Cultura destaca el "excelente" estado de salud del Museo Arqueológico Nacional en su 150 aniversario

El secretario de Estado de Cultura, Fernando Bezo, ha destacado con motivo del 150 aniversario del Museo Arqueológico Nacional (MAN), el "excelente estado de salud" en el que se encuentra el centro gracias a la actuación, hace tres años, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que supuso la reforma integral del edificio y la dotación de nuevos equipamientos e instalaciones en todas sus áreas.

Con motivo de este aniversario, el MAN acoge desde el día 21 al 23 de marzo el V Congreso Internacional de Historia de la Arqueología, que cuenta con más de 100 participaciones distribuidas en conferencias, ponencias, comunicaciones y pósteres. "No hay mejor marco para este congreso que este querido museo", ha señalado el secretario de Estado de Cultura.
En esta V edición, el público va a asistir, según ha comentado Bezo, a "interesantes" reflexiones sobre el "importante papel" de los museos en el desarrollo de la arqueología. "Lo que espero es que las aportaciones de todos los participantes en este congreso ayuden a mantener la ilusión y a mejorar la necesaria comunicación de los museos y la propia disciplina arqueológica con la ciudadanía", ha dicho.

Asimismo, ha añadido que "el MAN es un museo no sólo expositivo sino también educativo", y que es un "foco de instrucción común".
Para Bezo, la historia arqueológica española ha estado ligada "siempre" a la actividad de sus museos, y ha manifestado que estos serían "casas muertas y casas vacías" si no fuera por las personas que los cuidan.


Por ello, ha querido reconocer la labor de las personas que hacen que los museos sean "casas vivas" y ha subrayado que los museos de arqueología cumplen un "objetivo público de primer orden", ya que custodian un "extraordinario patrimonio" que es bien de interés cultural.
Por su parte, el presidente de la SEHA, Gonzalo Ruiz Zapatero, ha manifestado que la arqueología se ocupa de la memoria de los objetos antiguos, por lo que con este congreso van a "intentar recuperar esa memoria". En la misma línea, ha añadido que el reto más importante es guardar la lealtad y el respeto de los objetos.

Por otro lado, el profesor de la Universidad Complutense de Madrid, Luis Enrique Otero, se ha mostrado "satisfecho por participar en el congreso por la trascendencia e importancia" que tiene, algo que para él es "un honor".

De este modo, ha señalado que "va a ser un magnífico congreso" y que se va a celebrar en un escenario "absolutamente impagable". "No había lugar mejor para celebrar este congreso", ha concluido.

 Fuente: elmundo.es | 21 de marzo de 2017

El Museo Arqueológico Nacional cumple 150 años: no hay crisis que pueda con él


Andrés Carretero, director del Museo Arqueológico Nacional - MATÍAS NIETO

El Museo Arqueológico Nacional (MAN), que es el museo de la historia de España, cumple 150 años, en los que ha sobrevivido a casi todo, guerras, dictaduras, convulsiones robos y crisis. Pero si repasamos su historia, está claro que a estas últimas no las teme. El 21 de marzo de 1867 se publicó en «La Gaceta de Madrid» el Real Decreto de su nacimiento, sancionado tres días antes. Es un momento decisivo para nuestra cultura porque en el mismo decreto nacía el cuerpo facultativo de conservadores de museos, los profesionales llamados a salvar los tesoros de nuestro patrimonio, y para ello se ordenaba la construcción de instituciones museísticas provinciales.

La primera piedra del edificio que hoy ocupan la Biblioteca Nacional y el MAN se había puesto en un acto solemne, presidido por Isabel II, tan solo un año antes, en abril de 1866. La mala suerte fue que la construcción del edificio se detuviera en varias ocasiones, porque 1866 es también la fecha germinal de la primera y grave crisis financiera de nuestra economía, provocada por la especulación en las compañías de los ferrocarriles, y que se extendió por todo el tejido productivo español. Tan difícil fue avanzar, tantos parones hubo, que el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales no se inauguró hasta un cuarto de siglo después, en 1892, y aprovecharon la fecha para conmemorar el IV centenario del descubrimiento de América. En su construcción, el arquitecto principal, Francisco Jareño, utilizó un material entonces avanzado y de moda para la estructura: el hierro. Mientras las obras duraron, el museo tuvo otra sede temporal, en el Casino de la Reina (cerca de Embajadores).

Arriba, un grabado de la inauguración del Museo Arqueológico Nacional en su primera sede, el Casino de la Reina, el 9 de julio de 1871, procedente de la publicación 'La Ilustración Española y Americana'. Abajo, estado actual del Casino de la Reina, situado cerca de la glorieta de Embajadores de Madrid. BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAÑA / DAVID FOLGUEIRAS

Para celebrar estos 150 años, el MAN va a celebrar la semana próxima un congreso internacional sobre la arqueología de los museos. Una de las aportaciones de este encuentro será el estudio del reflejo que la prensa ilustrada del XIX ofreció del nacimiento del museo.

El laboratorio del MAN, al cuidado de un cartonaje de momia- ISABEL PERMUY

La actual subdirectora, Carmen Marcos, ha investigado en las hemerotecas y ha encontrado una crónica de Gustavo Adolfo Bécquer, fechada el 29 de abril de 1866, en la que el poeta sevillano, cuatro años antes de su muerte, analiza con lucidez la importancia del nuevo museo «que ha de prestar decoroso albergue á las letras y las artes españolas».

Con la ortografía y retórica de la época, dice que «en medio de las preocupaciones políticas, de cada vez más hondas, cuando las cuestiones de Hacienda [...] son objeto hoy de la atencion de todo el pais que aguarda á verlas resueltas en una ansiosa espectativa, es verdaderamente maravilloso que no se apague el entusiasmo y la fe de los que esperan un povernir más risueño y bonancible, y que no se echen al olvido los proyectos de reformas y mejoras cuya necesidad es tan generalmente sentida».

Como director literario de «El Museo Universal» firma Bécquer esta crónica o «revista de la semana» en la que se exige también la construcción de un cementerio digno para Madrid, y habla de la guerra con Chile, el atentado contra el zar Alejandro II, la preparación de la Exposición Universal de París y aún critica un libro de Ernest Renan y una obra de teatro de Larra, con el romántico título «En brazos de la muerte».

El corpiño de Isabel II con las huellas del atentado que sufrió con arma blanca.

Si es cierto que el MAN nació, como decía Bécquer, como algo «verdaderamente maravilloso» en un momento crítico para España, con la bancarrota financiera y el declive del imperio marítimo, no menos milagroso ha sido su «renacimiento», con la reforma terminada entre 2008 y 2014, durante la peor crisis económica que España ha sufrido casi desde entonces. La recesión dejó como huella en ese momento ni más ni menos que tres años de cierre, diez millones más de lo presupuestado y un año de retraso.

Eso sí, cuando abrió sus puertas el 1 de abril de 2014, también fue percibido como algo «verdaderamente maravilloso», porque la reforma del edificio, obra de Juan Pablo Rodríguez Frade, y la modernísima museografía de la empresa Empty permitieron un reencuentro muy intenso con el público. Se convirtió en el museo que mejor explica la historia de España, incluidas las tensiones que nos definen desde hace miles de años.

Diversos montaje de las salas dedicadas al arte griego: arriba, la vitrina tal y como estaba entre 1950 y 1970 y, abajo, una foto actual.MUSEO ARQUEOLÓGICO NACIONAL / CARLOS ROSILLO

Dos millones de visitas

¿Es que puede con todas las crisis? Al otro lado del teléfono, el actual director del MAN, Andrés Carretero, se ríe ante la pregunta y rememora que sí precisó un esfuerzo notable reabrir en 2014. «Desde entonces hemos recibido la visita de más de dos millones de personas, cifra que se alcanzó apenas hace unas semanas, y hemos llegado a organizar mil actividades en el último año, lo que demuestra que está muy vivo y sí, parece que puede con todo». A todo ello se suma la renovada actividad del Laboratorio de restauración del museo y algunas iniciativas punteras como el análisis por imagen de las momias egipcias con los más grandes avances de la medicina.

Excavación para construir la réplica de Altamira en el MAN

Además del congreso internacional «estamos recordando de manera especial que con el MAN nació la museografía en España, porque el decreto publicado el 21 de marzo de 1867 proyectaba la creación de los museos provinciales y el cuerpo de conservadores. Por eso, el Boletín del MAN ha invitado a todos esos museos a que cuenten su historia 150 años después y ya hemos recibido 255 colaboraciones (en España hay unos 300 museos) con lo que se forma un fondo documental esencial para recordar cómo se protegió el patrimonio en España desde entonces», añade Carretero.

Había otros museos y academias antes del MAN, como el Prado, o los asociados a yacimientos importantes como Mérida, «pero el decreto permitió un gran cambio. Además de lo dicho, Fernando VII había establecido que fueran pintores los directores del Prado. A partir de este momento se piensa en que sean profesionales del cuerpo de conservadores».


Rajoy inauguró la reforma del MAN el 31 de marzo de 2014- JAIME GARCÍA

Como en la primera ocasión, cuando el MAN de 1867 reunió tantos elementos de patrimonio que debían protegerse y los mostró de manera adaptada a su tiempo, el MAN de 2014 ha tenido réplicas fuera de la capital, la más importante de las cuales es la del Museo de Málaga, el de la Aduana. Esperemos que siga sobreponiéndose a las crisis venideras de la misma manera, casi milagrosa.


Fuente: abc.es | 19 de marzo de 2017 | Fotos

El arte rupestre, uno de los secretos mejor guardados del Sudeste Asiático

Imagen facilitada por el arqueólogo del Centro regional de Arqueología y Arte del Sudeste Asiático, Noel Hidalgo Tan, de una pintura de la cueva Khao Chan Ngam que se localiza en la isla de Chan Ngam, en el este de Tailandia. EFE.

El arte rupestre es uno de los secretos mejor guardados del Sudeste Asiático, donde existen yacimientos menos conocidos, pero más antiguos que en otras partes del mundo y una región en la que los expertos vaticinan nuevos hallazgos.

La razón de esa expectativa es la particular geología del subcontinente, rico en estratos rocosos horadados por multitud de cuevas que no siempre han sido exploradas con metodología científica, según revelan recientes investigaciones arqueológicas.

Desde que en 1830 se registró el primer hallazgo, una serie de inscripciones labradas en la llamada piedra de Singapur, en el Sudeste Asiático se han localizado 1.500 yacimientos, más de la mitad de ellos entre Indonesia, con 600, y Tailandia, con 200.

El yacimiento más abundante se encuentra, sin embargo, en el norte de Malasia, donde en Gua Tambun se contabilizan cientos de figuras de hombres y animales, que como en el resto del globo fueron en la región las imágenes más reproducidas durante la prehistoria.

Pero a diferencia de otras regiones, el Sudeste Asiático está escasamente explorado desde el punto de vista del arte rupestre, lo que conduce a nuevos descubrimientos casi con periodicidad anual.
De acuerdo con Noel Hidalgo Tan (izquierda), especialista del Centro Regional de Arqueología y Arte, con sede en Bangkok, los países con más posibilidades de proporcionar próximos hallazgos son Laos y Birmania, en los que se han realizado pocos trabajos de campo.

“La región está bastante inexplorada desde la perspectiva del arte rupestre y, si tuviera que hacer una predicción, diría que los países donde se encontrarán más yacimientos son Laos y Birmania, quizá también Camboya”, declaró Hidalgo Tan.
El experto recuerda que en Laos se hallaron a fines de la década pasada los restos de Homo sapiens más antiguos del Sudeste Asiático. Los vestigios se localizaron en 2009 en el norte del país, en la Tam Pa Ling Cave, o “cueva de los monos”, y datan de hace 60.000 años. El hallazgo relevó que la presencia del Homo sapiens en la región es anterior a lo que se creía y fueron varias las vías de penetración.

La “cueva de los monos” se ubica en una zona recóndita del interior del subcontinente, adonde se pensaba que el Homo sapiens llegó desde África, la cuna de la humanidad, pero a través de áreas costeras de Oriente Medio y la India, en su camino a Australia.


Los parámetros se pusieron de nuevo en cuestión en esta década, cuando en 2014 se volvió a datar un yacimiento descubierto en los años cin... en una cueva de la isla indonesia de Sulawesi, y que entonces se calculó que tenía diez milenios de antigüedad (arriba).

La nueva datación concedió al vestigio de Sulawesi 40.000 años, varios milenios más que el arte rupestre de las cuevas de Lascaux, en el centro de Francia, y Altamira, en el norte de España, que se consideraba que eran las primeras pruebas de creatividad humana.

Imagen facilitada por el arqueólogo del Centro regional de Arqueología y Arte del Sudeste Asiático, Noel Hidalgo Tan, de una pintura hallada en al Cueva Padalin, en le centro de Birmania. EFE

Hijo de chino y filipina, y con experiencia de trabajo de campo en Laos, Camboya, Malasia y Tailandia, Hidalgo Tan otorga, no obstante, menos importancia a la cronología que al contenido, como testimonio del tiempo que al autor de arte rupestre le tocó vivir.

El especialista subraya que el hombre ha pintado y cincelado en paredes de roca en todas las épocas, con objetivo mágico, religioso o artístico, y defiende que tan significativo es el arte rupestre de la prehistoria como las de la era moderna y contemporánea.

Explica que durante la colonización europea, en el Sudeste Asiático empezaron a aparecer pinturas rupestres de aviones y trenes, que eran desconocidos hasta entonces en la región.
Y anota que en la actualidad aparecen imágenes del Nyan Cat, personaje de comic de origen japonés que en Asia es muy popular en juegos electrónicos, redes sociales y vídeos de Youtube.

“No digo que haya que preservar todas esas pinturas rupestres”, admite Hidalgo Tan, que puntualiza; “tampoco creo que haya que destruirlas todas, al menos de manera sistemática. Me gustaría saber qué se pensará de ellas en el futuro”, dice.

Fuente: minuto30.com | 21 de marzo de 2017

Egiptólogos españoles descubren una extraordinaria tumba de gran importancia en Qubbet el Hawa (Asuán, Egipto)

Más de 200 kilómetros al sur de la antigua Tebas y sus Valles de los Reyes y las Reinas, en la rocosa colina frente a la ciudad de Asuán, se encuentra el conocido como Valle de los Príncipes, que no deja de ofrecer nuevos descubrimientos. Egiptólogos españoles han descubierto, en sus excavaciones en Qubbet el Hawa, la tumba intacta de un familiar directo del que fuera gobernador de la familia Elefantina en el Alto Egipto, un hallazgo «de gran importancia» que permitirá esclarecer a qué se dedicaban y qué papel tenía la familia de los gobernadores en la dinastía XII.

«El descubrimiento es único, ya que ha sido encontrado con todos sus bienes funerarios: cerámicas, ataúdes de madera de cedro y todo un set de figurines de madera representando el bote funerario y escenas de vida cotidiana», ha apuntado el director general del departamento del Ministerio de Antigüedades en Asuán, Nasr Salama. Una fotogrametría del sarcófago hallado, cubierto de polvo, ha permitido a los investigadores resaltar los dibujos y conocer la identidad de la momia. Se trataría del hermano menor del gobernador de Elefantina, Sarenput II, y respondería al nombre de Shena. «Es el primer pariente masculino cercano que encontramos de un gobernador», ha apuntado a ABC el director de la excavación Alejandro Jiménez (izquierda). Sarenput II fue uno de los gobernadores más poderosos del imperio egipcio durante los reinados de Sesostris II y III (hacia el 1895–1844 a.C.), ya que controlaba las provincias fronterizas del sur, claves en el mantenimiento de la paz y las campañas militares.


Al teléfono desde el yacimiento de Qubbet el Hawa, pocos minutos después de salir del pozo, Jiménez se mostró emocionado: en un área en la que la mayoría de las tumbas de época faraónica han sido saqueadas o reutilizadas, el enterramiento encontrado en las últimas semanas «estaba completamente intacto», desde la superficie hasta la mismísima entrada. «Mientras estás excavando todo el proceso estás esperando nada más que llegar al final y ver la puerta sellada, -habían utilizado un montón de piedras de gran tamaño-… La verdad es que es un momento muy bonito. Ha sido eso, un descubrimiento completo», explica.


Al fondo del pozo, de 2 metros de profundidad, la momia descansa en una cámara de 2,5 metros de larga por uno de alto. Apenas quedan tres piezas de madera del ataúd exterior, que serán tratadas «muy ligeramente» para su conservación, pero el interior se conserva «al 90%», detalla Jiménez. «El ataúd de dentro está perfecto, como si lo hubieran colocado ayer». A sus pies, el equipo de egiptólogos ha encontrado un barquito de cerámica, datado entre el 1800 y 1775 a.C.


Si bien quedó a salvo de los saqueadores, el enterramiento no se ha librado del otro gran enemigo de los arqueólogos, las termitas. Estos insectos, que se alimentan de celulosa, acabaron precisamente con la zona del ataúd y el cartonaje sobre el rostro de la momia, que los egiptólogos españoles estiman estará esqueletizada, pues las termitas se habrían comido las vendas con las que fue momificada.

Un año para ser restaurado y analizado

Dentro de su nicho, Shena tendrá que esperar un año más antes de ser restaurado y analizado en profundidad, un proceso que requerirá al menos dos campañas más. Estudios antropológicos tratarán de desvelar cómo y a qué edad murió, así como las condiciones en las que vivía el hermano del Gobernador, una familia acomodada. La madera del sarcófago interno y externo, de cedro libanés y «de muy buena calidad», también serán objeto de estudio: gracias a la dendrocronología, los expertos españoles investigarán, a través de los anillos en la madera, la época en la que se cortó y se construyeron los féretros. Trabajando sobre una necrópolis que se ha demostrado muy fructífera, se trataría del quinto ataúd investigado, lo que dará una idea muy clara del método constructivo y dará pistas incluso sobre si se elaboraban en un taller local o se traían de importación de Menfis.


El descubrimiento de la QH34bb, con la que el egiptólogo jienense cierra su campaña de este año, es sólo el último de una misión arqueológica que, con apoyo de la Universidad y el Ministerio de Economía y Competitividad, lleva ya 9 ediciones excavando en la necrópolis de Qubbet el Hawa (Asuán, sur de Egipto). El año pasado, los egiptólogos exhumaron la momia de Sattjeni, -sobrina de Sheja- una dama de la dinastía XII «hija, madre y esposa de gobernadores», y una figura clave en la dinastía local. Hija de Sarenput II, tras la muerte de los varones de fu familia se convirtió en la depositaría de los derechos dinásticos del gobierno de Elefantina, y fue la madre de Heqaib III.
En las fosas de la fructífera necrópolis, el equipo de arqueólogos ha localizado más de 60 tumbas y decenas de momias, que dibujan claramente el «panteón familiar» de la dinastía de los gobernadores locales que controlaban la frontera entre Egipto y Nubia entre el 1900 y el 1750 a.C. Mediante el «mapeo» e investigación de los sepulcros, los egiptólogos españoles están recopilando nuevos datos sobre el funcionamiento interno de las dinastías provinciales, así como sobre el modo de vida –y de muerte- de las élites en Elefantina. Hace tan solo unos días, el equipo selló las tumbas y las volvió a cubrir de grandes piedras y ladrillos de adobe, a la espera, una vez más, de que los españoles regresen el año que viene.

Fuente: ALICIA ALAMILLOS, Corresponsal en El Cairo de ABC, 22 de marzo de 2017

Atapuerca fue escenario del caso más antiguo de caza comunal

Foto: Yacimiento de Gran Dolina, Atapuerca.

Podría ser una jornada cualquiera de hace 400.000 años en la Sierra de Atapuerca (Burgos), cuando la alimentación no se regía por horarios como hoy en día y uno había de procurarse la comida casi a diario aprovechando lo que encontraba a su alrededor. A medida que el comportamiento de los homínidos se hizo más complejo también aprendieron a organizarse para no perder oportunidades y si salía bien, eran reincidentes.

En el yacimiento de Gran Dolina, concretamente en el nivel TD10.2, el IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social) ya había identificado una gran concentración de huesos de bisontes (una verdadera manta), pero ahora ha podido comprender el motivo de esta acumulación. Las últimas investigaciones efectuadas han permitido averiguar que este fenómeno aconteció por la reiteración de determinados eventos en el mismo lugar, concretamente episodios de caza comunal de manadas de estos animales.

El proceso de cooperación de los homínidos era fundamental ya que se coordinaban para conducir a los bisontes hacia Dolina donde los acorralaban, mataban y, posteriormente, los procesaban para poder llevarse la carne, los huesos y las pieles, a los campamentos. Aún se desconoce la ubicación de éstos, pero seguramente no debían de estar muy lejos de la zona de caza.

Palmira Saladié y Antonio Rodríguez-Hidalgo, dos de los autores del artículo, en el IPHES

Así se constata en un artículo que acaba de publicar el Journal of Human Evolution (JHE) cuyo autor principal es el arqueólogo Antonio Rodríguez-Hidalgo, investigador postdoctoral Juan de la Cierva de la Universidad Complutense de Madrid e investigador asociado en el IPHES. “Hasta ahora se pensaba que este comportamiento era exclusivo de los humanos modernos, pero nosotros hemos demostrado que hace 400.000 años estaba plenamente desarrollado. Los pre-neandertales de la Sima de los Huesos (otro yacimiento situado a escasos metros de Gran Dolina), probables protagonistas de esta acumulación, tenían las capacidades cognitivas y el desarrollo social necesario para aplicar este tipo de estrategias de caza”, asegura Antonio Rodríguez-Hidalgo.

Esto, según alguno de los revisores del artículo, puede considerarse uno de los descubrimientos de la década para la prehistoria de Eurasia. Es el caso de John Speth (izquierda), catedrático emérito de arqueología en la Universidad de Ann Arbor, en Míchigan, y uno de los zooarqueólogos más relevantes en cuanto a conocimiento sobre subsistencia neandertal y cazaderos de bisontes paleoindios: “La caza comunal de presas grandes, ágiles y potencialmente peligrosas como el bisonte implica que los cazadores pudieron cooperar entre sí y coordinar eficazmente sus actividades en una escala que no se había demostrado previamente para los seres humanos pre-modernos hace unos 400.000 años”, asegura.

Además, el investigador, añade: “Los esfuerzos cooperativos para matar a múltiples individuos de un animal tan grande como el bisonte implica que los cazadores pueden haber compartido carne entre los participantes, insinuando nuevamente un nivel de complejidad social que no se había demostrado previamente durante un período de tiempo tan remoto”.

Todo ello se ha sabido aplicando la zooarqueología, una importante herramienta para la reconstrucción de la subsistencia y para inferir aspectos relevantes del comportamiento social en el pasado. La composición taxonómica y el perfil anatómico observado en aproximadamente 23.000 huesos de bisonte -de una especie aún por identificar, pariente cercano de Bison priscus (derecha)- extraídos en el nivel TD10.2 de Gran Dolina, indican un conjunto monoespecífico fuertemente dominado por elementos del esqueleto axial (cabeza, costillas y vertebras).

Según los estudios realizados, cabe destacar que la zona del yacimiento donde se han hallado los restos de bisonte podría haber sido empleada como lugar de matanza y primer punto de procesado de las carcasas. Los huesos muestran una representación muy sesgada del esqueleto y a su vez poco común en los yacimientos prehistóricos, ya que predominan los elementos axiales. “Al tratarse de cazas comunales con gran cantidad de presas los homínidos podían seleccionar las partes más ricas en nutrientes, como son las patas, y se las llevaban a los campamentos dejando la zona axial a merced de los carroñeros, los lobos y las hienas”, observa Rodríguez-Hidalgo.

Tentempié o snack

“Junto con estos restos se conservan, además, una gran cantidad de huesos hioides (situados bajo la lengua) con marcas de corte, lo que significa que durante el despiece de las presas los homínidos consumieron las lenguas de los bisontes a modo de tentempié o snack por ser ricas en grasa y proteínas”, añade el mismo investigador.

Según la misma investigación, este tipo de caza se repetía estacionalmente, es decir, de manera puntual en unos momentos del año. Utilizaban Dolina para la captura y como matadero de los bisontes al final de la primavera y a inicios de otoño, probablemente siguiendo las migraciones de estos animales.

Concentración de restos de bisontes en Gran Dolina - IPHES

Las características y abundancia de las modificaciones antrópicas en los huesos revelan un acceso primario e inmediato a las carcasas, así como el desarrollo de un procesado carnicero sistemático dirigido a la explotación de la carne y grasa, y a la preparación para el transporte de elementos de alto rendimiento hacia algún lugar fuera de la cavidad (actualmente es el conjunto con mayor número de marcas de corte del registro paleolítico).

“Las analogías etnográficas, etnohistóricas y arqueológicas han permitido interpretar el ‘lecho de huesos de bisonte’ como cazadero utilizado durante varios eventos estacionales de caza comunal en los que rebaños completos de bisontes fueron sacrificados para ser explotados intensamente por los homínidos que ocuparon la cueva”, puntualiza Antonio Rodríguez-Hidalgo.

“A través del estudio del patrón de erupción, reemplazamiento y desgaste dental hemos podido inferir que los bisontes de TD10.2 murieron sincrónicamente en dos estrechas ventanas estacionales, lo que unido al patrón de mortalidad catastrófica que presenta la población (esto es, una disminución de la frecuencia de individuos muertos conforme avanza la edad), apoyan la caza en masa o caza comunal como técnica depredatoria”, comenta el mismo arqueólogo del IPHES.
Antonio Rodríguez-Hidalgo ha añadido: “La existencia temprana de la caza comunal como táctica depredatoria nos informa sobre la emergencia de habilidades cognitivas, tecnológicas y sociales, similares a aquellas exhibidas por otros cazadores comunales modernos en un momento tan temprano como el Pleistoceno medio”.

Además, dicho arqueólogo ha especificado: “Se necesita un gran número de individuos coordinados y trabajando de forma cooperativa con un mismo objetivo para llevar a cabo dicho tipo de caza, que hasta ahora se pensaba que era monopolio de los humanos modernos y quizás de los últimos neandertales”.

Foto: Cráneo de bisonte de estepa (Bison priscus) hallado en la cueva de La Rexidora, Ribadesella, Asturias. Foto: Diego J. Álvarez Lao

Del hallazgo en Dolina se ha extraído que la actuación de aquéllos homínidos era similar a los eventos que se generaban hace unos 10.000 años aproximadamente en los grupos de paleoindios en América. Asimismo, existen varias similitudes entre la caza comunal de bisontes empleada por los indios de las praderas americanas anteriores al siglo XVIII y las prácticas aplicadas por los homínidos de Gran Dolina, quienes además tenían una capacidad de previsión elevada y conocían el comportamiento de los animales y el entorno.

Por este motivo la organización de los eventos podría haberse estructurado de una forma similar ya que en estas circunstancias era necesario que todos los miembros tomasen parte en el desarrollo del proceso, algunos como cazadores y otros como bateadores. Por otro lado, los investigadores han podido documentar que en el entorno había otras presas que cazar, pero los homínidos decidieron deliberadamente optar sólo por los bisontes y con la técnica de la caza comunal durante un período que pudo durar varias generaciones.

Fuente: iphesnoticias.blogspot.com.es | 22 de marzo de 2017

El Museo Arqueológico Nacional exhibirá cuatro piezas del Tesoro de Villena

El Tesoro de Villena tiene 3.000 años de antigüedad

Cuatro piezas del Tesoro de Villena- el conjunto áureo más importante de Europa de la Edad de Bronce- se exhibirán en Madrid en el Museo Arqueológico Nacional con motivo de la exposición conmemorativa del ciento cincuenta aniversario de la institución.

«El poder del pasado. Ciento cincuenta años del Museo Arqueológico Nacional» tendrá lugar del 2 de octubre de 2017 al 1 de abril de 2018, y en la muestra se exhibirán las ciento cincuenta piezas arqueológicas más significativas del territorio español, entre ellas cuatro del Tesoro de Villena. Se trata de dos cuencos, un brazalete y una vasija de oro, de las sesenta piezas de las que consta el Tesoro hallado en la Rambla del Panadero, en el término municipal de Villena en 1963. En total, se trata de un conjunto de casi diez kilos de oro y más de seiscientos gramos de plata que tiene una antigüedad de 3.000 años.

La concejala de Turismo, Mercedes Menor, insistió en el prestigio de la muestra, «ya que se expondrán las ciento cincuenta piezas más representativas del panorama nacional en materia arqueológica».

La directora del Museo Arqueológico, José María Soler de Villena, Laura Hernández, recordó que el conjunto original de la Edad de Bronce- que consta de sesenta piezas de oro, plata y ámbar- se encuentra en la localidad, «debido al empeño de José María Soler para que se quedara en Villena y no fuera al Museo Arqueológico Nacional tal y como demandó en 1963». Por otro lado, indicó que existen dos réplicas del Tesoro, una propiedad del Arqueológico Nacional y otra, cedida por este organismo a Villena.

La seguridad, traslado y embalaje de las piezas para su exhibición las asume el Museo Arqueológico Nacional.

Por otra parte, dentro de las actividades del 150 aniversario, la directora del Museo Arqueológico José María Soler de Villena realizará hoy en Madrid una comunicación -en el marco de un congreso nacional de Arqueología sobre la evolución del Museo Arqueológico local a Museo de la Ciudad. «A lo largo de 60 años de historia debemos cambiar el discurso expositivo, ya que ahora tenemos un museo que aborda toda la historia de la ciudad», explicó Laura Hernández.

Pasado, presente y futuro del Conjunto Megalítico de Alcántara

Bajo el título “Pasado, presente y futuro del Conjunto Megalítico de Alcántara”, la ponencia a cargo del ingeniero Antonio Carmona Agúndez, sirvió para presentar el gran conjunto de monumentos megalíticos con los que cuenta el término municipal de Alcántara (provincia de Cáceres) y cuyo inventario ha podido ser incrementado con un elevado número de nuevos dólmenes, descubiertos tras el proyecto de catalogación que ha podido llevar a cabo durante los últimos años.
Un reciente trabajo de catalogación, convierte a Alcántara como el lugar con mayor cantidad de dólmenes de toda Extremadura.

La ponencia fue presentada durante las “VI Jornadas Puente Romano de Alcántara”, celebradas en Alcántara, el pasado sábado 18 de marzo.

Durante la conferencia también se repasaron los diferentes trabajos arqueológicos que han venido realizándose en la zona, así como las principales afecciones y problemas de conservación que suele presentar este tipo de patrimonio arqueológico.

Tras este trabajo, Alcántara, pasa de los 33 dólmenes que eran conocidos en la actualidad a 73 dólmenes, que lo convierten de forma oficial en el mayor conjunto de dólmenes en Extremadura.

El proyecto ha contado con un cuidadoso análisis del territorio en combinación del uso de algunas tecnologías como el LiDAR aerotransportado, que ya vienen aplicándose en los últimos años a la hora de analizar el territorio, tanto en estudios aplicados al fenómeno del megalitismo, como a otros periodos históricos.

Paradójicamente era una zona que se había considerado históricamente marginal en la prehistoria, pero los trabajos arqueológicos de los catedráticos de la Universidad de Alcalá de Henares, Primitiva Bueno y Rodrigo de Balbín, a finales de la década de los 90 demostrarían todo lo contrario y que Alcántara junto a todo el área que actualmente conocemos por estar englobada por el Parque Natural Tajo Internacional –donde ya existen también otros municipios que disponen de conjuntos significativos estos monumentales enterramientos prehistóricos-, fue una de las zonas más importantes durante la prehistoria reciente de la Península Ibérica y también de Europa. “El gran número de dólmenes que ahora se incorporan, además del conocido Menhir del “Cabezo” de 4’65 metros de altura (derecha), uno de los menhires más grandes de España, sirve para reforzar aún más esta propuesta” destaca Antonio Carmona, autor del proyecto de investigación.

“Todo este gran conjunto de dólmenes permitirá que en el futuro equipos de arqueólogos puedan continuar trabajando para obtener más información sobre los modos de vida de las personas que construyeron estos monumentos hace 5000 años”, añadió.

El estudio también ha servido para inventariar nuevos dólmenes en municipios cercanos a Alcántara (Brozas, Villa del Rey y Zarza la mayor).

No solo un espacio para la prehistoria

Las “Jornadas Puente Romano de Alcántara”, es un evento cultural que viene celebrándose anualmente de forma consecutiva desde hace seis años, en las cuales, ponentes de prestigio exponen temas muy interesantes entorno al patrimonio histórico-artístico de la comarca de Alcántara, el potencial turístico de la zona y su desarrollo económico y cultural.



En esta sexta edición, María del Carmen Díez González, profesora de la Universidad de Extremadura, aportó nuevos datos del propio edificio que albergaba estas jornadas, el Convento de San Bartolomé, actual Hospedería y como este edificio pasó de ser un humilde convento a un destacado centro religioso y cultural en Extremadura. Posteriormente un equipo mixto de arquitectos y arqueólogos, autores del “Plan Director de la Muralla de Alcántara” pusieron de manifiesto los estudios llevados a cabo para restaurar y conservar la muralla alcantarina durante los próximos años.
Las dos últimas ponencias estuvieron dedicadas en exclusiva al Puente Romano de Alcántara. Carlos Marín, doctorando en Historia, desveló un poco más de la figura de Alejandro Millán autor de la última restauración realizada sobre este monumento en época de Isabel II. Finalizando estas jornadas, se presentó de manera pública el reciente trabajo de Antonio Pizzo, científico titular del Instituto de Arqueología de Mérida y del CSIC, con el descubrimiento de los restos de un puente anterior al que ahora conocemos, que solamente se empezó a construir, sin llegar a terminarse y cuyos restos ahora aparecen integrados como parte de la estructura del famoso puente cacereño.

El acto finalizó por la tarde con una visita la Puente Romano y una explicación in situ de las últimas investigaciones sobre el puente y las murallas de Alcántara.

Fuente: digitalextremadura.com | 20 de marzo de 2017