Un nuevo descubrimiento arqueológico adelanta la llegada del hombre moderno a Asia

Investigadores hallan en Laos un cráneo humano de entre 46.000 y 63.000 años, el más antiguo jamás encontrado en la zona

Un antiguo cráneo, hallado en una cueva de las montañas Anamitas, al norte de Laos, es el fósil del humano moderno más antiguo encontrado en el sudeste de Asia, según ha publicado un equipo de investigadores en la revista «PNAS».
Este descubrimiento hace retroceder el reloj de la migración humana moderna en 20.000 años, e indica que los nómadas antiguos, fuera de África, abandonaron la costa y habitaron diversos hábitats mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. 

Los científicos que encontraron el cráneo en 2009, han sido los primeros en excavar en busca de huesos antiguos en Laos desde principios de 1900, cuando un equipo halló cráneos y esqueletos de varios seres humanos modernos en otra cueva de las montañas Anamitas.
Los fósiles encontrados en 1900 tenían unos 16.000 años, por lo que eran mucho más recientes que el cráneo recién descubierto, que tiene una edad de entre 46.000 y 63.000 años. 

«Se trata de un antiguo fósil humano particularmente moderno, y también particularmente antiguo para esta región», afirma la autora principal del trabajo, Laura Shackelford. La investigadora añade que «existen otros fósiles de humanos modernos en China o en el sudeste asiático insular que pueden ser de la misma edad, pero que no muestran rasgos humanos modernos definitivos. Sin embargo, este nuevo cráneo es muy antiguo, y aun así, muestra características humanas modernas muy concluyentes».
Los investigadores no encontraron artefactos junto al cráneo, lo que sugiere que la cueva no era un lugar de habitación o entierro, y que es más probable que la persona muriese en el exterior y el cuerpo acabase en la cueva en algún momento posterior.

La teoría «Fuera de África» cobra fuerza

El hallazgo revela que los primeros humanos modernos migrantes no solo habitaron la costa y las islas del sudeste de Asia y Australia, como algunos investigadores han sugerido, sino que también viajaron hacia el norte, señala Shackelford.
Según los científicos, este hallazgo apoya la teoría «Fuera de África» de los orígenes de los humanos modernos, en lugar de un modelo multi-regionalista.
Teniendo en cuenta su edad, los fósiles en este entorno podrían ser antepasados directos de los primeros emigrantes a Australia, pero también es probable que el sudeste asiático continental fuese un cruce de caminos hacia varias rutas migratorias.
El descubrimiento también refuerza los estudios genéticos que indican que los humanos modernos ocuparon esta parte del mundo hace 60.000 años. La investigadora afirma que «esta es la primera evidencia fósil que apoya los datos genéticos».

Luminiscencia y datación por radiocarbono

Los expertos utilizaron técnicas de datación por radiocarbono y luminiscencia para determinar la edad de las capas de tierra, encima, debajo y alrededor de la calavera, que fue encontrada a unos dos metros y medio por debajo de la superficie de la cueva.
Posteriormente, se utilizó la datación por uranio-torio para determinar la edad del cráneo, la cual fue determinada en 63.000 años de antigüedad. 

La investigadora Kira Westaway, llevó a cabo los análisis de luminiscencia. Esta técnica mide la energía retenida en partículas cristalinas en el suelo, para determinar cuánto tiempo ha transcurrido desde que el suelo fue expuesto por última al calor o la radiación solar.
Así, Westaway observó que la capa de tierra que rodeaba el fósil había entrado en la cueva entre 46.000 y 51.000 años atrás. «Esas fechas son un poco más recientes que la datación del fósil, lo cual es de esperar, ya que no sabemos el tiempo que pasó el cuerpo fuera de la cueva», explica Shackelford.
Los investigadores concluyen que este nuevo fósil indica que la migración fuera de África, hacia Asia oriental y sudoriental, se produjo a un ritmo relativamente rápido, y que, una vez allí, los humanos modernos no se limitaron a habitar lugares en los que habían vivido antes. 

Ahora, hay una evidencia fósil para demostrar que los humanos modernos ocuparon estos lugares mucho antes de lo que se pensaba.

www.abc.es

El castillo de A Rocha del siglo XIII en Santiago, abandonado a su suerte

Cerca hay un yacimiento castreño con un petroglifo // El Ayuntamiento de Santiago asegura que tiene "intención de recuperar" la zona y que ya se comprobó in situ su estado

Pocos son los compostelanos que saben que el barrio de Conxo alberga un castillo de más de 800 años de antigüedad y un yacimiento castreño con un petroglifo, ya que "la maleza se lo come todo". "Las piedras, las murallas...", detalla Carlos Delgado, el presidente de la Asociación Cultural A Rocha Forte, quien lamenta que este patrimonio "no tiene protección". Si quieren más información, aquí pueden ver un trabajo de la Universidad de Santiago elaborado por Raquel Casal García y Fernando Acuña Castroviejo.
En una entrevista concedida a Europa Press, el dirigente de la entidad que lleva "años" tratando de poner en valor esta zona censura que, después de "algunas actuaciones" y de lograr que se hiciesen varias excavaciones, hoy vuelve a ser "pura maleza".

En todo caso, según le han dicho en el Consistorio, este año llegará la subvención, pero todavía no se fía. Y eso que afirma que "la gestión va bien, aunque lenta" tras el cambio de Gobierno en Santiago, ahora en manos del PP.

PLANES DE FUTURO PARA ESTE PATRIMONIO

Con el anterior Ejecutivo local, como relata, tomó forma la idea de diseñar un plan director de todo el conjunto para su puesta en valor. Sin embargo, el primer borrador excluía "la mitad del petroglifo y del castro". "No me explico por qué, fue inexplicable", subraya.

Tras recibir sus alegaciones, asegura Carlos Delgado, el trámite "se paralizó" y "parece que ahora quieren hacer otro" documento que también incluya el patrimonio prerromano, desvirtuado debido al paso de una línea ferroviaria.

"SÓLO INTERESA EL CENTRO"

Por el momento, la zona está "llena de maleza" bajo la excusa de que "no hay dinero" para limpiar la zona, aunque el presidente de la asociación cultural avanza que la concejala de Parques y Jardines, María Castelao, mostró su disposición a incluir este terreno dentro del programa de desbroce.

"Dijo que le parecía buena idea y que lo iba a mirar", declara esperanzado, sin entender, no obstante, que "en una ciudad tan turística como Santiago" no se haya "cuidado" este patrimonio. "Lo único que interesó hasta ahora fue el centro", lamenta.

Por su parte, fuentes del ayuntamiento han mostrado a Europa Press su "intención de recuperar" la zona. De hecho, han recordado que la concejala de Urbanismo y Rehabilitación, María Pardo, ya acudió al lugar con "técnicos" de la Universidade de Santiago para "comprobar su estado y estudiar acciones" que permitan poner en valor este conjunto.

HISTORIA "MARAVILLOSA"

El castillo de A Rocha se mantuvo en pie "unos 200 años", entre los siglos XIII y XV, periodo en el que fue parcialmente derribado por los burgueses de Santiago, que pretendían que la urbe pasase a depender de la Corona en lugar de la Iglesia.

Finalmente, en el año 1467, los Irmandiños, hartos de los abusos feudales, sitiaron esta fortificación y lograron echarla abajo. Nunca fue reconstruido, aunque en 2001 se iniciaron algunas excavaciones para recuperar el yacimiento.

"Poco a poco se fueron haciendo algunas actuaciones, la última en 2010", recuerda Delgado, para quien "falta mucha investigación todavía" sobre un conjunto arquitectónico que tiene "una historia maravillosa".

En ella tiene un importante papel, tal y como destaca, el obispo Berenguer de Landoira, bajo cuyo mandato se terminó la Berenguela, la campana mayor de la Catedral.

www.elcorreogallego.es

Aparece una huella de dinosaurio en el complejo de la NASA

El complejo del Centro Espacial Goddard en Greenbelt (Estados Unidos), en el que trabajan 7.000 científicos, ingenieros y empleados de la NASA, podría albergar la huella de un dinosaurio, según informa el periódico 'Washington Post'.
Fuentes de la NASA indicaron al diario que, de momento, han dado por válido el hallazgo hecho por Ray Stanford, paleontólogo aficionado que suma otros descubrimientos en la misma zona de Maryland, aunque señalaron que van a contactar con expertos para que confirmen su tesis y busquen en el área si hay más restos fósiles.

La huella encontrada por Stanford, según señala la información, correspondería a un nodosaurus, una especie de dinosaurio anquilosaurio (herbívoro, cuadrúpedo) del Cretácico, con unas características placas dermales óseas que cubrían su cuerpo.
La semana pasada Stanford mostró su hallazgo al profesor de la Universidad Johns Hopkins, David Weishampel, quien asesoró en 1993 al equipo de Steven Spielberg para la película 'Parque Jurásico' y es autor del libro 'Los dinosaurios de la costa este'.

"Me encanta la paradoja", dijo Standford en declaraciones al diario, porque cuando "los científicos del espacio caminan por aquí, caminan por donde este enorme, torpe y pesado dinosaurio acorazado andaba quizá hace 110 o 112 millones de años. Es muy poético".
Por su parte, Weishampel mostró al periódico su escepticismo "como científico", aunque reconoció que, según las pruebas mostradas por Stanford, "parece que es un nodosaurus". La NASA ha pedido al 'Washington Post' que no revele el lugar exacto en el que se encuentra la posible huella dentro de las más 514 hectáreas que tiene el complejo.

"No es algo que queramos convertir en una atracción turística en este momento", señaló Jennifer Groman, de la oficina de conservación de la NASA, que se encarga de proteger del paso del tiempo los trajes espaciales, satélites y artefactos de otra época.
Standford, un paleontólogo autodidacta, se ha ganado una buena reputación como buscador de huellas de dinosaurio ya que desde 1994 ha localizado unos 1.400 restos de huellas de dinosaurio y otros fósiles en el Condado de Prince George (Maryland).

Uno de los más notables fue el de una huella de cría nodosaurus propanoplosaurus, que se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Historia Natural de la institución Smithsonian.

Científicos británicos dudan de las relaciones sexuales entre Neandertales y Sapiens

Científicos británicos creen que el hombre moderno conserva el genoma neandertal solo porque ambas especies tuvieron un ancestro común, no porque mantuvieran relaciones

En 2010, el famoso biólogo sueco Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, confirmaba que seres humanos modernos y neandertales mantuvieron en algún momento relaciones sexuales, causa por la que todos los homo sapiens del planeta -todos excepto los africanos- compartimos un 2% de genoma neandertal. Incluso se ha sugerido que estos amores prehistóricos favorecieron nuestra evolución y nos hicieron más fuertes, ya que reforzaron el sistema inmune. Ahora, una nueva investigación pone en duda que se haya producido este sexo entre especies, un cruce que se conoce como hibridación. Científicos de la Universidad de Cambridge reconocen las similitudes genéticas, pero creen que pueden explicarse, simplemente, por un ancestro común. Sus conclusiones aparecen en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
La evidencia genética indica que los euroasiáticos comparten con los neandertales entre el 1% y el 4% de su ADN, algo que no ocurre en el caso de los africanos. Estudios anteriores habían concluido que esta diferencia podía explicarse porque la hibridación ocurrió cuando los humanos modernos salieron de África y se mezclaron con los neandertales que ya habitaban en Europa.

Sin embargo, el nuevo estudio ha proporcionado una explicación alternativa para las similitudes genéticas. Los científicos descubrieron que un ancestro común, sin ningún tipo de hibridación, explica estas similitudes genéticas. En otras palabras, según los investigadores, no se produjo ningún tipo de ingreso reciente de ADN neandertal en los humanos modernos. Ya venía de antes.

Salida de África

«Nuestro trabajo demuestra claramente que los patrones vistos en la actualidad en el genoma del neandertal no son excepcionales, sino que concuerdan con nuestras expectativas de lo que podríamos ver sin la hibridación. Si sucedió algún cruce -es difícil decir que nunca ocurrió- habría sido mucho más escaso de lo que se dice», afirma Andrea Manica, responsable del estudio.
Neandertales y humanos modernos compartieron un ancestro común que se cree se extendió por África y Europa hace medio millón de años. De la misma forma que existen poblaciones muy diferentes actualmente en Europa, las poblaciones de ese ancestro común no estaban completamente mezcladas a través de los continentes, pero las que se encontraban más cerca posiblemente tenían más similitudes genéticas que las que estaban lejos.

Después, de 350.000 a 300.000 años atrás, los grupos europeo y africano se separaron. El europeo se convirtió en neandertal, y el africano en homo sapiens. Sin embargo, porque las poblaciones dentro de cada continente no estaban libres de mezcla, la población de humanos modernos en África que estaba más cerca de Europa habría retenido más ADN ancestral (en concreto, variantes genéticas) que también compartían con los neandertales.
Sobre esta base, los científicos crearon un modelo para determinar si las similitudes genéticas entre humanos modernos y neandertales, que habían sido atribuidas a la hibridación, podrían deberse a la proximidad de los humanos modernos en el norte de África (que más tarde poblarían Europa) con los neandertales. Los científicos concluyeron que cuando los seres humanos modernos se expandieron fuera de África hace 60.000 o 70.000 años, trajeron esa similitud genética con ellos, por lo que los europeos y los asiáticos son más similares a los neandertales que los africanos.

Hallan un entierro Zapoteca de 1.200 años de antigüedad

Urna antropomorfa de barro con entierro de alto rango de la sociedad zapoteca de unos 1.200 años de antigüedad. Foto EFE/s21

El entierro de un individuo de alto rango de la antigua sociedad zapoteca fue descubierto por arqueólogos mexicanos en un complejo funerario de unos 1.200 años de antigüedad en el sureño estado de Oaxaca, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

México. Luego del descubrimiento hace unos tres meses del complejo funerario en la zona arqueológica de Atzompa, compuesto por tres cámaras mortuorias, los investigadores lograron ingresar al tercer sepulcro prehispánico, indicó el INAH en un comunicado.
El sepulcro conserva restos óseos de un individuo, probablemente de sexo masculino, informó la doctora Nelly Robles García, coordinadora de Arqueología del INAH.

El material óseo será sometido a estudios de antropología física para determinar edad, nutrición y estado de salud del personaje, y si existen deformaciones intencionales de origen cultural.
Junto a dicha osamenta también se halló un cráneo fragmentado perteneciente a otro individuo, que quizá fue depositado a manera de ofrenda, así como una pequeña jarra tubular de color negro y partes de una vasija.
También se descubrió una urna roja con forma de rostro humano con ornamentos como orejeras y un tocado que estaba desprendido y que se encontró a un costado de la pieza, dijo el arqueólogo Eduardo García, al referir que esta pieza formaba parte de la ofrenda mortuoria.

El vaso, que se estima data de 650 a 850 d.C., mide 50 centímetros de altura, aunque quizá con el tocado alcanzaría los 70 centímetros, y tiene cerca de 30 centímetros de diámetro.
Una de las características más sobresalientes de la pieza, que destaca por su excelente estado de conservación, es el pigmento rojo con que fue pintada, que al parecer podría haberse obtenido del cinabrio o de la hematita.

"Estamos frente a un edificio donde fueron depositados los restos de personajes de muy alto estatus; quiénes eran y qué papel jugaban en la urbe zapoteca, está por discernirse a partir de los hallazgos que se están registrando y de sus análisis posteriores", explicó Robles.
A fines de abril pasado los arqueólogos descubrieron el edificio diseñado exclusivamente para albergar una serie de tumbas, que están colocadas una sobre otra y, a diferencia de las que hasta ahora se habían encontrado, no son subterráneas.

Además, una de las cámaras funerarias está decorada con una pintura mural que alude al ritual del juego de pelota, tema que no se había visto en un contexto funerario zapoteca.

De acuerdo con los arqueólogos, Atzompa fue una pequeña ciudad satélite de Monte Albán, fundada durante el periodo Clásico Tardío (650-900 d.C.), como consecuencia de la expansión de esa urbe.
Sin embargo, "este descubrimiento cambia la percepción que se tenía, en el sentido de que no fue tan similar a Monte Albán como se había pensado, sino que desarrolló sus propias expresiones constructivas, como el caso de las tumbas y palacios", destacó Robles.

Vía: www.s21.com.gt

Descubren dos nuevas Pirámides en Egipto


La más voluminosa es tres veces más grande que la Gran Pirámide de Giza
Egipto todavía esconde tesoros, pero ya no es necesario trabajar días, meses o años bajo un sol abrasador para dar con ellos

Científicos estadounidenses han descubierto dos emplazamientos en la ribera del Nilo en los que podrían haberse ubicado dos pirámides. El tamaño de una de estas construcciones es tres veces mayor que la Gran Pirámide de Giza. Este hallazgo se ha realizado a través de un estudio de la zona con Google Earth.

Un equipo de científicos estadounidenses ha descubierto dos emplazamientos en la ribera del Nilo en donde podrían haber descansado sendas pirámides, una de ellas de un tamaño tres veces mayor que la pirámide de Giza. Este hallazgo, publicado en Achaeology News, se ha producido tras un estudio de la zona de más de una década a través de Google Earth.
La autora principal del estudio, Angela Micol, ha explicado que los dos descubrimientos se han producido a lo largo de la cuenca del Nilo, a unos 140 kilómetros de distancia.

Los científicos han señalado que este hallazgo es importante porque casi todas las pirámides conocidas fueron construidos alrededor de El Cairo, mientras que, ahora, estos dos nuevos emplazamientos son más al sur.

De Angela Micol se puede decir que es la Indiana Jones moderna y 2.0. En lugar de un látigo y un sombrero, sus armas de arqueóloga son un teclado y un ratón, pero sus hallazgos son igual de impresionantes y su aventura acumula ya un buen número de entregas.

Para que el descubrimiento termine de confirmarse falta una exploración sobre el terreno, pero esta joven exploradora está convencida de la autenticidad de sus hallazgos.

“Las imágenes hablan por sí mismas”, ha asegurado con rotundidad a un diario australiano. “Es obvio lo que los emplazamientos pueden contener, aunque la investigación sobre el terreno será necesaria para verificar que verdaderamente se trata de pirámides”.

Como decíamos, esta no es la primera aventura de la intrépida Angela Micol, que recoge en un blog los numerosas y deslumbrantes perlas arqueológicas que ha ido encontrando en sus particulares 'prospecciones' a través de Google Earth. Por ejemplo, ha utilizado esta herramienta para encontrar lo que podría ser una ciudad debajo del agua en la península mejicana de Yucatán.

Concretamente, el primer descubrimiento se encuentra en el Alto Egipto, a unos 12 kilómetros de la ciudad de Abu Sidhum. La arqueóloga ha contado que se encontró un montículo que "parece tener la parte superior muy plana" y una forma triangular simétrica que "ha sido erosionada con el tiempo".

Micol ha descubierto dos áreas en la cuenca del Nilo que podrían ocultar milenarias pirámides desconocidas. ¿Y cómo es posible que nadie se hubiera percatado de su presencia hasta ahora? Pues porque, al contrario de lo que podría parecer, ni siquiera el 1% de las ruinas del Antiguo Egipto han sido excavadas.

En cuanto al segundo emplazamiento, situado 144 kilómetros más al norte, Nicol ha apuntado que contiene una figura de cuatro lados, aunque "cuando se observa desde arriba casi parece piramidal".
De acuerdo al análisis previo, una de estas formaciones es tres veces más grande que la Gran Pirámide de Giza y cuenta con un ancho de 189 metros. Existe otra cuyo tamaño es menor, pero no menos impresionante, pues alcanza una altura de 76 metros.


El primero de los complejos descubiertos por Angela Micol, arriba a la izquierda. En la imagen de derecha, tres pequeños montículos se alinean formando una especie de cola, de forma similar a como están dispuestos en las pirámides de la meseta de Guiza. En la fotografía inferior se muestra el segundo complejo, de menor tamaño.

Para la experta, "las imágenes recogidas de Google Earth hablan por sí mismas" ya que "el color de los montículos es oscuro y similar" a la composición del material de las paredes de estas construcciones, que están hechas de adobe y piedra". A su juicio, "es obvio que ambos lugares pudieron acoger en su día unas pirámides". "Ahora habrá que verificar la investigación", ha aclarado.

Los científicos han señalado que este hallazgo es importante porque casi todas las pirámides conocidas fueron construidas alrededor de El Cairo, mientras que, ahora, estos dos nuevos emplazamientos son más al sur.
No es el primer descubrimiento que se hace a través de Google Earth. En 2011, la egiptóloga Sarah Parcak identificó 17 nuevas pirámides que eran desconocidas hasta ese momento.

Veremos si su búsqueda de película se queda en un bonito relato de ficción o graba el nombre de esta aventurera digital en las páginas de la historia.