La Catedral de Santiago de Compostela escondía un cementerio


Restos humanos hallados en una sepultura medieval de los sótanos de la Catedral de Santiago, que el Cabildo abre al público en abril.- ÓSCAR CORRAL


El País - Diana Mandiá
En el suelo de la nave central y del brazo sur del crucero de la Catedral de Santiago se abre un pasillo estrecho hacia los sótanos del templo o, lo que es lo mismo, la historia de la ciudad antes del 813, el año en el que el obispo Teodomiro reconoció la tumba señalada por el ermitaño Pelayo como la del apóstol. A partir del 4 de abril, quien lo desee podrá hacer un viaje por ese sótano, en realidad un gran cementerio de orígenes romanos que se prologó a la época sueva y que en el siglo VIII quedó cubierto por una capa terrosa, sin interés arqueológico, que atestigua un abandono inmediatamente anterior al hallazgo del siglo IX. Nunca antes, con la excepción de arqueólogos o visitantes "muy privilegiados", el público general pudo acceder a la necrópolis que son los subsuelos de la catedral, descubiertos a raíz de una gran excavación dirigida por Manuel Chamoso Lamas entre 1946 y 1959. Sus conclusiones las recoge en Santiago de Compostela, publicado por primera vez en 1961.

La búsqueda dejó al descubierto decenas de tumbas con sus correspondientes laudes -las lápidas que cierran las sepulturas-, entre ellas la del obispo Teodomiro, hoy expuesta en la nave lateral derecha del templo. Dentro de las sepulturas han aparecido varios esqueletos fosilizados. Esta es la única razón que Ramón Díaz, director técnico del Museo de la Catedral, encuentra para explicar su buen estado catorce siglos después, porque el suelo ácido de Galicia no ayuda precisamente a su conservación.
Además, en la catacumba sueva alojada bajo el crucero sur de la Catedral puede verse parte de la muralla que tuvo aquel primitivo burgo anterior al descubrimiento y, pegados a esta, los cimientos de la torre defensiva levantada por don Cresconio, obispo de Iria, sobre otra anterior del siglo IX. Era el fin de la ciudad, tan reducida entonces que sus límites ni siquiera sobrepasaban la iglesia prerrománica, muy parecida a las del occidente astur, levantada durante el reinado de Alfonso III (886-919).

"Hacia atrás [antes del año 813] no hay más recursos que la toponimia y la arqueología", señaló el deán de la catedral, José María Díaz, durante la presentación de la primera visita guiada para periodistas por la necrópolis del templo. El Cabildo conocía los hallazgos del equipo de Chamoso Lamas desde que terminaron a mediados del siglo pasado, pero la decisión de compartirlos y abrirlos al público se retrasó más de 50 años. En parte por la dificultad del acceso -que limitará la entrada a un máximo de 12 personas en un solo grupo diario-, pero también porque, cuenta el director del Museo, las tumbas abiertas con los esqueletos dentro hacían demasiado "morbosa" la visita. Lo importante, insiste Ramón Díaz, es que la excavación permite entender la evolución del espacio hoy ocupado por la catedral: de mausoleo romano a necrópolis sueva después e iglesia consagrada en el 899, la primera en honor a Santiago, al llegar los primeros peregrinos.

Las excavaciones también muestran la violencia con la que Almanzor atacó el templo, en contra de la tradición que la reduce a un simple robo de campanas. Por entonces, sobre la pequeña iglesia levantada en tiempos de Alfonso II se había construido otra más amplia, que la razia del caudillo árabe dejó en estado ruinoso y que después del ataque fue reconstruida en tiempo récord, unos 50 años. "Duró poco, en 1112 la catedral románica la engulle", explica el guía.
"Hoy difícilmente podría hacerse una excavación así", reconoce uno de los encargados del Museo. El suelo de la nave central del templo estuvo abierto durante más de 10 años. Los fieles y turistas que querían acceder a la catedral debían hacerlo exclusivamente por los laterales. El rastreo de datos arqueológicos, no siempre el más respetuoso para el patrimonio, provocó pérdidas irreparables de información. "Hoy, cualquier pequeña pieza que se encuentra tiene que someterse a un estudio arqueológico. Antes importaba esto -señala las sepulturas- pero no el contexto", lamenta.
Pero si alguien esperaba que una excavación confirmara la creencia de que los restos que se veneran en Compostela son los del apóstol Santiago, se equivoca. No la prueba, aunque tampoco la refuta, advierte el deán. "La investigación es conforme con la tradición, pero no probativa", dice.

http://www.historiayarqueologia.com/

Hallan proteínas de la piel fosilizada de un reptil primitivo

Recreación de un miembro de la familia Hadrosauridae. |EL MUNDO
  • Científicos de EEUU logran detectar componentes orgánicos en tejido fosilizado
  • El resto pertence a un reptil primitivo que vivió hace 50 millones de años
Rosa M. Tristán | Madrid
 
La alta tecnología ha dado un importante paso en la investigación del pasado en la Tierra al descubrir, gracias a las radiografías realizadas con un sincrotrón, la primera imagen de componentes orgánicos de la piel de un reptil primitivo que vivió hace 50 millones de años.
En concreto se trata de un reptil, perfectamente conservado, que fue encontrados en la formación de Green River, en Utah (EEUU).
Un equipo dirigido por Roy Wogelius y Phil Manning se sirvieron del haz de luz sincrotrón que hay en la Universidad de Stanford y la tecnología de infrarrojos de la de Manchester para revelar la existencia de un tejido blando fosilizado del Eoceno.

Las imágenes que obtuvieron revelan detalles orgánicos de la composición de la piel, como las amidas, porque, como explican en la revista 'Royal Society Proceedings B', cuando los compuestos originales de esa piel comenzaron a desintegrarse, dejaron un rastro químico con trazas de metal, y en unas condiciones especiales esos metales acúan como un 'puente' hacia los minerales de los sedimentos, de forma que el material de la piel quedó protegido.

Para el geoquímico Roy Wogelius, "la distribución mapeada de los compuestos orŽganicos y de los metales en una piel de hace 50 millones tienen similitudes con la de un lagarto moderno, de forma que es difícil distinguir cual es el fósil y cual el actual y se la logrado gracias a nuevos métodos que revelan patrones químicos que se pasaron por alto hasta ahora".

Estas nuevas tecnologías de la imagen, de hecho, han abierto la puerta a la química analitica del siglo XXIm, que ayudará a descubrir en última instancia la química de la vida antigua.
Para obtener estos resultados, los investigadores utilizaron una luz infrarroja que hace vibrar la piel fosilizada y un cristal minúsculo, como la aguja de un viejo fonógrafo. En cada punto donde el cristal minúsculo tocaba el fosil, un haz infrarrojo brillaba y la señal reflejaba cambiaba según los componentes químicos, que eran detectados sin necesidad de destruir los fósiles.

Nick Edwards, primer autor del trabajo, cree las posibilidades que abren estas tecnologías van a revolucionar la paleontología. "Proporcionará grandes oportunidades en el futuro para sacar la información que está guardada en otros ejemplares a la que no teníamos acceso", ha señalado.
También Manning se felicitaba de que la física, la paleontología y la química se hayan encontrado para penetrar de forma increíble a los bloques huecos del tejido suave fosilizado. "Los resultados de este estudio tienen implicaciones más amplias, tales como comprensión de qué sucede a los restos enterrados durante largos periodos del tiempo.

Vía: http://www.elmundo.es/

Descubren antiguas láminas de plomo con referencias a la vida de JesuCristo


Son láminas de 2000 años de antiguedad.
Pergaminos en plomo han sido descubiertos en una cueva remota en Jordania y podrían ofrecer un relato contemporáneo de los últimos años de Jesús.

El hallazgo de los pergaminos y 70 códices de plomo -pequeños volúmenes del tamaño de una tarjeta de crédito- conteniendo la antigua escritura hebrea y hablando del Mesías y la Resurrección, ha despertado el interés de los estudiosos de la Biblia. Gran parte de la escritura está en código, pero los expertos han descifrado las imágenes, símbolos y unas cuantas palabras. Los textos podrían tener 2.000 años de antigüedad.

Algunos académicos se muestran escépticos sobre el descubrimiento, ya que han sido numerosos los fraudes y las falsificaciones sofisticadas producidas en los últimos años.

Muchos de los códices están sellados, lo que sugiere que podrían ser escritos secretos referidos en el libro apócrifo de Esdras, un apéndice de algunas versiones de la Biblia. Los textos han sido escritos en pequeñas en hojas de plomo atadas con un alambre.

El tesoro fue encontrado hace cinco años por un israelí beduino y puede haber existido desde el siglo primero, en la época de la Crucifixión y Resurreción de Jesús.

Varios expertos han examinado los escritos, incluyendo a Margaret Barker, ex presidenta de la Sociedad para el Estudio del Antiguo Testamento, con un reconocido conocimiento sobre los estudios de los primeros cristianos.

Ella declaró a Sunday Times cómo la intriga que rodea a estos objetos era similar al secretismo que supuso, en el mercado negro, el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto. Hay un floreciente mercado de antigüedades en Oriente Medio y muchas figuras siniestras que participan en él. Un arqueólogo ha recibido, supuestamente, amenazas de muerte.

La Sra. Barker dijo: "Ha habido un montón de engaños. Grandes sumas de dinero han sido mencionadas, hasta un máximo de 250.000 libras se han sugerido como precio por una sola pieza".

Ella ha tenido acceso a fotografías tomadas de los códices y pergaminos, si bien se muestra cautelosa antes de confirmar su autenticidad. Pero dijo que si el material era original, entonces los libros podrían ser una evidencia "única y vital" sobre los primeros cristianos.

"Si ellos son una falsificación, ¿qué es lo que están falsificando? La mayoría de las falsificaciones se han extraído de material existente, pero no hay nada como esto que haya visto", señaló.

El propietario del material escondido es un beduino llamado Hassan Saeda, el cual vive en la aldea de Um-al-Ghanam, en el norte de Israel, según Sunday Times. Él cree que se obtuvo después de que fuera descubierto en el norte de Jordania.


Dos muestras fueron enviadas a un laboratorio en Inglaterra, donde fueron examinadas por Peter Northover (Foto a la izquierda), jefe de un grupo de arqueología experto en ciencia de los materiales. El veredicto no fue concluyente sin más pruebas, pero dijo que la composición era "consistente con una gama de plomos antiguos".
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Sin embargo, Philip Davies, (Foto a la izquierda), profesor emérito de estudios bíblicos en la Universidad de Sheffield, está convencido de que los códices son genuinos después de estudiar uno de ellos. Él ha dicho a sus colegas en privado que cree que el hallazgo es poco probable que sea una falsificación, según manifestó Sunday Times




MÁS INFORMACIÓN:



El duro metal de los secretos de una cueva de Oriente Medio

Vía: The JC.com | Simon Rocker | 3 de marzo de 2011

 Robert Feather quiere demostrar que los escépticos se equivocan. Ingeniero metalúrgico, con pasión por la arqueología, ha estado pidiendo ayuda para autentificar lo que él cree podría ser uno de los descubrimientos religiosos más emocionantes desde los Rollos del Mar Muerto.

Miembro de una sinagoga en el oeste de Londres, ha publicado anteriormente un libro sobre el  Rollo de Cobre de Qumrán, el  Rollo del Mar Muerto que se cree da pistas sobre la ubicación de un tesoro en un templo sepultado. Ahora, él está tratando de establecer los orígenes de un misterioso alijo de libros de metal que podrían estar vinculados con la Cábala.

Los objetos pertenecen a Hassan Saeda, un agricultor beduino en Galilea, el cual dice que han estado en posesión de su familia desde que su bisabuelo los encontró en una cueva en Jordania hace un siglo.

Su colección consta de más de 20 códices, moldeados en su mayoría en plomo, y conteniendo mensajes crípticos en hebreo y griego, junto con símbolos como la menorá. En varios lugares de los escritos hebreos aparece Bar Kojba, líder de la revuelta judía del siglo II contra los romanos; y el místico talmúdico Shimon bar Yochai, quien se escondió de los romanos en una cueva durante 13 años.

"La primera vez que escuché algo sobre el descubrimiento fui extremadamente cauteloso", dijo Feather. "Sin embargo, cuando me dieron la oportunidad de ver y examinar algunos ejemplos ..., y visitar la cueva donde ellos dijeron que procedían, mi escepticismo quedó disipado".


Foto: Robert Feather visita la cueva en Jordania, donde se dice que se han encontrado las láminas de plomo.

Los libros parecen estar "relacionados con la Cábala, y la naturaleza del contenido indica un estilo de escritura de conjuro mágico", manifestó Feather. Antes del año 400 d. C., casi todos los códices antiguos estaban hechos de pergamino. Los códices de plomo "son anteriores a cualquier forma de códice por varios cientos de años y este material, en particular, fue probablemente elegido para asegurar su permanencia".

La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), sin embargo, ha rechazado la idea de que puedan tener  algún valor. Los expertos, que examinaron algunos de ellos, dijeron: "Dudamos absolutamente de su autenticidad". De acuerdo con la IAA, los libros son una "mezcla de estilos y períodos incompatibles ..., sin ninguna conexión o lógica. Tales aspectos falsos se pueden encontrar por miles en los mercados de antigüedades de Jordania y otros lugares de Oriente Medio".

El profesor André Lemaire (Foto a la izquierda), un experto en inscripciones antiguas de la Sorbona, estaba también escéptico al decir que los escritos de algunos de los códices que había visto no tenían sentido y serían "una cuestión, aparentemente, de falsificación sofisticada".

Sin inmutarse, Feather cita las conclusiones de Peter Northover, un analista de metales de la Universidad de Oxford. En la realización de las pruebas sobre dos muestras de metal de un libro, el Dr. Northover concluye que su composición era "compatible con una gama de plomos antiguos", y que estaba claro que la corrosión de la superficie del libro no era "de una producción reciente".

La IAA sigue sin estar convencida, arguyendo que el metal podría haber sido tomado de un antiguo ataúd, mientras que los mensajes podrían haber sido elaborados más tarde.

Pero Sasson Bar-Oz, un abogado que representa al Sr. Saeda, propietario de los objetos, cree que la IAA no llevó a cabo suficientes controles. "Mi opinión, después de mucho tiempo en este proyecto, es que son auténticos", dijo.

Ahora hay una nueva esperanza para el señor Feather, quien se acercó a ayudar al Sr. Saeda por su experiencia en los metales. Un trozo de cuero, con la imagen de un cocodrilo, la cual también estaba adjunta a los libros de metal fue enviada a un laboratorio para datarlo por carbono-14. Los resultados, que acaban de regresar, indican que tiene casi 2.000 años de antigüedad. Pero Feather dice que la datación necesita ser corroborada por otras pruebas (que actualmente se están llevando a cabo) antes de que pueda estar seguro de su exactitud.

El suelo seco de Oriente Medio es rico en reliquias de la civilización antigua. Pero los expertos no desean ser atrapados por falsificaciones elaboradas. En octubre pasado, un maratoniano juicio de cinco años finalizó en Israel con dos comerciantes acusados de falsificar una inscripción en un osario (ataúd de piedra) y sugerir que podría haber tenido los restos de Santiago, el hermano de Jesucristo. El juez todavía tiene que anunciar un veredicto, y las 12.000 páginas de pruebas contradictorias demuestran lo difícil que puede ser determinar lo que es genuino de lo que no.

Las instituciones involucradas con antigüedades tienden a ser "extremadamente prudentes", dijo  Feather, "porque se han quemado los dedos en ocasiones anteriores. Un ejemplo clásico es el de las tiras de pergamino de Shapira".

Moisés Shapira (Foto a la izquierda) era un comerciante de antigüedades del siglo XIX en Jerusalén, el cual adquirió unas tiras de pergamino que él pensó eran los primeros textos bíblicos.  

"Al principio fueron aclamados como uno de los mayores hallazgos históricos de todos los tiempos. Posteriormente, el Museo Británico los desechó como falsificaciones, en gran parte porque el texto difería de la versión bíblica de la época. Shapira se quedó tan angustiado que se voló los sesos en un hotel en Amsterdam", dijo Feather.

Ahora bien, "Cuando el primero de los Rollos del Mar Muerto fue descubierto en 1947, los investigadores vieron similitudes con los textos de Shapira  y reconsideraron sus conclusiones. Y ahora está generalmente aceptado que las tiras de Shapira fueron, probablemente, la versión más antigua conocida del Deuteronomio".

Fuente dailymail: http://www.dailymail.co.uk
el jueves 24 de marzo de 2011 en http://elkyrios.blogspot.com

NOTICIAS RELACIONADAS:

¿Podría ser éste el primer retrato de Jesús?


Descubrimiento: La impresión en esta cubierta del librete demuestra qué podría ser la imagen más antigua de Cristo

Por Lydia Warren

Después de 2.000 años enterrados dentro de una cueva en la Tierra Santa, las características son apenas distintas como la de un rostro humano.
Pero los historiadores de la biblia están intentando determinar si éste es el primer retrato de Jesucristo.
Están investigando si el retrato de el cuadro, sobre el cual se ha realizado la imagen, sin embargo apenas puede verse representado a un hombre llevando una corona de espinas. La obra fue creada durante el transcurso de la vida de Jesús por los que le conocían.

El retrato fue encontrado en un librete del plomo, levemente más pequeño que una tarjeta de crédito, descubierto en una cueva en una aldea alejada en Jordania, proximo al mar de Galilea.
Era parte de una acumulación asombrosa de 70 libros encontrados allí, cada uno contiene entre cinco y 15 páginas realizadas en plomo, unidas por anillos del mismo material.

Preciosamente: Este librete demuestra lo que creen los eruditos para ser el mapa de la Jerusalén cristiana.
Los historiadores creen que la colección fue hecha por los seguidores de Jesús en las pocas décadas inmediatamente después de su crucifixión. La evidencia más convincentemente que los libros son cristianos, es que una placa aparece demostrar un mapa de la ciudad santa de Jerusalén ya que ofrece representaciones de cruces fuera de las paredes de la ciudad.

Y una frase en los libretes aparece la frase de "El Salvador de Israel" en hebreo antiguo.
Los descubrimientos fueron realizados entre 2005 y 2007, cuando una inundación repentina expuso dos escondrijos dentro de la cueva, conteniendo los libretes, las placas de metal y las volutas.

El director del departamento de antigüedades, al-Saad de Jordania de Ziad, cree que los libretes fueron hechos por los seguidores de Jesús poco después de su muerte.
Él dijo: "La historia encaja perfectamente", y quizás que sea más significativo que las volutas de mar muerto.
' Estamos considerando un descubrimiento muy importante y significativo - quizá el descubrimiento más importante de la historia de la arqueología. '
Los libretes están actualmente en las manos de un camionero beduino llamado Hassan Saida que viva en la aldea árabe del al-Ghanam de Shibli-Umm en Israel. Él ha rechazado venderlos pero dos muestras fueron enviadas a Inglaterra y a Suiza para ser analizadas.

Sr. Saida demanda los libros, conteniendo mensajes secretos en hebreo y el griego clásico, ha estado en su familia desde que fueron encontradas por su bisabuelo. Él niega el pasar de contrabando las piezas fuera de Jordania.

Pero hay demandas que, su socio comercial beduino, compró los libros a un aldeano en Jordania hace cinco años.

Dicen que el socio comercial pudo haber llevado los libros sobre la frontera Israel, en donde Sr. Saida creyó que tenían características mágicas.

El gobierno jordano dijo que "ejercería el mayor esfuerzo para devolver los artefactos a Jordania".
David Elkington, erudito de la arqueología religiosa antigua, está dirigiendo a un equipo británico que intentará llevar los libros a un museo jordano, dijo que podrían ser "el descubrimiento más importante de la historia del cristianismo".


Un dueño afortunado: Hassan Saida con algunos de los artefactos que él dice que heredó
Descubrimiento: La cueva en Jordania donde fueron encontrados los libros de metal

Obra maestra: Versiones posteriores de Cristo, incluyendo la interpretación de Leonardo Da Vinci en su fresco "La Última Cena", dan a Jesús características similares

Read more: http://www.dailymail.co.uk/
Traducción de Aníbal Clemente. http://www.historiayarqueologia.com/

Descubren al Tiarajudens eccentricus, una extraña especie de animal con «dientes de sable»



La criatura, con unos caninos de 12 centímetros de longitud que le salían permanentemente de la boca, vivió en Brasil hace 260 millones de años

Los primeros Homo Sapiens no eran tan diferentes a nosotros


Se tiende a creer que hay vastas diferencias de conducta entre los primeros humanos modernos y los Homo sapiens más arcaicos. Esta suposición es a menudo representada por la típica recreación del hombre de las cavernas hablando con gruñidos y monosílabos. Sin embargo, ¿es correcta esta suposición? ¿Fueron los primeros seres humanos muy diferentes de nosotros?

En un nuevo estudio, el arqueólogo John Shea, de la Universidad de Stony Brook, en Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que no lo eran.

El problema, sostiene Shea, es que los arqueólogos se han centrado en una medición errónea del comportamiento humano antiguo. Los arqueólogos han estado buscando pruebas de la "modernidad conductual", una cualidad supuestamente exclusiva del Homo sapiens, cuando deberían haber estado investigando "la variabilidad del comportamiento", una dimensión cuantitativa de la conducta de todos los seres vivos.

La investigación sobre los orígenes humanos comenzó en Europa, y el registro arqueológico del Paleolítico Superior europeo ha sido durante mucho tiempo el estándar con el cual se ha comparado el comportamiento de los seres humanos antiguos y de fuera de Europa.

El Paleolítico Superior (hace entre 45.000 y 12.000 años) es la época de la cual datan los fósiles de Homo sapiens más antiguos conocidos de Europa y asociados a tecnología como complejas herramientas de piedra, instrumentos hechos de hueso tallado, armas arrojadizas sofisticadas, técnicas avanzadas para el uso del fuego, arte rupestre, y ornamentos personales. Existen conductas similares con carácter universal, o casi, entre los seres humanos recientes, y, por tanto, los arqueólogos citan las evidencias de estas conductas como prueba de la modernidad del comportamiento humano.

Los fósiles más antiguos de Homo sapiens, encontrados en África y el sur de Asia, datan de hace entre 100.000 y 200.000 años, y sus respectivos contextos en cuanto a objetos y modificación artificial del entorno carecen de evidencias claras de tal modernidad de comportamiento.

Durante décadas, los antropólogos compararon estos seres humanos arcaicos de África y Asia con sus homólogos de conducta moderna del Paleolítico superior, y se valieron de este aparente contraste de conducta entre unos y otros para explicar las diferencias entre ellos como el antes y el después de una sola "Revolución Humana" que cambió de manera profunda la biología y la conducta humanas.

Shea revisó la hipótesis de que hubo diferencias en la variabilidad del comportamiento entre los Homo sapiens anteriores y los posteriores, cotejando las afirmaciones de dicha hipótesis con las pruebas sobre las herramientas de piedra de África Oriental que datan de hace entre 250.000 y 6.000 años . Esta región cuenta con el registro arqueológico continuo más largo sobre la conducta del Homo sapiens.

Una comparación sistemática de la variabilidad en las estrategias para fabricar herramientas de piedra durante el último cuarto millón de años no muestra la existencia de esa revolución única del comportamiento en la historia evolutiva de nuestra especie. Por el contrario, las evidencias muestran una amplia variabilidad en las estrategias del Homo sapiens para la fabricación de herramientas, desde los primeros tiempos en adelante.

Los cambios particulares en la tecnología de las herramientas de piedra pueden explicarse en términos de variación en los costos y en los beneficios de las diferentes estrategias de fabricación de herramientas. No es necesario invocar una "revolución humana" para explicar estos cambios, que resultan fácilmente explicables a partir de un conocimiento lo bastante profundo de los principios de la ecología del comportamiento.

Este estudio tendrá repercusiones importantes para las investigaciones arqueológicas sobre los orígenes humanos. Shea le resta peso al concepto de los humanos modernos, como radicalmente distintos a los antiguos, y apuesta más por el de las poblaciones de Homo sapiens con una amplia gama de conductas distintas, adaptadas a cada entorno y situación particulares.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/ / http://www.historiayarqueologia.com/

Un experimento de 1958 pudo haber demostrado cómo se originó la vida


Los investigadores creen que los relámpagos, la actividad volcánica y los gases reaccionaron entre sí para producir los elementos esenciales

Arqueólogos mexicanos rastrean los pasos de Jesús en Galilea

En un poyecto de arqueología bíblica, investigadores de la Universidad Anáhuac y de la UNAM exploran una sinagoga del siglo I, en una propiedad de los Legionarios de Cristo

DESCUBRIMIENTO. Imagen del Patio Norte de la sinagoga descubierta en 2009. Es considerada la séptima del siglo I y la primera de la época en que Jesucristo vivió a orillas del también llamado Lago de Genesaret (Foto: CORTESÍA UNIVERSIDAD ANÁHUAC DEL SUR )
Abida Ventura | El Universal
abida.ventura@eluniversal.com.mx
El hallazgo de una sinagoga del siglo I d.C. en Magdala, el lugar de nacimiento de una de las figuras femeninas más polémicas y cercanas a Jesús, María Magdalena, representa la primera oportunidad para que arqueólogos mexicanos lleven a cabo un proyecto de arqueología bíblica en Israel.
Considerada la séptima del siglo I y la primera, hasta el momento, de la época en que Jesús vivió en los alrededores del mar de Galilea, esta sinagoga fue descubierta en 2009 durante los trabajos de excavación en un predio de 8. 5 hectáreas que es propiedad de los Legionarios de Cristo, donde se planeaba la construcción del Magdala Center, un recinto que acogería a peregrinos en su paso por Tierra Santa.
Bajo la dirección de Marcela Zapata, arqueóloga y académica de la Universidad Anáhuac del Sur, y en convenio con el Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM y las Autoridades de Israel, los trabajos arqueológicos en la zona del también llamado Lago de Genesaret comenzaron en junio de 2010.
Se trata de “la última oportunidad para comprender la vida de un pueblo del siglo I”, señala Marcela Zapata en entrevista, ya que los pueblos que existieron a las orillas de ese lago, la principal reserva de agua dulce de Israel, ya han sido excavados o urbanizados.
El proyecto de excavación, que abarca un total de tres hectáreas, fue diseñado por la doctora Linda Manzanilla, arqueóloga del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, y siguió, en una primera etapa, el método de prospección arqueológica que consiste en la aplicación de técnicas geofísicas para el estudio de la superficie.

Luis Barba, coordinador del Laboratorio de Prospección Arqueológica del Instituto universitario, explica que antes de las excavaciones se realizó un estudio topográfico, uno magnético y uno eléctrico de la superficie, los cuales ayudaron a localizar las estructuras principales. Con ese procedimiento se logró apreciar la forma y las dimensiones de los pequeños cuartos con piso que se agrupaban en conjuntos alrededor de un gran patio abierto.
A menos de un año de haber iniciado los trabajos de excavación, en el que participan voluntarios de todo el mundo, se han encontrado objetos de cerámica, vidrio, metal, piedra, dados de hueso, algunas campanas de bronce y alrededor de 200 monedas, los cuales permiten fechar al conjunto habitacional en el siglo I D. C.
Estos objetos, señala Zapata, ayudarán a entender el contexto de las primeras comunidades cristianas concentradas en esa zona, permitirán comprender la transición entre lo que fue el judaísmo y el cristianismo, la convivencia de estas dos religiones, así como los usos y costumbres de la época.

Con el inesperado descubrimiento de esta sinagoga -considerado como un regalo de Dios por los Legionarios-, el proyecto Magdala Center ahora pretende, además de la construcción de la casa de peregrinos, la apertura al público de las ruinas de la antigua ciudad de Magdala -incluida la sinagoga-, un centro internacional de la mujer, donde se investigará, a través de la figura de María Magdalena, el papel que la mujer desempeña en la familia y en la sociedad, así como “la construcción de un centro multimedia para presentar a peregrinos la vida pública de Jesús” porque, según los evangelios, la mayor parte de la vida de Cristo transcurrió en Galilea.

Las referencias bíblicas
“Allí Jesucristo calmó la tempestad en el lago; caminó sobre las aguas; multiplicó los panes y los peces; sorprendió a los suyos con la pesca milagrosa; llamó a ser “pescadores de hombres” a sus discípulos; enseñó a orar; y anunció la novedad de las Bienaventuranzas y el mensaje del Reino de Dios”, dice un texto en la página Quediostelopague.com, cuyo propósito es invitar a los fieles a donar a las distintas misiones que los Legionarios de Cristo tienen en todo el mundo, entre los que destaca el futuro Magdala Center.
Sin embargo, Marcela Zapata señala que hasta hoy no existen evidencias arqueológicas de que Jesús haya visitado la zona de Magdala ni concretamente la sinagoga: “Sobre ese aspecto no hemos descubierto nada, tenemos la fuente de los evangelios que dicen que Jesús visitó y caminó por todos los pueblos alrededor del mar de Galilea. No se especifica el pueblo de Magdala pero históricamente es considerado como el pueblo más importante de ese entonces”.

Egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Zapata asegura que, además de los evangelios, existen otras fuentes históricas judías que citan a ese pueblo como el más importante de la época: “Jesús como judío debió haber andado por esta zona, pero arqueológicamente no tenemos nada que nos dé una pista para afirmar que aquí estuvo”.
Al respecto el arqueólogo Luis Barba apunta que hasta ahora los datos sólidos y científicos sólo muestran que hubo un grupo de gente viviendo en ese espacio y en ese tiempo, pero que “de eso a identificar a una persona en particular no es posible”.
“Hay un límite para la interpretación de los datos y ese límite nos dice, hasta ahora, que sí existió el pueblo, que sí es del siglo I, que el tipo de cerámica, vidrio y las monedas recuperados en la excavación indican que sí vivieron judíos en ese lugar”.

Cuestionado sobre el discurso religioso que envuelve a este proyecto, Barba explica que a pesar de que se trata de la colaboración de dos instituciones con diferentes visiones, una laica y otra religiosa, los resultados tendrán que ser objetivos y con rigor científico.
“Nuestro trabajo es riguroso, científico y arqueológico, no vamos a decir nada más de lo que los datos arqueológicos nos ofrecen y supongo que no podremos evitar que en alguna ocasión alguna de las interpretaciones se considere que es prueba de tal o cual cosa en relación con los textos bíblicos”.

Pero no referirse a los textos bíblicos es inevitable para Marcela Zapata porque se trata de un proyecto que se sitúa en ese contexto histórico y religioso.
De confesión católica y partidaria de que la ciencia ayuda a comprender los textos narrados en las Sagradas Escrituras, la arqueóloga asegura que detrás del proyecto Magdala no hay ninguna ideología que pueda dirigirlo o encaminarlo hacia ciertos objetivos.
“Aunque yo como directora del proyecto sea católica, mi objetivo no es marcar una cuestión religiosa sino, más bien, trabajar científicamente con un rigor y con un método como cualquier otro arqueólogo lo haría”, dice.

Cuestión de fe
Y es que uno de los grandes retos de los arqueólogos dedicados a las excavaciones en los lugares en cuyo marco se desarrollaron lo relatos bíblicos es demostrar con rigor científico los resultados de su investigación y sobreponerse a las teorías de los aventureros, aficionados o grupos de fundamentalistas que organizan campañas arqueológicas con la intención de buscar pruebas que les permita demostrar que la Biblia tiene razón y que sus relatos se deben entender como históricos.

Consultado por EL UNIVERSAL, Thomas Levy, profesor del departamento de antropología de la Universidad de California en San Diego, asegura que el gran centro de atención hacia esta rama de la arqueología radica en que la Biblia es el texto central de tres de las grandes religiones del mundo.
“Por el hecho de que el Antiguo Testamento (la Biblia hebrea) y el Nuevo Testamento son elementos centrales de dos de las grandes religiones del planeta- el judaísmo y el cristianismo-, y por el hecho de que un gran número de los personajes mencionadas en la Biblia son profetas de otra gran creencia que es el Islam, la historia de los territorios bíblicos (Israel, Palestina , Jordania) interesa a millones de personas en todo el mundo”, explica Levy.

No obstante, el arqueólogo que se ha dedicado durante ocho años a excavar la extensa fundición de cobre deKhirbat en Nahas, al sur del Mar Muerto, en Jordania, señala que actualmente la arqueología bíblica se esfuerza por ser científica, usando métodos de datación objetivos (como radiocarbono) y herramientas de las nuevas tecnologías de la información, lo cual ofrece a los arqueólogos un modelo que permite explorar la relación entre los textos sagrados y la cultura material (los objetos, sitios arqueológicos, etcétera.)
Levy asegura que actualmente la arqueología bíblica utiliza el mismo modelo científico aplicable al estudio de cualquier civilización antigua (como la maya, la escandinava o la griega).

Las ruinas de las principales ciudades antiguas como Megido, Hazor, Gezer y Ascalón, el descubrimiento de la Estela de Merenptah, en Egipto (que incluye la primera mención conocida del pueblo de Israel), así como las nuevas excavaciones en la piscina de Siloé en Jerusalén, son algunos de los grandes hallazgos arqueológicos que tienen relación directa con los textos bíblicos.
Pero hay otros como el Arca de Noé, el Jardín del Edén, Sodoma y Gomorra, el Éxodo o La Tumba pérdida de Jesús, que siguen siendo los grandes enigmas de la arqueología bíblica, los cuales ni con la aplicación de los últimos métodos científicos se han podido comprobar. No obstante, esto no les quita el sueño a los creyentes que tienen como libro de cabecera a la Biblia porque su fe no requiere pruebas.


Vía: http://www.historiayarqueologia.com/