Monasterio de Santa Cruz de Coímbra (Portugal)

El monasterio de Santa Cruz de Coímbra fue fundado en 1131 por D. Telo, arcediano de la Sé de Coímbra, y D. Jõao Peculiar, después obispo de Oporto y arzobispo de Braga, que formando una comunidad de doce frailes acogidos a la regla de San Agustín pidieron permiso a la corona para instalarse extramuros de la ciudad en un solar conocido como Banhos D'El Rei. Al año siguiente la comunidad eligió como prior a Teotonio, después santo.

Desde su fundación el nuevo convento contó con el apoyo de D. Afonso Henriques y D. Sancho I, primeros reyes de Portugal, ambos sepultados en el convento junto a sus respectivas esposas, D. Mafalda de Sabóia y D. Dulce de Aragão, conformándose como el monasterio más importante de los primeros tiempos de la monarquía portuguesa y el centro cultural más antiguo del país, con un papel decisivo en el plano político-institucional gracias a los beneficios papales y las donaciones regias, con un scriptorium que materializó la máquina propagandística elaborada por los monarcas, una vasta biblioteca y una prestigiosa escuela por la que pasaron las élites del poder y la intelectualidad del reino, en la que recibió formación Fernando Martins de Bulhões, conocido como San Antonio de Padua.

Hoy contamos con una iglesia cuya fachada románica, que sería similar a la de la Sé Velha de Coimbra, con torre central alojando un nartex y ventana superior, está alterada mediante la adición de dos torres laterales con cornisas y pináculos añadidos por Boytaca y una nueva portada manuelina diseñada por Castilho y con labor escultórica de Chanterenne. El arco de triunfo que precede a la portada fue añadido en la segunda mitad del siglo XVIII.

Panorámica de la Ciudad de Coímbra (Portugal)

Ciudad de calles estrechas, patios, escaleras y arcos medievales, Coímbra fue la cuna del nacimiento de seis reyes portugueses y de la primera dinastía, así como de la primera Universidad de Portugal y una de las más antiguas de Europa.

Coimbra es una pequeña ciudad que escala una colina a orillas del río Mondego. En lo más alto de la colina está la Universidad. Descendiendo desde la Universidad vemos una madeja de calles que rodean la Vieja Catedral hasta llegar al río, o orillas del cual está la Baixa, la principal zona comercial de la ciudad. Al oeste del casco histórico está Rua Visconde da Luz y a continuación Largo da Portagem, una calle repleta de cafeterías.

Para subir a la parte alta recomendamos ir por el Arco de Almedina que nos permite cruzar la vieja muralla de Coímbra. A partir de ahí empieza la vieja ciudad llena de calles históricas repletas de escaleras.
Los romanos llamaron a la ciudad, que se erguía por una colina sobre el río Mondego, Æminium. Más tarde, a medida que aumentó su importancia paso a ser designada por Conímbriga. En el 714, tras la conquista musulmana de la península ibérica, la ciudad fue parte de Al-Ándalus con una importante comunidad mozárabe y pronto se convertiría en un lugar estratégico comercial entre el norte cristiano y el sur árabe. En 1064 la ciudad fue reconquistada por Fernando I de León.

Coímbra renace y se convierte en la ciudad más importante al sur del Duero, capital de un vasto condado gobernado por el mozárabe Sisnando Davídiz. Con el Condado Portucalense, el conde Enrique y la reina Teresa la convirtieron en su residencia, y vería nacer entre sus seguras murallas al primer rey de Portugal, Alfonso I de Portugal, que la nombraría capital del Condado, en detrimento de Guimarães. Hasta 1255 Coímbra no perdió este privilegio, cuando la capital portuguesa pasó a ser Lisboa.

En el siglo XII, Coímbra presentaba ya una estructura urbana dividida entre la ciudad alta, designada por Alta o Almedina, donde vivían los aristócratas, los clérigos y, más tarde, los estudiantes, y por Baja, la zona del comercio, los artesanos y los barrios junto al río.

Desde mediados del siglo XVI la historia de la ciudad gira en torno a la Universidad de Coímbra, y a partir del siglo XIX empieza a expandirse más allá del casco amurallado, que llega incluso a desaparecer por las reformas llevadas a cabo por el Marqués de Pombal.

La primera mitad del siglo XIX, tras tiempos difíciles para Coímbra, con la ocupación de la ciudad por las tropas de Junot y Massena, durante la invasión francesa y, posteriormente, la extinción de las órdenes religiosas. Sin embargo, en la segunda mitad de este siglo, vería recuperar el esplendor perdido: en 1856 surge el primer telégrafo eléctrico en la ciudad y la iluminación a gas, en 1864 es inaugurado el ferrocarril y 11 años después nace el puente férreo sobre las aguas del río Mondego.

Descubriendo Portugal (Qué ver de nuestro país vecino)

Un reportaje audiovisual donde descubrirás los rincones con más encanto de nuestro país vecino, Portugal, con sus pueblos, ciudades, su cultura, gastronomía, gentes y tradiciones.

Se han seleccionado las mejores imágenes para que os hagáis una pequeña idea de lo que te puedes encontrar por las tierras Lusas.

Si te apetece viajar a Portugal y no sabes que ver, no te pierdas este vídeo.
Agradecimiento a la Oficina de Turismo de Portugal y a la Universidad de Coímbra por cedernos las imágenes.

Viajando a Aveiro (Portugal)

Realizado por Aníbal Clemente e Inma Estévez, donde viajamos hacia el norte de Portugal, el pasado 2 de abril de 2015, concretamente a la ciudad de Aveiro para conocer la famosa Ría, la ciudad, sus monumentos y el Arroz con Marisco.

En los últimos años es cada vez más frecuente el ir y venir de viajeros interesados en los encantos de esta ciudad, comúnmente llamada la "Venecia de Portugal" por los canales que surcan la ciudad antigua. El Barrio de "Beira Mar", alberga la esencia de la historia de la ciudad, viejas casas entre callejuelas y canales inundados de olor a sal y mar. La Praça do Peixe de día ofrece la oportunidad de comprar pescado fresco y por la noche la plaza vive de la algarabía universitaria que inunda sus muchos bares y restaurantes. Las playas de Costa Nova y Da Barra (aunque nos recomendaron visitar la de Costa Nova) son también un atractivo, por su belleza, las dunas y el Océano Atlántico.

Los paseos en barco por los canales son frecuentes entre los turistas, en la ría pueden contemplarse los Mouliceiros, que son las embarcaciones típicas que recorren estos canales desde hace siglos. Los azulejos son otro de los sellos distintivos de la ciudad, y prácticamente se puede leer su historia a través de los mismos. Están presentes en toda la arquitectura Aveirense, desde las antiguas casas de Pescadores, hasta los modernos edificios, pasando por Teatros, Catedral, Iglesias, Museos, Edificios oficiales, etc.

Así es el nuevo Museo Egipcio de Turín (Italia)

El Museo Egipcio de Turín (norte de Italia), fundado en 1824, reabrió sus puertas al público para poder empezar a estar operativo desde el mes de abril de 2015, después de tres años y medio en obras y una inversión de 50 millones de euros, con el objetivo claro de convertirse en un punto de referencia a nivel mundial.

El Museo Egipcio de Turín es uno de los templos más importantes de esta civilización en el mundo y “la segunda colección” de joyas egipcias a nivel internacional, después de la que posee El Cairo, explicó Greco.
Fundado en 1824, el Museo Egipcio de Turín ha logrado a lo largo de su historia hacerse con un puesto privilegiado entre los 10 museos más vistos de Italia y entre los 100 más visitados del mundo. Ahora, reabre sus puertas con un nuevo diseño y con el doble de espacio de antes.El recorrido se articula en cuatro plantas y se distribuye cronológicamente en un arco temporal que va desde el 4.000 a.C. al 700 d.C.

La colección del Museo Egipcio de Turín es una de las más antiguas y completas del mundo y comenzó a formarse cuando Carlos Manuel I, rey de Saboya, compró en 1630 una pieza egiptizada de época romana, la Mensa Isiaca. Sucesivos reyes del Piamonte fueron incorporando piezas a la colección regia, pero fue en 1824 cuando el rey Carlos Félix fundó el Regio Museo delle Antichità Egizie al darle entidad legal e incorporarle los 5268 objetos de una de las colecciones reunidas en Egipto por Bernardino Drovetti.

El Museo Egipcio de Turín es el segundo más importante de todo el mundo, ostentando el liderazgo el Museo Egipcio de El Cairo. El Museo Egipcio de Turín da cabida a restos arqueológicos de extraordinaria importancia, restos que han llegado a Italia gracias a las expediciones de arqueólogos italianos. La primera colección de antigüedades egipcias que permitiera, en 1824, la apertura del museo, era el resultado directo del trabajo de investigación y de las excavaciones de Bernardino Drovetti. A las 5628 piezas iniciales recuperadas, se han añadido las procedentes de las expediciones que tuvieron lugar a comienzos del siglo XX, época en la que se seguían dividiendo los hallazgos de las excavaciones entre Egipto y las expediciones arqueológicas italianas. Se ha procedido a dividir y organizar el museo en secciones a fin de permitir una doble visita al antiguo Egipto en sentido cronológico (planta baja), o siguiendo un recorrido temático (primera planta). En el interior del museo, se han reconstruido salas, tumbas y templos propiamente dichos, que pueden visitarse “haciendo un recorrido interno” a 360°.

Actualmente, el Museo Egipcio alberga aproximadamente 30000 piezas y hallazgos arqueológicos, testimonio directo de un período de la historia que se extiende desde el Paleolítico hasta la época de anexión de Egipto al Imperio Romano y de la difusión del cristianismo, coincidiendo con la expansión del copto (o idioma antiguo de los egipcios).

Arqueólogos egipcios y franceses descubren tumbas de dos sacerdotes del faraón Pepi II (VI Dinastía)

Foto: La misión ha rescatado los esqueletos de los sacerdotes y parte de su colección funeraria esparcidos por el suelo de las tumbas y fuera de los sarcófagos.
El Ministerio egipcio de Antigüedades ha anunciado el descubrimiento de dos tumbas de sacerdotes de 4.200 años de antigüedad decoradas con varias escenas que conservan sus colores originales y que representan el ritual de entrega de ofrendas a los antiguos dioses egipcios.

Se trata de los sacerdotes Sabi y Ankhti, que ejercieron sus funciones durante la VI dinastía bajo el reinado de Pepi II (2240-2150 a.C.), cuyas tumbas fueron descubiertas por un equipo formado por arqueólogos egipcios y franceses dirigido por el Dr. Vassil Dobrev en la zona de Tabit El-Geish, al sur del conocido sitio arqueológico de Saqqara, ubicado al sur de El Cairo, en los alrededores de su emblema más conocido, la pirámide escalonada de Zoser.

Con una frescura que -a juicio del ministro egipcio de Antigüedades, Mamduh el Damati- "es como si hubieran sido pintadas ayer a pesar de que son de hace 4.200 años". Y un sorprendente estado de conservación que permite recrear con todo lujo de detalles la lista de siete aceites sagrados usados en la Apertura de la Boca, una ceremonia en la que se animaba la estatua o momia del fallecido abriendo la boca y los ojos para que el difunto pudiese comer y beber en la otra vida.

Este descubrimiento, según un comunicado, revela más detalles sobre las prácticas religiosas en esa época, así como la creatividad de los antiguos egipcios. El equipo galo han confirmado la existencia de un importante cementerio de finales del Imperio Antiguo (alrededor de 2300 -2100 a.C.) en una zona que se extiende por 15 hectáreas.

Foto: Según el director de la expedición, Vassil Dobrev, la parte superior de las sepulturas fue construida con ladrillos de barrio mientras que las cámaras funerarias fueron esculpidas en la caliza.

El equipo de arqueólogos ha descubierto también las cámaras funerarias de las dos tumbas, donde ha hallado los huesos de los sacerdotes Sabi y Ankhti, esparcidos sobre el suelo, lo que prueba, según el escrito, que esas tumbas fueron saqueadas en la época de la VII u VIII Dinastías.
Los investigadores han encontrado cerca de los esqueletos algunas herramientas empleadas en los enterramientos, así como frascos de alabastro, muestras de ofrendas con forma de animales domésticos, talladas en piedra caliza coloreada y algunos platos de cerámica.

La parte superior de las tumbas fue construida con ladrillo, mientras las cámaras funerarias de los dos sacerdotes se encuentras en pozos excavados en la roca de seis y doce metros de profundidad.
Pepi II fue un faraón que llegó al poder siendo un niño y algunos textos le atribuyen 94 años de reinado. Tesis más recientes, sin embargo, sugieren que -si bien fue larga- su época superó las seis décadas. Un tiempo en el que el rey perdió autoridad ante la creciente influencia y poder de los nobles. A su muerte, Egipto se deshilvanó y se hundió en la anarquía.

Saqqara es una caja de sorpresas. Los nobles de la I Dinastía levantaron aquí las primeras mastabas y Zoser, monarca de la III Dinastía, estrenó en su terruño la moda de las pirámides que alcanzaría la plenitud en la meseta de Giza. El pasado año un equipo de arqueólogos egipcios se topó con las tumbas del embajador Paser y el guerrero Ptahmes, de época ramésida (1292-1069 a.C.), un período en el que gobernaron once faraones bajo el nombre de Ramsés.

Fuente: EFE, El Cairo | RTVE | Francisco Carrión | El Mundo
Fotos por gentileza del Ministerio de antigüedades egipcio.

Confirman que los antiguos americanos y euroasiáticos del Este portan genes denisovianos

Foto: Mapa en el que se muestra la propagación de los homínidos de Denisova

Los misterios de la Ciencia y del Ser Humano se van desvelando.
El homínido de Denísova, que habitó en Atapuerca hace 400.000 años y en las montañas de Altai hace 50.000 años, dejó su herencia no sólo en la población de Nueva Guinea y otras islas de Oceanía, tal como se pensaba, sino también en la población del hombre moderno, de modo generalizado.
Un análisis del genoma prehistórico sugiere que la ascendencia de ADN del homínido de Denísova en el hombre moderno está más generalizada a nivel global de lo propuesto inicialmente, según un estudio publicado el pasado 3 de abril por Penggfei Qin (izquierda) y Mark Stoneling (derecha), ambos del Instituto Max Planck.
Investigaciones anteriores habían indicado que su ascendencia se encontraba sólo en las poblaciones rurales de los humanos modernos que habitan en las islas del sudeste de Asia y Oceanía.

Posteriormente, un estudio del ADN de homínidos de Atapuerca en España, que vivieron hace 400.000 años atrás, demostró que tenían ascendencia denisovana, tal como la descubierta en las montañas de Altai, en Rusia. Es decir hubo denisovanos en Europa occidental en dicho periodo temporal.

En el nuevo estudio los datos del genoma de 2.493 individuos de 221 poblaciones rurales de todo el mundo muestran genes del hombre de Denísova en el hombre moderno de Eurasia del Este y en las poblaciones rurales nativas de América del Norte, si bien en baja proporción.
También se verificó un mayor nivel de ascendencia denisovana en Oceanía que en Eurasia del Este y América del Norte. La ascendencia denisovana en Oceanía se correlaciona con la cantidad de ascendencia denisovana de Nueva Guinea, pero no con la cantidad de ascendencia denisovana en Australia, lo que indica que un reciente flujo de genes de Nueva Guinea probablemente fue el responsable de la ascendencia denisovana en Oceanía.

Sin embargo, la ascencendencia denisovana en las poblaciones de Eurasia del Este y América del Norte se correlaciona igualmente con Nueva Guinea o con Australia, lo que sugiere una fuente común para la ascendencia denisovana en Eurasia del Este, América del Norte y las poblaciones de Oceanía.
"Nuestros resultados sugieren que la ascedencia denisovana en Eurasia del Este y América del Norte se deriva o bien de un ancestro común, o bien de un flujo de genes de un ancestro común procedente de Nueva Guinea y de los australianos”, según la cita del análisis de Paleoantropologia Hoy, con fecha 6 de abril.

El genoma del homínido de Denísova se obtuvo del hueso de un dedo de una persona que vivió hace 50.000 años, en la cueva Denísova de las Montañas Altai.

En el estudio también se estudiaron los genomas de otros hombres prehistóricos conocidos: Indija, Feldhofer, y de Sidrón. Esto ha permitido comprender que entre los neandertales, denisovanos y los primeros humanos modernos, se produjeron varios eventos de cruces con flujo de genes.
De ello deriva que “el ADN de los denisovanos comparte un 5% de variantes con el de los melanesios de Papúa Nueva Guinea y la isla de Bougainville, los aborígenes australianos, los nativos de Fiji, los indonesios del este, y los Mamanwa (Filipinas) que no se encuentran en los asiáticos del este del continente, los indonesios occidentales, los Jehai (Malasia), y los Onge (Islas Andamán)”, agrega Paleoantropologia Hoy.
En los asiáticos, así como en los nativos americanos, los denisovanos aportan un 0,2% de los genes.

Neandertal
Los neandertales aportaron a su vez al hombre moderno alrededor del 1,5 a 2,1% de su genoma. Entre ellos el ADN de estos antepasados que vivieron en la cueva Mezaiskaaya, en la República de Adygea, situada en las colinas del noroeste de las montañas del Cáucaso, es el más cercano a los encontrados en el hombre actual.
Sobre el homínido que vivió hace 400.000 años en Atapuerca, éste sería el antepasado más común entre los neandertales y denisovanos conocidos hasta la fecha.

Otro dato aportado es que todos los genomas analizados muestran evidencia de una reducción en el tamaño de la población en el pasado prehistórico. Posteriormente, esta población ancestral de los hombres modernos aumentó de tamaño, mientras que las poblaciones ancestrales de Altai y denisovanos disminuyeron aún más.

Fuente: La Gran Época.com