Muere Yves Coppens, uno de los descubridores de la homínida 'Lucy'

El paleontólogo francés Yves Coppens - INÉS BAUCELLS

El paleontólogo francés Yves Coppens, uno de los descubridores de la célebre australopiteca 'Lucy', murió este pasado miércoles a los 87 años tras una larga enfermedad. Los restos fósiles de Lucy, los más famosos del mundo, fueron recuperados en el desierto de Afar, en Etiopía, durante una expedición internacional. Pertenecían a una hembra de unos 20 años de Australopithecus afarensis que ya caminaba erguida hace más de tres millones de años. Este hallazgo supuso un antes y un después en el conocimiento de la evolución humana y arrojó luz sobre cuándo y cómo comenzamos a caminar sobre dos piernas.

El 'cazador de fósiles' inició sus expediciones en los años 60, en Argelia y Chad. En 1967 descubrió el fósil de un homínido de 2,6 millones de años en el valle del río Omo, en Etiopía.

Pero fue en 1974 cuando su carrera quedó marcada para siempre al desenterrar a 'Lucy' junto su amigo geólogo Maurice Taieb y el paleoantropólogo estadounidense Donald Johanson.

De abuela a prima

Las búsquedas en Afar permitieron exhumar 52 fragmentos óseos -el fósil de homínido más completo jamás hallado hasta entonces-. Los científicos lo apodaron 'Lucy', en referencia a una canción de los Beatles que solían escuchar mientras trabajaban, 'Lucy in the Sky with Diamonds'. Por ser bípeda, esta pequeña homínida de un metro de altura y 27 kilos de peso fue considerada durante largo tiempo como la 'abuela de la humanidad', algo que Johanson sigue pensando. Pero para Coppens y otros paleontólogos, se trata más bien de una 'prima lejana' de nuestra especie.

Coppens, que se presentaba como uno de los 'papás' de Lucy, realizó otras expediciones en Filipinas, Indonesia, Siberia, China y Mongolia. Fue codescubridor de seis homínidos. Sin embargo, su nombre ha estado inconfundiblemente ligado al de 'Lucy'. «Para los jóvenes, Lucy fue como una amiga cercana; hizo que la gente conectara con la prehistoria (...) El caso es que 'Lucy' se convirtió en todo un símbolo», reconocía en una entrevista concedida a ABC durante una visita a Barcelona en 2018.

Esqueleto y reconstrucción de 'Lucy'.

Respuesta al cambio climático

En la misma entrevista, Coppens explicaba que lo que hoy conocemos como género Homo apareció «como una suerte de respuesta al cambio climático». Cuando el clima pasó de húmedo a muy seco los prehumanos, Lucy por ejemplo, cambiaron en tres aspectos. «Cambiaron la respiración y bajó la laringe, que es donde se instala el lenguaje articulado; los dientes empezaron a ser diferentes porque había menos vegetales y el homo se hizo omnívoro, empezó a comer carne; y el cerebro empezó a recibir más sangre. Así, si la humanidad empezó a pensar más y mejor fue para adaptarse», explicaba.

Coppens nació el 9 de agosto de 1934 en Vannes (noroeste de Francia). Su padre era físico nuclear, pero el niño encuentra rápidamente su propia vocación. «A los 6 o 7 años ya me fascinaban las cosas antiguas», contaba en el mismo encuentro con ABC.

«Yves Coppens nosha dejado. Mi tristeza es inmensa», informó el miércoles su editora, Odile Jacob, en la red social Twitter. «Pierdo a un amigo que me confió toda su obra. Francia pierde a uno de sus grandes hombres», añadió.

Fuente: abc.es | 23 de junio de 2022

El Pino (Carrascosa del Campo, Cuenca) salta al mapa internacional y certifica el uso de herramientas de hace un millón de años

Foto: Bifaz hallada en el yacimiento de El Pino de Campos del Paraíso. - Foto: ares arqueología

El yacimiento arqueológico de El Pino, situado en la localidad conquense de Carrascosa del Campo, ha saltado al mapa internacional tras la publicación de un extenso trabajo en Journal of Archaeological Science: Reports del arqueólogo Santiago David Domínguez (izquierda), en el que se ha podido demostrar para qué usaban las herramientas el Homo antecessor y que han sido datadas en hace un millón de años.

En una entrevista con Europa Press, Domínguez ha recordado cómo ha estado trabajando en dicho yacimiento desde el año 2012-2013, en donde se han hallado, entre otros, instrumentos de piedra hechos en cuarcita y que, gracias a la datación llevada a cabo por el (CENIEH) y la , se han logrado datar su antigüedad en torno a un millón de años.

Además, gracias a la buena conservación que tenían dichos instrumentos, el equipo del doctor Ignacio Martín Lerma (derecha), de la Universidad de Murcia, ha llevado a cabo un estudio de laboratorio de las piezas. Allí, los filos de estos instrumentos fueron examinados con microscopio y se ha logrado saber para qué usaban estas herramientas.

“Es toda una sorpresa y un tesoro”, explica Domínguez, ya que en herramientas tan antiguas era muy complicado averiguar dichos usos. “Pudimos saber que estas lascas de piedra habían sido utilizadas para carnicería, y otros elementos de mayor tamaño se usaron para la carpintería”, desgrana.

Por este motivo, aparte de las herramientas que se hallaron en el yacimiento, se puede pensar que ya en esta época prehistórica se llegaron a fabricar utensilios de madera, que no han llegado hasta nuestros días.

Foto: Cuchillos de carnicero y herramientas de carpintería del Paleolítico inferior: MODO 1, industria de “El Pino” (Campos del Paraíso, Cuenca, España).

Enmarcado dentro de un proyecto que investiga el Paleolítico inferior y medio en la provincia de Cuenca, la investigación de este yacimiento de La Mancha conquense ha puesto de manifiesto la importancia del enclave del Pino dentro del panorama nacional e internacional y se ha posicionado como clave para el estudio de los primeros pobladores humanos en Europa.

De esta forma, encaja perfectamente en los discursos que trazan yacimientos tan importantes del país como las secuencias del Jarama y el Henares en el centro de la Península, el yacimiento de Vallparadís en Cataluña, el de Orce en el sur de España y el de Atapuerca, en Burgos.

Además, se están obteniendo similares resultados por parte del mismo equipo dirigido por Domínguez en los términos municipales de Arcas, Canalejas del Arroyo y Huete, y que de momento han situado al yacimiento de Carrascosa del Campo como de los más antiguos tanto de Castilla-La Mancha como de España.

Foto: Industria lítica del Modo 1 perteneciente al yacimiento de “El Pino” (Carrascosa del Campo, Cuenca)

COORDINACIÓN DE TODAS LAS PARTES

Para llevar a cabo la publicación de este artículo en la revista científica, el arqueólogo explica que se ha tenido que llevar a cabo un “complicado trabajo" en el que se han tenido que coordinar todas las partes implicadas.

Por eso, el artículo científico cuenta con la firma del propio Domínguez como arqueólogo director de las excavaciones con ‘HEROICA Arqueología y Patrimonio Cultural’ y se incluyen la de los doctores Martín Lerma de la Universidad de Murcia como responsable del estudio de las huellas de uso de las herramientas, así como las de Davinia Moreno del CENIEH y Carlos Pérez Garrido, de la Universidad Complutense, como responsables de la datación de los estratos de más interés.

Foto: Imagen de los trabajos de excavación en "El Pino" (Carrascosa del Campo, Cuenca)

Aunque las campañas de excavación se llevasen a cabo entre 2014 y 2015, no ha sido este 2022 cuando todos los hallazgos han llegado hasta la comunidad científica internacional, ya que se han tenido que demostrar todos los descubrimientos de forma científica y, “hasta que no se tiene todo perfectamente avalado, no se puede publicar ni a nivel científico ni internacional”. “No ha sido una tarea sencilla”, reconoce.

Ahora que el artículo se ha publicado a nivel global "se está teniendo una respuesta bastante buena”. “Al final hemos conseguido poner a la provincia de Cuenca en el mapa del Paleolítico, así como al yacimiento del Pino en Carrascosa del Campo, y esto es uno de los puntos ya incuestionables y que si alguien no cita es porque no ha hecho una buena investigación”, asegura Domínguez.

Fuente: lacerca.com | 26 de junio de 2022

Descubren una segunda estela ('de guerrero') y un complejo funerario en Cañaveral de León (Huelva)

Grupo de científicos en el momento de la extracción de la estela. / RAQUEL MONTERO ARTÚS (Grupo de Investigacion ATLAS de la Universidad de Sevilla).

Una investigación internacional actualmente en curso en Cañaveral de León (Huelva), que integra a expertos de las universidades de Durham, Sevilla, Southampton, Huelva y Gotemburgo, ha revelado hace unos días, un gran complejo funerario en el lugar donde apareció originalmente una estela prehistórica en abril de 2018, así como una segunda estela prehistórica -en este caso del tipo conocida habitualmente como de guerrero-, a escasos metros de donde fue encontrada la primera.

Desde el Ayuntamiento han recordado que la primera estela prehistórica de la Edad de Bronce hallada en 2018 -la piedra data de 1700-1000 a.C.- "es de gran importancia" y que actualmente se halla integrada en la exposición permanente del Museo de Huelva, toda vez que han explicado que el estudio científico llevado a cabo de esa pieza "estableció la importancia del lugar del hallazgo de la misma", ubicado en el camino de Las Capellanías, del mismo municipio, así como "la originalidad de los motivos gráficos y técnicas de trabajo que incorpora".

Foto de la estela de guerrero compuesta por dos imágenes.

Con respecto al gran complejo funerario, han apuntado que este espacio incluye un gran túmulo de piedra provisto de dos cámaras de enterramiento, así como varias estructuras de tipo cista y de otras descripciones, todavía en curso de investigación.

Foto: Otras estructuras funerarias halladas en la zona.

Asimismo, en cuanto a la nueva estela encontrada -la 'de guerrero'-, han señalado que presenta unos motivos gráficos centrados en un personaje caracterizado mediante una serie de elementos -espada, arco y flecha, espejo- y que "se encuentra en un excelente estado de conservación".

"Se trata de un descubrimiento excepcional, tanto porque la mayoría de estos monumentos prehistóricos conocidos han sido descubiertos de forma casual, y no como resultado de investigaciones científicas, como porque la nueva pieza descubierta se integra en la arquitectura funeraria del complejo, lo cual permitirá, por primera vez, conocer y entender el contexto social de este tipo de monumentos", han subrayado desde el Consistorio de Cañaveral de León.

Estas investigaciones se están desarrollando en el marco del proyecto Encuentros marítimos: un contrapunto a la narrativa terrestre dominante de la prehistoria europea, financiado por Riksbankens Jubileumsfond (Suecia), liderado por Johan Ling (University of Gothenburg, Suecia) y por Marta Díaz-Guardamino Uribe (Universidad de Durham) en la península ibérica.

Ya durante la presentación el pasado mes de abril de los actos conmemorativos del IV aniversario del hallazgo de la estela diademada, la alcaldesa de Cañaveral de León, Mercedes Gordo, recordó que "se trata de la única estela diademada encontrada hasta el momento en la provincia y que ha dado lugar a que se hayan obtenido unos resultados muy importantes que están modificando todo lo que se conoce sobre las estelas diademadas en España y a nivel internacional, toda vez que una de las características más importantes que posee es que sigue conservando pigmentos".

Asimismo, explicó que "se ha hecho una prospección del terreno durante varios meses para conocer si había indicios de asentamientos de población en aquella época" que habían dado como resultado que existía "un número muy importante de indicios de asentamientos en el territorio, en la zona limítrofe donde se encontró la estela".

Por ello, subrayó que en el mes de junio se iba a realizar un trabajo de excavación arqueológica por parte de un grupo liderado por el arqueólogo y miembro del Grupo de Investigación HUM 838 de la Universidad de Huelva, Timoteo Rivera, y el investigador de la Universidad de Sevilla, Leonardo García San Juan, en el que participarían otros investigadores internacionales.

Foto: Presentación en la Diputación de Huelva de los actos conmemorativos del IV aniversario del hallazgo de la estela diademada. EUROPA PRESS

Sobre la estela diademada

Se trata de una estela, un monumento conmemorativo, generalmente de piedra, que se erigía sobre el suelo en forma de lápida, de pedestal o de columna. De este modo se constituye en el primer hallazgo en Huelva de una pieza de este tipo. Su descubrimiento se produjo el 17 de abril de 2018, durante los trabajos de unas obras en un camino municipal. Estas obras se enmarcaron en las subvenciones del Programa de Fomento del Empleo Agrario 2017. Ese día un trabajador, al preparar su merienda sobre una piedra, se dio cuenta que la misma tenía unos grabados.

La piedra en cuestión fue retirada del camino por los obreros, pues estaba enterrada en él, con la zona de los relieves boca abajo, sobresaliendo solo un trozo de la misma generando un bache. Al descubrir los dibujos tallados los trabajadores le hicieron fotos que remitieron al Ayuntamiento, y a donde se trasladó la pieza por cuestiones de seguridad, tras lo que se contactó con algunos especialistas para saber si tenía algún valor, y de ser así, cómo actuar.

Por su parte, los técnicos confirmaron que se trataba de un descubrimiento "relevante", por lo que se comunicó el hallazgo casual a la Delegación de Cultura, Turismo y Deporte, tal y como exige la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, de Patrimonio Histórico de Andalucía (artículo 50). Unos días después, el 24 de abril un arqueólogo del Museo de Huelva y una arqueóloga de la Delegación de Cultura se desplazaron para ver la pieza y el lugar del hallazgo, estando acompañados en el campo por una patrulla del Seprona y por uno de los trabajadores que participó en el descubrimiento.

Lugar donde se están produciendo las excavaciones en Cañaveral de León. / M. G.

Grupo de científicos con el hallazgo. / MARTA DIAZ-GUARDAMINO URIBE DE LA UNIVERSIDAD DE DURHAM.

Así las cosas, destacaron que "se trataba de un magnífico y singular ejemplo de estela antropomorfa diademada del suroeste". Se destacó, a su vez,que es la primera estela de estas características aparecida en la provincia de Huelva, así como su rica decoración y su "magnífico estado de conservación", pese a estar fracturada (le faltaría aproximadamente su mitad inferior, por lo que su longitud originaria debía rondar los dos metros).

La estela diademada se corresponde con la Edad del Bronce, entre el III y II milenio antes de Cristo, por lo que tendría más de 4.000 años. El grabado sobre la piedra ha sido realizado mediante técnica de piqueteado en una roca de forma rectangular, curvada en su parte superior, con unas dimensiones de 97 centímetros, 67 de ancho y unos 22 de grosor, con un peso aproximado de unos 400 kilos. El grabado es una representación antropomorfa de una cabeza con rostro, un torso y la mano izquierda.

Está coronada por una doble diadema, y en su lado derecho puede verse un elemento trapezoidal, probable una fíbula (pieza que se usaba para unir las piezas de un vestido) y lo que los autores identifican como peine o elemento musical. Al cuello lleva un pequeño collar de cuentas y el torso parece cubierto por un elemento de protección. Sobre la mano izquierda aparece un elemento esférico, que algunos autores identifican con espejos y tres pequeñas cazoletas.

Fuentes: huelvainformacion.es | 23 de junio de 2022

Encuentran en Pilauco (Chile) un artefacto de piedra fabricado hace más de 17.000 años

Artefacto de piedra hallado en Pilauco (Chile). Cedida RBB| Fundación para los Estudios Patrimoniales Pleistocenos de Osorno // BioBioChile.

Un grupo de científicos encontró un artefacto elaborado en piedra de más de 17.000 años de antigüedad en el sitio arqueológico Pilauco, ubicado en la ciudad de Osorno, en la Región de Los Lagos, en Chile, según dijo a la agencia AFP Mario Pino Quivira, uno de los responsables del hallazgo. Después de la publicación, la comunidad científica de se mostró entusiasmada por las revelaciones que puedan dar sus próximo estudios.

A finales de 2018, Pino y otros científicos hallaron “un artefacto grande que pesa 600 gramos que mostraba indicios de trabajo en ambas esquinas, en ambos extremos” en Pilauco. En este mismo lugar, durante el 2010 se encontró una huella de hace 15.600 años (derecha), y, luego de las investigaciones llevadas a cabo, fue considerada como el vestigio humano más antiguo descubierto en la historia de América.

“El artefacto recientemente descubierto data de un poco más de 17.000 años. Está hecho de basalto de una gran piedra recogida de un río. Es un cepillo para cepillar madera y en el otro extremo es una machacador para romper”, explicó Mario Pino (izquierda), geólogo y profesor titular de la Universidad Austral de Chile. Además del destacado especialista, en el estudio del hallazgo colaboraron Antonio Pérez-Balarezo y Eric Boëda, investigadores de la universidad de Paris Nanterre, en Francia.

“Descubrimos que hasta hace más de 17.000 años este elemento fue usado en antiguas técnicas francesas de talla lítica y Pérez-Balarezo fue quien logró descifrar el orden que en el que hicieron los golpes para fabricar el artefacto”, explicó el científico chileno. Junto a esta pieza se encontraron otras más pequeñas de unos cinco centímetros.

Otro de los artefactos líticos hallados en Pilauco, Chile.

Además el equipo de arqueólogos también dio con una nueva huella que, según las primeras estimaciones de Mario Pino, podrían tener unos 14.200 años de antigüedad y correspondería a un menor de aproximadamente siete años. No obstante, el científico aseguró que durante las próximas semanas continuarán con sus estudios en profundidad para conocer más detalles sobre la pieza.

El trabajo de los expertos quedó interrumpido por temas administrativos y la llegada de la pandemia del covid-19 a Chile en marzo del 2020. “Dejamos el sitio durante dos años sin excavar. Está en un estado lamentable, creció la maleza y ahora estamos dedicados solamente a restaurarlo”, sostuvo Pino. Pero el hallazgo de los utensilios concitó el interés de la reconocida revista especializada Lithic Technology cuya reciente edición impresa lleva una foto de las piezas de Pilauco en la portada.

Tras recibir nuevos fondos, los investigadores confirmaron que se retomarán las excavaciones para continuar explorando este sitio donde fue descubierta la huella humana en 2011 que correspondería al Pleistoceno tardío, era que comenzó hace 2,59 millones de años y finaliza aproximadamente en el 10.000 a.C.

“Es notable que la ocupación humana de esta zona haya sido tan larga y que no hayamos encontrado restos de viviendas. Nosotros suponemos que fueron a buscar carne de animales mediante la caza y dejaron cosas como pinturas y herramientas. Esto habría ocurrido durante 1.500 años ¿Por qué? No lo sabemos”, cerró Pino.

El sitio arqueológico Pilauco, donde se halló el artefacto. El Mercurio, Chile.

Fuentes: lanacion.com.ar | fayerwayer.com | 19 de junio de 2022

Los 'Australopithecus' de la 'Cuna de la humanidad' (Sudáfrica) son un millón de años más antiguos de lo que se creía

Cuatro cráneos diferentes de australopitecos encontrados en las cuevas de Sterkfontein (Sudáfrica). El relleno de la cueva de Sterkfontein, que contiene este y otros fósiles de australopitecos, tiene entre 3,4 y 3,6 millones de años. FOTO: JASON HEATON AND RONALD CLARKE, EN COOPERACIÓN CON EL MUSEO DITSONG DE HISTORIA NATURAL CREATIVE COMMONS.

Los fósiles encontrados en la llamada 'Cuna de la Humanidad', en Sudáfrica, podrían ser más de un millón de años más antiguos de lo que se creía, según publican los investigadores en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Durante décadas, los científicos han estudiado estos fósiles de los primeros ancestros humanos y sus parientes perdidos hace tiempo.

Ahora, mediante un método de datación desarrollado por un geólogo de la Universidad de Purdue, en Estados Unidos, se acaba de hacer retroceder la edad de algunos de estos fósiles encontrados en el yacimiento de las cuevas de Sterkfontein más de un millón de años. Esto los haría más antiguos que Dinkinesh, también llamada Lucy, el fósil de Australopithecus afarensis más famoso del mundo.

Los restos fósiles de 'Lucy', perteneciente a un Australopithecus afarensis (Etiopía).

La 'Cuna de la Humanidad' es un lugar sudafricano declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que comprende diversos yacimientos de cuevas con fósiles, entre ellos las cuevas de Sterkfontein. El complejo de cuevas de Sterkfontein se hizo famoso por el descubrimiento del primer Australopithecus africanus adulto, un antiguo homínido, en 1936.

Los homínidos incluyen a los humanos y a nuestros parientes ancestrales, pero no a los demás grandes simios. Desde entonces, se han encontrado allí cientos de fósiles de Australopithecus, entre ellos la conocida 'señora Ples', y el esqueleto casi completo conocido como Little Foot (Pie pequeño, derecha). Los paleoantropólogos y otros científicos llevan décadas estudiando Sterkfontein y otros yacimientos cavernícolas de la 'Cuna de la Humanidad' para arrojar luz sobre la evolución humana y medioambiental de los últimos 4 millones de años.

Darryl Granger (izquierda),profesor de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Purdue (Indiana, EE.UU), es un o de esos científicos, que trabaja en un equipo internacional. Granger está especializado en la datación de depósitos geológicos, incluidos los de las cuevas.

Como estudiante de doctorado, ideó un método para datar sedimentos enterrados en cuevas que ahora utilizan investigadores de todo el mundo. Su trabajo anterior en Sterkfontein databa el esqueleto de 'Little Foot' en unos 3,7 millones de años, pero los científicos siguen debatiendo la antigüedad de otros fósiles del yacimiento.

ENTRE 3,4 Y 3,7 MILLONES DE AÑOS

Granger y un equipo de científicos, entre los que se encuentran investigadores de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica) y de la Universidad Toulouse Jean Jaurès (Francia), han descubierto que no solo Little Foot, sino todos los sedimentos de la cueva que contienen restos de Australopithecus, tienen una antigüedad de entre 3,4 y 3,7 millones de años, en lugar de entre 2 y 2,5 millones de años, como se pensaba anteriormente. Esa edad sitúa estos fósiles hacia el principio de la era de los Australopithecus, en lugar de cerca del final. Lucy, que procede de Etiopía, tiene 3,2 millones de años, y su especie, Australopithecus afarensis, se remonta a unos 3,9 millones de años.

Sterkfontein es un sistema de cuevas profundo y complejo que conserva una larga historia de ocupación de la zona por parte de los homínidos. Comprender las fechas de los fósiles aquí puede ser complicado, ya que las rocas y los huesos cayeron al fondo de un profundo agujero en el suelo, y hay pocas formas de datar los sedimentos de las cuevas.

En el este de África, donde se han encontrado muchos fósiles de homínidos, los volcanes del Gran Valle del Rift depositan capas de ceniza que pueden datarse. Los investigadores utilizan esas capas para estimar la antigüedad de un fósil. En Sudáfrica, especialmente en una cueva, los científicos no pueden permitirse ese lujo. Suelen utilizar otros fósiles de animales encontrados alrededor de los huesos para estimar su antigüedad o la piedra de flujo de calcita depositada en la cueva. Pero los huesos pueden desplazarse en la cueva y la piedra caliza joven puede depositarse en sedimentos viejos, lo que hace que estos procedimientos sean potencialmente incorrectos.

Mapa y sección transversal de Sterkfontein. (A) El mapa muestra la extensión de los depósitos superficiales y las excavaciones superpuestas al sistema de cuevas. Las ubicaciones de muestra que se informan aquí se presentan con círculos verdes; los fósiles de homínidos seleccionados se muestran con estrellas rojas y las muestras con fecha U-Pb con círculos amarillos. Se presentan las coordenadas universales transversales de Mercator (UTM). (B) Sección transversal de los depósitos superficiales a lo largo de la línea roja este-oeste en A. Las ubicaciones de las muestras cosmogénicas están en círculos verdes, y la muestra de piedra variable se muestra como un círculo amarillo. El lecho medido muestra que la colada se ubica estratigráficamente entre las muestras cosmogénicas, aunque al igual que otras coladas, en la sección de Sterkfontein denominada Miembro 4, es probable que sea intrusiva y más joven que la brecha. Topografía de sección transversal basada en detección y alcance de luz (LiDAR) recopilada en la superficie y bajo tierra.

Un método más preciso consiste en datar las rocas en las que se encontraron los fósiles. El material que Granger y su equipo analizan es la matriz de hormigón que recubre el fósil, llamada brecha. "Sterkfontein tiene más fósiles de 'Australopithecus' que cualquier otro lugar del mundo, pero es difícil datarlos bien. Los especialistas han datado los fósiles de animales encontrados cerca de ellos y ha comparado las edades de los elementos de la cueva, como las piedras de flujo, y ha obtenido una serie de dataciones diferentes. Nuestros datos resuelven estas controversias. Demuestran que estos fósiles son antiguos, mucho más antiguos de lo que pensábamos en un principio", explica Granger.

En su trabajo de datación el equipo de investigación utilizó la espectrometría de masas con acelerador para medir los nucleidos radiactivos de las rocas, así como la cartografía geológica y un profundo conocimiento de cómo se acumulan los sedimentos de las cuevas para determinar la edad de los sedimentos que contienen restos de Australopithecus en Sterkfontein.

Granger y el grupo de investigación del Laboratorio de Medición de Isótopos Raros de Purdue (PRIME Lab) estudian los denominados nucleidos cosmogénicos y lo que pueden revelar sobre la historia de los fósiles, las características geológicas y las rocas. Los nucleidos cosmogénicos son isótopos extremadamente raros producidos por los rayos cósmicos, partículas de alta energía que bombardean constantemente la Tierra.

Panorámica de las cuevas de Sterkfontein (Sudáfrica), en el enclave denominado 'Cuna de la Humanidad'.

ENERGÍA PARA PROVOCAR REACCIONES NUCLEARES EN EL INTERIOR DE LAS ROCAS

Estos rayos cósmicos tienen suficiente energía para provocar reacciones nucleares en el interior de las rocas en la superficie del suelo, creando nuevos isótopos radiactivos dentro de los cristales minerales. Un ejemplo es el aluminio-26: aluminio al que le falta un neutrón y que decae lentamente para convertirse en magnesio a lo largo de millones de años.

Dado que el aluminio-26 se forma cuando una roca queda expuesta en la superficie, pero no después de haber estado profundamente enterrada en una cueva, los investigadores del laboratorio PRIME pueden datar los sedimentos de las cuevas (y los fósiles que contienen) midiendo los niveles de aluminio-26 junto con otro nucleido cosmogénico, el berilio-10.

Además de las nuevas dataciones en Sterkfontein basadas en los nucleidos cosmogénicos, el equipo de investigación realizó cuidadosos mapas de los depósitos de la cueva y mostró cómo fósiles de animales de diferente antigüedad se habrían mezclado durante las excavaciones de los años 30 y 40, lo que llevó a décadas de confusión con las dataciones anteriores.

Las cuevas de Sterkfontein contienen más restos de Australopithecus que cualquier otro lugar de la Tierra. Son parte de un importante yacimiento de fósiles en Sudáfrica conocido como la "Cuna de la humanidad".

"Lo que espero es que esto convenza a los especialistas de que este método de datación da resultados fiables. Utilizando este método, podemos situar con mayor precisión a los antiguos humanos y a sus parientes en los periodos de tiempo correctos, tanto en África como en otros lugares del mundo", afirma Granger.

La antigüedad de los fósiles es importante porque influye en la comprensión de los científicos del paisaje vital de la época. Cómo y dónde evolucionaron los humanos, cómo encajaron en el ecosistema, y quiénes son y fueron sus parientes más cercanos, son preguntas apremiantes y complejas. Situar los fósiles de Sterkfontein en su contexto adecuado es un paso para resolver todo el rompecabezas.

"La reevaluación de la edad de los fósiles de Australopithecus en Sterkfontein tiene implicaciones importantes para el papel de Sudáfrica en la evolución", señala Dominic Stratford (izquierda). "Los homininos [subfamilia de homínidos caracterizados por la postura erguida] más jóvenes, incluidos los 'Paranthropus' y nuestro género 'Homo', aparecen entre hace entre 2,8 y 2 millones de años; según las fechas sugeridas anteriormente, las especies sudafricanas de 'Australopithecus' eran demasiado novedosas para ser sus antepasados, por lo que se ha considerado más probable que las otras especies evolucionasen en África oriental", explica Stratford.

Fuentes: deia.eus | eurekalert.org | elmundo.es | 27 de junio de 2022