¿Pudo la vida de la Tierra llegar a otros planetas?

Simulaciones científicas demuestran que, tras la colisión de un asteroide contra nuestro planeta, partículas cargadas de elementos biológicos pudieron salir disparadas y alcanzar la Luna, Marte y Júpiter

Según la teoría de la Panspermia, los elementos básicos para desarrollar la vida en la Tierra pudieron haber llegado a nuestro planeta por el impacto de un asteroide o un cometa, una hipótesis polémica, pero que se refuerza cada vez que los científicos descubren compuestos biológicos esenciales en las rocas caídas del espacio. Sin embargo, ¿pudo haber ocurrido lo contrario? ¿Pudo haber sido la Tierra una gran «madre» que haya expulsado la vida fuera de ella? Durante estos impactos, trozos de la corteza terrestre que contenían organismos biológicos pudieron haber sido lanzados al espacio y, si hubieran sido expulsados a la velocidad correcta, podrían haber alcanzado otro planeta y, por qué no, sembrado la vida en algún lejano lugar del Sistema Solar. Aunque la idea, así simplificada, pueda resultar algo fantasiosa, un grupo de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México la considera posible. El equipo ha realizado nuevas simulaciones más sofisticadas para analizar la dinámica de estas partículas expulsadas y ha llegado a la conclusión de que las partículas no solo podrían llegar a Venus, la Luna y Marte, sino que también podrían haber alcanzado Júpiter.
El estudio, dirigido por el investigador Mauricio Reyes Ruiz y publicado en arXiv.org, ha analizado las probabilidades de colisión de las partículas expulsadas desde la Tierra con otros planetas cercanos, triplicando el número de material en comparación con estudios previos. Los científicos analizaron 10.242 partículas con con una velocidad de eyección mínima de 11,2 km/s, necesario para escapar de la órbita terrestre. Los investigadores siguieron a las partículas simuladas expulsadas durante 30.000 años -lógicamente también simuladas- que es el tiempo máximo estimado de supervivencia del material biológico en el espacio.
Los cálculos han demostrado que se necesita una velocidad de eyección de 11,62 km/s para llegar a Marte y de 14,28 km/s para llegar a la órbita de Júpiter. Las partículas con velocidades de expulsión de alrededor de 11,2 km/s tienen más probabilidades de volver a caer a la Tierra, mientras que las que tienen velocidades de expulsión de más de 16,4 km/s saldrían fuera del Sistema Solar. En este último caso, también es muy difícil que colisionen con otros planetas también es despreciable.

Vida en Ganímedes

Las simulaciones muestran que las partículas expulsadas de la Tierra podrían llegar a Júpiter y que las que chocan con Marte son dos órdenes de magnitud mayor que las vistas en estudios anteriores. Los investigadores creen que ambos resultados tienen una importancia astrobiológica, especialmente debido a la búsqueda de evidencias de entornos capaces de sustentar vida en Marte y las lunas de Júpiter Europa y Ganímedes.
Los investigadores matizan que la probabilidad de que las partículas alcancen algún objetivo atractivo también depende del lugar de la Tierra desde donde han sido expulsadas. En general, las probabilidades, aunque existan, son siempre pequeñas, según reconocen los investigadores. Nuevas simulaciones aún más precisas serán necesarias para determinar, con mayor seguridad, si la vida terrestre pudo haber alcanzado otro mundo. Si una vez allí consiguió aferrarse y expandirse, ya es otra historia.

El sexo con neandertales favoreció a los humanos modernos

Reforzó nuestro sistema inmunológico y nos hizo más fuertes, al introducir un gen fundamental contra los virus

Neandertales y seres humanos modernos cruzaron algo más que miradas. Es bien sabido que mantuvieron relaciones sexuales, unos encuentros que dejaron como fruto una huella genética imborrable y que consiste en el 2% del genoma de todos los homo sapiens del planeta, con la excepción de los africanos. El cruce entre las dos especies humanas inteligentes ya había sido confirmada el pasado año por Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, pero lo que hasta ahora no se conocía es que ese sexo de las cavernas favoreció nuestra evolución.... y nos hizo más fuertes.
El sexo con neandertales favoreció a los humanos modernos
Distribución de estos genes HLA en humanos modernos
Según investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, cuyo estudio se publica en la revista Science, las relaciones sexuales con neandertales y otros parientes cercanos -en concreto, el homínido de Denisova, cuya existencia salió a la luz con el descubrimiento en 2008 de un hueso de un dedo y un diente en una cueva de Siberia- introdujeron por primera vez en el genoma humano unas formas de los genes HLA, famosos por su papel contra los patógenos, que reforzaron el sistema inmune que disfrutamos hoy día.
Aunque los humanos modernos, los neandertales y los homínidos de Denisova comparten un antepasado común en África, los grupos se dividieron en poblaciones separadas y distintas hace unos 400.000 años. El linaje neandertal emigró hacia Europa y el oeste asiático, mientras que el Denisova se trasladó al este de Asia. Los ancestros del hombre moderno permanecieron en África hasta hace unos 65.000 años, cuando se expandieron hacia Euroasia y se mezclaron con los otros grupos humanos. En algunos casos, los encuentros fueron de índole amorosa.

Destruir patógenos

El pasado año, una secuencia del genoma de los neandertales, que se extinguieron aproximadamente hace 30.000 años, reveló que de un 2 a un 4% del ADN de este grupo está presente en el mapa genético de cualquiera de nosotros. En el caso del homínido de Denivosa, la huella genética puede alcanzar el 6%. Estas parejas tuvieron un efecto positivo sobre la salud de los humanos modernos.
Este regalo útil fue la introducción de nuevas variantes de genes del sistema inmunológico, esenciales para que el cuerpo pueda reconocer y destruir los patógenos. Estos genes, los HLA, son algunos de los más variables y flexibles de nuestro «código de barras», en parte debido a que la rápida evolución de los virus demanda una flexibilidad de nuestro sistema inmunológico. Los antígenos se extendieron entre los descendientes de las poblaciones mezcladas en Europa y Asia. Hoy en día, las nuevas formas y combinaciones de estos antiguos HLA se pueden ver en más de la mitad de los genomas de los euroasiáticos modernos. Es una de las causas de que podamos sobreponernos con facilidad de, por ejemplo, un vulgar catarro.

La mítica mesa redonda del Rey Arturo podría estar en Escocia

Los misterios que envuelven a la famosa historia de El Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda parece que se empiezan a desvelar. Unos arqueólogos han descubierto en los famosos jardines 'King´s Knot' ubicados en los alrededores del Castillo de Stirling en Escocia, lo que podría ser la célebre mesa redonda.
Un elemento con 'forma circular' hallado en los trabajos realizados entre mayo y junio y que arroja algo de luz a la leyenda, data de 1620, aunque el montículo es anterior.

El grupo de arqueólogos pertence a la Universidad de Glasgow, a la Sociedad de Historia de Stirling y al la Sociedad Arqueológica de Stirling. Y llevan realizando el estudio no invasivo desde mayo para sacar a la luz los datos no revelados durante seis siglos, momento en el cuál los historiadores sitúan la leyenda del rey Arturo." El área ubicada alrededor del Catillo de Stirling, guarda algunos de los últimos vestigios de los paisajes medievales en Europa" declaró para el diario británico 'The Telegraph', Stephen Digney, el coordinador del proyecto.

No es la primera vez que se realizan trabajos de arqueología. En el siglo XVII, Carlos I, ordenó realizar trabajos de investigación en los jardines reales y ya por aquel entonces, el montículo se cree que tomó la forma actual.
"Es un primer paso emocionante en un serio esfuerzo de exploración, explicación e interpretación de los descubrimientos. Los resultados insinúan que la monarquía escocesa ocultaba un 'elemento' en su jardín, algo que también pasa en otros países" puntualiza el arqueólogo en sus declaraciones al The Telegraph.
El proyecto de investigación se encuentra a la espera de realizar nuevos hallazgos, que segun afirman incluirá un estudio mediante la penetración de un radar en la superficie terrestre.
Además tienen previsto exhibir algunos de los hallazgos encontrados en un museo local.

Vía: http://www.elmundo.es/

Edgar Allan Poe: En peligro la casa museo del escritor

Las ficciones del autor de 'El cuervo' y de la moderna serie 'The wire' se mezclan en un barrio decrépito de Baltimore

Baltimore ha dejado de dar dinero a la Poe House: sólo quedan fondos para un año | Un policía hace guardia ante la casa para tranquilizar a los visitantes | En 'The wire', unos turistas preguntan por Poe, y un local entiende 'poor', pobre | Descampados, casas abandonadas, comercios tapiados, basura ardiendo

El teniente Samuel Hood III, de la policía de Baltimore, hace guardia todos los fines de semana frente a la casa donde entre 1832 o 1833 y 1835 vivió Edgar Allan Poe, en la esquina de las calles North Amity y West Lexington, en un barrio inhóspito y golpeado por décadas de miseria y delincuencia.
"Hago horas suplementarias para pagarle la universidad al chico", decía el sábado pasado.
El barrio donde el teniente Hood III hace guardia está ligado a dos de los iconos culturales de Baltimore (Maryland). Al más antiguo y al más reciente. A Edgar Allan Poe, que vivió en la casa que custodia Hood III, y a The wire, la serie de culto que retrata con aliento decimonónico la miseria y los bajos fondos de la ciudad.

Ningún turista se acerca a este barrio si no es para visitar la pequeña y modesta casa de Poe, la llamada Poe House. Hay descampados, casas abandonadas, comercios tapiados.
"La gente de fuera de la ciudad se pone nerviosa", dijo el teniente Hood III para justificar su presencia frente a la casa de Poe durante las horas de apertura. Su presencia les tranquiliza.
Cuando el sábado, en un descampado cercano, empezó a arder un montón de basura, el policía llamó a los bomberos. A dos manzanas, acababa de celebrarse un desfile de majorettes en el que participó un político local que hacía campaña con un coche descapotable.

Los turistas que se adentraban en el barrio de West Baltimore para visitar la casa de Poe eran todos blancos, como el teniente Samuel Hood III; los vecinos del barrio son negros. Cuando veían un coche con blancos desorientados, le señalaban con la mano su destino.
En el segundo capítulo de la tercera temporada de The wire, un joven le cuenta a un amigo que se ha topado con una pareja de blancos y que estos le han preguntado por la Poe House, la casa de Poe. La pronunciación de Poe y poor (pobre en inglés) es similar. Y el negro explica que a la pregunta de dónde está la casa del pobre, les contestó que en este barrio todas lo son.

También la casa de Edgar Allan Poe. Pegada a unos projects, viviendas para familias con ingresos bajos, es una casa modesta: tres pisos estrechos en la que el escritor vivió con cuatro familiares, entre ellos su prima Virginia, con la que se casaría cuando ella era una niña. Tenía 13 años; él, 27.
Y el museo es modesto. Por cuatro dólares, el visitante puede ver vajillas de época, un telescopio que Poe usó de pequeño e ilustraciones de Gustave Doré para su poema El cuervo.

Ahora la casa donde vivió el autor de La caída de la casa Usher está a punto de derrumbarse. No físicamente, pero sí como sede de un museo que se queda sin dinero. Son tiempos de crisis y recortes, y el Ayuntamiento de Baltimore la ha dejado por segundo año consecutivo sin subvenciones.
Las contribuciones privadas y los fondos recaudados durante la celebración del bicentenario de nacimiento de Poe han permitido mantener abierta la Poe House, cuyo presupuesto anual es de 85.000 dólares, según el diario local, The Baltimore Sun.

"Tenemos suficiente dinero para funcionar hasta julio del 2012", dijo Nicole Mooney, que trabaja en la casa-museo. Cuando llegue esta fecha, o encuentran el modo de ser autosuficientes, o algún mecenas les rescata, o tendrá que cerrar. "Los Baltimore Ravens, un equipo de fútbol bautizado con el poema más famoso del autor, parecería un candidato natural", ha escrito en un editorial del citado diario en alusión a El cuervo.
El tiempo que pasó aquí Edgar Allan Poe fue breve. Había nacido en Boston, también vivió en Filadelfia, y desarrolló buena parte de su carrera literaria en Richmond. Pero cuando vivía en esta casa, que por entonces se encontraba en el extrarradio de Baltimore, en una zona rural, publicó sus primeros cuentos. Los responsables de la casa-museo creen que aquí escribió, entre otros, Mensaje encontrado en una botella y Berenice.

El cementerio donde está enterrado se encuentra a poco más de un kilómetro. Frente a la tumba hay una placa de homenaje del consulado de Francia, país donde Poe, al que en Estados Unidos parte del establishment literario menospreciaba como un autor de literatura popular, entró en el panteón literario de la mano de lectores como Charles Baudelaire o Stéphane Mallarmé.
Según The New York Times, la casa de Poe ha contado con visitantes ilustres como el novelista Stephen King y el actor Vincent Price, protagonista de numerosas adaptaciones al cine de sus cuentos. Uno de los problemas, sin embargo, es la escasez de visitantes, que pueden ser en torno a 60 en un sábado, según Mooney. La localización, lejos del centro turístico, no ayuda.

El teniente Samuel Hood III hace lo posible para que los turistas se sientan seguros. Limpia las hojas que hay en el descampado de enfrente. Les indica cómo llegar al cementerio. Les da conversación.
Cuenta, por ejemplo, que él empezó a interesarse por Poe en la escuela cuando a los 12 años descubrió Un corazón delator. Y explica que en los últimos años las cosas han mejorado en estas calles, que el tráfico de drogas ha bajado, y que la cercanía de la universidad y la construcción de nuevas viviendas es un buen augurio.

"Será un gran barrio", dijo. "Odiaría que cerrasen la casa de Poe, porque es una maravilla".

Fuente: http://www.lavanguardia.es/

Las primeras uñas de los primates primitivos

Rosa M. Tristán | Madrid
Las uñas son, sin duda, un elemento fundamental para proteger la sensible piel de las puntas de los dedos, pero además permiten rascar y también hacer cosquillas y, por ello, también son un elemento fundamental del tacto, que es necesario cuidar y que hoy se decora con cuidado.
Sin embargo, hasta ahora estaba poco claro desde cuando existen en los primates, una cuestión a la que científicos de la Universidad de Florida han puesto fecha esta semana: según sus investigaciones, esas células endurecidas de los dedos aparecieron en nuestros ancestros hace 55 millones de años, en el Ecoceno, facilitando así un tacto más sensible y con más posibilidades.

Para llegar a esta conclusión, los paleontólogos de Florida analizaron la más vieja evidencia fósil de las uñas de un primate que era de muy pequeño tamaño, lo que desmiente que las uñas surgieron al aumentar el tamaño del cuerpo. En total, estudiaron más de 25 ejemplares de la especie 'Teilhardina brandti', un primate extinto que se describió tras encontrarse un molar, pero del que ya se han encontrado otros dientes y huesos de sus tobillos que demuestran que era un mamífero y que vivía en los árboles.

Según el nuevo trabajo, publicado en la revista 'American Journal of Physical Anthropology', sus uñas permitieron a esta especie de lémur agarrarse en las ramas y moverse ágilmente de un árbol a otro.
Jonathan Bloch, del Museo de Historia Natural de Florida, lo explica con claridad: "Con el hallazgo de fósiles del esqueleto de este primitivo primate hemos probado que las uñas ya estaban presentes en un ancestro común a los lemures, los monos y los humanos".

En todo caso, el trabajo que firma permite comprender mejor las relaciones evolutivas de uno de los más antiguos primates modernos que se conocen, así como el medio ambiente en el que desarrolló las uñas en manos y pies, una característica única de este grupo.

Los restos de 'T. brandti' se encontraron en excavaciones, durante siete años, en la Base Wyoming Bighorn y se consideran la especie de primates norteamericanos más primitivos. Se sabe que vivieron hace 55,8 millones de años, en un momento de calentamiento de la Tierra que duró 200.000 años. Fue entonces cuando los mamíferos disminuyeron su tamaño y cuando los ungulados con una pezuña, relacionados con los ciervos y los caballos modernos, aparecen también en el registro fósil. En definitiva, fue el momento en el que se fijó buena parte de la biodiversidad de los mamíferos modernos.

Un primate pequeño

En el caso del primate 'T brandti' se sabe que medía no más de 15 centímetros y que eran omnívoros. Mientras que sus antepasados, los primates arcaicos, tenían garras, los de esta especie ya tenían, además de uñas en sus dígitos, los dos ojos en la cara frontal y un cerebro de mayor tamaño.
"Son las uñas más pequeñas que se conocen tanto en seres vivos como en fósiles", ha declarado Ken Rose, profesor en la Universidad John Hpokins, también coautor del trabajo.

Dado que se han encontrado los fósiles de las especies 'Teilhardina' en otras partes del mundo, y se conocen sus dataciones, los investigadores se cuestionan la hipótesis de que los mamíferos emigraron desde Asia a Norteamérica, como también lo hizo el 'Homo sapiens' y plantean que pudieron llegar desde Asia, pero después de cruzar Europa, dado que en ambos lugares hay especies relacionadas.

Fuente: http://www.elmundo.es/

Una plesiosaurio embarazada desvela un misterio de 200 años

El ejemplar de reptil acuático del cretácico, que se puede ver ya en Los Ángeles, aclara cómo se reproducían estos animales

Hace unos 80 millones de años, en la era de los dinosaurios, los grandes predadores de los mares eran los plesiosaurios, reptiles acuáticos carnívoros con cuatro aletas cuya forma de reproducirse ha sido un misterio desde que hace 200 años empezaron a identificarse los fósiles hallados, bastante numerosos. El estudio de una hembra de plesiosaurio embarazada ha empezado a desvelar el misterio.

Este fósil del cretácico fue encontrado en 1987 en el Estado de Kansas (EE UU) y estaba almacenado en un museo pero hasta ahora no había sido preparado para su análisis, que han realizado Robin O'Keefe y Louis Chiappe. Este último es el director del Instituto de Dinosaurios del Museo de Historia Natural de Los Ángeles (EE UU), donde el fósil ha quedado expuesto tras su estudio, que se publica en Science.
El animal fosilizado estudiado, de cinco metros de largo, es un ejemplar bastante completo de Polycotylus latippinus, una especie de plesiosaurio. El gran tamaño del feto que contiene indica que los plesiosaurios eran vivíparos y que, al contrario de lo que sucedía con otros reptiles acuáticos de la época, parían una sola cría en vez de una camada de crías menos desarrolladas.

"Hace mucho tiempo que los científicos sabían que los cuerpos de los plesiosaurios no estaban bien adaptados a salir del agua y poner huevos en un nido", dice O'Keefe. "La falta de pruebas de que dieran a luz ha resultado un misterio. Este fósil indica por primera vez que los plesiosaurios eran vivíparos y lo resuelve. Además, el embrión es de gran tamaño en comparación con la madre, mucho mayor de lo que se podría esperar si se compara con otros reptiles".

Otros animales marinos vivíparos actuales, como las ballenas y los delfines, cuidan de sus crías durante bastante tiempo. "Creemos que los plesiosaurios tuvieron un comportamiento social y de cuidado materno, con una vida social más parecida a la de los delfines modernos que otros reptiles", añade O'Keefe.
La presencia de plesiosaurios en lo que hoy es Kansas se explica porque en el mesozoico existía una enorme vía de agua que partía en dos el continente norteamericano y se formó por inundación al encontrarse las aguas del océano Ártico y el golfo de México.

Fuente: http://www.elpais.com/