La mítica mesa redonda del Rey Arturo podría estar en Escocia

Los misterios que envuelven a la famosa historia de El Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda parece que se empiezan a desvelar. Unos arqueólogos han descubierto en los famosos jardines 'King´s Knot' ubicados en los alrededores del Castillo de Stirling en Escocia, lo que podría ser la célebre mesa redonda.
Un elemento con 'forma circular' hallado en los trabajos realizados entre mayo y junio y que arroja algo de luz a la leyenda, data de 1620, aunque el montículo es anterior.

El grupo de arqueólogos pertence a la Universidad de Glasgow, a la Sociedad de Historia de Stirling y al la Sociedad Arqueológica de Stirling. Y llevan realizando el estudio no invasivo desde mayo para sacar a la luz los datos no revelados durante seis siglos, momento en el cuál los historiadores sitúan la leyenda del rey Arturo." El área ubicada alrededor del Catillo de Stirling, guarda algunos de los últimos vestigios de los paisajes medievales en Europa" declaró para el diario británico 'The Telegraph', Stephen Digney, el coordinador del proyecto.

No es la primera vez que se realizan trabajos de arqueología. En el siglo XVII, Carlos I, ordenó realizar trabajos de investigación en los jardines reales y ya por aquel entonces, el montículo se cree que tomó la forma actual.
"Es un primer paso emocionante en un serio esfuerzo de exploración, explicación e interpretación de los descubrimientos. Los resultados insinúan que la monarquía escocesa ocultaba un 'elemento' en su jardín, algo que también pasa en otros países" puntualiza el arqueólogo en sus declaraciones al The Telegraph.
El proyecto de investigación se encuentra a la espera de realizar nuevos hallazgos, que segun afirman incluirá un estudio mediante la penetración de un radar en la superficie terrestre.
Además tienen previsto exhibir algunos de los hallazgos encontrados en un museo local.

Vía: http://www.elmundo.es/

Edgar Allan Poe: En peligro la casa museo del escritor

Las ficciones del autor de 'El cuervo' y de la moderna serie 'The wire' se mezclan en un barrio decrépito de Baltimore

Baltimore ha dejado de dar dinero a la Poe House: sólo quedan fondos para un año | Un policía hace guardia ante la casa para tranquilizar a los visitantes | En 'The wire', unos turistas preguntan por Poe, y un local entiende 'poor', pobre | Descampados, casas abandonadas, comercios tapiados, basura ardiendo

El teniente Samuel Hood III, de la policía de Baltimore, hace guardia todos los fines de semana frente a la casa donde entre 1832 o 1833 y 1835 vivió Edgar Allan Poe, en la esquina de las calles North Amity y West Lexington, en un barrio inhóspito y golpeado por décadas de miseria y delincuencia.
"Hago horas suplementarias para pagarle la universidad al chico", decía el sábado pasado.
El barrio donde el teniente Hood III hace guardia está ligado a dos de los iconos culturales de Baltimore (Maryland). Al más antiguo y al más reciente. A Edgar Allan Poe, que vivió en la casa que custodia Hood III, y a The wire, la serie de culto que retrata con aliento decimonónico la miseria y los bajos fondos de la ciudad.

Ningún turista se acerca a este barrio si no es para visitar la pequeña y modesta casa de Poe, la llamada Poe House. Hay descampados, casas abandonadas, comercios tapiados.
"La gente de fuera de la ciudad se pone nerviosa", dijo el teniente Hood III para justificar su presencia frente a la casa de Poe durante las horas de apertura. Su presencia les tranquiliza.
Cuando el sábado, en un descampado cercano, empezó a arder un montón de basura, el policía llamó a los bomberos. A dos manzanas, acababa de celebrarse un desfile de majorettes en el que participó un político local que hacía campaña con un coche descapotable.

Los turistas que se adentraban en el barrio de West Baltimore para visitar la casa de Poe eran todos blancos, como el teniente Samuel Hood III; los vecinos del barrio son negros. Cuando veían un coche con blancos desorientados, le señalaban con la mano su destino.
En el segundo capítulo de la tercera temporada de The wire, un joven le cuenta a un amigo que se ha topado con una pareja de blancos y que estos le han preguntado por la Poe House, la casa de Poe. La pronunciación de Poe y poor (pobre en inglés) es similar. Y el negro explica que a la pregunta de dónde está la casa del pobre, les contestó que en este barrio todas lo son.

También la casa de Edgar Allan Poe. Pegada a unos projects, viviendas para familias con ingresos bajos, es una casa modesta: tres pisos estrechos en la que el escritor vivió con cuatro familiares, entre ellos su prima Virginia, con la que se casaría cuando ella era una niña. Tenía 13 años; él, 27.
Y el museo es modesto. Por cuatro dólares, el visitante puede ver vajillas de época, un telescopio que Poe usó de pequeño e ilustraciones de Gustave Doré para su poema El cuervo.

Ahora la casa donde vivió el autor de La caída de la casa Usher está a punto de derrumbarse. No físicamente, pero sí como sede de un museo que se queda sin dinero. Son tiempos de crisis y recortes, y el Ayuntamiento de Baltimore la ha dejado por segundo año consecutivo sin subvenciones.
Las contribuciones privadas y los fondos recaudados durante la celebración del bicentenario de nacimiento de Poe han permitido mantener abierta la Poe House, cuyo presupuesto anual es de 85.000 dólares, según el diario local, The Baltimore Sun.

"Tenemos suficiente dinero para funcionar hasta julio del 2012", dijo Nicole Mooney, que trabaja en la casa-museo. Cuando llegue esta fecha, o encuentran el modo de ser autosuficientes, o algún mecenas les rescata, o tendrá que cerrar. "Los Baltimore Ravens, un equipo de fútbol bautizado con el poema más famoso del autor, parecería un candidato natural", ha escrito en un editorial del citado diario en alusión a El cuervo.
El tiempo que pasó aquí Edgar Allan Poe fue breve. Había nacido en Boston, también vivió en Filadelfia, y desarrolló buena parte de su carrera literaria en Richmond. Pero cuando vivía en esta casa, que por entonces se encontraba en el extrarradio de Baltimore, en una zona rural, publicó sus primeros cuentos. Los responsables de la casa-museo creen que aquí escribió, entre otros, Mensaje encontrado en una botella y Berenice.

El cementerio donde está enterrado se encuentra a poco más de un kilómetro. Frente a la tumba hay una placa de homenaje del consulado de Francia, país donde Poe, al que en Estados Unidos parte del establishment literario menospreciaba como un autor de literatura popular, entró en el panteón literario de la mano de lectores como Charles Baudelaire o Stéphane Mallarmé.
Según The New York Times, la casa de Poe ha contado con visitantes ilustres como el novelista Stephen King y el actor Vincent Price, protagonista de numerosas adaptaciones al cine de sus cuentos. Uno de los problemas, sin embargo, es la escasez de visitantes, que pueden ser en torno a 60 en un sábado, según Mooney. La localización, lejos del centro turístico, no ayuda.

El teniente Samuel Hood III hace lo posible para que los turistas se sientan seguros. Limpia las hojas que hay en el descampado de enfrente. Les indica cómo llegar al cementerio. Les da conversación.
Cuenta, por ejemplo, que él empezó a interesarse por Poe en la escuela cuando a los 12 años descubrió Un corazón delator. Y explica que en los últimos años las cosas han mejorado en estas calles, que el tráfico de drogas ha bajado, y que la cercanía de la universidad y la construcción de nuevas viviendas es un buen augurio.

"Será un gran barrio", dijo. "Odiaría que cerrasen la casa de Poe, porque es una maravilla".

Fuente: http://www.lavanguardia.es/

Las primeras uñas de los primates primitivos

Rosa M. Tristán | Madrid
Las uñas son, sin duda, un elemento fundamental para proteger la sensible piel de las puntas de los dedos, pero además permiten rascar y también hacer cosquillas y, por ello, también son un elemento fundamental del tacto, que es necesario cuidar y que hoy se decora con cuidado.
Sin embargo, hasta ahora estaba poco claro desde cuando existen en los primates, una cuestión a la que científicos de la Universidad de Florida han puesto fecha esta semana: según sus investigaciones, esas células endurecidas de los dedos aparecieron en nuestros ancestros hace 55 millones de años, en el Ecoceno, facilitando así un tacto más sensible y con más posibilidades.

Para llegar a esta conclusión, los paleontólogos de Florida analizaron la más vieja evidencia fósil de las uñas de un primate que era de muy pequeño tamaño, lo que desmiente que las uñas surgieron al aumentar el tamaño del cuerpo. En total, estudiaron más de 25 ejemplares de la especie 'Teilhardina brandti', un primate extinto que se describió tras encontrarse un molar, pero del que ya se han encontrado otros dientes y huesos de sus tobillos que demuestran que era un mamífero y que vivía en los árboles.

Según el nuevo trabajo, publicado en la revista 'American Journal of Physical Anthropology', sus uñas permitieron a esta especie de lémur agarrarse en las ramas y moverse ágilmente de un árbol a otro.
Jonathan Bloch, del Museo de Historia Natural de Florida, lo explica con claridad: "Con el hallazgo de fósiles del esqueleto de este primitivo primate hemos probado que las uñas ya estaban presentes en un ancestro común a los lemures, los monos y los humanos".

En todo caso, el trabajo que firma permite comprender mejor las relaciones evolutivas de uno de los más antiguos primates modernos que se conocen, así como el medio ambiente en el que desarrolló las uñas en manos y pies, una característica única de este grupo.

Los restos de 'T. brandti' se encontraron en excavaciones, durante siete años, en la Base Wyoming Bighorn y se consideran la especie de primates norteamericanos más primitivos. Se sabe que vivieron hace 55,8 millones de años, en un momento de calentamiento de la Tierra que duró 200.000 años. Fue entonces cuando los mamíferos disminuyeron su tamaño y cuando los ungulados con una pezuña, relacionados con los ciervos y los caballos modernos, aparecen también en el registro fósil. En definitiva, fue el momento en el que se fijó buena parte de la biodiversidad de los mamíferos modernos.

Un primate pequeño

En el caso del primate 'T brandti' se sabe que medía no más de 15 centímetros y que eran omnívoros. Mientras que sus antepasados, los primates arcaicos, tenían garras, los de esta especie ya tenían, además de uñas en sus dígitos, los dos ojos en la cara frontal y un cerebro de mayor tamaño.
"Son las uñas más pequeñas que se conocen tanto en seres vivos como en fósiles", ha declarado Ken Rose, profesor en la Universidad John Hpokins, también coautor del trabajo.

Dado que se han encontrado los fósiles de las especies 'Teilhardina' en otras partes del mundo, y se conocen sus dataciones, los investigadores se cuestionan la hipótesis de que los mamíferos emigraron desde Asia a Norteamérica, como también lo hizo el 'Homo sapiens' y plantean que pudieron llegar desde Asia, pero después de cruzar Europa, dado que en ambos lugares hay especies relacionadas.

Fuente: http://www.elmundo.es/

Una plesiosaurio embarazada desvela un misterio de 200 años

El ejemplar de reptil acuático del cretácico, que se puede ver ya en Los Ángeles, aclara cómo se reproducían estos animales

Hace unos 80 millones de años, en la era de los dinosaurios, los grandes predadores de los mares eran los plesiosaurios, reptiles acuáticos carnívoros con cuatro aletas cuya forma de reproducirse ha sido un misterio desde que hace 200 años empezaron a identificarse los fósiles hallados, bastante numerosos. El estudio de una hembra de plesiosaurio embarazada ha empezado a desvelar el misterio.

Este fósil del cretácico fue encontrado en 1987 en el Estado de Kansas (EE UU) y estaba almacenado en un museo pero hasta ahora no había sido preparado para su análisis, que han realizado Robin O'Keefe y Louis Chiappe. Este último es el director del Instituto de Dinosaurios del Museo de Historia Natural de Los Ángeles (EE UU), donde el fósil ha quedado expuesto tras su estudio, que se publica en Science.
El animal fosilizado estudiado, de cinco metros de largo, es un ejemplar bastante completo de Polycotylus latippinus, una especie de plesiosaurio. El gran tamaño del feto que contiene indica que los plesiosaurios eran vivíparos y que, al contrario de lo que sucedía con otros reptiles acuáticos de la época, parían una sola cría en vez de una camada de crías menos desarrolladas.

"Hace mucho tiempo que los científicos sabían que los cuerpos de los plesiosaurios no estaban bien adaptados a salir del agua y poner huevos en un nido", dice O'Keefe. "La falta de pruebas de que dieran a luz ha resultado un misterio. Este fósil indica por primera vez que los plesiosaurios eran vivíparos y lo resuelve. Además, el embrión es de gran tamaño en comparación con la madre, mucho mayor de lo que se podría esperar si se compara con otros reptiles".

Otros animales marinos vivíparos actuales, como las ballenas y los delfines, cuidan de sus crías durante bastante tiempo. "Creemos que los plesiosaurios tuvieron un comportamiento social y de cuidado materno, con una vida social más parecida a la de los delfines modernos que otros reptiles", añade O'Keefe.
La presencia de plesiosaurios en lo que hoy es Kansas se explica porque en el mesozoico existía una enorme vía de agua que partía en dos el continente norteamericano y se formó por inundación al encontrarse las aguas del océano Ártico y el golfo de México.

Fuente: http://www.elpais.com/

La invasión que terminó con los neandertales

La llegada masiva de humanos modernos a Europa desde África puede explicar uno de los mayores enigmas de la historia de la evolución

Los neandertales vivieron con éxito durante 300.000 años en los entornos subglaciales de la Europa central y occidental. Sin embargo, hace 40.000 años, desaparecieron repentinamente, dando lugar a uno de los mayores misterios de la evolución humana. Entonces, fueron reemplazados por el Homo sapiens, el hombre moderno, anatómica y genéticamente diferente, que se estableció en el continente procedente de África. Ahora, investigadores de la Universidad de Cambridge creen tener la clave para explicar por qué los neandertales fueron borrados del mapa. Según su estudio, publicado en la revista Science, los humanos modernos invadieron la región de forma masiva hasta alcanzar diez veces la población de los neandertales ya establecidos. Simplemente, los avasallaron.

Los científicos, dirigidos por Sir Paul Mellars, profesor de prehistoria y evolución humana en Cambridge, realizaron un análisis estadístico de las evidencias arqueológicas de la región de Périgord, en el suroeste de Francia, que contiene la mayor concentración europea de yacimientos de neandertales y primeros humanos modernos. De esta forma, encontraron pruebas claras de que las primeras poblaciones humanas modernas penetraron en la región en un número al menos diez veces mayor que las comunidades locales de neandertales. Esto se refleja en un aumento en el número total de sitios ocupados, con densidades mucho más altas de residuos como herramientas de piedra o restos de animales de los que se alimentaban. Además, sus áreas de ocupación más extensas reflejan grupos sociales más grandes y aparentemente más integrados.

Frente a este aumento espectacular de visitantes, la capacidad de los grupos neandertales para competir por la misma gama de lugares donde vivir y de alimentos de origen animal (renos, caballos, bisontes y ciervos) se vio menguada. Los conflictos entre las dos poblaciones por ocupar las tierras más ricas en alimentos se repetían, pero el mayor número de individuos y su alta capacidad para coordinar actividades garantizaban el éxito de los humanos modernos.

Más complejos y sofisticados

Los grupos de humanos modernos también poseían tecnologías y equipos de caza superiores, como lanzas más eficaces y de largo alcance y eran más eficientes almacenando alimentos de cara al frío invierno glacial. Que los humanos modernos disponían de cerebros y capacidades mentales más desarrollados respecto a los neandertales es aún un debate abierto, pero la repentina aparición de una amplia gama de formas de arte complejo y sofisticado como las pinturas rupestres, la producción a gran escala de artículos de decoración (piedra perforada y cuentas de marfil y de conchas del mar) y los sistemas simbólicos de las marcas en los huesos y en las herramientas de marfil -todo aspectos que no se habían visto en los neandertales-, apuntan a sistemas más elaborados de comunicación social entre grupos de Homo sapiens, probablemente acompañados de formas más avanzadas y complejas de la lengua.
Todos estos nuevos patrones de comportamiento, más sofisticados, se desarrollaron en primer lugar entre las poblaciones de Homo sapiens africanas al menos entre 20.000 y 30.000 años antes de su dispersión desde África. «Está claro que esta gama de innovaciones tecnológicas y de comportamiento permitió a las poblaciones humanas modernas invadir y sobrevivir» a los neandertales, indica Mellars. Frente a estas competencias, a los neandertales no les quedó más remedio que retroceder a regiones marginales y menos atractivas del continente hasta la extinción, que, según el profesor de Cambridge, quizás pudo haberse acelerado por un deterioro repentino del clima en todo el continente hace unos 40.000 años.

Descubren un mosaico y un baño ritual del siglo I d. C. en Magdala, Israel



Arqueólogos mexicanos hallaron en Magdala, lugar de nacimiento de María Magdalena, en Israel, un mosaico típico del siglo I d. C. y un baño ritual judío.

El mosaico de cuatro por cuatro metros, en forma de roseta con ocho pétalos en blanco y negro, fue localizado durante los trabajos de excavación que un grupo de arqueólogos de la Universidad Anáhuac del Sur y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizan a orillas del mar de Galilea, en Israel.
El grupo de especialistas encabezados por la arqueóloga Marcela Zapata, descubrió también un miqwe, una estructura en forma de piscina que funcionaba como baño de purificación ritual para acceder a la sinagoga. Esta estructura de 3,5 metros de profundidad tiene siete escalones, los cuales, según Zapata, “hacen referencia a los siete días de la creación y a siete momentos históricos de contacto entre Yahvé y el pueblo judío”.

“Este 'miqwe' nos ayudará a entender las costumbres religiosa del pueblo judío”, explicó en entrevista telefónica desde Israel, Marcela Zapata.

Este proyecto de arqueología bíblica, que asesora la arqueóloga Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, tiene como objetivo comprender el desarrollo histórico-cultural del pueblo de Magdala.

El proyecto que inicio en 2010, a raíz del hallazgo de una sinagoga del Siglo I en un predio propiedad de los legionarios de Cristo, ha logrado excavar mil 250 metros cuadrados y continúa con la búsqueda de vestigios que permitan conocer la forma de vida de los habitantes de ese pueblo, considerado como centro de resistencia hacia los romanos.

Los resultados

Hasta ahora, indicó Zapata, se han encontrado varias piezas de cerámica como ánforas, jarras y platos; vasos de piedra caliza que utilizaban los judíos para purificarse en el miqwe, además de 700 monedas del siglo I, objetos de metal como campanas y anillos, algunos dados, así como algunas moliendas de basalto para hacer pan o para moler granos.

“Son hallazgos pequeños pero que nos ayudan a entender la grandeza de este pueblo”, dijo la arqueóloga. Pero el análisis de esos objetos comienzan a dar resultados. Ahora se sabe que el pueblo de Magdala fue abandonado y no destruido a raíz de alguna guerra contra los romanos o por un terremoto, como se había creído: “Después del año 60, cuando llegan los romanos rumbo a Jerusalén, los habitantes del pueblo comienzan a moverse hacia el sur de Magdala, llevándose sus cosas, eso explica porque no se han localizado muchos objetos en el sitio”, considera Marcela Zapata.

“La traza, la cerámica, todo nos indica que estamos hablando de un pueblo del siglo I y no tenemos indicios de ocupaciones posteriores”.

Sin embargo, Zapata advierte que falta mucho por explorar en ese predio de tres hectáreas, donde se planea la construcción del Magdala Center.

La siguente etapa del proyecto, que además se apoya de los métodos de la arqueología científica (arqueometría), a cargo del arqueólogo Luis Barba de del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, consistirá en la exploración del área del puerto, a orillas del mar de Galilea.

Esta etapa, indicó Zapata, permitirá conocer la parte económica de esa región, que durante el siglo I destacó por la pesca, la agricultura y la fabricación de objetos de vidrio.

“Hasta ahora hemos encontrado objetos de uso doméstico y fragmentos de vidrio, pero no se ha encontrado un taller de vidrio”, señaló.

El Proyecto Magdala representa el primer trabajo liderado por arqueólogos mexicanos en Israel y se trata de “la última oportunidad para comprender la vida de un pueblo del siglo I”, ya que los pueblos que existieron a las orillas del Mar de Galilea, la principal reserva de agua dulce de Israel, han sido excavados o urbanizados.




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Fuente: http://www.eluniversal.com.mx/