El clima jugó un papel crucial en la migración humana desde África según un estudio

El 'Homo erectus', al que pertenece este cráneo, fue la primera especie de homínido que abandonó África, hace unos 2,1 millones de años. Una nueva investigación muestra que cuando el 'Homo erectus' emigró de África, el clima era más húmedo y con más vegetación en la parte noreste del continente africano que en la actualidad. Los ciclos climáticos coincidieron para crear un corredor verde que nuestros primeros antepasados ​​probablemente aprovecharon en su migración. Foto: Mizmareck / Flickr.

Hace unos 6 millones de años, en los profundos bosques del este de África, sucedió algo espectacular. Los chimpancés, nuestro pariente más cercano en el reino animal, evolucionaron en una determinada dirección, mientras que nuestros primeros ancestros continuaron en otra.

Durante los siguientes millones de años, las diferencias entre los primeros humanos y los chimpancés se hicieron cada vez mayores. Nuestros antepasados bajaron de los árboles y comenzaron a caminar erguidos sobre dos piernas y, de este modo, pudieron liberar sus manos para manipular herramientas.

Este fue el comienzo de un desarrollo que terminó con la conquista de la mayor parte del mundo por parte de los humanos. Así, hace unos 2,1 millones de años, homínidos como el Homo erectus emigraron de África. En su viaje atravesaron el noreste de África y Oriente Medio (zonas hoy cubiertas principalmente por desiertos) y luego Europa y Asia.

Durante mucho tiempo, los investigadores han especulado sobre cómo el Homo erectus pudo atravesar desiertos secos y despiadados, donde no había comida, agua y sombra.

Una nueva investigación de la Universidad de Aarhus, publicada en Nature, sugiere ahora que es posible que el Homo erectus no habría caminado por desierto alguno cuando salió de África, explica Rachel Lupien (izquierda), una de las investigadoras que está detrás de los nuevos resultados.

"Sabemos que hay períodos recurrentes en los que cambia el clima del Sahara. Llamamos a este fenómeno 'Sahara Verde' o 'Períodos Húmedos Africanos'. Durante un período verde, el desierto se reduce significativamente y se transforma en un paisaje que se asemeja a las sabanas que conocemos hoy en el este de África", dice Lupien

"Nuestros resultados muestran que el Sahara, precisamente en el período en el que emigró el primer 'Homo erectus', era más verde que en cualquier otro momento del período de 4,5 millones de años que estudiamos. Por lo tanto, lo más probable es que pudieran caminar a través de un corredor verde al salir fuera de África".

La especie que conquistó el mundo

Los primeros humanos de la especie Homo erectus aparecieron hace más de dos millones de años en el este de África. Fue el primer homínido que aprendió a cincelar hachas en piedra que probablemente usaron como armas para capturar presas y cortar la carne y huesos. Quizá también fueron los primeros en aprender a controlar el fuego.

El Homo erectus era ligeramente más bajo que los humanos modernos, pero más musculoso. Tenían caderas más anchas y un cráneo alargado. Además, ostentaban un cerebro mucho más pequeño, aproximadamente la mitad de tamaño que el nuestro.

Durante más de 1,5 millones de años, el Homo erectus vivió y se extendió por gran parte del mundo. Desde África hasta Europa, pasando por Asia y cruzando el estrecho de Malaca hasta varias islas de Indonesia. Esto convierte al Homo erectus en la especie humana más longeva, dado que nuestra especie, el Homo sapiens, evolucionó hace unos 300.000 años.

El fondo marino revela el clima del pasado

El Sahara, tal como lo conocemos hoy, se encuentra en uno de sus períodos secos. La duración de dicho período varía, pero aproximadamente cada 20.000 años ha pasado por un ciclo completo con un intervalo tanto lluvioso como seco. Estos períodos lluviosos son los que Rachel Lupien denomina “períodos húmedos africanos”.

"El grado de humedad de los períodos verdes húmedos varía. De hecho, hay otros dos ciclos que también entran en juego. Uno dura 100.000 años y el otro 400.000 años. Así, a lo largo de 100.000 años, los períodos húmedos variarán y se volverán más húmedos o más secos de lo habitual. Lo mismo ocurre en intervalos de 400.000 años", afirma Rachel Lupien.

"Ahora bien, ¿Cómo podemos saber realmente cómo era el clima en África hace varios cientos de miles de años? El fondo marino nos lo puede decir y, de hecho, ya sabemos mucho sobre el clima del pasado precisamente por esta razón", explica.

"Mediante muestras de núcleos del suelo marino del Mediterráneo podemos ver cómo era el clima hace millones de años. En el fondo marino se forman capas de sedimentos, y las pequeñas moléculas de estas capas pueden decirnos bastante sobre cómo era el clima en el pasado".

El punto negro en el mar Mediterráneo muestra dónde se recogió un núcleo de sedimento. Este lugar recibe material terrestre proveniente del noreste de África, el cual fue afectado por los denominados 'períodos húmedos africanos' que cambian el paisaje y la vegetación. Ilustración: Comunicaciones de la naturaleza Tierra y medio ambiente.

La ayuda de sustancias que hacen brillar a las hojas

Con el tiempo, se van formando nuevas capas en el fondo marino con material que sopla desde el norte de África hacia el mar, donde desciende lentamente. El fondo marino enterrado actúa así como una especie de cuaderno de bitácora que puede decirnos cómo era el clima en el pasado.

"En las capas hay un conjunto de biomarcadores que almacenan información sobre el clima del pasado. Uno de estos marcadores es una serie de moléculas que las plantas utilizan para proteger sus hojas. También se les llama cera de hojas", explica Rachel Lupien.

"La cera da a las hojas de los árboles, arbustos y pastos la capa que les da brillo. Cuando las plantas mueren, la mayoría de sus partes se descomponen con bastante rapidez, mientras que las moléculas de cera pueden sobrevivir durante mucho más tiempo. Por eso a menudo encontramos este tipo de moléculas en sedimentos que tienen millones de años".

"Es la composición química de las moléculas de cera la que puede decir algo sobre cómo era el clima cuando se formó dicha capa. Por ejemplo, las moléculas de hidrógeno en la cera pueden decir algo sobre cuánta precipitación hubo", continúa.

"Además, el agua contiene hidrógeno, por lo que podemos utilizarlo para seguir el ciclo del agua. El agua de la Tierra contiene tanto hidrógeno regular como hidrógeno pesado (deuterio), y, cuando llueve mucho, las plantas pueden absorber relativamente menos hidrógeno pesado, mientras que cuando está seco absorben más", explica.

El carbono aporta conocimientos importantes

Rachel Lupien y sus colegas pueden ver, por la cantidad de hidrógeno pesado en la cera de las hojas, cuándo llovía mucho o cuándo estaba seco. Sin embargo, el hidrógeno no dice nada sobre qué plantas prosperaron en el clima húmedo.

Sin embargo, los átomos de carbono de la cera de las hojas sí lo hacen, explica: "A grandes rasgos, existen dos tipos de plantas, las que llamamos C3 y C4. Alrededor del 90 por ciento de todas las plantas son C3. Prosperan en la mayor parte del mundo, excepto en áreas completamente secas o muy calientes. Las plantas C4, por otro lado, están especializadas para sobrevivir en zonas donde rara vez llueve y la temperatura es alta".

Debido a que las plantas C3 y C4 producen cera de hojas con diferentes cantidades de carbono pesado, los investigadores pueden distinguirlas en las muestras analizadas. De esta forma, pueden “leer” qué tipo de planta era más dominante en un momento dado.

"En el momento de la migración del 'Homo erectus' desde África, encontramos más plantas C3 en las muestras que en cualquier otro período húmedo de los últimos 4,5 millones de años. Esto demuestra que el clima más húmedo cambió partes del área de desierto a pastizales y sabanas", dice Lupien.

La planta del papiro es una de las plantas C4 más famosas de África. Crece a lo largo del Nilo y sus fibras fueron utilizadas por los antiguos egipcios para crear rollos de papiro que servían para escribir sobre ellos. Esta fotografía fue tomada en Uganda, por donde pasa un tramo del Nilo. Foto: Colourbox.

Tres tipos de fotosíntesis

En el reino vegetal existen, a grandes rasgos, tres formas diferentes de realizar la fotosíntesis. Como se ha dicho, hay plantas C3 y C4, pero hay una tercera variante denominada plantas CAM.

El 90 por ciento de todas las plantas son plantas C3, el 6 por ciento son plantas CAM y sólo entre el 3 y el 4 por ciento son plantas C4. Sin embargo, no en África, donde los grandes pastizales tienen una proporción mucho mayor de plantas C4.

La diferencia entre las plantas se debe a sus diferentes estrategias de afrontar el hecho de que la humedad en el aire y en el suelo sean limitadas.

Cuando el ambiente se seca demasiado, las plantas C3 cierran los pequeños estomas de las hojas que utilizan para absorber CO2. Con los agujeros cerrados, la planta no puede realizar la fotosíntesis y comienza a quemar sus reservas de carbono, mientras exhala agua y CO2. Si esto continúa por mucho tiempo, la planta muere.

Las plantas C4, por otro lado, son capaces de realizar la fotosíntesis incluso cuando el ambiente está seco. A pesar de que sus estomas están cerrados, continúan convirtiendo el CO2 en energía. Pueden hacerlo con la ayuda de la molécula de cuatro átomos de carbono, que da nombre a este tipo de planta. Las plantas CAM utilizan un tercer método y pueden funcionar en zonas aún más secas.

El trigo, la avena, el arroz y los girasoles son ejemplos de plantas C3. Las plantas C4 conocidas son el maíz, la caña de azúcar y el amaranto, mientras que las plantas suculentas, como los cactus y la piña, son plantas CAM.

África septentrional era más verde hace 2,1 millones de años

"Los períodos verdes en África se producen, al igual que las glaciaciones, en las latitudes septentrionales, debido a pequeñas variaciones en la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Los geólogos llaman a estas variaciones ciclos de Milanković, y son especialmente dos de estas variaciones las que desempeñan un papel importante cuando el Sahara recibe más precipitaciones", explica Lupien.

"La Tierra se tambalea un poco en su órbita alrededor del Sol. Es esta oscilación la que crea fluctuaciones climáticas cada 21.000 años y la que provoca los 'período húmedos africanos'".

"La otra causa de las fluctuaciones es la circularidad de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Durante algunos períodos la órbita es más elíptica y durante otros más redonda. Esto provoca fluctuaciones con aproximadamente 100.000 y 400.000 años de diferencia".

"El Sahara alcanzó su momento más verde hace unos 2,1 millones de años. En este caso, es muy probable que varios de los ciclos hayan coincidido para crear dicho entorno. Esto coincide con el momento en que emigró el Homo erectus. Por lo tanto, lo más probable es que el clima haya facilitado esta migración", concluye.

Fuente: Universidad de Aarhus | 6 de diciembre de 2023

Descubren en el Foro Romano una domus de un rico senador con un mosaico espectacular

Imagen del mosaico rústico hallado en el ambiente principal de la domus, el 'specus aestivus'. Ministerio de Cultura de Italia

La ciudad de Roma sigue ofreciendo vestigios de su pasado más esplendoroso. Un proyecto de investigación en el Parque Arqueológico del Coliseo ha descubierto algunas estancias de una lujosa domus de época tardorrepublicana en un área situada entre el Foro Romano y las laderas del monte Palatino. La vivienda estaba decorada con una serie de excepcionales mosaicos rústicos que se han conservado en muy buen estado, según ha anunciado este martes el Ministerio de Cultura de Italia a través de un comunicado.

La domus o casa, localizada detrás de los horrea, los almacenes en la carretera comercial que unía el puerto fluvial del Tíber y el Foro Romano, está desarrollada en varios pisos (EFE/Ministerio de Cultura de Italia)

La domus o casa se localiza detrás de los Horrea Agrippiana, los almacenes en la carretera comercial que unía el puerto fluvial del Tíber y el Foro Romano y que fueron construidos por el general Marco Vipsanio Agripa, yerno del princeps Augusto. La estructura, de la que ya se han excavado algunas zonas en 2018, está formada por varios pisos, probablemente articulada en terrazas y caracterizada por al menos tres fases constructivas, datadas entre la segunda mitad del siglo II a.C. y finales del siglo I a.C.

Foto: Distribuida alrededor de un atrio y jardín, el ambiente principal de la casa es el 'specus aestivus', una sala para banquetes que imita una cueva.

El mosaico, formado por distintos materiales, presenta una compleja secuencia de escenas figuradas (EFE/EPA/Ministerio de Cultura de Italia).

Distribuida alrededor de un atrio y jardín, el ambiente principal de la casa es el specus aestivus, una sala para banquetes que imita una cueva, utilizada durante la temporada estival y originalmente animada por espectáculos con juegos de agua gracias a un sistema de fístulas de plomo integrado en las paredes decoradas.

Según han destacado los arqueólogos, lo realmente "excepcional" del hallazgo es la posibilidad de documentar "un extraordinario revestimiento parietal en mosaico llamado 'rústico', que, debido a la complejidad de las escenas representadas y a la cronología, no tiene comparación".

La lujosa domus de la época augusta está recubierta de excepcionales mosaicos rústicos (EFE/EPA/Ministerio de Cultura de Italia).

La excavación arqueológica finalizará en los primeros meses de 2024, tras lo cual se intentará abrir al público lo antes posible (EFE/EPA/Ministerio de Cultura de Italia).

La composición, que data de las últimas décadas del siglo II a.C., está formado por conchas de diferentes tipos, azulejos de azul egipcio, vidrios preciosos, escamas diminutas de mármol blanco u otros tipos de piedras, tártaros o fragmentos de travertino esponjoso y presenta una compleja secuencia de escenas figuradas.

En los cuatro grupos, definidos por pilastras (columnas de base cuadrangular adosadas a la pared) y decorados con macetas de las que salen ramas de hojas de loto y de vid, se representan catas de armas con trompetas de tipo celta, proas de barcos con tridente y timones "que aluden, quizás, a un doble triunfo, terrestre y naval, del propietario de la domus", que según los investigadores "podría pertenecer a un personaje aristocrático, presumiblemente de rango senatorial".

El gran bisel superior presenta, además, una fascinante representación de un paisaje con una ciudad en el centro y con vistas a un mar surcado por tres grandes barcos, uno de los cuales tiene las velas levantadas, mientras que en una sala contigua se ha hallado un revestimiento de estuco blanco con paisajes dentro de arquitecturas falsas y figuras.

"Se trata de un importante resultado que recompensa un largo trabajo de estudio en investigación", ha destacado Alfonsina Russo (izquierda), la directora del Parque Arqueológico del Coliseo. Las excavaciones en el sitio se prolongarán hasta principios de 2024 y luego se realizarán trabajos de conservación para hacer visitable este lugar, "uno de los más sugestivos de la Antigua Roma". El hallazgo confirma lo que dicen las fuentes antiguas sobre la presencia de extensas residencias, de representantes de grandes familias senatoriales romanas en el área noroccidental del Palatino, según el comunicado del Ministerio.

Por su parte, Gennaro Sangiuliano (derecha), ministro de Cultura, ha destacado que "el descubrimiento de una nueva domus con un ambiente decorado con un mosaico realmente extraordinario es un logro importante que (...) tiene además un gran valor científico que lo hace aún más relevante".

Fuentes: elespanol.com | lado.mx | 12 de diciembre de 2023

Detectan un gigantesco canal oculto que conecta todas las pirámides egipcias

La explanada de Guiza y las tres famosas pirámides de Keops, Kefrén y Mikerinos.

Arqueólogos espaciales han descubierto un gigantesco canal oculto que conecta todas las pirámides en el lado oeste del Valle del Nilo. Su localización y grandes dimensiones —100 kilómetros de largo— han sido reveladas en un nuevo y fascinante estudio que ha utilizado satélites para analizar el valle con ondas de radar capaces de penetrar su superficie.

Este descubrimiento puede dar respuesta a una de las grandes incógnitas sobre la construcción de las pirámides egipcias: ¿cómo logró esta antigua civilización transportar las decenas de millones de toneladas de material usado en la construcción de estas titánicas estructuras?

Los arqueólogos ya barajaban la hipótesis de la existencia de una rama desaparecida del río que debería haber sido usada para mover los enormes bloques de piedra y la mano de obra necesaria para levantar estos colosales monumentos funerarios. Sin embargo, se desconocía dónde estaban estas teóricas autopistas de agua y no se había probado su existencia. Ahora, un equipo liderado por la Dra. Eman Ghoneim —izquierda, directora del laboratorio de teledetección espacial y profesora en la Universidad de Carolina North Wilmington— acaba de revelar topología y localización exacta en su investigación, presentada en el XIII congreso internacional de egiptología.

La imagen de radar de la izquierda muestra las calzadas y los puertos de las pirámides alineados perfectamente con el canal descubierto. La foto de la derecha la Dra. Eman Ghoneim muestra una calzada en Giza que conducía al paseo junto al río. (Eman Ghoneim)

Tecnología espacial para descubrir el pasado

Este equipo de investigadores ha utilizado tecnología de radar en satélites para desentrañar los secretos de estas antiguas vías fluviales. La rama del Nilo descubierta y localizada es conocida como la Rama Ahramat (la vía de las pirámides, en árabe). Se extiende a lo largo de unos 100 kilómetros, pasando junto a la cadena de pirámides que va desde Fayum en el sur hasta Giza en el norte.

La rama fluvial tiene una clara alineación con las pirámides, lo que indica en apariencia una relación directa con los sitios de construcción de estas estructuras milenarias. Los datos también han mostrado numerosos tributarios enterrados que habrían alimentado este gran canal de transporte en la Antigüedad.

La Dra. Ghoneim declaró a la publicación IFLScience que "este hallazgo es clave para entender la creación y localización de las pirámides: si hay pirámides por todas partes en esta área específica, debió haber en el pasado cuerpos de agua que facilitaran el transporte de rocas y un gran número de trabajadores a estos lugares”.

El descubrimiento no solo arroja luz sobre cómo se pudieron haber transportado los materiales para la construcción de las pirámides, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre la organización y logística de la antigua civilización egipcia.

Ilustración de uno de los puertos de la rama Khufu ya desaparecida. (Alex Boersma/PNAS).

Una técnica vital para la arqueología

La Rama Ahramat está ahora totalmente oculta bajo la arena del desierto y el suelo cultivado del valle. Es imposible verla desde el suelo ni desde un avión, pero sí aparece en las imágenes de radar por satélite. Las ondas de radar usadas en estos sistemas tienen la capacidad de penetrar la superficie terrestre y revelar el terreno subsuperficial.

Es una técnica que ha sido crucial para este y otros descubrimientos arqueológicos recientes. De hecho, se ha convertido en una herramienta fundamental para encontrar estructuras perdidas bajo la arena, el agua y las junglas de todo el planeta.

La Gran Esfinge de Giza no fue creada totalmente por humanos sino que fenómenos naturales también contribuyeron a ello.

Cambio climático

El descubrimiento de la Rama Ahramat del Nilo y otras ramas perdidas como la Rama Khufu no solo resuelve preguntas clave sobre la construcción de las pirámides, revelando un contexto geográfico diferente y crucial para entender la historia y la ingeniería del antiguo Egipto, sino que también tiene una importancia científica más amplia, incluyendo el manido cambio climático.

La nueva evidencia se añade a la que ya teníamos sobre el Período Húmedo Africano, que comenzó hace 14.800 años y terminó hace 5.500 años. Durante este periodo hay evidencia de un aumento en los niveles de agua del Nilo. Este fenómeno climático permitió que la Rama Khufu permaneciera navegable hasta la construcción de la Gran Pirámide de Giza, dedicada al faraón Khufu, hace unos 4.500 años.

La Gran Pirámide de Giza, que originalmente tenía 146,6 metros de altura, estaba formada por 2,3 millones de bloques de piedra hasta alcanzar un total de seis millones de toneladas. Aunque las teorías sobre cómo se colocaron estos bloques son variadas, el papel del Nilo en el transporte de estos materiales es ahora indiscutible. Sin este periodo húmedo, su localización sería otra con casi total seguridad. Gracias a los radares espaciales también sabemos que la Rama Khufu podría haber llegado hasta la Gran Esfinge de Guiza, que ha estado envuelta en la polémica sobre su potencial origen natural aumentado con grandes bloques de ....

Las pirámides vistas desde la estación espacial internacional. (NASA).

Nuevos descubrimientos en el horizonte

La localización de estas antiguas ramas fluviales del Nilo tendrá un efecto en la arqueología futura: siguiendo su camino, pueden ayudar a los arqueólogos a localizar ciudades y templos perdidos del Antiguo Egipto que han sido cubiertos por sedimentos y desaparecido con el paso de los milenios.

Sabemos que la historia de muchos pueblos permanece oculta bajo el subsuelo del planeta e incluso se especula sobre la existencia de civilizaciones que podrían haber... cuyo rastro habría desaparecido por completo por la actividad geológica.

Sin embargo, para otras mucho más recientes, la importancia de la tecnología de sensores espaciales seguirá teniendo un impacto creciente en la arqueología, con el potencial de transformar nuestra comprensión de las civilizaciones antiguas y otras desconocidas que yacen literalmente bajo nuestros pies.

Fuente: elconfidencial.com | 30 de noviembre de 2023

Así es la panadería-prisión de la antigua Pompeya donde esclavos y asnos molían el trigo

Fotografía aérea de la panadería-prisión. Parque Arqueológico de Pompeya.

Pompeya no deja de revelar nuevos episodios de cómo vivían los más desfavorecidos en la Antigua Roma. El último descubrimiento del Parque Arqueológico de Pompeya es una panadería-prisión donde esclavos y asnos trabajaban en condiciones infrahumanas. Se trata de una habitación estrecha en la que la luz apenas entraba a través de pequeñas ventanas con rejas de hierro. No existía ninguna puerta ni acceso al exterior, sino que se accedía a través de una puerta que daba a la parte residencial que estaba decorada con frescos. En uno de esos frescos se veía una masa de pan de forma redonda. En la parte residencial también se localizaron inscripciones de propaganda política en las que se animaba a votar a Aulus Rustius Verus.

La planta residencial y fabril surgió en la Regio IX, ínsula 10, donde se están realizando excavaciones como parte de un proyecto más amplio para asegurar y mantener las fachadas que rodean el área aún sin investigar de la antigua ciudad de Pompeya.

Las ruinas de la panadería-prisión en Pompeya.

Los restos de la panadería son una prueba arqueológica de lo brutal que podía ser la esclavitud en aquella época. En las losas del suelo se pueden observar unas muescas hechas seguramente para evitar que los animales de tiro, que iban con los ojos tapados, resbalaran sobre el pavimento y al mismo tiempo trazaran un camino en forma circular.

Las fuentes iconográficas y escritas de la Antigua Roma dan información sobre cómo funcionaba una muela de características similares a la localizada en Pompeya. Normalmente, el esclavo debía empujar al animal y controlar el proceso de moler, añadiendo grano y retirando la harina. El escritor romano Apuleyo (Madaura, África, c. 125-180) describe en Las Metamorfosis (IX 11-13) como Lucio, el héroe de esta novela escrita en once libros, se transforma accidentalmente en un asno. Miembro de la aristocracia, con esta forma animal, se convierte en testigo y víctima de las miserias de los esclavos que son tratados como bestias de carga por sus propietarios.

Las fuentes escritas

En el libro, Apuleyo describe cómo funcionaban las panaderías: "Había un gran número de bestias de carga, describiendo caminos circulares infinitos, giraban con círculos más o menos anchos. Y no sólo durante el día, sino incluso durante toda la noche, gracias a la rotación sin interrupciones de estos dispositivos”.

La descripción de los hombres y mujeres que trabajaban es terrible: "¡Qué subespecie de hombres había! Con la piel toda azulada por las contusiones, y la espalda llena de heridas, algunos tan sólo llevaban un pequeño pedazo de tela alrededor de las partes privadas, en la frente tenían letras marcadas, la cabeza la llevaban afeitada y los pies encadenados. Eran figuras pálidas, con los párpados oscuros y estropeados por la oscuridad y el ambiente de la panadería. Como los boxeadores que luchan salpicados de polvo, sus figuras estaban cubiertas de forma repugnante del blanco polvo harinoso".

Suelo sobre el que caminaba el animal alrededor de la muela de moler.

Este espacio, donde se encontraron tres víctimas, permite imaginar cómo eran las condiciones de los esclavos. "Es la parte más impactante de la esclavitud, donde no había margen de libertad ni posibilidad de emancipación, las personas eran víctimas de una violencia brutal, impresión que queda plenamente confirmada por el cierre de las pocas ventanas con rejas de hierro“, destaca. en un artículo, el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtiregel. "En otras palabras, un espacio en el que debemos imaginar la presencia de personas de estatus servil cuyo propietario sintió la necesidad de limitar la libertad de sus movimientos.

El entorno recién resurgido, con su testimonio de la dura vida cotidiana, integra la imagen narrada en la exposición "La otra Pompeya: vidas comunes a la sombra del Vesubio" -que se inaugurará el próximo 15 de diciembre en la Palestra Grande de Pompeya- dedicada a esa miríada de individuos a menudo olvidados por las crónicas históricas, como los esclavos, que constituían la mayoría de la población y cuyo trabajo contribuía significativamente a la economía, pero también a la cultura y al tejido social de la civilización romana.

En definitiva son espacios como este los que también nos ayudan a comprender por qué había quienes creían que era necesario cambiar ese mundo y por qué en los mismos años apareció un miembro de un pequeño grupo religioso llamado Paolo, más tarde santificado, que escribió que es mejor que todos sean siervos, 'douloi', que significa esclavos, pero no de un amo terrenal, sino de uno celestial”, añade el director.

Fuentes: es.ara.cat | pompeisites.org | unotv.com | 10 de diciembre de 2023

Una mirada más cercana al dolmen de Menga (Málaga) muestra que fue una de las mayores hazañas de ingeniería del Neolítico

Dolmen de Menga (Málaga).

Un equipo de arqueólogos, geólogos e historiadores afiliados a varias instituciones de España ha comprobado que el dolmen de Menga (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde julio de 2016) representa una de las mayores hazañas de ingeniería del Neolítico. En su estudio, publicado en Scientific Reports, el grupo utilizó nueva tecnología para aprender más sobre la piedra que se utilizó para crear el antiguo cementerio y explorar cómo se habrían utilizado madera y cuerdas en su construcción.

El dolmen de Menga es un antiguo túmulo ubicado cerca de Antequera, Málaga, España. Data de hace aproximadamente 5.700 años y es una de las estructuras megalíticas más grandes conocidas construidas en Europa. Fue edificado en la cima de una colina con piedras de gran tamaño, la mayor de las cuales pesa más de 100 toneladas. En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación examinó más de cerca la composición de las piedras utilizadas para erigr el túmulo, de dónde procedían y cómo fueron transportadas.

Modelo 3D de Menga dibujado con AutoCAD mostrando las biofacies (microfacies) presentes en las piedras. Se ha añadido el cuarto pilar, actualmente desaparecido, y se han eliminado los remates C-2, C-3, C-4 y C-5 para mostrar el interior del monumento (Lozano Rodríguez et al.). (a Pilar P-3 con ejemplos de biofacies (a1a3 observado en una muestra manual). (b) Ortostato O-15 con ejemplos de biofacies (b1b4 observados petrográficamente) y muestra en mano (b5). (c) Ortostato O-8 con ejemplos observados petrográficamente (polares cruzados) (c1, c2). (d) Ortostato O-5 con ejemplos observados a través del microscopio petrográfico (d1, d2). El símbolo en forma de estrella indica el lugar donde se realizó un tramo para el estudio petrográfico. Qtz: Cuarzo (designaciones según Kretz).

Para conocer más sobre la composición de las piedras, el equipo de investigación utilizó técnicas de análisis petrográfico y estratigráfico, que mostraron que las piedras eran en su mayoría calcarenitas, un tipo de roca sedimentaria detrítica procedente del Cerro de la Cruz. En la época moderna se las conoce como piedras blandas sedimentarias debido a su fragilidad (asociadas con paleoambientes de plataformas y cañones submarinos). Según los investigadores, un tipo de roca tan blanda habría sido difícil de transportar sin causar daños, un hallazgo que sugiere un cierto nivel de sofisticación en ingeniería.

Diseño esquemático de Menga mostrando la distribución de facies en las piedras. (a) Sin las piedras angulares. (b) Con las piedras de remate (P: Pilar; C: Piedra de remate; O: Ortostato) (Modificado de Lozano Rodríguez, et al.).

Mover y colocar piedras tan grandes, afirman, habría implicado, pues, una planificación y una ingeniería de gran alcance y participación de mano de obra, particularmente para la piedra angular, que, como su nombre indica, se colocó en la parte superior de la cámara para que sirviera de techo. Los investigadores dicen que pesa aproximadamente 150 toneladas. Señalan que colocar rocas tan grandes habría implicado el uso de andamios y cuerdas, y transportarlas habría requerido caminos nivelados. En general las grandes piedras de Menga fueron llevadas continuamente cuesta abajo, a través de una suave pendiente promedio de 22° durante una distancia de aproximadamente 1 km. La ubicación cercana y las fracturas naturales presentes en las canteras habrían facilitado la extracción y el transporte de las mismas.

De estos resultados se puede inferir que la carpintería asociada al proceso constructivo también debió demandar el uso de grandes cantidades de madera. Teniendo en cuenta la construcción de la rampa y el tamaño, así como el número de piedras grandes (más de 30) y su fragilidad, la construcción del dolmen de Menga representa un logro único del estado de la ingeniería megalítica en la Iberia prehistórica y posiblemente en Europa. La piedra Menga C-5 que sirve de techumbre enfatiza -como se menciona más arriba- la magnitud de este logro, ya que es la piedra blanda de mayor tamaño utilizada en un monumento megalítico compuesto que requirió de un alto nivel de competencia técnica.

(a) Representación artística de las actividades canteras para la extracción de la piedra angular C-5 en la Cantera #2 Cerro de la Cruz. Dibujo: Moisés Bellilty bajo la dirección de José Antonio Lozano Rodríguez y Leonardo García Sanjuán. (b) Aspecto del espesor y forma del remate C-5, el soporte de parte del ortostato O-10 y la estructura tumular. Excavación de la Universidad de Málaga. Ferrer-Marqués, 1984. Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera. (c) Morfología convexa de la parte superior de la piedra angular C-5 y el espesor de la estructura tumular. Excavación de la Universidad de Málaga.

Los autores del estudio concluyen que la ubicación de las canteras y las características geológicas fueron un factor crítico adicional para el emplazamiento del dolmen de Menga. El uso de piedras blandas como las calcarenitas mencionadas permitió a las comunidades del Neolítico tardío trabajar tales piedras gigantes, lo cual muestra un profundo conocimiento de las propiedades geotécnicas y geológicas de las piedras utilizadas, así como de la calidad del terreno elegido como cimentación. Se evitaron margas, arcillas y litologías no consolidadas para el movimiento de las piedras y la colocación del monumento. Se seleccionó cuidadosamente el sustrato, se utilizaron pilares y se evitaron infiltraciones de agua, entre otros apectos, a fin de evitar el deterioro de las piedras blandas y asegurar la estabilidad del dolmen. Para ello se contsruyó el túmulo del modo más impermeable posible al colocar piedras de los bordes de la cámara funeraria de forma entrelazada y así canalizar las filtraciones de agua como medio para prevenir la erosión.

El equipo de investigación también afirma que el cementerio fue construido de tal manera que apuntara en la dirección deseada. Su posición se alinea con las montañas cercanas de una manera que crea complejos patrones de luz dentro de la cámara.

Fuente: phys.org | 5 de diciembre de 2023

Identifican en Villacete (León) un inmenso campamento romano para someter con tres legiones a la ciudad astur de Lancia

Representación de la relación espacial entre el recinto de Villacete, el río Porma, los restos de El Pico la Cuesta y el poblado de Lancia.

Sus dimensiones son extraordinarias: un campamento militar romano de 28 hectáreas, con capacidad para albergar entre dos y tres legiones -entre 13.000 y 18.000 soldados- para conseguir reducir a la ciudad astur de Lancia, la Numancia del noroeste.

Estas cifras dan muestra de la trascendencia del reciente hallazgo en la provincia de León, en la comarca del Esla, muy cerca del pueblo de Villacete (Valdefresno), de este posible asentamiento militar del Imperio Romano, cuyos datos acaban de ser publicados en el artículo 'De las fuentes escritas a las técnicas de teledetección: aportaciones sobre la presencia del ejército romano en la cuenca del Esla (León y Zamora)', disponible en número 41 de la revista Studia Historica. Historia Antigua de la Universidad de Salamanca.

Distribución de los recintos militares mencionados en las dos áreas analizadas. La línea negra discontinua señala los trazados de la caminería romana conocida en esta área (a partir de Moreno Gallo: «Vías») mientras que los círculos amarillos representan poblados con materiales de la Edad del Hierro.

El campamento romano, localizado a partir de diferentes técnicas de teledetección, se cree con firmeza que puede estar vinculado al asedio del próximo yacimiento de El Castro (Villasabariego, León), identificado por diversos autores como la ciudad astur de Lancia en la que los indígenas se refugiaron tras varias derrotas en las guerras astur-cántabras y a la que los romanos sometieron en el año 25 antes de Cristo, según narraron varios autores clásicos, de los que el relato más extenso fue ofrecido por Lucio Anneo Floro.

Sin embargo, aunque el gran tamaño del campamento y su proximidad geográfica con el yacimiento de Lancia son muy sugerentes, los propios autores plantean esta relación entre el cuartel y la conquista de Lancia como una “hipótesis de trabajo pendiente de verificar en el futuro, dado a que el estado actual de la investigación no es concluyente para establecer una relación causal entre ambos”. Lo cual no impide albergar fundadas esperanzas en este sentido por la actual información que desvelan sus características morfotipológicas y situación.

Restos arqueológicos de la antigua ciudad astur y romana de Lancia, en León.

El hallazgo, junto con otros cinco campamentos inéditos, es fruto de investigaciones que se desarrollaron en 2020 y 2021, realizado por los investigadores Andrés Menéndez Blanco (Universidad de Oviedo), Víctor Vicente García (Veterum Arqueólogos) y João Fonte (Universidad de Exeter), arqueólogos y miembros y colaboradores del colectivo de investigación Romanarmy.eu.

La crónica romana indica que el ejército romano tendría tres campamentos próximos al Esla, y gracias a la advertencia de los brigaecinos (un pueblo astur localizado en las inmediaciones de Benavente), las unidades allí situadas frustraron un ataque simultáneo de los indígenas que causó numerosas bajas en los dos bandos. Los astures se refugiaron en Lancia y el ejército se unió para tomarla. Hasta el momento, y a pesar de décadas de excavaciones desarrolladas en Lancia por la Diputación de León, que ahora se completan con un centro de interpretación en lo alto del cerro, no habían podido localizarse evidencias directas de este asedio. El recinto de Villacete se encuentra a sólo dos kilómetros y medio del gran poblado de Lancia, que llegó a ocupar unas 30 hectáreas.

Fotografía aérea del sitio de Castropepe (Zamora) realizada con UAV. La flecha central señala el esquinal oriental. La flecha a la derecha señala el esquinal septentrional, que no se aprecia en la imagen. La flecha a la izquierda señala un tramo visible en la parcela no arada.

Los autores consideran el tamaño del campamento, el cual es desproporcionado comparado con otros localizados en el área, y creen que podría haber albergado en su interior dos o tres legiones. Se encuentra al otro lado del río Porma, empleando una técnica de defensa romana que ya ha sido documentada en asedios como el de Alesia o Numancia.

La propuesta de relación entre este campamento de Villacete y el episodio de asedio, con todo, es “hipotética” y pendiente de más constataciones y evidencias arqueológicas. Con todo, los arqueólogos señalan que “junto con las posibles tomas de los castros de Las Labradas y La Peña del Castro, podrían ser las primeras evidencias materiales de ataques romanos sobre poblados en la cuenca occidental del Duero durante las Guerras Astur-Cántabras”.

Planimetrías y ejemplos de estructuras visibles en diversas colecciones de fotografía aérea: A) perímetro reconocido del recinto de Villacete y algunos ejemplos de tramos visibles en el Vuelo Interministerial de 1973-1986 (A1), PNOA 2011 (A2) y PNOA 2017 (A3); B) perímetro reconocido del recinto de Castropepe y algunos ejemplos de tramos visibles en la Serie B del Vuelo Americano de 1956-1957 (B1), PNOA 2006 (B2) y PNOA 2011 (B3); y ejemplos de estructuras reconocidas de Navafría sobre PNOA 2008 (C), Ambasaguas sobre PNOA 2020 (D) y Molacillos sobre imagen de Google Earth del 20 junio de 2016 (E).

Hasta el momento, la investigación sobre esta área geográfica en el proceso de conquista estaba en vía muerta, pero "los nuevos datos dibujarán un mapa más complejo y diverso de escenarios producidos durante el proceso de conquista romano”, explican desde Romanarmy.eu.

Aunque hay que resaltar también que el campamento se encuentra seriamente dañado, de hecho está en un “estado de conservación crítico”, pues se halla parcialmente ocupado por una urbanización residencial y ha sufrido una intensa actividad agrícola con anterioridad, y también se ha visto atravesado por la autovía recién construida entre León y Valladolid (A-60), cuyas obras ya fueron muy polémicas precisamente por ser poco o nada cuidadosas con los valiosos restos arqueológicos en la zona.

Construcción de la autovía León-Valladolid sobre restos arqueológicos de Lancia en 2017.

Una poblada cuenca del Esla

Los investigadores han localizado, asimismo, otros cinco campamentos de dimensiones mucho menores a lo largo de la cuenca del Esla. En el Valle del Porma se han encontrado cuatro nuevas estructuras militares. Junto con la de Villacete, se han identificado recintos en Navafría (Valdefresno) y dos en el término de Ambasaguas (Santa Colomba de Curueño, más al norte en la provincia leonesa).

Igualmente, en Zamora Oriental se han localizado dos yacimientos próximos a la vía XXVI del Itinerario de Antonino: el campamento de Castropepe (Villanueva de Azoague) y otro en Molacillos. En todos los casos, el estudio del terreno a través de herramientas de análisis geográfico ha determinado su relación con las vías de comunicación y el sistema hidrográfico de la cuenca del Esla.

Fuente: ileon.eldiario.es | 7 de diciembre de 2023

Documentada una vivienda de hace 16.800 años en la cueva de La Garma (Cantabria)

Restos de la cabaña paleolítica | Universidad de Cantabria.

Las investigaciones arqueológicas desarrolladas en la cueva de La Garma han permitido documentar con gran detalle una cabaña que se construyó hace 16.800 años, una de las viviendas paleolíticas mejor conservadas de todo el mundo. Los trabajos han sido posibles gracias al apoyo de la Fundación PALARQ, que otorgó en 2021 su Premio Nacional de Arqueología y Paleontología al proyecto que desarrolla en esta cueva de Cantabria un equipo del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC).

El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, Pablo Arias, y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, Roberto Ontañón, ambos al frente del proyecto de investigación, presentaron ayer los resultados de estos trabajos en el Museo Arqueológico Nacional, acompañados por la directora de la Fundación Palarq, Carolina Bähr Vollenweider; la directora del Museo Arqueológico Nacional, Isabel Izquierdo, y los investigadores del proyecto, Rodrigo Portero y Carlos García-Noriega.

La vivienda es un espacio oval de unos 5 metros cuadrados, delimitado por una alineación de bloques de piedra y estalagmitas que fijaban al suelo una estructura de palos y pieles apoyada contra una cercana cornisa de la pared de la cueva.

Trabajos arqueológicos en el interior de la cueva de La Garma. Universidad de Cantabria.

En el centro de la cabaña había una pequeña hoguera, alrededor de la cual se ha encontrado multitud de vestigios de diversas actividades cotidianas del grupo de cazadores y recolectores magdalenienses que la habitó: fabricación de instrumentos de piedra, asta y hueso, procesado de las piezas de caza, trabajo de las pieles… Se han documentado 4.614 objetos, en su mayor parte huesos de ciervos, caballos y bisontes, pero también 600 piezas de sílex, azagayas, agujas y un protoarpón, así como conchas de moluscos marinos.

Conchas halladas en la cueva. Universidad de Cantabria.

Y no solo se han localizado restos de fauna e instrumentos ligados a la subsistencia; hay también huesos decorados (entre ellos una espectacular falange de uro perforada, con una representación grabada de este mismo animal y de una cara humana; pieza única en el Paleolítico europeo) y varios colgantes que los moradores de la vivienda llevaron como adornos.

Falange de un uro con representación grabada de este mismo animal.

Una reproducción de esta estructura se instalará próximamente en la instalación expositiva del Centro de Arte Rupestre que ha creado el Gobierno de Cantabria en la localidad de Puente Viesgo.

La documentación de este hábitat del Magdaleniense medio ha requerido dos años de trabajo continuo de un equipo interdisciplinar dirigido por el catedrático de la Universidad de Cantabria Pablo Arias y el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) Roberto Ontañón.

Un protoarpón magdaleniense hallado en la cueva.

Con objeto de preservar este excepcional testimonio de la Prehistoria para las futuras generaciones, se ha aplicado una innovadora metodología, basada en la aplicación de técnicas no invasivas, entre las que se puede citar la realización de una gigaortomagen verdadera continua de los suelos, la cartografía 3D a alta resolución del campo magnético, el análisis molecular y genético de suelos y objetos paleolíticos, la determinación de restos de fauna a partir de espectrometría de masas sobre colágeno óseo (ZooMS) o el análisis hiperespectral de imágenes.

El equipo del IIIPC que ha realizado los trabajos está integrado por los arqueólogos Rodrigo Portero Hernández y Carlos García-Noriega Villa, quienes han realizado todo el trabajo de catalogación y determinación de los restos del interior de la cabaña, Jorge Vallejo, Patricia Fernández Sánchez y Alba Ruiz Cabanzón. Se ha contado también con la colaboración de los investigadores François Lévêque (Universidad de La Rochelle), Alexandre Lucquin (Universidad de York), Ron Pinhasi, José Miguel Tejero, Pere Gelabert y Katerina Douka (Universidad de Viena), Jaime Lira (CNRS-Universidad de Toulouse), Esteban Álvarez (Universidad de Salamanca), Christopher Bronk Ramsey (Universidad de Oxford), Débora Zurro y Juan José García-Granero (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), de los técnicos de la empresa Gim Geomatics, Vicente Bayarri y Jesús Herrera, y de la restauradora del MUPAC, Eva María Pereda.

Esqueletos visigodos hallados en la cueva de La Garma la pasada temporada de excavación. Pedro A. Saura.

La Garma es un excepcional conjunto arqueológico, incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en el que, desde su descubrimiento en 1995, se desarrolla un ambicioso proyecto de investigación financiado ininterrumpidamente por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria.

Junto con los excepcionales suelos paleolíticos en los que se localiza la vivienda magdaleniense, incluye un magnífico conjunto de arte rupestre paleolítico, una de las secuencias estratigráficas más completa de Europa, representativa de los últimos 400.000 años de Historia, varios contextos sepulcrales del Calcolítico, la Edad del Bronce y del período visigodo, así como un castro de la Edad del Hierro.

Entrada a la cueva de La Garma. Universidad de Cantabria.

En la actualidad, además de la aportación de la Fundación PALARQ, las investigaciones en La Garma cuentan con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación, a través del Proyecto PrehMIND, un programa sobre el desarrollo del pensamiento simbólico de las poblaciones del Paleolítico dirigido por el profesor Pablo Arias.

Fuente: Universidad de Cantabria | 1 de diciembre de 2023