La misteriosa civilización perdida dominada por mujeres que gobernó el suroeste de Estados Unidos hace 1.200 años

Vista aérea de Pueblo Bonito. Wikimedia Commons

Año 1896, un grupo de arqueólogos se encuentran en Nuevo México y comienzan a excavar sobre unas ruinas. Se trataba de una edificación que albergaba una cripta con 14 personas enterradas. Habían descubierto la cultura Chaco y ahora se descifra cómo gobernaron en la historia de Estados Unidos.

Para entender el resultado del increíble descubrimiento que ha tenido lugar esta semana habría que retroceder en el tiempo. A finales del siglo XIX se inició una investigación de la que ahora tenemos una perspectiva sin precedentes.

Durante tres siglos esta civilización dominó la cultura del suroeste de Estados Unidos. Y lo hizo gobernada por mujeres.

La cultura Chaco

En 1832 un comerciante bajo el nombre de Josiah Gregg fue el primero en escribir sobre las ruinas del Cañón del Chaco. En realidad se refería a Pueblo Bonito y lo hacía para referirse a una construcción “con piedra arenisca fina” situada en Nuevo México, entre Alburquerque y Farmington. En la década siguiente el Ejército de Estados Unidos atravesó la zona y examinó las ruinas de las que hablaba Gregg. Poco más sabemos de esta época.

Cañón del Chaco. Wikimedia Commons

Aquel sitio era tan remoto que tuvieron que pasar 50 años para que alguien volviera a pisarlo. Entonces aparecieron esos exploradores de los que dábamos cuenta. Era 1896 y todo comenzó como un trabajo arqueológico formal a cargo de un grupo del Museo Estadounidense de Historia Natural. Estos hombres comenzaron a excavar en aquellas ruinas y al poco tiempo no daban crédito a lo que habían encontrado.

Debajo de ellos había una casa enorme, una edificación que albergaba nada menos que 650 habitaciones junto a un secreto: en uno de los cuartos se encontraban 14 personas enterradas en una cripta. Poco después se percatan de que aquellos cuerpos no eran cualquier cosa, habían sido enterrados con collares pulseras y todo tipo de joyas hechas de brillantes.

A finales del siglo XIX se inició una investigación de la que ahora tenemos una perspectiva sin precedentes

El grupo arqueológico pasó cinco veranos en la región, tiempo en el que mandaron más de 60 mil objetos a Nueva York para su posterior análisis. Descubrieron que se trataba de una sociedad que se asentó entre el 800 y 1250 d.C. y encontraron al menos otras 12 “casas grandes” de varios pisos en el Cañón del Cacho junto a decenas de asentamientos que se extendieron en la zona donde se cruzan las fronteras de Nuevo México, Colorado, Arizona y Utah.

El descubrimiento era tan importante y las joyas tenían tanto valor que se convirtió en el “entierro más rico conocido en el suroeste de Estados Unidos”.

Pero había algo más. La localización de aquella cripta y los tesoros encontrados sugerían que, cualquiera que fuera la jerarquía que mantuvo a esa sociedad hace más de 1200 años, esos 14 cuerpos estaban a la cabeza de todos.

Más de 100 años después se ha descubierto la naturaleza de esta sociedad que gobernó la cultura del suroeste de Estados Unidos.

Las mujeres que gobernaron en familia

Árbol natural potencial. Nature

Por primera vez podemos confirmar que un grupo de parentesco controló Pueblo Bonito durante más de 300 años. Se trata de la mejor evidencia encontrada sobre las jerarquías sociales en al antiguo suroeste de Estados Unidos.

Lo dice Steve Plog, uno de los miembros del equipo de la Universidad de Virginia que ha dado con estos datos históricos. Plog y su equipo llevaron a cabo unos análisis de ADN de nueve de las personas enterradas en la cripta encontradas en 1896.

Los resultados del análisis genético no dejan lugar a dudas: todos pertenecían a una sola línea materna. Como los investigadores indican, estamos ante una “poderosa dinastía matrilineal” que gobernó pasando su liderazgo a través de sus madres.

Edificaciones en Pueblo Bonito. Wikimedia Commons

Lo insólito es que se trata de un cuadro desconocido en la historia. Lo normal era encontrarse con sociedades del mundo antiguo bajo una línea patrilineal (de hombres) que producía más reyes y nobles a través de la línea del padre en vez de la madre. Según explica Adam Watson, del American Museum of Natural History:

Desde hace tiempo teníamos claro que se trataba de personas veneradas basándonos ​​en el trato excepcional que recibieron una vez muertos, ya que la mayoría de los chacos fueron enterrados fuera del asentamiento y nunca con cantidades tan altas de bienes exóticos. Pero antes uno sólo podía especular sobre la naturaleza exacta de su relación con los otros.
Los resultados de las pruebas revelaron que los nueve especímenes contenían ADN mitocondrial idéntico (el material genético que sólo se transmite de madres a sus hijos), lo que significa que tenían el mismo ancestro materno, tenían una jerarquía dominada por las mujeres.

Una investigación que además abre un campo poco explorado en la arqueología, el de utilizar el ADN para encontrar evidencias de estructuras sociales del mundo antiguo. En este sentido como explica el antropólogo Angelique Corthals de la Universidad de Nueva York:

Puedo ver que este documento podría generar cierta controversia, sobre todo en términos de usar datos biológicos para determinar las estructuras sociológicas. Pero los autores construyeron su caso muy convincentemente, utilizando tanto datos arqueológicos como datos genómicos.
Se cree que el liderazgo en el grupo fue pasando de mujer a mujer hasta las fechas de su derrumbamiento como sociedad. Un final incierto, ya que no se sabe con exactitud lo que le ocurrió a los chacos porque no existe evidencia alguna. Entre las teorías se baraja la posibilidad de que sufrieran una enorme sequía antes de que fueran aniquilados.

Quizás la ciencia acabe explicando también cómo desaparecieron.

Vía: GIZMODO

Los neandertales siguen vivos en nuestro genoma

Los neandertales se extinguieron hace 40.000 años, pero siguen vivos en nuestro genoma. La razón es que, 10.000 años antes de su desaparición, tuvieron unos cuantos contactos sexuales con nuestra especie, los Homo sapiens que justo salíamos de África por entonces. Sus genes no solo son un testigo mudo de aquellos deslices de una noche de verano, sino que siguen activos en el genoma de los europeos, afectando a su altura y su propensión a la esquizofrenia o el lupus. Los asiáticos y los oceánicos llevan otros genes, procedentes de encuentros con otras especies arcaicas, como los denisovanos. Somos nuestro pasado.

Ya había evidencias estadísticas sobre la importancia del ADN neandertal que aún conserva el genoma para la variabilidad humana actual. La presencia o ausencia de estos genes arcaicos se había podido correlacionar con la adaptación a las altas montañas del Tíbet y con la predisposición a la depresión patológica. Pero las correlaciones estadísticas nunca llegan al fondo de la cuestión: el cómo. La investigación actual ha accedido a esa caja negra. Y demuestra que los genes neandertales afectan a rasgos esenciales para nuestra adaptación. Somos una especie variable, y el ADN arcaico contribuye a ello.
“Incluso 50.000 años después del último apareamiento entre neandertales y humanos modernos, aún podemos ver impactos mensurables en la expresión de los genes”, explica el jefe del estudio, Joshua Akey (izquierda), de la Universidad de Washington en Seattle. “Y esas variaciones de la expresión génica afectan a la variación fenotípica humana y a la propensión a las enfermedades”. Akey y sus colegas de Washington presentan el trabajo en Cell.
Los asombrosos avances en la secuenciación del ADN antiguo pueden dar la impresión de que la genética neandertal no tiene secretos para nosotros. Es falso. La presencia o ausencia de un gen en un genoma neandertal, y la variante exacta que aparece allí, son cuestiones fundamentales, por supuesto. Pero solo cuentan la mitad de la historia. La otra mitad es qué genes están activos, dónde lo están y cuánto.

Y eso no depende solo del ADN, sino también de factores del entorno, el estrés y la experiencia, que no podemos leer en el ADN, sino en el ARN, una molécula similar que se copia de los genes activos (y no de los inactivos), y que es tan inestable que resulta imposible recuperarlo de los huesos fósiles de las especies extintas. Los científicos de Washington han inventado otro enfoque del problema: mirar cómo se expresan los genes neandertales que se conservan en el genoma de mucha gente de origen europeo.

Entre las varias bases de datos que ha generado la genómica en los últimos 10 o 15 años, se encuentra el proyecto GTEx (genotype-tissue expression, expresión del genoma en cada tejido humano), promovido en 2010 por los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, la locomotora de la investigación biomédica en el planeta. GTEx ha creado un tesoro de información sobre qué genes se expresan en cada órgano y tejido humano, y qué tienen que ver con las enfermedades y las variaciones de las personas.

Akey y sus colegas se han fijado en particular en las personas del proyecto GTEx que llevan tanto un gen neandertal como su homólogo sapiens: uno procedente de su padre y otro de su madre. Los genetistas llaman alelos a esas dos versiones distintas del mismo gen. Y han hallado que no todos, pero sí una cuarta parte de los tramos de ADN neandertal que conserva el genoma moderno tiene claros efectos sobre la regulación de los genes humanos, tanto neandertales como sapiens. Que las variantes neandertales contribuyen a la complejidad del genoma humano moderno y a su diversidad de unos individuos a otros, y de unas poblaciones a otras.

Quizá su descubrimiento más llamativo sea que los alelos (variantes) neandertales suelen aparecer muy reprimidos en el cerebro y los testículos. Los científicos de Washington interpretan que esos órganos son justo los que han experimentado una mayor evolución desde que neandertales y sapiens nos escindimos, hace 700.000 años. “Podemos inferir que las grandes diferencias en la regulación genética de humanos y neandertales se dan en el cerebro y los testículos”, dice Akey.
El jefe del trabajo concluye: “La hibridación entre humanos modernos y neandertales incrementó la complejidad genómica. No fue simplemente algo que ocurrió hace 50.000 años y sobre la que no tengamos ya que preocuparnos. Esos pequeños tramos de ADN aquí y allá, nuestras reliquias neandertales, siguen influyendo la expresión de nuestros genes de forma ubicua e importante”.
¿Sueños de una noche de verano? Sí, pero también de todos los días y las noches posteriores, durante 50 milenios. Buen invento el sexo entre especies, ¿no creen?

Fuente: elpais.com | 23 de febrero de 2017

Un agricultor descubre por casualidad dos piezas romanas del siglo IV en Corral de Calatrava (Ciudad Real)


Un vecino agricultor de la localidad de Corral de Calatrava ha descubierto en este término municipal dos piezas con inscripciones romanas, pertenecientes al siglo IV, según ha confirmado a Cope Puertollano el alcalde de la localidad Andrés Cárdenas.

Los dos elementos descubiertos en el paraje conocido como Los Villares del término municipal de Corral de Calatrava podrían pertenecer al asentamiento romano de Carcovium datado en esta misma zona.

Una de las piedras es un “ara” romana o pedestal de gruesa columna con una excavación en la parte superior con relieves, mientras que la otra lleva una especie de laurel trenzado con la inscripción DMS.

El “ara” era utilizado por los romanos como altar para sus ritos religiosos en una zona cercana a la necrópolis del asentamiento.


Las dos piezas de unos 70 centímetros cada una han sido trasladadas al Museo arqueológico de Ciudad Real donde los técnicos evaluarán la importancia del hallazgo.

Fuente: La Voz de Puertollano, 23 de febrero de 2017

Salen a la luz un teatro y unos baños públicos romanos en Hippos-Sussita (Israel)

Imagen aérea que muestra las diferentes zonas de la antigua ciudad de Hippos-Sussita, uno de los sitios arqueológicos clásicos más importantes de Israel.

Miles de personas frecuentaron el teatro de Hippos-Sussita con fines rituales, observando y escuchando a los sacerdotes hasta alcanzar el éxtasis y la catarsis

Un gran teatro y unos baños públicos romanos han salido a la luz en la antigua ciudad de Hippos-Sussita, uno de los sitios arqueológicos clásicos más importantes de Israel, emplazado en lo alto de una montaña con vistas al mar de Galilea, en el noreste del país. Entre los hallazgos arqueológicos que ha proporcionado este sitio en los últimos años destaca una máscara de bronce de Pan, un descubrimiento sensacional del año 2015. La figura de Pan, el dios de los pastores y los rebaños, era imaginada antiguamente con cabeza y piernas de macho cabrío y acosando a las ninfas y a los pastorcillos.

Teatro romano de Hippos-Sussita
Tras la excavación del teatro romano se distingue el pasillo semicircular o praecinctio y la entrada al vomitorio, un pasillo abovedado.

"Primero descubrimos la máscara de Pan, después una entrada monumental que conducía a lo que empezamos a suponer que era un gran recinto público, un santuario. Y este año hemos hallado unos baños públicos y un teatro en la misma ubicación, ambas instalaciones asociadas en época romana con Asclepio, el dios de la medicina, y con dioses como Dioniso y Pan", observa Michael Eisenberg, el director de las excavaciones, de la Universidad de Haifa. Parece ser que tanto los baños como el teatro no fueron construidos para el disfrute o entretenimiento de los ciudadanos, sino para llevar a cabo sus prácticas rituales. La entrada monumental, que probablemente incluía la máscara de Pan, ha sido fechada a comienzos del siglo II d.C. y la construcción del teatro presumiblemente se remonta a la misma época.

Excavación de la entrada monumental, que incluía la máscara de Pan.

"Todos los hallazgos sugieren que esto era un gran santuario situado fuera de la ciudad, algo que cambia completamente todo lo que sabíamos sobre Hippos-Sussita y sus alrededores. Posiblemente, y si nuestra hipótesis es correcta, miles de visitantes llegaron al teatro no para disfrutar del último espectáculo en la ciudad, sino para participar en los rituales con los que veneraban a algunos dioses del panteón grecorromano. Observaban y escuchaban a los sacerdotes hasta que entraban en un estado de éxtasis y catarsis", concluye Eisenberg.

Por ALEC FORSSMANN
Vía: NG

Hombres de la estepa cambiaron la ascendencia europea hace 5.000 años

Contribución de hombres (azul) y mujeres (rojo) durante las migraciones del Neolítico y Edad del Bronce.

Un nuevo estudio que examina el cromosoma X de restos humanos prehistóricos revela una migración de hombres de la estepa (cultura Yamna) hacia el centro de Europa hace 5.000 años.
La investigación muestra que prácticamente ninguna mujer participó en la extensa migración a Europa desde la estepa póntico-caspia. La gran migración que trajo las prácticas agrícolas a Europa 4.000 años antes, por otra parte, consistió en mujeres y hombres. La diferencia en el sesgo sexual sugiere que distintos procesos sociales y culturales impulsaron aquellas dos migraciones.

Los datos genéticos señalan que la ascendencia europea moderna representa un mosaico de contribuciones ancestrales de múltiples oleadas de acontecimientos de migración prehistóricos. Estudios recientes sobre la variación genómica en restos humanos prehistóricos han demostrado que dos eventos de migración masiva son particularmente importantes para entender la prehistoria europea: la propagación neolítica de la agricultura desde Anatolia, que empezó hace unos 9.000 años, y la migración de la estepa póntica-caspia hace 5.000 años.
Estas migraciones coinciden con grandes cambios sociales, culturales y lingüísticos, y se ha inferido que cada una reemplazó más de la mitad de la reserva genética contemporánea de los residentes de Europa central.

Los acontecimientos dramáticos en la prehistoria humana se pueden investigar usando patrones de variación genética entre la gente que vivió en esos tiempos. En particular, los estudios de diferentes historias demográficas de mujeres y hombres sobre la base de genomas antiguos pueden proporcionar información sobre las complejidades de las estructuras sociales y las interacciones culturales en poblaciones prehistóricas.


Un esqueleto perteneciente a la cultura Yamna en una tumba de la estepa rusa, patria de los hombres que emigraron al centro de Europa. XVodolazx / Wikimedia Commons.

Para averiguar por qué la migración de gentes de la cultura Yamnaya tuvo un impacto tan grande en la ascendencia europea, los investigadores recurrieron a datos genéticos a partir de estudios anteriores de muestras arqueológicas. Se analizaron las diferencias en el ADN heredado de 20 antiguos europeos que vivieron justo después de la migración de los agricultores de Anatolia (hace 6000 a 4500 años) y 16 que vivieron justo después de la afluencia Yamna (hace 3000 a 1000 años). El equipo se concentró en las diferencias de proporción de ADN heredado en el cromosoma X en comparación con los 22 cromosomas que no determinan el sexo, los llamados autosomas. Esta relación puede revelar la proporción de hombres y mujeres en una población ancestral, dado que las mujeres llevan dos cromosomas X, mientras que los hombres sólo tienen uno.

Los europeos que estaban vivos antes de la migración Yamna heredaron cantidades iguales de ADN de los agricultores de Anatolia en su cromosoma X y sus autosomas.Esto significa aproximadamente el mismo número de hombres y mujeres participaron en la migración de los agricultores de Anatolia en Europa.

Sin embargo, para las migraciones posteriores desde la estepa póntica durante la Edad del Bronce temprana, encontramos un sesgo masculino muy fuerte. Se ha observado que hay muy pocos cromosomas X de los migrantes, lo que indica que había quizá una decena de hombres migratorios por cada mujer migratoria, dice Mattias Jakobsson (izquierda), profesor de Genética del Departamento de Biología Organística de la Universidad de Uppsala.

El grupo de investigación encontró evidencias de migración principalmente masculina desde la estepa póntico-caspia hacia Europa central durante un período de múltiples generaciones, con un nivel de sesgo sexual que excluye el impulso migratorio a una sola generación.

Los diferentes modelos, pues, de estas dos migraciones sugieren una visión de distintas historias culturales, donde la transición al Neolítico fue impulsada por una migración masiva de hombres y mujeres en un número casi igual -quizás familias enteras-, mientras la migración posterior de la Edad del Bronce y el cambio cultural consiguiente fue impulsado por una migración preferentemente masculina.

Fuentes: elcorreo.com | sciencedaily.com | sciencemag.com | 22 de febrero de 2017

45 metros de una calle romana del siglo II a.C. se encuentra bajo un McDonald's en Roma

Un tramo de una calle romana del siglo II a.C, fue hallada debajo de un local de McDonald's en la comuna romana de Marino, en Italia. Se trata de una calzada de 45 metros de largo y más de dos de ancho, pavimentadas y en perfecto estado de conservación, surgidas durante los trabajos de restauración de un edificio para abrir una franquicia de la marca estadounidense a las puertas de la capital italiana.

En la calle, donde también se descubrieron tres esqueletos de hombres, sepultados entre los siglos II y III d.C, se descubrieron canales para el drenaje de agua. Probablemente, según los expertos, haya sido algún "divertículo" de la Via Appia que llevaba a la mansión de algún noble en la zona de la antigua Bovillae.


Las labores iniciaron en 2014 y nada hacía pensar que tres años más tarde se presenciaría un hallazgo tan precioso. En trabajo conjunto con la Superintendencia Arqueológica para el Área Metropolitana de Roma, Viterbo y Etruria Meridional, nació entonces un verdadero museo subterráneo, con guía bilingüe para adultos y niños, abierta al público de modo gratuito y que funciona independientemente del restaurante. Sin embargo, los tesoros arqueológicos también pueden apreciarse desde las meses gracias a una estructura tipo "puente".

El hallazgo sorprendió no tanto por su ubicación, a pocos metros de la Via Appia, desde su fundación en el año 312 a.C muy concurrida por carros, personas y mercaderías, sino por las perfectas condiciones del terreno, que mantuvo la calle cubierta durante más de dos mil años.

"Pensamos que se trató de un 'divertículo' que unía la 'regina viarum' (la Via Appia se consideraba la reina de las calzadas romanas, Ndr) con algún establecimiento o tal vez una propiedad importante, como la villa de algún noble rico o una casa imperial", dijo la superintendente Alfonsina Russo. El canal para el drenaje de agua da cuenta que se trató de una calle secundaria, pero de uso público.

"Lamentablemente quedó solo este tramo, el resto fue destruido. Pero la prueba histórica es muy importante: la Via Appia, de hecho, además de los apasionados del Circo de Tiberio, fue transitada por personajes célebres, como Orazio, quien habla de su viaje desde Roma a Brindisi en la quinta sátira. Debemos imaginar que vio y recorrió estos territorios, así como más tarde, en el año 61 d.C, lo hizo San Pablo que llegaba desde el campo", agregó Russo.

En una carta que data de 1853, el arqueólogo y arquitecto italiano Luigi Canina indicaba la existencia de una "vía de comunicación desde Appia a Castrimenio", en las cercanías de la milla XI de la Via Appia, justo e la zona de la antigua Bovillae, indicó la arqueóloga Pamela Cerino, responsable de las excavaciones junto a Andrea De Angelis.

Pero ahora los trabajos dirigidos por la Superintendencia y financiados por McDonald's Italia -por 300 millones de euros-, que también se hará cargo del mantenimiento del "museo", dejan esa calle a la luz intacta, con las marcas de los carros que la recorrieron y sus muros de piedra. Justo en el canal lateral fue hallada la segunda "sorpresa": la sepultura de tres esqueletos masculinos. "Se trata de tres hombres, el más anciano de unos 35 y 40 años", explicó Cerino, que se unirán a los restos de un cuarto cuerpo hallado "a apenas 50 centímetros debajo del asfalto", en una gasolinera que se encuentra al otro lado de la calle.


"Este hombre tenía en la boca un óbolo de Caronte, la moneda que los difuntos pagaban para acceder al reino de las montañas. Este óbolo datan de los siglos II y III d.C, período en que la calle debe haber caído en desuso y los cuerpos se sepultaban aquí", agregó. Por su parte, el administrador delegado de McDonald's Italia, Mario Federico, comentó que ahora Roma dispone "del primer restaurante-museo". El sitio fue inaugurado por él junto al alcalde de Marino, Carlo Colizza.



"Somos una comunidad y respetamos las reglas. Lo más simple tras el hallazgo era trabajar todos juntos. Por eso hoy podemos restituir un tramo de calle romana a Marino y a Italia", concluyó Colizza.

Fuente: DANIELA GIAMMUSSO | ANSA, 21 de febrero de 2017