Secuencian el ADN de la bacteria más letal de la historia, la Peste Negra

Restos de cuatro cadáveres de personas fallecidas por la peste negra y recuperados en el cementerio londinense de East Smithfield, a partir de los cuales se ha podido aislar y secuencia la bacteria causante de la epidemia.- MUSEUM OF LONDON ARCHEOLOGY

La llamada «peste negra» mató a casi la mitad de la población europea del siglo XIV

La bacteria mató a 50 millones de personas en Europa entre 1347 y 1351  

La peste negra, una de las más mortíferas epidemias de la historia de la humanidad, con 50 millones de fallecidos en Europa (la mitad de su población) en pocos años (entre 1347 y 1351), fue causada por una bacteria, una variante específica de la Yersinia pestis, cuyo genoma completo ha logrado ahora secuenciar un equipo científico internacional. Los investigadores han utilizado las muestras tomadas de los restos de cuatro víctimas de la peste negra enterradas en el cementerio londinense de East Smithfield, entre 1348 y 1350.

«Los datos genéticos indican que esta variante bacteriológica es el ancestro de todas las plagas modernas que tenemos en el mundo. Todos los brotes de hoy día provienen de un descendiente de aquella plaga medieval», explica Hendrik Poinar, uno de los científicos responsables del proyecto, publicado ayer por la revista científica «Nature».

Johannes Krause (Universidad de Tubinga, Alemania) y sus colegas concluyen que esa cepa de la mortífera bacteria que ellos han secuenciado es el ancestro de todas las cepas de peste actuales, que provocan unas 2.000 muertes cada año en todo el mundo.

Es la primera vez que los científicos logran reconstruir el genoma de un patógeno tan antiguo, y es importante porque permite seguir el rastro de los cambios en su evolución y virulencia a lo largo del tiempo, explican los expertos de la Universidad McMaster (Canadá), que ha participado en la investigación.
De hecho, estos científicos han podido secuenciar el genoma de la cepa de la bacteria de la peste negra gracias a una nueva tecnología, desarrollada por ellos mismos, para obtener y purificar pequeños fragmentos de ADN degradados del antiguo patógeno y lo han identificado como una variante de Yersinia pestis. Ha sido esencial aislar, en los restos del cementerio londinense, la señal genética de la bacteria específica del ADN de otros microorganismos y de los propios humanos de la edad media.

"Utilizando la misma metodología, sería posible ahora estudiar genomas de todo tipo de patógenos antiguos, lo que nos proporciona una visión directa de la evolución de los patógenos humanos y las pandemias históricas", señala Krause.

Los investigadores han descubierto en sus análisis del genoma que en los 660 años de evolución de esa cepa bacteriana se han producido relativamente poco cambio en su genoma, pero esos cambios pudieron ser responsables de la virulencia de la famosa epidemia que barrió Europa en la Edad Media.
Los análisis genéticos también han permitido determinar el origen de aquella cepa mortífera en algún momento entre el siglo XII y XIII, lo que muestra que otra epidemia mucho más antigua, en la Roma de Justiniano, en el siglo VI, fue causada por otro agente patógeno diferente -aún por determinar- que se extendió por el imperio Romano matando a unos cien millones de personas.

Hallan la madriguera de un descomunal «kraken» prehistórico

Se trata de un monstruo marino de 30 metros, quizás un pulpo o calamar gigantes, capaz de devorar a los mayores depredadores de la época

Científicos exponen los últimos estudios sobre la Sábana Santa en Cáceres

LA JORNADA 'LA CIENCIA TRAS LAS HUELLAS DE JESÚS', EN EL AULA DE CLAVELLINAS DEL 14 AL 22 DE OCTUBRE

Se hablará también del Sudario de Oviedo, del Mantel de Coria y del Cáliz de Valencia. Abiertas a todo el público. La entrada es gratuita hasta completar el aforo

SIRA RUMBO
Expertos en sindonología --ciencia que se encarga de estudiar la Sábana Santa-- participarán en Cáceres los días 14, 15, 21 y 22 de octubre en unas jornadas de estudio denominadas 'La ciencia, tras las huellas de Jesús' que pretende exponer las últimas investigaciones científicas sobre las reliquias de Jesucristo. Así, se abordarán temas sobre el Mantel de Coria, la Sábana Santa de Turín, el Sudario de Oviedo o el Cáliz de Valencia.

Las jornadas, organizadas por el Obispado Coria-Cáceres y el Centro Español de Sindonología (CES), tendrán lugar en el aula de cultura de la calle Clavellinas de la capital cacereña. "Es un proyecto que a nadie va a dejar indiferente. Es una simbiosis entre la religión y la ciencia", explicó el director de la Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero, patrocinador de las jornadas junto con Obra Social Caja Extremadura. Acha indicó, además, que se trata de un evento de relevancia para la región porque será "un foco de atracción mundial".

El responsable en la región del Centro de Estudios de Sindonología, Ignacio Dols, recordó que a estos estudios se dedican científicos de diferentes ramas, desde arquitectos hasta ingenieros industriales. "El curso intenta hablar de lo que la ciencia tiene que decir sobre las reliquias que han tenido contacto con Jesucristo. Es una puesta en común donde se sacarán conclusiones consensuadas", especificó Dols.
Las jornadas están abiertas al público general y la entrada es libre, hasta completar aforo.

Vía: http://www.elperiodicoextremadura.com/

El agua de los océanos pudo llegar del Espacio

Una buena proporción del agua de los océanos procedió de los cometas

Los científicos descubren que hielo hallado en un cometa del cinturón de Kuiper es idéntico al de nuestros mares

Londres. (EFE).- Una buena proporción del agua de los océanos pudo proceder de los cometas, más de lo estimado hasta ahora, según un grupo de científicos que estudió uno de esos cuerpos celestes.
A esta conclusión llegó un equipo internacional de expertos coordinado por Paul Hartogh del Instituto Max-Planck para Estudios del Sistema Solar de Alemania, después de detectar por primera vez en un cometa agua con una composición similar a la de los océanos terrestres.

Su investigación, publicada este miércoles en la revista británica Nature, pudo realizarse gracias a los instrumentos del Observatorio Espacial Herschel, de la Agencia Espacial Europea.
Los científicos descubrieron que el agua de los océanos terrestres tiene la misma composición que el hielo hallado en un cometa identificado como 103P/Hartley2, de la familia de Júpiter y cuyo origen está en el cinturón de Kuiper, el conjunto de cuerpos de cometa fuera de la órbita de Neptuno.
Para llegar a esta conclusión, Hartogh y sus compañeros -entre ellos el español Miguel de Val-Borro y la venezolana Miriam Rengel- determinaron la proporción de deuterio o hidrógeno pesado (D/H) en el agua del 103P/Hartley 2.

Seis otros cometas analizados con el mismo Instrumento Heterodino para el Infrarrojo Lejano de Herschel (HIFI) en los últimos años dieron valores muy distintos de D/H al existente en nuestros océanos, por lo que no pudieron aportar más del 10% del agua terrestre.
Los análisis sobre el origen de los océanos han sido motivo de debate puesto que varias investigaciones apuntaban a que procedió principalmente del impacto de los asteroides con la Tierra.
Hartogh asegura que en el periodo de su formación la Tierra era muy seca, por lo que el agua que hubiera en ese momento se evaporó al espacio.

Según creen los científicos, el agua surgió unos 8 millones de años después, por lo que los candidatos para suministrarla fueron los cometas y los asteroides.
Es posible establecer de dónde procedió el agua analizando la composición isotópica, especialmente la proporción de deuterio de hidrógeno (D/H), señaló el científico.

Según Hartogh, los asteroides de carbono del llamado cinturón de asteroides exterior, una región relativamente fría, tienen una relación D/H similar a la de los océanos terrestres.
Los cometas, en cambio, tienen más cantidad de agua pero su D/H es dos veces mayor que el agua de la Tierra, por lo que sólo una pequeña proporción de agua pudo proceder de ellos.
Pero esos cometas, ubicados en la nube Oort, fuera de nuestro sistema solar, tienen un origen distinto al del identificado ahora.

"El cometa 103P/Hartley2 tiene la misma proporción que el agua de los océanos de la Tierra. Como conclusión, más cantidad de agua de lo que se pensaba pudo proceder de los cometas", afirmó Hartogh.

http://www.lavanguardia.es/

Las pinturas rupestres de Altamira en peligro

La cueva de Altamira, con las magníficas pinturas en la parte superior, con uno de los instrumentos científicos de control del entorno.- MNCN-CSIS

Ocho expertos advierten en la revista 'Science' que la cueva, colonizada por bacterias y hongos, no soportaría el impacto de los visitantes si se reabriese

Las pinturas de Altamira, de hace unos 14.000 años, se conservaron excepcionalmente bien hasta su descubrimiento, en 1879, gracias a la ausencia de luz, a la escasa filtración de agua y el bajo flujo de aire de la Sala Policromada, con sus excepcionales pinturas. Pero la apertura de la cueva y los miles de visitantes durante décadas provocaron un deterioro tal que, en 1977, hubo que cerrarla. Luego se volvió a abrir con restricciones y se volvió a cerrar, la última vez en 2002. Ahora, un equipo de ocho expertos advierte en la revista Science que "las investigaciones muestran la necesidad de conservar la cueva manteniéndola cerrada en el futuro próximo". Cesáreo Saiz-Jiménez (investigador del CSIC) y sus colegas señalan que, desde el año pasado, se ha planteado reabrir Altamira por el impacto positivo que tendría en el turismo de la región, pero advierten que tal medida sería peligrosa para las famosas pinturas. Uno de los peligros sería la proliferación de bacterias y de hongos que han colonizado la cueva y que, por el momento, parecen estar contenidas en la entrada de la cueva.

"Si la cueva se reabre al público, la entrada continua de visitantes provocará un aumento de la temperatura, de la humedad y del CO2 en la Sala Policromada, reactivando la condensación y la corrosión de las rocas", escriben estos investigadores en la prestigiosa revista científica. Además, las visitas, al desplazarse por el interior del recinto, levantarían dañinas partículas que quedan en suspensión en el aire, incrementando la erosión de las paredes y liberando bacterias y esporas de hongos. También entrarían nuevos nutrientes para el frágil ecosistema de la cueva.

Saíz-Jiménez y sus colegas (del CSIC, de la Universidad de Alicante y del Museo Nacional de Ciencias Naturales) recuerdan que, en 1973, antes del cierre de Altamira, el número de visitas era altísimo (175.000 personas, en 1973). En 1982, se reabrió con un cupo máximo anual de personas que podían entrar en la cueva cada año (8.500 en un documento y 11.000 en otro). "Sin embargo, en septiembre de 2002 de nuevo hubo que cerrar Altamira al público debido a la presencia de microorganismos fototróficos en las pinturas", escriben los científicos. "La colonización de estos microorganismos fue la consciencia de décadas de utilización de luz artificial en la famosa Sala Policromada e iba acompañada por el desarrollo de colonizaciones microbianas directamente en las pinturas rojizas".

Altamira se conservó durante miles de años, recuerdan, gracias a un entorno pobre en nutrientes y con escaso contacto con la atmósfera exterior.
Pese a que el cierre desde 2002 ha sido muy beneficioso para la famosa cueva y sus pinturas, los problemas de conservación están todavía lejos de estar resueltos y los científicos siguen haciendo controles de su estado.

La cueva de Altamira depende del Ministerio de Cultura y es gestionada por el Museo Nacional de Altamira. Los científicos, en su artículo publicado en Science y titulado Arte paleolítico en peligro: política y ciencia enfrentadas en la cueva de Altamira, aconsejan que este lugar, Patrimonio de la Humanidad, permanezca cerrado para preservarlo.

Vía: http://www.elpais.com/

Caso resuelto: la Luna de Frankenstein era real

Astrónomos consiguen resolver una antigua incógnita que limpia la reputación de Mary Shelley, acusada de mentir sobre la inspiración de su historia de terror

Caso resuelto: la Luna de Frankenstein era real
Mary Shelley
Una noche oscura y tormentosa de junio de 1816, la escritora Mary Shelley y un grupo de amigos pasaban la velada contando historias de fantasmas en Villa Diodati, su residencia a orillas del lago de Ginebra, en Suiza. El poeta Lord Byron, uno de los presentes, desafió a los demás a intentar escribir un cuento de terror. De este reto nació Frankenstein, uno de los grandes monstruos de la literatura, fruto de la imaginación de Shelley. En el prólogo del libro, la autora asegura que la inspiración que dio forma a la criatura llegó repentinamente tras una pesadilla, en un duermevela en el que pudo ver la luz de la Luna entrando en su habitación. La escritora fue duramente criticada por algunos de sus coetáneos, que la acusaban de inventarse una historia demasiado romántica y sobrenatural para vender mejor su libro. Hasta ahora, había resultado imposible saber si Shelley había llevado su imaginación demasiado lejos y había exagerado la forma en la que se le ocurrió la obra, pero un grupo de astrónomos, quién lo iba a decir, ha resuelto el misterio y ha conseguido limpiar la reputación de una gran autora. Shelley no mentía.
En su relato, Shelley dice que era incapaz de concebir una buena historia de terror para epatar a Byron hasta que tuvo una conversación nocturna sobre la naturaleza de la vida con su marido que continuó hasta después de medianoche. Cuando finalmente se fue a la cama, experimentó un extraño sueño en el que un hombre intentaba traer a la vida a un cadáver a través de los mecanismos de la ciencia. Shelley se despertó de su pesadilla y vio la luz de la Luna entrar por la ventana de su habitación. Al día siguiente, comenzó a trabajar en Frankenstein. El siniestro personaje había nacido.

Caso resuelto: la Luna de Frankenstein era real
Villa Diodati
Aunque la reunión de amigos y el desafío de la historia de fantasmas están bien documentados, los académicos e investigadores han cuestionado la veracidad de la versión de Shelley de los acontecimientos e incluso se la ha acusado de mentir. Algunos han sugerido que ella fabricó una versión romántica del prólogo de la edición de 1831 de Frankenstein únicamente para vender más libros. La fecha tradicionalmente aceptada de la reunión en la que se produjo el reto de escribir la historia es el 16 de junio, debido a unos apuntes en el diario del escritor John Polidori, pero en realidad «no hay ninguna medición explícita de la fecha de la sugerencia de la historia de fantasmas en ninguna carta, diario o documento», dice Donald Olson, de la Universidad del Estado de Texas-San Marcos (EE.UU.) y un de los responsables del estudio. «Nadie conoce la fecha».

Una Luna brillante

Las cartas y diarios que han sobrevivido dicen que Byron y Polidori llegaron a Villa Diodati el 10 de junio, por lo que es posible que el poeta lanzara su desafío entre el día 10 y el 16. La referencia de Shelley a la luz de la Luna es clave para los científicos. Para determinar qué noches de junio de 1816 pudo brillar la Luna a través de la ventana de Shelley después de la medianoche, los investigadores viajaron el pasado año a Villa Diodati, todavía en pie junto al lago.
El equipo de investigación hizo extensas mediciones topográficas del terreno y el edificio, y peinó los registros del clima de junio de 1816. Los astrónomos creen que una luna brillante y redonda que iluminó la ladera hasta meterse por la ventana de la escritora justo antes de las 2 de la mañana del 16 de junio. «Mary Shelley escribió sobre la Luna brillando a través de la ventana y durante 15 años me he preguntado si podríamos volver a recrear esa noche», dice Olson. «Lo hemos hecho y no tenemos ninguna razón para dudar de su relato», ha confirmado. Un auténtico trabajo de «forenses astronómicos». Caso resuelto y el honor de Mary Shelley, repuesto.