Fotograma de 'Homo Sapiens, los nuevos orígenes' - Ficab
El Museo de Zamora organiza una nueva edición del ciclo de cine arqueológico, en colaboración con el Museo Romano Oiasso de Irún (Guipúzcoa) y el Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa (Ficab).El ciclo, que consiste en la proyección de los documentales premiados en la última edición del Ficab, celebrada en noviembre de 2021,se desarrollará a lo largo de cuatro miércoles, los días 16 y 23 de febrero y 2 y 9 de marzo.
Las cuatro proyecciones están programadas para las 19:30 horas, en el Salón de Actos del Museo de Zamora.La asistencia a los documentales, que se proyectarán en versión original con subtítulos en español en todos los casos, es gratuita y librehasta completar el aforo del Salón de Actos del Palacio del Cordón.
El Gran Premio del Festival, que ha sido compartido por dos documentales, abrirá y cerrará el ciclo.La producción francesa ‘Homo Sapiens: los nuevos orígenes’, dirigida por Olivier Julián (Francia, 2020), que abre la serie, «indaga en el inicio de nuestra especie, dando especial relevancia al yacimiento de Irhoud, en Marruecos, frente a las zonas clásicas de estudio en África Oriental y África del Sur», según señalaron fuentes del centro museístico.
El documental ‘William Waldren, la huella del alquimista’, dirigida por Joan Bonet (España, 2021), que cierra el ciclo, «repasa la determinante y controvertida aportación del polifacético personaje -dibujante, pintor, escultor, diseñador y arqueólogo autodidacta- al estudio de la prehistoria de las Islas Baleares durante la segunda mitad del pasado siglo».
Por otra parte,la producción ‘Baia, la ciudad sumergida’, dirigida por Marcello Adamo (Italia, 2021), muestra la «excepcional riqueza patrimonial del parque arqueológico subacuático que, debido a fenómenos relacionados con el vulcanismo, existe en el entorno de los Campos Flégreos en el golfo de Pozzuoli, junto a Nápoles». Esta producción italiana, que se proyectará el 23 de febrero, obtuvo el Premio Arkeolan a la divulgación científica.
Por último,el 2 de marzo, se exhibirá ‘El reino suevo de Galicia’, dirigida por Simón Casal de Miguel (España, 2020), Premio Especial del Público, «una aproximación al considerado el primer reino medieval de Occidente, formado en el siglo V, para proponer un interesante debate sobre la objetividad del relato histórico», según anotaron las mismas fuentes.
Yacimiento de Casas de Don Pedro en Belmez. / SALAS / EFE
Un estudio realizado con carbono 14 calibrado ha datado 3.951 años antes de nuestra era los dos únicos menhires no funerarios de Andalucía, situados en el yacimiento de Casas de Don Pedro, en la localidad de Belmez (Córdoba).
La profesora titular de Prehistoria de la Universidad de Huelva, Beatriz Gavilán Ceballos (izquierda), ha declarado que "los dos menhires son anteriores al dolmen funerario megalítico en el que se enmarcan y que sirvieron como marcadores territoriales". Estos hitos, precisó la profesora, que se licenció en la Universidad de Granada en 1980 y se doctoró en la de Córdoba en 1989, sirvieron para señalar la posesión del terreno y su uso agropecuario.
A su juicio,"los menhires de Belmez debieron tener una gran importancia porque poco después pasan a formar parte de un sepulcro megalítico", un paso que no está fechado".
El yacimiento arqueológico de Casas de Don Pedrofue el primero conocido y excavado de la cultura megalítica del norte de la provincia de Córdoba y "conforma un interesante conjunto de enterramiento dolménico, cuyo estudio puede llevarnos a conocer el poblamiento calcolítico de la zona dedicado a la explotación agrícola y metalúrigca, hasta ahora poco conocido, pero que, a juzgar por la gran cantidad de enterramientos megalíticos, debió ser importante".
Así lo describe la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que la Junta de Andalucía llevó a cabo en 1996 y que lo detalla como "un monumento megalitico, con una cámara algo trapezoidal, que mide en su interior, aproximadamente, 2,15 metros de longitud por 1,35 metros de anchura máxima".
Menhires de Casas de don Pedro.
La profesora Gavilán Ceballos participó en las dos excavaciones arqueológicas de urgencia que se han llevado a cabo en el yacimiento, en 1987 y 2005.
En la primera se excavó la cámara, una zanja exterior hacia el noroeste, que reveló una ocupación previa a la construcción del dolmen, mientras que en la segunda, sobre una cuadrícula de 105 metros cuadrados que abarcaba todo el espacio funerario, puso de manifiesto la existencia de una fase previa a la edificación de la sepultura megalítica.
Gavilán Ceballos ha afirmado que "existe una enorme dificultad para datar menhires, ya que no se suele contar con materiales en los fosos de cimentación que puedan ser sometidos a la prueba del carbono 14".
En el caso de los menhires de Belmez, se tomó una muestra de carbón para su análisis en los laboratorios de la empresa estadounidense Beta Analytic Inc.
Izquierda: zona excavada en 2001. Planta del Dolmen de Casas de Don Pedro. Situación de los menhires y las estructuras detectadas: hoyos, pavimento rojo, fosas y hogares. Derecha: detalle del hogar del que se extrajo la muestra de carbón.
En el artículo en el que la docente da cuenta de su trabajo, y que firma junto a Martí Mas Cornellá, profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UNED, en Sagvntvm. Papeles del Laboratorio de Arqueología de Valencia, que edita el Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Valencia, aclara que "la datación presenta limitaciones puesto que se ha obtenido de carbón no identificado".
Esto es así, precisa, porque "el carbón no procede de la fosa de cimentación de alguno de los dos menhires y no es posible defender una total sincronía entre el monumento de erección de los bloques y los hogares, aunque la relación entre las estructuras y los menhires resulta evidente".
Foto: Interior del monumento megalítico de Belmez. SALAS
"En el interior del dolmen, el material arqueológico era bastante escaso, y estaba formado por punzones de cobre, puntas de flechas de cobre, hojas de sílex de gran tamaño, puntas de flechas de sílex, cuentas de collar de piedra y fragmentos de cerámica decorada e incisa", asegura el proyecto del Ayuntamiento de Belmez, redactado por el arquitecto Rafael Calderón Rodríguez, para actuar en el yacimiento.
En el mismo se refiere que "este material aparecía asociado a restos óseos de varios individuos" y que de su estudio se deduce que el enterramiento fue utilizado, al menos, en dos ocasiones, "la más antigua, al menos por lo conocido hasta ahora, parece ser los restos óseos humanos acompañados por el ajuar consistente en las hojas de sílex, las puntas de flecha de sílex y las cuentas de collar, y, posteriormente, reutilizado para enterrar, al menos, a otro individuo, acompañado por los objetos de metal".
Entrada este del yacimiento
La zona arqueológica de "Casas de Don Pedro necesita una intervención de conservación y adecentamiento, debido al deterioro que están sufriendo la zona arqueológica y en concreto las instalaciones habilitadas en 2001 para protegerla y musealizarla, y que están poniendo en peligro la integridad del conjunto megalítico".
El proyecto afirma que "existen patologías y daños que ponen en riesgo de colapso y perdida integral del bien", situado entre los arroyos de Aguayo y el Fresnedoso, a 1,8 kilómetros al Sur del casco urbano de Belmez, con acceso por el camino al Entredicho.
Entre otras actuaciones, con un presupuesto de contrata de 37.779,20 euros sufragado en un 60 por ciento por la Diputación de Córdoba y el resto por recursos municipales, que permitirán mejorar el espacio museístico, se pretende el desarrollo de las obras que eliminen los "daños estructurales graves de partes o elementos que necesitan una inmediata reparación".
Entrada de la cueva Mandrin, cerca de Montelimar, en el sur de Francia.
Un solo molar roto encontrado enterrado dentro de un refugio rocoso azotado por el viento en el sureste de Francia podría hacer retroceder la primera evidencia de humanos modernos en Europa en casi 10.000 años.
Según un equipo internacional, el diente y decenas de herramientas de piedra de la misma capa sedimentaria pertenecían a un miembro del Homo sapiens que vivió hace unos 54.000 años, una época en la que se pensaba que los neandertales eran los únicos ocupantes de Europa.Los hallazgos también pintan una imagen notable de la intimidad de los humanos modernos y sus vecinos neandertales, lo que sugiere que pudieron haber intercambiado la ocupación de la cueva varias veces, una vez en tan solo un año.
"Considero que este artículo de investigación es absolutamente fascinante", dice Kristin Krueger (izquierda), paleoantropóloga dental de la Universidad Loyola de Chicago."Por lo que puedo decir, esta es una evidencia sólida... de que los humanos modernos llegaron a Europa antes de lo que se pensaba".
Para otros, la emoción se modera en cautela, especialmente dado que la afirmación se basa principalmente en un solo diente humano moderno. “Hay varios 'casos' aquí”, dice el paleogenético Carles Lalueza-Fox (derecha) de la Universidad de Barcelona."Para hacer un caso más sólido, deberíamos tener al menos evidencia esquelética o genética más sólida".
Después de surgir en África, los humanos modernos viajaron a Oriente Próximo hace unos 180.000 años, donde pudieron haber conocido y apareado por primera vez con los neandertales, que ya vivían en Europa y Asia.(Hoy en día, los no africanos llevan el legado de esos apareamientos, habiendo heredadoaproximadamente el 2% de su ADN de nuestros primos más cercanos). Pero los huanos modernos llegaron tarde a Europa, donde hasta ahora la evidencia más temprana de sus restos y artefactos provienen de la cueva de Bacho Kiro, en Bulgaria, con una datación de unos 45.000 años.
Los descubrimientos que podrían cambiar esa imagen provienen de un saliente rocoso conocido como cueva Mandrin en el verde valle del río Ródano.Desde 1990, las excavaciones del suelo de la cueva han ahondado en 12 capas sedimentarias depositadas hace entre 80.000 y 35.000 años.
En 2006, lo que los arqueólogos llaman capa E arrojó un tesoro de puntas de piedra afiladas con precisión y huesos de animales. Y en 2012encontraron un molar parcial, un diente de leche. “Pasamos 15 años excavando esta capa”, dice Ludovic Slimak (izquierda), paleoantropólogo de la Universidad de Toulouse, Jean Jaurès.“Fuimos despacio porque es una capa muy rica y hay mucho material pequeño”.
Slimak, añadió que los hallazgos en Mandrin sugieren que el río Ródano pudo haber sido un vínculo clave entre la costa mediterránea y Europa continental. "Estamos ante uno de los corredores migratorios naturales más importantes de todo el mundo antiguo", dijo el especialista. "Mandrin es como una especie de Pompeya neandertal".
Slimak y sus colegas dataron por radiocarbono huesos de animales con marcas de carnicería desde la capa E hasta hace entre 57.000 y 52.000 años.La datación por luminiscencia de los sedimentos, que determina cuándo los minerales de cuarzo se expusieron por última vez a la luz solar, arrojó el mismo rango de fechas.
Este diente de leche roto puede ser el fósil humano moderno más antiguo conocido en Europa. PHILIPPE PSAILA
Por su parte, Clément Zanolli (derecha), paleoantropólogo de la Universidad de Burdeos, analizó el molar de la capa E y otros ocho dientes encontrados en otras capas.Aunque el molar estaba roto, conservaba una parte reveladora de su cúspide llamado talónido.El talónido humano moderno da a sus dientes un contorno más cuadrado que en los neandertales.“Este diente es bastante cuadrado”, dice Zanolli, indicando que pertenecía a un joven humano moderno.En contraste, todos los dientes de las capas por encima y por debajo de la capa E tenían características claramente neandertales.
"Las herramientas de piedra de la capa E respaldan la identificación del diente", dice Slimak. Son más pequeñas, están hechas con mayor precisión y son más estandarizadas que las herramientas de las capas que tienen dientes de neandertal, las cuales se asemejan a las herramientas musterienses características de los neandertales.“Con las herramientas neandertales, cada herramienta es una creación”, dice Slimak.“Si miras 1000 herramientas, cada una será completamente diferente. Pero un utillaje realizado por el Homo sapiens ... es super estándar, super regular”.
Las herramientas y los dientes de las siguientes capas por encima de la capa E sugieren que los neandertales en algún momento volvieron a ocupar Grotte Mandrin.Luego, en capas que datan de hace unos 42.000 años, las herramientas una vez más parecen haber sido hechas por humanos modernos;se asemejan a las herramientas proto-auriñacienses que se encuentran en otros sitios humanos modernos del mismo período de tiempo, dice Slimak.
Estas piedras afiladas, halladas en la cueva de Mandrin (Francia) ,y que podrían haber sido puntas de lanzas u otras herramientas, se han relacionado con el 'Homo sapiens' . Crédito: Laure Metz y Ludovic Slimak.
En conjunto, esa evidencia demuestra que los humanos modernos llegaron al sur de Francia hace unos 54.000 años, informan los investigadores hoy en Science Advances."Probablemente vinieron del este y viajaron por el valle del río Ródano desde la costa mediterránea", dice Slimak.Después de que los humanos modernos se trasladaron por primera vez al refugio, ellos y los neandertales se turnaron en el lugar durante otros 10.000 años.
“Los autores defienden con fuerza las dataciones obtenidas”, dice Krueger."Proporcionan la secuencia estratigráfica, completada durante muchos, muchos años de excavación, y también usan múltiples métodos para fechar cada capa".
Pero la capa E molar es clave para el argumento. Shara Bailey (izquierda), paleoantropóloga dental de la Universidad de Nueva York, que ha desarrollado varios métodos para distinguir los dientes modernos de los neandertales, no está segura de que el molar provenga de un humano moderno. "Falta demasiado. Sería genial si fuera cierto... pero no es pan comido", dice.
Si los miembros de nuestra especie realmente hicieron una aparición temprana en la cueva, es posible que hayan tenido un contacto cercano con los neandertales, lo que sugiere una serie de datos intrigante.Delgadas capas de depósitos minerales se forman a lo largo de las paredes de los refugios rocosos como Grotte Mandrin, registrando el paso de las estaciones húmedas y secas, un poco como los anillos de los árboles.Estas capas de minerales pueden atrapar el hollín de los fuegos que arden dentro de las cuevas, ofreciendo registros microscópicos de fogatas pasadas.Esta nueva técnica, conocida como fuliginocronología,fue descrita por primera vez en 2018por uno de los coautores del artículo, Ségolène Vandevelde (derecha), arqueóloga de la Universidad de Paris-Saclay.
Pequeños trozos de mineral cayeron de la pared de la cueva en cada capa excavada.La secuencia de capas de hollín en trozos de pared de la capa E se superpuso con la secuencia en trozos de la capa inmediatamente debajo de ella, que contenía herramientas neandertales.Eso sugiere que solo pasó un breve período entre la formación de las capas y, por lo tanto, entre la salida de los neandertales y la entrada de los humanos modernos, tal vez no más de un año. “Probablemente se conocieron en algún momento, pero no podemos decir con seguridad que se encontraron en la cueva”, dice Slimak.
Excavaciones en la entrada de la cueva Mandrin (Francia). Slimak-Metz
Rachel Wood (izquierda), científica especializada en radiocarbono de la Universidad Nacional de Australia, califica el estudio de "notable".Pero no confía en que los investigadores puedan precisar el momento de las capas de hollín desde hace 54.000 años hasta dentro de 1 año, dadas las evidencias que han presentado hasta ahora. "Dadas las incertidumbres... sería escéptica acerca de que esto respalde una transición corta entre las dos capas".
Los hallazgos del artículo de investigación podrían ser revolucionarios para nuestra comprensión de la transición entre los últimos neandertales y los primeros humanos modernos en Europa, diceFrancesco d'Errico (derecha), arqueólogo también de la Universidad de Burdeos. Sin embargo, él y otros colegas desean tener muchas más evidencias.“Si el patrón propuesto es confirmado por descubrimientos futuros, ciertamente tendremos que cambiar nuestra visión de esta transición”, dice.“Tal cambio de paradigma es completamente posible, pero requiere… más sitios y evidencias más inequívocas”.
En la muestra se exponen 60 piezas almacenadas en Gordailua. Entre ellos se encuentran cráneos completos de osos, la mandíbula de un Macaco, los útiles de piedra fabricados por los neandertales y las conchas usadas por ellos, algunas de ellas procedentes del mediterráneo.
Se presentarán también las réplicas de los huesos humanos más antiguos encontrados en Euskal Herria (un húmero y dos dientes). Estos son muy similares a los esqueletos encontrados en la Sima de los huesos de Atapuerca. Se mostrará también la importante fauna de otros yacimientos cercanos. El yacimiento de Lezetxiki está totalmente protegido por resolución administrativa de 6 de septiembre de 2021, del Viceconsejero de Cultura, como Bien Cultural de Protección Especial, con la categoría de Zona Arqueológica y tiene gran importancia para el conocimiento de la prehistoria vasca.
Los establecimientos de los neandertales en Euskal Herria
A lo largo de los más de 100.000 años en los que los neandertales habitaron Euskal Herria, conocieron todo tipo de situaciones climáticas, similares a las actuales (templadas y húmedas) y mucho más estadiales (frías y secas). Como consecuencia de ello, no solo se ocuparon las cuevas como Lezetxiki, si no también los abrigos rocosos (como Axlor) y los campamentos al aire libre como Magurduia norte. Conocemos muchos más de las ocupaciones neandertales en las primeras debido, por un lado, a que los abrigos y campamentos se conservan peor los restos arqueológicos y, por otro lado, a las mayores dificultades que existen a la hora de localizar este tipo de depósitos.
Además, no solo ocuparán los espacios de bajas altitudes de la vertiente cantábrica, si no, que se adentrarán en la vertiente mediterránea, entre otros motivos para explotar los afloramientos se sílex de Urbasa (a 900m.s.n.m) y Treviño (entre 700 y 800m.s.n.m). algunas de estas ocupaciones darán lugar a los denominados talleres de sílex (como Murba).
Clima y medio ambiente. Vegetación
Los cambios climáticos que se suceden en el territorio comportan alteraciones cíclicas del paisaje. Dentro de este último, a través de las disciplinas arqueológicas, recuperamos determinadas e interpretamos los restos de vegetación que se han fosilizado en los niveles arqueológicos. Así, por ejemplo, los análisis palinológicos de dos yacimientos de Arrasate (Labeko Koba y Lezetxiki) nos permiten registrar dentro del último periodo glaciar, fases de mejoría climática en los que era posible la presencia limitada de especies arbóreas (avellanos, robles incluso castaños). En las etapas frías, había muy pocos arboles (fundamentalmente pinos y/o enebros). Esta reducida cubierta arbórea, supuso que la disponibilidad de material leñoso fuera muy escasa. En Labeko Koba tenemos un buen ejemplo de ello. En Arrasate, hace 41.000 años, el frio era tan intenso que prácticamente no había árboles en su entorno y por ese motivo, a falta de leña, se emplearon los huesos triturados de bisonte como combustible.
Los osos, una convivencia complicada
El ciclo vital de los osos comprende un periodo de varios meses de letargo invernal o hibernación cada año. Los osos se sobrealimentan durante la primavera, el verano y parte del otoño para poder superar esta fase, durante la cual se encuentran en un estado latente en que no ingieren alimento. Al aproximarse la hibernación, buscan zonas resguardadas (generalmente cuevas) en las que permanecen adormecidos hasta el inicio de la primavera. 3 son las especies de osos que frecuentan Lezetxiki y la ocupan, desplazando a los seres humanos en su uso durante milenios:Ursus deningeri,al que sucedeUrsus spelaeus(oso de cavernas) y, tras la extinción de estosUrsus arctos,el actual oso pardo. Algunos de los niveles de Lezetxiki no registran actividad humana, solo de osos. Excavan sus nichos u oseras, y en ocasiones, no pudieron superar la hibernación, mueren durante su letargo y sus restos permanecen imperturbados hasta la llegada de los arqueólogos.
Modos de vida y muerte
Aunque conocemos bastantes yacimientos con presencia de neandertales en Euskal Herria, la mayoría de nuestra información acerca de los mismos procede de otras regiones europeas o de Oriente Próximo. La mayor parte de sus capacidades tecnológicas, culturales y sociales venían siendo infravaloradas hasta hace unas cuatro décadas, cuando comenzaron a revisarse en profundidad muchos tópicos sobre la especia. Hoy día, conocemos un conjunto de enterramientos, que revelan un comportamiento funerario que incluía ofrendas y el uso de ocre. También se acepta de modo creciente entre los paleontólogos que disponían de lenguaje completo, un universo simbólico difícil de precisar (a causa de la mala conservación de las materias orgánicas) y una estructura sociológica similar a la de nuestra especie, incluyendo el cuidado de los miembros de la comunidad más vulnerables o con alguna discapacidad. Hablando coloquialmente, la investigación viene aproximado mucho el comportamiento de los neandertales al de nuestra especie.
Una imagen de fotogrametría de las huellas. Las escalas horizontal y vertical están en metros. Crédito: Charles Helm.
Han pasado 27 años desde que el geólogo David Roberts identificó algunas delas huellas más antiguas de nuestra especie jamás descubiertas. Un rastro de tres huellas se encontró en la superficie de una duna de arena cementada (llamada eolianita) cerca de Langebaan en la costa oeste de Sudáfrica.Posteriormente, las huellas se fecharon en 117.000 años y se atribuyeron alHomo sapiens; se hicieron conocidas popularmente como "las huellas de Eva".
Dichas huellas fueron recuperadas y enviadas a Ciudad del Cabo, donde se encuentran en elMuseo Iziko de Sudáfrica.Una réplica está en exhibición en el Centro de Visitantes de Geelbek en elParque Nacional de la Costa Oeste. Desde entonces ha habido un debate internacional sobre si las "huellas de Eva" eran realmentehumanas debido a su nivel relativamente pobre de conservación.
Dos nuevas huellas descubiertas en lo que hoy es el techo de una pequeña cueva se constituye en un hallazgo notable por tres motivos.La primera es que los grafitis modernos que hay sobre las superficies de eolianita en el área de Langebaan son prolíficos.De hecho, tales grafitis estaban presentes a solo unos centímetros de las "huellas de Eva". Y un posible enclave de huellas humanas fosilizadas en la costa sur del Cabo, cerca de Knysna, a más de 400 km al este,fue desfiguradopor grafitis antes de que pudiera ser evaluado científicamente.
No sabemos con precisión cuándo sucedió esto, pero sabemos que los "artistas" de los grafitis llegaron antes que nosotros.Por lo tanto, es posible que los lugares con huellas fósiles alrededor de Langebaan sean raros, dado que los grafitis los han oscurecido.
Grafitis en las eolianitas en Langebaan. Algunas huellas humanas potenciales han sido destruidas por tales grafitis. Crédito: Charles Helm.
La segunda razón es que las huellas humanas registradas en las eolianitas son escasas a escala mundial.La mayoría de las mismas se encuentran en depósitos del suelo de cuevas o sedimentos de cenizas volcánicas;las áreas sudafricanas que se conformaron en dunas y playas son una excepción.
Y la tercera es que nuestro nuevo hallazgo, realizado a kilómetros de los descubiertos por David Roberts en 1995, respalda su conclusión de que un antepasado humano dejó "las huellas de Eva".
Las denominadas 'Huellas de Eva' en un molde. Las huellas fueron formadas en arena mojada por una persona pequeña que se cree que era una mujer (Homo sapiens) que caminaba cuesta abajo. Fotografiado en Langebaan Lagoon en el Parque Nacional de la Costa Oeste, Provincia Occidental del Cabo, Sudáfrica.
Las huellas
Rudolf Hattingh, espeleólogo y miembro de nuestro equipo de investigación, encontró dos huellas en el techo de una pequeña cueva mientras exploraba la zona en busca de otras grutas o cavernas
Son moldes naturales, que representan el sedimento que rellenó las huellas originales.La superficie original de la duna en la que se hicieron las huellas se ha erosionado y ya no es evidente. Estas probablemente sean de aproximadamente de la misma antigüedad que las "Huellas de Eva" y, por lo tanto, de la época del Pleistoceno tardío, el cual comenzó hace unos 126.000 años.
(a) Huellas en el techo vistas mirando hacia el sur. (b) Huella 1 de perfil. (c) Huella 2 de perfil.
Las huellas huellas tienen aproximadamente la misma orientación y están separadas por una distancia adecuada (49 cm) como para corresponderse con las un ser humano que camina, lo que sugiere que forman un segmento corto de huellas.Son frágiles, vulnerables incluso al tacto ligero, y sus márgenes no están bien definidos; es posible que hubiera habido más detalles si se hubieran descubierto antes.
La longitud de las huellas es de aproximadamente 28 cm (aunque esto puede incluir un arrastre del talón), el ancho es de 13 cm y la profundidad es de 3 a 4 cm.Una de las huellas contiene un posible contorno de un hallux (dedo gordo del pie).Las huellas muestran también una convexidad hacia afuera, lo que sugiere la presencia de un arco medial.Todas estas características son ampliamente consistentes con un humano que camina sobre una superficie de duna seca y no cohesiva.
Hubiéramos preferido un rastro más largo y huellas que mostraran una morfología con más detalles anatómicos.No obstante, la identificación de nuevas huellas humanas probables en Langebaan, libres de grafitis, sigue siendo un hallazgo significativo.Aunque los miembros extintos de nuestro género, tales como el Homo nalediy el Homo helmei, no pueden excluirse por completo, creemos que lo más probable es que estas huellas, como las "huellas de Eva", las haya hecho uno de nuestros antepasados directos, el Homo sapiens.
(a) Malla de color de fotogrametría de posibles huellas de homínidos utilizando 64 imágenes. Las fotos fueron tomadas a un promedio de 27.1 cm de la superficie. El error de reproyección es de0,731 pix. verticales y las escalas horizontales están en metros. (b) Imagen idéntica a (a), con la adición de líneas blancas para indicar los ejes largos de la huella, y la línea amarilla como bisectriz;la flecha indica débil posible trazo del 'hallux' en el extremo anterior de la huella 2.
¿Potencial para más?
Aunque el foco de nuestro trabajo está en la costa sur del Cabo, no en la costa oeste, este descubrimiento es un estímulo para seguir explorando en el área de Langebaan, especialmente en las pocas zonas restantes que están libres de grafitis.
También nos inspira a estar atentos a eventos de derrumbe de acantilados que pueden crear nuevas exposiciones de eolianitas en esta costa.Las huellas fósiles son evocadoras: fácilmente pueden transportarnos atrás en el tiempo y hacernos pensar cómo debió haber sido caminar sobre una duna hace más de 100.000 años, cerca de lo que hoy se conoce como Langebaan.
La mitología Griega, cuenta que, un pegaso es un caballo alado de naturaleza mágica, que solo puede ser domado por jinetes de buen corazó...
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