Encontrada la cara del Primer Europeo en Atapuerca (Burgos)

Foto 1: Cara parcial de un homínido hallado en el yacimiento de la Sima del Elefante (sierra de Atapuerca). Foto: María Dolors Guillén / Equipo de Investigación de Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 8 de julio de 2022. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, D. Gonzalo Santonja, ha participado hoy en la presentación de un nuevo fósil humano hallado en el yacimiento de la Sima del Elefante en la sierra de Atapuerca, junto a los codirectores del Proyecto, Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell y la investigadora y coordinadora del yacimiento de la Sima del Elefante, Rosa Huguet. 

Foto 2: Elena Moreno, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca, durante la restauración del fósil en los laboratorios de la Residencia Gil de Siloé de Burgos. Foto: María Dolors Guillén / Equipo de Investigación de Atapuerca

Los primeros días del mes de julio de 2022 formarán parte de la historia del ámbito de la evolución humana. Las excavaciones en el nivel TE7 del yacimiento de la cueva de la Sima del Elefante nos han sorprendido con un hallazgo excepcional. Se trata de la cara parcial de un ser humano, cuya antigüedad puede estar en torno a 1,4 millones de años. Desde hace un par de décadas, y gracias a los hallazgos en el nivel TD6 del yacimiento de la cueva de la Gran Dolina, los miembros de la comunidad científica debatimos acerca del modelo evolutivo más coherente para explicar el origen de cara moderna. 

Homo antecessor, cuya antigüedad se ha cifrado en 850.000 años, presenta la cara moderna más antigua registrada hasta la fecha en la historia de la humanidad. Pero, ¿cuándo surgió un semblante como el nuestro? Ahora, y gracias al nuevo hallazgo en Atapuerca, tendremos una oportunidad única para avanzar en la respuesta a esta cuestión. 

Foto 3: Edgar Téllez, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca, excavando en el cuadro K29 donde apareció el hallazgo en la Sima del Elefante. Foto: Susana Santamaria / Fundación Atapuerca

Uno de los objetivos de la presente campaña de excavación era continuar los trabajos de la parte superior del nivel TE7 de la Sima del Elefante iniciados en el año 2021. La importancia de intervenir en esta zona radica en su posición, cercana a una de las entradas principales de la cavidad, ya que los niveles excavados anteriormente en este yacimiento han puesto de manifiesto que en esta zona la diversidad y abundancia de restos recuperados siempre ha sido más alta que en el resto del yacimiento.


Foto 4: Cara parcial de un homínido hallado en el yacimiento de la Sima del Elefante (sierra de Atapuerca). Foto: Susana Santamaria / Fundación Atapuerca

De este modo, desde el inicio de esta campaña hemos trabajado en este lugar. El día 30 de junio, Edgar Téllez, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca, encontró, en el cuadro K29 de Sima del Elefante, diferentes restos óseos envueltos en las arcillas propias del nivel TE7. Tras limpiarlos y ser analizados por varios especialistas del equipo hemos podido confirmar que dichos restos correspondían a un maxilar humano. 

Foto 5: Rosa Huguet, José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell, Gonzalo Santonja, Juan Luis Arsuaga, Antonio M. Méndez Pozo, presidente de la Fundación Atapuerca, durante la rueda de prensa en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Foto: Susana Santamaria / Fundación Atapuerca

El fósil humano de la Sima del Elefante se ha encontrado aproximadamente dos metros por debajo de la mandíbula obtenida en 2007 en el nivel TE9, y que fue asignada a Homo sp. —especie indeterminada por falta de datos concluyentes—. Es muy probable que el nuevo fósil de la Sima del Elefante esté relacionado con esa mandíbula y que pertenezca a una de las primeras poblaciones que colonizaron Europa. Si es así, podremos determinar finalmente la identidad de la especie humana de la Sima del Elefante. Además, podremos realizar una comparación detallada entre la nueva cara hallada en la Sima del Elefante con la de Homo antecessor y profundizar en el origen de la especie nombrada hace 25 años por el Equipo Investigador de Atapuerca.

Foto 6: Equipo de Investigación de Atapuerca con el hallazgo. Foto: Susana Santamaria / Fundación Atapuerca

En estos momentos, ya se están obteniendo muestras geológicas para estimar la antigüedad del nuevo fósil humano de TE7, que se procesarán en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos. Asimismo, se analizarán varias piezas de industria lítica y restos faunísticos con evidencias de consumo por parte de los humanos asociadas a este hallazgo en el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona. La determinación de las especies fósiles de vertebrados obtenidos en este nivel nos dará una imagen muy precisa de las condiciones climáticas y del ecosistema en el que vivieron los primeros pobladores de Europa.

Equipo Investigador de Atapuerca


Un nuevo estudio sobre ADN antiguo arroja hallazgos sorprendentes sobre los primeros pobladores del Pacífico

Bahía de Cook, situada en Moorea (Polinesia Francesa). Wikipedia.

Una nueva investigación genética de islas remotas en el Pacífico ofrece nuevos conocimientos sobre la ascendencia y la cultura de los primeros marinos del mundo, incluida la estructura familiar, las costumbres sociales y las poblaciones ancestrales de las personas que viven allí hoy en día.

El trabajo, descrito en la revista Science, revela cinco migraciones previamente no documentadas a una subregión de esta área y sugiere que, hace unos 2500 a 3500 años, los primeros habitantes de estas islas del Pacífico, incluida Guam en la región norte, y Vanuatu en el suroeste, tenían estructuras de población matrilocales, en las cuales las mujeres casi siempre permanecían en sus comunidades después del matrimonio, mientras que los hombres se mudaban más a menudo fuera de la comunidad de sus madres para vivir con la de sus esposas.

La práctica es diferente a la de las sociedades patrilocales donde las mujeres son las que abandonan su propia comunidad. Estos hallazgos respaldan la idea de que los primeros marinos del mundo se organizaron a través de linajes femeninos.

Los resultados provienen de un análisis de todo el genoma de 164 individuos antiguos de hace 2.800 a 300 años, así como de 112 individuos modernos. Fue publicado por un equipo de investigadores codirigido por los genetistas de Harvard, David Reich y Yue-Chen Liu, Ron Pinhasi, de la Universidad de Viena y Rosalind Hunter-Anderson, investigadora independiente que trabaja en Alburqueque, Nuevo México.

"Es un regalo inesperado poder aprender sobre patrones culturales a partir de los datos genéticos", dice David Reich (izquierda), profesor del Departamento de Biología Evolutiva Humana y profesor de genética en la Facultad de Medicina de Harvard. “Hoy en día, las comunidades tradicionales del Pacífico tienen estructuras de población tanto patrilocales como matrilocales y hubo un debate sobre cuál era la práctica común en las poblaciones ancestrales. Estos resultados sugieren que en los primeros marineros, la matrilocalidad era la regla".

El análisis genético comparó a los primeros marinos de Guam, Vanuatu y Tonga que vivieron hace unos 2500 a 3000 años, y reveló que sus secuencias de ADN mitocondrial, la cual los humanos solo heredan de su madre biológica, diferían casi por completo y compartían mucho más del resto de su ADN. La única forma en que esto puede suceder es si los migrantes que abandonaron sus comunidades son hombres para casarse con mujeres de otras comunidades.

"Las mujeres ciertamente se mudaron también a nuevas islas, pero, cuando lo hicieron, fueron parte de movimientos conjuntos de hembras y varones", explica Reich. "Este patrón de abandono de la comunidad primigenia debe haber sido casi exclusivo de los hombres y explica por qué la diferenciación genética es mucho mayor en el ADN mitocondrial que en el resto del genoma".

Mapa que muestra las cinco corrientes inferidas de migración hacia Micronesia.

El nuevo estudio, compuesto por un equipo interdisciplinario de genetistas y arqueólogos quintuplica el cuerpo de datos de ADN antiguo de la vasta región del Pacífico llamada Oceanía Remota, el último lugar habitable de la tierra en ser poblado. También proporciona información sorprendente sobre el poblamiento extraordinariamente complejo de una de las principales subregiones de la Remota Oceanía.

Los humanos llegaron y se extendieron por Australia, Nueva Guinea, el archipiélago de Bismarck y las Islas Salomón a partir de hace 50.000 años, pero no fue hasta hace 3.500 años que los humanos comenzaron a vivir en la remota Oceanía por primera vez después de desarrollar tecnologías marítimas para cruzar aguas abiertas de larga distancia en singulares canoas.

Esta expansión incluyó la región llamada Micronesia: unas dos mil islas pequeñas al norte del ecuador, incluidas Guam, las Islas Marshall, las Islas Carolinas, Palau y las Islas Marianas del Norte.

Durante mucho tiempo ha sido un misterio saber cuáles fueron las rutas que tomó la gente para llegar a la región. El estudio ha revelado cinco corrientes de migración a Micronesia, lo cual ayuda a aclarar este misterio y los orígenes de la gente que hay allí en la actualidad.

"Estas migraciones que documentamos mediante ADN antiguo son eventos clave que dan forma a la historia única de esta región", dijo Yue-Chen Liu (izquierda), becario postdoctoral en el laboratorio de Reich y autor principal del estudio. "Algunos de los hallazgos fueron muy sorprendentes".

"De las cinco migraciones detectadas, tres procedían del este de Asia, una de Polinesia y otra de ascendencia papúa procedente de la franja norte de la parte continental de Nueva Guinea. La ascendencia indígena de Nueva Guinea fue una gran sorpresa ya que una corriente diferente de esta migración, una de Nueva Bretaña, una cadena de islas al este de Nueva Guinea, fue la fuente de la ascendencia papúa en el suroeste del Pacífico y en Micronesia central".

Los investigadores también encontraron que los pueblos indígenas actuales de las Islas Marianas, en Micronesia, incluidos Guam y Saipan, derivan casi toda su ascendencia -anterior al contacto europeo- de dos de las migraciones asociadas con el este asiático que detectaron los investigadores. Los convierte en "las únicas personas del Pacífico abierto que carecen de ascendencia de la región de Nueva Guinea", dijo Liu.

Los investigadores consultaron con varias comunidades indígenas en Micronesia para realizar su estudio, y es la cuarta publicación de datos originales de ADN antiguo de islas remotas del Pacífico por parte del grupo de Reich.

"Es importante que cuando hagamos un trabajo de ADN antiguo, no solo escribamos un artículo sobre la historia de la población de una región y luego sigamos adelante", dijo Reich. "Cada artículo plantea tantas preguntas nuevas como respuestas, y esto requiere un compromiso a largo plazo para dar seguimiento a los hallazgos iniciales. En las islas del Pacífico hay muchas preguntas abiertas y muchas sorpresas aún por descubrir".

Fuente: phys.org | 30 de junio de 2022

Una tubería de plomo y 43 monedas: los arqueólogos se inclinan por Bora como el nombre de Torreparedones

Yacimiento de Torreparedones MADERO CUBERO

A partir de ahora, el yacimiento arqueológico de Torreparedones debería comenzar a llamarse Bora. Varios estudios arqueológicos comienzan a afinar la hipótesis más plausible sobre el nombre de la ciudad romana excavada en el término municipal de Baena, de la que se sabe que formó un oppidum previo a la romanización y que incluso estuvo habitada en la época del emirato.

Hasta ahora, y por la monumentalidad del yacimiento arqueológico, que disponía hasta de anfiteatro, siempre se optó por identificar a Torreparedones como la colonia Ituci Virtus Iulia, una de las ciudades romanas más importantes de la Bética identificadas por Plinio El Viejo.

Pero son 43 monedas y una tubería de plomo las que parecen indicar que no, que Torreparedones no fue una colonia y que tampoco tuvo un rango administrativo tan importante. Eso sí, Bora habría sido tremendamente rica gracias al cultivo del cereal, tanto que sus habitantes se habrían permitido el lujo de construir un anfiteatro, una puerta monumental y un espectacular foro.

Un reciente estudio firmado por José Antonio Morena, del museo arqueológico de Baena, y Antonio Moreno Rosa, del de Cabra, sostiene como principal la hipótesis de que Torreparedones es Bora. La clave ha estado en el hallazgo, ya comentado por el arqueólogo Ángel Ventura, de una tubería de plomo en las termas orientales del yacimiento. Por las dos caras, la tubería tenía una inscripción: M. BOREN que podría aludir al nombre del artesano que fabricó la tubería pero también y quizás más probable, al nombre de la ciudad, Municipio Borense.

Tubería de plomo con la inscripción M. Boren.

Esta es la tesis de Morena y Moreno en su nuevo estudio. Para cruzar esta inscripción se han basado también en el hallazgo a lo largo de los siglos de hasta 43 monedas acuñadas en la ceca de Bora. Las monedas se habrían encontrado principalmente en los alrededores de Torreparedones, siempre al sur del Betis y especialmente en lo que hoy es la provincia de Córdoba. Es decir, esa ciudad de Bora no debería haber andado muy lejos. 11 de esas monedas están en el propio museo de Baena. Se sabe que Bora acuñó moneda en los siglos II-I antes de Cristo con un busto femenino en el anverso y un toro en el reverso sobre el que figura la leyenda Bora. Es decir, se sabe que la ciudad ya tenía historia antes de la época de Augusto, similar al oppidum existente en Torreparedones.

Este nuevo nombre rebajaría la categoría que se le presuponía a Torreparedones y dejaría aún en el aire la localización de la colonia Ituci Virtus Iulia. Los expertos intentan afinar para saber si Bora fue o no un municipio como tal, algo que se podría afirmar por la M. de la inscripción en la tubería de plomo. “La epigrafía aparecida en el 'oppidum' de Torreparedones nos indica que, por la tribu de sus ciudadanos, Galeria, y por la presencia de los magistrados municipales desde época augustea, esta población ostentó el 'ius adipis­ cendae civitatis romanae per magistratum', un elemento que confirmaría esta posible identificación”, señalan los autores.

Es más, es probable que se tratase de uno de los municipios nombrados por Plinio El Viejo en su descripción de todo el territorio que se extendería entre el sur del río Betis y el Océano. Según los autores, Bora podría corresponder al nombre de Ebora Cerialis. Este cognomen que se acompaña al nombre de la ciudad tendría una explicación por la importancia del cultivo de cereal en la zona. Los monumentos de Torreparedones están repletos de espigas de trigo.

Vista aérea del centro monumental de Torreparedones.

Y como último refuerzo a su hipótesis está el caso del emirato. Torreparedones estuvo habitado durante Al Andalus. Y un estudio posterior de los libros sobre el martirio de San Eulogio reinterpretan el lugar de nacimiento de las santas mozárabes Nunilo y Alodia. Traducciones posteriores del original aseguraron que habían nacido en Osca. En el texto original se señalaba lo que podría leerse como Bosca, que los autores corrigen ahora y señalan que la SC podría tratarse de una R, y que estas santas mozárabes, por tanto, habrían nacido en Bora, en las inmediaciones de lo que hoy es Baena.

“En este panorama, no cabe duda de que los argumentos que hemos presentado permiten considerar que quizás Torreparedones deba empezar a identificarse con la ciudad de Bora. Este enclave, que acuña moneda en época republicana, con una distribución coincidente con este territorio, podría ser la 'Ebora Cerealis' pliniana”, concluye este nuevo estudio.

Fuente: cordopolis.eldiario.es | 28 de junio de 2022

El MNAR presenta una exposición que indaga en el papel político y religioso de los espectáculos en la época romana

El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida ha abierto al público una exposición temporal que podrá visitarse hasta junio de 2023, dedicada a los espectáculos públicos de la época, que jugaban un papel en la sociedad romana no solo lúdico, sino también política e incluso religiosa.

‘Spectácula. Diversión y espectáculos en la sociedad romana’, es fruto de la colaboración entre el propio museo y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, que se prolonga ya durante 11 años, y cuenta con piezas procedentes de su propia colección, otras cedidas por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, y también del Museo Arqueológico Nacional.

Tal y como ha indicado Trinidad Nogales, directora del MNAR y comisaria de la muestra, junto a Ángeles Castellano Hernández, el mundo de los espectáculos tuvo en la antigüedad clásica una gran repercusión, pues junto con la diversión colectiva que suponían estos eventos, poseían una gran carga simbólica debido a sus facetas públicas tanto religiosa como política.

Mérida es un escenario «excepcional» para conocer esta faceta, pues los tres edificios de espectáculos eran el teatro, el anfiteatro y el circo, que en Augusta Emerita se conservan y son visitables y además ofrece una importante colección de documentos y obras asociadas a éstos.

La muestra expone en las salas I, II y III del MNAR destacadas obras de las colecciones emeritenses, tanto del propio museo como del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, así como algunas piezas selectas «muy relevantes» del Museo Arqueológico Nacional.

Foto: Dos visitantes contemplan el mosaico de una cuadriga victoriosa, pieza del Museo Arqueológico Nacional, que puede visitarse en una exposición temporal en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.

Entre ellas destaca el mosaico con cuadriga, con la representación de un auriga del equipo azul, factio veneta, dando la vuelta triunfal tras la victoria. Esta obra se encuentra en la Sala I, dedicada a los espectáculos de circo y anfiteatro.

Continúa la muestra con el anfiteatro, una inscripción monumental en granito recuerda su inauguración en el año 8 a.C. Mención especial merecen las pinturas que decoraban el podium del edificio, instaladas en el MNAR tras su recuperación en una excavación en el monumento en 1979.

Las escenas representadas, todas del mismo estilo y factura, eran varias: un cazador acometiendo con una lanza a una leona, un paisaje que une con la anterior escena de caza, una tigresa dando alcance a un jabalí y un retiarius que portaba sus armas, la red y el tridente.

Completan la sala una muestra de piezas relacionadas con los munera gladiatoria, destacando el relieve de gladiadores o la espinillera, entre otras.

El teatro se muestra en la Sala II con una representación de los personajes de este espectáculo, como las inscripciones del músico tocador de tibia, Tibicen, y la mima Cornelia Nothis junto con máscaras arquitectónicas y de terracota. Al fondo de la sala se recrea el aula sacra, pequeña estancia cuadrada en la zona del peristilo con las imágenes dinásticas de Augusto, Tiberio y un príncipe Julio-Claudio.

La exposición concluye en la Sala III con las leyes que regían los espectáculos. La tabla gladiatoria, como su propio nombre indica, lo hacía en los juegos gladiatorios mientras que las leyes de Osuna, en la tabla II y V, recomendaban la realización de fiestas y espectáculos y regulaban la distribución de los asientos en teatros, circos y anfiteatros para colonos, vecinos y transeúntes respectivamente.

Finalmente se muestran una serie de decoraciones arquitectónicas del teatro de las distintas reformas que sufrió el edificio, desde fines del siglo I d. C, hasta bien avanzado el siglo IV d.C.

Vista del Museo Nacional de Arte Romano. Mérida.

ESPECTÁCULOS DE HACE 2.000 AÑOS

La directora del MNAR ha incidido en que la muestra pretende explicar al visitante cómo aquellos espectáculos de masas de la época arrastraban «multitudes», gracias a las fuentes, pero también ha resaltado el papel que ha tenido el cine a popularizar este género y a que los ciudadanos se identifiquen con aquellas actividades.

Nogales ha subrayado el papel que juega el Festival de Teatro, que patrocina íntegramente esta exposición temporal, en la dinamización de actividades culturales cada verano, no solo en el Museo sino en toda la ciudad, convirtiéndose en la «columna vertebral» de la cultura en Mérida e incluso de Extremadura y de toda la Península.

Por su parte, el director del Festival de Mérida, Jesús Cimarro, ha destacado las «sinergias» que se generan en una colaboración que se prolonga ya por más de una década con el museo, uno de los espacios, ha señalado, más importantes para la ciudad junto con el Teatro Romano.

Además, ha subrayado que esta muestra refleja que el certamen no se ciñe a las representaciones teatrales, sino «muchas más cosas», con las que ha conseguido traspasar fronteras, pues no solo ha conseguido que las funciones salgas después de gira, sino que también lo hagan algunas de sus exposiciones.

Igualmente, ha resaltado que este año se dedica a los espectáculos, que es el objeto principal del certamen, para que el público pueda disfrutarlo.

También han participado en la inauguración el subdelegado del Gobierno en Badajoz, Francisco Mendoza, quien ha resaltado la colaboración institucional que ha permitido poner en marcha esta colección temporal, fundamentalmente gracias al MNAR, el Festival y el Consorcio, que conforman un trinomio que contribuye notablemente al enriquecimiento cultural de Mérida.

Por su parte, la delegada de Cultura del ayuntamiento emeritense, Silvia Fernández, ha incidido la implicación del MNAR en la ciudad y su contribución a la «marca de identidad cultural» de Mérida, con la que se pretende «generar vida, emociones y economía».

Finalmente, el director del Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, Félix Palma, en representación de la Consejería de Cultura, ha incidido en la importancia de la unión institucional para sacar adelante los objetivos planteados.

Así, ha destacado el carácter «lúdico» del festival de teatro pero también su contribución, mediante esta y otras exposiciones, al conocimiento de los «magníficos» espacios del yacimiento arqueológico emeritense y lo que representaron tanto para la época y también para Mérida ahora.

Fuente: televisionextremeña.com | 30 de junio de 2022

Dioses egipcios en una 'domus' oculta bajo las termas de Caracalla

Una representación de Anubis en la domus abierta en Roma bajo las termas de Caracalla - Superintendencia especial de Arqueología y Bellas Artes de Roma.

El yacimiento arqueológico de las Termas de Caracalla de Roma amplió hoy su recorrido abierto al público con la exposición de los impresionantes frescos que decoraban una casa de hace casi dos mil años, con deidades romanas, egipcias y griegas, un caso «único» en el panorama histórico y artístico de la ciudad.

La domus a la que pertenecen las pinturas murales es del periodo del emperador Adriano (siglo II d.C.), pero fue destruida y sepultada por orden de las autoridades romanas en el 206 d.C. para construir el impresionante complejo de termas de Caracalla (198-217). Esta antiquísima casa ha permanecido así, bajo tierra, en el lado sureste de las Termas, hasta que fue descubierta en la excavación de Giovan Battista Guidi entre 1858 y 1869. Sin embargo, fue sepultada de nuevo y no se estudió en profundidad hasta 1970.

Foto: Vista de una casa romana del siglo II d.C descubierta bajo las Termas de Caracalla, cuyo yacimiento arqueológico amplió hoy su recorrido abierto al público con la exposición de los impresionantes frescos con deidades romanas, egipcias y griegas. EFE/Superintendencia Especial de Roma.

Entre otras cosas, en la domus se descubrió una cantina junto al vestíbulo y una escalera independiente en su exterior que llevaba a sus pisos superiores, lo que permite suponer que fue una insula o bloque de viviendas de clase medio-alta o un palacio señorial. Su decoración evidencia que se trataba del domicilio de personas pudientes, ya que la mayoría de sus estancias estaba ricamente decorada con frescos y en sus paredes aparecen figuras humanas y pequeñas escenas paisajistas, siguiendo la moda de aquel entonces.

Para sorpresa de los expertos y arqueólogos, el lugar conservaba gran parte de sus pinturas a pesar del paso de los siglos y de las expoliaciones, y desde hoy el visitante podrá apreciarlas en una nueva exposición en las Termas de Caracalla.

Foto: Detalle de los frescos de la capilla. Domenico Stinellis.

El edificio en sí es un caso raro entre las casas de la antigua Roma, pero especialmente relevantes son los frescos que fueron cuidadosamente extraídos de sus muros en 1975 en dos de sus salas, una dedicada al culto, mejor conservada, y un triclinio o comedor.
En el primer caso, inicialmente considerado un simple larario, un altar doméstico, se trata de un auténtico lugar de culto a deidades romanas y orientales, muestra de la armonización de los distintos cultos que los romanos emprendieron conforme crecía el imperio. En las paredes aparece la Tríada Capitolina –Júpiter, Minerva y Juno– pero también Anubis, el dios egipcio de los muertos, Isis, o su par helénica, Deméter, protectora de los campos y cultivos.

Foto: La arqueóloga Silvia Fortunati describe a los periodistas los frescos que provienen del 'sacellum', una pequeña capilla votiva, de una casa de dos pisos, o 'Domus', que data de alrededor de 134-138 dC y que fue parcialmente destruida para dar paso a la construcción de Caracalla. Los baños públicos, que abrieron en el año 216 d. C., se exhiben en el parque arqueológico de Caracalla en Roma desde el jueves 23 de junio de 2022. (Foto AP/Domenico Stinellis).

Foto: Detalle de uno de los frescos provenientes del 'sacellum'.

Ver vídeo en este enlace.

Fuente: eldebate.com| 23 de junio de 2022