La evidencia más antigua del canibalismo humano como práctica funeraria

Restos humanos de todo el noroeste de Europa indican que el canibalismo era una práctica funeraria. © Fideicomisarios del Museo de Historia Natural de Londres.

Los restos de huesos humanos con cortes, roturas y marcas de masticación humana encontrados en el norte de Europa muestran que algunos grupos humanos que vivieron hace unos 15.000 años se comían a sus muertos no por necesidad, sino como parte de su cultura.

Si bien en la actualidad la mayoría de las personas entierran o incineran a sus muertos, algunos de nuestros antepasados ​​hacían las cosas de manera un poco diferente.

La cueva de Gough es un sitio paleolítico muy conocido en el sureste de Inglaterra. Ubicada en Cheddar Gorge, dicha cueva es quizás mejor conocida por el descubrimiento de cráneos humanos de 15.000 años de antigüedad de los que se cree fueron utilizados como cuencos o recipientes, así como huesos que habían sido roídos por otros humanos.

Pero, ¿las personas que vivían en la cueva de Gough eran un caso atípico espantoso, o en realidad formaban parte de una cultura caníbal más amplia del norte de Europa? Un nuevo artículo sugiere ahora que no estaban solos. Los restos humanos que datan del mismo período en todo el norte y oeste de Europa y que se atribuyen a la misma cultura, conocida como Magdaleniense, también muestran evidencias de que fueron canibalizados. Esto sugiere que comer a los muertos era un comportamiento compartido durante el Paleolítico superior tardío.

La Dra. Silvia Bello (izquierda) es una experta en la evolución del comportamiento humano que trabaja en el Museo de Historia Natural de Londres y ha formado parte de este último estudio publicado en Quaternary Science Reviews.

"En lugar de enterrar a sus muertos, la gente se los comía", explica Silvia. "Interpretamos la evidencia de que el canibalismo se practicó en múltiples ocasiones en el noroeste de Europa durante un corto período de tiempo, ya que esta práctica era parte de un comportamiento funerario difuso entre los grupos magdalenienses. Eso, en sí mismo, es interesante, porque es la evidencia más antigua de canibalismo como práctica funeraria".

"Este comportamiento caníbal era aparentemente bastante común entre los individuos que magdalenienses del noroeste de Europa, pero no duró mucho. Hubo un cambio que supuso enterrar a los muertos, un comportamiento que se observa ampliamente en todo el sur de Europa central y se atribuye a una segunda cultura distinta, conocida como Epigravetiense".

Esto plantea entonces la cuestión de si la eventual y relativa ubicuidad de la cultura funeraria hacia el final del Paleolítico fue el resultado de que el pueblo magdaleniense adoptara el entierro primario como comportamiento funerario, o si su población fue reemplazada.

A un cráneo humano de la cueva de Gough se le dio deliberadamente forma de cuenco después de quitar todo se interior. © Fideicomisarios del Museo de Historia Natural de Londres

El canibalismo como comportamiento funerario

Durante el Paleolítico superior tardío, hace entre 23.000 y 14.000 años, hubo dos culturas dominantes en Europa occidental, que se distinguían en gran medida por las herramientas de piedra y hueso que elaboraban.

La cultura epigravetiense se encontraba principalmente en el sur y el este de Europa, y enterraba a sus muertos con ajuar funerario de una manera que quizás consideraríamos más habitual según los estándares modernos. La cultura magdaleniense del noroeste de Europa, sin embargo, hacía las cosas de manera diferente. Procesaban los cuerpos de sus muertos, quitaban la carne del cadáver, la comían y, en algunos casos, modificaban los huesos restantes para crear nuevos objetos.

Una de las preguntas principales fue si este canibalismo fue impulsado por la necesidad, cuando tal vez la comida escaseaba o el invierno era largo y, por lo tanto, las personas responsables estaban en modo de supervivencia, o si se trataba de un comportamiento cultural.

Las evidencias de la cueva de Gough sugieren que comer los cuerpos allí tenía una forma más ritual. Esto se debe a que existen amplias evidencias de que los responsables cazaban y comían muchos otros animales, como ciervos y caballos, mientras que la cuidadosa preparación de algunos de los restos humanos, como elaborar un cráneo como un cuenco o recipiente, así como un hueso grabado, muestran que algunos de ellos estaban practicando el canibalismo.

Algunos de los huesos humanos encontrados en la cueva de Gough muestran evidencias de haber sido trabajados, lo que implica que el canibalismo tenía una función ritual. © Fideicomisarios del Museo de Historia Natural de Londres.

El Dr. William Marsh es un investigador del Museo de Historia Natural que ha estado estudiando los restos humanos encontrados en la cueva de Gough para su doctorado.

«Para contextualizar mejor la cueva de Gough, revisé todos los yacimientos arqueológicos atribuidos a las cultura del Paleolítico superior, esto es, la Magdaleniense y la Epigravetiense», explica William. Él pudo encontrar 59 yacimientos en toda Europa de esta época que tenían restos humanos, de los cuales 13 mostraban evidencia de canibalismo, 10 de práctica de enterramientos, y dos que mostraban evidencia combinada de entierro y canibalismo. De lo que se dio cuenta fue que la práctica de comerse a los muertos estaba bastante localizada y se encontraba en sitios de Europa occidental y central y hasta en el Reino Unido.

"El hecho de que encontremos que el canibalismo se practicaba en múltiples ocasiones durante un corto período de tiempo, en un área bastante localizada y únicamente por individuos atribuidos a la cultura magdaleniense, significa que creemos que este comportamiento fue realizado ampliamente por los magdalenienses, y, por lo tanto, era un comportamiento funerario en sí mismo", dice William.

En este contexto, comer a los muertos puede verse como algo diferente en la práctica, quizás sin significado, de las cremaciones, los entierros o la momificación.

La investigación encontró que la evidencia de canibalismo humano estaba bastante localizada en todo el noroeste de Europa durante el Paleolítico superior. ©William Marsh.

Cambiando las prácticas funerarias

A partir de esto, William y Silvia pudieron comprobar si se había realizado algún análisis genético en los restos humanos hallado en estos yacimientos. Esto permitiría a los investigadores ver si existía algún vínculo entre quienes practicaban, según qué comportamientos funerarios.

Sorprendentemente, las evidencias genética parecen sugerir que los dos grupos que practicaban comportamientos funerarios diferentes eran poblaciones genéticamente distintas. Todos los yacimientos en los que se han encontrado evidencias de canibalismo muestran que las personas formaban parte de un grupo genético conocido como 'GoyetQ2', que habitó en lo que hoy es Bélgica, mientras que todos los entierros más comunes eran de personas que pertenecían al grupo genético 'Villabruna' que vivió en la actual Italia.

Si bien ambos grupos vivían en Europa al mismo tiempo, los individuos que mostraban ascendencia GoyetQ2 están asociados con la región que abarca la frontera franco-española, mientras que la ascendencia Villabruna la portaban individuos que habitaban la región italo-balcánica. Esto implica que cuando la práctica de comerse a los muertos terminó y los entierros más convencionales se convirtieron en algo común en el noroeste de Europa, no fue debido a la difusión de ideas, sino más bien por el pueblo epigravetiense que reemplazó al magdaleniense.

"En esta época, durante el período terminal del Paleolítico, se observa un cambio tanto en la ascendencia genética como en el comportamiento funerario", explica William. "La ascendencia y el comportamiento funerario asociados al Magdaleniense son reemplazados por la ascendencia y el comportamiento funerario asociados al Epigravetiense, lo que indica un reemplazo de la población a medida que los grupos epigravetianos migraron al noroeste de Europa".

"Creemos que, en lugar de ser un ejemplo de difusión transcultural, el cambio en el comportamiento funerario identificado es un ejemplo de difusión démica en el que esencialmente una población entra y reemplaza a otra población distinta".

Curiosamente, esto refleja cómo los investigadores creen que la agricultura llegó al Reino Unido unos 6.000 años después.

Aún quedan dudas sobre las prácticas funerarias de estos antiguos humanos. Por ejemplo, William y sus colegas ahora están tratando de descubrir si estos humanos canibalizados estaban relacionados entre sí o si estaban comiendo a personas ajenas a sus grupos inmediatos.

Los primeros europeos lucharon contra las hienas prehistóricas por la carroña

Homínidos enfrentándose a una hiena en competencia directa por una carroña. /Jesús Rodríguez.

Ana Mateos Cachorro y Jesús Rodríguez Méndez, científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), han publicado en la revista Scientific Reports un artículo en el que demuestran que la carroña de grandes herbívoros era un recurso abundante en la península ibérica hace 1,2 millones de años, y que los homínidos podían competir ventajosamente con las hienas.

Los homínidos llegaron a la península ibérica hace 1,4 millones de años, pero no hay muchas evidencias sobre cómo se adaptaron a los ecosistemas europeos y cuál era su forma de vida. Una de las cuestiones más debatidas se refiere a la forma en que obtenían su alimento. Se acepta ampliamente que esos primeros homínidos consumían carne de grandes mamíferos, pero no existe consenso sobre si la obtenían a través de la caza o del carroñeo de los cadáveres abandonados por los grandes predadores.

Algunos autores han propuesto que los tigres de dientes de sable que habitaban entonces Europa dejaban los cadáveres de sus presas a medio consumir, con abundantes porciones de carne y grasa que podían ser aprovechadas por los homínidos. Sin embargo, hasta ahora nadie había cuantificado ese contenido. Otros científicos alegan que la presencia en esos mismos ecosistemas de un formidable competidor por la carroña, como la hiena gigante, impediría a los homínidos aprovechar este abundante recurso.

Modelo computacional

En el artículo publicado se hace una estimación cuantitativa de la frecuencia con la que los grandes carnívoros abandonaban carcasas de animales a medio consumir y de la cantidad de nutrientes que aún contenían. Esos datos se han incorporado a un modelo computacional que permite realizar distintos experimentos que simulan el comportamiento de hienas y homínidos compitiendo por la carroña en un entorno virtual.

“Podemos simular la competencia entre hienas gigantes y homínidos en diferentes escenarios ecológicos variando algunos parámetros del comportamiento para ver qué efecto tienen sobre la viabilidad de la estrategia de obtención de alimento”, explica Jesús Rodríguez (izquierda).

Los resultados de los experimentos apoyan la idea de que los tigres de dientes de sable generaban abundantes recursos para los carroñeros y que los homínidos podían sacar provecho de esos recursos bajo diferentes condiciones ecológicas.

El tamaño del grupo es un factor fundamental para que los homínidos tengan éxito en la competencia con las hienas, pero su influencia es más compleja de lo que cabía esperar. “Las simulaciones demuestran que los homínidos deben actuar en grupo, pero además evidencian que debe existir un tamaño de grupo óptimo, aunque no podemos conocerlo con precisión. Cuando se excede ese tamaño de grupo, el carroñeo se vuelve una estrategia menos eficaz”, destaca Ana Mateos.

En este artículo han participado además del CENIEH, científicos del German Research Center for Artificial Intelligence (DFKI), de la Universidad de Trier (Cognitive Social Simulation Lab) (y del Senckenberg Research Institute de Frankfurt, en Alemanía, así como de la Universidad Autónoma de Madrid, en el marco del Proyecto TROPHIc (PID2019-105101GB-I00, MCIN/AEI/ 10.13039/501100011033).

Fuente: cenieh.es | 28 de septiembre de 2023

El Museo Arqueológico Nacional inaugura la exposición ‘Túnez en sepia. Fotografías de la colección del Museo Arqueológico Nacional’


El Museo Arqueológico Nacional (MAN)
, museo de titularidad estatal dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, presenta el próximo lunes la exposición temporal ‘Túnez en Sepia. Fotografías de la colección del Museo Arqueológico Nacional’, una muestra de producción propia que dará a conocer por primera vez los fondos fotográficos del museo.

El Museo Arqueológico Nacional presenta una exposición temporal de producción propia, con más de un centenar de fotografías, en diálogo con piezas de su colección, que arroja luz sobre la historia y la arqueología de Túnez en la segunda mitad del siglo XIX. Este proyecto pone en valor el trabajo de documentación de la extraordinaria colección del Museo y ofrece al público visitante una visión distinta del patrimonio desde la fotografía histórica. La exposición se acompaña de un programa de actividades complementario.

El Museo conserva una importante colección de fotografía antigua entre la que se encuentra el excepcional conjunto de imágenes tomadas en Túnez en la segunda mitad del siglo XIX, un retrato de la arqueología, arquitectura y paisajes del país que se presenta al público en una ocasión única. Este conjunto de casi medio millar de copias posee un gran valor documental, histórico, arqueológico y etnográfico ya que abre una ventana al patrimonio histórico y monumental tunecino, a la vez que permite acercarse al país desde un punto de vista más social y cotidiano, al captarse escenas de mercado, vistas de los zocos en torno a mezquitas, etc. Igualmente, son un importante testimonio para la historia de la fotografía europea decimonónica, tanto por la técnica empleada y los fotógrafos que las realizaron, como por los lugares fotografiados.

Las fotografías se exhibieron en nuestro país por primera vez en la Exposición Histórico-Europea de Madrid de 1892-1893, con la que se inauguró el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales de Madrid, sede del Museo Arqueológico Nacional en la actualidad. La colección fue enviada por el Bey de Túnez, Ali III ibn al-Husayn (1817-1902) para dicha exposición quien posteriormente la donaría, pasando así a los fondos del museo.

Fachada. Templo romano conocido como Capitolio. Thugga (Dougga). J. Garrigues (atribuido). Ca. 1880. MAN

En la exposición temporal Túnez en sepia el visitante podrá descubrir una selección de más de un centenar de fotografías que le transportarán al país norteafricano, recorriendo así algunos de sus monumentos más representativos, como el anfiteatro de El Djem, junto a otros menos conocidos, pero muy representativos, como algunos mausoleos númidas y romanos.

Además, y para contextualizar la muestra, las fotografías se exhibirán acompañadas de un conjunto de fondos museográficos, documentales y bibliográficos conservados en el Museo Arqueológico Nacional. Algunas de estas piezas proceden de Túnez, mientras que otras fueron halladas en España pero se relacionan cultural, histórica y cronológicamente.

‘Túnez en Sepia. Fotografías de la colección del Museo Arqueológico Nacional’ podrá visitarse en el MAN desde el 10 de octubre hasta el próximo 14 de enero de 2024. Un programa de visitas guiadas gratuitas y una serie de conferencias a cargo de especialistas acompañarán la muestra, además de contar con varias actividades gracias a la generosa colaboración de la Embajada de Túnez en España. Igualmente, se han organizado actividades con el Museo del Romanticismo y Casa Árabe de Madrid. Asimismo se dispondrá de un catálogo, que podrá ser adquirido en la tienda del museo.

Lugar: Museo Arqueológico Nacional

Sala de exposiciones temporales (Planta -1)

Calle Serrano, 13

Madrid

Lo Oculto en el Arte


¿Qué es lo oculto en el arte?
Las denominadas “ciencias ocultas” o conocimientos misteriosos han estado siempre ahí, en muchas obras de arte a lo largo de la Historia.

El pasado mes de julio se celebró un curso de verano de la UNED que desde la exposición “Lo oculto en las colecciones Thyssen Bornemisza” se atrevió a cruzar al otro lado del espejo para viajar al lado más esotérico del arte contemporáneo.

Lo oculto en las colecciones Thyssen-Bornemisza
Exposición temporal
Del 1 de julio al 8 de octubre de 2023
Con la colaboración de la Comunidad de Madrid
https://www.museothyssen.org/exposiciones/oculto-colecciones-thyssen-bornemisza

Arqueólogos españoles del CSIC descubren una espléndida estatua de mármol de hace más de 2.000 años en Tusculum, cerca de Roma

Estatua de hace más de 2.000 años hallada en el yacimiento Tusculum (Roma). Foto CSIC.

Arqueólogos españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han presentado un hallazgo «excepcional» en una excavación de la antigua ciudad de Tusculum, junto a Roma: el equipo de españoles ha mostrado una estatua de mármol encontrada durante la última campaña de excavación en esta antigua ciudada romana. La sitúan cronológicamente entre mediados del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C.

La escultura femenina hallada en Tusculum (Roma) está hecha en mármol de gran calidad y se encuentra en excelente estado de conservación. Probablemente, pertenecía a la decoración arquitectónica más occidental de la zona de las llamadas Termas Adrianeas, asegura el equipo del CSIC. La escultura se ha presentado en el Museo Tuscolano Scuderie Aldobrandini de Frascati (Italia).

La estatua femenina de mármol es de las llamadas de bulto redondo o exentas y representa una figura humana de mujer de tamaño natural. No conserva la cabeza ni parte de los brazos. «Se trata de un descubrimiento excepcional», asegura el CSIC.

«En el momento del hallazgo sólo era visible una parte de la espalda de la estatua y yacía sobre una fina capa de estuco pintado, por lo que formaría parte del programa ornamental de las termas», indica Antonio Pizzo (izquierda), director de la Escuela Española de Historia y Arqueología (EEHAR-CSIC).

Es el centro que lleva a cabo las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Tusculum junto a la Comunità Montana dei Castelli Romani e Prenestini, organismo propietario y gestor del yacimiento, y a la Soprintendenza Archeologia Belle Arti e Paesaggio per l’Area Metropolitana di Roma e la Provincia di Rieti.

La estatua de la mujer en mármol descubierta en Tusculum (Roma), de la que, evidentemente, se desconoce la autoría, presenta una factura excepcional:

  • El velo tallado sobre los pechos y el resto de la figura femenina.
  • Una piel de cervatillo en el tórax y sobre un hombro, que permite encuadrarla en un contexto dionisíaco.
  • Los pliegos de la tela sobre las piernas.

Pizzo apunta en la nota que ha difundido el CSIC que «algunos elementos característicos, como la piel de cervatillo que cubre sus hombros, permiten plantear la hipótesis de que se trata de una figura reconducible a un contexto dionisíaco, encuadrada cronológicamente entre mediados del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C.».

La figura femenina podría representar a una musa, una bacante o incluso una ninfa, según asegura la agencia italiana Ansa, que destaca de ella:

  • La finura de la confección del vestido y de los senos que brillan a través de la tela mojada.
  • Los drapeados de las telas.
  • La exquisita abotonadura bajo el quitón.
  • La confección de la nébrida, que es la piel de cervatillo que vestían los seguidores del culto dionisíaco.

Foto: Momento del hallazgo de la estatua y su extracción.

Otros hallazgos españoles en Tusculum

Durante la XXVI campaña de excavación, iniciada en octubre de 2022 y concluida a principios de julio de 2023 en el Parque Arqueológico Cultural del Tusculum, en una zona cercana al foro, se han descubierto los restos monumentales de un conjunto termal de época adrianea (siglo II d.C.) sobre el que, en los siglos centrales de la Edad Media, se construyó una iglesia dotada de una zona de enterramientos circundante.

Las excavaciones han sacado a la luz nuevos ambientes propios de las termas, entre ellos una serie de salas climatizadas conectadas con el praefurnium y otros ambientes de servicio.

Parque arqueológico de Tusculum.

Además, la investigación ha permitido comprender mejor la estructura interna de la iglesia medieval, de la que se ha encontrado parte del pavimento original de opus cosmatesco, así como numerosos enterramientos tanto externos como internos al edificio, en particular a lo largo de la nave occidental de la que procede la estatua.

La campaña se ha desarrollado en el marco del proyecto Tuscolo Eterna Bellezz@, ampliando un área precedentemente excavada en la que se habían documentado una letrina, una sala absidal, el tepidarium del que aún se conservan los restos de las pilae para la suspensura sobre los pavimentos de mosaico y una gran sala con pavimento de losas de mármol (opus sectile).

Parque arqueológico de Tusculum.

La ciudad de Tusculum, que según la tradición fue fundada por Telégono, hijo de Ulises y Circe la hechicera, fue arrasada durante las guerras emprendidas por Roma contra los centros urbanos rivales de su periferia. Sin embargo, «su memoria y su fama en época romana se mantuvieron vivas, suscitando el interés de humanistas, ilustrados y eruditos por identificar los restos del antiguo municipium», señalan en la web de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Esta institución lleva investigando desde 1994 esta importante ciudad del Latium Vetus, que dominaba las vías Latina y Labicana.

Fuentes: okdiario.com | abc.es | 30 de septiembre de 2023

Un equipo de arqueólogos e investigadores creen que han encontrado la Atlántida de Platón en Chipiona (Cádiz)

Un equipo de buceadores e investigadores ha encontrado en las profundidades del mar del golfo de Cádiz un descubrimiento que dispara la imaginación y que podría resolver un enigma que dura miles de años. Se trata de grandes estructuras circulares concéntricas que parecen murallas artificiales y que, según dicen, guardan similitudes con las descripciones que hizo Platón de la misteriosa Atlántida.

Los buceadores y los técnicos que han realizado un escaneo de la zona, han informado hoy en rueda de prensa en Chipiona (Cádiz) de estos hallazgos, junto con el estadounidense Michael Donnellan (izquierda) que ha dirigido una serie documental sobre esta investigación llamada "Atlántica" y que será presentada el próximo 8 de octubre en el South International Series Festivalque se celebra en Cádiz, según informa EFE.

En la rueda de prensa, la historiadora y arqueóloga Mercedes de Caso Bernal (derecha) ha indicado que el equipo no iba a revelar la ubicación de estos hallazgos. "Hemos dado la notificación a la administraciones correspondientes y son ellas las responsables de mantenerlas y de protegerlas".

Los buzos Boris Martínez Abad y Antonio Fernández Olivero han explicado que hace diez años, volviendo de una de sus exploraciones bajo el agua, "detectaron con el sonar que unas anomalías en la zona. Íbamos con los tanques de oxígeno vacíos, así que marcamos la zona y lo dejamos para otras exploraciones".

En las siguientes inmersiones, en una zona sin apenas visibilidad, creyeron detectar formas similares a murallas, construidas con piedras con ángulos rectos, algo que era "bastante especial". Contactaron con los topógrafos e hidrógrafos Sergio Aleu Ruiz y Alejandro Aleu Ruiz, que con tecnología realizaron batimetrías en dicha zona con las que detectaron unas estructuras que salen del fondo, con una altura de cinco metros y algunas de 450 metros de largo. "Les estamos hablando de muros, pero pueden ser formaciones rocosas, naturales, artificiales... no sabemos", explican. Sólo aseguran que no han visto otras iguales en la zona aludida.

Los buzos han hallado unas grandes estructuras circulares concéntricas que parecen murallas artificiales.

El biólogo marino, Luis Silva (izquierda), también ha explicado que en las inmersiones les ha sorprendido "ver piedras cuadradas, triangulares, con esas formas tan poco naturales, porque el ángulo recto en la naturaleza no es muy común". La arqueóloga ha indicado que lo que hay son "los primeros datos de una investigación que debe continuar con numerosas tecnologías", entre otras para comprobar si esos supuestos muros formarían parte de la península o serían una isla independiente, como la que Platón refirió en sus textos sobre una mítica civilización, un paraíso perdido que para muchos estudiosos no es más que una leyenda.

"No sabemos lo que hemos hallado ni cómo se llama lo que hemos descubierto. Es lo único que podemos decir", ha comentado en la rueda Mercedes de Caso Bernal "con máxima cautela". Michael Donnellan, también arqueólogo, se ha mostrado sin embargo "convencido de estar al borde de un acontecimiento monumental". Asegura que, tras siete años de investigaciones, "las estructuras localizadas coinciden perfectamente con los escritos de Platón", en los que mencionó un imperio de hace 11.000 años, que "estaría formado por una seria de ciudades frente al mar" y con una capital en una isla a artificial" rodeada de muros circulares concéntricos y en las que vivían unas 20.000 personas.

Rueda de prensa de presentación de los hallazgos y los pormenores de la investigación de los hallazgos arqueológicos.

Ha asegurado que en sus investigaciones, que ha realizado "respetando las leyes", han encontrado "similitudes exactas". "No podemos decir que lo es, simplemente estamos diciendo que es muy curioso y que estamos en el proceso de continuar las investigaciones".

Fuentes: larazon.es | republica.com | 29 de septiembre de 2023

¿Los primeros habitantes de la Mancha? Hallan fósiles con más de 300.000 años en Ciudad Real

Los investigadores trabajando en el yacimiento de Ruidera-Los Villares.

El grupo de investigación "Primeros Pobladores del Alto Guadiana" ha descubierto en una pequeña carretera en la urbanización "Los Villares", en la localidad de Ruidera (Ciudad Real), más de mil fósiles del Pleistoceno con una antigüedad mínima estimada de 300.000 años.

Ruidera-Los Villares se trata, según ha informado la Universidad Complutense en una nota de prensa, de un "yacimiento muy prometedor que podría ayudar a llenar el vacío de conocimiento sobre la prehistoria y la evolución humana en la zona".

A lo largo de dos semanas del pasado verano, gracias a una campaña de micromecenazgo y el patrocinio de varias entidades privadas, un grupo interdisciplinar de paleoantropólogos, paleontólogos, arqueólogos, antropólogos, geólogos y biólogos realizó la primera excavación sistemática de este yacimiento bajo la dirección de los doctores Daniel García-Martínez (Universidad Complutense de Madrid y CENIEH), Sara Díaz (Universidad Autónoma de Madrid), Carlos A. Palancar (MNCN-CSIC) y Francesc Gascó-Lluna (Universidad Isabel I).

Equipo de excavación de la primera campaña del yacimiento de Ruidera-Los Villares, junto al muro que separa el yacimiento y mostrando los carteles de los patrocinadores. Créditos: Dr. Francesc Gascó Lluna.

"Se han recuperado más de 900 fósiles de fauna del Pleistoceno y algún hueso fósil que podría pertenecer a los esquivos humanos del Pleistoceno Medio", ha explicado Daniel García Martínez, paleoantropólogo del proyecto y profesor de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense.

"También se han hallado piezas de industria lítica que podrían arrojar luz sobre quiénes eran los homínidos que tallaban esas industrias y qué tipos de industria lítica se tallaban en esas cronologías", ha añadido Sara Díaz, codirectora y arqueóloga por la UAM.

Parte de los fósiles de fauna obtenidos en esta primera campaña de excavación, concretamente falanges de herbívoros. Créditos: Darío Fidalgo Casares.

Carlos A. Palancar, paleoantropólogo del MNCN-CSIC y codirector del proyecto, ha avanzado también que "en los próximos meses el equipo de investigación seguirá trabajando en la limpieza e identificación de los restos hallados. También se realizarán dataciones y analíticas destinadas a afinar mucho más toda la información acerca de estas faunas, su antiguo ecosistema y precisar su datación".

Los investigadores esperan que los hallazgos de esta primera campaña de excavación tras los pasos de los primeros pobladores de la Mancha ayuden a conseguir un proyecto de investigación de patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Fuente: elespanol.com | 29 de septiembre de 2023