Hallan en Gran Bretaña evidencias de que extraían sal del agua del Mar Norte hace 5.800 años

Ejemplos de recipientes cerámicos de la salina (fotografías de S. J. Sherlock). Crédito: Antiquity (2021)

El arqueólogo Stephen Sherlock, un erudito independiente, ha encontrado evidencia de que personas del Neolítico extrajeron sal del agua de mar hace 5.800 años en Street House, Loftus, lo que la convierte en la instalación de producción de sal más antigua jamás descubierta en Gran Bretaña, según un artículo publicado por Cambridge University Press en la revista Antiquity.

Los arqueólogos han estado trabajando en el sitio, que se encuentra cerca de la ciudad de Loftus, en Yorkshire Moors, durante muchos años, pero fue Sherlock quien hizo la conexión entre la producción de sal y los artefactos desenterrados en las trincheras arqueológicas. Además de los depósitos de carbón vegetal, había una cáscara de avellana y cerámica, todos los cuales databan de aproximadamente 5.800 años.

Ubicación de Street House Farm en North Yorkshire y los sitios neolíticos cercanos (rediseñado por L.M. Jones).

La sal era un bien importante para la gente en el Neolítico: se usaba para conservar alimentos y pieles, una necesidad para sobrevivir a los inviernos largos y fríos. Durante ese tiempo, la sal se extraía de minas o del agua de mar. En este caso, parece que el agua de mar era capturada en jarras del Mar del Norte, aproximadamente a 4 kilómetros de distancia. La misma se habría destilado en tierra antes de transportarla a la instalación de producción de sal cerca de lo que ahora es Loftus. Sherlock sugiere que el agua salada se vertía en un pozo donde se almacenaba para su uso. Para recuperar la sal, los trabajadores recolectaban una cantidad de salmuera usando ollas y la calentaban al fuego durante siete horas, a fin de eliminar la mayor parte del agua restante. Las ollas llenas de torta de sal se dejarían a un lado para que enfriaran o se llevaban a otros lugares. Cuando la gente quería usar la sal, simplemente rompían las ollas.

Excavación en Street House que muestra la profundidad de la estratigrafía, septiembre de 2019. Fotografía de S. J. Sherlock.

Se han encontrado instalaciones similares de extracción de sal del período Neolítico en varios lugares de Europa, pero esta es la primera, y la más antigua, hallada en Gran Bretaña. Y debido a la ubicación del sitio, Sherlock sugiere que el conocimiento probablemente fue traído por emigrantes procedentes del continente europeo.

Revestimiento de arcilla dentro del tanque de almacenamiento de salmuera mirando al noroeste Fotografía de S. J. Sherlock.

Sherlock encontró tres fogones que se usaron para calentar la salmuera en una sola zanja; cerca de la misma él y otros encontraron cientos de fragmentos de cerámica. Las pruebas mostraron que la cerámica se había hecho en Francia, que es probablemente de donde vinieron los emigrantes.

El análisis de huesos antiguos hallados en las cuevas de Serinyà (Gerona) revela detalles de la dieta paleolítica

Cráneo humano de Mollet III en Serinyà. Imagen: Joaquim Soler.

El pescado no estaba en el menú de los cazadores-recolectores del sur de Europa hace 27.000 años. Sorprendentemente, la gente de la península ibérica en el período gravetiense tardío comía principalmente plantas y animales terrestres como conejos, ciervos y caballos.

Un equipo internacional de investigadores ha podido determinarlo por primera vez a partir de un estudio isotópico de fósiles humanos procedentes de las cuevas de Serinyà, Gerona, España. Los resultados de la investigación, liderada por la Dra. Dorothée Drucker (izquierda), del Centro Senckenberg de Evolución Humana y Paleoambiente (SHEP) de la Universidad de Tubinga (Alemania), y Joaquim Soler (derecha), del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad de Girona, fueron publicados en Journal of Human Evolution.

En el período gravetiense (33.000-25.000 años antes del presente), los cazadores-recolectores consumían los alimentos disponibles en su entorno local. Eso incluía mamuts en Europa central, caballos y renos en Gran Bretaña; y mariscos en las costas atlánticas o mediterráneas de lo que hoy son Francia e Italia. Durante el último máximo glacial (hace 27.000-23.000 años), el clima muy frío y seco obligó a la gente a retirarse a las regiones del sur. Las penínsulas ibérica, italiana y griega en particular estaban cada vez más pobladas.

Excavación reciente de Mollet III en Serinyà, con el descubrimiento de nuevos restos humanos en 2014. Imagen: Joaquim Soler.

Los restos fósiles de cuatro individuos hallados en las cuevas de Serinyà, España, no fueron investigados científicamente durante mucho tiempo debido a dudas sobre su antigüedad. Investigadores de la Universidad de Gerona han utilizado la datación por radiocarbono para determinar que los huesos tienen entre 27.000 y 25.000 años. El colágeno de los huesos, muy bien conservado, hizo posible que los investigadores del SHEP, en Tubinga, llevaran a cabo análisis isotópicos, lo que a su vez les ha permitido determinar qué comían principalmente las personas estudiadas.

Por primera vez, el equipo de investigación también combinó este análisis con un nuevo método. En colaboración con el Dr. Yuichi Naito (izquierda), actualmente en la Universidad de Nagoya, en Japón), separaron los aminoácidos individuales del colágeno y analizaron su composición isotópica. Los autores dicen que esto ha hecho posible rastrear con mayor detalle si la dieta de las personas de la Edad de Piedra se basaba en proteínas vegetales, carne o pescado, e incluso qué especies animales se consumían.

Los resultados mostraron que los cuatro individuos de Serinyà tenían una dieta basada en recursos terrestres —plantas y animales de la comarca— especialmente animales pequeños como los conejos. Los isótopos de aminoácidos confirmaron también que los individuos casi no comían pescado. Esto es sorprendente porque hasta ahora se suponía que las personas de este período, climáticamente duro, dependían de los alimentos de los lagos, arroyos y el mar.

Dorothée Drucker señala que siempre estamos aprendiendo más sobre el estilo de vida y la dieta de las gentes de la prehostoria. "Parece que en algunas poblaciones se pescaba poco en esa época, incluso cerca de las regiones costeras. Aparentemente, incluso en este clima frío, el medio ambiente terrestre era lo suficientemente productivo como para sustentar a las personas", dice.

Fuente: phys.org | 31 de marzo de 2021

«Ninguna fuente histórica afirma que Escipión el Africano fundara Itálica», afirma el profesor Aurelio Padilla-Momge

El profesor de la Universidad de Sevilla Aurelio Padilla-Monge

Profesor de Historia Antigua de la Hispalense escribió un artículo sosteniendo que Itálica, probablemente, no fue la primera fundación romana en la Península

¿Cuando escribió ese artículo

Salió publicado en 2017 en la revista Polis, número 29.

¿Dentro de la más estricta dialéctica científica, tuvo contestación?

Que yo sepa no. Estas cosas suelen tener tiempos que no son los que se usan en Twitter ni en otras redes sociales. Esto se trata de ciencia y requiere maduración en las réplicas y contrarréplicas.

O sea que, hasta el momento, nadie ha discutido su tesis, ni a favor ni en contra ¿O sí?

Que yo sepa no. Aunque he de decirle que yo he cortado la relación con la investigación porque estoy felizmente jubilado.

¿Qué le pone a usted las orejas de punta y le llama la atención sobre el tema?

La arqueología no documenta presencia italiana en Itálica hasta finales del siglo II y I antes de Cristo. Hay cerca de un siglo que los pocos restos itálicos que se encuentran no se corresponden con lo que cabe esperar de una fundación romana. Comentándolo con un colega, Cortés Copete, de la Olavide, me remitió un artículo suyo en el que trataba sobre el tema: en síntesis viene a decir que la «invención de la idea que Itálica fue obra de Escipión salió de la mano directa de Adriano».

¿Sabemos cómo se llamaba Itálica en época prerromana?

Para nada. Como ocurre con otros centros turdetanos.

Escipión pasa por Itálica (o como se llamara) en 206 a.C. Casi trescientos años después, un intelectual orgánico de la corte adrianea, lanza la idea de la ciudad fundada por Roma. ¿Por qué y en beneficio de quién?

Adriano estaba interesado en la legitimación de su posición política como emperador y recurre a la invención prestigiosa del pasado y eso es lo que hace Apiano, su historiador de cabecera.

¿Apiano tuvo la idea o escribió al dictado del emperador?

Ese es un detalle menor. Yo resaltaría el hecho de subrayar lo que dice el profesor Cortés, hay una reescritura del pasado en favor del emperador.

¿Podría decirme qué pruebas arqueológicas y literarias existen sobre la veracidad de que Itálica fuera la primera fundación romana en la Península?

Arqueológicas le he dicho que ninguna. Al contrario de Córdoba y Valencia. Y literarias. Apiano nunca afirmó que Escipión fundará Itálica. Solo dice que Escipión dejó heridos graves en una ciudad que él la bautiza como Itálica.

Vista del anfiteatro de Itálica.

¿Tampoco existen pruebas del gran hospital de campaña que se levantó para atender a los soldados heridos en el enfrentamiento entre Escipión y Asdrúbal Giscón en Camas o San Juan?

En aquella época no existían hospitales de campaña. O los dejaba en casas de vecinos de confianza o te los llevaba contigo hasta poder enviarlos a sitios seguros. En cualquier caso, hay que decir que si de verdad se produjo la convalecencia de soldados en Itálica, no configuró ninguna estructura física del poblado ni dejó huellas arqueológicas.

Apiano, según su versión, reescribe la historia de la vieja Santiponce porque un dios romano no puede nacer en un villorrio pero el de los cristianos puede nacer en un pesebre en Belén.

Adriano representa el principio de una monarquía absoluta, militarizada y burocratizada. Ese dios no tiene nada que ver con el de los cristianos y necesita potenciar la imagen divina de él y de su familia.

Esa obsesión de los políticos por su origen y prestigio personal sigue vigente. Sobre todo, los que animan el culto a la personalidad: Franco, Kim Jong-Un y políticos actuales con expedientes académicos falseados…

Es propio del poder prestigiar su pasado y su recorrido vital...

Itálica, como patria chica del emperador, vivió por encima de sus posibilidades. Se lo digo más claro: Adriano le dio dos Expos que no había manera de sostenerlas…

Una vez que se retira la inversión imperial aquello es de imposible mantenimiento.

¿Y eso explicaría, junto con los efectos de la escasez de la plata, el abandono de las grandes domus de la ciudad, como ocurrió con los pabellones de la Expo última?

La crisis es el telón de fondo de una realidad de primer plano como es el hecho de que las clases enriquecidas de Itálica no podían sostener los edificios civiles y religiosos que se levantaron a mayor gloria del emperador. La nova urbs nunca fue terminada. La solución fue abandonarla.

Orgullo local

Cuando las clases terminaban profesores y alumnos, al menos los más cercanos, seguían con adobo de Blanco Cerrillo y cervezas en La Moneda, en la antigua ceca de la plata americana en Sevilla. Eran los felices ochenta cuando Aurelio Padilla, como profesor de Historia, compartía departamento con figuras de su rama: Presedo Velo, Genaro Chic, José María Santero, Fernando Gascó… Ha firmado una buena producción de artículos. Le encanta la jardinería, no ha probado el garum y su rincón es la escalinata del Salvador. Sostiene que el miarmismo, con el que se le atiza a Sevilla, es igual en cada ciudad andaluza, ejemplo del orgullo local.

Fuente: abc.es| 29 de marzo de 2021

La influencia genética de Australasia se extendió más ampliamente en América del Sur de lo que se pensaba anteriormente

Un equipo de investigadores ha confirma la ascendencia genética de gentes de Australasia en grupos indígenas que viven en América del Sur, incluidos los descendientes de la civilización Mochica de Perú. LUIS ROSENDO / HERITAGE IMAGES / GETTY IMAGES

En 2015, los científicos descubrieron algo sorprendente: que algunos pueblos indígenas de la Amazonía brasileña tenían una relación lejana, pero distinta, con los australianos y melanesios nativos. La señal genética de la ascendencia de Australasia en una población tan lejana provocó a los investigadores a buscar respuestas. Y ahora un nuevo estudio revela que esta señal genética es más frecuente en América del Sur de lo que se pensaba anteriormente y sugiere que las personas que llevaron estos genes al Nuevo Mundo la obtuvieron de una población ancestral siberiana.

El hallazgo también arroja luz sobre las rutas de migración de esas personas a América del Sur. “Es un trabajo realmente agradable”, dice Jennifer Raff (izquierda), genetista antropológica de la Universidad de Kansas, que no participó en el estudio. "Muestra que el hallazgo de 2015 no fue solo un artefacto. Realmente es una señal genética generalizada".

Los antropólogos piensan que bandas de cazadores-recolectores salieron de Siberia y entraron en la ahora sumergida tierra de Beringia, pero que conectaba Eurasia y Alaska cuando los niveles del mar eran mucho más bajos que en la actualidad, quizás hace unos 20.000 años. Luego, hace unos 15.000 años, algunos partieron de Beringia y se desplegaron por América del Norte y del Sur. Estos primeros migrantes se desplazaron a buen ritmo: hace 14.600 años, a más tardar, estaban instalando un campamento en Monte Verde, en el sur de Chile.

Los estudios de ADN de 2015 revelaron la ascendencia de Australasia en dos grupos indígenas amazónicos, los Karitiana y Suruí, basados ​​en el ADN de más de 200 personas vivas y antiguas. Muchos portaban un conjunto característico de mutaciones genéticas, llamado 'señal Y' por la palabra brasileña Tupi para "ancestro", ypikuéra. Algunos científicos especularon que esta 'señal Y' ya estaba presente en algunos de los primeros migrantes sudamericanos. Otros sugirieron que una migración posterior de personas relacionadas con los australasianos actuales podría haber introducido tal 'señal Y' en las gentes que ya vivían en el Amazonas.

El nuevo estudio, dirigido por la genetista Tábita Hünemeier (izquierda), de la Universidad de São Paulo, examinó los datos genéticos de 383 personas modernas de toda América del Sur, incluidas docenas de individuos con genotipo nuevo que viven en la Amazonía brasileña y la meseta central. Los investigadores trabajaron en estrecha colaboración con los pueblos indígenas, y Hünemeier dice que han estado colaborando con historiadores, antropólogos y genetistas "para asegurar que los resultados se transfieran de la mejor manera a las comunidades indígenas".

El trabajo consistió en recolectar muestras de los nativos de toda la sección media del continente sudamericano y luego realizar un análisis genético de cada uno. En total, estudiaron muestras de 383 personas que incluían 438.443 marcadores genéticos.

En esta nueva investigación los científicos pudieron identificar la 'señal Y' en grupos que viven fuera de la Amazonía: en los Xavantes, que ocupan la meseta brasileña del centro del país, y en el pueblo Chotuna de Perú, que desciende de la civilización Mochica, la cual ocupó la costa de ese país desde alrededor del año 100 al 800 de la era actual.

Indígenas xavantes.

A continuación, los investigadores utilizaron un software para probar diferentes escenarios que podrían haber llevado a una dispersión del ADN actual. El escenario más adecuado involucra a algunos de los primeros migrantes sudamericanos -posiblemente incluso los primeros- que llevaron consigo la 'señal Y', informan los investigadores en Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS). Es probable que esos migrantes siguieran una ruta costera, dice Hünemeier, y luego se dividieron entre la meseta central y el Amazonas en algún momento entre hace 15.000 y 8.000 años.

"Los datos coinciden exactamente con lo que tú predecirías si ese fuera el caso", dice la profesora Raff.

David Meltzer (derecha), arqueólogo de la Universidad Metodista del Sur y coautor del estudio de 2015 que identificó la 'señal Y', dice: "La explicación de los autores tiene sentido". Y añade: "Encontrar ascendencia de Australasia en antiguos restos costeros aumenta mi confianza en las conclusiones de los investigadores"

Pontus Skoglund (izquierda), genetista de poblaciones en el Instituto Francis Crick, y que fue coautor de uno de los estudios de 2015 con Hünemeier, dice que está contento de ver a los científicos sudamericanos basándose en el trabajo anterior. “Estoy emocionado de que los grupos de investigación locales en Brasil se estén dando cuenta de esto. Están haciendo exactamente lo que hay que hacer".

Sin embargo, una pregunta sin respuesta es por qué la 'señal Y' no ha aparecido en ningún grupo indígena de América del Norte o Centroamérica. "Una posibilidad es que los migrantes portadores de la 'señal Y' simplemente se quedaron en la costa y llegaron a América del Sur sin dejar ningún legado genético en el norte. También es posible que los grupos con ascendencia de la 'señal Y' vivieran en América del Norte y Central pero se extinguieron como consecuencia de la mortal colonización europea", sugiere Hünemeier.

Otros han sugerido que es también probable que un estudio más detallado de los nativos norteamericanos proporcione, eventualmente, algunos individuos con la 'señal Y'. O bien, y esta es la teoría más complicada de asimilar, tal vez los primeros habitantes de Australasia se dirigieron directamente, de alguna manera, hacia las costas de América del Sur.

"La 'señal Y' de las poblaciones es un rompecabezas", dice Meltzer, "pero esta es una pieza interesante para agregar al trabajo".

Fuentes: sciencemag.org | phys.org | sciencealert.com | 29 de marzo de 2021

Los humanos que vivían en el Kalahari sudafricano hace 105.000 años eran tan innovadores como sus vecinos asentados en la costa

El refugio rocoso de Ga-Mohana en el desierto de Kalahari de Sudáfrica. Hace más de 100.000 años, la gente usaba este emplazamiento para actividades rituales.

Evidencias arqueológicas encontradas en un refugio rocoso situado en la colina de Ga-Mohana, en el borde del desierto de Kalahari, Sudáfrica, desafían la idea de que los orígenes de nuestra especie estaban relacionados con los entornos costeros.

Publicado en Nature, la Dra. Jayne Wilkins (izquierda) del Centro Australiano de Investigación para la Evolución Humana en la Universidad de Griffith, ha dirigido un equipo internacional que ha encontrado evidencias -lejos de los sitios costeros- sobre los complejos comportamientos simbólicos y tecnológicos que definen a los humanos modernos que se remontan a 105.000 años atrás.

"Nuestros hallazgos en este refugio rocoso muestran que los modelos demasiado simplificados sobre los orígenes de nuestra especie no son aceptables. Las evidencias sugieren que muchas regiones del continente africano estuvieron involucradas en el proceso evolutivo del 'Homo sapiens', siendo el Kalahari solo una de ellas", afirma la Dra. Wilkins.

El refugio rocoso en la colina de Ga-Mohana se encuentra cerca de la ciudad de Kuruman, en la provincia de Northern Cape, Sudáfrica.

"Evidencias arqueológicas derivadas de los primeros 'Homo sapiens' se han descubierto, en gran parte, en sitios costeros de Sudáfrica, lo que respalda la idea de que nuestros orígenes estaban vinculados a entornos de costa. Hay muy pocos sitios arqueológicos datables, y bien conservados, en el interior del sur de África que puedan hablarnos sobre los orígenes del 'Homo sapiens' lejos de la costa".

"Sin embargo, un refugio rocoso en la colina Ga-Mohana, que se encuentra sobre una extensa sabana del Kalahari, es uno de esos sitios".

Algunos sitios arqueológicos africanos asociados con la Edad de Piedra Media. Ciertas regiones, en su mayoría costeras (sombreadas) tienen una larga historia de excavaciones que han arrojado luz sobre la evolución de las primeras poblaciones humanas. Por el contrario, los sitios del interior mencionados se han investigado solo durante las últimas tres décadas. Estos estudios de yacimientos del interior han revelado notables innovaciones tecnológicas durante la Edad de Piedra Media (MSA, en inglés), que ocurrieron hace entre 300.000 y 30.000 años. Wilkins y sus colegas informan del descubrimiento de fragmentos y cristales de cáscara de huevo de avestruz (OES) en un refugio rocoso en la colina Ga-Mohana, lo que sugiere que los humanos recolectaron objetos inusuales hace al menos 105.000 años. Todos estos descubrimientos muestran que las innovaciones de MSA fueron variadas y variables en el tiempo y el espacio, e indican la necesidad de inspeccionar y estudiar otras partes del continente africano durante la Edad de Piedra Tardía (LSA, en inglés) después de hace 40.000 años.

Utilizado hoy como un lugar de actividades espirituales por parte de la comunidad local, la investigación arqueológica en este refugio rocoso ha revelado una larga historia como un lugar de importancia espiritual. La colina está asociada con el misterio, el miedo y el secreto.

Los investigadores lograron recuperar en el refugio de Ga-Mohana 22 cristales de calcita blanca además de fragmentos de cáscara de huevos de avestruz que se cree pudieron ser empleados como recipientes de agua de depósitos que datan de hace 105.000 años, cuando el entorno ambiental era mucho más húmedo que en la actualidad. El equipo de arqueólogos se mostró contento al descubrir que dicho conjunto de cristales y fragmentos de cáscara de huevos de avestruz recolectados por los humanos en el enclave de Ga-Mohana era significativamente más antiguo que los obtenidos en otros lugares del interior. En los yacimientos costeros, la evidencia más temprana del empleo de esta tecnología de acarreo de agua se remonta igualmente a unos 105.000 años atrás, lo que indica que los primeros humanos del Kalahari no fueron menos innovadores que los que vivían en la costa.

Uno de los 22 cristales de calcita excavados en depósitos de 105.000 años

Algunos de los cristales de calcita recuperados.

"Nuestro análisis indica que los cristales no se introdujeron en el terreno a través de procesos naturales, sino que fueron objetos recolectados deliberadamente, probablemente relacionados con creencias espirituales y rituales", informa la Dra. Wilkins.

"Los cristales apuntan hacia un uso espiritual o cultural del refugio hace 105.000 años", dijo el Dr. Sechaba Maape (izquierda), de la Universidad de Witwatersrand. "Esto es notable teniendo en cuenta que el lugar se sigue utilizando en la actualidad para practicar actividades rituales".

La antigüedad de las capas arqueológicas se delimitó mediante la datación de Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) en el laboratorio del Departamento de Geología de la Universidad de Innsbruck, Austria.

"Esta técnica mide las señales de luz natural que se acumulan con el tiempo en los granos sedimentarios de cuarzo y feldespato", dijo el Dr. Michael Meyer (derecha), director del laboratorio mencionado. "Puedes pensar en cada grano como un reloj en miniatura, desde el cual podemos leer esta señal de luz natural o luminiscencia, la cual nos da la edad de las capas de sedimentos arqueológicos".

El nombre de Kalahari deriva de la palabra del pueblo Tswana 'Kgala', que significa 'gran sed'. Y hoy en día el clima en Ga-Mohana es semiárido, con poca lluvia estacional. Sin embargo, la prueba antigua de la existencia de abundante agua en el paisaje es evidente a partir del gran número de formaciones de toba existentes alrededor del refugio, y que fueron datadas utilizando el método de datación por uranio-torio hace entre 110.000 y 100.000 años, exactamente el mismo período de tiempo en que la gente vivió allí.

Fragmentos de cáscara de huevo de avestruz de hace 105.000 años (izquierda). Ejemplo moderno de cáscara de huevo de avestruz (derecha)

"Esta es una historia en torno al agua en lo que ahora conocemos como un paisaje seco, así como de personas adaptables que explotaron el paisaje no solo para sobrevivir sino para prosperar", dice la Dra. Robyn Pickering (izquierda), directora del Instituto de Investigación de la Evolución Humana (HERI) en la Universidad de Ciudad del Cabo.

Debido al permanente significado espiritual del refugio rocoso de Ga-Mohana, los investigadores se han esforzado en minimizar el impacto de sus acciones arqueológicas sobre el uso del mismo, a fin de no perturbar a las comunidades locales después de cada temporada de excavación.

"No dejar rastros visibles y trabajar con la comunidad local es fundamental para la sostenibilidad del proyecto de investigación, a fin de que el refugio de Ga-Mohana pueda continuar proporcionando nuevos conocimientos sobre los orígenes y la evolución del 'Homo sapiens' en el Kalahari", concluye la Dra. Wilkins.

Una representación ilustrativa de la Gran Serpiente de Agua por Sechaba Maape, Profesor de la Universidad de Witwatersrand.

Nnoga ya metsi

Muchos de los que hoy visitan la colina Ga-Mohana para la práctica ritual la ven como parte de una red de lugares vinculados a la Gran Serpiente de Agua (Nnoga ya metsi), un ser caprichoso que cambia de forma. Muchos de estos lugares espirituales también están asociados con el agua.

Enclaves como Ga-Mohana Hill y sus historias asociadas siguen siendo algunos de los elementos culturales intangibles más perdurables del pasado, y que vinculan a los sudafricanos indígenas modernos con comunidades anteriores.

Estas creencias perdurables establecen un importante sentido de pertenencia, en un país que ha quedado un tanto desorientado espacialmente por la ruptura colonial.

El equipo de excavación en el refugio rocoso de la colina de Ga-Mohana durante la temporada de excavación de 2017.

Fuentes: phys.org | theconversation.com | nature.com| 31 de marzo de 2021