La Boella: del mamut al hombre

El Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social busca el reconocimiento científico internacional del yacimiento de La Canonja, considerado uno de los más importantes de Europa

Científicos procedentes de diversos países europeos y asiáticos como Francia, Inglaterra, Suiza y Siria visitaron ayer el yacimiento paleontológico de La Boella (La Canonja), considerado uno de los tres más antiguos de la Península Ibérica y uno de los más importantes de Eurasia.
El grupo está formado por cerca de veinticinco investigadores que estos días participan en un encuentro organizado por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), interesados en este yacimiento que contiene evidencias del Cuaternario.
El objetivo que persigue este encuentro es «presentar el resultado de la investigación a la comunidad científica universitaria», informó el director del yacimiento, Josep Vallverdú.
Una de las metas que se ha marcado el IPHES es alcanzar el reconocimiento internacional de los restos localizados en La Boella, un yacimiento equiparable en antigüedad a los de Atapuerca y Orce, los que conservan los restos más ancestrales hallados hasta ahora en Europa.
Vallverdú afirmó que con la presencia de investigadores sobre el territorio donde está enclavado el yacimiento «queremos validar su importancia y que haya un acuerdo científico sobre los restos que hemos encontrado en La Boella».
Segunda emigración
La primera emigración de homínidos africanos hacia Eurasia tuvo lugar hace dos millones de años. En La Boella se investiga la presencia de restos correspondientes a la segunda emigración, que se produjo entre hace 800.000 y un millón de años. «Pensamos que aquí puede estar bien reflejada», comentó Vallverdú.
El hallazgo de restos relacionados con la presencia humana «ha sido la sorpresa más interesante que ha deparado el yacimiento, puesto que cronológicamente lo sitúan en el mismo período que Atapuerca y Orce».
Frente a un muro de tierra de ocho metros, en los que hay marcas de los paleontólogos en los primeros cuatro, el científico del IPHES explicó a sus colegas europeos y asiáticos los restos localizados en La Boella, entre los que destacan una colección de defensas de mamut, y que hace miles de años la planicie que rodea La Canonja estaba inundada por agua, puesto que este espacio estaba bajo la influencia del río Francolí.
Vallverdú informó que «a partir de la presentación de la excavación, se evaluará cómo su registro arqueológico puede proporcionarnos una perspectiva complementaria a los sedimentos continentales y marinos que ya se conocen, para precisar el límite y las características del cambio ambiental de hace unos 800.000 años».
El siguiente paso será dotar al yacimiento de la necesaria infraestructura, para proteger los restos que se encuentran en las paredes del Barranc de La Boella y que están a la intemperie, circunstancia que podría implicarles daños de producirse lluvias torrenciales o un corrimiento de tierras.
El director del IPHES, Eudald Carbonell, dijo por su parte que «la reunión que tiene lugar en el Castell de Masricard es muy significativa, porque supone la incorporación de personal investigador vinculado al Institut y al INQUA (Asociación Internacional para el Estudio del Cuaternario), que sirve para colocar La Boella y sus estudios entre los yacimientos de primer orden ante la comunidad internacional, para profundizar en el conocimiento de las primeras ocupaciones humanas».

La Boella: del mamut al hombre

El Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social busca el reconocimiento científico internacional del yacimiento de La Canonja, considerado uno de los más importantes de Europa

Científicos procedentes de diversos países europeos y asiáticos como Francia, Inglaterra, Suiza y Siria visitaron ayer el yacimiento paleontológico de La Boella (La Canonja), considerado uno de los tres más antiguos de la Península Ibérica y uno de los más importantes de Eurasia.
El grupo está formado por cerca de veinticinco investigadores que estos días participan en un encuentro organizado por el Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES), interesados en este yacimiento que contiene evidencias del Cuaternario.
El objetivo que persigue este encuentro es «presentar el resultado de la investigación a la comunidad científica universitaria», informó el director del yacimiento, Josep Vallverdú.
Una de las metas que se ha marcado el IPHES es alcanzar el reconocimiento internacional de los restos localizados en La Boella, un yacimiento equiparable en antigüedad a los de Atapuerca y Orce, los que conservan los restos más ancestrales hallados hasta ahora en Europa.
Vallverdú afirmó que con la presencia de investigadores sobre el territorio donde está enclavado el yacimiento «queremos validar su importancia y que haya un acuerdo científico sobre los restos que hemos encontrado en La Boella».

Segunda emigración
La primera emigración de homínidos africanos hacia Eurasia tuvo lugar hace dos millones de años. En La Boella se investiga la presencia de restos correspondientes a la segunda emigración, que se produjo entre hace 800.000 y un millón de años. «Pensamos que aquí puede estar bien reflejada», comentó Vallverdú.
El hallazgo de restos relacionados con la presencia humana «ha sido la sorpresa más interesante que ha deparado el yacimiento, puesto que cronológicamente lo sitúan en el mismo período que Atapuerca y Orce».

Frente a un muro de tierra de ocho metros, en los que hay marcas de los paleontólogos en los primeros cuatro, el científico del IPHES explicó a sus colegas europeos y asiáticos los restos localizados en La Boella, entre los que destacan una colección de defensas de mamut, y que hace miles de años la planicie que rodea La Canonja estaba inundada por agua, puesto que este espacio estaba bajo la influencia del río Francolí.
Vallverdú informó que «a partir de la presentación de la excavación, se evaluará cómo su registro arqueológico puede proporcionarnos una perspectiva complementaria a los sedimentos continentales y marinos que ya se conocen, para precisar el límite y las características del cambio ambiental de hace unos 800.000 años».

El siguiente paso será dotar al yacimiento de la necesaria infraestructura, para proteger los restos que se encuentran en las paredes del Barranc de La Boella y que están a la intemperie, circunstancia que podría implicarles daños de producirse lluvias torrenciales o un corrimiento de tierras.
El director del IPHES, Eudald Carbonell, dijo por su parte que «la reunión que tiene lugar en el Castell de Masricard es muy significativa, porque supone la incorporación de personal investigador vinculado al Institut y al INQUA (Asociación Internacional para el Estudio del Cuaternario), que sirve para colocar La Boella y sus estudios entre los yacimientos de primer orden ante la comunidad internacional, para profundizar en el conocimiento de las primeras ocupaciones humanas».

Creencia de la Edad del Hierro en la Separación Entre Cuerpo y Alma

Unos arqueólogos en el sudeste de Turquía han descubierto una losa de piedra tallada de la Edad de Hierro que proporciona una evidencia escrita, la primera en la región, de que las personas de aquella época creían que el alma se podía separar del cuerpo.

Una expedición del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago encontró la losa de basalto de unos 350 kilogramos, cerca de un metro de alto y alrededor de medio metro de ancho, en Zincirli, lugar de la antigua ciudad de Sam'al. Una vez capital de un reino próspero, es ahora uno de los yacimientos arqueológicos en excavación más importantes de la Edad de Hierro.La losa es la primera de su tipo que es encontrada intacta en su ubicación original, permitiendo a los académicos aprender sobre las costumbres funerarias y la vida en el siglo octavo a.C. En esa época, emergieron vastos imperios en el Oriente Medio antiguo, y culturas como los israelitas y los fenicios formaron parte de una mezcla muy activa.El hombre que es representado en la losa probablemente fue quemado, una práctica que el judaísmo y otras religiones rechazan debido a una creencia en la unidad entre el cuerpo y el alma. Según la inscripción, el alma del fallecido residía en el pequeño monolito.

"La losa está casi intacta. Es única en su combinación de representaciones textuales y pictóricas, y por tanto proporciona una importante contribución al conocimiento de la cultura y el lenguaje antiguos", explica David Schloen, director de la expedición de la Universidad de Chicago a Zincirli.Unos arqueólogos alemanes excavaron por vez primera en el yacimiento de unas 40 hectáreas en la década de 1890, y desenterraron diversas edificaciones de la ciudad, como por ejemplo puertas de acceso a la misma, murallas inmensas que la protegían, y palacios. En la actualidad se exhiben varias inscripciones reales y otras piezas en museos de Estambul y Berlín. Schloen y su equipo de la Universidad de Chicago han excavado en Zincirli durante dos meses anualmente desde el año 2006.Zincirli es un sitio extraordinario. Debido a que no se construyeron otras ciudades encima de ésta, los arqueólogos tienen justo bajo la superficie excelentes piezas de la Edad de Hierro. El valor es aún mayor debido al hecho de que resulta raro tener evidencias escritas junto con evidencias artísticas y arqueológicas de la Edad de Hierro. Tener toda esta información ayuda a un arqueólogo a estudiar el origen étnico de los habitantes, el comercio y la migración, así como las relaciones de los grupos que vivieron allí.

Información adicional en:
Scitech News

Creencia de la Edad del Hierro en la Separación Entre Cuerpo y Alma

Unos arqueólogos en el sudeste de Turquía han descubierto una losa de piedra tallada de la Edad de Hierro que proporciona una evidencia escrita, la primera en la región, de que las personas de aquella época creían que el alma se podía separar del cuerpo.

Una expedición del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago encontró la losa de basalto de unos 350 kilogramos, cerca de un metro de alto y alrededor de medio metro de ancho, en Zincirli, lugar de la antigua ciudad de Sam'al. Una vez capital de un reino próspero, es ahora uno de los yacimientos arqueológicos en excavación más importantes de la Edad de Hierro.La losa es la primera de su tipo que es encontrada intacta en su ubicación original, permitiendo a los académicos aprender sobre las costumbres funerarias y la vida en el siglo octavo a.C. En esa época, emergieron vastos imperios en el Oriente Medio antiguo, y culturas como los israelitas y los fenicios formaron parte de una mezcla muy activa.El hombre que es representado en la losa probablemente fue quemado, una práctica que el judaísmo y otras religiones rechazan debido a una creencia en la unidad entre el cuerpo y el alma. Según la inscripción, el alma del fallecido residía en el pequeño monolito.

"La losa está casi intacta. Es única en su combinación de representaciones textuales y pictóricas, y por tanto proporciona una importante contribución al conocimiento de la cultura y el lenguaje antiguos", explica David Schloen, director de la expedición de la Universidad de Chicago a Zincirli.Unos arqueólogos alemanes excavaron por vez primera en el yacimiento de unas 40 hectáreas en la década de 1890, y desenterraron diversas edificaciones de la ciudad, como por ejemplo puertas de acceso a la misma, murallas inmensas que la protegían, y palacios. En la actualidad se exhiben varias inscripciones reales y otras piezas en museos de Estambul y Berlín. Schloen y su equipo de la Universidad de Chicago han excavado en Zincirli durante dos meses anualmente desde el año 2006.Zincirli es un sitio extraordinario. Debido a que no se construyeron otras ciudades encima de ésta, los arqueólogos tienen justo bajo la superficie excelentes piezas de la Edad de Hierro. El valor es aún mayor debido al hecho de que resulta raro tener evidencias escritas junto con evidencias artísticas y arqueológicas de la Edad de Hierro. Tener toda esta información ayuda a un arqueólogo a estudiar el origen étnico de los habitantes, el comercio y la migración, así como las relaciones de los grupos que vivieron allí.

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El Consejo de Ministros aprueba una partida de dos millones de euros para sufragar las obras de emergencia del Museu de Mallorca

L. DURÁN. PALMA. El Consejo de Ministros aprobó ayer las obras de emergencia en el Museu de Mallorca que atañen a las instalaciones eléctricas y a los sistemas contra incendios. El Estado aporta la cantidad de 2.038.700 euros.Desde hace un par de semanas, el edificio Ca La Gran Cristiana -sede del museo de titularidad estatal y gestión autonómica- está siendo objeto de los trabajos que permitirán actualizar su sistema eléctrico, una reforma "urgente" e "imprescindible" para poder seguir adelante con otras obras de mayor envergadura como son la que afecta a las salas de Bellas Artes.Los trabajos se iniciaron en las salas de Prehistoria que han quedado vacías sin que por ello afecte a "los visitantes" ni que afecte "la seguridad del museo", indicó en su momento la responsable del centro Joan Maria Palou. Lógicamente, el material se ha colocado en salas de reserva "con total seguridad".Tal y como ella misma señaló, "en el museo no se cumplen las normativas por el tipo de edificio que es, de ahí que el nuevo sistema eléctrico se haya de adaptar a la función de este edificio".El plazo de ejecución de estas obras en el sistema eléctrico no es muy largo. Se calcula que en cuatro o cinco meses estarán concluidas. Un equipo técnico de Madrid, bajo supervisión de ingenieros, es el encargado de los trabajos.La reforma eléctrica supondrá la actualización de un museo que no cuenta ni con aire acondicionado ni calefacción adecuados, observados y ´sufridos´ por el propio ministro de Cultura, César Antonio Molina, en su visita al mismo el pasado mes de agosto. "Vamos a aprovechar para renovar la iluminación en las vitrinas y todo el sistema de cartelería de las mismas", dijo Palou.

Fuente: http://www.diariodemallorca.es/

El Consejo de Ministros aprueba una partida de dos millones de euros para sufragar las obras de emergencia del Museu de Mallorca

L. DURÁN. PALMA. El Consejo de Ministros aprobó ayer las obras de emergencia en el Museu de Mallorca que atañen a las instalaciones eléctricas y a los sistemas contra incendios. El Estado aporta la cantidad de 2.038.700 euros.Desde hace un par de semanas, el edificio Ca La Gran Cristiana -sede del museo de titularidad estatal y gestión autonómica- está siendo objeto de los trabajos que permitirán actualizar su sistema eléctrico, una reforma "urgente" e "imprescindible" para poder seguir adelante con otras obras de mayor envergadura como son la que afecta a las salas de Bellas Artes.Los trabajos se iniciaron en las salas de Prehistoria que han quedado vacías sin que por ello afecte a "los visitantes" ni que afecte "la seguridad del museo", indicó en su momento la responsable del centro Joan Maria Palou. Lógicamente, el material se ha colocado en salas de reserva "con total seguridad".Tal y como ella misma señaló, "en el museo no se cumplen las normativas por el tipo de edificio que es, de ahí que el nuevo sistema eléctrico se haya de adaptar a la función de este edificio".El plazo de ejecución de estas obras en el sistema eléctrico no es muy largo. Se calcula que en cuatro o cinco meses estarán concluidas. Un equipo técnico de Madrid, bajo supervisión de ingenieros, es el encargado de los trabajos.La reforma eléctrica supondrá la actualización de un museo que no cuenta ni con aire acondicionado ni calefacción adecuados, observados y ´sufridos´ por el propio ministro de Cultura, César Antonio Molina, en su visita al mismo el pasado mes de agosto. "Vamos a aprovechar para renovar la iluminación en las vitrinas y todo el sistema de cartelería de las mismas", dijo Palou.

Fuente: www.diariodemallorca.es