La enigmática inscripción del Templo de Salomón. ¿El más antiguo testimonio de paleohebreo?

Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantology International Society (SAIS)

Inscripción Paleohebrea o Cananea del Palacio de David o de Salomón. Desciframiento, por Georgeos Díaz-Montexano, 2013.
Inscripción Paleohebrea o Cananea del Palacio de David o de Salomón. Desciframiento, por Georgeos Díaz-Montexano, 2013.
Hace unas horas, he tenido conocimiento de una muy interesante noticia, sobre un hallazgo bastante revelador que ha sido realizado en Jerusalénen las ruinas de la que ha sido identificada como laCiudad de David, el muro oeste del Templo. Ha sido a través de la web Los32Rumbos.com. Remito al lector a la misma para leer la noticia completa.
En cuanto al hallazgo epigráfico, ya de por sí, es verdaderamente revelador, en cuanto a que las inscripciones más antiguas descubiertas hasta la fecha, ciertamente son casi 300 años más recientes.
La inscripción ha identificado como cananea, al estar escrita en caracteres similares a los que usaban los cananeos, o sea, una antiguo alfabeto idéntico al usado por los fenicios. Fue escrita mediante simple incisión, cerca del borde de un fragmento de una jarra de cerámica sin cuello.
Ha sido datada en el siglo X A.C., de acuerdo al estilo paleográfico de la escritura usada que se corresponde con el proto-cananeo o cananeo de los siglos XI y X A.C., y el fenicio del siglo X A.C. Y ciertamente, anterior a la instauración de la derivada escritura hebrea.
Leyendo de izquierda a derecha, los expertos israelitas reconocen los siguientes signos: mqphn, y posiblemente una l, y otra n. Pero nada dicen de la g (gaml) que se observa al final, en el extremo derecho. Esta letra se corresponde con el estilo de las inscripciones del siglo XI A.C.
Los expertos concluyen que “dado que esta combinación de letras no tiene sentido en idiomas semíticos conocidos, el significado de la inscripción se desconoce” (Los32Rumbos.com)Aunque sospechanque la inscripción especificaría el contenido de la “jarra” o el “nombre de su propietario”.
Y finalmente concluyen que “debido a que la inscripción no es en hebreo, es probable que haya sido escrita por uno de los no residentes de Jerusalén, tal vez un jebuseo, que formaría parte de la población de la ciudad en la época de los reyes David y Salomón” (Los32Rumbos.com).

Análisis paleográfico

Ciertamente, los caracteres fueron escritos de izquierda a derecha, como la mayoría de las escrituras no semíticas. La norma seguida en todas las inscripciones cananeas, fenicias, arameas y hebreas, entre otras, es siempre de derecha a izquierda.
En principio, y debido a la dirección de la misma, no se trataría de una inscripción que pueda considerarse haya sido escrita en una lengua semítica, y quizá esto es lo que ha primado durante el análisis realizado por los expertos, quienes al no reconocer ninguna palabra hebrea en tal secuencia de caracteres han llegado a la conclusión de que no es hebrea.
En cuanto a las letras mismas, los expertos que la han analizado reconocen los siguientes caracteres: m q p h n (l) (n). La dos últimas letras solamente se infieren de acuerdo a lo poco que se aprecia de las mismas, siendo -por ello- su lectura muy poco segura, a menos que se pueda finalmente reconocer la lengua y, por tanto, las palabras escrita en esta vasija. 



Foto original. Fuente. Los32Rumbos.com


Interpretación de los signos. De izquierda a derecha: ...]m qp Hn(nl) g[...

Creo que la lengua usada sí es de la familia Afroasiática. Obviamente, si se busca una palabra que comenzando con m (mem) tenga la secuencia que le sigue, al menos hasta la n (nun), o sea, mqphn, no aparece nada en ninguna de las lenguas semíticas, ni en el resto de la misma familia Afroasiática. Pero si se considera que la memes en realidad la terminación de un plural semítico, que en la inmensa mayoría de los casos se indicaba con una mem final, o incluso de un nombre femenino, entonces podríamos establecer aquí el final de una voz, por lo que la próxima empezaría por q (qop). En tal caso, veremos como sí que se puede establecer una lectura más que probable, de acuerdo a voces semíticas, como el hebreo antiguo y el fenicio o púnico.

Todas las voces que a continuación describiré, se hallan en el hebreo clásico y en el fenicio, por tanto, voces semíticas noroccidentales que, perfectamente, podrían hallarse en un texto de esta época como el descubierto en los restos del posible “Palacio de David” y que aquí analizamos.

Primera propuesta de lectura e interpretación:


...]m qp Hn(nl) g[...

...(Palabra o nombre desconocido que finaliza en -mem) vasija de Hanniel (Palabra o nombre desconocido que comienza con -gaml)...”

Partimos de la hipótesis de que la primera letra de la izquierda, mem, se corresponde con el final de una voz que podría estar en plural o bien corresponder a un nombre femenino; aunque, en cualquier caso, imposible de poder ni siquiera vislumbrar. Aclarado lo anterior, comenzamos nuestra identificación a partir de la siguiente letra, qop. Hallamos una raíz muy antigua, qp, bastante extendida en un gran número de lenguas afroasiáticas, y que se puede traducir justo como 'vasija', 'jarra', 'olla'. Apenas existen otras voces con igual raíz que cobren algún sentido en un texto como este. Por lo que esta será mi primera propuesta, la hipótesis que considero probable. Antes aclaremos que las equivalencias fonéticas entre p/f/bson perfectamente viables y están bien documentadas.


En cuanto a los signos que le siguen, claramente se lee la secuencia Hny los extremos superiores de otros dos signos que identifico, por orden, con una nun(n) y una lamd (l). Considero que existe mayor probabilidad de que los dos signos que le sigue a la nuncompleta y bien legible (quinto signo de izquierda a derecha), y de los cuales sólo se conservan sus extremos superiores, se correspondan con otra nun(sexto signo) y una lamd (séptimo signo), y no como han creído los primeros expertos, o sea, ln. Sencillamente, considero que se les ha escapado un detalle importante: la inclinación de los extremos superiores de los signos.

El sexto signo, que ha sido identificado como resto de una posible lamd(), se justificaría sólosi tal letra hubiera sido escrita en su dirección habitual, de derecha a izquierda, que es cuando -en efecto- su palo mayor, barra o mástil (como prefiera llamársela), se inclina siempre hacia la derecha. Pero si el resto de la inscripción ha sido escrita a la inversa de la norma, es decir, de izquierda a derecha, es de sentido común esperar que estalamdpresentaría entonces tal inclinación, también a la inversa, o sea, hacia la izquierda, por tanto una lamdsinistrorsa (). Mientras que la nunsí que apuntaría ligeramente hacia la derecha, talcomo vemos en la anterior nun(quinto signo) que está completa.

En fin, que justo esto es lo que vemos aquí. Por tanto, la propuesta más lógica es que se trata de un nunseguida de una lamd, es decir, nl, leyendo de izquierda a derecha. Por tanto, reconstruimos la secuencia Hnnl, y esto se corresponde con un nombre hebreo recogido en la Biblia, חַנִּיאֵ֖ל, Hanniel(ḥannî’êl). Nombre propio masculino que significa “Favor de Dios” o “Favorecido por Dios” (formado de Hanan, 'favor', 'gracia' y Él, 'Dios'), y que se documenta como nombre de un manassita, príncipe de la tribu de Manasseh (Manasés), hijo de Efod (Números 34:23), y también como el nombre de un jefe asherita, hijo de Ulla o Ula (1 Crónicas 7:39). Hanes la misma raíz que aparece en los conocidos nombres púnicos de חנא, 'Hanno', y חנבעל, 'Hannibal', y también en el nabateo חנאל, 'Hanel'.

Segunda propuesta de identificación y lectura. Menos probable.


...]m qp Hn (ln) g[...

La primera mum podría corresponder al final de una voz en plural, como en la mayoría de las lenguas semíticas habladas en toda esa área geográfica, o bien a un nombre femenino, como por ejemplo, Batno'am (La Graciosa).

qp(qapha', pr. en heb. qofoa') 'encoger, 'espesar', 'cuajar' o 'enfriar' algún líquido (leche o vino, por ejemplo, qp: 'leche cuajada' o 'agua congelada' (muy fría) qp).

Hn(pr. Han o Hane con h aspirada fuerte como en inglés heart, 'gracia', 'favor'; 'agraciado', 'favorecido'. Puede aquí haberse usado como nombre propio masculino, o sea Han oHen. Como el nombre bíblico de Hen, hijo de Sefaníasmencionado en Zacarías 6:14: “Y Helem, y Tobías, y Jedaía, y Hen, hijo de Sefanías, tendrán coronas por memorial en el templo de Jehová.” (Edi. Reina Valera, 1909).

ln Típica preposición con sufijo pronominal femenina, “a mi”, “para mi”, usada en el fenicio y otras lenguas semíticas del noroeste.

Propuesta interpretativa


Se trataría de una vasija para 'enfriar' 'cuajar' o 'espesar' leche o vino, por ejemplo, que habría sido regalada por un hebreo o israelita llamado Han oHen a una mujer, cuyo nombre (como propietaria de la vasija) podría haber estado escrito después de la gaml(g) del final, a la derecha, o bien al principio, antes de la mem(m) del extremo izquierdo.

La lectura que propongo, quedaría pues de la siguiente manera:

...]m qp Hn (ln) g[...

...(Nombre de la propietaria que termina en mem?) vasija para cuajar (de) Hen para mi. G... (¿Nombre de la propietaria comenzando con gaml?)...”

Conclusión:


Después de loa aquí analizado y demostrado, considero que se trata de una inscripción semítica paleohebrea o cananea, no sólo por su grafía sino también desde el punto de vista lingüístico. Por tanto, no se justifica el dictamen contrario, es decir, que no se trata de una inscripción en lengua hebrea, tal como han divulgado los arqueólogos que han descubierto esta inscripción, la cual, después de este desciframiento, podría pasar a la Historia como la más antigua inscripción paleohebrea. Y esta es la hipótesis que defiendo. Por tanto, estaríamos ante el texto más antiguo conservado donde se hace mención de cuando menos un nombre propio bíblico: Hanniel.  

Fuente: La enigmática inscripción del Templo De Salomón.
¿El más antiguo testimonio de paleohebreo?, por Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantology International Society (SAIS): http://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2013/08/10/georgeos-diaz-montexano-la-enigmatica-inscripcion-del-templo-de-salomon-el-mas-antiguo-testimonio-de-paleohebreo/trackback/

Breve Historia de Atenas (Grecia)

La ciudad de Atenas ya existía en la época creto-micénica, aunque no tenía ni la cantidad de habitantes ni el poderío económico y militar que lució en el siglo V a.C. Era una ciudad más de la región Ática. En el siglo XIV a.C. fue fortificada. A mediados del siglo IX a.C. la ciudad se anexó los territorios circundantes, entre ellos el puerto de El Pireo. Desde el siglo VIII a.C. la zona se hallaba consagrada a Atenea. En el comienzo el gobierno era ejercido por un monarca, pero Atenas cambió ese sistema por una aristocracia en la que el Consejo de Ancianos (Areópago) gobernaba designando tres magistrados (arcanos), quienes por un lapso de un año se hacían cargo de la conducción de la ciudad. Dificultades políticas y económicas llevaron al poder al reformador Solón (594 a.C.).

Según sus nuevas disposiciones, la ciudad contaba ahora con un Consejo, una Asamblea Popular y Tribunales de Justicia. Solón además reimpulsó el comercio. En el año 560 a.C. tomó el poder el tirano Pisístrato. Durante su gobierno y el de sus hijos, que se prolongó hasta el año 510, se construyeron muchas obras públicas y se organizaron los juegos panatenáicos, que tenían lugar cada cuatro años. La democracia se impuso recién en el año 509, con la revolución de Clístenes, quien derrocó la tiranía de Hipías. La Asamblea Popular, de la que participaban todos los ciudadanos, pasó a ser el órgano de mayor poder. En la batalla de Maratón (490 a.C.), al norte de Atenas, los atenienses vencieron a las tropas persas que desembarcaron allí contando sólo con la ayuda de unos soldados llegados desde Platea.

Los espartanos, a los que les pidieron auxilio sobre la hora, prometieron acudir pero por motivos religiosos no lo podían hacer sino después de seis días. La Acrópolis fue destruida por las tropas de Jerjes y reconstruida durante el gobierno de Pericles para mostrar el nivel artístico y cultural de la ciudad. Luego de su derrota, los persas prepararon una nueva expedición que no pudiese fallar. El rey Jerjes reunió en Sardes, en la primavera del 480 a.C., un ejército como jamás se había visto otro. Paralelamente envió sus embajadores solicitando la rendición de las ciudades griegas. Muchas accedieron; Esparta y Atenas no. 

Luego de la invasión persa del año 480 a.C., el político Temístocles, quien venció a los persas en Salamina, construyó las murallas de defensa que rodeaban a Atenas y El Pireo, y unían a la ciudad con el puerto. Esta tarea fue continuada por Pericles. Pericles le dio a la ciudad su explendor. Construyó el Partenón, el templo de Niké y el Erecteion, entre otros monumentos. En su mercado se podían adquirir productos de las más variadas procedencias. La liga de Delos, formada en el año 477 a.C. para prevenir una nueva invasión persa, tenía a Atenas como capital. Los fondos aportados por las ciudades que componían la liga aumentaron el poderío ateniense.

Pericles tenía un trato especial con los hombres de la cultura y favorecía la llegada a Atenas de filósofos y poetas. Durante su gobierno se representaban importantes tragedias y comedias en el teatro de Dionisio, tras la Acrópolis. En tiempos de Pericles se calcula que la ciudad tenía unos 200.000 habitantes de los que sólo 50.000 eran ciudadanos y tenían derechos políticos (los varones nativos adultos). Atenas se enfrentó con Esparta en la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) y fue derrotada. En el año 338 a.C. la ciudad cayó bajo el poder de Macedonia, aunque no dejó por ello de tener una vida cultural importantísima. En el año 146 a.C. los romanos tomaron Atenas. Éstos saquearon la ciudad y destruyeron muchos monumentos en el año 86 a.C. Hasta la caída del Imperio Romano de Occidente mantuvo su prestigio como centro de enseñanza al que acudían jóvenes tanto de Grecia como de Roma. En el año 529, habiendo caído ya el Imperio de Occidente, el emperador Justiniano de Bizancio, buscando favorecer el desarrollo del pensamiento cristiano en detrimento del pagano, ordenó cerrar las escuelas filosóficas de Atenas.

Champollion, el traductor de la lengua egipcia

Filólogo y egiptólogo francés, considerado el padre de la egiptología por haber conseguido descifrar la piedra de los tres idiomas, la Piedra Rosetta y haber encontrado el sonido de cada uno de los jeroglíficos. Decía de sí mismo:

«Soy adicto a Egipto, Egipto lo es todo para mí».

Champollion creía que para entender los textos egipcios, era necesario conocer, traducir e interpretar sin error alguno el copto, capacidad de la que carecían todos aquellos eruditos que aspiraban a descifrar los jeroglíficos. Su esquema de estudio predecía que a través del copto entendería las inscripciones en demótico (una forma abreviada de la escritura hierática) y con la ayuda de la lengua egipcia, alcanzaría a descifrar la escritura jeroglífica.

Para ello estudió el copto en El Colegio de Francia, en la Escuela de Idiomas Orientales y en la Biblioteca Nacional de París. También aprendió el copto litúrgico de la mano de un sacerdote egipcio. Siendo apenas un adolescente logró compilar un diccionario de copto conformado por 2000 palabras. El experto en jeroglíficos Silvestre de Saçy, fue uno de sus nuevos maestros. Por desgracia, y debido a la gestión de Napoleón, que no cesaba en su empeño de orquestar constantes campañas militares que desmoralizaban a la nación entera, y ante la escasez de alimentos y la elevada inflación, no existía tiempo para el estudio, y quien quisiera sobrevivir en tales circunstancias, debía de tener la enorme suerte de poseer un trabajo constante y remunerado, algo de lo que carecía Jean-François.

Vivía con el eterno temor a ser reclutado en el ejército, escaseaban los jóvenes sanos; su salud estaba muy deteriorada, estaba hundido en una profunda depresión, terriblemente delgado y prácticamente vestido con harapos. El que sería uno de los padres de la egiptología, y el hombre que descifró la piedra Rosetta, era poco más que un pordiosero.

Astrónomos detectan emisiones de radio fuera de la Vía Láctea

El autor principal de la investigación asegura que "las emisiones de radio duran unos pocos milisegundos y que parecen estar llegando desde el otro lado del Universo" 

Madrid. .(Europa Press).- Un equipo internacional de astrónomos ha detectado cuatro emisiones de radio misteriosas y muy potentes que consideran que pueden haberse originado fuera de la Vía Láctea.
Un misterioso pulso de radio que provenía del exterior de la galaxia fue detectado por primera vez en 2007. En ese momento, los científicos no sabían lo que era y se barajó la posibilidad de un tipo de interferencia creada por la Tierra. Por ello, un grupo de astrónomos decidieron explorar los cielos con un telescopio de radio para buscar púlsares, estrellas de neutrones giratorias o restos de estrellas que han estallado.

Con esta investigación, el equipo quería saber de dónde venía el pulso y qué lo podría estar causando. Sin embargo, lo que ha encontrado son más emisiones y ha verificado que no se trataba de ninguna interferencia terrestre, sino que estos fenómenos habrían viajado una larga distancia hasta llegar hasta la galaxia.
"Se ha descubierto que las emisiones de radio duran unos pocos milisegundos y que parecen estar llegando desde el otro lado del Universo", ha señalado el autor principal de trabajo, publicado en Science, Dan Thornton.

Las cuatro emisiones se han descubierto en un años ya que solo se estaban explorando parcelas relativamente pequeñas del cielo a la vez. Los científicos han señalado que ahora llevará unos cuantos años más completar el estudio del cielo y han apuntado que la probabilidad es que se descubran miles más de estas señales.

Además, el estudio sigue adelante porque los astrónomos no están completamente claras en cuanto a los orígenes de las señales de radio. Algunas teoría apuntan a que son el resultado de algún evento cosmológico importante que tuvo lugar hace millones de años, como un "cataclismo".
"Creemos que es probable que se creara por un evento extremo catastrófico por algo que se destruyó, porque no se ha vuelto a repetir", ha indicado Thornton.
"Hemos mirado hacia atrás en la misma zona del cielo y no hemos visto ninguna ráfaga repetida en la misma posición", ha insistido, para apuntar que esta situación lleva a pensar que se trata de una "supernova" o una explosión gigantesca de un magnetar (una estrella de neutrones alimentada con un campo magnético extremadamente fuerte).

Chamanismo, magia, enteógenos y religión en la Antigüedad (II)


Por Carlos González Wagner

5. Religión y psicotrópicos.

Todo lo dicho hasta ahora nos lleva a plantear directamente, a la luz de los diversos tipos de testimonios convergentes, la relación que existe entre la ingestión de plantas psicotrópicas y determinados rituales religiosos en la Antigüedad. El uso de potentes psicoactivos de origen vegetal en el contexto de celebraciones rituales, no era algo exclusivo de las ceremonias de carácter más o menos chamanístico propias de culturas no urbanas, como la de los escitas o los massagetas, en las que las creencias religiosas giraban fundamentalmente en torno a un chamanismo extático que implica la existencia de estados de trance. La embriaguez ritual provocada por las emanaciones del cáñamo no era desconocida para los asirios, que utilizaban el quunabu como incienso e inductor de tales estados. Tampoco era desconocida para los antiguos iranios, en cuya religión debió ocupar en algún momento un lugar destacado. En este sentido, como afirma Eliade1 , “la importancia de la embriaguez que se busca en el cáñamo aparece confirmada, además, por la enorme difusión del término iranio por el Asia central. La palabra irania que sirve para designar el cáñamo es bangha, y ha venido a significar, en muchas lenguas ugrias, tanto la seta chamánica por excelencia, Agaricus muscarius (que se utiliza precisamente como medio de intoxicación antes de la sesión o durante ella), como la embriaguez; cf., por ejemplo, el vocablo vogul pankh, «seta» (agaricus muscarius), las palabras mordvin panga, pango y el término cheremís pongo, «seta» también. En el vogul septentrional, pankh significa asimismo «embriaguez borrachera». Los himnos a las divinidades aluden también al éxtasis provocado por la intoxicación con setas... Estas pruebas demuestran que el prestigio mágico-religioso de la intoxicación con fines extáticos es de origen iranio”.
No son éstos, por supuesto, los únicos ejemplos. Kriticos2 ha mostrado cómo durante el Minoico Tardío III el opio era consumido por los participantes en determinadas ceremonias religiosas, ya que provocaba estados de éxtasis durante el desarrollo del ritual. La existencia de prácticas similares en Chipre durante el mismo período ha sido, asimismo, señalada por Karageorghis, quien las relaciona, al igual que en el caso anterior, con el culto a alguna divinidad de la fertilidad semejante a la "Diosa de las adormideras" de Gazi. Aunque la evidencia es en este caso menos clara, Merrilles apunta que un uso similar del opio en relación con contextos de carácter ritual se podía haber producido en Egipto. En cualquier caso la liturgia egipcia no era del todo extraña a prácticas semejantes, como se desprende, por ejemplo, del uso de bebidas fuertemente embriagantes durante la fiesta de Hathor, diosa protectora de la alegría extática y festiva que sigue a la embriaguez. El mundo micénico también parece haber conocido la utilización ritual del opio en relación con algún tipo de culto a la fertilidad. En un bien conocido sello de un anillo de oro procedente de Micenas la adormidera aparece asociada a una divinidad femenina vinculada con alguna forma de culto al árbol. Como es sabido, la adormidera es una maleza típica de los cultivos de gramíneas, lo que viene a explicar su relación con las divinidades de la fertilidad, ya que este último aspecto es también un rasgo generalizado de las divinidades agrícolas. No es de extrañar, por tanto, el uso frecuente de esta droga en los santuarios de Astarté-Afrodita en el Mediterráneo Oriental, en los que el uso del opio parece que contribuía en los sacrificios en su honor excitando el deseo sexual, ni que divinidades agrícolas como Démeter aparezcan desde un principio claramente relacionadas con la adormidera. Esta conexión entre las divinidades agrícolas y de la fertilidad y la adormidera aparece también con claridad en las fuentes literarias: por no citar más que dos ejemplos, baste recordar que Pausanias refiere como en las proximidades del santuario de Asclépios en Sicyón -que en un principio se llamaba Mecone (adormidera)- se levantaba una estatua de Afrodita que sostenía una adormidera en la mano. No son raras tampoco las alusiones a la “adormidera de Ceres”.

El uso ritual de psicoactivos vegetales tampoco escapó a la posterior cultura grecorromana de la Edad del Hierro. Como dice Nilsson3 , "hay en todo hombre, por humilde que sea su condición, un anhelo latente de comunión con lo divino, de sentirse elevado de lo temporal a lo espiritual. Esta forma de éxtasis encontró su heraldo en el dios que, junto con Apolo, se había grabado con mayor fuerza en el sentido religioso de la época: Dionisos". Precisamente existen una serie de testimonios que muestran la relación existente entre esta divinidad y algunas plantas psicotrópicas. Conservamos, por ejemplo, representaciones de vasos griegos en los que Dionisos aparece atendido por las ménades y coronado de cápsulas de adormidera. Nuestras propias fuentes afirman que la hiedra que las ménades recogían en sus thyrsoi, especie de cañas huecas que los recolectores de hierbas usaban para mantenerlas frescas4, poseía propiedades psicoactivas. De igual forma, existe la presunción respecto al vino utilizado como inductor de los trances extáticos en las ceremonias dionisiacas. Así, las representaciones de los vasos utilizados para la ceremonia de las Leneas muestran cómo se agregan hierbas al vino sagrado durante la mixtura, en presencia de la efigie de Dionisos. De hecho, estos vasos muestran a las devotas del dios en estados de éxtasis o locura, mientras mezclan el vino en una krátera, o “vasija para mezclas”, en una mesa tras de la cual se yergue el pedestal enmarcado del dios. Encima de la mesa o pendiendo de ella hay diversas plantas y hierbas. Una vasija presenta incluso a una mujer que añade a la krátera una pizca de alguna hierba. Todo esto aumenta la sospecha de que el trance menádico estaba fundamentalmente provocado por la ingestión de un vino al que se le habían añadido determinadas plantas con el fin de convertirle en un licor de propiedades psicoactivas. El trance extático provocado por semejante licor era reforzado mediante otros procedimientos y técnicas paralelas, como son sobre todo las carreras y danzas rituales, que constituyen también un medio de provocar el trance, muy difundido en la Antigüedad.. Así, en Oriente destacan los nebim hebreos y el profetismo extático cananeo (nabis), ambos muy interrelacionados, que en mitad de la exaltación de la música y la danza realizaban sus profecías. Asimismo, el profetismo extático tampoco fue desconocido en Grecia. Bajo la denominación de báquidas y sibilas, profetas y adivinos de ambos sexos habían recorrido Grecia y “mediante unos conocimientos no aprendidos profesionalmente” hacían sus vaticinios y utilizaban la catarsis para aliviar los males del espíritu. El éxtasis que los iluminaba lo encontramos también en aquellos otros que, como la pitonisa en Delfos, permanecían vinculados al oráculo de algún santuario. En este sentido, quizá tenga alguna significación la relación existente entre Dionisos y Apolo con la mántica extática que comenzó a practicarse en Delfos, tan alejada de la antigua manera apolínea de vaticinar mediante signos susceptibles de interpretación. Quizá guarde también alguna significación la asociación de la Pitia délfica con el laurel, la planta que proporcionaba la inspiración a los poetas como ha señalado Robert Graves, y cuyos efectos sobre la psique no han sido suficientemente ponderados.

El etnomicólogo R. Gordon Wasson ha identificado el principio activo del Soma, la pócima ritual de los textos védicos, con el potente hongo alucinógeno amanita muscaria. Ahora bien, el Haoma del Avesta responde exactamente al Soma de los Vedas. La ofrenda del Haoma es el centro del ritual mazdeico, como la ofrenda del Soma constituye el centro del ritual védico. Al igual que el Soma, el Haoma es a la vez un dios, una planta sagrada y la bebida mística que de ella se extrae. Y tanto en un caso como en otro se trata de una planta embriagante que concentra en sí las virtudes naturales y las sobrenaturales. Así, la liturgia avéstica atribuye a la bebida sagrada las virtudes de curación, de fuerza, de longevidad, de prosperidad, de sabiduría y de inmortalidad que los himnos védicos celebran a porfía cuando cantan al Soma. Todo ello hace muy posible, aunque los textos del Avesta sean mucho menos antiguos que los himnos védicos, que en la religión de los antiguos iranios la bebida ritual que se constituía en el centro de todo el procedimiento litúrgico contuviera algún tipo de principio psicoactivo de origen vegetal, aunque no tiene por qué ser necesariamente el mismo que caracterizaba al Soma.

Por otra parte, C. Watkins ha revelado que las fórmulas empleadas en el ritual védico del Soma muestran correspondencias precisas y formales con los ingredientes y procedimientos para la preparación de algunas pócimas rituales o mágicas en el mundo griego, como la pócima de Circe, la bebida de Néstor y la de Démeter, por lo que tales correspondencias representan un indicio seguro de que el patrón griego refleja en este caso las libaciones rituales de la vieja religión indo-irania. Precisamente una parte esencial del ritual con el que culminaban los misterios de Eleusis consistía en beber el kykeon , la bebida sagrada que Metanira había preparado para Démeter a instancias de la diosa y cuyos ingredientes eran la cebada, la menta y el agua. Nadie pone actualmente en duda que lo que ocurría en el Telesterion de Eleusis no consistía, como alguna vez se había imaginado, en una representación dramática. Tal cosa no tiene soporte alguno en la evidencia arqueológica ni en la literaria. Era una “visión” que proporcionaba un conocimiento absolutamente nuevo, asombroso, y que no podía ser aprendido por vía de la razón ni de la experiencia; algo que diferenciaba al iniciado (epotes: el que había visto) de aquellos que no lo eran, y que, por tanto, permanecían con los ojos cerrados (mystai). Esta revelación espiritual se producía de forma homogénea en todos los aspirantes a la iniciación y debía ser provocada, por tanto, por algún medio que actuase de igual forma sobre todos ellos.

Es bien sabido que una experiencia trascendente de este tipo puede ser inducida por una preparación adecuada que incluya una lucha anímica intensa y determinados ejercicios de autoaislamiento, concentración y diversas técnicas de ascesis. No entraré en detalles acerca de la mecánica fisiológica del ascetismo místico, pero hoy se sabe, sobre todo a partir de experimentos y estudios en neuropsiquiatría, que el efecto de todas estas prácticas sobre la química del cerebro es similar, en líneas generales, a las alteraciones producidas por drogas alucinógenas, o por estados de psicosis esquizofrénica, aspectos estos también muy interrelacionados. Más, como advierte Vernant5 , las iniciaciones mistéricas, y en particular aquellas de Eleusis, no parecen haber comprendido ejercicios espirituales, técnicas de ascesis capaces de transformar el "hombre interior", si se exceptúa el ayuno que según él debe interpretarse más como una purificación previa que como otra cosa.

Hace ya algún tiempo que Kerenyi ha insinuado que el kykeon, la bebida ritual de Eleusis, poseía propiedades psicoactivas capaces de producir una experiencia homogénea en los que recibían la iniciación; tales propiedades residirían, según este autor, en uno de sus ingredientes: la menta o blechon, ordinariamente identificada como poleo (mentha pulegium), planta con una ligera actividad psicotrópica. Tal interpretación ha sido luego rechazada por Wasson, Hofmann y Ruck quienes, basándose en un amplio y profundo estudio de los contenidos herbóreos y botánicos de diversos mitos griegos contrastados con la evidencia literaria y arqueológica, sostienen que el kykeon eleusiano debía sus potentes propiedades psicoactivas a la infestación de uno de sus componentes, la cebada, por el activo hongo alucinógeno claviceps purpurea. Ello vendría a explicar, de paso, la existencia de determinados síntomas físicos que acompañaban la revelación: sudores fríos y sensación de vértigo, comunes en las experiencias con alucinógenos.

En Eleusis se mezclaban de esta forma dos tradiciones, la ctónica y la olímpica, por lo que constituye un testimonio del desarrollo de la religión desde los tiempos pre-helénicos a los helénicos: “Así también, en las tradiciones míticas Démeter llega a Eleusis procedente de la isla minoana de Creta, mientras el primer hierofante de los misterios de la diosa remontaba su ascendencia a una familia del septentrión de Tracia. El propio cornezuelo, como el vino que se originó en las tierras del Mediterráneo, presenta una transmutación perfecta del enteógeno (equivalente a psicoactivo) indoeuropeo silvestre, en una variedad cultivada”, en palabras de los antes mencionados autores6 .

Encontramos en Eleusis todo un simbolismo relacionado con plantas narcóticas y psicotrópicas. Como divinidad agrícola o espíritu del grano, Démeter aparece frecuentemente asociada a la adormidera. Es por ello que las adormideras constituyen un motivo muy frecuente en la decoración eleusina, simbolizando, junto con la granada -de la que los antiguos griegos creían que se trataba de una evolución comestible de la adormidera- tanto el rapto marital como la fértil resurrección a partir de la muerte. De esta forma, la adormidera se convierte también en un atributo de los sacerdotes de Eleusis, como se comprueba por doquier en la iconografía. También Core aparece asociada a flores y plantas narcóticas, como el mismo narkissos; y asimismo Pluto, fruto de los amores de Démeter y Iasión, llamado a favorecer a aquellos que habían recibido la iniciación en Eleusis, aparece también en ocasiones asociado a la adormidera. Todo ello, creemos que representa, en realidad, la pervivencia de una antigua tradición que muy probablemente arranca de la utilización ritual de la adormidera y el opio en los cultos relacionados con divinidades agrícolas y de la fertilidad en el Mediterráneo Oriental durante el período prehelénico. En su relación con Démeter-Perséfone esta vieja tendencia de carácter también ctónico tuvo uno de sus escenarios adecuados en la celebración de los llamados misterios menores en Agrai. En ellos se recordaba el rapto -es decir, la muerte- de Perséfone; no es preciso insistir sobre la asociación de este hecho con el narcótico narkissos, pero cabe recordar que la adormidera “quema los campos”, por lo que representa la muerte del cereal y del grano. Tampoco hay que olvidar que Dionisos -que en ocasiones aparece asociado a la adormidera- es el “Zeus de Nisa”, el lugar en que ocurrió el rapto de Perséfone, por lo cual estaba también presente en Agrai y que las connotaciones de esta divinidad son fundamentalmente extáticas. Tal vez, todo ello tenga que ver con el vocablo utilizado para denominar a esta primera iniciación -miesis- que significa «cerrar»; «cerrado sobre sí mismo como una flor», el iniciado reexperimentaba, mediante un acto interno, la pasividad de Perséfone, la prístina llegada de la muerte.

Vemos como en Eleusis las viejas tradiciones ctónicas de iniciación que proporcionaban su profundo sentido a los Misterios se reconcilian con el universo olímpico, al igual que Démeter se reconcilió finalmente con Zeus, tras recuperar a su hija. Es por ello que el antiquísimo brebaje ritual indoeuropeo ocupaba allí un lugar destacado. Pero lo que el kykeon enseñaba en Eleusis, según Rhode7 “no es que las almas viven cuando se separan del cuerpo, sino cómo será ese vivir”, Esta enseñanza que no podía ser encerrada en palabras ni, por tanto, ser trasmitida con ellas, esta «inefable visión» era, en realidad, una resurrección dentro del individuo, un nacer a sí mismo que abría los ojos a la auténtica vida del espíritu; una conmoción espiritual tan fuerte que a partir de entonces hacía considerar de otra manera las cosas de este mundo y adquirir la certeza de una verdadera y luminosa existencia espiritual “después de la muerte, cuando descienda a la oscuridad tenebrosa8 ”. Es de esta forma que el kykeon presenta precisas equivalencias con la antigua bebida sagrada indoirania (Soma-Haoma) en tanto que, como aquélla, proporciona una existencia más serena y próspera en esta vida y una dichosa inmortalidad en la otra: «hemos bebido el Soma, hemos llegado a ser inmortales, hemos llegado a la luz, hemos alcanzado a los dioses».

Con el tiempo, los misterios de Eleusis, sin perder su importancia, encontrarían la competencia de otros cultos mistéricos, de entre los cuales los isíacos habrían de adquirir una especial relevancia. Una vez más, uno de los atributos de Isis y de sus sacerdotes es la adormidera. Igualmente la sucinta descripción de los misterios isíacos que nos es proporcionada por Apuleyo (Met., XI, 23, 7) evoca mucho de lo que sabemos acerca de los misterios de Eleusis: «Llegué a las fronteras de la muerte, pisé el umbral de Proserpina y a su regreso crucé todos los elementos; en plena noche vi el Sol que brillaba en todo su esplendor; me acerqué a las diosas del infierno y del cielo; las contemplé cara a cara y las adoré de cerca».

Hacía mucho tiempo, por lo demás, que en Egipto Isis había asimilado los rasgos específicos de Hathor -ambas se representan, por ejemplo, coronadas con los cuernos liriformes que encierran un disco solar-, diosa del amor y de la fertilidad en cuyas ceremonias, ya vimos, se producían rituales extáticos mediante bebidas embriagantes. Identificada también con la Astarté-Afrodita oriental, en Grecia algunos rasgos del culto de Isis fueron introducidos en Eleusis de la mano de Démeter; a la inversa, allí donde la diosa egipcia había sido adorada desde siempre los griegos la consideraban la «Sagrada Madre de Eleusis» y según Heródoto (II, 59) «llegaron incluso a igualar a las dos diosas». Se produce, por tanto, en el culto de la Isis grecorromana la convergencia de dos antiguas tradiciones vinculadas con ritos de carácter extático asociados a la ingestión o consumo de psicoactivos vegetales: la propia de esta divinidad nilótica, estrechamente relacionada con tradiciones y ritos semejantes del Mediterráneo Oriental y aquella otra que caracterizaba la «inefable visión» en la Sagrada Noche de Eleusis.

LLegados a este punto, creo que es suficientemente evidente que el impulso místico-religioso, común a todos los pueblos y a todas las culturas, fue en ocasiones satisfecho durante la Antigüedad mediante la utilización de plantas psicotrópicas capaces de provocar estados de trance, de inducir al éxtasis. En este sentido el mundo antiguo no hace sino participar en una tendencia universalmente expresada, como había sido ya observado por Rohde9 : «El afán por llegar a encontrar la unión con el dios, por sumirse por entero en la divinidad, forma la base sobre la que se estructura toda la mística de los pueblos civilizados, así como el culto entusiástico de los pueblos primitivos. Esta mística no siempre puede prescindir de los medios exteriores que provocan las excitación y el entusiasmo. Dichos medios suelen ser siempre los mismos, como muy bien sabemos por las orgías religiosas de estos pueblos: música, danza frenética y estimulantes narcóticos"

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