Los neandertales del norte de Europa (Alemania) tenían una adaptación flexible a las condiciones climáticas cambiantes

Orilla de un lago en Lichtenberg (capa orgánica negra) de hace 90.000 años superpuesta por sedimentos climáticos fríos. © M. Weiss / M. Hein

¿Estaban realmente los neandertales tan bien adaptados a una vida en el frío como se suponía anteriormente, o preferían condiciones ambientales más templadas durante la última Edad de Hielo? Para responder a estas preguntas, vale la pena examinar los sitios neandertales en la periferia norte de su área de distribución. Después de todo, fue allí donde las fluctuaciones ambientales fueron más notorias, especialmente como resultado de los repetidos avances del hielo desde Escandinavia. Una región particularmente adecuada para este tipo de investigaciones es el norte de Alemania, con sus numerosos yacimientos neandertales documentados.

En un estudio reciente, publicado en Quaternary Science Reviews, investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, la Universidad Erlangen-Nuremberg, la Universidad Leuphana de Lüneburg, el Instituto Leibniz de Geofísica Aplicada y otras instituciones asociadas han investigado los restos de los neandertales en una antigua orilla del lago en Lichtenberg en la región de Wendland (Baja Sajonia). Mediante un enfoque de investigación integrador, el equipo ha combinado métodos analíticos de la arqueología, la datación por luminiscencia, la sedimentología y la micromorfología con el estudio del polen y los fitolitos para explorar en detalle la relación entre la presencia humana en el norte y las condiciones ambientales cambiantes.

Ubicación del área de estudio en el norte de Alemania (a). Los enclaves están situados en un pequeño abanico aluvial rodeado de tierras bajas (b). El panel 'c' indica la posición del yacimiento arqueológico trincheras 1 y 2, el área de excavación anterior (1987-1993) y tres núcleos de sedimentos mencionados en el texto (PD.028, PD.030, Velo 1) Modelo de elevación digital (DEM 1) proporcionado por las las Oficinas Estatales de Geoinformación y Estudios Territoriales de Baja Sajonia y Sajonia-Anhalt.

Una ventana a la historia ambiental

“Las excavaciones arqueológicas son una ventana a la historia ambiental”, dice Michael Hein (izquierda), geógrafo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva . “En base a los sedimentos y granos de polen que contienen, podemos reconstruir la vegetación y las condiciones ambientales de la época. Para ello, se requiere la datación más precisa posible, que -en el caso de Europa Central- sigue faltando para muchas fases climáticas de la última Edad de Hielo”. La recopilación de información ambiental y la realización de dataciones independientes es de gran interés para la arqueología y la investigación paleoambiental.

"En Lichtenberg, hemos logrado fechar con bastante precisión el final de una fase cálida pronunciada, la llamada Brörup Interstadial, en 90.000 años", agrega Hein. "Por lo tanto, el enfriamiento del continente habría coincidido con el cambio climático en el hielo de Groenlandia y el Atlántico Norte. Hasta ahora solo se había sospechado, pero no probado, un acoplamiento directo para el norte de Alemania".

Núcleos de perforación en el lago de Lichtenberg con capas alternas que representan condiciones climáticas cálidas y frías. © M. Weiss / M. Hein.

Asentamiento de las zonas del norte también durante las fases frías

El estudio también encontró que los neandertales ocuparon la orilla de un lago poco boscoso hace unos 90.000 años en un clima relativamente templado. Las herramientas de piedra encontradas en el antiguo campamento atestiguan una variedad de actividades, como la carpintería y el procesamiento de plantas. Ya entre 1987 y 1994, el Landesmuseum Hannover excavó un sitio cerca de Lichtenberg que contenía cuchillos con respaldo bifacial, los llamados "Keilmesser", herramientas de corte especializadas.

En las excavaciones, las capas de este antiguo asentamiento se ubican encima del mismo, a orillas del lago, que se asocian con un período de clima templado y datan de hace unos 70.000 años. Los investigadores pudieron así probar que los neandertales habían habitado las regiones del norte incluso durante las fases frías.

Artefactos de Lichtenberg I (a), (b) y (c) descubiertos en la Trinchera 1 (a) y la Trinchera
2 (b), (c). (a) 1 – Keilmesser (Li-7; Capa 7’); 2 – lasca (LIA-27; Capa 7); 3 – lasca proximal (LIA28; Capa 7); 4 – Lasca (LIA-29; Capa 7); 5 –lasca (LIA-58; Capa 8); 6 –lasca de herramienta bifacial
producción (LIA-36; Capa 7); 7 – escamas (LIA-50; Capa 8); (b) 8 – lasca (LIA-74; Capa 7); (Capa 11a): 9 –lasca remoción de superficies y alteración térmica (LIA-359); 11 –cuchillo con lomo de desgaste (LIA-342); 12 – raspador de escamas gruesas (LIA-307); 13 – raspador de escamas gruesas (LIA285); 14 – denticulado en escama gruesa con remoción de la superficie dorsal (LIA-377); 15 – lascas pequeñas con conservación fresca de cantos vivos (LIA-330); 16 – fragmento de raspador distal con termal alteración (LIA-413); 17 – escama con desgaste macroscópico y con remociones de la superficie ventral (LIA-121); 18 – muesca compleja en el núcleo (LIA-154); 19 – pequeño núcleo irregular (LIA-294); 20 - grande núcleo en materia prima de baja calidad con grietas internas (LIA-335); 21 – herramienta de escamas con muesca y borde afilado en lascas grandes de cuarcita (LIA-504); 22 – Fragmento de pala medial (LIA-99) rojo punteado, las líneas marcan bordes de trabajo macroscópicos, las flechas azules marcan remociones de superficie más grandes y remociones en núcleos. Fotos: MPI EVA.

Adaptación flexible a las condiciones ambientales

”Los cambios en las herramientas de piedra indican que los neandertales se adaptaron de acuerdo con las condiciones ambientales cambiantes”, dice Marcel Weiß (izquierda), arqueólogo de la Universidad Erlangen-Nuremberg . “En Lichtenberg, pudimos demostrar que visitaron repetidamente el norte de Europa Central, que se desarrolló de un entorno densamente boscoso durante el último período cálido, a bosques más dispersos de un período de clima frío moderado al comienzo de la última Edad de Hielo, a la tundra fría del primer máximo frío”.

En este contexto, las herramientas de piedra, especialmente los cuchillos hechos de sílex, muestran que el asentamiento de los neandertales a orillas del lago pudo haber servido para una partida de caza durante una corta estadía. Las evidencias de otros sitios del mismo período de tiempo indican que durante las fases frías, los neandertales probablemente visitaron sus terrenos de vivienda del norte, principalmente durante los meses de verano.

Hallada una necrópolis fenicio-púnica en Osuna (Sevilla) ‘inédita’ en la zona interior de Andalucía

La alcaldesa de Osuna, Rosario Andújar, de visita en la zona en la que ha aparecido la necrópolis de época fenicia-púnica. Ayuntamiento de Osuna.

La alcaldesa de Osuna (Sevilla), Rosario Andújar, ha visitado este mediodía el hallazgo arqueológico de una necrópolis de época fenicia-púnica que data de los siglos V – VI a. C., tras haber ido teniendo conocimiento de los mismos de primera mano y de seguir los pasos que se están dando progresivamente en las intervenciones.

Un nuevo enclave arqueológico que se ha encontrado junto al depósito municipal de aguas, en el entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC) del teatro romano de la antigua Urso y que ha visitado acompañada por el primer y tercera tenientes de alcaldesa, Juan Antonio Jiménez Pinto y Asunción Bellido, además del arqueólogo director del proyecto, Mario Delgado, y el arqueólogo municipal, Juan Antonio Pérez Rangel.

Los restos hallados en Osuna, impresionantes tanto por su extensión como por su importancia.

Hallazgos impresionantes

La alcaldesa de Osuna ha calificado estos hallazgos de “extraordinariamente sorpresivos por la transcendencia histórica que el descubrimiento de estos enterramientos está suponiendo, dado que todos somos conocedores que cuando se excava en determinadas zonas de nuestro pueblo es alto probable encontrar restos de más o menos valor histórico, pero nunca hemos llegado a esta profundidad, porque nos está trasladando a la época fenicia y púnica, siendo unos enclaves arqueológicos únicos, de momento, en la Península”.

Unos enterramientos que, como ha manifestado Rosario Andújar, “por sus características se sabía que podían estar cercanos a la costa y, ahora, sorpresivamente, aparecen en el interior, por lo que estos descubrimientos pueden dar pie a que haya que volver a reformularse la historia sobre esta época, dada esta ubicación geoestratégica, de la que parece extraerse que, por el lujo que presentan estos enclaves funerarios pertenezcan a poderes jerárquicos de más alto nivel, los cuales podrían estar coordinando todos los asentamientos fenicios y estratégicamente poder unir, desde aquí, la costa de Málaga".

Algunos de los restos encontrados en la excavación.

Algo que puede cambiar la historia

En este sentido, la alcaldesa de Osuna ha indicado que "no sabe si con palabras podemos dar la información precisa de lo que esto viene a suponer, porque no es que cambie la historia, sino que lo que cambia es lo que conocíamos hasta ahora de la historia de Osuna y este descubrimiento podría ser un punto de inflexión respecto a ello, por las características de las construcciones funerarias, por su antigüedad y, porque se había hablado de que la historia de Osuna podría proyectarse más allá del siglo III a. C. y alcanzar el siglo VIII a. C, sin que tuviéramos hasta hoy pruebas contundentes y esto viene a constatar que podemos ir más allá”.

Rosario Andújar ha explicado que “si bien aún no están terminadas las intervenciones, puesto que quedan todavía partes por descubrir, no obstante el equipo que está trabajando en este hallazgo ya tienen datos fidedignos de la trascendencia histórica que esto supone, desde las construcciones funerarias, hasta espacios de rituales que están investigando, y dan la impresión de que no es un enterramiento cualquiera, como también están analizando la conexión de los canales de agua hacia el antiguo teatro romano y hacia la antigua alcazaba".

Se trata de un hallazgo inédito en el interior de Andalucía Ayuntamiento de Osuna (Sevilla)

A raíz de unas obras

La alcaldesa de Osuna ha recalcado que “nos encontramos en un momento muy interesante desde el punto de vista histórico, que se ha ocasionado a partir de la presentación de un proyecto de construcción de un nuevo depósito de aguas” promovido por el Consorcio de Aguas Plan Écija, entidad de la cual es presidenta.

Rosario Andújar ha explicado que, para esta obra “es necesario un estudio previo del terreno que ha dado como resultado este hallazgo. Por lo que, pedimos a la Junta de Andalucía, que tras este descubrimiento de extraordinario valor histórico, se quede como un campus arqueológico para que puedan venir numerosos investigadores a redescubrir la historia, pues es el momento más apasionante desde el punto de vista de los yacimientos históricos, que hayamos tenido la ocasión de descubrir y de analizar.”

Por su parte, el director arqueológico de esta intervención, Mario Delgado, también ha calificado estos hallazgos como “trascendentales, al descubrir una necrópolis de época fenicia y púnica de tumbas de pozos, con escaleras de acceso y atrios, siendo un total de ocho las que se conservan, forman un conjunto único dentro del Mediterráneo, siendo necesario tener que mirar hacia Cerdeña, hacia la propia Cartago, para encontrar una necrópolis de estas características”.

Imagen de la necrópolis hallada en el municipio sevillano. Ayuntamiento de Osuna (Sevilla).

Las excavaciones

Como ha señalado Mario Delgado, "se trata de una intervención previa que se hace a través de una obra de construcción civil, para reconocer el terreno, comenzando con una excavación en la que, en principio, íbamos más orientados hacia la posible detección de restos de época romana imperial, que es más coherente con lo que existe en el entorno, y finalmente nos hemos encontrado con la sorpresa de que teníamos unas estructuras talladas en la roca, hipogeas, y perfectamente conservadas bajo los niveles romanos".

El director de estas excavaciones también ha coincidido en destacar que “es un hallazgo muy llamativo porque es muy raro que se detecte una necrópolis de este tipo tan al interior, dado que es propio de las zonas costeras, además de que llama poderosamente la atención la riqueza de las estructuras, al ser enclaves de gran lujo”.

Este extraordinario hallazgo arqueológico se trata de ocho estructuras que componen un conjunto de tumbas de pozo de tradición fenicio-púnica, hipogeas (bóvedas subterráneas) talladas en la propia roca calcarenita, que se ven amortizadas en época republicana romana.

Recintos funerarios

Uno de los más relevantes de estos recintos funerarios cuenta con un acceso en escalera desde su lado oeste, lo que da entrada a un espacio rectangular, seguramente al aire libre, que podría actuar como atrio. En esta estructura se están desarrollando, en la actualidad, trabajos de excavación con el propósito de alcanzar los niveles de suelo del posible atrio.

Otra de las estructuras detectadas es aparentemente más cuadrangular y parece presentar también un acceso en escalera por su lado oeste, aunque se ha visto más afectada por labores de excavación contemporáneas y por la presencia del fondo de dos silos. La tercera se localiza bajo el conjunto de muros de época imperial romana, que se construyen sobre la colmatación de dicho espacio funerario, mientras que una cuarta presenta similares características a las anteriores.

Fuentes: aionsur.com | diariodesevilla.es | niusdiario.es | elespanol.com | 25 de abril de 2022

Descubren en la sierra de Orihuela (Murcia) cientos de restos humanos con al menos 5.000 años de antigüedad

El presidente de la asociación Patrimonio de Santomera, Miguel Pallarés, observa algunos de los restos óseos recuperados. Foto: Edu Botella - Europa Press.

Arqueólogos de la Asociación Patrimonio Histórico de Santomera han descubierto cientos de restos humanos pertenecientes a los habitantes prehistóricos de este municipio murciano en un enterramiento colectivo situado en la cueva sepulcral de las Muelas y Sima Guillamón, emplazada en la sierra de Malnombre.

Los arqueólogos han iniciado esta semana la excavación y todavía no han determinado el número de individuos al que pertenecen estos restos óseos, según ha hecho saber a Europa Press el presidente de la Asociación Patrimonio Santomera, el profesor de Geografía e Historia y arqueólogo, Miguel Pallarés.

No obstante, Pallarés explica que son restos que podrían estar asociados a un proceso ritual y, desde luego, responden a un "fenómeno social" de los primeros pobladores pertenecientes a finales del Neolítico o Calcolítico, con al menos 5.000 años de antigüedad.

Foto

SEGUNDA CAMPAÑA DE PROSPECCIÓN

La excavación se enmarca en la segunda campaña de prospección, que implica también la realización de sondeos, y está desarrollada por la Asociación junto al Ayuntamiento de Santomera. En concreto, la campaña se basa en el estudio, investigación, divulgación, puesta en valor y protección del patrimonio arqueológico y etnográfico del municipio.

Para ello, los arqueólogos han seleccionado dos cuevas o yacimientos y han analizado su interés. Posteriormente, llevaron a cabo unos sondeos previos con el fin de determinar si realmente hay potencialidad en el yacimiento.

El equipo de arqueólogos, formado por un grupo de entre ocho y diez personas, tiene por delante entre una y dos semanas de trabajo. Se trata de una cueva sepulcral que se descubrió en la primera campaña de prospección y en la que se percibió que había un enterramiento colectivo.

UNA CUEVA SEPULCRAL "PREPONDERANTE"

Los arqueólogos barajan como hipótesis que esta cueva es un lugar "muy importante" y tiene una preponderancia con respecto a las otras ocho o nueve cuevas de carácter sepulcral documentadas con anterioridad por los arqueólogos de a Asociación en el entorno.

En todas ellas se depositaban partes anatómicas de los cuerpos pero, mientras en las cuevas descubiertas con anterioridad se han encontrado "deposiciones secundarias y parciales" de restos humanos, en la cueva que se está excavando ahora han encontrado una gran cantidad de vestigios en un contexto diferente al de las otras cavidades, lo que manifiesta el carácter singular de la cueva.

"No sabemos si hay una relación directa con las demás cuevas en cuanto a cronología, hasta que no tengamos los resultados de los análisis de datación", según Pallarés. No obstante, se muestra convencido de que la Cueva de las Muelas y Sima Guillamón "es un yacimiento importante" por su tipología en relación al Cabezo Malnombre y también a las otras cavidades cercanas con evidencia de uso funerario.

"Tiene una cantidad de restos que no tienen las demás cuevas", según Pallarés, quien precisa que los arqueólogos tratan ahora de dilucidar el ritual que se podía llevar a cabo en este lugar y las circunstancias más concretas que rodeaban al proceso.

Estos antaños pobladores de la zona posiblemente fueran enterrados con algún tipo de ritual, como puede indicar la presencia de artefactos líticos.

LA EXCAVACIÓN, EN UNA FASE INICIAL

El proyecto está dirigido por los arqueólogos Miguel Pallarés, Cristina González y Norman Fernández. El equipo de investigación está formado por especialistas entre los que se encuentran antropólogos, geólogos, biólogos, especialistas en industria lítica (algunos de ellos de la Universidad de Murcia), así como estudiantes en prácticas de la UMU a través del COIE, y alumnos Erasmus (procedentes de Portugal y Alemania).

De momento, el equipo está en una fase primigenia e inicial del estudio arqueológico. Tras su descubrimiento, ahora han empezado a excavar los restos, que aparecen en una cueva externa denominada Cueva de las Muelas y un pozo interno en el que depositaban los restos óseos desarticulados llamado Sima Guillamón.

Han aparecido, fundamentalmente, restos óseos humanos, aunque también hay artefactos líticos asociados a actividades relacionadas al ritual funerario, aunque Pallarés reconoce que "todavía es muy pronto para afirmar cualquier conjetura, pues todavía hay que seguir excavando".

Y es que los arqueólogos aún están en niveles superficiales y desconocen hasta qué profundidad llegarán en esta campaña. "De hecho, uno de los objetivos es ver si realmente el yacimiento merece la pena para seguir excavando en futuras campañas", ha precisado.

Tras el estudio de los restos recuperados, procederán a la publicación de los resultados con carácter científico, dado que los datos recabados son muy interesantes, tal y como reconoce Pallarés, quien advierte que "es un proceso de investigación que se está iniciando, está en curso y abierto a los distintos cambios que se van dando en una investigación arqueológica en función del método que se utiliza".

EL PAISAJE HISTÓRICO Y CULTURAL, EN PELIGRO

En este sentido, la Asociación Patrimonio Santomera, en colaboración con el Ayuntamiento, está desarrollando acciones encaminadas a la puesta en valor y protección del patrimonio arqueológico y uno de sus puntos fuertes ha sido el impulso para la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Sitio Histórico de la solana de la Sierra de Orihuela, en la parte santomerana.

Actualmente el BIC se encuentra en proceso de incoación, tal y como señala Pallarés, quien explica que "el monte es ahora mismo privado y uno de sus propietarios, la empresa que explota la cantera El Zacacho en su cara norte, pretende ampliar la explotación a la parte meridional de la sierra, poniendo en peligro varios yacimientos y el paisaje cultural que corresponde al BIC".

Ha criticado que la empresa ha presentado alegaciones a la protección del entorno, y ha contratado a un profesor de la UMU para realizar un estudio arqueológico en su propiedad, en relación a los intereses de la mercantil sobre el proceso de declaración de BIC del entorno.

No obstante, el informe presentado por el arqueólogo contratado por la empresa demuestra el valor y singularidad del sitio Cueva de las Ventanas, "uno de los yacimientos analizados", según Pallarés, quién, además, señala el enorme impacto que para el paisaje y el patrimonio cultural tendría la reapertura de la cantera y su avance hacia la cara sur de la sierra.

Por este motivo, Pallarés recuerda que la Dirección de Bienes Culturales de la Región de Murcia ha declarado el entorno BIC (en su fase de incoación, actualmente). Se trata de un paraje que alberga vestigios desde el Paleolítico Medio hasta nuestros días, incluyendo dos poblados prehistóricos, grabados rupestres, cuevas sepulcrales, minas y otros elementos de interés.

"Con las excavaciones pretendemos dilucidar las diferentes fases de poblamiento del territorio y acercarnos a las prácticas funerarias de los antiguos habitantes del Cabezo Malnombre", añade Pallarés, quien reprocha que la parte con intereses privados "pretende destruir la línea del paisaje, que no es otra que la línea de la ladera".

Fuente: laverdad.es | twitter.com | 24 de abril de 2022

El descubrimiento de cerámica antigua lapita arroja luz sobre la colonización de las islas del Pacífico

El descubrimiento de cerámica de la antigua cultura lapita por parte de investigadores de la Universidad Nacional de Australia (ANU) ha arrojado nueva luz sobre cómo Papúa Nueva Guinea sirvió como plataforma de lanzamiento para la colonización del Pacífico, una de las mayores migraciones de humanos. historia.

El nuevo estudio deja en claro que la expansión inicial del pueblo lapita en todo Papúa Nueva Guinea fue mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente.

El estudio, publicado en la revista Nature Ecology and Evolution, se basa en el descubrimiento de un tiesto distintivo de cerámica lapita, una pieza de alfarería rota con bordes afilados, en la isla Brooker (200 km al este de Papúa Nueva Guinea), y que en 2017 el investigador principal, el Dr. Ben Shaw dijo que "fue como encontrar una aguja en un pajar".

Pequeño resto de cerámica lapita recuperado en la isla Brooker.

"Los grupos culturales lapitas fueron los primeros en llegar a las islas remotas del Pacífico, como Vanuatu, hace unos 3.000 años, pero en Psapúa Nueva Guinea, donde la gente ha vivido durante al menos 50.000 años, el momento y alcance de las dispersiones lapitas son poco conocidos", dijo el Dr. Shaw.

"Durante mucho tiempo se pensó que los grupos lapitas habían evitado la mayor parte de Papúa Nueva Guinea porque la gente ya vivía allí.

"Elegimos trabajar en la isla Brooker (muy cerca de Papúa Nueva Guinea) porque había sido la primera isla a la que llegaba la gente cuando viajaba a través del archipiélago, un cuello de botella natural, la cual tenía grandes bahías protegidas de fuertes vientos y olas, muy adecuadas para amarrar una canoa y realizar asentamientos.

"Casi nos habíamos dado por vencidos, ya que no había indicios de una presencia humana pasada en las capas superiores del suelo, que era duro como el cemento y las manos de todos estaban ampolladas y doloridas de tanto excavar. Pero afortunadamente pronto encontramos fragmentos de cerámica más abajo que dieron motivo para seguir adelante".

El estudio inicial de tres días, al final de una temporada de campo de dos meses en 2017, condujo a una misión de regreso al lugar de tres semanas en 2018, más una expedición adicional de cuatro semanas en 2019 que documentó cómo la expansión inicial de personas lapitas procedentes de Papúa Nueva Guinea fue mucho mayor de lo que se había considerado anteriormente.

Los lapitas introdujeron la cerámica en Papúa Nueva Guinea, la cual tenía marcas distintivas, y también introdujeron nuevas tecnologías de herramientas y animales como los cerdos. A través de la investigación arqueológica, lingüística y genética, ahora se sabe bien que los primeros pueblos del Pacífico emigraron desde una patria asiática ancestral.

La dispersión posterior de la cultura lapita a través de Papúa Nueva Guinea, y la interacción con las poblaciones indígenas, influyeron profundamente en la región como un centro global de diversidad cultural y lingüística.

Foto: Ejemplo de cerámica roja lapita.

"Encontramos mucha cerámica lapita, una variedad de herramientas de piedra y evidencia de empleo de obsidiana en hojas afiladas", dijo el Dr. Shaw.

"A medida que profundizamos en la excavación, llegamos a una capa cultural aún más temprana, antes de la introducción de la cerámica. Lo que nos asombró fue la cantidad de huesos de mamíferos que recuperamos, algunos de los cuales podrían identificarse positivamente como cerdos y perros. Estos animales fueron introducidos en Papúa Nueva Guinea por los lapitas, al tiempo que se usaba el caparazón de tortuga para fabricar herramientas".

El Dr. Shaw dijo que el pueblo lapita colonizó las islas del Pacífico hace 3.000 años, y que esta investigación explica por qué colonizaron las islas en ese momento y el papel que las poblaciones indígenas de Papúa Nueva Guinea tuvieron en las decisiones de los lapitas para buscar nuevas islas donde vivir.

El Dr. Ben Shaw (arriba, centro) con investigadores de Papúa Nueva Guinea y de la Universidad Nacional de Australia en la excavación del yacimiento situado en la isla Brooker.

"Es una de las migraciones más grandes habidas en la historia humana y finalmente tenemos evidencias para ayudar a explicar por qué pudo haber ocurrido dicha migración y por qué tuvo lugar cuando ocurrió", dijo.

La investigación involucró a muchos especialistas de la Universidad Nacional de Australia y a colaboradores internacionales que mostraron cómo las vías de migración y las estrategias de isla en isla culminaron en asentamientos rápidos y decididos en todo el Pacífico.

"No teníamos indicios de que este sería un lugar de importancia, y la mayor parte del tiempo volábamos a ciegas en las áreas que inspeccionamos y buscábamos yacimientos arqueológicos, por lo que ha sido muy parecido a encontrar la proverbial aguja en un pajar", explica el Dr. Shaw.

"Gran parte de nuestra buena fortuna se debió al conocimiento cultural y al hecho de que construimos una relación sólida con los lugareños, basada en la honestidad y la transparencia sobre nuestra investigación en sus tierras tradicionales. Sin su permiso expreso este tipo de trabajo simplemente no hubiera sido posible. La comunidad de la isla Brooker figura como el autor principal del artículo de investigación, a fin de reconocer su papel fundamental en la misma", concluye el Dr. shaw.

Fuente: Universidad Nacional de Australia | 22 de abril de 2022

Dos investigadoras desvelan el origen y características de los restos de caballos tartésicos hallados en Casas del Turuñuelo (Badajoz)

Ana Mayoral (a la izquierda) y María Martín, en la facultad de Veterinaria de la UEx. / ARMANDO MÉNDEZ

«Si me llegan a decir hace veinte años que acabaría en Extremadura...». Lo comenta María Martín Cuervo, que nació en Bilbao, se crio en Palencia, estudió en Córdoba, completó su formación en Alemania, Irlanda y Estados Unidos, y hoy da clases, investiga y estudia en la Universidad de Extremadura. Hace dos décadas, ella no conocía a la cacereña Ana Mayoral, con la que ahora comparte horas de trabajo y de ocio. Las dos son veterinarias, y llevan tiempo ayudando a descifrar los secretos que los tartesios dejaron en Casas del Turuñuelo, el yacimiento arqueológico de Guareña (23 kilómetros al sureste de Mérida).

Hace unos años, cerca de esta localidad pacense se descubrió algo que en el ámbito de la arqueología está teniendo repercusión internacional. La semana pasada, sin ir más lejos, El Turuñuelo atrajo hasta la región a un equipo de National Geographic. Lo que las excavaciones sacaron a la luz, tras siglos oculto bajo un montículo en medio de una llanura, fue un edificio enorme con un patio con restos de 47 caballos, además de otros animales como vacas, cerdos o perros.

Y, tratándose de Extremadura y animales, tenía que aparecer en escena la Facultad de Veterinaria, una de las más prestigiosas de España. «Cuando encontraron el patio con todos esos esqueletos, desde el CSIC contactaron con la Facultad, y entonces es cuando entré en el proyecto», cuenta Ana Mayoral, que en Cáceres estudió primero en Las Carmelitas, en el San Antonio y en la UEx. Tras licenciarse, completó su formación con estancias en las universidades de Murcia, Cornell (Nueva York, Estados Unidos) y Copenhague (Dinamarca).

Panorámica del patio del yacimiento de Casas del Turuñuelo con los restos de animales. / CONSTRUYENDO TARTESO.

La hecatombe del siglo V a.C.

Doctora en Veterinaria, profesora de Anatomía y de Embriología, el proyecto al que se refiere es el titulado 'Estudio de la hecatombe animal del yacimiento de Casas del Turuñuelo'.

Los investigadores trabajan para aclarar qué sucedió en ese punto concreto de la geografía extremeña en el siglo V antes de Cristo. Intentan responder a la pregunta de por qué aparecen los esqueletos de esos animales que entonces eran un lujo al que convenía mimar, porque servían para el trabajo y como medio de transporte. «Estamos ahora recopilando información a partir del estudio de materiales como los coprolitos (heces fosilizadas) o los huesos», explica Mayoral. Ella comenta que gracias al análisis óseo se puede llegar a conocer para qué tipo de trabajo eran empleados estos caballos e incluso cómo murieron.

La investigadora cacereña se lo está pasando bien con este trabajo, porque la arqueología y la historia son disciplinas que a ella ya le gustaban cuando era una niña. «Uno de mis hobbies ha sido siempre, desde chica, leer sobre las civilizaciones antiguas, sobre los egipcios, los mayas, los aztecas... Y ahora me encuentro estudiando a los tartesios».

Mayoral integra un equipo multidisciplinar, en el que hay arqueólogos, arquezoólogos, veterinarios, genetistas... Y en el que está Martín, una de las siete especialistas en Medicina Interna de caballos que hay en España, según el Colegio Europeo de Medicina Interna de Caballos. Esto le ha permitido viajar a India, Brasil, Hungría, China, Italia...

Recreación de la estructura arquitectónica de Casas de Turuñuelo.

Iberia a través de sus caballos

'Iberia a través de sus caballos' se titula el proyecto en el que trabaja Martín, que tras acabar la carrera, se fue primero a Hannover (Alemania), luego a Irlanda y más tarde a California (Estados Unidos). «Mi idea era quedarme en Estados Unidos, pero me surgió la oportunidad de venir a Extremadura y aquí sigo», explica la investigadora y docente. Que Martín acabara en Cáceres y no en algún otro sitio de España se explica en gran modo porque la facultad de Veterinaria de la UEx es la única del país que ofrece residencias en Medicina Interna de caballos y en Cirugía.

La región, además, le ofreció también la oportunidad de hacer el doctorado. «Todo han sido facilidades desde que llegué aquí en el año 2008», cuenta María Martín, que además de dar clases e investigar, es alumna de la facultad de Historia del Arte, toma clases de flauta travesera –ella estudió guitarra en el Conservatorio de Palencia– y compite en equitación, en la modalidad de doma clásica.

Aspecto de la zona del patio y la escalinata del edificio de Casas de Turuñuelo.

Entre sus cometidos en el proyecto relacionado con el Turuñuelo está el de realizar los TAC a los esqueletos de los équidos, e ir elaborando un banco de imágenes. Aunque hace eso y también otras tareas, como investigar las posibles enfermedades parasitarias o infecciosas que pudieran haber sufrido los animales alados en Guareña.

«Estoy disfrutando mucho este trabajo, me está ayudando a crecer como investigadora», dice Martín, que tiene claro que va a quedarse a vivir en Cáceres, donde ya se ha comprado una casa. «Aquí la calidad de vida es alta, y he encontrado un grupo humano muy bueno, he hecho amigos», resume. Lo que sí le complica los planes con frecuencia es el tren. O más bien la falta de él. «He llegado a tardar más en ir de Cáceres a Madrid que de Madrid a alguna capital europea –explica–. Me cuesta entender que tarde doce horas de China a Madrid y luego siete en ir de Madrid a Cáceres, entre la espera en la estación y el viaje en sí».

Fuente: hoy.es | 25 de abril de 2022