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Carbonell recibe en Atapuerca a miembros de las Academias Hispanoamericanas de la Lengua

Representantes de la Real Academia de la Lengua en la sierra de Atapuerca con Eudald Carbonell y Alejandro Sarmiento, director gerente del Museo de la Evolución Humana y del Sistema Atapuerca.

Ibeas de Juarros, 18 de marzo, 2017.  Eudald Carbonell, vicepresidente de la Fundación Atapuerca y codirector de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, ha recibido esta mañana a representantes de las academias hispanoamericanas de la lengua en los yacimientos de la sierra de Atapuerca.

Carbonell les ha explicado la importancia de los yacimientos de la sierra de Atapuerca y ha hecho hincapié en la evolución del lenguaje en Atapuerca. El grupo, encabezado por el Director de la Real Academia Española, Darío Villanueva, ha visitado los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril (Sima del Elefante, Galería y Gran Dolina).

Darío Villanueva, director de la Real Academia Española, y Eudald Carbonell.

Estos días, el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua ─con sede en la ciudad de Burgos─ ha acogido la “I reunión de la Comisión Interacadémica del Diccionario de la lengua Española (DLE)”, para sentar la “planta” del nuevo Diccionario de la lengua española, cuyas principales novedades serán su carácter digital y panhispánico. Como colofón, sus representantes han visitado los yacimientos de la sierra de Atapuerca para conocer los orígenes del ser humano y del lenguaje.

Iván De Pedro, monitor de la Fundación Atapuerca, explicando el yacimiento de Galería.

Germán Delibes y Ángel Ramos reciben los "Premios Evolución" 2019 de la Fundación Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 18 de julio de 2019. El Catedrático de Prehistoria, Germán Delibes, junto a Ángel Ramos, quien fue director de la Obra Social y Cultural de Caja de Burgos, reciben hoy los "Premios Evolución" 2019 de la Fundación Atapuerca, por acuerdo unánime del Patronato en su sesión de 30 de noviembre de 2018.

El acto se celebra ante los miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca, coincidiendo con la campaña de excavación, y lo conducirán sus codirectores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Estarán presentes representantes de administraciones públicas e instituciones, buen número de patronos, colaboradores y amigos de la Fundación Atapuerca.

Los "Premios Evolución" se crearon en 2009 para reconocer la labor de aquellas personas o instituciones que han apoyado al Proyecto Atapuerca de forma relevante, y se concede cada dos años, en dos categorías. En esta VI Edición de los Premios, el Prof. Germán Delibes de Castro, recibe el "Premio Evolución" a la labor científica por su trabajo de investigación y de impulso al conocimiento de la prehistoria que ha sido y es muy importante, así como su constante apoyo al proyecto científico. Delibes es prehistoriador, arqueólogo, y Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Valladolid.


Por su parte, Ángel Ramos Serna recibe el "Premio Evolución" a los valores humanos por su labor en Caja de Burgos, tan importante para la creación de la Fundación Atapuerca, y su apoyo constante al Proyecto Atapuerca. D. Ángel Ramos Serna fue desde el año 1984 el director de la Obra Social y Cultural, y Relaciones Institucionales de la Caja de Burgos así como Tesorero de la Fundación Atapuerca hasta el año 2003.

Los Premios consisten en dos esculturas donadas por el artista burgalés Oscar Martín. La escultura representativa del "Premio Evolución” a los valores humanos la ha titulado su autor "Adición", y es una figura antropomorfa. La escultura representativa del "Premio Evolución” a la labor científica lleva por título “Dualidad", y representa a dos homínidos que se apoyan espalda contra espalda.


EDICIONES PASADAS DE LOS “PREMIOS EVOLUCIÓN”

En su primera edición, en 2009, el Premio Evolución a los valores humanos fue otorgado a don Antonio Miguel Méndez Pozo, y el Premio Evolución a la labor científica al investigador norteamericano de la Universidad de Berkeley (California), Prof. Timothy White. En la siguiente edición, en 2011, el Premio en sus dos modalidades recayó, de forma excepcional, en un único Premiado: el Profesor Emiliano Aguirre, primer director de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En la tercera edición, en 2013, el Prof. Trinidad de Torres recibió el Premio Evolución a la labor científica, mientras que el Grupo Espeleológico Edelweiss recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la cuarta edición, en 2015, los Profesores Henry de Lumley y Marie-Antoinette de Lumley recibieron el Premio Evolución a la labor científica y la Base Militar Cid Campeador, de Castrillo del Val, recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la quinta edición, en 2017, la Profesora Mina Weinstein-Evron recibió el Premio Evolución a la labor científica y la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, recibió el Premio Evolución a los valores humanos.

La Profesora Mina Weinstein-Evron y la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos reciben los "Premios Evolución" 2017 de la Fundación Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 14 de julio de 2017. La Profesora Mina Weinstein-Evron, junto con la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos, reciben hoy los "Premios Evolución" 2017 de la Fundación Atapuerca, por acuerdo unánime del Patronato de la Fundación Atapuerca, adoptada el pasado 27 de junio bajo la Presidencia de la Reina Sofía.

El acto se celebra ante los miembros del Equipo de Investigación de Atapuerca, coincidiendo con la campaña de excavación, y lo conducirán sus codirectores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Estarán presentes buen número de patronos, colaboradores y amigos de la Fundación Atapuerca.

Los "Premios Evolución" se crearon en 2009 para reconocer la labor de aquellas personas o instituciones que han apoyado al Proyecto Atapuerca de forma relevante, y se concede cada dos años, en dos categorías. En esta V Edición de los Premios, la Profesora Mina Weinstein-Evron recibe el "Premio Evolución" a la labor científica. Mina es Doctora por la Universidad de Tel Aviv (1984), Catedrática de la Universidad de Haifa en Israel, Directora de su Laboratorio de Palinología y del Zinman Institute of Archaeology. Ha contribuido de forma relevante a la declaración en 2012 de las cuevas del Monte Carmelo (en Israel) como Patrimonio de la Humanidad, por ser clave para el estudio de los neandertales. Sus aportaciones científicas al estudio de la evolución humana son fundamentales. Las cuevas de Monte Carmelo están al sur de la ciudad de Haifa en Israel. Es un enclave arqueológico compuesto por cuatro cuevas (Tabun, Jamal, Skhul y el-Wad) ocupadas por diferentes poblaciones humanas durante aproximadamente 500.000 años. Los restos encontrados pertenecen tanto a Homo sapiens como a Homo neanderthalensis. Las excavaciones comenzaron en 1928 y continúan hasta hoy en día, revelando una impresionante riqueza arqueológica que ha permitido a los investigadores mejorar enormemente su comprensión sobre la evolución humana.


Por su parte, la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos recibe el "Premio Evolución" a los valores humanos. El Premio, recogido por D. Alfonso Martín Fernández, Teniente Coronel Jefe Comandancia Guardia Civil de Burgos, reconoce la continuada y relevante contribución a favor del Proyecto Atapuerca. Este año 2017 se cumplen 30 años desde que la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos asumiera la vigilancia de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. La labor de protección y custodia que los agentes de la Guardia Civil han venido desarrollando desde entonces en torno a los yacimientos ha sido decisiva para que se hayan conservado indemnes a disposición de la investigación arqueológica y de la ciencia.

Los Premios están representados por dos esculturas donadas por el artista burgalés Oscar Martín. La escultura representativa del "Premio Evolución a los valores humanos” la ha titulado su autor "Adición", y es una figura antropomorfa. La escultura representativa del "Premio Evolución a la labor científica” lleva por título “Dualidad", y representa a dos homínidos que se apoyan espalda contra espalda.


EDICIONES PASADAS DE LOS “PREMIOS EVOLUCIÓN”

En su primera edición, en 2009, el Premio Evolución a los valores humanos fue otorgado a Antonio Miguel Méndez Pozo, y el Premio Evolución a la labor científica al investigador norteamericano de la Universidad de Berkeley (California), Prof. Timothy White. En la siguiente edición, en 2011, el Premio en sus dos modalidades recayó, de forma excepcional, en un único Premiado: el Profesor Emiliano Aguirre, primer Director de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En la tercera edición, en 2013, el Prof. Trinidad de Torres recibió el Premio Evolución a la labor científica, mientras que el Grupo Espeleológico Edelweiss recibió el Premio Evolución a los valores humanos. En la cuarta edición, en 2015, los Profesores Henry de Lumley y Marie-Antoinette de Lumley recibieron el Premio Evolución a la labor científica y la Base Militar Cid Campeador, de Castrillo del Val, recibió el Premio Evolución a los valores humanos.

Una mandíbula hallada en Atapuerca podría pertenecer a una especie anterior al 'Homo Antecessor'

Paleontólogos españoles proponen un nuevo mapa de la evolución humana
Burgos (España), 28 abr (EFE).- Los científicos del yacimiento paleontológico de Atapuerca (en el norte de España) afirmaron hoy que es preciso cambiar el mapa de la evolución humana, pues hay una rama de homínidos con identidad europea diferenciada y que no procede de África, sino de Asia.

El codirector de Atapuerca y director del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH), José María Bermúdez de Castro, dijo que es una teoría en la que llevan trabajando desde 2006 y aseguró que ya han publicado algunos apuntes en este sentido y varios miembros del equipo trabajan en otros artículos similares.

Bermúdez participó hoy, con otros responsables de Atapuerca, uno de los yacimientos paleontológicos humanos más importantes del mundo declarado Patrimonio de la Humanidad, en la presentación de sus investigaciones sobre la evolución humana tras el hallazgo, en 2007, de una mandíbula considerada el fósil de homínido más antiguo de Europa.

El científico precisó que confía en que las referencias a la teoría del origen asiático y no africano en la evolución humana europea venzan las reticencias de la "comunidad científica oficial anglosajona", que ya se opuso a la publicación de un artículo en ese sentido enviado por los directores de Atapuerca a revistas especializadas hace dos años y que finalmente optaron por retirar.

La teoría parte de una tesis elaborada por una de las integrantes del equipo investigador de Atapuerca, también científica del CENIEH, María Martinón, en el año 2006.
Martinón explicó a Efe que, tras estudiar fósiles de Asia y compararlos con los de Atapuerca, donde se encuentran el 95 por ciento de los fósiles de homínidos europeos del Pleistoceno inferior y medio, concluyó que se parecen más entre sí que a los africanos, "que tienen un parentesco más cercano".

En este sentido, Bermúdez de Castro apuntó que esta "identidad europea" se podrá confirmar cuando aparezcan más restos de la época de la mandíbula localizada en 2007 en Atapuerca, en la Sima del Elefante.
Hasta ahora se han localizado también parte de un fémur y una falange que puede ser del mismo individuo, que vivió hace entre 1,2 y 1,3 millones de años, aunque si apareciera su cráneo "seguramente tendría una capacidad menor de mil centímetros cúbicos, realmente pequeño".
Precisamente las conclusiones del estudio de la mandíbula suponen un apoyo para la teoría de la procedencia asiática de los homínidos europeos.

Aunque en el primer artículo en torno a este hallazgo, que ocupó la portada de la revista "Nature" en 2008, se apuntaba que podía tratarse de un Homo Antecesor, de la misma especie de la que aparecieron en Atapuerca restos de hace unos 900.000 años, la revisión realizada tras nuevas investigaciones hizo llegar a Bermúdez de Castro a una conclusión diferente.
Según el director del CENIEH, la mandíbula tiene rasgos similares a las encontradas en el yacimiento georgiano de Dmanisi, de hace 1,8 millones de años, pero otros son más parecidos a los del Homo Antecesor de Atapuerca, de hace 900.000.

La conclusión es que se trata de un "Homo SP", lo que significa que pertenece a una especie no determinada y habrá que concretar "si pertenece a alguna especie conocida o a una nueva", explicó el científico.
En su opinión, la incógnita se despejará después de que se localicen nuevos restos de la misma antigüedad que la mandíbula, lo que permitirá obtener una imagen mucho más completa de la especie.
Bermúdez de Castro insistió en la importancia de contar con un puente de unos veinte metros sobre el suelo de la "trinchera del ferrocarril", donde se encuentra la Sima del Elefante.

Se trata de una estructura que "sería barata" y permitiría a los paleoantropólogos trabajar debajo y retirar unos 20 o 30 centímetros de tierra bajo los que creen que se pueden encontrar más fósiles de hace más de un millón de años.
Esta excavación, sobre una extensión de unos treinta metros cuadrados, podría ser "sumamente esclarecedora" y completar el apoyo a la teoría de la evolución humana alejada de lo que María Martinón calificó como "africacentrismo".

Vía: EFE / Red Española de Historia y Arqueología

'Homo erectus', el descubrimiento que revoluciona la historia de Atapuerca

Cara parcial de un homínido hallada en el yacimiento de la Sima del Elefante (sierra de Atapuerca) la pasada campaña María Dolors Guillén / IPHES. Equipo de Investigación de Atapuerca Fundación Atapuerca.

La vida es un compendio de casualidades... o de caprichos del destino. Que cada uno escoja lo que quiera: creer en la estrella, la ventura, de un dios cualquiera o dejarlo todo en manos del azar. Pero, de una u otra forma, lo que son irrefutables son los hechos. Que los británicos se empeñaron en que su tren pasara por mitad de la sierra de Atapuerca –sus motivos tendrían–, es así. «Partieron el queso Gruyère por la mitad», apunta el paleontólogo Jordi Agustí. Los intereses de Richard Preece Williams para que el ferrocarril atravesara la masa caliza primaron por encima de todo y así se hizo. Y, por otro lado, que aquel antojo supuso el hallazgo arqueológico más importante de nuestra historia, también es innegable.

Foto: Unidad de tren de-la-Sierra-Company que circuló por la vía estrecha del tren que pasaba por Atapuerca.

De inicio, los restos fosilíferos que salieron a la luz pasaron desapercibidos, inútiles para los intereses de finales del siglo XIX. El objetivo, entonces, era facilitar el transporte de mineral hasta las siderurgias vascas, pero más de cien años después de aquello no se puede hablar de Atapuerca más que como un «templo» del pasado, una cápsula del tiempo en la que profundizar para conocernos más a fondo, la excavación más grande del mundo del Pleistoceno. También nos sirve para saber más de los animales que corrían por la meseta y alrededores hace miles y millones de años. Tierra de bisontes antaño, y de tigres, y de rinocerontes, y de algún micromamífero que hoy habita muchísimos kilómetros al norte, en lugares árticos.

«Hace 14.000 años la temperatura de aquí era diez grados inferior a la de ahora», comienza a explicar Eudald Carbonell en el momento en el que una cortina de nieve cae sobre el yacimiento. El geólogo y arqueólogo ni se inmuta; y es que «ya no nieva como antes», añora. Aunque sus trabajos sobre el terreno suelen concentrarse de junio a julio –con lo logrado en esas pocas semanas se consigue material para «entretenerse» durante todo el año–, está más que mimetizado con el lugar y sus adversidades. Para ello es miembro de esa Santísima Trinidad que dirige Atapuerca, junto a José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga.

Foto: Eudald Carbonell, codirector de Atapuerca (zquierda), Rosa Huguet, coordinadora del yacimiento de la Sima del Elefante (2i) Juan Luis Arsuaga, codirector de los yacimientos (3i), el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja (2d), y Jose María Bermúz de Casto, codirector de Atapuerca (derecha), muestran el nuevo fósil hallado de hace un 1,4 millones de años.

Carbonell es un señor con aires novelescos y con un sombrero listo para cada ocasión. Si por Burgos (ciudad) atiende con un fieltro elegante, estilo Traveller, en su hábitat natural, entre huesos y piedras, se corona con la guinda del buen arqueólogo. Un gorro de paseo y otro de faena. Y es así, equipado e impávido ante el frío, el viento y la nieve del norte de Castilla, cuando sonríe y dice: «No hay dudas, es un “Homo erectus”». Se refiere a la última gran noticia desenterrada en Atapuerca, la pieza del puzle que faltaba y que se había escapado hasta ahora: Homo antecessor (850.000 años), preneandertal (500.000), Homo neanderthalensis (50.000), Homo sapiens y... ¡Homo erectus (1,3 millones de años)!

«Las cinco especies de homínidos que han vivido en Europa», señala, concentradas en un punto muy concreto, en una especie de cruz ficticia en la que el verano se convierte en invierno y en la que el clima atlántico da paso al mediterráneo. «Una zona de paso», define, que ni el Camino de Santiago se ha querido perder. Si Carbonell suelta la bomba (a falta del «ok» final), sobre el terreno, su equipo es algo más cauto y sonríe al ser preguntado: «Bueno... Eso parece, pero hay que esperar a que se termine todo el estudio. Estamos en ello y hay que ir paso a paso hasta que toda la comunidad científica lo dé por bueno». Mientras, en la urbe, frente al río Arlanzón, en el Museo de la Evolución Humana, también dan pistas sobre «el erectus»: «Cuatro especies... Casi cinco», celebran en un paseo entre la «Pelvis Elvis» y el cráneo de «Miguelón».

El cráneo de "Miguelón", expuesto en el Museo de la Evolución Humana (Burgos) Ical Agencia ICAL

El ojo de Carbonell, con miles de restos vistos y desenterrados en su retina, no necesita de demasiados análisis para saber lo que tiene delante: «Solo con verlo ya se sabe lo que es. Es un “Homo erectus”, seguro». La pista fundamental llegó el pasado 30 de junio, obra del trabajo de Edgar Téllez: la cara parcial de un ser humano de hace 1,3 millones de años (aprox.) hallada en la Sima del Elefante. Un pómulo y la mandíbula superior de un homínido que ya se antojaban «trascendentales» para abrir, de nuevo, las puertas de la evolución humana y así descifrar el enigma de la aparición de una cara moderna, confesaba, en verano, el propio Carbonell durante la presentación de los resultados de la última campaña.

Meses más tarde, el arqueólogo habla, sin titubear, sobre el origen de unos restos que vuelven a reescribir la Historia, «una constante en este trabajo», dice.

−¿Cuántas veces le han cambiado los planes?

−La complejidad no se puede controlar. Lo redundante es aburrido. Aquí lo que hay que hacer es dar pasos cortos, pero seguros. Todo lo que sea correcto no se moverá jamás. Si construyes la casa con unos cimientos que están mal, todo se terminará cayendo. Por eso este yacimiento es tan importante, porque desde hace décadas se están haciendo las cosas muy bien. Aquí no se compite, se colabora. Solo el incompetente compite y no le queremos; el competente, colabora. Al final, interpretar lo que encontramos aquí es solo el último paso que damos, y ahí es donde proyectamos nuestra visión del mundo.

2.000 obreros abrieron la trinchera de los yacimientos de Atapuerca.

Contesta el investigador a las preguntas con toda la pasión del mundo. En cada palabra demuestra mucho más que su amplísimo conocimiento de la tierra que tiene bajo sus pies, se palpa su convencimiento de la causa: «Si no conoces el pasado no podrás mejorar el futuro. ¿Podemos intervenir el cambio climático? Si hemos sido nosotros los que lo hemos provocado, entonces, podremos revertirlo en el mismo tiempo (...) El conocimiento no sirve para nada si no se transforma en pensamiento». Es toda esa filosofía la que le ha llevado a colaborar en la biblioteca que Salvat acaba de lanzar sobre la Evolución humana y que coordina Agustí. Colección que abre, junto a Marta Navazo, con un volumen titulado Atapuerca en el que ya se prepara el camino al nuevo/viejo habitante del lugar: «“Homo sp.”, probablemente “Homo erectus”», escriben.

«Una especie que tiene mucha duración en el tiempo, más de un millón de años. El primer descubrimiento de esta especie se realiza en Java en 1891, y el descubridor, Eugène Dubois, lo bautiza con el nombre de “Pithecanthropus erectus” −firman los dos autores−. Se reserva este nombre para los fósiles encontrados en Eurasia, dado que en África se les denomina “Homo ergaster”. Se caracteriza por tener la capacidad craneal en tono a los 950-1.100 centímetros cúbicos. Su bóveda craneal es baja, su cuerpo musculado, y puede medir hasta 1,80 metros. Sus herramientas son características del modo 2 o achelense en todos los lugares en los que se han encontrado registros; estos muestran su asociación a este modo de forma fundamental, un modo que emerge África y se socializa a partir de medio millón de años en Eurasia».

Restos originales de 'Homo erectus' descubiertos por Dubois en Java entre 1891 y 1892. Wikipedia.

Cuando se descubrió en Atapuerca el «Homo antecessor» no se daba por seguro en la comunidad científica que Europa estuviera poblada hace millón y medio de años, pero con el descubrimiento de ese rostro y sus estudios posteriores (todavía por inacabados y sin fecha de presentación) sí se puede afirmar que, por entonces, «Europa estaba petada», sentencia Carbonell sobre el Pleistoceno Inferior. Hace un par de décadas, a raíz de los descubrimientos en el nivel TD6 del yacimiento de Gran Dolina, se debatía sobre el modelo evolutivo más coherente para explicar el origen de cara moderna. Corría entonces la hipótesis de que en Europa prácticamente no había nadie y que era un continente despoblado, pero esa es ya una hipótesis descartada. Ahora, el yacimiento se sumerge en una nueva etapa «prodigiosa para conocer cómo se ha producido la evolución humana en los últimos 1,5 millones de años».

Fuente: larazon.es | 29 de enero de 2023

¿Cómo vería la IA la evolución humana en Atapuerca?

Población preneandertal de hace 400.000 años frente a un viejo roble. BING IA.

Los ilustradores científicos asumen cada punto analizado por los científicos de diferentes disciplinas especializados en paleontología. Así han puesto rostro y cuerpo a las especies extintas de la evolución humana. ¿Qué haría la Inteligencia Artificial? Lo hemos intentado.

El resultado ha sido muy dispar. Desde hombres simiescos, gigantes a hombres muy sapiens. Y pocas mujeres. Son invisibles en la prehistoria y también para la inteligencia artificial. Y cuando se pide una mujer neandertal de hace 150.000 años, en un entorno frío, aparece una especie de modelo vestida con pieles en lo que podría ser un cartel publicitario. La prehistoria no es cosa de mujeres para la IA.

Otra curiosidad. Poner Homo y que aparezcan los personajes del Planeta de los Simios es todo uno. Pedir un homínido u Homo neanderthalensis, por ejemplo, nos aparecen monos erguidos. Un aspecto para las especies más antiguas, con características más primitivas, pero no en preneandertales y neandertales. Y en otros nos ofrece figuras muy humanizadas. Tan sapiens y tan guapos que podrían ser portada de revista. Aunque el gazapo mayor son los aviones sobrevolando un grupo de homínidos que lo observan desde la cueva.

La mujer neandertal es como una mujer sapiens tribal para la Inteligencia Artificial.

Homo sp, 1,3 millones de años y un cuchillo muy actual

Homo sp es, hasta la aparición de Pink, que no se incluye al no estar definido en una publicación científica, el más antiguo de la familia de Atapuerca. Vivió hace 1,4 y 1,2 millones de años en la sierra de Atapuerca. Apareció en la Sima del Elefante. De él se han localizado unos pocos restos. La mandíbula, una falange y un trozo de húmero. También una pequeña herramienta con filo cortante.

En el programa Bing de Inteligencia Artificial aparece un hombre muy sapiens con un cuchillo de piedra, pero tal cual un cuchillo. Y aparece fuego. Algo que no hemos pedido y del que no hay registro en el entorno de la mandíbula que sí tenía los dientes muy desgastados. Si nos dibuja un ambiente húmedo, cerca de un río y en una zona boscosa.

Sólo se han encontrado individuos aislados, pero es de suponer que viajaban en grupo. La inteligencia artificial recrea uno de esos paseos por los alrededores de una Atapuerca húmeda y boscosa por donde hasta hipopótamos caminaban.

Así recrea el ambiente de hace 1,4 millones de años en Atapuerca y al Homo sp de 1,4 millones de años. BING IA

Homo antecessor, el origen de las especies modernas

Homo antecessor apareció en Atapuerca en el año 94. El próximo año, que está a punto de comenzar, se cumplen 30 años de su descubrimiento. Eran hombres y mujeres altos y fuertes. Se estima que podían llegar a medir 1,70 metros y pesar 90 kilos. Tenían un cerebro de 1.000 centímetros cúbicos y extremidades largas. Eran atletas o caminaban mucho porque en los huesos del tobillo se han encontrado lesiones típicas de corredores de hoy en día. Pero el Homo antecessor corriendo que nos da la inteligencia artificial no tiene nada que ver con el elaborado por el equipo de investigación de Atapuerca.

Esta especie, de la que se empezarán a tener más restos en las próximas campañas, ya que una parte del yacimiento de Gran Dolina está en el nivel TD.6 donde han aparecido los 150 restos de 11 individuos en dos sondeos. Las esperanzas de conocer algo más sobre esta especie se multiplican. Por ahora sabemos que eran caníbales, algo que la inteligencia artificial no dibuja. Estos homínidos vivían en cavidades, tenían herramientas de piedra primitivas y vivían en entornos de clima mediterráneo.

Traslado de un integrante de la tribu en la época de los preneandertales de la Sima de los Huesos según la IA. BING IA.

Prenenandertales de la Sima y el 'garrote' excalibur

Es la familia de Miguelón. Los restos de unos 29 individuos se depositaron en el fondo de la sierra de Atapuerca, en lo que hoy se conoce como Sima de los Huesos. Vivieron en Atapuerca hace 430.000 años en un clima mediterráneo, con llanuras abiertas y un bosque de fondo. De estatura media, anchos, robustos y diestros, eran capaces de cuidar a miembros del grupo más desvalidos.

Le pedimos a la inteligencia artificial una foto del grupo de individuos en un árbol, tal y como los dibujó Mauricio Antón. Cualquier parecido entre ambas es difícil de ver. A la rigurosidad del dibujo científico, se corresponde con hombres prehistóricos haciéndose un selfi en el árbol y detrás una cueva.

Si pides que confeccionen una herramienta bifaz de color rojizo, se va desde las esculturas griegas a una especie de bastón de piedra que empuñan en la mano. Si pides que salgan cazando un bisonte, de uno de los grupos que pasaron por la Gran Dolina en esta época y que eran todos expertos, no le amenazan, sino que empuñan solo una lanza en su contra. Parecen hasta amigos.

Un Homo preneandertal de hace 430.000 años camina por un entorno de clima mediterráneo con llanuras abiertas y bosque de fondo en Atapuerca, y otro grupo de mujeres y hombres de estatura media anchos y robustos y diestros observan una herramienta de piedra de color rojizo.

Recreación por Inteligencia Artificial de Homo antecessor. BING IA

Neandertal, más simio que humano

Los neandertales están muy presentes en Atapuerca. De hace 150.000 años los hay en el yacimiento de Cueva Fantasma; más modernos, de hace 80.000, los hay en Estatuas exterior, y de todo el tramo de presencia neandertal en el interior. Esta especie se ha mostrado en unos pocos restos en Galería de las Estatuas interior y en Cueva Fantasma. Pero son piezas pequeñas que no hablan de las características de esta especie.

Por el resto de las investigaciones de otros yacimientos sabemos que los neandertales tienen la cavidad nasal hacia adelante, una musculatura compacta y masiva, podían tener ojos azules y trabajaban la madera. Medían hasta 1,65 metros y eran de complexión fuerte. Vivían en entornos fríos, en cuevas donde hacían fuego y conservaban sus hogares.

Pero a la inteligencia artificial es hablarle de Homo u homínido y el aspecto de fieros simios vuelve a aparecer. Pero si se elimina ese concepto pueden aparecer fornidos y bellos jóvenes, lo que tampoco es el caso. Y sobre las mujeres estas no aparecen.

Colocar la palabra homo u homínido hace que revivan los protagonistas animados de El Planeta de los Simios. BING IA.

Curioso que cuando se hace observaciones como la presencia de fondo de lobos o hienas, acechando, en la imagen aparecen como animales domésticos. Para la inteligencia artificial se acecha, pero no se mata ni se comen animales y, mucho menos, se practica el canibalismo algo que la ciencia ha remarcado en varias especies de Atapuerca.

Si se afina la descripción, puede aparecer un grupo de hombres prehistóricos de hace 150.000 años dando caza a un mamut. Nada más lejos del preciosismo y la exactitud de los trazos de un ilustrador científico.

Fuente: elcorreodeburgos.com | 26 de diciembre de 2023

Hallan lascas de sílex de hace unos 30.000 años que talló un individuo en Valdeprovedo, Atapuerca (Burgos)

Foto: Excavaciones en el asentamiento al aire libre de Valdeprovedo. / TOMÁS ALONSO/ICAL

Unas lascas de sílex de hace unos 30.000 años, que se corresponden con el Paleolítico Superior, evidencian “una acción puntual de media hora” de un individuo que estuvo tallando en el asentamiento al aire libre de Valdeprovedo, en Atapuerca (Burgos). Es la hipótesis que maneja el equipo de investigación de Atapuerca (EIA) tras encontrar en este nuevo sitio arqueológico “un bloque de sílex” o “un sitio puntual donde un individuo ha tallado unas herramientas, cuyas piezas retocadas se las ha llevado, y ha dejado solo lo que no utilizaron”, según explicó hoy una de las coordinadoras del yacimiento, Marta Navazo, investigadora de la Universidad de Burgos (UBU), junto al geólogo Alfonso Benito, del Cenieh.

Se trata, dijo, de unas piezas de sílex que es “un evento” y que podrán ser “reconstruidas”. El codirector del proyecto Atapuerca, Eudald Carbonell, que fue quien encontró estas lascas de sílex, valoró que “es una fotografía del pasado” que aporta gran información de “un evento de la Prehistoria”. “Es un evento tipo pompeyano”, exclamó.

Foto: El codirector de los yacimientos de Atapuerca, Eudald Carbonell.

En la campaña de excavaciones de este año se comenzó a trabajar en un nuevo sitio arqueológico. Se trata del yacimiento de Valdeprovedo situado en las inmediaciones de la sierra de Atapuerca y descubierto por uno de los codirectores del Proyecto Atapuerca, el profesor Eudald Carbonell.

“Hemos recogido una acción de entre quince y veinte minutos de hace unos 30.000 años (Paleolítico Superior)”, resaltó Carbonell, al tiempo que subrayó que “es importante en cuanto a que Atapuerca iniciará pronto las excavaciones en Paleolítico Superior porque estamos en Neolítico y seguramente tendremos minerales magdalenienses”.

Asimismo, apuntó que el Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) quiere que los asentamientos al aire libre “expliquen” los yacimientos de las cuevas que se excavan y no al revés; algo que “por primera vez” ocurre con los hallazgos encontrados en Valdeprovedo. En este sentido, relató que “la persona que vino a tallar estas herramientas de sílex lo hizo solo y se sentó a la orilla del río mientras tallaba las piezas dejando el resto descuartizado y el núcleo”, informa Ical.

Por ello, indicó que “probablemente sea un yacimiento del Paleolítico Superior, con una antigüedad de entre 30.000 y 40.000 años” y explicó que las piezas de sílex encontradas hasta el momento en la sierra de Atapuerca tienen unas características que "se corresponden con unas lascas muy espesas y cuadrangulares, mientras que las encontradas en este asentamiento al aire libre son de una industria muy laminar y muy finas que contrastan con las que se tenían hasta ahora”, dijo.

Durante esta campaña arqueológica, un equipo formado por nueve personas, realizó durante los quince días que ha durado el trabajo -que ya dan por “amortizado” y “finalizado”- un sondeo para verificar la existencia de nivel o niveles arqueológicos en secuencia estratigráfica. En primer lugar, se realizó una limpieza del corte, se desbrozó la superficie del terreno y se abrió una cata de entre 12-16 metros cuadrados, donde se excavaron los posibles niveles arqueológicos. Finalmente, se realizó un estudio sobre la estratigrafía y se tomaron muestras del sedimento para su estudio en el laboratorio.

Foto: Cada yacimiento cuenta con red wifi y ordenador para procesar la información, PDA para registrar los hallazgos e impresora de etiquetas. SANTI OTERO.

“Altas cantidades de progesterona”

Por otra parte, un grupo de siete personas del equipo de investigación de Atapuerca (EIA) "han extraído altas cantidades de progesterona del yacimiento de Cueva El Mirador, en Atapuerca (Ibeas de Juarros, Burgos), que habla de la buena conservación de los sedimentos". Así lo destacó hoy su coordinador Josep María Verges, quien subrayó que de la zona de redil han aparecido sedimentos de marcadores y hormonas, que hablan, explicó, de “la buena conservación de los sedimentos”.

El uso de la cueva está relacionado principalmente con el uso de la cavidad como corral por las comunidades prehistóricas agrícolas y ganaderas. En la actualidad, indicó que se excava en dos sondeos (sector 100 y sector 200) siguiendo escalonadamente la pared de la cueva donde se ha hallado un enterramiento colectivo Calcolítico y los niveles en los que la cueva se utilizó como corral.

En este sentido, Verges destacó que "lo más interesante de esta campaña es que se ha visto que aparecían restos de ovejas y cabras inmaduros (algunos fetos o neonatos) y que se ha detectado también presencia en un nivel concreto de altas cantidades de progesterona, la hormona relacionada con el ciclo menstrual, el parto, que nos está informando de que probablemente en esa zona apartaban a las hembras gestantes o que habían parido, del resto del rebaño”.

Una práctica, resaltó, que también se hace en la actualidad por parte de los pastores y que, según sostuvo, “arranca del Neolítico, de hace 6.000 años”. “Es de destacar porque necesita de una conservación excepcional del sedimento”, afirmó, al tiempo que consideró "que estas hormonas se conserven en el sedimento es muy raro ya que normalmente, con el cambio de temperatura desaparecen y aquí se han conservado”.

En el otro sector, en el que también es una zona en la que hubo rebaños, dijo, además "se trata de una zona en la que está más mezclado el material relacionado con actividades domésticas, pero que sale muchísimo objeto de vida cotidiana como cerámicas, industria lítica, hueso, punzones, ornamentos, dientes perforados, brazalete de mármol… Como si fuera el basurero porque se acumula mucho material”, apuntó.

Yacimiento de Cueva del Mirador FOTO: SANTIAGO OTERO RAMIRO.

Buscando las galerías

La Cueva de El Mirador se excava desde el año 1999 por un equipo de entre cinco a siete personas. El primer sondeo de 6 metros cuadrados, excavado en el área central de la cavidad entre los años 1999 y 2006, permitió conocer la potencia de la secuencia. Hasta el momento, se sabe que esta secuencia representa una parte importante del Holoceno, con niveles desde el Neolítico antiguo hasta la Edad del Bronce, así como un nivel Magdaleniense que corresponde al Paleolítico superior.

Durante la presente campaña en la Cueva de El Mirador se ha continuado interviniendo en los sectores 100 y 200. En el sector 100, y siguiendo la dinámica de campañas anteriores, se continuó con la estrategia de profundizar de forma escalonada, pegados a techo y a la pared norte, con el objetivo de conocer la progresión de la cavidad en el plano horizontal.

Durante la campaña de 2019 se pudo comprobar que la pared de la cavidad se cierra ligeramente debido a las irregularidades de la misma, reduciendo así la extensión prevista. En el sector 200, tal y como se ha ido realizando en las campañas anteriores, se desciende en vertical, como en un sondeo convencional. En este sector, de momento, las paredes no se abren lo suficiente como para intentar un avance en horizontal.

Así, el coordinador de este yacimiento reconoce que están a la espera de “a ver si aparece un agujero por donde nos podamos meter hacia las galerías porque se piensa que es una gran boca que tiene que dar acceso a un sistema kárstico y de galerías que se desconoce y que en el proceso de buscar las galerías, nos va saliendo mucho material”. Asimismo, durante la campaña se realiza la flotación y el lavado de sedimentos que se extraigan durante la campaña.

Fuente: larazon.es| 15 de abril de 2022

Un canto tallado y una lasca, primeros hallazgos de la campaña de este año en Atapuerca (Burgos)

Foto: Juan Luis Arsuaga, Roberto Saiz, delegado Territorial de la Junta de Castilla y León, Eudald Carbonell y el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja, en el yacimiento de Atapuerca. Ricardo Ordóñez.

Los primeros cien excavadores de Atapuerca acaban de llegar a los yacimientos de Trinchera del Ferrocarril y han cantado bingo. En la apertura del yacimiento de Penal, ubicado frente a Gran Dolina al otro lado de la Trinchera, ya han encontrado las primeras evidencias de ocupación humana. Y por la tecnología y el aspecto del yacimiento, todo parece indicar que es la entrada a la cueva de Homo antecessor. Con una antigüedad aproximada de 800.000 años.

«Nos falta ampliar el registro y contrastar todo esto con trabajo científico, pero por su apariencia geológica, por su vegetación, el aspecto es muy similar a lo que abrimos en el nivel 6 en el 92, muy probablemente es la entrada que cruzó 'Homo antecessor'», señaló el codirector de las excavaciones de Atapuerca Eudald Carbonell. En la preparación del yacimiento, que ya cuenta con la infraestructura necesaria para que no sea, como recordaba Juan Luis Arsuaga, «una penalidad bajo el sol y gritando a los compañeros los de Galería, los de Dolina...» trabajar allí como lo fue en el 92, ya cuentan con una cubierta instalada por la Junta de Castilla y León tras la inversión de 320.000 euros.

«Como cada año espero lo inesperado, sacaremos más de lo mismo, que no es poco, pero siempre espero que Atapuerca me sorprenda y siempre pasa», explica el codirector de Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, ante el inminente inicio de los trabajos de campo.

Penal ha abierto su trabajo de excavación en extensión, que dirige María Martinón-Torres, por todo lo alto. Han recuperado dos piezas de industria vinculadas a lo que ya ha aparecido en los niveles bajos de Gran Dolina. Se trata de un canto tallado con una arista central simétrica que «probablemente sirvió para machacar» y una pequeña lasca de 1,5 centímetros que «se ha reconocido rápidamente», explicó Carbonell.

La tecnificación del equipo también facilita la identificación rápida de estas piezas que bien pueden confundirse con un canto roto. «María lo ha reconocido enseguida, es antropóloga, pero al tener aquí un equipo multidisciplinar de primer nivel te hace que sepas un poco de áreas que no son propiamente tuyas y esto es lo que hace fuerte al equipo», reivindicó.

Roberto Saiz, delegado Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos; Eudald Carbonell, Gonzalo Santonja, Juan Luis Arsuaga, María Martinón-Torres y Aurora Martín. / Fundación Atapuerca.

A las puertas de TD-6

No es baladí la apertura de Penal este año y los primeros hallazgos. Por su posición es el lugar de entrada, desde donde Homo antecessor oteaba sus dominios: el Valle de Río Pico. «Penal se abrió por ser una continuidad geológica, pero también porque nos permite conocer mejor la geología del karst, dado que, este nivel, más alto, se corresponden con 200.000 años en otras áreas, pero en realidad empieza con 800.000 años, pues son las huellas de la inclinación y se puede ver el dominio que esta especie de 'Homo antecessor' tenía del valle», explica Arsuaga. Por ello refuerza ese carácter pedagógico y divulgativo de este nuevo sitio arqueológico, pero también su conexión con Gran Dolina, y ese nivel donde, cada vez que se abre, aparecen restos de una especie única.

El nivel TD-6 se acaricia ya en una parte avanzada de los trabajos en la superficie de la Gran Dolina de unos 40 metros cuadrados. Han pasado 30 años desde que se empezaron a quitar las encinas de este yacimiento para alcanzar el mismo nivel que en Penal se acaba de abrir en tan solo unos días de trabajo. «En Dolina empezamos en el nivel TD-7 pero empezaremos a entrar en materia de grandes descubrimientos el año que viene, los cuales se traducirán en una cosecha de fósiles de 'Homo antecessor'», explica Carbonell. Por pedir, a la Sierra le suplican un cráneo de la especie que, en dos catas, ha podido generar más de un centenar de restos de 11 individuos, la mayoría canibalizados y muchos de ellos inmaduros.

En este mismo yacimiento toca cerrar TD-4. La base de Gran Dolina donde hay evidencias antrópicas, piezas que ha tocado el hombre, de un millón de años pero no huesos humanos. Esta parte antigua es un mundo dominado por grandes vertebrados y herramientas de piedra para procesar esos animales.

Vista general del yacimiento de Penal.

Superficie de trabajo que ha arrancado este año en Atapuerca sobre el yacimiento conocido como Penal, la entrada a Gran Dolina. ECB.

Atapuerca, el Gamonal neandertal

Su presencia neandertal estaba latente y durante gran parte de las últimas 45 campañas de excavación no mostraba la cara. Lo ha hecho en forma de fósiles: una falange y un diente en la zona de la Galería de Estatuas interior, y un parietal en Cueva Fantasma. Lo ha hecho también en forma de material genético: con el rastro genómico dejado en el sedimento de Estatuas interior por oleadas diferentes de ocupación de población neandertal. Y lo ha hecho en forma de industria, herramientas tecnológicas, talleres como el de Valdeprovedo, y un reguero de yacimientos al aire libre.

También se llevarán a cabo trabajos la Galería de las Estatuas exterior, que representa la continuidad en el exterior de la Cueva Mayor del yacimiento de la Galería de las Estatuas interior. En la campaña de 2022 se pudo intervenir de manera más intensa y se obtuvierom resultados muy interesantes que sostienen la existencia de un importante yacimiento de neandertales en ese lugar. Una vez confirmada la importancia del yacimiento, en la campaña de 2023 intensificaron el ritmo de excavación. Así, la presente campaña contará con el concurso de 30 excavadores en cada quincena de julio. Se plantea extender sensiblemente la superficie del yacimiento para delimitarlo y excavar en profundidad para conocer mejor su estratigrafía.

Foto: Yacimiento de Galería de las Estatuas exterior. Ricardo Ordóñez | ICAL.

«Hace entre 80.000 y 50.000 años Atapuerca era un barrio neandertal, era el Gamonal de los neandertales porque estaban por todas partes», apunta Eudald Carbonell. «No utilizan las cavidades de Trinchera, las tradicionales que hemos excavado, porque se las encuentran llenas y no las pueden usar, ocupan el nivel superior de la sierra», añade Arsuaga.

Foto: Excavación en la zona sur del yacimiento de cueva Fantasma.

Entre estos últimos otra de las novedades es el yacimiento al aire libre Castrillo Base Aymerich, CBS, que se encargarán de excavar este año. El hallazgo de esta concentración de restos fue casual. Esperando la llegada del helicóptero que trasladaba al entonces Príncipe Felipe, que iba a visitar los yacimientos de Atapuerca, Carbonell se dió cuenta de unos rellenos fértiles. Era el campo de fútbol de la base militar que hoy empiezan a excavar. «El nombre, CBS, es en honor al apoyo que siempre nos dio Aymerich, con él estaba cuando lo descubrimos», relata Eudald.

Junto a este campamento neandertal se volverá a atacar las dos áreas más ambiciosas del barrio neandertal de Atapuerca. Cueva Fantasma, donde se trabaja en niveles de entre 100.000 y 50.000 años. Es el Pleistoceno superior, el último interglaciar. En Fantasma ya están «a pleno rendimiento y se trabaja donde apareció la chalota craneal de neandertal donde afinaremos un poco más las dataciones». El otro distrito neandertal que se quiere atacar con fuerza es Estatuas. En el exterior un total de 30 personas perfilarán un yacimiento para el que ya se pide protección y estructura para posteriores trabajos. En Estatuas Interior se sigue trabajando con el cuidado y la pulcritud que una excavación quirúrgica como la de las bolsas de sedimento que ofrecen rastro genético sin la presencia de un fósil. Aquí, además, se han localizado dos restos humanos.

Parte de un rostro recuperado en el yacimiento Elefante el año pasado. Se le llamó Pink en honor al mítico álbum 'El lado oscuro de la luna' de Pink Floyd. SANTI OTERO.

Tras el rastro de Pink

En el yacimiento de Elefante, el registro más antiguo, trabajan en la datación. Especialmente la difícil cuesta del nivel siete donde apareció el año pasado parte de la cara del primer europeo. Un equipo de tres personas y una estructura que rodea esa pequeña pendiente cargada de sedimentos servirá para rastrear la posibilidad de encontrar más restos. «Esto ya son palabras mayores, es un descubrimiento excepcional, la cara abarca entre 1,5 y 1,4 millones de años y la expectativa es ver si hay más fósiles, un fragmento de cráneo y, si el individuo cayó, poder encontrar restos postcraneales», señala Eudald.

José María Bermúdez de Castro se concentra en el nivel 7 de Elefante, donde se recuperó la cara Pink el año pasado. «Esperamos poder completarlo con más restos y trabajaremos intensamente en esa zona a pesar de la dificultad», explica. Y por pedir dientes o mandíbula que suelen ser las partes que mejor fosilizan. «La cara que es lo que peor se conserva nos pilló de sorpresa, así que si completamos con dientes, mandíbula o parte del cráneo podremos conocer a esta especie mucho mejor».

Para revisar esa cuesta del nivel 7 de Elefante, especialmente difícil de excavar por situarse en una pendiente, contarán con tres personas dedicadas a ese espacio. Una zona donde la excavación es con arnés y cuerdas de escalada. «Tenemos más cuadrículas que cavar al lado del lugar donde aparecieron los restos de la cara y vamos a concentrarnos en esa zona para mejorar la reconstrucción del homínido», añade Bermúdez de Castro.

Los tres codirectores de los yacimientos de Atapuerca: Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga.

También los yacimientos modernos tiene información concreta. La última publicación del equipo del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos habla del rastro genético de los primeros agricultores y ganaderos del norte de África. Allí la colonización y el cambio de paradigma no vino de Oriente Próximo, llegó desde la península ibérica. «Portalón nos está dando muchos artículo en revistas como 'Nature' y 'Science', es el rastro de la revolución neolítica y un equipo de ADN de la Universidad de Burgos ha dado con la respuesta a esta pregunta, sobre cómo llegó la agricultura a África», señaló Arsuaga. Esta época se estudia también en el yacimiento Mirador.

Es imponente el registro de ocupación sistemática de la Sierra de Atapuerca por grupos de homínidos desde hace 1,5 millones de años, 840.000 años, 400.000 años, 50.000 años y durante la gran revolución del Neolítico. Un equipo de 100 personas, que acabarán siendo 300 al finalizar la campaña, ya que los investigadores trabajan sobre el campo por quincenas, tratarán de ampliar ese completo registro de la evolución humana en Europa en un solo rincón, Atapuerca, hasta finales de julio.

Fuentes: elcorreodeburgos.com | elcorreodeburgos.com | burgosconecta.es | 20 de junio de 2023

El retraso de 20 años en la entrega de los hallazgos de Atapuerca hace dudar de su validez a dos investigadores

Excavaciones en el yacimiento de Atapuerca, en la provincia de Burgos. MEH

Dos destacados investigadores acusan en un trabajo científico a la Junta de Castilla y León de permitir, en contra de la legislación española y autonómica, que los restos arqueológicos encontrados en los Yacimientos de Atapuerca (Burgos) hayan tardado hasta 20 años en ser depositados en un museo para poder ser analizados y validados por otros científicos.

El último número del Boletín del Seminario de Arte y Arqueología de la Universidad de Valladolid publica un trabajo de los profesores Manuel Santonja Gómez (izquierda), investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y Alfredo Pérez-González (derecha), ex-director de dicho centro, en el que ofrecen otras versiones totalmente opuestas a las mantenidas hasta ahora por los equipos de los co-directores de esos yacimientos en relación con los hallazgos en Galería, y que recoge eldiariocyl.es. También en el mismo se alude a otros hallazgos de la Dolina TD6 y a la Sima de los Huesos.

Los yacimientos de la sierra de Atapuerca comenzaron a tener especial relevancia científica y social a partir del hallazgo de los restos de la Sima de los Huesos en 1992. Dos años después tenía lugar la localización de los huesos de una nueva especie, el Homo anteccesor, y la fama mundial para el lugar arqueológico burgalés.

La ciudad de Burgos acoge, a raíz del éxito de Atapuerca, el llamado Complejo de la Evolución Humana, que incluye el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y el Museo de la Evolución Humana, inaugurado en 2010. Su creación fue la apuesta de Castilla y León por la investigación evolutiva tras la declaración en el año 2000 de los Yacimientos de la Sierra de Atapuerca como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las excavaciones están amparadas bajo la Fundación Atapuerca, creada por iniciativa de los tres codirectores del proyecto: Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell. Tiene una sede en la localidad más próxima al yacimiento, Íbeas de Juarros, y de ella forman parte las principales instituciones y empresas de Burgos. La preside el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, condenado en los años 90 por el llamado 'caso de la construcción de Burgos', que supuso su paso por la cárcel.

Museo de la Evolución Humana, ubicado en Burgos JCYL/CONSEJERÍA DE CULTURA.

Años sin entregar hallazgos arqueológicos

El artículo titulado 'Sobre la definición en clave exclusivamente achelensedel yacimiento de Galería (Atapuerca, Burgos)' revisa las conclusiones de las campañas arqueológicas realizadas entre 1982 y 1996, concluyendo que no se confirma "la interpretación exclusivamente achelense de la industria de Galería y descartan la posibilidad de reconocer una secuencia evolutiva en el registro arqueológico allí recuperado".

La legislación actual señala que las competencias en Patrimonio (arqueología incluida) están transferidas a las autonomías, y son las que legislan sobre la materia. Hay una ley estatal (la Ley de Patrimonio Histórico de 1985) que sirve de marco de referencia, pero cada autonomía tiene su propia legislación, con matices diferentes, a veces importantes. La norma de 1985 dispone en su artículo 44 que los bienes arqueológicos aparecidos en excavaciones (y también hallazgos casuales y otros) son bienes de dominio público, lo que significa que nadie se puede apropiar de ellos.

La legislación de Castilla y León en vigor es fundamentalmente la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León (12/2002) y el Reglamento para la Protección del Patrimonio Cultural de Castilla y León (Decreto 37/2007). En ella se señala en su apartado de patrimonio arqueológico (artículos 101 y siguientes) que es obligado "entregar al museo señalado en la resolución para su custodia los bienes muebles y restos separados de inmuebles que fueren descubiertos antes de que concluya el plazo de vigencia de la autorización en los términos del artículo siguiente. Este plazo podrá prorrogarse por un año, previa solicitud motivada al efecto".

Yacimiento de Cueva Fantasma. Imagen|Junta CyL.

El plazo de las autorizaciones de todas las excavaciones que concede Castilla y León concluye siempre –y así es también en el caso de Atapuerca– el 31 de diciembre del año que se concede. Luego, según este artículo, se les podría conceder a cada campaña una prórroga de un año más para entregar los materiales encontrados ese año. Aunque si se toma al pie de la letra el artículo no se admitirían prórrogas de más de un año, en la práctica se vienen concediendo –justificando que son necesarias para concluir el estudio de los materiales hallados– prórrogas por años sucesivos.

En el caso del Yacimiento de Atapuerca, el lugar donde hay que depositar todo el material arquelógico hallado es el Museo de Burgos, junto a un informe y la memoria de la excavación.
La memoria final de la excavación de Galería, de las campañas a las que se refiere el trabajo presentado por estos investigadores en el Boletín de la UVA (las de los años 1982-1995), se publicó por la Junta de Castilla y León en el año 1999, pero hasta 2017 no estuvieron los restos arqueológicos totalmente depositados en el Museo de Burgos (antes llevaron algunos, pero no se depositó todo hasta 2017). Esto supone un retraso de 18 años en la entrega de lo localizado, aunque se supone que la normativa no admite más prórrogas que otra al año de localización de los restos.

En Atapuerca se ha seguido casi siempre el siguiente itinerario: una vez encontrados restos arqueológicos viajan habitualmente a Tarragona; los de Sima de los Huesos a Madrid; y otros a diferentes lugares, a los centros de trabajo de los especialistas encargados de su estudio, y siempre fuera del control de la Junta de Castilla y León. Además, estos restos muy pocas veces han estado a disposición de la comunidad científica, y siguen así en buena medida, con lo cual dicen otros investigadores que los del Equipo de Atapuerca pueden lanzar las interpretaciones que quieran y nadie las puede contrastar al no tener acceso a los materiales.

Imagen del artículo 'Sobre la definición en clave exclusivamente achelense del yacimiento de Galería (Atapuerca, Burgos)'. A) Bifaz ovalar sobre nódulo de sílex, con fractura distal (sigla no publicada, GSU4). Pieza solo mencionada en Carbonell et alii, 1999: fig. 35b, interpretando erróneamente como lasca el soporte –BN2GC- y amplias zonas corticales como talladas (ver recuadro). B) Hendedor de tipo 0, sílex (G21-48, GSU11). Publicado como BN2GC en Carbonell et alii, 1999: fig. 29a, con interpretación errónea de las zonas corticales del anverso (ver recuadro). Esta pieza se define como cleaver en García Medrano et alii, 2015: fig. 9J, y en Ollé et alii, 2016: fig. 2D, con la misma ilustración fotográfica en ambos casos.BSAA arqueología, LXXXIV, 2018, pp. 5-5 3. E-ISSN: 2530-6367

Dudas en las conclusiones

Sobre el trabajo publicado por la Universidad de Valladolid, (la industria lítica de Galería de las campañas a las que ese artículo científico hace referencia) está en la actualidad depositado en el Cenieh, pero sin acceso abierto hasta que se comprueben los inventarios entregados, inventarios que, según dicen estos expertos investigadores, son deficientes.

En relación a Galería y ya en el apartado exclusivamente científico, señalan que la industria lítica allí encontrada no es exclusivamente 'Achelense' como se ha mantenido desde el principio. Estos investigadores, aceptando la datación de entre 200.000 y 360.000 años, concluyen que los pobladores no son grupos humanos homogéneos, existiendo una mezcla de entre los que llegaron de África, a través del estrecho de Gibraltar, y los individuos que ya habitaban ese lugar, encuadrados como cultura del Musteriense Antiguo. Es decir, se produjo una interrelación entre esas dos culturas del Paleolítico Antiguo (Achelense y Musteriense). El Paleolítico Antiguo incluye el Paleolítico Inferior y el Medio. Lo 'Achelense' corresponde al Inferior y lo Musteriense al Medio.

Por lo que se refiere a Trinchera Dolina (TD6), datada hace 900.000 años y donde se encontró al Homo antecessor, al que muy bien se podía haber llamado el 'Hombre de Burgos o de Atapuerca', dicen los investigadores que los dos metros de sedimentos de ese nivel no son concluyentes para afirmar que hubo una ocupación estable de la cueva, canibalismo entre sus habitantes incluido.
En la Sima de los Huesos, datados los hallazgos hace 430.000 años, con el bifaz Excalibur (derecha) como el más mediático de todos ellos, desmienten que fuera una ofrenda, un ritual al que ha apuntado el equipo de descubridores del mismo, puesto que esa pieza está alterada, rodada, lo que viene a significar que llegó a ese lugar de manera fortuita y que no se depositó intencionadamente por los posibles ocupantes de esa sima.

Además, y esto puede ser importante, al menos para lo que están significando las excavaciones, denuncian que hasta 20 años después de haberse encontrados los restos no se hayan podido estudiar, puesto que han permanecido fuera de los lugares donde debieran haberse depositado e inventariado hace muchos años, es decir, en el Museo de Burgos y en el CENIEH. Así, universidades de Tarragona, Zaragoza o Madrid son las primeras en recibir los hallazgos de cada campaña y más tarde, tras 20 años, regresan a donde tenían que haber estado mucho tiempo antes.

Incluso han afirmado que, cuando regresan muchas de esas piezas arqueológicas (así dicen respecto a los de Galería), la catalogación en ellas realizada no se ajusta a los estándares científicos al uso, lo que significa que cuando alguien quiere investigar se encuentran con el problema de que no dan ni descripciones ni referencias suficientes para localizar las piezas, y hay que revisar cajas completas para encontrar la pieza que quieres ver.

Los investigadores solicitan a la Junta de Castilla y León que aplique la legislación existente en materia arqueológica, puesto que las piezas encontradas salen de la Comunidad y regresan muchos años después, ajenas a cualquier control desde la Consejería de Cultura, y sobre todo sin acceso libre para los investigadores interesados. La Junta tiene competencias completas en materia de investigación, custodia y control del patrimonio arqueológico de Castilla y León.
Para Santonja y Pérez-González, "romper ese recorrido con plazos desproporcionados, como los que rodean toda la intervención desarrollada en Atapuerca desde hace 40 años, produce consecuencias muy adversas para la investigación ya que, como en este caso, puede retrasar décadas el debate científico".

La campaña de excavaciones de este año en la sierra burgalesa se verá afectada por la Covid-19, con menos días y menos excavadores. 50 personas participarán este año, frente a 250 de otras temporadas, entre los días 1 y 25 de julio, apenas 25 días frente a los 45 habituales.

Fuente: ileon.com| 28 de junio de 2020

Bermúdez de Castro, codirector de Atapuerca: 'En España no somos conscientes de su impacto'

Jose María Bermudez de Castro, paleontólogo y codirector del yacimiento de Atapuerca. — JOSE CARMONA.

José María Bermúdez de Castro se jubila el año que viene. Después de una vida dedicada a la antropología, da por superadas sus expectativas laborales. No todo el mundo puede decir que sus hallazgos hayan cambiado los libros de Historia. Ahora, dice, ya solo le queda la curiosidad de saber qué más se encontrará en Atapuerca, descubrimientos que disfrutará, pero ya como jubilado.

Lleva de codirector desde el año 1991. ¿Ha naturalizado en su día a día lo que es Atapuerca?

Yo creo que no somos conscientes de lo que es Atapuerca. En Eurasia no hay ninguno igual. Los chinos han empezado ahora a excavar y tienen muchísimo material que ya estaba excavado y que en muchos casos nosotros estamos ayudando. Están explorando nuevos yacimientos, pero todavía no tienen equipos como tenemos aquí.

Yo creo que no somos conscientes de su impacto. Hace poco estuvo el príncipe de Mónaco, y viene porque sabe que es el yacimiento más importante que hay en Europa. Pero sí, yo lo tengo normalizado, voy al yacimiento en el que he trabajado toda mi vida desde 1983. Si tú tienes un padre famoso a tu padre lo ves normal, no ves al famoso. Aquí pasa lo mismo.