giza comenzó en el año 2000 en el Museo de Bellas Artes de Boston para digitalizar toda la documentación arqueológica de la expedición del Museo de Bellas Artes de Boston y la Universidad de Harvard a Giza y ponerla a disposición de quien la quisiera.

Vista del pasaje ascendente de la Gran Pirámide tal como se muestra en Proyecto Giza. Foto: Giza Project.

Este proyecto se trasladó a Harvard en 2011 y, desde entonces, ha ampliado su alcance, asociándose con otras instituciones de todo el mundo que excavaron en Giza. Así, se han logrado reunir la mayor cantidad de datos posible sobre la pirámide.

Este recorrido en 3D es una nueva forma de explorar y aprender sobre la pirámide más grande y más antigua así como del resto de la necrópolis. Sin embargo, pese a haber reconstruido aproximadamente 20 tumbas y monumentos, todavía queda mucho trabajo para que se pueda ver todo completamente desde casa.

Cámara del rey, con el sarcófago, en la Gran Pirámide.

Fuentes: lavanguardia.com | nationalgeographic.com.es | 8 de noviembre de 2022

Revelan cómo era el rostro de una mujer que vivió hace 31.000 años

Una aproximación digital subjetiva de cómo pudo haber sido la mujer de la Edad de Piedra. Crédito de la imagen: Cicero Moraes/Jiri Sindelar/Karel Drbal.

El rostro de una mujer de hace unos 31.000 años ha sido revelado al mundo por un grupo de científicos. Desde que el cráneo fue hallado, se creyó que se trataba de un varón.

Hace más de 140 años, en 1881, el arqueólogo austrohúngaro Josef Szombathy halló un cráneo en la cueva principal del sitio arqueológico de Mladeč, un pueblo de la República Checa. En ese entonces, se creyó que correspondía a un varón adulto. Más de un siglo después, sabemos que fue una joven, y la tecnología nos permite ver como era su rostro.

El error pudo ser corregido tras su comparación con las características de otros fósiles encontrados en el yacimiento. Estos revelaron que era el de una mujer que vivió durante el periodo Auriñaciense del Paleolítico superior, y que murió alrededor de los 17 años, hace unos 31.000 años. Esto la convierte en uno de los Homo sapiens más antiguos encontrados en Europa.

Etapas de la aproximación facial forense y la deformación anatómica.

Etapas de reconstrucción forense

El rostro de la mujer estaba incompleto. Desde que fue desenterrado le faltaba la mandíbula inferior, y los investigadores tuvieron que usar donantes virtuales que sirvieran para llevar a cabo la recuperación y aproximación facial.

Mandíbulas humanas modernas llenaron los espacios en blanco a los que se enfrentaron los investigadores. Según el libro El enfoque facial forense del cráneo Mladeč, donde se documentan los hallazgos, el cráneo tenía mayor afinidad con grupos de asiáticos y brasileños.

Pasos finales de la aproximación facial forense.

“Para reconstruir el cráneo hemos usado datos estadísticos de promedio y proyecciones extraídos de unas 200 tomografías computarizadas de humanos modernos y de fósiles extraído de excavaciones arqueológicas pertenecientes a diferentes grupos de población, incluidos europeos, africanos y asiáticos”, dice Cicero Moraes, experto gráfico y uno de los coautores del libro mencionado, a Live Science. "Esto nos ha permitido proyectar regiones faltantes del rostro humano".

La afinidad con grupos de asiáticos y brasileños no es una evidencia definitiva de que sea parte de esos grupos de ancestros, menciona la investigación, sino que existe una compatibilidad de la región del ojo y la nariz con individuos de tales grupos.

Cícero Moraes, especialista en reconstrucción de cráneos. Foto: Martin Dlouhý.

Dos versiones de un mismo fósil

Los investigadores deformaron los huesos y el tejido blando de las tomografías computarizadas de un hombre y una mujer para que coincidieran con la cara a la que buscaban aproximarse. Ambas aproximaciones convergieron en un resultado muy similar, revela Cicero.

Los científicos crearon dos versiones de la aproximación facial del fósil Mladeč 1, como es conocido. Una sin pelo, con los ojos cerrados y con imágenes en escala de grises, y otra con pelo, con los ojos abiertos y en color.

Aproximación facial forense básica y objetiva.

La segunda versión, más subjetiva y artística, tiene detalles adicionales, como el color, el cabello y el vello facial, cejas y pestañas, lo que le da expresividad a la imagen.

“La imagen simple ilustra un enfoque más científico y la imagen compuesta, un enfoque más artístico. El primero ofrece una volumetría basada en datos y anatomía real, y el segundo crea un símbolo popular, que funciona como señuelo para que cualquier interesado pueda crear una identificación empática con el individuo y pueda buscar más información”, menciona el trabajo científico.

En ambos casos, dependiendo del punto de vista, puede parecer un joven más delicado o una joven más robusta.

Fuentes: ngenespanol.com | 28 de septiembre de 2022

Reconstruyen en Holanda el rostro del primer neandertal neerlandés al que se ha llamado 'Krijn'

Reconstrucción craneal y facial del primer neandertal neerlandés, Krijn. Foto de EFE.

El Museo Nacional de Antigüedades de Holanda ha presentado la reconstrucción facial del primer neandertal neerlandés, Krijn, un joven que vivió hace entre 70.000 y 50.000 años y cuyo fragmento de cráneo fue localizado hace dos décadas.

El fósil del neandertal, que se podrá ver en el museo hasta el 31 de octubre, tiene un bulto notable en la zona del ojo derecho, resultado de un pequeño tumor, y fue localizado hace veinte años en Zelanda por el paleontólogo aficionado Luc Anthonis, después de ser aspirado del mar del Norte por una draga de succión frente a la costa.

El fragmento de hueso localizado solo medía diez por seis centímetros, pero fue la primera pieza de un neandertal que se desenterró del mar del Norte y la primera vez que se encontró esta especie humana en Holanda.

Fragmento de hueso del cráneo del primer neandertal neerlandés, Krijn. Foto de EFE

Desde entonces, la pieza ha estado bajo investigación en la Universidad de Leiden, junto a la red de expertos del Instituto Max Planck, y se llegó a la conclusión de que Krijn era un joven “bastante robusto” y comía principalmente carne, según un examen de los isótopos estables.

En cuanto al hueco situado detrás de su gran arco de ceja, los investigadores, que apodaron al joven como “neandertal Krijn”, aseguran que es el resultado de un tumor subcutáneo inofensivo, aunque “nunca antes se había diagnosticado tal condición en un neandertal”, subrayó el museo.

Adrie y Alfons Kennis, dos famosos paleoartistas neerlandeses, analizaron los rasgos distintivos de varios cráneos neandertales para crear un rostro “científicamente sólido” de Krijn, uno de los habitantes de Doggerland, la tierra prehistórica sumergida en el mar del Norte frente a la costa neerlandesa, cuando el nivel del mar era al menos 50 metros más bajo de lo que es ahora.

Los Kennis son conocidos por varias reconstrucciones de humanos prehistóricos, como Ötzi (izquierda), la momia del “El hombre de hielo” o la figura de un niño de 11 años.

Para las labores de reconstrucción, se utilizaron las características examinadas del fósil, coincidencias digitales con cráneos neandertales para hacer comparaciones y los últimos conocimientos sobre los neandertales y sus apariencias, incluido el color de ojos, cabello y piel.

La pinacoteca contará ahora la historia de casi un millón de años de ocupación humana, paisaje y cambio climático en la vasta y rica zona prehistórica de la costa neerlandesa.

“Krijn y los otros hallazgos muestran que una mayor investigación y protección del mar del Norte es de gran importancia científica para la arqueología y la paleontología”, añadió el museo.

La exposición “Doggerland” comenzará en la Edad de Hielo, cuando el fondo del mar solía estar seco, siendo hogar de mamuts, rinocerontes lanudos, ciervos gigantes, neandertales y los primeros humanos modernos, y terminará hace unos 8 mil años, en un mundo prehistórico que quedó sumergido por el aumento del nivel de agua.

Fuente: lopezdoriga.com | 7 de septiembre de 2021