Las devastadoras plagas de la época romana fueron provocadas por olas de frío, según un estudio

Las antiguas pandemias que mataron a innumerables personas se han relacionado con olas de frío de la época romana. (Crédito de la imagen: MattiaATH a través de Shutterstock).

Las olas de frío pueden haber dado paso a pandemias devastadoras para los antiguos romanos, las cuales mataron a innumerables personas, según una nueva investigación. El nuevo estudio vincula los períodos de variación climática con las grandes pandemias y encontró que las tres más grandes del período romano ocurrieron durante algunas de las olas de frío más abruptas y profundas registradas.

"En este sentido, podría haber una combinación de razones para explicar esta superposición", dice el colíder del estudio Kyle Harper (izquierda), historiador de la civilización romana en la Universidad de Oklahoma y el Instituto Santa Fe.

"Cuando se altera el sistema climático, ello realmente impacta en los patógenos, los ecosistemas y, sobre todo, en las sociedades humanas", relata Harper a Live Science.

"La investigación se centra en un largo núcleo de sedimentos perforado en el Golfo de Tarento, el amplio golfo bajo la "suela" de la "bota" de Italia. Esta área captura sedimentos arrastrados por el río Po y otros ríos que drenan los Apeninos, esencialmente del corazón del Imperio Romano", indica Harper.

Mapa de Italia y el Mar Adriático que indica los principales sistemas fluviales, corrientes de agua superficiales marinas, posiciones centrales y características geográficas importantes. ISW, aguas superficiales del Jónico; ASW, aguas superficiales del Adriático

La otra colíder del estudio Karin Zonneveld (derecha), paleoceanógrafa de la Universidad de Bremen, en Alemania, analizó múltiples pistas dentro de los núcleos de sedimentos para hacer coincidir las capas de los mismos con años específicos. Los datos clave provinieron del vidrio volcánico depositado en los sedimentos, que químicamente podrían atribuirse a erupciones conocidas.

"Varias de estas erupciones son mundialmente famosas, como la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. que destruyó Pompeya", señala Zonneveld en un correo electrónico.

Las pistas revelaron que los sedimentos abarcan desde el 200 a. C. hasta el 600 d. C., comenzando en la República Romana tardía y registrándose hasta los últimos días del Imperio Romano. "Se obtiene toda la amplitud de lo que consideramos la historia romana antigua, empezando por la posterior República", afirma Harper.

Para reconstruir la temperatura y las precipitaciones, el equipo recurrió a pequeños organismos llamados dinoflagelados conservados en los sedimentos. El ciclo de vida de estos organismos es muy sensible a la temperatura y las precipitaciones. A finales y principios del otoño, los dinoflagelados se transforman a un estado de reposo conocido como quiste que puede conservarse en el registro fósil. Debido a que diferentes especies tienen diferentes preferencias, los científicos pueden contar los tipos de dinoflagelados que prosperaron en un año determinado. En los años más fríos, por ejemplo, abundarán más las especies amantes del frío. En épocas de altas precipitaciones, cuando el agua de los ríos se derrama en el mar llevando nutrientes adicionales, las especies que prefieren condiciones ricas en estos serán más comunes.

Una visión totalmente nueva de uno de los momentos más importantes de nuestra civilización
Kyle Harper nos ofrece una nueva visión de la decadencia y caída del Imperio Romano, que nos descubre el papel determinante que el cambio climático y las enfermedades infecciosas tuvieron en su ruina. Partiendo de la época feliz de Marco Aurelio, el autor nos conduce hasta el momento en que un imperio asediado no pudo resistir el embate conjunto de una «pequeña edad glacial» y de la peste bubónica. Kyle Harper, que combina la erudición histórica con el método científico, nos conduce a una reflexión que enlaza una nueva forma de ver la historia con los problemas del presente. Editorial Crítica.

Los resultados mostraron un período climático estable entre el 200 y el 100 a.C., seguido de una serie de breves pulsos fríos. Entre los años 160 y 180 d.C. hubo un fuerte período frío. Esto coincidió con la peste Antonina, también conocida como plaga de Galeno, una pandemia traída al centro del imperio cuando los ejércitos romanos regresaron de Asia occidental. La enfermedad fue causada por un patógeno desconocido que provocó síntomas como fiebre, diarrea y pústulas en la piel. (Los expertos creen que pudo haber sido viruela o sarampión).

Otro período frío se produjo entre los años 245 y 275 d. C., que nuevamente coincidió con una pandemia, conocida como la peste de Cipriano. Los registros históricos revelan que esta enfermedad provocaba vómitos, diarrea y en ocasiones putrificación de los miembros. Una vez más, los historiadores no saben qué causó la enfermedad, pero especulan que podría haber sido sarampión, viruela o algún tipo de fiebre hemorrágica.

Finalmente, el registro ambiental sugiere otra ola de frío después del año 500 d. C., coincidiendo con la Pequeña Edad del Hielo de la Antigüedad tardía (fue un episodio de enfriamiento del hemsferio norte entre los siglos VI y VII conocido por otros registros climáticos). En el año 541 d. C., el primer brote de peste bubónica azotó el oeste de Eurasia. La plaga de Justiniano, como se la conoce, fue precursora de la peste negra que devastaría Europa en el siglo XIII.

"La correlación entre los momentos en que Europa sufría importantes brotes de enfermedades infecciosas correspondientes a fases de clima frío es realmente sorprendente", dice Zonneveld.

Dibujo esquemático de la relación entre el cambio climático y los factores sociológicos, físicos y biológicos que influyen en los brotes de enfermedades infecciosas.

Hay muchas razones por las que los brotes de enfermedades y el clima pueden estar relacionados, aclara Harper, los cuales van desde cambios ecológicos que podrían hacer más probable el contagio de enfermedades animales a los humanos, hasta cambios en la resiliencia humana. En una sociedad agrícola como la antigua Roma, dijo, los agricultores pueden haber tenido dificultades para producir suficientes cultivos en períodos fríos, lo que llevó a una desnutrición que dejó a las personas más susceptibles a las enfermedades.

"El tema es interesante", afirma Ulf Büntgen (izquierda), profesor de análisis de sistemas ambientales en la Universidad de Cambridge y que no participó en el estudio. "Sin embargo, existen dudas sobre la certeza de la reconstrucción climática", dice a Live Science.

"El siguiente paso para los investigadores es hacer una comparación más profunda de los datos de los núcleos de sedimentos con otros registros climáticos y estudios arqueológicos del área central romana", sugiere Harper.

"Investigar la resiliencia de las sociedades antiguas al cambio climático pasado... podría darnos una mejor comprensión de estas relaciones y de los desafíos inducidos por el cambio climático que enfrentamos hoy", dijo Zonneveld.

La investigación fue publicada el viernes en la revista Science Advances.

Fuente: livescience.com | 27 de enero de 2024

La única pintura sobre Augusto descubierta en Elche: así era el rostro del primer emperador de Roma

Yacimiento de La Alcudia. Elche. UA

El legado que han dejado en Elche las civilizaciones que habitaron en las orillas del río Vinalopó durante miles de años en la antigua Ilici ha dado joyas arqueológicas de un valor incalculable. Una de las más destacadas del yacimiento de La Alcudia es un vaso de 17,5 centímetros de altura, anchura y diámetro en la que se encuentra dibujado el rostro del primer emperador de Roma, Augusto, en lo que sería la única representación pintada que se conserva de todo el Imperio.

Esta pieza, si las hipótesis son ciertas, inmortalizaría el cambio de una población ibérica a una romana. Su origen se remonta entre el 20 a.C. y el 20 d.C., cuando los romanos ocuparon las tierras de la provincia. El vaso, denominado Cantharus de Augusto o de Ilici, se creó con las técnicas utilizadas en la época, que se basaban en la mezcla de arcillas del Vinalopó con arcillas de Agost.

Esto dio como resultado una mezcla que con menos calor que otros elementos en los hornos de producción cerámica conseguía "artículos de una calidad extraordinaria", como explica la arqueóloga de la Universidad de Alicante, Mercedes Tendero (izquierda), quien participó en su estudio.

La especialista indica que "se trata de pastas muy depuradas manipuladas por maestros alfareros para crear piezas de mesa y almacenamiento que luego pasaban a los maestros pintores", señala Tendero, quien fue una de las investigadoras que se percató de las características especiales de la obra. "Nos dimos cuenta de que ese vaso no correspondía a la tipología de los utensilios de mesa que tenía el mundo ibérico, el alfarero que la hizo se inspiró en copas romanas fabricadas en oro o plata usadas en banquetes y rituales", aclara.

En ese momento les llamó mucho la atención que un ibero realizara una pieza que no pertenecía a su cultura. Así, descubrieron que ese tipo de objetos se estaban produciendo durante el cambio de era para atender a los gustos, modas y ritos de los nuevos ciudadanos de hace 21 siglos. Con estos datos pudieron acortar su periodo a años próximos al nacimiento de Jesús, rompiendo con la estimación anterior de 100 años de margen.

Cantharus de Ilici.

Separadas por las asas de sus laterales se encuentran dos escenas, una de ellas identificada con una diosa por los arreboles en las mejillas, y, en la escena contraria, dos personajes masculinos vistos de perfil. La arqueóloga manifiesta que "los rasgos físicos de uno de ellos, así como el pequeño rizoma que arranca de su cuello identificado con un 'lituus', un bastón ritual, están asociados a Augusto".

Para dar con esta interpretación, los arqueólogos que estudian La Alcudia tuvieron que "limpiar sus cabezas" y pensar en una sociedad romanizada en la que los alfareros fabricaban nuevos recipientes y en la que los pintores representaban lo que veían en las monedas de la época. "En el anverso, las acuñaciones de monedas suelen llevar siempre la imagen del emperador, era una forma de darle publicidad a quién era el gobernante, ya que no existía internet ni la prensa", resalta.

Pintura de Augusto del vaso junto a monedas con su rostro de perfil.

Además, añade que otra prueba que relaciona la pintura con el personaje histórico, conocido como Princeps, que significa primero, por ser el primer emperador, son los objetos que se encontraron en su interior. "Dentro hay una piedra semipreciosa para engarzar en un anillo o en un colgante que tiene tallado un capricornio, el símbolo de Augusto. Esta figura es tan representativa suya que, a veces, solo se le identifica con él", asegura.

Pequeño entalle de cornalina con una imagen grabada donde se puede observar, ampliando la imagen, un capricornio con tridente.

Reverso de un aureus de Augusto con su símbolo zodiacal del Capricornio, con el orbe romano entre sus patas y la cornucopia de la Fortuna sobre la espalda

Romanización de Elche

La importancia del vaso, más allá de ser una obra única del primer emperador en todos los territorios que formaban parte de sus dominios, reside en que representa la mezcla de dos culturas y la alta calidad de la producción de los alfares y de los pintores locales que dibujaban las escenas en ellos antes de darle la cocción final.

También habla de una cultura lo suficientemente romanizada para abastecer la demanda de los nuevos conquistadores, 900 legionarios que recibieron la condición de civiles por sus hazañas y que poblaron la antigua Elche con sus familias y las personas que les acompañaban para cambiar su historia para siempre.

Con los ideales de Roma se eliminan los impuestos, se dota a la población de alcantarillado público, abastecimiento de agua potable, espacios termales, plazas, templos, edificios, se acuña la moneda y se establece un patrono fundador de la Ilici, Titus Statilitus Taurus, uno de los generales más distinguidos.

Fuente: elespanol.com | 18 de enero de 2024

Hallan múltiples restos óseos de hace unos 10.000 años en el noreste de Brasil de un grupo desconocido de cazadores recolectores

Uno de los 43 esqueletos encontrados en el sitio arqueológico de São Luís, Brasil. (Crédito de la imagen: W. Lage. Arqueología).

Un equipo de arqueólogos han descubierto en Brasil un gran cementerio indígena que alberga más de 40 esqueletos y miles de ajuares funerarios de hace 10.000 años.

Los restos humanos más antiguos parecen pertenecer a una comunidad ancestral previamente desconocida, anterior a los sambaquis, cazadores-recolectores costeros que históricamente vivieron en la zona. El hallazgo es el registro más antiguo de seres humanos en el estado nororiental de Maranhão.

El cementerio, que alberga restos humanos de diferentes épocas, fue desenterrado en São Luís, la capital y ciudad más grande de Maranhão, antes de los trabajos de construcción de un programa de viviendas del gobierno. Los enterramientos fueron encontrados en la Granja Rosane, que posteriormente se convirtió en un sitio arqueológico urbano entre dos avenidas muy transitadas.

Arqueólogos desenterraron 43 esqueletos humanos y más de 100.000 artefactos en un sitio de construcción en Sao Luis, Brasil.

Los arqueólogos ya sabían que la zona de São Luís, también llamada Upaon-Açu, que significa "isla grande" en lengua indígena tupí-guaraní, albergaba huellas de actividad humana prehistórica. Por ejemplo, se descubrió una mandíbula prehistórica en Granja Rosane en la década de 1970 y otros artefactos encontrados en São Luís datan de hace 6.000 años, dijo a Live Science Wellington Lage (izquierda), el arqueólogo prinicpal de las recientes excavaciones. Estos restos fueron atribuidos a los pueblos sambaquianos, que dependían de los recursos marinos y construyeron montículos de conchas con restos de comida que alcanzaban hasta los 30 metros de altura.

La última excavación, que comenzó en junio de 2019, reveló inicialmente una variedad de cerámicas y herramientas de piedra fragmentadas. Luego, durante el pico de la pandemia COVID-19 en 2020, los arqueólogos encontraron el primer esqueleto a unos 60 centímetros debajo de la superficie.

Desde entonces, el equipo ha encontrado un total de 43 esqueletos y alrededor de 100.000 fragmentos de artefactos de al menos cuatro capas de sedimentos diferentes, lo que sugiere que el sitio fue ocupado por personas en al menos cuatro períodos distintos que abarcan hasta 8.500 años.

Un arqueólogo dibuja líneas para marcar capas de sedimentos de cuatro períodos diferentes.(Crédito de la imagen: W. Lage. Arqueología).

Según Lage, los esqueletos son de baja estatura, siendo el más alto de 1,6 m. La mayoría pertenecen a hombres adultos y hay restos de dos niños. "El análisis inicial sugiere que se trataba de personas involucradas en actividades físicas extenuantes, como lo demuestran las marcas óseas que indican carga y movilidad extensa", dice Lage a Live Science.

El esqueleto enterrado a mayor profundidad fue descubierto a casi 2 metros bajo tierra. Los arqueólogos lo dataron utilizando una técnica llamada datación por luminiscencia ópticamente estimulada (OSL). Esta técnica determina cuándo ciertos minerales cercanos a los huesos estuvieron expuestos por última vez al calor o la luz solar. Los resultados apuntaron a un período de tiempo de hace entre 7.000 y 10.000 años, revelando una posible y misteriosa población pre-sambaquiana en la región.

"Los hallazgos son la fecha más antigua que tenemos en el estado de Maranhão, de mediados y principios del Holoceno [hace 11.700 años hasta el presente], siendo representativos de la historia mundial en aquella época en la que América estaba poblada", dijo Sara Batista, arqueóloga. del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (IPHAN), que no participó en la excavación, dijo a Live Science.

Una arqueóloga desentierra un cráneo encontrado en el sitio arqueológico de Granja Rosane. (Image credit: W. Lage. Arqueologia).

Para validar la datación de las diferentes capas del suelo, Lage enviará muestras al laboratorio estadounidense Beta Analytic para datación por radiocarbono en febrero para que el equipo pueda establecer cuándo ocuparon el sitio los siguientes grupos: pre-sambaquis, sambaquis, tupíes (culturas amazónicas) y tupinambás. — un subgrupo tupi que ocupó la costa atlántica y tuvo contacto con los europeos después de 1500.

Se espera que el trabajo de campo en Granja Rosane finalice dentro de seis meses. La constructora, en colaboración con el IPHAN y la Universidad Federal de Maranhão, proyecta construir un centro de conservación y almacenamiento para albergar los hallazgos arqueológicos, incluyendo un laboratorio de investigación y un museo.

Fuente: livescience.com | 19 de enero de 2024

Descubren una excepcional moneda de plata de hace 2.500 años en Israel: una de las primeras de la historia

La moneda de plata de hace unos 2.500 años descubierta en Israel. Emil Aladjem Autoridad de Antigüedades de Israel.

Una moneda de plata de la época del Primer Templo ha salido a la luz durante las excavaciones en un yacimiento israelí situado en los montes de Judea, al suroeste de Jerusalén. La acuñación, datada en el periodo persa, entre los siglos VI-V a.C., "es extremadamente rara", según ha anunciado la Autoridad de Antigüedades de Israel en un comunicado: en esta región solo se ha descubierto otra media docena de piezas similares.

"Fue acuñada en un momento en el que el uso de las monedas acababa de empezar. El excepcional descubrimiento arroja información sobre las relaciones comerciales y el proceso mediante el cual el comercio global pasó del pago mediante el pesaje de piezas de plata al uso de monedas", ha detallado Robert Kool (izquierda), director del Departamento de Numismática de la AAI. "Pertenece a un grupo de monedas muy antiguas que se acuñaron fuera de Israel, en las regiones de la Antigua Grecia, Chipre y Turquía", ha añadido el experto.

Los trabajos arqueológicos se enmarcaban en unas obras para la renovación de una carretera que sacaron a la luz un edificio datado en el siglo VII a.C. La moneda, que tenía un sello cuadrado incrustado en una de las caras, la cual se rompió y se partió en dos de forma intencionada. Según los investigadores, así se habría utilizado también como peso para las operaciones comerciales de la época. Más tarde, técnicas más sofisticadas produjeron monedas con sellos sobresalientes en lugar de hundidos.

Ruinas de una casa de la época del Primer Templo en las colinas de Judea, en una imagen publicada el 17 de enero de 2024. (Emil Aladjem/IAA).

Los arqueólogos Michal Mermelstein y Danny Benayoun, directores de la excavación, han explicado que el yacimiento se encontraba en una zona rural del antiguo reino de Judá el cual se fundó hace unos 2.700 años. Lo más singular es una casa de cuatro estancias característica de este periodo. Además de la moneda, los investigadores han sacado a la luz una punta de flecha y una pesa de piedra de unos 11 gramos.

La directora de excavación, Michal Mermelstein, con una punta de flecha de hierro del período del Primer Templo encontrada en el sitio. (crédito: Autoridad de Antigüedades de Israel).

"La pesa de piedra en forma de cúpula se habría usado para pesar metales, especias y otros productos habituales", han señalado los investigadores. "Tiene un antiguo sello para la palabra 'shekel' (en hebreo) y un trazo que lo representa. El peso era estándar para la región del reino de Judá, lo que demuestra que las mercancías se pesaban cuidadosamente en los mercados", han apuntado Mermelstein y Benayoun en el citado comunicado.

Peso de piedra con el término shekel' (en hebreo) siclo descubierto en una casa de la época del Primer Templo en las colinas de Judea. (Emil Aladjem/IAA).

"Las pequeñas monedas son una fuente crucial de información en la arqueología. A través de un objeto diminuto es posible rastrear los procesos de pensamiento humano y observar que nuestros hábitos económicos se han mantenido prácticamente intactos durante miles de años: solo ha cambiado la tecnología", ha reflexionado por su parte Eli Escuisido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel, según recoge The Times of Israel.

Fuente: elespanol.com | 17 de enero de 2024

Herramientas y huesos de 45.000 años de antigüedad revelan evidencia temprana del 'Homo sapiens' en el este de Asia

Reconstrucción de la vida cotidiana en el sitio de Shiyu (China) hace 45.000 años, por Xiaocong Guo. © IVPP

La aparición de fragmentos de rocas y huesos antiguos en el este de Asia están cambiando nuestra comprensión de la historia de la migración humana. Son artefactos encontrados en el yacimiento de Shiyu, situado en la provincia de Shanxi, en el extremo oeste de la famosa cuenca de Nihewan (China del norte), y que se descubrió y excavó en 1963. Un nuevo análisis ha revelado que fueron elaborados por el Homo sapiens hace unos 45.000 años.

Ello supone la primera evidencia de humanos modernos en el este de Asia, lo que sugiere que los Homo sapiens ya estaban establecidos en Shiyu, lo que provoca una nueva interpretación de los artefactos culturales encontrados anteriormente en este yacimiento.

«El sitio refleja un proceso de criollización cultural –contacto entre sociedades y pueblos reubicados– que mezcla características heredadas con innovaciones innovadoras, complicando así la comprensión tradicional de Homo sapiens' expansión global», explica en Scimex el arqueólogo Francesco D'Errico (izquierda), de la Universidad de Burdeos.

Shiyu ha sido conocido durante décadas como un sitio de importancia arqueológica. Estuvo habitada durante mucho tiempo: la secuencia sedimentaria tiene una profundidad de 30 metros y las capas que contiene se depositaron durante decenas de miles de años. Enterrados en el sedimento, los arqueólogos encontraron una rica variedad de herramientas y artefactos hechos y utilizados por las personas que vivieron allí.

Establecer quiénes eran estas personas y cuánto tiempo vivieron en la zona está dentro del proyecto de excavación en curso. Las primeras realizadas en 1963 arrojaron miles de objetos: 15 mil artefactos de piedra, miles de trozos de huesos y dientes… y un único fósil de homínido, un trozo de hueso de un cráneo identificado como perteneciente a Homo sapiens.

Artefactos iniciales del Paleolítico Superior de Shiyu, China. Una variedad de herramientas de piedra que incluyen puntas de Levallois (arriba), denticulados utilizados en el movimiento de aserrado y un raspador (abajo a la izquierda) y herramientas con espigas para empuñar mangos (abajo a la derecha).

Sin embargo, la mayor parte de la colección se perdió posteriormente, incluido el fragmento craneal. Sin inmutarse, los científicos llevaron a cabo otra excavación en 2013 dirigida por la paleoantropóloga Shi-Xia Yang (derecha) de la Academia de Ciencias de China, junto un equipo multidisciplinario internacional que ha trabajado ahora para caracterizar en detalle el yacimiento.

Se seleccionaron una gran cantidad de artefactos disponibles y se analizaron minuciosamente junto cono huesos de animales encontrados en el lugar. También se realizaron nuevos análisis de datación, mediante radiocarbono y luminiscencia ópticamente estimulada, técnicas que sirveb para fechar con precisión muestras tomadas de diferentes secciones de la secuencia de sedimentos.

Las dataciones revelaron que la capa más antigua de la secuencia se depositó hace unos 45.000 años. Por su parte, el análisis de los artefactos reveló una serie de habilidades tecnológicas, como el empleo de la Técnica Levallois para tallar piedras, desarrollado en Europa hace unos 250.000 años.

El conjunto también incluye puntas con espiga y puntas de proyectil con evidencias de fracturas por impacto, lo que sugiere capacidad de caza con las mismas. Por otro lado, también había obsidiana que sólo pudo haberse obtenido a gran distancia, al menos entre 800 y 1.000 kilómetros, lo que indica posible viajes de intercambio de materiales.

Otros elementos interesantes incluyen una herramienta de hueso trabajado y un disco de grafito con un agujero en el centro, cuyo propósito aún no está claro (aunque este último, especulan los investigadores, puede haber sido algún tipo de botón grande).

Herramientas de hueso arriba y fragmento de un disco perforado de grafito abajo. Hallados en el yacimiento de Shiyu en capas arqueológicas que datan de hace 45.000 años. El disco de grafito es la joya más antigua descubierta en China. Es posible que se haya utilizado como botón. © F. d'Errico

Los huesos de animales del lugar también resultan fascinantes. La mayoría de ellos eran équidos o huesos de caballo, en su mayoría adultos. Muchos de ellos tenían marcas de cortes que indicaban una matanza, lo que sugiere que los habitantes del sitio de Shiyu eran hábiles cazadores que se alimentaban de équidos.

«Todo ello pinta un cuadro complejo e inspirador. «La fusión de diversos rasgos culturales significa una adaptación compleja e innovadora de nuestros antepasados ​​durante su expansión territorial», dice Yang.

Vista general de la sección Shiyu. La autora principal, Shixia Yang, está preparando muestras para la datación por luminiscencia.

Combinado con el fragmento de cráneo (todavía perdido), el descubrimiento representa una pieza importante de la historia humana, dicen los investigadores. Quizás trabajos futuros descubran más pistas sobre las misteriosas personas que alguna vez habitaron en Shiyu, dejando rastros de su astucia e ingenio que serán descubiertos por sus descendientes decenas de miles de años después.

«Comprender las complejidades de nuestro pasado antiguo puede ofrecer conocimientos invaluables sobre los diversos caminos seguidos por nuestros antepasados ​​y la riqueza de la adaptación humana». dice el arqueólogo Michael Petraglia (izquierda), de la Universidad Griffith, en Australia.

«Este descubrimiento en Shiyu revela una historia cautivadora de la migración humana temprana y la fusión cultural, ampliando el conocimiento de nuestros orígenes antiguos y la notable adaptabilidad del Homo sapiens».

La investigación fue publicada en Nature, Ecology, Evolution.

Fuentes: f1mundial.com | news.griffith.edu.au | 19 de enero de 2024

Arqueólogos mapean ciudades perdidas en la Amazonía ecuatoriana que duraron más de 1.000 años

Los arqueólogos encontraron evidencias de 6.000 montículos que se cree que son la base de hogares antiguos.

Un equipo de arqueólogos ha descubierto un grupo de ciudades perdidas en la selva amazónica que fue hogar de al menos 10.000 agricultores hace unos 2.000 años.

Hace más de dos décadas, el arqueólogo Stéphen Rostain descubrió por primera vez una serie de montículos de tierra y caminos enterrados en Ecuador. Pero en ese momento, "no estaba seguro de cómo encajaba todo", dijo Rostain, uno de los investigadores que informó sobre el hallazgo el jueves en la revista Science.

El arqueólogo Rostain en La Lindosa, Colombia, mostrando pinturas rupestres.

Un mapeo reciente mediante tecnología de sensores láser reveló que esos sitios eran parte de una densa red de asentamientos y caminos de conexión, escondidos en las estribaciones boscosas de los Andes, que duró alrededor de 1.000 años.

"Era un valle perdido de ciudades", dijo Rostain, que dirige las investigaciones en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia. "Es increíble".

Los asentamientos fueron ocupados por el pueblo Upano entre aproximadamente el 500 a. C. y el 300 al 600 d. C., un período más o menos contemporáneo del Imperio Romano en Europa, encontraron los investigadores.

Se encontraron caminos, senderos y canales conectando las plataformas, lo que sugiere que un área grande estaba ocupada.

Los edificios residenciales y ceremoniales erigidos sobre más de 6.000 montículos de tierra estaban rodeados de campos agrícolas con canales de drenaje. Las carreteras más grandes tenían 10 metros de ancho y se extendían de 10 a 20 kilómetros.

Si bien es difícil estimar las poblaciones, el lugar albergaba al menos 10.000 habitantes, y quizás hasta 15.000 o 30.000 en su apogeo, dijo el arqueólogo Antoine Dorison (izquierda), coautor del estudio en el mismo instituto francés. Eso es comparable a la población estimada del Londres de la época romana, entonces la ciudad más grande de Gran Bretaña.

El Dr. Dorison dijo, además, que los caminos hallados fueron la parte más sorprendente de la investigación. "La red de carreteras es muy sofisticada. Se extiende a lo largo de una gran distancia, todo está conectado. Y hay ángulos rectos, lo cual es muy impresionante", afirma, explicando que es mucho más difícil construir una carretera recta que una que encaje con el paisaje. Cree que algunas tenían un "significado muy poderoso", quizás vinculado a una ceremonia o creencia.

Los científicos también identificaron calzadas con zanjas a ambos lados, las cuales creen que eran canales que ayudaban a gestionar la abundante agua de la región.

Había señales de amenazas a las ciudades: algunas zanjas bloqueaban las entradas a los asentamientos y pueden ser evidencias de que existieran amenazas de personas cercanas.

Los investigadores encontraron prueba de una ciudad por primera vez en la década de 1970, pero este es el primer estudio exhaustivo que se completa, después de 25 años de investigación.

"Esto muestra una ocupación muy densa y una sociedad extremadamente complicada", dijo el arqueólogo Michael Heckenberger (derecha), de la Universidad de Florida, que no participó en el estudio. "Para la región, es realmente único en términos de lo temprano que es el fenómeno de ocupación"

Esta imagen LIDAR proporcionada por investigadores en enero de 2024 muestra complejos de plataformas rectangulares dispuestas alrededor de plazas bajas y distribuidas a lo largo de amplias calles excavadas en el sitio de Kunguints, en el valle de Upano en Ecuador. Los arqueólogos han descubierto un grupo de ciudades perdidas en la selva amazónica que fue el hogar de al menos 10.000 agricultores hace unos 2.000 años, según un artículo publicado el jueves 11 de enero de 2024 en la revista Science. Crédito: Antoine Dorison, Stéphen Rostain vía AP.

José Iriarte (izquierda), arqueólogo de la Universidad de Exeter, dijo que se habría requerido un elaborado sistema de mano de obra organizada para construir los caminos y miles de montículos de tierra. "Los incas y los mayas construían con piedra, pero la gente de la Amazonia normalmente no tenía piedra disponible para construir: lo hacían con barro, lo que significa una cantidad inmensa de trabajo", dijo Iriarte, que tampoco participó en la investigación.

"A menudo se piensa que el Amazonas es una naturaleza prístina con sólo pequeños grupos de personas. Pero descubrimientos recientes nos están mostrando cuánto más complejo es realmente el pasado", agrega Iriarte.

"Algunos de los hallazgos son 'únicos' en América del Sur", explica, señalando las plataformas octogonales y rectangulares que están dispuestas juntas. Las sociedades estaban claramente bien organizadas e interconectadas, dice Iriarte, destacando los largos caminos hundidos entre los asentamientos.

Los científicos no tenían evidencia tan concreta sobre civilizaciones en el Amazonas. Getty Images.

No se sabe mucho sobre las personas que vivían allí y cómo eran sus sociedades. En las plataformas se encontraron fosos y hogares, además de tinajas, piedras para moler plantas y semillas quemadas.

Los pueblos Kilamope y Upano que vivían allí probablemente se centraban principalmente en la agricultura. La gente comía maíz y batata, y probablemente bebía "chicha", un tipo de cerveza dulce.

El profesor Rostain dice que al comienzo de su carrera los científicos creían que no habían vivido grupos antiguos en el Amazonas, y que quizás no valía la pena hacer esta investigación. "Pero soy muy testarudo, así que lo hice de todos modos. Ahora debo admitir que estoy muy feliz de haber hecho un descubrimiento tan grande", dice.

El hallazgo podría cambiar lo que entendemos sobre los primeros habitantes de las Américas. Getty Images.

El siguiente paso para los investigadores es comprender qué hay en un área contigua de 300 kilómetros cuadrados que aún está por estudiarse.

Recientemente, los científicos también han encontrado evidencias de intrincadas sociedades de la selva tropical que precedieron al contacto europeo en otras partes del Amazonas, incluidos Bolivia y Brasil.

"Siempre ha habido una increíble diversidad de personas y asentamientos en el Amazonas, no sólo una forma de vivir", dijo Rostain. "Estamos aprendiendo más sobre ellos".

Fuentes: phys.org | bbc.com | 11 de enero de 2024

La razón que explica el origen de los primeros asentamientos humanos en Alaska

Recreación artística de un encuentro de un grupo de humanos y tres mamuts en Alaska hace 14.000 años. Julius Csostonyi

El yacimiento de Swan Point, ubicado en una colina que se asoma al valle del río Tanana, en el este de Alaska, esconde los vestigios de la ocupación humana más antigua de América del Norte, hace unos 14.000 años: artefactos líticos, hogares y restos de fauna.

Entre estos elementos se encuentra el gigantesco colmillo de un mamut lanudo (Mammuthus primigenius), uno de los animales más icónicos de la Edad de Hielo. Un nuevo estudio acaba de desvelar que esos primeros grupos de individuos que habitaron la región estructuraron parcialmente sus asentamientos en torno a la presencia de esta especie, fuente de alimento y materias primas como el marfil y las pieles para fabricar herramientas y ropas.

Aerqueólogos trabajando en el sitio de Swan Point en junio de 2016. Swan Point está ubicado en Shaw Creek Basin, sobre un lecho de roca que domina las llanuras y los humedales. El lugar contiene artefactos, restos de fauna y hogares que datan de hace 14.000 años, siendo actualmente la ocupación humana más antigua del norte de América del Norte, desde la década de 1930. Fotos cortesía del Dr. Charles Holmes.

Un equipo de investigadores de universidades de Estados Unidos y Canadá ha llegado a estas conclusiones tras realizar análisis de isótopos y de ADN antiguo en el colmillo y estudiar la vida del mamut, una hembra sana de unos 20 años en el momento de su muerte, probablemente cazada por una partida de humanos. Los resultados, publicados este miércoles en la revista Science Advances, sugieren que el animal, bautizado como Elma, completó un viaje migratorio de unos mil kilómetros desde el actual territorio de Yukón, en el noroeste de Canadá, hasta Alaska, que habría tardado en completar alrededor de dos años y medio.

"Deambuló por la región más densa de yacimientos de Alaska", explica Audrey Rowe (izquierda), investigadora de la Universidad de Alaska Fairbanks y autora principal del trabajo. "Parece que los primeros grupos humanos establecieron campamentos de caza en áreas frecuentadas por mamuts".

Se cree que los humanos cruzaron el puente de Beringia, una lengua de tierra que conectaba las modernas Rusia y Alaska, hace entre 20.000 y 12.000 años —o incluso antes, como sugieren unas huellas de niños halladas en Nuevo México— y empezaron a expandirse por América. Durante al menos un milenio convivieron con los mamuts. Las condiciones más cálidas y húmedas que siguieron al Último Máximo Glacial facilitaron los asentamientos humanos en el remoto estado americano y provocaron cambios en la vegetación que afectaron a los grandes herbívoros. Los investigadores esgrimen ambas razones para explicar el descenso en la población de mamuts hasta su extinción.

El colmillo de Elma fue descubierto en 2009 por los arqueólogos Charles Holmes y François Lanoë, pero no el único testimonio de mamut lanudo que salió a la luz Swan Point: también se recuperaron restos de dos ejemplares juveniles relacionados con evidencias de fuegos, de uso de herramientas de piedra y de otros huesos animales cazados que fueron descuartizados para su consumo. Este contexto, según Ben Potter, otro de los autores principales del estudio, "indica un patrón consistente con la caza humana de mamuts".

Los análisis de isótopos del colmillo han permitido a los investigadores estudiar marcadores químicos sobre la dieta y las zonas en las que se alimentó el animal; es decir, el diente gigante se revela en una suerte de biografía cronológica de la vida de Elma. Gran parte de su viaje transcurrió por las mismas zonas de otro mamut que vivió 3.000 años antes y que había sido analizado en un estudio previo.

Resumen de la historia de vida del mamut lanudo de este estudio dentro de la arqueología geográfica, climática, de altitud y temprana en Alaska. Las áreas centrales de movimiento corresponden a las visitadas con mayor frecuencia (polígonos morados). Las líneas discontinuas negras entre las áreas utilizadas con más frecuencia representan la ruta producida por el modelado espacial (que representa la media de las 10 caminatas principales). El polígono gris claro representa 1 SD alrededor de la media de las 10 mejores caminatas. Los polígonos naranjas representan dos áreas de uso frecuente de un mamut lanudo macho de ~17 ka que se superponen con el mamut en este estudio. El símbolo del mamut blanco indica el área donde se encontró el espécimen hembra (es decir, el lugar de la muerte). También se muestran las ubicaciones de los primeros sitios arqueológicos en Alaska y Yukon, incluidos Swan Point, Holzman, Mead, Broken Mammoth, Little John y Britannia Creek. El pequeño mapa insertado de Beringia muestra la región de estudio (redibujado del mapa del Servicio de Parques Nacionales de EE. UU.).

"Elma era una adulta joven en la flor de la vida. Sus isótopos han mostrado que no estaba desnutrida y que murió en la misma época que el campamento de caza estacional en Swan Point donde se encontró su colmillo", detalla Matthew Wooller, investigador de la Universidad de Alaska Fairbanks. El ADN conservado en el diente también ha desvelado una relación de parentesco lejano con otros mamuts identificados en el yacimiento.

El investigador Matthew Wooller con colmillos de mamuts de la colección del Museo del Norte de la Universidad de Alaska. JR Ancheta

Fue una época en la que el paisaje estepario dominado por pastos y arbustos, la tundra, que había sido característico de la región de Alaska durante milenios comenzó a convertirse en un territorio más boscoso. "El cambio climático al final de la Edad del Hielo alteró el hábitat abierto preferido de los mamuts, lo que potencialmente disminuyó su movimiento y los hizo más vulnerables a la depredación humana", concluye Ben Potter.

Fuentes: elespanol.com | eurekalert.com | 17 de enero de 2023