La profesora
Maravillas Aguiar Aguilar (Santa Cruz, 1966) es catedrática de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de La Laguna. Y directora del Instituto de Estudios Canarios. Empezaré la entrevista por el final.
“Mavi, ¿hay demasiada gente de fuera en Canarias que no comprende nuestros sentimientos? ¿Por qué hemos abandonado el estudio y la investigación de nuestra historia?”. “Yo me hago la misma pregunta”, me responde:
“¿Pero por qué no podemos tener un pasado? Parece como si renunciáramos a buscarlo”. La acaban de elegir directora del Instituto de Estudios Canarios y recientemente ha accedido a la cátedra citada de la Universidad de La Laguna. Es toda una autoridad en los estudios árabes y hasta los servicios secretos han solicitado su colaboración en un momento dado, porque, sobre todo después del atentado contra las Torres Gemelas, se intentaban traducir, sin éxito, conversaciones entre islamistas interceptadas. No ha hecho falta su concurso, de momento, pero ahí está, en la reserva.
“Necesitaban gente que supiera árabe. No es fácil este idioma, ni siquiera en su versión estándar. Date cuenta de que, entre ellos mismos, hablando distintos dialectos, pueden no entenderse”.
-Es decir, que aprender árabe cuesta tres veces más que aprender inglés.
“Pues sí. Tiene un alfabeto de 28 letras y una escritura ya de por sí muy distinta a la nuestra, porque además se realiza de derecha a izquierda. Fíjate que desde el año 52 hay rastro de enseñanzas de árabe en nuestra universidad, pero ahora está muy limitado, dentro del grado de Estudios Francófonos Aplicados. Es preciso cambiar esto, porque además los alumnos lo demandan”.
-¿Es la piedra Zanata el eslabón perdido de nuestra historia como pueblo?
“Mira, la piedra Zanata puede ser una gran mentira o una gran verdad. Hay ciertas señales de que es auténtica y de que contiene símbolos reveladores. Para comprender el hallazgo
es preciso ir al libro de uno de mis maestros, el profesor Rafael Muñoz. Existen teorías para todos los gustos. Zanata no es una palabra árabe, es bereber. Si su origen está en el pueblo guanche puede ser el eslabón perdido de nuestra procedencia bereber”.
-Pero el origen bereber del pueblo guanche parece incuestionable.
“Fíjate en la toponimia: tajinaste, Tegueste, Taganana, Tamaraceite, Melenara. Me propongo editar un libro, desde el Instituto de Estudios Canarios, con citas de 21 autores que se refieren a unas misteriosas islas al sur, desde el siglo IX al XVI. 21 autores que hablan de estas islas en tiempos tan remotos, y lo hacen desde Egipto a Siria, pasando por lo que hoy es Marruecos”.
-¿Es tan distinto el idioma que hablan los bereberes al que hablan los árabes?
“El árabe y el bereber son dos lenguas diferentes. Ambas son lenguas de la familia afroasiática, pero distintas. Los bereberes tienen un idioma propio, con préstamos de palabras árabes”.
(La profesora Aguiar realizó un postgrado en el Instituto de Lenguas Orientales de la Universidad Libre de Bruselas, después de licenciarse en Filología Española en la Laguna. Obtuvo la titularidad en el 97 y la cátedra este mismo año 2019. Trabajó en la Biblioteca Real de Bélgica con el profesor
Hossam ElKhadem, ya jubilado, que también formó parte de su tribunal de doctorado en La Laguna. Tiene un recuerdo especial para la catedrática
Marita Arcas Campoy, que se acaba de jubilar, y a la que ha sustituido).
-Es una pena que no hayamos sabido cuidar nuestros yacimientos prehispánicos.
“Lo es, a pesar del ímprobo trabajo que han hecho investigadores como Tejera Gaspar, Carmina del Arco, González Antón y otros. Parece como si no hubiera, en nuestro propio pueblo, conciencia de nuestra identidad. A mí me encanta decir que mi abuela era camellera en Fuerteventura y que estoy muy integrada en mi tierra. A veces perdemos la perspectiva de las cosas”.
-Tu tesis es muy difícil y atrevida. No la has publicado por su complejidad, ¿no es verdad?
“Pues, sí. A ver cómo te lo puedo explicar. Traduje un manuscrito árabe matemático en el que se explica cómo utilizar el cuadrante de senos, un instrumento con el que se resolvían problemas de trigonometría, que indica cómo calcular la profundidad de un pozo, la hora del día, que hace sumas, restas. Como una calculadora en versión muy rudimentaria”.
-Qué curioso, formación de letras e inquietud matemática.
“No creas, yo tenía afición por la ciencia hasta que una profesora me encauzó por la senda de la literatura. Pero la ciencia me gusta y acabé manejando bien ese manuscrito del siglo XIV. Pero, claro, publicarlo va a ser muy poco digerible. He publicado otros trabajos mucho más amenos, por supuesto”.
-¿Cómo resolvemos el problema de las momias guanches? Los pueblos árabes no embalsaman a sus muertos.
“No, el embalsamamiento no existe en las sociedades islámicas. Ellos entierran a sus muertos envueltos en un sudario y con la cabeza hacia La Meca”.
-Luego, sigue siendo un misterio.
“Lo sigue siendo. Sabemos tan poco de nuestros pueblos prehispánicos que a mí me da mucha pena. A esto es preciso ponerle solución y volcarnos en su estudio desde las propias universidades canarias. Es preciso recuperar toda la información que existe, investigarla”.
Maravillas Aguiar Aguilar. DA
-Me hablabas de esas 21 citas de autores entre el siglo IX y el XVI que hablan de esas islas al sur. ¿Podrías citarme algunos de ellos?
“Mira, Canarias fue llamada “Las islas de la felicidad” por un autor. Otro cita, también en árabe, las invasiones normandas. Un viejo sufí las sitúa –a nuestras islas- frente a Safi, en la costa marroquí, y le dice a otro que viajó a una de ellas, posiblemente a Fuerteventura; que sus pueblos o tribus, en la misma isla, no se entendían entre sí y que él les enseñó a realizar la oración de al-subh; y que no se fue de allí hasta que no lo consiguió. Y hablamos del siglo XIII”.
-Lo que me cuentas es interesantísimo. Y su publicación, una necesidad, ¿no crees?
“Son sólo fragmentos de textos muy amplios los que se refieren presuntamente a Canarias, pero es verdad que muy reveladores. Mira, es nuestra historia. Y si se la presentas a la gente, la gente lo agradece. Fíjate el éxito que ha tenido el libro de los testamentos guanches editado por el Instituto de Estudios Canarios, aunque a mí me da mucha pena ese libro”.
-¿Por qué?
“Pues porque testan los últimos guanches, con nombres ya de cristianos y muchas veces dejan sus propiedades a la Iglesia, como una especie de sumisión. Esto habla del exterminio de nuestra cultura primitiva y de nuestro pueblo”.
(Los autores del libro
Testamentos de guanches (1505-1550) son
Leopoldo Tabares de Nava y Marín y
Lorenzo Santana Rodríguez. Fue publicado en 2017 por el Instituto de Estudios Canarios. La profesora hace elogios de este trabajo.)
-¿Existe una especie de “invasión” del Islam en Occidente? ¿Lo ves como un movimiento organizado, como una estrategia?
“No, ni mucho menos. Es verdad que el trasvase ha sido enorme, pero son movimientos migratorios espontáneos. Además, no tienen nada que ver sus procedencias. La llamada primavera árabe fracasó por diferencias entre ellos. No existe ni unidad de criterio, ni estrategia migratoria, eso es una falsedad”.
-Vuelvo a la piedra Zanata. ¿Es posible, mediante la técnica actual, arrancarle todo su mensaje?
“Mira, estamos en unos proyectos interesantes, en colaboración con el profesor americano Chet Van Duzer. Él utiliza una técnica multiespectral para estudiar mapas que el tiempo ha dejado casi en blanco. La Universidad de Yale compró un mapamundi, muy caro, del siglo XV en el que no se veía prácticamente nada. El análisis multiespectral realizado al mapa permitió descifrar textos y otros detalles que permanecían ocultos”.
-¿Y?
“Pues se me ocurre que si aplicamos esto a la piedra Zanata a lo mejor nos revela todo lo que tiene y que no se ve; lo digo como hipótesis. El profesor Van Duzer trabaja en Providence, cerca de Boston, y tiene relación investigadora con mi cátedra de La Laguna. Realizará una estancia aquí en marzo de 2020, en el seno de nuestro grupo de investigación. El problema es que la piedra no está pigmentada, por lo que esta técnica es posible que no pueda aplicarse con éxito, aunque sí otras que han evolucionado mucho”.
-Sería muy interesante.
“Hay mucho por hacer. Por cierto que con esta conversación me han dado ganas de ir al museo, a ver de nuevo la piedra. Y lo haré pronto”.
(Está claro que hoy hablar árabe es un lujo. Ya se han explicado las dificultades por la cantidad de dialectos existentes. La profesora Aguiar confiesa que domina el árabe estándar, pero que otras lenguas se le escapan. La Laguna puede ser un centro de referencia de estas enseñanzas, bajo el mandato del nuevo equipo rectoral. Hay que tener en cuenta que el árabe se imparte en ella desde 1952, cuando no tenía la importancia que hoy tiene. Ha sido muy interesante la charla, celebrada como siempre en
Los Limoneros, en compañía de un excelente menú, como también es habitual).
Fuente:
diariodeavisos.elespanol.com | 12 de agosto de 2019