El sentido del olfato fue clave en la evolución de los humanos

El olfato nos hizo más humanos, o al menos favoreció en nuestra especie procesos cognitivos como la percepción o la intuición, según revela un análisis de decenas de cráneos de humanos actuales, ancestros y otros primates liderado por un equipo de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El trabajo, publicado en la revista 'Nature Communications', lo inició hace años el investigador de origen alemán Markus Bastir, un paleontólogo especializado en el estudio de la morfología de los cráneos humanos para determinar algunas de sus capacidades funcionales. En concreto, en el análisis se compararon 80 cráneos de 'Homo sapiens', 30 de chimpancés y otros 14 de otras especies de homínidos, como los neandertales, 'Homo ergaster', 'Homo erectus' y ' Midpleistocene Homo'.

Los investigadores se centraron en la base del cráneo, que estudiaron en tres dimensiones, y concluyeron que los bulbos olfativos, donde está la estructura que recibe la información del olfato, son un 12% mayor en nuestra especie que en el resto de las especies estudiadas.
"Fue una sorpresa descubrir esta capacidad humana porque los primates no se caracterizan precisamente por su olfato excepcional. Pero estas funciones olfativas superiores están relacionadas con procesos cognitivos, porque nos permiten percibir de modo inconsciente algo del entorno que se integra en los circuitos cerebrales y nos ayuda en la toma de decisiones", explica Antonio Rosas, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), coautor del análisis.
Estos bulbos olfativos se sitúan, según explica Bastir, muy cerca de los lóbulos temporales, que también son más grandes en los 'sapiens' y que se relacionan con el lenguaje, la memoria y algunas funciones sociales. "Esta combinación nos permite interpretar que el mayor tamaño tiene una función emotiva y cognitiva y modula actos conscientes y otros que no lo son", argumenta Bastir.

Funciones sociales

Así, el olfato ha favorecido el desarrollo de algunas funciones sociales que no tienen otros primates. En palabras de Rosas, "nos permite captar un olor indirecto que ayuda a elegir a la pareja, a los amigos y que genera incompatibilidades que tienen que ver más con la intuición que con lo que realmente olemos".
Un ejemplo claro, como añade Markus, sería el de las madres, capaces de identificar a su bebé por el olor. "Es un sentido del olfato que creíamos que tenía poca importancia en nuestra especie y que ahora descubrimos que ayuda a establecer y profundizar relaciones, que tiene un sentido social", concluye.
De ahí, comentan, vendrían algunas de las frases repetidas en muchas culturas: "Tal cosa huele mal", aunque en realidad sea absolutamente inodora, como una corruptela urbanística o los negocios de Iñaki Urdangarin, sin ir más lejos.

Vía: http://www.elmundo.es/

Novedades sobre la Partícula de Higgs

- Muchos físicos, incluidos tres Nobel, descartan que las partículas vayan más rápido que la luz
- Se estudian como pieza clave del universo subatómico
- Revuelo a la velocidad de la luz
- Sheldon L. Glashow: "Si este experimento es correcto, diré a la naturaleza: vale, me rindo"

El universo está llenísimo de neutrinos: miles de millones de ellos atraviesan cada segundo cada centímetro cuadrado del planeta, de cada persona, del agua, del papel de este periódico (o esta pantalla de ordenador)... Estas partículas elementales se producen, por ejemplo, en el interior de las estrellas por el simple hecho de lucir, o en las centrales nucleares; no tiene carga eléctrica ni apenas masa y atraviesan todo tipo de materia sin hacerse notar porque prácticamente no interaccionan con nada. Hay detectores para cazarlas tan exóticos como el IceCube, en el hielo del mismísimo Polo Sur, para buscar nuevas fuentes de neutrinos en el cielo. Desde que se propuso su existencia, hace 80 años, atraen un enorme interés entre los científicos por sus peculiares características y, ahora mismo, porque apuntan hacia horizontes inexplorados de la física. Pero hace tres meses casi les dan un buen susto, cuando los especialistas de un extraño experimento anunciaron que, según sus medidas, los neutrinos viajan más rápido que la luz, violando el límite de velocidad establecido en la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein. Ese límite máximo de velocidad de propagación de interacciones, como dicen los físicos, está en el corazón mismo de dicha teoría.
“Miles de experimentos han confirmado a lo largo de los años, una y otra vez, que la Relatividad es correcta, nunca se ha visto algo como esto”, comentaba esta semana el estadounidense David Gross, Premio Nobel de Física (2004), en la conferencia inaugural del Instituto de Física Teórica (UAM-CSIC), en Madrid. Como él, la opinión prácticamente unánime entre los expertos es que algo falla en ese experimento, denominado Opera. “Tiene que estar mal, no puedo imaginármelo, no lo acepto”, añadía más tajante su colega Martinus Veltman, también Premio Nobel (1999).

En los tres meses transcurridos desde el anuncio de los neutrinos supuestamente superlumínicos (desencadenando lo que otro Nobel, Sheldon Lee Glashow, llama Odisea de Opera), no solo no se ha encontrado el fallo, sino que los científicos han mejorado notablemente parámetros del experimento y les sigue saliendo lo mismo. Pero la sospecha inicial de que algo está mal no se debilita, sino que se refuerza.

La teoría de Einstein establece el límite de la velocidad de la luz
“Si fuera correcto, si fuera verdad que los neutrinos son más rápidos que la luz, sería como quitar un ladrillo de la base de un edificio, del edificio de la física, y entonces se desmorona entero”, apunta Antonio González Arroyo, catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). “Puedes quitar un ladrillo de la parte superior y entonces haces ajustes pero el edificio se sostiene, mientras que si es de la parte de abajo... tienes que replanteártelo todo”.

Opera, cerca de Roma, mide los neutrinos que se lanzan desde el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, a 730 kilómetros de distancia y que atraviesan limpiamente la corteza terrestre (como estas partículas apenas interaccionan con otras, no hay quien las pare). Lo sorprendente es que, según los datos presentados a finales de septiembre, los neutrinos tardan en cubrir esos 730 kilómetros menos de lo que tardarían los fotones de luz. Sin embargo, la Teoría de la Relatividad Especial de Einstein establece que la velocidad de la luz en el vacío es el límite máximo de velocidad en el universo. Por eso dice González Arroyo que supondría quitar un ladrillo de la base del edificio de la física. “Va contra todo lo que conozco en física”, dice Veltman. “Y no sé, la verdad, si la Relatividad tendría arreglo”. Tampoco Gross sabe si sobreviviría la teoría especial de Einstein: “Pero no me estoy dedicando a algo que probablemente esta mal”.

El detector de partículas IceCube está en el hielo del mismo Polo Sur
Los físicos de la conferencia del IFT consultados se manifiestan en la misma línea de incredulidad, porque no es que sea algo nuevo no sospechado antes —lo que podría ser un auténtico descubrimiento—, es que contradice lo demostrado con éxito en miles de pruebas experimentales de la Relatividad Especial, es incluso otras medidas de velocidad de neutrinos con mayor precisión. Como dice el catedrático de la UAM Enrique Álvarez, “si fuera verdad sería muy difícil de entender, habría que pararse a pensar todo desde el principio y haría falta un nuevo Einstein audaz para solucionarlo”. En cuanto a la posibilidad de hacer viajes en el tiempo, si los neutrinos violasen la Relatividad Especial, Gross la despacha rápidamente: “Ni siquiera hay que recurrir a eso, basta con la paradoja de que si uno viajase al pasado y matase a su madre de niña no nacería, no llegaría a existir para poder viajar al pasado y matar a su madre...”.
En los tres meses desde este anuncio de Opera se han propuesto muchos artículos científicos al respecto, pero a Gross no le impresiona: “Lo que hace falta es uno bueno que lo explique”, dice. Tanto él como su colega Veltman recuerdan que se escribieron miles de artículos sobre la fusión fría, anunciada en 1989, que resultó ser incorrecta.

De momento queda todo en suspenso hasta que otros dos experimentos (en EE UU y en Japón) repitan las pruebas de Opera y se vea si el efecto superlumínico se confirma o, como piensa la mayoría, se descarta. Tanta incredulidad se manifiesta en los supuestos neutrinos superlumínicos. González Arroyo se ve en la obligación de puntualizar: “No es que a los físicos nos desagrade lo imprevisto, al contrario: una cosa inesperada es como una puertecita que te da acceso a un coche que quieres inspeccionar por dentro y al que antes no sabías entrar. Pero esto de Opera no creo que sea ninguna puerta”.

“Las medidas de Opera contradicen todo lo que sé de física”, dice Veltman
Los neutrinos se estudian con enorme interés porque se sospecha que pueden ser una de esas puertas a lo hasta ahora inaccesible. De hecho, el último resultado de Opera es colateral, porque lo que está investigando el experimento (y otros en EE UU y en Japón) es una extraña propiedad de los neutrinos denominada oscilación. Hay tres tipos de estas partículas, y la oscilación es un fenómeno cuántico por el que, al recorrer largas distancias, los de un tipo de convierten en otro tipo y adquieren masa, aunque sea muy ligera.
“La masa de los neutrinos indica que hay una nueva física más allá del Modelo Estándar, más allá de la física que ya conocemos, y medirla y verificar qué tipo de masa es muy interesante”, apunta la catedrática Belén Gavela. Pone otro ejemplo importante del alcance que tienen estas partículas en la frontera de la física: “Con unos experimentos de oscilaciones de neutrinos probablemente estamos a punto de descubrir algo que se llama violación de carga y paridad (CP), que es un ingrediente para explicar por qué el universo que vemos está hecho de materia y no de antimateria”.

“Sería como quitar un ladrillo de la base del edificio”, aclara un científico
También los cosmólogos y los astrofísicos están enormemente interesados en los neutrinos. “Emiten neutrinos todas las estrellas que lucen y todas las explosiones de supernova... y puede que sean parte de la materia oscura caliente del universo”, señala, como un par de ejemplos, Juan García-Bellido, otro de los participantes en la conferencia del IFT. “Los neutrinos que se emitieron un segundo después del Big Bang, lo que se llama el fondo cósmico de estas partículas, permean ahora todo el cosmos con una densidad de unos 400 neutrinos por centímetro cubico”, añade.

Gross, en su charla, apuntó varias cuestiones abiertas de la física de frontera, más allá de la partícula de Higgs que tanto interés ha suscitado esta semana por los indicios de su existencia anunciados en el CERN. Entre varios misterios pendientes de respuesta y varias hipótesis y escenarios propuestos para abordarlos, destacó la masa de los neutrinos junto con incógnitas fascinantes, como la materia oscura o la aceleración de la expansión del universo. Lo de ir más allá de la física conocida, del llamado Modelo Estándar, no debe sorprender: al fin y al cabo, lo que Albert Einstein hizo con la gravitación fue ir más allá de Isaac Newton.

“Higgs no será la última partícula”

Sheldon Lee Glashow, premio Nobel de Física, considera que los indicios de la nueva partículas son insuficientes para decir que es un descubrimiento

El físico teórico Sheldon Lee Glashow ha estado esta semana muy pendiente de los resultados sobre la búsqueda de la partícula Higgs presentados en el CERN (Laboratorio Europeo de Física de Partículas). “La verdad es que me he quedado un poco decepcionado”, dice, “porque los indicios que tienen son más débiles de lo que yo creía”. Enseguida apunta que los científicos del CERN han sido “escrupulosamente honestos, incluso conservadores, sin exageración alguna” al exponer los resultados que tienen hasta ahora, pero se había creado una expectación enorme.

Glashow, Premio Nobel de Física en 1979 (junto con Steven Weinberg y Abdus Salam), ahora profesor de la Universidad de Boston, con 79 años recién cumplidos, un auténtico coloso de la física teórica reconocido internacionalmente, no acaba de explicarse el enorme interés social que esta búsqueda del bosón de Higgs ha suscitado en todo el mundo. “Tal vez es porque la gente comparte la sensación que yo tengo de que tenemos la obligación de conocer el universo en que vivimos”, apunta.

Explica que los indicios de Higgs presentados tienen aún una probabilidad de error que es inaceptablemente alta en esta disciplina para que algo sea considerado un descubrimiento. “Yo he visto muchas veces en mi vida, muchas veces, desaparecer señales con 3 sigma [medida del error estadístico del experimento]. Un descubrimiento tiene que tener 5 sigma”, afirma categórico. “Uno de los grupos del CERN asegura que tiene indicios de la partícula de Higgs en un rango, el otro grupo no lo excluye, así que no me impresionó mucho. A algunos de mis colegas les ha impresionado más que a mí, a otros menos. Pero lo interesante es que ahora sabemos que el año que viene, cuando se ponga de nuevo en operación el LHC, se tomarán muchísimos más datos y será posible determinar si efectivamente está ahí el Higgs o no”.

Glashow estaba el martes pasado en la Universidad de Santiago de Compostela, invitado en el programa Conciencia, y siguió la transmisión en directo desde el CERN de la presentación de los resultados de los detectores Atlas y CMS del acelerador LHC. “Había mucha gente y mucha emoción”, dice ya en Madrid, donde asiste esta semana a la conferencia inaugural del Instituto de Física Teórica (CSIC-Universidad Autónoma de Madrid). Además, mañana impartirá una conferencia en la Fundación BBVA en la sesion El acelerador LHC: resultados y perspectivas, junto con Albert de Roeck, investigador del CERN.
A la vista del interés mundial que ha suscitado esta investigación uno puede pensar que la partícula de Higgs es la definitiva, la última que se descubrirá. “Por supuesto que no.., eso espero porque en realidad no lo sabemos”, responde Glashow tajante (pero afable y sonriente en todo momento). “Los físicos que trabajan en supersimetrías esperan encontrar todo un nuevo grupo de partículas que podrían ser descubiertas en el LHC, especialmente cuando funcione a mayor energía aún, tal y como está planeado. Otros han anticipado que tal vez sea posible hallar la partícula de la materia oscura del universo….. También se piensa en nuevos niveles complejos de estructuras, porque la partícula de Higgs per se no soluciona todos los problemas de la física. Así que necesitamos más, es clave pero no suficiente”.

Glashow no descarta que la famosa partícula pueda incluso no existir, aunque él da más de un 50% de probabilidad a que sí, pero reconoce que casi preferiría que no apareciese “porque entonces sabríamos que tiene que haber cosas nuevas, otras estructuras que podrían aparecer en el LHC”.

Lo que tiene claro es que el gran acelerador del CERN está funcionando “maravillosamente” y está previsto aumentar su energía en los próximos años. “Estamos muy orgullosos”, manifiesta. No se trata de una máquina científica exclusivamente europea, ya que participan en ella, además de los países miembros, instituciones de otros muchos, incluido, con una importante contribución, Estados Unidos. “Igual que los europeos contribuyen en el telescopio Hubble, nosotros participamos en el LHC, son relaciones de reciprocidad”, dice Glashow. Señala que centenares de científicos estadounidenses de numerosas instituciones y universidades (incluida la suya) forman parte de los experimentos del LHC. “Pero hubiera preferido haber podido operar a la vez un acelerador equivalente en EE UU”, indica, aunque sin nombrar el ambicioso SSC, que se comenzó a construir en Estados Unidos y que el Congreso canceló en la década de los noventa.

Si se encuentra la partícula de Higgs, ¿seguirá siendo interesante el LHC? “Sí, incluso más", asevera Glashow, "porque sabríamos que está ahí, pero no entenderíamos, por ejemplo, por qué esa partícula no puede tener una masa enorme…. Hay algo más allá de nuestra comprensión actual de la física y el Higgs sería solo un primer escalón para avanzar; sería el último escalón del Modelo Estándar de física de partículas y el primer escalón de la física de más allá del Modelo Estándar”. Desde luego, dice este gran científico, si se descubre todo el mundo estará emocionadísimo. “Llevamos buscando esta partícula 40 años, en la historia de la física no ha habido nunca una búsqueda tan larga de una partícula”. No duda de que si aparece, Peter Higgs, el físico británico que propuso su existencia, “estará muy arriba en la lista de candidatos al Premio Nobel”.

“Si me pregunta si el descubrimiento de estas partículas tiene aplicación directa, le diré que no”, señala Glashow. “La última que ha tenido utilidad es el positrón, descubierta en 1932 y aplicada en los escáneres por PET. Se han descubierto muchas después, algunas hace 60 años, y no tienen utilidad todavía”. Pero sobre las tecnologías que se desarrollan en esta disciplina científica, en los aceleradores y detectores, no tiene ninguna duda: “No sé las cifras concretas, pero el CERN tiene calculado el gran efecto económico que tienen las tecnologías que desarrollan, que suponen unos beneficios económicos enormes para los países miembros”.

Los físicos se acercan a la partícula de Higgs

Los científicos ven indicios de la existencia del elemento clave para explicar el origen de la masa, pero aún no son definitivos.- El acelerador LHC necesitará meses para confirmar el hallazgo

La expectación no podía ser mayor sobre un posible hallazgo científico de esos que no van a curar una enfermedad mañana mismo ni van a solucionar el problema energético, pero que suponen conocimiento profundo sobre cómo es la naturaleza, cómo funciona el cosmos. El anuncio de los últimos datos del gran acelerador LHC sobre la búsqueda del Higgs, la partícula clave que falta por descubrir para explicar el origen de la masa, en el gran acelerador LHC, se había teñido del color de gran acontecimiento científico. Pero es un poco pronto para cantar victoria, advirtieron los científicos ayer. "Les recuerdo que estos son resultados preliminares", advirtió Rolf Heuer, director del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), junto a Ginebra, a un auditorio lleno hasta la bandera para escuchar, de primera mano, los datos de los dos grandes detectores, Atlas y CMS.
Los científicos han acotado un rango de masa que puede tener la famosa partícula de Higgs (afinando hasta unos 125 gigaelectronvoltios, GeV), pero el margen de error estadístico de sus resultados, aunque muy pequeño en la vida cotidiana, es incómodamente alto todavía en esta ciencia ultraprecisa. "Se han observado indicios incitantes en ambos experimentos, aunque no son suficientemente fuertes aún para afirmar que es un hallazgo", señaló el propio CERN.

Hubo aplausos al finalizar las presentaciones, sin ambiente de hallazgo definitivo, pero con mucho interés y emoción, porque si aún no se puede decir que el Higgs esté firmemente agarrado, los científicos creen que lo están rozando con la punta de los dedos. "Es interesante, desde luego, pero no concluyente", comentó Belén Gavela, catedrática de Física Teórica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en la conferencia inaugural del Instituto de Física Teórica (CSIC-UAM) que ayer retransmitió en directo la presentación de resultados desde el CERN. Otro de los asistentes a la reunión de Madrid, el premio Nobel de Física David Gross, se mostró mucho más entusiasmado con el anuncio, que considera "más o menos descubrimiento", según comentó a EL PAÍS.
La opinión general es que muy mala suerte habría que tener para que los datos de ayer no se confirmasen en los próximos meses, pero dentro del propio CERN corre una cierta preocupación por lo apresurado de la presentación, ya que se podría haber esperado un poco para tener más datos, más seguridad, y evitar cualquier riesgo de error en el anuncio del descubrimiento, por minúsculo que sea. Lo cierto es que los rumores disparados en las últimas semanas forzaron la situación creando altas expectativas y ayer fueron los propios científicos los que pusieron las cosas en su sitio.

"Han visto la sombra del oso pero aún no lo han cazado", dice Álvaro de Rújula
Lo que los físicos del LHC hacen es analizar los efectos de billones de colisiones de partículas que se producen en el acelerador. El Higgs, cuya existencia está predicha teóricamente, no se ve directamente en esas colisiones porque, de producirse, se desintegra inmediatamente en otras partículas más ligeras. Los científicos buscan en esos procesos de desintegración captados por los detectores la firma del Higgs. Pero como solo se da muy de vez en cuando, tiene que analizar ingentes cantidades de colisiones. Los análisis permiten estimar la masa de la partícula.

"Hemos restringido la región de masa más probable del Higgs a entre 116 y 130 Gev", explicó ayer Fabiola Gianotti, portavoz de Atlas. Es más, en las últimas semanas, dijo, se han observado indicios más concretos en torno a 125 GeV. "Puede ser algo o pueden ser fluctuaciones, no podemos concluir nada aún". Con idéntica prudencia se explicó el portavoz de CMS, Guido Tonelli: "No podemos excluir la presencia del Higgs entre 115 y 127 GeV", dijo, apuntando hacia 124 GeV. Pero la probabilidad de error es aún alta para los físicos de partículas.

"En las ciencias duras, las cuestiones estadísticas se toman muy en serio", explica el físico Álvaro de Rújula. "Se dice que hay indicaciones (evidencias en inglés, que no es lo que suena en castellano) cuando estadísticamente la probabilidad de colarse es del 0,7% (3 sigmas en la jerga habitual). Descubrimiento se reserva para una probabilidad de 57 millonésimas (5 sigmas)". Los datos presentados ayer rondan los 2,5 a 3 sigmas. Para Gross, "en todo descubrimiento los primeros indicios suelen ser inciertos" y expresa su confianza: "Es muy probable que el Higgs esté ahí, estos tíos [los miles de científicos de Atlas y de CMS] son muy sólidos".

Esto de encontrar las cosas por probabilidad puede parecer raro. Si uno captura un nuevo pájaro y lo puede meter en una jaula para estudiarlo, está claro que lo ha descubierto. Pero si lo que busca es un tipo de ave poco corriente que solo pasa volando muy de vez en cuando, en medio de miles de diferentes pájaros todos cruzando el cielo rapidísimo, y el científico solo puede ver alguno durante un instante en vuelo, tendrá que hacer muchísimas fotos de las aves. En algunas pocas puede aparecer uno de la rara especie que busca, si es que existe. Así, para afirmar que lo ha descubierto, tendrá que observar numerosos sospechosos de la nueva especie y recurrir a la estadística antes de cantar victoria. Los físicos han visto ya algunos posibles pájaros de la nueva especie, la partícula de Higgs, pero no suficientes aún para estar seguros.

"Es, más o menos, un descubrimiento", considera el Nobel David Gross
El descubrimiento sería muy importante porque la partícula de Higgs demostraría que los físicos han avanzado un nivel más profundo en la compresión de cómo está hecho y cómo funciona el universo en su nivel básico. Es un gran paso en aquella búsqueda científica que ha ido desvelando que las cosas están hechas de átomos, que los átomos están hechos de electrones y núcleos, y que los núcleos están hechos de partículas, a su vez formadas por otras más elementales.
Pero con el Higgs ni termina la investigación ni los físicos han comprendido todo. "El descubrimiento del bosón de Higgs significaría completar el esqueleto esencial del modelo estándar de física de partículas", comenta Enrique Álvarez, catedrático de la UAM. "En cierto sentido implica el cierre de una etapa y el comienzo de otra ya, que sabemos que el modelo estándar no es incompleto al menos por dos razones: las masas de los neutrinos y la existencia de materia oscura". También para Gross es a la vez un final y un principio. "Es el inicio del fin de la búsqueda del Higgs y el inicio de su estudio profundo, porque ahora hay que investigar en detalle sus características".

Ahora los expertos tienen los datos al día de los dos grandes experimentos (Atlas y CMS) y constatan que, seguramente, se están acercando mucho al trofeo. Tardarán todavía en confirmarlo y, si tienen que poner fecha para un resultado definitivo, apuntan a mediados o finales de 2012.
"Las indicaciones de la existencia del bosón de Higgs sugieren dos cosas", comenta De Rújula. "La primera es que hay una institución europea -el CERN- que, muy a pesar de la pérfida Albión, funciona estupendamente desde hace décadas. La segunda es que los españoles contribuimos al CERN, en proporción a nuestro PIB, algo menos de un euro y medio por cabeza por año. Dos buenas lecciones para políticos de toda nacionalidad y despilfarradora índole". En cuanto a los nuevos datos presentados ayer por Atlas y CMS, dice que "han visto la sombra del oso, pero no puede decirse que lo hayan ya cazado".

España en el LHC

- España, que es miembro del Laboratorio Europeo de Físicade Partículas (CERN) desde 1983, aporta un 8,9% del presupuesto de dicho organismo (unos 1.000 millones de francos suizoseste año).
 
- La contribución de cada uno de los 20 países miembros del CERN se determina en proporción a su PIB. España es el quinto país, tras Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. Además de la aportación al presupuesto del laboratorio, varias universidadese instituciones españolas hacen diferentes aportaciones específicas a los experimentos del gran acelerador LHC.
 
- En la plantilla del CERN hay unos 100 investigadores españoles, según datos del Centro Nacional de Física de Partículas, a los que se suma otro centenar de investigadores asociados y estudiantes, así como 342 usuarios externos que colaboran directamenteen los experimentos. En total, suman unos 550.
 
- El Instituto de Física Corpuscular (IFIC), en Valencia, el Instituto de Microelectrónica de Barcelona, el Instituto de Física de Altas Energías (Barcelona), la Universidad Autónoma de Madrid, el Ciemat, el Instituto de Física de Cantabria, la Universidad de Cantabria, la de Oviedo, la de Santiago de Compostela, la de Barcelona y la Universidad Ramón Llul, así como el Instituto Gallego de Física de Altas Energías, son institucionescientíficas que han participado en el desarrollo yconstrucción de los experimentos del LHC.
 
- Unas 35 empresas españolas, tanto de ingeniería civil, de ingeniería mecánica, de tecnologías de vacío y de baja temperatura y de servicios han participado en la construcción del LHC.
 
Vía: http://www.elpais.com/

La Diputación adjudica el proyecto del museo de las Caras de Bélmez

El Plan Operativo Local de Sierra Mágina, que administra la Diputación, permitirá ejecutar en Bélmez de la Moraleda un museo dedicado a las famosas caras. El proyecto se adjudica por algo menos de 500.000 euros a la constructora torreña Hijos de Manuel Molina López SCA. La firma rebaja el presupuesto inicial en un cuarto de millón.

Las caras de Bélmez de la Moraleda se verán en la vivienda en la que vivió su “descubridora”, María Gómez Cámara, en la calle que lleva su nombre en el municipio de Mágina, otrora Real. También, en el inmueble en el que nació, en la calle Cervantes y, próximamente, cuando se construya, un centro de interpretación dedicado a este fenómeno paranormal. El proyecto es uno de los que se benefician del Plan Operativo Local, dedicado a la comarca de Sierra Mágina, que impulsó la Diputación Provincial de Jaén. Esta iniciativa es posible gracias a los fondos europeos que ha concedido la Administración jiennense. Estas partidas, en concreto, se destinan a las comarcas que se consideran más alejadas de los criterios de convergencia, que son la propia Mágina, El Condado y Segura.

En el caso del municipio belmoralense, la acción que se impulsa consiste en la construcción de unas dependencias en las que habrá sala de exposiciones y conferencias, un salón de actos, una sala de proyección y otras estancias administrativas.

El edificio constará de tres plantas. El sótano estará destinado a aparcamiento para los asistentes; en el bajo, habrá una zona de vestíbulo y recepción, un lugar para exposiciones y una sala de proyección, ambas polivalentes y, en la planta alta, estarán el salón de actos y las dependencias administrativas del centro. Este proyecto ha sido planteado y elegido por el Ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda, en función de las necesidades de los vecinos, al igual que el resto de las acciones que se impulsarán en otros municipios de la comarca y que se recogen en el Plan Operativo Local de Sierra Mágina (POL).

La empresa adjudicataria de la obra es la torreña Hijos de Manuel Molina López SCA, por 497.960,42. El presupuesto final  rebaja, en casi doscientos cincuenta mil euros, cuyo presupuesto base de licitación es de 651.235,11. En Noalejo, un municipio de la Sierra Sur donde el fenómeno de la santería es muy popular, como en el resto de la comarca, se construye otro centro dedicado a los curanderos. José Rodríguez Cámara / Jaén

¿Existió el Diluvio Universal?

Presente en la mayoría de las civilizaciones de la historia, buena parte de la comunidad científica defiende que una gran inundación pudo producirse en la Antigüedad

ANDER AZPIROZ / MADRID

Hace apenas una semana un grupo de investigadores anunció a bombo y platillo un descubrimiento inaudito. Nada más y nada menos que el Arca de Noé. Se encontraría, según ellos, bajo el hielo del Monte Ararat, en Turquía, y consistiría en una nave de cerca de unos 7,5 metros de ancho y 37,5 metros de longitud. Este anuncio, cierto o no, vuelve a poner de relieve una incógnita que lleva vigente miles de años: ¿Existió realmente el Diluvio Universal? Por extraño que parezca, en esta ocasión religión y ciencia llegan a alcanzar un mínimo punto de encuentro.

«Porque pasados aun siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz de la tierra a todo ser viviente que hice», anunció Dios, molesto con los hombres por su maldad, a Noé, según asegura el Génesis en su capítulo 7. «Fue el diluvio cuarenta días sobre la Tierra; y las aguas crecieron, y alzaron el arca, y se elevo sobre la Tierra. Y subieron las aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra (...) y todos los montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. Quince codos más alto subieron las aguas, después que fueron cubiertos los montes», continúa el primer libro de la Biblia. Pero el mito del Diluvio Universal, originario de la civilización Sumeria, ha sido común a casi todas las creencias de la historia. Egipcios, judíos, musulmanes, hindúes, mayas...

La comunidad científica jamás ha dado por verídica la hazaña de Noé ni tampoco que se produjera una lluvia de semejantes proporciones, aunque una amplia parte de ella sí que considera probable una gran inundación en la Antigüedad que diera lugar a la leyenda. Según la NASA, esta pudo tener su origen en un meteorito. Este habría hecho explosión sobre la capa de hielo que cubría Norteamérica, derritiéndolo y causando una serie de tsunamis que hubieran afectado a determinadas partes del globo.

En el Mar Negro

La teoría más compartida ha sido formulada por los geólogos marinos William Ryan y Walter Pitman. Sostienen en su libro «El diluvio de Noé» que el fenómeno se habría producido hace 7.500 años en lo que hoy conocemos como Mar Negro, en aquel tiempo un lago de agua dulce de mucho menor tamaño y habitado en sus orillas. De algún modo, el Mediterráneo se habría abierto paso a través del Estrecho del Bósforo, haciendo crecer el caudal del Mar Negro a un ritmo de entre 15 y 30 centímetros por día.

Basan su teoría en el hallazgo tanto de fósiles de moluscos de agua dulce como salada contemporáneos en un mismo espacio, algo imposible de explicar. «La temible inundación se convirtió en una historia fundamental para advertir y aterrorizar a las generaciones jóvenes, en un acontecimiento tan profundamente traumático que su recuerdo duró por más de mil años, transmitido por la tradición oral, antes de que fuera inscrito en cerámica», afirman Ryan y Pitman.
Otras hipótesis señalan como causa probable una intensa actividad sísmica en la zona del Mediterráneo, que hubiese originado igualmente una serie de tsunamis que golpearon la costa con violencia. En cualquier caso, la ciencia, a diferencia de la religión, circunscribe el diluvio a determinadas zonas concretas. Nunca le da el carácter de «universal».

La posibilidad de que ocurra un fenómeno semejante al que defiende la ciencia no es tan lejana como parece, con la salvedad de que esta vez sí sería general y afectaría a miles de millones de personas. La causa no es otra que el calentamiento global y la fusión de los casquetes polares. La crecida de los océanos podría sumergir en las profundidades marinas a cientos de ciudades en todo el mundo, transformando la civilización tal y como la conocemos.

«Y murió toda carne que se mueve sobre la Tierra, así de aves como de ganado y de bestias, y de todo reptil que se arrastra sobre la tierra, y todo hombre. Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la Tierra, murió», concluye el Génesis.

'La batalla de Anghiari' de Leonardo da Vinci


Uno de los bocetos de «La batalla de Anghiari», de Leonardo da Vinci (copia de Rubens)
Ángel Gómez Fuentes / ABC

El ingeniero Seracini, a punto de descubrir «La batalla de Anghiari», obra maestra del genio del Renacimiento

«Estoy seguro de que la obra más grande que Leonardo Da Vinci haya realizado jamás, más importante que “La Gioconda” y “La última cena”, está oculta en una pared del Palazzo Vecchio de Florencia», cuenta Maurizio Seracini (Florencia, 1946). Se trata de «La batalla de Anghiari», un fresco de 7 metros de alto y 17 de largo, pintado y no acabado por Leonardo en el año 1505.
Ahora está a punto de ser desvelado «uno de los misterios más grandes del mundo del arte», el que rodea esa obra maestra. A su caza ha dedicado 36 años el ingeniero Seracini, profesor en la Universidad de San Diego (California), donde creó el Centro Interdisciplinar de Arte, Arquitectura y Arqueología, con un laboratorio científico que ha desarrollado herramientas y tecnologías de vanguardia para analizar y reconstruir monumentos y obras de arte en general.

La búsqueda del Leonardo perdido se ha convertido en una auténtica batalla sobre «La Batalla» y en una extraordinaria aventura personal de Seracini. En los primeros días de diciembre, una veintena de personas, en su mayoría ingenieros y científicos de la Universidad de San Diego junto a expertos de arte del Ayuntamiento de Florencia, iniciaron los trabajos en el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio. El objetivo es comprobar si efectivamente «La batalla de Anghiari» se encuentra escondida detrás de un fresco que representa «La batalla de Scannagallo», pintado —para celebrar la victoria de los ejércitos de los Médici— en 1563 por Giorgio Vasari, célebre arquitecto, pintor e historiador del arte italiano.

Centro de poder


El Salón de los Quinientos era el centro del poder político del Renacimiento. Para adornarlo con victorias militares de la República de Florencia fueron llamados los dos máximos genios del Renacimiento: Leonardo y su adversario Miguel Ángel Buonarroti, que comenzaron a pintar en paredes opuestas. Pero en aquellos tiempos de guerras, Miguel Ángel renunció y Leonardo trabajó un año, dejando su obra inacabada. De ese fresco, rodeado de misterio, han quedado magníficos dibujos de Leonardo, con caras de gran fuerza expresiva. La parte central del mural, con el combate frontal de caballos y soldados, fue considerada como un estudio sin precedentes de anatomía e intensas emociones, representadas en una copia de Rubens. Durante décadas, muchos artistas, como Rafael, fueron al Salón de los Quinientos para admirar y hacer copias de la pintura.
«La batalla de Anghiari» fue un auténtico desastre desde el punto de vista técnico. Leonardo era un artista al que le apasionaba experimentar. En esa ocasión utilizó materiales no apropiados y sin la adecuada preparación del muro, por lo que sus nuevas pinturas se disolvieron enseguida y el fresco se «evaporó». Para reestructurar el Salón, los Médici llamaron a Giorgio Vasari, quien cubrió la pintura de Leonardo y el resto de las paredes con gigantescos frescos patrióticos.

Según las investigaciones de Seracini, no hay duda de que detrás del Vasari se encuentra la obra maestra de Leonardo. Se ha realizado una endoscopia mediante una sonda dotada de telecámara y se ha descubierto que hay un espacio de escasamente un par de centímetos entre la pared pintada por Vasari y la posterior. Además se han recogido muestras microscópicas para ser analizadas.

Gran polémica

Pero la caza de la obra fantasma de Leonardo se ha visto inesperadamente interrumpida en medio de una gran polémica. Más de un centenar de historiadores y expertos (entre ellos los responsables de pintura del Louvre, National Gallery y Metropolitan de Nueva York ) han firmado un manifiesto para pedir que se detengan las obras, por considerar que se puede dañar la maestra de Vasari, al tener que ser agujereada para introducir sondas. Además, consideran «muy improbabe que Vasari haya sellado algo todavía legible bajo un muro».

En defensa del ingeniero Seracini, que se ha mostrado amargado por polémicas que considera «instrumentales, injustas y falsas», se han pronunciado otros expertos, como la profesora Paola Salvi: «No creo que Maurizio Seracini se haya presentado al Palazzo Vecchio armado con taladros para hacer agujeros por doquier. La investigación se realiza con todas las garantías. Ni siquiera tomo en consideración la hipótesis de daño al fresco de Vasari».

Seracini cuenta sobre todo con el apoyo entusiasta del alcalde de Florencia, Mateo Renzi, quien considera que la polémica ha sido creada por «envidiosos». Renzi está convencido de que será posible descubrir «La batalla de Anghiari», lo que será una fuente importante de turistas a Florencia. De momento, la investigación se ha paralizado porque la asociación Italia Nostra ha presentado una denuncia y la fiscalía ha encargado a los carabineros abrir una investigación.

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Descubierto en Logroño un cráneo visigodo con un cáncer y una trepanación



Un cráneo de un hombre del periodo visigodo, entre finales del siglo V y mediados del siglo VII, con un cáncer de tejido blando al que se le hizo una trepanación permite asociar, por primer vez en España mediante una pieza arqueológica, un acto quirúrgico a una patología concreta en esa época.

Fuente: Ana Lumbreras, Logroño, EFE | La Rioja.com

Así lo ha afirmado el doctor en Antropología Médica Julio Martínez Flórez, quien ha finalizado ahora el estudio paleopatológico de este cráneo, encontrado durante 2011 en una necrópolis en el término de Igay, en la capital riojana.
Martínez Flórez ha añadido que hasta ahora, en la bibliografía comparada, ya se citaba la realización de trepanaciones desde la antigüedad, pero, con este cráneo, se ha podido asociar por primera vez en España, según sus datos, un acto quirúrgico, como es una trepanación, con una dolencia, como es un tumor de tejido blando en el cerebro.

Este cráneo corresponde a un varón de entre 40 y 50 años, que presenta una tumoración de tejido blando craneal y al que se le efectuó una trepanación, según la hipótesis de Martínez Flórez, para intentar aliviarle el gran dolor de cabeza que debía sufrir, causado por una presión dentro del cráneo.
El estudio paleopatológico indica que no hay signos de que el hueso regenerara, por lo que estima que lo más probable es que esta persona no sobreviviera a la trepanación, que, según él, realizó un médico, "alguien que sabía lo que hacía", ha subrayado.

Se ha constatado que en este cráneo había un gran tumor de tejido blando, que está infiltrado en la capa interna del hueso, en el que crea una impronta; además de que deforma la parte exterior por el abombamiento de la zona donde está el cáncer.

En este segmento del cráneo afectado por el tumor hay una trepanación, que, según el estudio realizado, efectuaron médicos, lo que Martínez Flórez ha relacionado con la existencia en esa época en el emplazamiento de Varea, cerca de Igay, en donde hay signos de legiones romanas, de siglo IV, que tenían tradición médica.

OTROS DOS CRÁNEOS

Sus datos indican que en La Rioja han aparecido otros dos cráneos con trepanaciones, uno en Nalda, datado en la Prehistoria, y otro en Valgañón, del siglo XIII, pero ninguno de ellos estaba asociado a una enfermedad, según los estudios que de los mismos ha realizado este doctor en Antropología Médica.



Otro hueso del cadáver al que pertenece este cráneo del periodo visigodo ha sido sometido a la prueba del carbono 14, que lo ha datado entre finales del siglo V y mediados del siglo VII y que corresponde a un varón de entre 40 y 50 años, cuando lo habitual en esa época es que la esperanza de vida estuviera entre los 30 y los 40 años, ha añadido.

Ha sido encontrado este año por la empresa Cronos, en unas labores de excavación en la necrópolis de Igay, otro de cuyos tramos ya excavó en 1979 Sebastián Andrés Valero, pero ahora, debido a movimientos de tierra ocasionados por obras civiles, se ha visto que es más importante y más extensa de lo que se conocía.

El cráneo ha aparecido en un conjunto cementerial, situado a 1,5 kilómetros del actual casco urbano de Logroño, en el que se han encontrado siete tumbas con restos de unos diez individuos, tanto hombres como mujeres de diferentes edades y el más pequeño corresponde al de un bebé de cuatro meses, ha aseverado.

Martínez Flórez ha indicado que no se ha encontrado un área urbana o rural asociada a esta zona cementerial, pero, de acuerdo con la tradición de la época, cree que puede haber una zona urbana asociada aún no encontrada o que esta necrópolis pudo haber dado servicio a un conjunto de áreas rurales próximas.