Catedral Vieja de Coímbra (Sé Velha). Portugal


La catedral Vieja de Coímbra o la Sé Velha de Coímbra
en portugués, es uno de los edificios de estilo románico más importantes de Portugal y es la única de las catedrales portuguesas románicas de la época de la Reconquista que ha sobrevivido relativamente intacta hasta nuestros días. La Catedral Vieja y, en menor grado, las Iglesias de Santiago y São Salvador, son exponentes de la fase Alfonsina del románico de Coímbra. La construcción de la Catedral comenzó después de la Batalla de Ourique (1139), cuando Afonso Henriques se declaró rey de Portugal y escogió Coímbra como capital del reino. En la catedral está enterrado Sesnando, Conde de Coímbra.

La obra de la catedral románica se atribuye al maestro Roberto, que dirigía las obras de la Catedral de Lisboa y en la misma época visitaba Coímbra periódicamente. La dirección de las obras quedó a cargo del maestro Bernardo, seguido del maestro Soeiro, arquitecto que después trabajó en otras iglesias de la diócesis de Oporto.

El claustro que se encuentra en la parte sur del templo, fue construido durante el reinado de Alfonso II en un periodo de transición al gótico. Cada una de las caras del claustro tiene cinco arcos ojivales, envolviendo cada uno un par de arcos geminados de medio punto, rasgándose cada bandera con un pequeño rosetón decorado con tracería muy simple. Los tramos son cuadrados, con naves abovedadas, arcos ojivales muy apuntados y cruceros de volta entera. Los capiteles de los arcos están decorados en su mayoría con motivos vegetales. Un elemento particular son las esquinas del claustro donde se produce el encuentro de dos arcadas góticas que se interrumpen mutuamente a media altura, lo que produce un efecto original.

La Sé Velha de Coímbra es la única catedral románica portuguesa de la época de la reconquista que ha sobrevivido prácticamente intacta hasta nuestros días. La Catedral Vieja y en menor grado las iglesias de Santiago y San Salvador son el exponente de las fase alfonsina del románico conimbricense. Otras iglesias de la ciudad como el monasterio de la Santa Cruz y la iglesia de São João de Almeida fueron muy alteradas con lo que perdieron su carácter románico original.
 

Monasterio de Santa Cruz de Coímbra (Portugal)


El monasterio de Santa Cruz de Coímbra
fue fundado en 1131 por D. Telo, arcediano de la Sé de Coímbra, y D. Jõao Peculiar, después obispo de Oporto y arzobispo de Braga, que formando una comunidad de doce frailes acogidos a la regla de San Agustín pidieron permiso a la corona para instalarse extramuros de la ciudad en un solar conocido como Banhos D'El Rei. Al año siguiente la comunidad eligió como prior a Teotonio, después santo.

Desde su fundación el nuevo convento contó con el apoyo de D. Afonso Henriques y D. Sancho I, primeros reyes de Portugal, ambos sepultados en el convento junto a sus respectivas esposas, D. Mafalda de Sabóia y D. Dulce de Aragão, conformándose como el monasterio más importante de los primeros tiempos de la monarquía portuguesa y el centro cultural más antiguo del país, con un papel decisivo en el plano político-institucional gracias a los beneficios papales y las donaciones regias, con un scriptorium que materializó la máquina propagandística elaborada por los monarcas, una vasta biblioteca y una prestigiosa escuela por la que pasaron las élites del poder y la intelectualidad del reino, en la que recibió formación Fernando Martins de Bulhões, conocido como San Antonio de Padua.

Hoy contamos con una iglesia cuya fachada románica, que sería similar a la de la Sé Velha de Coimbra, con torre central alojando un nartex y ventana superior, está alterada mediante la adición de dos torres laterales con cornisas y pináculos añadidos por Boytaca y una nueva portada manuelina diseñada por Castilho y con labor escultórica de Chanterenne. El arco de triunfo que precede a la portada fue añadido en la segunda mitad del siglo XVIII.
 

Panorámica de la Ciudad de Coímbra (Portugal)

Ciudad de calles estrechas, patios, escaleras y arcos medievales, Coímbra fue la cuna del nacimiento de seis reyes portugueses y de la primera dinastía, así como de la primera Universidad de Portugal y una de las más antiguas de Europa.

Coimbra es una pequeña ciudad que escala una colina a orillas del río Mondego. En lo más alto de la colina está la Universidad. Descendiendo desde la Universidad vemos una madeja de calles que rodean la Vieja Catedral hasta llegar al río, o orillas del cual está la Baixa, la principal zona comercial de la ciudad. Al oeste del casco histórico está Rua Visconde da Luz y a continuación Largo da Portagem, una calle repleta de cafeterías.

Para subir a la parte alta recomendamos ir por el Arco de Almedina que nos permite cruzar la vieja muralla de Coímbra. A partir de ahí empieza la vieja ciudad llena de calles históricas repletas de escaleras.
Los romanos llamaron a la ciudad, que se erguía por una colina sobre el río Mondego, Æminium. Más tarde, a medida que aumentó su importancia paso a ser designada por Conímbriga. En el 714, tras la conquista musulmana de la península ibérica, la ciudad fue parte de Al-Ándalus con una importante comunidad mozárabe y pronto se convertiría en un lugar estratégico comercial entre el norte cristiano y el sur árabe. En 1064 la ciudad fue reconquistada por Fernando I de León.

Coímbra renace y se convierte en la ciudad más importante al sur del Duero, capital de un vasto condado gobernado por el mozárabe Sisnando Davídiz. Con el Condado Portucalense, el conde Enrique y la reina Teresa la convirtieron en su residencia, y vería nacer entre sus seguras murallas al primer rey de Portugal, Alfonso I de Portugal, que la nombraría capital del Condado, en detrimento de Guimarães. Hasta 1255 Coímbra no perdió este privilegio, cuando la capital portuguesa pasó a ser Lisboa.

En el siglo XII, Coímbra presentaba ya una estructura urbana dividida entre la ciudad alta, designada por Alta o Almedina, donde vivían los aristócratas, los clérigos y, más tarde, los estudiantes, y por Baja, la zona del comercio, los artesanos y los barrios junto al río.

Desde mediados del siglo XVI la historia de la ciudad gira en torno a la Universidad de Coímbra, y a partir del siglo XIX empieza a expandirse más allá del casco amurallado, que llega incluso a desaparecer por las reformas llevadas a cabo por el Marqués de Pombal.

La primera mitad del siglo XIX, tras tiempos difíciles para Coímbra, con la ocupación de la ciudad por las tropas de Junot y Massena, durante la invasión francesa y, posteriormente, la extinción de las órdenes religiosas. Sin embargo, en la segunda mitad de este siglo, vería recuperar el esplendor perdido: en 1856 surge el primer telégrafo eléctrico en la ciudad y la iluminación a gas, en 1864 es inaugurado el ferrocarril y 11 años después nace el puente férreo sobre las aguas del río Mondego.
 

Descubriendo Portugal (Qué ver de nuestro país vecino)


Un reportaje audiovisual donde descubrirás los rincones con más encanto de nuestro país vecino, Portugal, con sus pueblos, ciudades, su cultura, gastronomía, gentes y tradiciones.
Se han seleccionado las mejores imágenes para que os hagáis una pequeña idea de lo que te puedes encontrar por las tierras Lusas.

Si te apetece viajar a Portugal y no sabes que ver, no te pierdas este vídeo.

Agradecimiento a la Oficina de Turismo de Portugal y a la Universidad de Coímbra por cedernos las imágenes.
 

Viajando a Aveiro (Portugal)


Realizado por Aníbal Clemente e Inma Estévez, donde viajamos hacia el norte de Portugal, el pasado 2 de abril de 2015, concretamente a la ciudad de Aveiro para conocer la famosa Ría, la ciudad, sus monumentos y el Arroz con Marisco.


En los últimos años es cada vez más frecuente el ir y venir de viajeros interesados en los encantos de esta ciudad, comúnmente llamada la "Venecia de Portugal" por los canales que surcan la ciudad antigua. El Barrio de "Beira Mar", alberga la esencia de la historia de la ciudad, viejas casas entre callejuelas y canales inundados de olor a sal y mar. La Praça do Peixe de día ofrece la oportunidad de comprar pescado fresco y por la noche la plaza vive de la algarabía universitaria que inunda sus muchos bares y restaurantes. Las playas de Costa Nova y Da Barra (aunque nos recomendaron visitar la de Costa Nova) son también un atractivo, por su belleza, las dunas y el Océano Atlántico.

Los paseos en barco por los canales son frecuentes entre los turistas, en la ría pueden contemplarse los Mouliceiros, que son las embarcaciones típicas que recorren estos canales desde hace siglos. Los azulejos son otro de los sellos distintivos de la ciudad, y prácticamente se puede leer su historia a través de los mismos. Están presentes en toda la arquitectura Aveirense, desde las antiguas casas de Pescadores, hasta los modernos edificios, pasando por Teatros, Catedral, Iglesias, Museos, Edificios oficiales, etc.