Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la Luna ha fallecido a los 82 años

El primer hombre en pisar la Luna, el estadounidense Neil Armstrong, murió este sábado a los 82 años en Ohio (EE.UU.), días después de superar una operación de corazón.

Armstrong, que en julio de 1969 hizo historia en la misión del Apolo 11 junto a los astronautas Buzz Aldrin y Michael Collins, se sometió a principios de mes a una operación por sus problemas cardiovasculares, cuyas "complicaciones" llevaron a su muerte, según el comunicado que ha hecho público su familia.

Su familia se mostró "devastada" al informar de la muerte del hombre que hizo famosa la frase "un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad", y que era además "un cariñoso marido y padre".

"Mientras existan libros de Historia, Neil Armstrong figurará en ellos, recordado por dar el primer paso de la humanidad en un mundo más allá del nuestro", declaró ayer el director de la NASA, Charles Bolden.

Fue historia presenciada en directo por millones de personas en todo el mundo aquel 20 de julio, cuando Armstrong bajó el último travesaño de la escalera del módulo Eagle y puso un pie en el suelo lunar, en el Mar de la Tranquilidad donde había alunizado junto con Edwin Aldrin, mientras el tercer astronauta del Apollo 11, Michael Collins, permanecía en órbita lunar esperándolos.

 "Era un héroe estadounidense a regañadientes, porque siempre creyó que sólo estaba haciendo su trabajo", señala el comunicado citado por la cadena CNN, en el que la familia subraya su pasión por la aviación y la exploración espacial.

Antes de hacer historia al pisar la Luna hace 43 años, Armstrong fue un ingeniero y piloto de pruebas de la Fuerza Aérea estadounidense, y después pasó al Comité Nacional de Asesores para la Aeronáutica, la agencia predecesora de la NASA.

La misión del Apolo 11 fue su última incursión en el espacio, y su único papel de relevancia pública desde entonces fue el de vicepresidente de la investigación del desastre del transbordador Challenger, en 1982.

Pero política aparte, Neil Armstrong fue con su viaje el protagonista indiscutible de un viejo sueño de la humanidad. "Lamentamos la pérdida de un muy buen hombre, pero también celebramos su notable vida y esperamos que sirva como ejemplo a los jóvenes en todo el mundo para trabajar duro por hacer realidad sus sueños, para estar dispuesto a explorar y a empujar los límites y a servir con orgullo a una causa más grande que ellos mismos", dijo ayer la familia del astronauta fallecido.
Su colega del Apollo 11 Collins le dedicó una frase sencilla. "Era el mejor y le echaré de menos terriblemente". Aldrin expresó unas escuetas condolencias a Caron, la esposa de Armstrong, y la familia.
"Houston, aquí la base. Tranquilidad, el Eagle ha alunizado", dijo Armstrong cuando se posó la nave en el suelo lunar tras un tenso descenso que mantuvo en vilo a todos en el Centro de Control de la misión.

Las poco más de dos horas que pasaron los dos astronautas en el suelo lunar, con Collins esperando en solitario, fueron intensas. Armstrong era el comandante de la misión y fue él el elegido por la NASA para salir el primero del módulo Eagle y tocar el suelo lunar en primer lugar. Aldrin le siguió poco después. Y es curioso que Armstrong apenas tuviera de aquel viaje ya mítico el recuerdo más corriente que millones de personas conservan de sus aventuras viajeras: unas buenas fotografías suyas. La NASA siempre ha explicado que durante sus actividades en la superficie lunar, el comandante fue quien utilizó casi todo el rato la cámara, por lo que fue Aldrin el más y mejor fotografiado. Recogieron 23 kilos de rocas lunares y montaron tres experimentos científicos antes de volver al Eagle. En total, estuvieron 21 horas y 37 minutos en el suelo lunar y emprendieron el regreso. El histórico primer viaje tripulado a la Luna duró ocho días. En la Tierra les esperaba una cuarentena de 16 días (por si traían algún germen lunar) y la gloria.

Tras el viaje de Armstrong, Aldrin y Collins, continuaron las misiones lunares, cada vez más complejas y más largas, a medida que la NASA tomaba confianza con sus éxitos espaciales, aunque Armstrong nunca volvió al espacio. Siguió en la NASA hasta 1971, y cuando dejó la agencia se dedicó a impartir clases de Ingeniería.

Pero durante toda su vida el héroe de la Luna estuvo relacionado con el mundo espacial, tanto trabajando en la industria privada del sector, como en su labor académica o implicándose, cuando lo consideró oportuno, en las decisiones de política espacial estadounidense.
Todavía hace un par de años, el más célebre exastronauta de la NASA, el veterano Armstrong, manifestó su abierta crítica a la decisión del presidente Obama de cancelar el programa Constellation con el que la NASA se estaba desarrollando una nueva familia de cohetes para viajar a la Estación Espacial Internacional.

Armstrong fue un héroe indiscutido, pero huyó cuando pudo hacerlo, del primerísimo plano, de la gloria permanente y de los focos. Un hombre volcado personal y profesionalmente en su pasión aeronáutica y astronáutica, recibió todos los homenajes y condecoraciones y mantuvo la distancia de persona reservada. "Tanto como valoró su privacidad, siempre apreció las expresiones de buena voluntad de todo el mundo", recordó ayer su familia.
No rehuyó, sin embargo, labores difíciles, como la vicepresidencia del comité de expertos que investigó las causas del accidente del transbordador espacial Challenger, en 1985. También fue miembro de la comisión Nacional del Espacio de EE UU.

En su biografía autorizada del héroe de la Luna (First Man: The Life of Neil A. Armstrong) James R. Hansen cuenta que la misma frase del pequeño paso para el hombre, o para un hombre (como sostenía Armstrong que había dicho) fue plenamente idea suya, con la ayuda de su esposa, y no de un equipo de cerebros de la NASA que prepararan la coreografía adecuada para la gran ocasión. Toda una demostración de carácter y de personalidad en un programa tan complejo y tan integrado como el Apollo. Nadie dictó al comandante la frase para la historia.

Armstrong fue la cabeza más visible, aunque no la única, de aquella década prodigiosa del espacio con el programa Apollo aunando no solo muchísimo dinero para hacer realidad el desafío del presidente Kennedy, sino también con una concentración de enormes talentos de la ciencia y la tecnología en el esfuerzo espacial. Al recibir la Medalla de Oro del Congreso de EE UU en noviembre de 2011, junto con sus colegas del Apollo 11 Aldrin y Collins, además del pionero astronauta John Glenn, Armstrong dijo que era un honor "en nombre de todos aquellos que jugaron un papel para ampliar la presencia humana más allá de la Tierra, y el conocimiento humano del Sistema Solar".

Poco antes, el pasado verano, el hombre de la Luna había estado en España, concretamente en Tenerife, para participar en el homenaje al primer astronauta de la historia, el ruso Yuri Gagarin. Manifestó su deseo de que la civilización humana lleve al espacio "su mejor comportamiento". Refiriéndose a la carrera espacial de la que él fue estrella indiscutida, dijo que, a su juicio, fue "la mejor, la más honesta, porque ganó la humanidad".

 Su última comparecencia pública fue en noviembre de 2011, cuando recibió la medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos junto a sus compañeros de la misión a la Luna, Aldrin y Collins

Hallan una fosa con restos de víctimas del régimen franquista

Está en una finca privada de la localidad pacense de Arroyo de San Serván y tiene al menos huesos de tres cuerpos diferentes

La asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (Armhex) ha localizado una fosa en un olivar cercano a Arroyo de San Serván con al menos tres cuerpos de represaliados por el franquismo.
 
Estos sondeos arqueológicos han sido llevados a cabo por petición expresa de los familiares de las víctimas desde principios del mes de julio. La localización ha sido posible gracias a un equipo técnico formado por antropólogos, arqueólogos y un historiador. Así lo informó ayer Armhex en un comunicado de prensa. Según declara la asociación, este hallazgo «coincide con el lugar señalado por los testigos que podría estar relacionado con la presencia de enterramientos clandestinos en el subsuelo, es decir, en fosas». La localización de la misma ha tenido lugar en una finca privada del pueblo, donde los testimonios orales ubicaban las fosas en las que fueron enterrados los cuerpos de un grupo de personas.
 
Testigo
La declaración más determinante llegó de la mano de Andrés Galán, primo de uno de los asesinados. Según relata, en agosto del año 1936 volvía de realizar sus labores agrícolas cuando fue testigo de los cuerpos sin vida en el lugar señalado. Entre los cadáveres estaban su primo y otros vecinos de Arroyo de San Serván. Los fallecidos habían sido fusilados por las tropas franquistas una vez que se hicieron con el control de la localidad pacense.
 
Además, la asociación destacó en el informe que un estudio geofísico anterior a las excavaciones había concluido en la existencia de una anomalía en una zona determinada de esta parcela.
El proyecto de la localización de la fosa es consecuencia de un análisis previo realizado por la Armhex, que lo presentó en el marco de las subvenciones que el Gobierno concede a actividades relacionadas con el franquismo y la Guerra Civil.
 
Vía: www.hoy.es

Un nuevo descubrimiento arqueológico adelanta la llegada del hombre moderno a Asia

Investigadores hallan en Laos un cráneo humano de entre 46.000 y 63.000 años, el más antiguo jamás encontrado en la zona

Un antiguo cráneo, hallado en una cueva de las montañas Anamitas, al norte de Laos, es el fósil del humano moderno más antiguo encontrado en el sudeste de Asia, según ha publicado un equipo de investigadores en la revista «PNAS».
Este descubrimiento hace retroceder el reloj de la migración humana moderna en 20.000 años, e indica que los nómadas antiguos, fuera de África, abandonaron la costa y habitaron diversos hábitats mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. 

Los científicos que encontraron el cráneo en 2009, han sido los primeros en excavar en busca de huesos antiguos en Laos desde principios de 1900, cuando un equipo halló cráneos y esqueletos de varios seres humanos modernos en otra cueva de las montañas Anamitas.
Los fósiles encontrados en 1900 tenían unos 16.000 años, por lo que eran mucho más recientes que el cráneo recién descubierto, que tiene una edad de entre 46.000 y 63.000 años. 

«Se trata de un antiguo fósil humano particularmente moderno, y también particularmente antiguo para esta región», afirma la autora principal del trabajo, Laura Shackelford. La investigadora añade que «existen otros fósiles de humanos modernos en China o en el sudeste asiático insular que pueden ser de la misma edad, pero que no muestran rasgos humanos modernos definitivos. Sin embargo, este nuevo cráneo es muy antiguo, y aun así, muestra características humanas modernas muy concluyentes».
Los investigadores no encontraron artefactos junto al cráneo, lo que sugiere que la cueva no era un lugar de habitación o entierro, y que es más probable que la persona muriese en el exterior y el cuerpo acabase en la cueva en algún momento posterior.

La teoría «Fuera de África» cobra fuerza

El hallazgo revela que los primeros humanos modernos migrantes no solo habitaron la costa y las islas del sudeste de Asia y Australia, como algunos investigadores han sugerido, sino que también viajaron hacia el norte, señala Shackelford.
Según los científicos, este hallazgo apoya la teoría «Fuera de África» de los orígenes de los humanos modernos, en lugar de un modelo multi-regionalista.
Teniendo en cuenta su edad, los fósiles en este entorno podrían ser antepasados directos de los primeros emigrantes a Australia, pero también es probable que el sudeste asiático continental fuese un cruce de caminos hacia varias rutas migratorias.
El descubrimiento también refuerza los estudios genéticos que indican que los humanos modernos ocuparon esta parte del mundo hace 60.000 años. La investigadora afirma que «esta es la primera evidencia fósil que apoya los datos genéticos».

Luminiscencia y datación por radiocarbono

Los expertos utilizaron técnicas de datación por radiocarbono y luminiscencia para determinar la edad de las capas de tierra, encima, debajo y alrededor de la calavera, que fue encontrada a unos dos metros y medio por debajo de la superficie de la cueva.
Posteriormente, se utilizó la datación por uranio-torio para determinar la edad del cráneo, la cual fue determinada en 63.000 años de antigüedad. 

La investigadora Kira Westaway, llevó a cabo los análisis de luminiscencia. Esta técnica mide la energía retenida en partículas cristalinas en el suelo, para determinar cuánto tiempo ha transcurrido desde que el suelo fue expuesto por última al calor o la radiación solar.
Así, Westaway observó que la capa de tierra que rodeaba el fósil había entrado en la cueva entre 46.000 y 51.000 años atrás. «Esas fechas son un poco más recientes que la datación del fósil, lo cual es de esperar, ya que no sabemos el tiempo que pasó el cuerpo fuera de la cueva», explica Shackelford.
Los investigadores concluyen que este nuevo fósil indica que la migración fuera de África, hacia Asia oriental y sudoriental, se produjo a un ritmo relativamente rápido, y que, una vez allí, los humanos modernos no se limitaron a habitar lugares en los que habían vivido antes. 

Ahora, hay una evidencia fósil para demostrar que los humanos modernos ocuparon estos lugares mucho antes de lo que se pensaba.

www.abc.es

El castillo de A Rocha del siglo XIII en Santiago, abandonado a su suerte

Cerca hay un yacimiento castreño con un petroglifo // El Ayuntamiento de Santiago asegura que tiene "intención de recuperar" la zona y que ya se comprobó in situ su estado

Pocos son los compostelanos que saben que el barrio de Conxo alberga un castillo de más de 800 años de antigüedad y un yacimiento castreño con un petroglifo, ya que "la maleza se lo come todo". "Las piedras, las murallas...", detalla Carlos Delgado, el presidente de la Asociación Cultural A Rocha Forte, quien lamenta que este patrimonio "no tiene protección". Si quieren más información, aquí pueden ver un trabajo de la Universidad de Santiago elaborado por Raquel Casal García y Fernando Acuña Castroviejo.
En una entrevista concedida a Europa Press, el dirigente de la entidad que lleva "años" tratando de poner en valor esta zona censura que, después de "algunas actuaciones" y de lograr que se hiciesen varias excavaciones, hoy vuelve a ser "pura maleza".

En todo caso, según le han dicho en el Consistorio, este año llegará la subvención, pero todavía no se fía. Y eso que afirma que "la gestión va bien, aunque lenta" tras el cambio de Gobierno en Santiago, ahora en manos del PP.

PLANES DE FUTURO PARA ESTE PATRIMONIO

Con el anterior Ejecutivo local, como relata, tomó forma la idea de diseñar un plan director de todo el conjunto para su puesta en valor. Sin embargo, el primer borrador excluía "la mitad del petroglifo y del castro". "No me explico por qué, fue inexplicable", subraya.

Tras recibir sus alegaciones, asegura Carlos Delgado, el trámite "se paralizó" y "parece que ahora quieren hacer otro" documento que también incluya el patrimonio prerromano, desvirtuado debido al paso de una línea ferroviaria.

"SÓLO INTERESA EL CENTRO"

Por el momento, la zona está "llena de maleza" bajo la excusa de que "no hay dinero" para limpiar la zona, aunque el presidente de la asociación cultural avanza que la concejala de Parques y Jardines, María Castelao, mostró su disposición a incluir este terreno dentro del programa de desbroce.

"Dijo que le parecía buena idea y que lo iba a mirar", declara esperanzado, sin entender, no obstante, que "en una ciudad tan turística como Santiago" no se haya "cuidado" este patrimonio. "Lo único que interesó hasta ahora fue el centro", lamenta.

Por su parte, fuentes del ayuntamiento han mostrado a Europa Press su "intención de recuperar" la zona. De hecho, han recordado que la concejala de Urbanismo y Rehabilitación, María Pardo, ya acudió al lugar con "técnicos" de la Universidade de Santiago para "comprobar su estado y estudiar acciones" que permitan poner en valor este conjunto.

HISTORIA "MARAVILLOSA"

El castillo de A Rocha se mantuvo en pie "unos 200 años", entre los siglos XIII y XV, periodo en el que fue parcialmente derribado por los burgueses de Santiago, que pretendían que la urbe pasase a depender de la Corona en lugar de la Iglesia.

Finalmente, en el año 1467, los Irmandiños, hartos de los abusos feudales, sitiaron esta fortificación y lograron echarla abajo. Nunca fue reconstruido, aunque en 2001 se iniciaron algunas excavaciones para recuperar el yacimiento.

"Poco a poco se fueron haciendo algunas actuaciones, la última en 2010", recuerda Delgado, para quien "falta mucha investigación todavía" sobre un conjunto arquitectónico que tiene "una historia maravillosa".

En ella tiene un importante papel, tal y como destaca, el obispo Berenguer de Landoira, bajo cuyo mandato se terminó la Berenguela, la campana mayor de la Catedral.

www.elcorreogallego.es

Aparece una huella de dinosaurio en el complejo de la NASA

El complejo del Centro Espacial Goddard en Greenbelt (Estados Unidos), en el que trabajan 7.000 científicos, ingenieros y empleados de la NASA, podría albergar la huella de un dinosaurio, según informa el periódico 'Washington Post'.
Fuentes de la NASA indicaron al diario que, de momento, han dado por válido el hallazgo hecho por Ray Stanford, paleontólogo aficionado que suma otros descubrimientos en la misma zona de Maryland, aunque señalaron que van a contactar con expertos para que confirmen su tesis y busquen en el área si hay más restos fósiles.

La huella encontrada por Stanford, según señala la información, correspondería a un nodosaurus, una especie de dinosaurio anquilosaurio (herbívoro, cuadrúpedo) del Cretácico, con unas características placas dermales óseas que cubrían su cuerpo.
La semana pasada Stanford mostró su hallazgo al profesor de la Universidad Johns Hopkins, David Weishampel, quien asesoró en 1993 al equipo de Steven Spielberg para la película 'Parque Jurásico' y es autor del libro 'Los dinosaurios de la costa este'.

"Me encanta la paradoja", dijo Standford en declaraciones al diario, porque cuando "los científicos del espacio caminan por aquí, caminan por donde este enorme, torpe y pesado dinosaurio acorazado andaba quizá hace 110 o 112 millones de años. Es muy poético".
Por su parte, Weishampel mostró al periódico su escepticismo "como científico", aunque reconoció que, según las pruebas mostradas por Stanford, "parece que es un nodosaurus". La NASA ha pedido al 'Washington Post' que no revele el lugar exacto en el que se encuentra la posible huella dentro de las más 514 hectáreas que tiene el complejo.

"No es algo que queramos convertir en una atracción turística en este momento", señaló Jennifer Groman, de la oficina de conservación de la NASA, que se encarga de proteger del paso del tiempo los trajes espaciales, satélites y artefactos de otra época.
Standford, un paleontólogo autodidacta, se ha ganado una buena reputación como buscador de huellas de dinosaurio ya que desde 1994 ha localizado unos 1.400 restos de huellas de dinosaurio y otros fósiles en el Condado de Prince George (Maryland).

Uno de los más notables fue el de una huella de cría nodosaurus propanoplosaurus, que se exhibe actualmente en el Museo Nacional de Historia Natural de la institución Smithsonian.

Científicos británicos dudan de las relaciones sexuales entre Neandertales y Sapiens

Científicos británicos creen que el hombre moderno conserva el genoma neandertal solo porque ambas especies tuvieron un ancestro común, no porque mantuvieran relaciones

En 2010, el famoso biólogo sueco Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, confirmaba que seres humanos modernos y neandertales mantuvieron en algún momento relaciones sexuales, causa por la que todos los homo sapiens del planeta -todos excepto los africanos- compartimos un 2% de genoma neandertal. Incluso se ha sugerido que estos amores prehistóricos favorecieron nuestra evolución y nos hicieron más fuertes, ya que reforzaron el sistema inmune. Ahora, una nueva investigación pone en duda que se haya producido este sexo entre especies, un cruce que se conoce como hibridación. Científicos de la Universidad de Cambridge reconocen las similitudes genéticas, pero creen que pueden explicarse, simplemente, por un ancestro común. Sus conclusiones aparecen en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS).
La evidencia genética indica que los euroasiáticos comparten con los neandertales entre el 1% y el 4% de su ADN, algo que no ocurre en el caso de los africanos. Estudios anteriores habían concluido que esta diferencia podía explicarse porque la hibridación ocurrió cuando los humanos modernos salieron de África y se mezclaron con los neandertales que ya habitaban en Europa.

Sin embargo, el nuevo estudio ha proporcionado una explicación alternativa para las similitudes genéticas. Los científicos descubrieron que un ancestro común, sin ningún tipo de hibridación, explica estas similitudes genéticas. En otras palabras, según los investigadores, no se produjo ningún tipo de ingreso reciente de ADN neandertal en los humanos modernos. Ya venía de antes.

Salida de África

«Nuestro trabajo demuestra claramente que los patrones vistos en la actualidad en el genoma del neandertal no son excepcionales, sino que concuerdan con nuestras expectativas de lo que podríamos ver sin la hibridación. Si sucedió algún cruce -es difícil decir que nunca ocurrió- habría sido mucho más escaso de lo que se dice», afirma Andrea Manica, responsable del estudio.
Neandertales y humanos modernos compartieron un ancestro común que se cree se extendió por África y Europa hace medio millón de años. De la misma forma que existen poblaciones muy diferentes actualmente en Europa, las poblaciones de ese ancestro común no estaban completamente mezcladas a través de los continentes, pero las que se encontraban más cerca posiblemente tenían más similitudes genéticas que las que estaban lejos.

Después, de 350.000 a 300.000 años atrás, los grupos europeo y africano se separaron. El europeo se convirtió en neandertal, y el africano en homo sapiens. Sin embargo, porque las poblaciones dentro de cada continente no estaban libres de mezcla, la población de humanos modernos en África que estaba más cerca de Europa habría retenido más ADN ancestral (en concreto, variantes genéticas) que también compartían con los neandertales.
Sobre esta base, los científicos crearon un modelo para determinar si las similitudes genéticas entre humanos modernos y neandertales, que habían sido atribuidas a la hibridación, podrían deberse a la proximidad de los humanos modernos en el norte de África (que más tarde poblarían Europa) con los neandertales. Los científicos concluyeron que cuando los seres humanos modernos se expandieron fuera de África hace 60.000 o 70.000 años, trajeron esa similitud genética con ellos, por lo que los europeos y los asiáticos son más similares a los neandertales que los africanos.