Una de las piezas arqueológicas más importantes de Altea, la estela funeraria de un guerrero íbero encontrada en la necrópolis ibérica de Altea la Vella en 1972, formará parte importante de la exposición «La inmortalidad del guerrero» que el MARQ mostrará en sus instalaciones desde el 5 de octubre al 9 de enero.
La estela íbera se expone permanentemente dentro de una urna de cristal en la Biblioteca Municipal, y el pasado jueves fue cedida por el Ayuntamiento de Altea al MARQ para que forme parte de la exposición que se podrá ver en el vestíbulo del museo.
Ayer, el concejal de Cultura, Diego Zaragozí, explicó que aprovechando la exposición del MARQ, «la estela será analizada profundamente por los técnicos del museo y posteriormente «nos darán instrucciones para conservarla adecuadamente».
La necrópolis ibérica está catalogada como Bien Inmueble de Relevancia Local. Este yacimiento, situado cerca del Camí del Garroferet, entre el núcleo urbano de Altea la Vella y el cementerio, ya era conocido a principios de siglo XX gracias a los materiales recogidos y excavados por el investigador local Francesc Martínez i Martínez. La inclusión en 2013 de lo que queda de la necrópolis en el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos por el Ayuntamiento de Altea permite que esta zona sea de especial protección y que forme parte del perímetro donde también están el Calvari y el núcleo histórico tradicional de Altea la Vella.
La estela del guerrero íbero fue descubierta partida en dos trozos en 1972 en unas excavaciones dirigidas por el arqueólogo Luis Morote en la necrópolis. En las catas también se hallaron una hilera de doce urnas alineadas a ambos lados de la estela y diverso ajuar funerario de bronce y cerámica ática de barniz negro. Concebida a modo de pilar, se representa la figura de un guerrero equipado con sus armas.
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Fuente:diariodeinformacion.com | 14 de septiembre de 2016
Uno de los tres esqueletos descubiertos en las obras.
Unas obras han vuelto a poner al descubierto restos del pasado de Barcelona. Los servicios de arqueología del ayuntamiento han descubierto una nueva necrópolis romana de la época republicana durante las obras de rehabilitación y ampliación del edificio conocido como Torre de La Sagrera, que será el futuro casal del barrio.
De momento se han podido localizar tres fosas de inhumación con sus respectivos cuerpos, uno de los cuales fue trasladado el martes pasado al depósito arqueológico de Zona Franca ante la previsión de fuertes lluvias, que han obligado a proteger la excavación de forma improvisada.
El primer hallazgo se hizo la semana pasada, mientras se excavaba una nueva red de servicios colectores para el nuevo casal y también para el recién inaugurado Colegio La Sagrera. Esta parte de las obras ha sido paralizada hasta que se recuperen y se estudien debidamente las tumbas de la zona en construcción.
YACIMIENTO EXTRAORDINARIO
A causa de los trabajos de urbanización, las fosas han quedado parcialmente seccionadas y algunos de los esqueletos han sufrido daños por el trabajo de la maquinaria. No obstante, los restos se encuentran en muy buen estado de conservación, afirma Eva Orri, arqueóloga al frente de la recuperación.
Los arqueólogos que trabajan en el lugar han calificado de “extraordinario” el descubrimiento y creen que estas sepulturas se corresponden con la villa romana del Pont del Treball Digne, ubicada a unos doscientos metros del lugar y que es previa a la fundación de Barcino, señala el arqueólogo Dídac Pàmies, que ha recordado que antiguamente toda esa área era una gran explotación agrícola.
Gracias a los restos de cerámica encontrados junto a las tumbas, los expertos han podido datar el hallazgo en el siglo I a.C., una antigüedad que coincide con la de la villa de La Sagrera. Además, las tumbas se encuentran al lado de lo que fue una vía romana, un lugar de inhumación muy común en esa época.
Muy cerca de esa zona, donde se iniciaron las obras de la estación del AVE de La Sagrera, se encontraron hace cinco años 16 yacimientos arqueológicos con restos de 59 personas y de construcciones diversas correspondientes a un periodo histórico de como mínimo 5.800 años. Una amplia etapa que abarcaba desde el neolítico antiguo hasta el siglo XIX, pasando por las épocas ibera, romana y medieval. Un rompecabezas que también ha sido de gran ayuda para reconstruir el pasado de Barcelona.
Vistas de las obras en la calle Clara Zetkin de Barcelona donde han encontrado un esqueleto de la época republicana romana, a casi dos metros de profundidad.
EN BUSCA DE OTRO HALLAZGO
Los Serveis d’Arqueologia de Barcelona ya estaban haciendo un seguimiento de las obras porque cabía la posibilidad de que se pudiera desenterrar una de las entradas a un refugio antiaéreo de la Guerra Civil encontrado durante otras obras en la Torre de la Sagrera. Sin embargo, los arqueólogos aseguran que este inesperado hallazgo servirá para ampliar el conocimiento sobre la historia de Sant Andreu durante la época romana.
El jefe de la obra, José Miguel Franco, explica que están colaborando activamente con el equipo de arqueólogos. “No esperábamos dar con una necrópolis, pero no queremos que los restos sufran más daños”.
El único esqueleto totalmente desenterrado se corresponde a un adolescente que ha sido apodado 'Augustus' por los colegiales de los dos centros educativos colindantes, los máximos espectadores del hallazgo durante estos días.
Fuente: elperiodico.com| 14 de septiembre de 2016