Un revolucionario estudio adelanta el origen del hombre y postula que aún existirían fósiles 'Homo' no encontrados en África

Mandíbula de un 'Homo sapiens' hallada en 2015 en Ledi-Geraru, Etiopía, con 2,8 millones de años de antigüedad / BRIAN VILLMOARE.

El actual consenso científico estima que el origen del ser humano y su posterior evolución apunta a que el primer ancestro común de nuestro género Homo apareció hace alrededor de 3,8 millones de años.

Sin embargo, una investigación liderada por tres científicos chilenos, y publicada en la revista Nature Ecology & Evolution, modifica esta fecha, y afirma que este antiguo ancestro es alrededor de 500.000 años más antiguo que el hallazgo más temprano de un fósil reconocido como Homo.

El estudio es liderado por Hans Püschel (izquierda), estudiante de doctorado en paleontología en la Universidad de Edimburgo, su hermano Thomas Püschel y René Bobe, ambos de la Universidad de Oxford, y Joseph O’Reilly y Ornella Bertrand, de la Universidad de Edimburgo.

Sabemos que el primer miembro de nuestro género encontrado hasta ahora data de 2,8 millones de años. “Este fósil fue encontrado en Ledi-Geraru, región de Afar, Etiopía en 2015, y en ese momento hizo retroceder el origen de nuestro género en al menos medio millón de años. Lo que sugieren nuestros resultados es que el origen del género 'Homo' podría ser incluso más antiguo (3,3 millones de años), lo que retrasa la edad del origen en otro medio millón de años”, explica Hans Püschel a Qué Pasa desde Alemania.

"En cierto modo, esto podría tomarse como una predicción de que todavía hay fósiles de los primeros representantes de nuestro género esperando ser encontrados en algún lugar de África. En términos de qué especie específica de 'Homo', no podemos decirlo, ya que esto es solo una predicción basada en nuestros datos. Sin embargo, con los métodos que usamos pudimos predecir que este ancestro habría tenido un tamaño corporal cercano al de Australopithecus afarensis y una encefalización (masa cerebral relativa) muy similar a Homo floresiensis, conocido como 'El Hombre de Flores', argumenta el investigador.

Para llegar a esta conclusión, los científicos utilizaron métodos filogenéticos que les permitieron incorporar evidencia molecular (ADN) y morfológica de homínidos existentes y extintos para cuantificar los tiempos de especiación durante la evolución humana, vale decir, cuando se separan los linajes de cada especie de homínido”, señala Hans Püschel.

“Eso nos permitió estimar una edad del origen del género 'Homo'. Luego, usamos esta información temporal y filogenética para estudiar las tendencias evolutivas en la masa corporal y la encefalización (masa cerebral relativa) en los homínidos, mediante algoritmos que nos permitieron reconstruir estos caracteres en los ancestros de los mismos incluidos en el análisis”, explica el investigador.

"El método utilizado ocupa diferentes fuentes de información (molecular, morfológica y estratigráfica) y permite obtener información de los tiempos de divergencia de las especies, que en este caso, serian los distintos homínidos que incluimos en el estudio. Para explicar mejor cómo funciona el análisis, nosotros introducimos, por una lado, información sobre el cambio evolutivo, que en este caso es la morfología de cada homínido y su ADN (si es que lo hay disponible), y luego, por otro lado, utilizamos la información estratigráfica (o radioisotópica) de cada homínido para calibrar estos cambios en el tiempo, lo que nos proporciona información sobre cuándo cada especie divergió de otra”, añade Hans Püschel.

Gráfico temporal de especies de homínidos. Los rectángulos de colores representan sus rangos estratigráficos. Las siluetas de los homínidos se descargaron de http://phylopic.org/.

Homo sapiens: el homínido que más aumentó su tamaño cerebral

Uno luego puede comparar el resultado con lo que se sabe del registro fósil de nuestro linaje, y ver si aparecen patrones interesantes. “En términos científicos esto es un gran aporte, dado que no se contaba antes con este tipo de información temporal sobre cuándo ocurrieron estos eventos, por lo que podría ser el punto de partida de otros estudios, que miren en detalle otros aspectos evolutivos, o incluso, podría ayudar a justificar una campaña en terreno a sitios en donde no se espera encontrar miembros de nuestro género”, señala el investigador.

Si observamos las masas corporales estimadas de algunos de los primeros homínidos y las comparamos con especies posteriores antes de la aparición del género Homo, “tiende a haber una reducción en la masa corporal, añade.

"La encefalización de los homínidos a través del tiempo ha sido observada anteriormente. Hay varios estudios que se ocupan de eso. Sin embargo, pudimos datar específicamente cuándo ocurrieron estos aumentos de encefalización y en qué especies de homínidos aconteció. Esto es muy interesante porque se puede comparar con eventos antiguos para los que tenemos fechas. Por ejemplo, eventos paleoclimáticos, o incluso, la aparición de herramientas, fuego y otras innovaciones culturales”, prosigue Hans Püschel.

"Hemos observado que entre las diferentes especies de homínidos, el Homos sapiens fue el homínido que más aumentó su tamaño cerebral relativo respecto de sus antepasados, y es el homínido con el cerebro relativo más grande (incluso más que el Homo neanderthalensis). Pudimos ver cuándo ocurrió este aumento y qué tan rápido fue y comparar esa tasa con la tasa evolutiva de otros homínidos. Esto no se había hecho antes”, explica el estudiante de doctorado en paleontología en la Universidad de Edimburgo.

Fuente: latercera.com | 2 de abril de 2021

Un marco de tiempo para la evolución humana

Por Hans Püschel

Hay varias preguntas siempre presentes que han captado la atención tanto de los científicos como del público en general. ¿Cuándo exactamente se originaron los humanos y cuándo vivió el último ancestro común de humanos y chimpancés? ¿Cuándo comenzó a aumentar el tamaño relativo del cerebro? ¿Existe un vínculo entre la evolución del tamaño del cerebro y del cuerpo?

A pesar de muchos hallazgos fósiles importantes, cuestiones como estas siguen siendo divisivas, en parte debido a la ausencia de una escala de tiempo evolutiva común para la evolución humana. Una escala de tiempo precisa no solo proporciona un marco temporal común para la historia evolutiva de nuestro propio linaje, sino que también puede permitirnos evaluar posibles asociaciones entre cambios evolutivos clave y diferentes factores causales posibles, como influencias ambientales o cambios en las condiciones climáticas.

Durante mucho tiempo, mi hermano Thomas y yo hemos discutido este tipo de preguntas en entornos informales (por ejemplo, reuniones familiares o cerveza en mano en un bar), pero nunca pensamos en abordar seriamente este tema juntos, lo que debería haber sido obvio ya que él es paleoantropólogo, mientras que yo soy paleontólogo de mamíferos.

Dos de los autores del artículo de investigación publicado, Thomas Püschel (izquierda) y Hans Püschel (ambos hermanos) hablan sobre la idea que ha estado detrás del mismo.

Fue solo en 2019 cuando decidimos abordar seriamente algunas de estas preguntas y comenzamos a realizar algunas pruebas preliminares. Nos dimos cuenta de que la mejor manera de avanzar era formar un equipo con las habilidades adecuadas para apoyarnos. Por lo tanto, ese mismo año decidimos invitar a algunos colegas (Ornella Bertrand, Joe O'Reilly y René Bobe) a colaborar con nosotros para que pudieran enriquecer el trabajo con su experiencia (es decir, filogenética, evolución cerebral y registro fósil de homínidos, respectivamente) y mejoró aún más nuestro trabajo preliminar.

Sin embargo, fue difícil para mí encontrar el tiempo para trabajar adecuadamente en este proyecto debido a las diferentes funciones asociadas con mi doctorado. ¿Quién hubiera pensado que la serie de bloqueos debido a la pandemia de COVID-19 nos daría tiempo para trabajar más intensamente en esto? Estaba en Argentina recopilando datos de diferentes colecciones de museos, mientras mi hermano se preparaba para una serie de viajes de campo a Mozambique y Kenia cuando la pandemia paralizó todo. Esto nos llevó a repensar todos nuestros planes para el año, lo que a su vez dio como resultado videollamadas mucho más regulares que antes y días enteros de análisis en ejecución. Finalmente pudimos armar el primer borrador de nuestro trabajo que luego fue compartido con el resto del equipo cuyos comentarios mejoraron el texto original.

En nuestro trabajo nos enfocamos en el marco temporal en el que ocurrió la evolución humana. Tradicionalmente, los paleoantropólogos han estimado la escala de tiempo evolutiva humana observando rangos estratigráficos (es decir, las dataciones o edades de diferentes especies en el registro fósil) y luego registrando cuándo una determinada especie aparece por primera vez en el registro fósil, así como la última ocasión en que se observa la especie. Aunque indudablemente valioso, este enfoque tiene limitaciones ya que solo estima la primera y última aparición local de una especie en particular en el registro fósil, lo cual no se corresponde con las fechas reales de origen y extinción de la especie de interés (es decir, estas fechas no corresponden a los eventos de especiación reales).

Hipótesis topológicas alternativas probadas en los análisis TED. a, Similar a la filogenia de Dembo
et al. b, La misma topología que en 'a' pero moviendo al 'Australopithecus sediba' del clado 'Homo'
por ser el taxón hermano del 'Australopithecus africanus'. c, La misma topología que 'a' pero
cambiando la posición del 'Homo naledi' del tronco del 'Homo antecessor' y sus parientes 'Homo'
más cercanos por ser taxón hermano del 'Homo erectus' africano. d, La misma topología que 'a',
pero tomando el 'Homo floresiensis' en su posición basal dentro del género 'Homo' por ser taxón
hermano del 'Homo erectus' asiático.

Los biólogos evolutivos, por otro lado, generalmente han calculado estas fechas observando árboles evolutivos datados (es decir, filogenias) que se generan a partir de la información genética disponible tanto para especies vivas (por ejemplo, humanos, chimpancés, gorilas) como para algunas ya extintas,como los neandertales o los denisovanos. Sin embargo, este enfoque solo considera la información molecular y estratigráfica disponible para estas especies, sin tener en cuenta la información anatómica que estos fósiles pueden proporcionar. Aún más problemática es la omisión de la mayoría de los homínidos en el registro fósil para los que no se dispone de información molecular. En otras palabras,el problema con estos dos enfoques comúnmente aplicados es que se centran exclusivamente en un subconjunto de los datos disponibles, sin aprovechar al máximo toda la información disponible que tenemos actualmente (sobre chimpancés, gorilas, etc.), así como de algunas especies ya extintas como los neandertales o los denisovanos.

Por estas razones, en nuestro estudio decidimos aplicar un enfoque conocido como Datación de Evidencia Total (TED) que nos permitiría no solo incorporar la información genética existente para algunas especies de homínidos y simios, sino también integrar los datos anatómicos disponibles para la mayoría especies de homínidos, así como dataciones radiométricas (es decir, datos sobre la edad geológica de los fósiles), incorporando toda esta información directamente en las puntas del árbol. Además de estimar una escala de tiempo evolutiva para el clado homínido, también usamos los árboles evolutivos datados para llevar a cabo la reconstrucción del estado ancestral (ACSR) (es decir, un método que modela la evolución de un rasgo particular en el tiempo) de dos características evolutivas importantes: masa corporal y cociente de encefalización filogenética (PEQ) (es decir, una medida de cómo crece el tamaño del cerebro con respecto al tamaño del cuerpo que tiene en cuenta la no independencia filogenética). Al hacerlo, pudimos comprender mejor cómo estos dos rasgos clave evolucionaron en el clado de los homínidos.

En general, nuestros resultados muestran que nuestra escala de tiempo de evolución humana es consistente con estudios previos que analizaron especies vivas, pero también proporcionamos estimaciones robustas de divergencia para el resto de los homínidos fósiles para los cuales no hay datos genéticos disponibles. Además, mostramos que es probable que el último ancestro común de nuestro propio género Homo haya aparecido alrededor de 3,3 millones de años (entre 4,30 y 2,56 Ma). Además, nuestros resultados indican que la masa corporal de los homínidos disminuyó antes de la aparición de nuestro propio género, pero que mostró una tendencia general creciente después. También mostramos que los homínidos mostraron una tendencia general de encefalización gradual, pero acelerada, a través del tiempo. Finalmente, nuestros resultados indican que el Homo sapiens es la especie de homínido más encefalizada que posee la mayor tasa de encefalización positiva a lo largo de la historia evolutiva de los homínidos, mientras que el Homo floresiensis y el Homo naledi no siguieron estas tendencias generales de encefalización y masa corporal.

Puede leer nuestro artículo aquí.

Fuente: natureecoevocommunity.nature.com | 2 de abril de 2021

La Berenice helenística fue abandonada debido al cambio climático producido por una erupción volcánica

La puerta de entrada de Berenike helenística, vista desde el noreste. Crédito: SE Sidebotham / Antiquity.

Berenice, en la costa egipcia del mar Rojo, fue durante mucho tiempo una de las ciudades egipcias más prósperas. Allí atracaban barcos procedentes del Mediterráneo y de más allá que transportaban todo tipo de mercancías y productos exóticos. Pero sorprendentemente, hace más de 2.000 años la ciudad fue abandonada, al parecer cuando el suministro de agua potable se acabó. Pero ¿qué ocurrió exactamente en Berenice? Hasta ahora los arqueólogos e investigadores no lo tenían muy claro...

ABANDONO MOMENTÁNEO

Precisamente, que la ciudad fue abandonada es lo que se desprende de un reciente estudio publicado en la revista Antiquity, realizado por Marek Woźniak (izquierda), del Instituto de Culturas Mediterráneas y Orientales en Varsovia, Polonia, y por James A. Harrell (derecha), profesor emérito de Geología en la Universidad de Toledo, Ohio. Según estos investigadores, la causa del abandono de Berenice pudo haber tenido origen en una catastrófica erupción volcánica, posiblemente acaecida en el otro lado del mundo, lo que provocó en Egipto una sequía severa.

Los arqueólogos han estado excavando la ciudad de Berenice en la costa egipcia del mar Rojo de forma intermitente desde 1994. Berenice se fundó entre 275 y 260 a.C., pero, al parecer, fue abandonada temporalmente en algún momento entre los años 220 y 200 a.C., antes de volver a ser repoblada. Tras la anexión de Egipto al Imperio Romano, en 30 a.C., Berenice se convirtió en el puerto situado más al sur del Imperio. "La ciudad era una especie de combinación de ciudad y base militar", explica Woźniak.

Desde 2014, el investigador polaco ha excavado los restos de una puerta y una torre en la muralla de la fortaleza que se alzó en la ciudad junto con el geólogo James Harrell, y sus trabajos han sacado a la luz un pozo hundido en el pavimento del edificio. El pozo todavía acumula agua en la actualidad. "Sabe bastante bien, aunque en realidad un poco salada", comenta Woźniak.

Interior de un pozo de agua en el complejo de la puerta mirando hacia el sur; seremarca el pozo original (fase uno). El resto de la cámara, con cuatro nichos, representa una expansión del mismo Fotografía de J. Rądkowska.

Dentro de uno de los nichos del pozo en la puerta de entrada los investigadores descubrieron los restos de ánforas que se utilizaron para extraer agua. Crédito: SE Sidebotham / Antiquity.

UN POZO SECO

Berenice, situada en un entorno desértico, dependía de los pozos para obtener agua. Pero el pozo de la fortaleza se secó entre 220 y 200 a.C., y, con el tiempo, el viento del desierto fue cubriéndolo de arena. Los arqueólogos que excavan en Berenice han encontrado esta arena milenaria conservada en el interior pozo, en cuyo fondo se han descubierto asimismo dos monedas de bronce que datan de las décadas anteriores al año 199 a.C. En otras zonas de la fortaleza, se han hallado muy pocos objetos de ese período, lo que sugiere que, en efecto, Berenice fue abandonada.

Woźniak cree que la sequía que provocó el abandono de la ciudad tuvo que haber sido muy intensa para llegar a secar el pozo. De hecho, la erupción volcánica que pudo haberla provocado arrojó a la atmósfera toneladas de cenizas y gases (como el dióxido de azufre), que absorben la luz solar, enfrían la superficie de la Tierra y debilitan los monzones. Esto probablemente ocasionó que las lluvias de verano que estos hacían caer sobre Egipto no se produjeran. Esta falta de lluvia podría explicar que el pozo se secase.

Artefactos encontrados en la arena que llenaba el pozo: a) una moneda de bronce helenística temprana, que probablemente data del reinado de Ptolomeo IV Filopátor; b) un ánfora y el nombre del ánfora, Antíoco, es probablemente el del propietario. Fotografías de E. Sidebotham.

UNA ERUPCIÓN CATASTRÓFICA

En línea con la teoría de Woźniak de la erupción volcánica como causa principal de la sequía que obligó a los habitantes de Berenice a abandonar la ciudad, un estudio publicado en Nature Communications en 2017 y dirigido por Jennifer Marlon (izquierda), de la Universidad de Yale, analizó los rastros químicos conservados en los núcleos de hielo y descubrió que en el año 209 a.C., una erupción volcánica había liberado muchos aerosoles de sulfato en la atmósfera terrestre.

Lo que sigue sin estar claro es qué volcán fue el responsable, pero comparando los rastros químicos con la composición química de las rocas de lava de origen conocido, los geólogos identificaron cuatro posibles culpables: el Popocatéptl en México, el Pelée en la isla de Martinica (en las Antillas Menores), o el Tsurumi o el Hakusan, ambos en Japón. El mismo estudio registró otros dos picos de sulfato en el registro de hielo, que datan de los años 46 y 44 a. C., y un estudio publicado en 2020 por un grupo internacional de investigadores identificó la posible fuente como el volcán Okmok de Alaska en las Islas Aleutianas, que al parecer causó la erupción volcánica más grande de los últimos 2.500 años.

Parte occidental del complejo de la puerta con el pozo, las cuencas de almacenamiento de agua y las estructuras relacionadas, mirando hacia el norte. Fotografía de S.E. Sidebotham.

Grandes erupciones volcánicas en el hemisferio norte entre el 400 a. C. y el 400 d. C. (dibujo de J. Harrell según Manning et al.2017

La erupción del año 209 a.C. (además de otra erupción cuatro o cinco años después) causó un cambio climático que sería el culpable de una sequía severa que duró varios años, secándose el pozo de Berenice e impidiendo que el Nilo no se desbordase, lo que acabó provocando un período de malas cosechas y una hambruna devastadora en el Alto Egipto (que sería el origen de una grave revuelta tebana entre los años 207 y 186 a.C.). Este disturbio fue provocado por el descontento de la población egipcia con sus señores macedonios y solo requirió una chispa para encenderlo. Ptolomeo IV Filopátor (221-205 a.C.) perdió el control del Alto Egipto durante 20 años y, con él, el acceso a casi todas las rutas terrestres que conectan el Valle del Nilo con el Mar Rojo. Berenice quedó así impedida de la capacidad de intercambiar bienes y personal con el valle del Nilo.

Foto: Detalle del mosaico romano de Veyes (Isola Farnese, Italia) que representa a un elefante africano siendo cargado en un barco, siglos III-IV d.C., Badisches Landesmuseum Karlsruhe, Alemania - Wikipedia

Fragmentos del cráneo de un elefante joven encontrados por la bioarqueóloga Marta Osypińska en un antiguo vertedero de basura ubicado en el lado sur del muro defensivo norte. Crédito: S. E. Sidebotham / Antiquity.

Además, después del reinado de Ptolomeo IV Filopator, hay una disminución significativa en el número de referencias a la importación y uso de elefantes en Egipto. Estas interrupciones en Berenice al final del período helenístico temprano probablemente se relacionan con la revuelta aludida, y el secado del pozo de la ciudad como probable consecuencia de la erupción del 209 a. C. constituyó un segundo golpe.

Complejo de trincheras de cimentación excavadas en la roca de la torre noroeste de un edificio defensivo / industrial visto desde el sur. Crédito: S. E. Sidebotham / Antiquity.

Estructuras helenísticas marcadas en el mapa geomagnético: 1) el 'fuerte' con sus tres fases (azul: la más antigua; amarilla: fase media principal, unida a las fortificaciones de la ciudad; rojo: la más joven); 2) muro defensivo norte; 3) construcción de la puerta (mapa de T. Herbich, interpretación de M. Woźniak y J. Rądkowska).

Las excavaciones de Berenice han aportado numerosa información sobre la vida en esta ciudad helenística de la costa del este de África, y ahora también parece que van a contribuir a una mejor comprensión del efecto de los desastres naturales en las sociedades antiguas.

Fuentes: nationalgeographic.com.es | cambridge.org | archaeologynewsnetwork.blogspot.com | 23 de marzo de 2021

Hallan un 'arca ferrata' y un tesorillo romano con 52 monedas de los siglos I y III en la Casa del Mitreo de Mérida

Casa del Mitreo. Junta de Extremadura

La situación en los extramuros de Augusta Emerita, la actual ciudad de Mérida, debió tornarse peligrosa a finales del siglo III d.C., durante las temidas invasiones bárbaras, porque los residentes de la 'domus' romana que hoy conocemos como Casa del Mitreo se sintieron inseguros y corrieron a refugiarse entre los muros de la urbe. Antes de abandonar la vivienda, enterraron un dinero en una de las dependencias con idea de volver a buscarlo en cuanto fuera posible, pero quienes sabían de su escondrijo nunca regresaron.

Aquel tesorillo formado por 52 monedas (49 del s.I y tres del s.III) ha sido descubierto en las últimas excavaciones conjuntas del Consorcio de la Ciudad Monumental y la Universidad de Granada que dirigen las arqueólogas Ana María Bejarano (izquierda) y Macarena Bustamante.

'Arca ferrata'

De una habitación próxima se han recuperado los restos de un 'arca ferrata', una especie de 'caja fuerte' de madera, hierro y bronce que servía para almacenar las pertenencias más valiosas que tenían en la casa, sobre todo caudales, así como joyas y objetos preciosos. «Es uno de los objetos más excepcionales localizados y documentados en los últimos años en el panorama arqueológico emeritense», explica Ana María Bejarano, del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida. Y no solo por su estado de conservación (se encuentra desmontado aunque completo), sino por la singularidad de estos baúles. «Se conocen muy pocos en todo el Imperio Romano, únicamente 4 ó 5, y casi todos ellos en Pompeya», subraya. Se refiere a las 'cajas fuertes' halladas en Oplontis, en la citada Pompeya (casa de Lucius Crassius Tertius, Villa B o casa de los Vetii) y en Zaragoza.

«Son piezas realmente espectaculares y complejas, decoradas profusamente y con sofisticados mecanismos de cierre», describe.

Restos del 'arca ferrata' de la Casa del Mitreo de Mérida - Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.

Se colocaban en la sala de recepción, donde el dueño de la vivienda recibía a sus visitantes, y se anclaban a la pared o al suelo con clavos o vástagos de hierro para evitar su robo. Los arqueólogos han identificado en la de Mérida los anclajes que la sujetaban al suelo, así como las barras de hierro que la reforzaban. «Era de madera forrada con bronce», explica Ana Bejarano, que destaca el hallazgo de unos elementos de adorno de bronce, a modo de remaches o tachuelas, que debían de estar soldadas por toda la superficie como decoración.

También han localizado el tirador de la caja, un mango de bronce decorado con palmeras y una pata de león que había sido encontrado anteriormente en la misma zona.

«Dentro de la caja solo hemos encontrado una moneda bastante degradada, del siglo I probablemente, idéntica a las del tesorillo», apunta la arqueóloga del Consorcio de la Ciudad Monumental. A su juicio, no es descartable que estas monedas que fueron guardadas durante dos siglos estuvieran en el 'arca ferrata' y fueran sacadas de allí para ser escondidas en un momento de temor. «Entiendo que podían venir de la caja y que la que nos salió en el verano, sola en el baúl, debió quedar allí olvidada», añade Bejarano.

Uno de los apliques de bronce, a modo de remaches o tachuelas, que debían de estar soldados en la superficie del 'arca ferrata'. - Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida.

Una reforma suspendida en el tiempo

El 'arca ferrata' de la Casa del Mitreo no se encontraba en el que hubiera sido su sitio habitual, en la sala de recepción de la vivienda. Había sido anclada al suelo de otra habitación sin suelo, a donde fueron a parar otros dos muebles. Los tres estaban arrimados a la misma pared. Los arqueólogos creen que los dueños habían emprendido un proceso de reforma en la casa y los trasladaron a esta dependencia durante las obras, pero tuvieron que abandonarla antes de que concluyeran. «Se quedó en esa fase curiosa de traslado», apunta Ana María Bejarano.

A comienzos del siglo IV hubo un incendio que afectó a esa habitación y el fuego deformó el 'arca ferrata'. Actualmente ocupa una superficie de casi tres metros de longitud por metro y medio de anchura y se cree que su baja altura, de unos cincuenta centímetros, puede deberse al aplastamiento del derrumbe que siguió al incendio.

Extracción del arca de madera y bronce de la Casa del Mitreo / J. M. ROMERO

Fue localizada durante una campaña de excavaciones arqueológicas llevada a cabo en la Casa del Mitreo en 1994, pero en aquel momento se optó por dejar en el lugar los restos tras limpiarlos y consolidarlos para que no se degradaran. A partir de 2017, con motivo del proyecto integral de restauración y consolidación acometido por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, se retomó la excavación completa de esta sala y tras delimitar el arca y todos los elementos que formaban parte de ella se decidió su extracción.

Para recuperar la pieza y garantizar su seguridad se ha empleado la técnica del bloque. En una primera fase, se han consolidado los restos para evitar la oxidación de los metales y el deterioro de las zonas carbonizadas. En su superficie se han adherido unas gasas con resina como capa de protección. Tras liberar el perímetro del arca, se preparó una estructura de hierro a modo de parrilla para levantarla en bloque y repartir el peso, rellenando los huecos con espuma de poliuretano. En estos momentos ultiman su próximo traslado al Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), donde se realizarán análisis y un estudio completo para su restauración y posterior muestra al público.

Fuentes: abc.es | hoy.es | 2 de abril de 2021

El Museo de Altamira inaugura la exposición 'Kiputz. Un abismo en la Prehistoria'

El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira inaugura este martes la exposición temporal 'Kiputz. Un abismo en la Prehistoria', que abre una ventana al pasado de hace más de 20.000 años con un paisaje de la cornisa cantábrica del Último Máximo Glaciar.

La muestra, comisariada por Pedro Castaños y Xabier Murelaga y que anteriormente se pudo visitar en el Museo de San Telmo de Donostia, es fruto de la colaboración de ambas instituciones, junto con Gordailua Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa y la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Representacion de la trampa mortal en la que quedaron atrapados cientos de animales.

La sima de Kiputz, ubicada en Mutriku (Guipúzcoa), se convirtió en una trampa mortal para cientos de animales que cayeron en el abismo, recuperados ahora por la arqueología y la paleontología.

Detalle de los restos de un bisonte estepario que viaja ahora a Santillana del Mar, después de su exhibición en el Museo San Telmo de San Sebastián. / PEDRO MARTÍNEZ

Cráneo de bisonte estepario.

Con esta exposición, el Museo muestra parte de los conjuntos paleontológicos más importantes de reno, ciervo y bisonte estepario de la península ibérica, destacando un cráneo de este último animal, que dialoga con una reproducción del friso de Altamira.

El acto de inauguración se celebrará en el Museo de Altamira y contará con la presencia de la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones; la subdirectora general de Museos Estatales, Carmen Jiménez; los comisarios de la exposición, Pedro Castaños y Xabier Murelaga; la directora del Museo de San Telmo, Susana Soto; el director del centro Gordailua, Carlos Olaetxea; y la directora del Museo de Altamira, Pilar Fatás.

Del 1 de abril al 4 de julio de 2021

Horario de visitaMartes a sábado: de 10:15 a 13:15 h. y de 14:15 a 17:15 h.Domingos y festivos: de 10:15 a 14:15 h.

En el Espacio 1973

Acceso gratuito con la entrada del museo

Fuente: cope.es | 30 de marzo de 2021

El Louvre pone a disposición de todos y gratis su catálogo completo: 482.000 obras de arte online que ya se pueden visitar

Durante 2020 y aún en 2021 muchas de las cosas que hacíamos en persona han pasado a ser un tema online. Reuniones con amigos, trabajo o estrenos de películas han pasado de los bares, oficinas y cines respectivamente al ordenador. También los museos, y el último en sumarse a ello es uno de los más importantes del mundo y poseedor de la pintura más famosa que existe: El Louvre de París y su Mona Lisa.

Según ha anunciado el museo francés, desde hoy mismo ponen a disposición de todo el mundo su catálogo de obras de arte de forma online. Esto significa poder ver con todo lujo de detalles alrededor de 482.000 obras de arte entre las que también se incluye la Mona Lisa o la Venus de Milo, dos de sus obras más representativas.

Screenshot 1

El Louvre se vio afectado también por la pandemia global y tuvieron que cerrar el pasado mes de marzo de 2020. Si bien en julio reabrieron al 70% sus galerías y con medidas muy estrictas para los visitantes, en octubre volvieron a cerrar. Ahora, un año después del inicio de la pandemia, abren de forma online al completo y totalmente gratis.

Las 482.000 obras de arte incluyen también las del Museo Nacional Eugène-Delacroix y esculturas de los jardines Tulleries y Carrousel. Toda la colección del Louvre está disponible para ver en línea, incluidas las piezas que se exhiben actualmente, así como las que están en préstamo o almacenadas. Para ello es posible buscar colecciones directamente con el buscador y sus filtros avanzados o recorrer virtualmente el museo gracias a su plano virtual.

Screenshot

Según indican, los visitantes pueden explorar en detalle cada obra de arte y ver también su descripción y temas relacionados con ella. Del mismo modo, es posible explorar las obras de arte por colecciones hechas por el museo según temática, origen o nexo común entre las obras.

Fuente: xataka.com | 30 de marzo de 2021