La silla de Felipe II... ¿era de Felipe II?

La famosa Silla de Felipe II, desde donde el rey habría contemplado la evolución de las obras del Monasterio de El Escorial, podría no ser tal. Una prestigiosa arqueóloga e historiadora, Alicia Canto, habría demostrado que se trata de un altar celta, donde se realizaban sacrificios hace 23 siglos.


Los primeros humanos que llegaron a Australia lo hicieron mucho antes de lo que se pensaba

Foto: El sitio de Madjedbebe con la excavación en curso. DOMINIC O'BRIEN / CORPORACIÓN ABORIGEN DE GUNDJEIHMI

Cuándo y cómo llegaron los primeros humanos a Australia es algo que ha sido objeto de debate durante décadas. Si bien se acepta que los seres humanos aparecieron en África hace unos 200.000 años, los científicos han llevado cada vez más atrás en el tiempo, la llegada a Australia. Ahora, un equipo de expertos de la Universidad de Washington, ha encontrado y datado artefactos en el norte de la isla que indican que los seres humanos llegaron hace unos 65.000 años, más de 10.000 años antes de lo que se pensaba.

El artículo, publicado en Nature, describe técnicas de datación y hallazgos de artefactos en Madjedbebe, un sitio arqueológico, que podría aportar nueva información sobre los primeros seres humanos y su coexistencia con la vida silvestre en el continente australiano. La datación tiene una gran relevancia en otro contexto ya que cuestiona el argumento de que los humanos causaron la extinción de la megafauna única de Australia, como los canguros gigantes, wombats y tortugas.

"Anteriormente se pensaba que los seres humanos llegaron y dieron caza a estos animales o alteraron su hábitat, lo que les habría llevado a la extinción 45.000 años atrás. Pero nuestro estudio confirma que los humanos llegaron mucho antes que se extinguieran. Esto cambia nuestra visión sobre nuestros antepasados, de aquellos que diezmaron la fauna a unos que convivieron con ella, lo cual es una visión completamente diferente de la evolución humana”, explica en un comunicado Ben Marwick (izquierda), autor principal del estudio.
Desde 1973, en las excavaciones en Madjedbebe, en el norte de Australia, se han desenterrado más de 10.000 herramientas de piedra, pigmentos, restos vegetales y huesos. Allí también se ha hallado lo que se cree son las hachas (con mango) más antiguas del mundo, además de evidencias de que estos primeros seres humanos molían semillas y procesaban plantas.

Gran parte del éxito del proyecto de cinco años de duración se atribuye a un acuerdo único y de referencia entre los investigadores y la comunidad aborigen de los Mirarr, los cuales conservan el control total sobre la excavación y los artefactos descubiertos. Los Mirarr están interesados ​​en apoyar nuevas investigaciones sobre la antigüedad del lugar y en saber más sobre los primeros ocupantes humanos, particularmente dadas las amenazas ambientales planteadas por las actividades mineras cercanas que se llevan a cabo hoy en día.

Foto: La científica Elspeth Hayes (izquierda) con los aborígenes del pueblo Mirarr, Mark Djandjomerr (centre) y May Nango (derecha) en sitio de excavación. Dominic O Brien/Gundjeihmi Aboriginal Corporation.


Foto: Excavación de un hacha.


Foto: Hacha y piedras de moler halladas en la excavación.

Una de las autoras,Mara Page, doctora en Arqueología y Ciencias de la Tierra y el Espacio, analizó los isótopos de carbono estables que se encuentran en los sedimentos, a fin de revelar los tipos de plantas presentes en el pasado y los tipos de ambientes en los que vivieron los primeros pobladores de Australia. Determinó que la vegetación en Madjedbebe se mantuvo estable durante la ocupación humana, lo que sugiere que no hubo ningún cambio ambiental importante que pudiera haberlos obligado a abandonar el área.

Claudio Tuniz, un experto en dataciones y ajeno al equipo de investigación, dijo que la diversidad de artefactos apuntaba a una "cultura compleja que podría haber sido generada y sostenida sólo por grupos sociales relativamente grandes".


Foto: Los arqueólogos Chris Clarkson (izquierda), Richard Fullagar (centro) y Ebbe Hayes (derecha) inspeccionando piedras de moler halladas en el yacimiento. Dominic O Brien/Gundjeihmi Aboriginal Corporation.

Para datar las muestras, el equipo de Marwick utilizó la luminiscencia óptica estimulada (OSL por sus siglas en inglés), una técnica que permite saber cuándo fue la última vez que un grano de arena fue expuesto a la luz solar, imprescindible para determinar cuándo un artefacto fue enterrado. En total los expertos analizaron miles de granos de arena individualmente para establecer edades más precisas.

Pero hay otras sorpresas. Al situar la datación del asentamiento australiano en alrededor de 65.000 años atrás, los investigadores confirman que esos antepasados coexistieron con otro humano temprano, el Homo floresiensis.

Los investigadores están ahora inspeccionando sistemáticamente la zona circundante para encontrar yacimientos adicionales y ver si se pueden encontrar más pruebas de la primigenia ocupación humana.

Ver vídeo en este enlace

Fuentes consultadas: quo.es| 19 de julio de 2017 | washington.edu | theconversation.com | cosmosmagazine.com

Alaska, Embajadora de la Fundación Atapuerca

Yacimientos de la sierra de Atapuerca, 19 de julio de 2017. Olvido Gara (Alaska), cantante, compositora, actriz, presentadora de televisión y una de las figuras más relevantes de la movida madrileña, ha sido nombrada “Embajadora de la Fundación Atapuerca” en los yacimientos de la sierra de Atapuerca. Además, Alaska excavó en 1998 en el nivel TD10 de Gran Dolina.

Esta mañana Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, vicepresidentes de la Fundación y codirectores de las excavaciones de Atapuerca, le han hecho entrega de un diploma acreditativo de su nombramiento, de una tarjeta de acreditación y de una insignia, frente al yacimiento de la Galería, en los yacimientos de la sierra de Atapuerca, en plena campaña de excavación. Además, le han agradecido en nombre de la Fundación y del Equipo de Investigación de Atapuerca su compromiso, con el que respalda el Proyecto Atapuerca.

La Fundación Atapuerca creó la figura de “Embajador de la Fundación Atapuerca" para reconocer y fomentar la implicación personal en el apoyo al Proyecto Atapuerca, y para darle mayor visibilidad pública. La Fundación considera esencial para la continuidad de este proyecto científico de prestigio mundial implicar en su divulgación a personas que por distintas razones puedan contribuir a que el Proyecto Atapuerca consolide el amplio respaldo social de que goza. Cada año la Fundación nombrará un máximo de 4 Embajadores.

En 2017 la Fundación Atapuerca ha nombrado Embajadora a Olvido Gara, Alaska, (que excavó en Atapuerca hace años) y Embajadores a Juan Antonio Corbalán (cardiólogo y novelista, relevante jugador de baloncesto de los 70 y los 80, y colaborador del Periódico de Atapuerca), a Santiago Jiménez (director del Museo de Arnedo en La Rioja y eficaz valedor de Atapuerca desde hace más de 30 años) y a Alberto Velasco (de Mahou San Miguel, cuya implicación desde hace décadas en Atapuerca es especialmente destacada).


Arqueólogos descubren una necrópolis de la cultura de los Campos de Urnas en Sena (Huesca)

Sena ha tomado el relevo a Pallaruelo en la Campaña Arqueológica de Los Monegros que llega este año a su quinta edición con una intensa actividad y un completo programa de actividades paralelas a las excavaciones.

“El 3 de julio iniciamos la II Campaña de excavación en la necrópolis visigoda de 'Peñetas de Manolo', en Sena. Se trata de un conjunto de gran interés arqueológico, que abarca un periodo del que aún nos quedan muchos aspectos por conocer”, informa el arqueólogo Hugo Chautón (izquierda), responsable de la Asociación Cultural de Investigación Arqueológica de Los Monegros (Aciam), organizadora de la Campaña.

Chautón se muestra muy satisfecho con los resultados obtenidos, “Apenas han trascurrido unos pocos días desde el inicio y ya podemos contar con algunas gratas e importantes sorpresas, como el descubrimiento de una necrópolis de Campos de Urnas preexistente al cementerio altomedieval. Es un dato que ya intuíamos, pero que no habíamos podido constatar hasta el momento, y que sin duda revaloriza enormemente las investigaciones”. Se trata de un hallazgo muy importante puesto que “va a permitir completar las investigaciones de los Campos de Urnas en los yacimientos que ya desde hace un siglo se han ido excavando en la zona”, añade Chautón, para quien “Las Peñetas de Manolo” es clave para comprender esta etapa en el Bajo Alcanadre, donde nos encontramos”.

La Campaña se desarrolla este verano desde el pasado 27 de junio, que comenzó en Pallaruelo de Monegros, y hasta el próximo sábado 22 de julio, que concluirá en Sena. Cuenta con la participación de un total de siete arqueólogos procedentes de diversas universidades españolas (Guadalajara, Zaragoza, Madrid), además de colaboradores directos especialistas en antropología forense, topografía, virtualización del Patrimonio o arqueometría y junto a voluntariado de la zona. Chautón explica que “Durante la presente campaña pretendemos continuar el desarrollo de los trabajos iniciados el pasado año, completando la excavación de una relevante área de la necrópolis, además de profundizar en el estudio de las características del conjunto más allá de la propia excavación, mediante los trabajos de laboratorio, como análisis de C14, de genética o de paleobotánica y carpología”.



La Campaña está consiguiendo su objetivo de acercar la arqueología a la sociedad. Prueba de ello es la fidelización del voluntariado de la comarca y su incremento año tras año y, asimismo, en este sentido se enmarcan las nueve conferencias programadas que continuarán durante los próximos días, tras registrar gran aceptación las ya celebradas sobre temas tan interesantes como las íberas, la vida cotidiana en el antiguo Egipto, mitología griega o ingeniería romana, entre otras. Las próximas charlas serán mañana 18 de julio a las 19 horas sobre “Las Peñetas de Manolo. Su pasado, nuestro presente, vuestro futuro”, a cargo de Gonzalo García, a las 19 horas en Sena, y en el mismo lugar y a la misma hora, el próximo 20 de julio, Hugo Chautón, pronunciará la conferencia titulada “Reiventando la arqueología, factor social y dinamización cultural”.

Además, la arqueóloga de ACIAM, Pilar Peña Gimeno, impartirá un taller de cocina mediterránea este miércoles a las 20 horas y el mismo día 19 de julio, a las 20 horas, en Castelflorite, Chautón hablará sobre la espada visigoda que la Campaña de ACIAM halló en el año 2014 en el yacimiento de “El Castillo”, en la localidad monegrina, una joya arqueológica que se encuentra ya restaurada en el Museo Provincial de Huesca. Junto a la citada espada de Castelflorite, el pasado año lograron recuperar otra pieza destacada. En este caso aparecida en una tumba de la necrópolis visigoda de Sena. Se trata de una cantimplora de madera (abajo) milagrosamente conservada que también se encuentra en el Museo Provincial de Huesca en fase de restauración.


El responsable de ACIAM se muestra muy satisfecho tanto de la Campaña en Sena como en Los Sabinales de Pallaruelo de Monegros donde se inició este verano, “que nos ha permitido profundizar en los trabajos que ya comenzamos el pasado año y definir aspectos tan importantes como pueden ser las características arquitectónicas del cementerio o sus límites físicos. Ahora comienza el trabajo de gabinete que nos permitirá llegar incluso mucho más lejos. Además, durante los trabajos se ha descubierto el poblado asociado al conjunto estudiado, otro conjunto inédito que nos indica también importantes aspectos sobre la ordenación territorial definida en este periodo y área. El grado de participación de los ciudadanos de Pallaruelo como lo está siendo en Sena ha sido muy elevado, lo cual supone un gran éxito que nos anima para continuar y comenzar ya a planificar los trabajos del próximo año”, ha concluido Chautón.


Fuente: noticiashuesca.com | 17 de julio de 2017

Nuevo hallazgo de arte parietal en la cueva Arbil V de Deba (Guipúzcoa) de entre 11.000 y 15.000 años de antigüedad

Foto: Grabado de un reno.

Un nuevo hallazgo de grabados paleolíticos en la cueva Arbil V de Deba, con una datación estimada de entre hace 11.000 y 15.000 años, eleva a once el número de grutas con representaciones de arte prehistórico en Guipúzcoa, territorio que hace sólo diez años únicamente contaba con dos (Altxerri y Ekain).
El impulso recibido por este tipo de descubrimientos en la última década se enmarca en el Proyecto de Prospecciones Arqueológicas para la localización de nuevos vestigios de arte parietal, promovido por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y financiado por la Diputación de Guipúzcoa.
Uno de los mayores éxitos de este proyecto fue conocido hace tan sólo doce días, cuando la institución foral hizo público el hallazgo en la cueva Aitzbitarte IV de Errenteria de una unas imágenes de animales de hace unos 14.000 años, en un estado de conservación «excepcional», grabadas en arcilla y únicas en la Península Ibérica por la técnica con la que fueron realizadas.
Ahora, en Arbil V, también conocida como Sustraixako Kobea, los expertos han encontrado la representación de un reno con una gran cornamenta de varias puntas y la librea de pelo en el nacimiento del cuello característica de esta especie, además de un grabado de una cierva de grandes orejas, perfectamente definida.

Foto: Grabado de una cierva.

Los arqueólogos han localizado también porciones de dos figuras animales más aún sin identificar, así como otras líneas que hacen pensar que en el futuro podrían hallarse nuevas representaciones ya que hasta el momento tan sólo ha sido examinada una de las paredes de esta gran cueva de cerca de veinte metros de diámetro.

Estos hallazgos, de época magdaleniense, han sido presentados hoy en una rueda de prensa por el miembro del grupo de espeleología Antxieta Jakintza Taldea autor del descubrimiento, Javier Lazkano, así como por los arqueólogos de la UPV/EHU Álvaro Arrizabalaga, María José Iriarte y Blanca Ochoa, quienes han estado acompañados por la directora de Cultura, María José Tellería (abajo).


Se da la circunstancia de que tanto Arbil V como Aitzbitarte IV son cuevas conocidas y catalogadas desde hace años sin que hasta ahora se hubieran encontrado estas representaciones. En ambas existen algunos tramos que no han sido examinados por lo que con toda probabilidad podrían producirse nuevos hallazgos.

Según ha explicado hoy el arqueólogo Álvaro Arrizabalaga, el descubrimiento ahora de estas figuras se debe al renovado interés por el arte parietal y a las nuevas referencias con las que se están enfocando las nuevas investigaciones, ya que en los últimos tiempos se ha pasado «de mirar al suelo» para encontrar restos arqueológicos a «mirar a las paredes» para buscar arte.
Los expertos han aclarado que, en esta línea, las cuevas del País Vasco tienen «mucho potencial» para nuevos descubrimientos, aunque se trate de grutas conocidas, porque en la vecina Cantabria cuentan con más de un centenar de grutas con arte paleolítico, al igual que sucede en Asturias.

Foto: Vista general del monte Arbil de Deba, en cuyos dominios se encuentra la cueva Arbil V, en la que han aparecido varios grabados prehistóricos. (Jabi León)

No obstante, según los especialistas, los nuevos descubrimientos serán, con mayor probabilidad, de grabados y no tanto de pinturas, pues estas últimas son más fáciles de ver a simple vista, mientras que localizar los primeros resulta más difícil y, en ocasiones, es necesario aplicar técnicas de iluminación e incluso programas informáticos.

Blanca Ochoa ha precisado además que todos los descubrimientos son importantes porque, aunque inicialmente pueden aparecer relativamente pocas figuras, en un examen posterior suelen ser descubiertas muchas más, como ocurrió en el caso de Danbolinzulo de Zestoa, donde en un primer momento se apreció una media docena de figuras y en la actualidad ya se han catalogado más de 25.

Fuente: ABC.es | 18 de julio de 2017
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Gipuzkoa, la autopista prehistórica que unió Europa con la península

Hace entre 10.000 y 15.000 años, en pleno período Magdaleniense, el actual territorio de Guipúzcoa actuó como una suerte de "autopista prehistórica" que, según creen los expertos, conectó el contiene europeo con la Península Ibérica y permitió el paso de los humanos paleolíticos hacia Atapuerca.
Los descubrimientos realizados en la última década, en los que el número de cuevas con arte rupestre en Guipúzcoa han pasado de dos a once, han permitido dibujar sobre el mapa un corredor por el que hace miles de años nuestros antepasados transitaron entre los Pirineos y el valle del Ebro o la meseta norte.

El recorrido que configura la unión de los yacimientos de Aitzbitarte (Errenteria); Altxerri (Aia); Danbolinzulo y Erlaitz (Zestoa); Ekain y Astigarraga (Deba), y Lezetxiki (Arrasate), configura un corredor compartido en muchas partes por la actual autopista AP-8, a través del que, en opinión de los expertos, los humanos prehistóricos se adentraron en la península en busca de materias primas.

Según explica el profesor de la Universidad del País Vasco y miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Álvaro Arrizabalaga, se trata de un "nuevo modelo de estudio" que, a diferencia del anterior en el que el País Vasco se situaba como fondo del corredor Cantábrico que configuran Asturias y Cantabria, propone una distribución "multidireccional" de las personas de aquella época, así como de sus "ideas e innovaciones tecnológicas".
"Lógicamente -concreta Arrizabalaga- los seres humanos que llegaron a Atapuerca lo hicieron por algún sitio y la hipótesis más probable es que llegaran pasando por Gipuzkoa y por el corredor del río Deba, donde hay una concentración muy grande de yacimientos y de arte parietal, en la zona de Deba, Mutriku e incluso Mendaro".

"Son los yacimientos arqueológicos los que nos están definiendo que ese es el paso", precisa el experto, en cuya opinión, "lo que nuestros antepasados buscaban en el valle del Ebro era algo tan esencial" para ellos "como la materia prima con la que hacer herramientas".
"Querían las buenas fuentes de sílex que están en Treviño y en Urbasa. Y para acceder a ellas es imprescindible cruzar la divisoria de aguas y entrar en Álava", ha concretado.

Arrizabalaga, quien ha ofrecido esta explicación durante una rueda de prensa que ha ofrecido en San Sebastián para dar a conocer unos grabados paleolíticos encontrados en la cueva de Arbil V, en Deba, ha señalado que el fenómeno de la búsqueda de materias primas se observa también en el otro lado de los Pirineos, "en el País Vasco francés donde pasa exactamente lo mismo", según ha comentado.
"Hay una distribución del flujo de las poblaciones que se estrecha mucho para cruzar el Bidasoa pero luego, una vez que entran en Iparralde se distribuyen por el pie de monte de los Pirineos, la depresión aquitana y el valle del Garona", ha descrito el arqueólogo.

La Cueva Negra (Murcia) se consolida "como un yacimiento clave a nivel mundial para el estudios de los primeros homínidos"

Foto: Yacimiento Cueva Negra (Murcia)

El responsable del área de Cultura en el consistorio caravaqueño ha puesto de relieve "la trascendencia de la Cueva Negra como yacimiento clave para el conocimiento de la evolución humana" y ha elogiado el trabajo que desarrolla la Asociación Murciana para el estudio de la Paleoantropología y el Cuaternario, Mupantquat, que mantiene un convenio de colaboración con el ayuntamiento de Caravaca para su estudio, puesta en valor y difusión científica internacional.
Igualmente ha pedido la colaboración por parte de otras instituciones y administraciones para que este yacimiento, que ha sido visitado por más de medio centenar de personas en su jornada de puertas abiertas, sea cada vez más conocido en el campo de la paleoantropología.

El equipo de la asociación Mupantquat y de la Universidad de Murcia desplazado a la cueva, junto a voluntarios de universidades de Estados Unidos, Australia, Reino Unido y Portugal, ha continuado con la investigación de la evidencia de empleo del fuego por el hombre antiguo, detectada por primera vez en 2011, siendo la más antigua de las encontradas en yacimientos paleolíticos europeos.
En la campaña de 2017 se han hallado importantes restos de fauna y sílex afectados por la combustión, así como numerosos restos de fauna extinta, como un gran fragmento de tróclea humeral de un bisonte y una gran pieza dentaria de un rinoceronte, según informan fuentes municipales.
Entre los restos aparecidos este año, el director de la excavación, Michael J. Walker (izquierda), ha destacado una "variada industria lítica, que muestra un tratamiento y procesado del material muy llamativo y avanzado para la época tan antigua en que fue frecuentado el abrigo".

Asimismo, los diferentes tipos de materia prima nos indican un profundo conocimiento del paisaje que rodea la cueva. En cuanto a los restos de fauna, aparecen numerosos restos de micromamíferos y también restos de grandes mamíferos de los que se pueden extraer conclusiones sobre los modos de vida y subsistencia del ser humano de tan remota época.

En definitiva, tal y como ha resaltado el profesor Walker, la excavación sistemática de "la Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar sigue aportando numerosa información sobre el comportamiento de los primeros homínidos". "Continuamos, con gran ímpetu e ilusión, investigando para comprender y poder responder a las numerosas incógnitas que plantea el origen del ser humano, y para ello nos superamos campaña a campaña, avanzando junto a la metodología arqueológica de investigación del Paleolítico", ha acentuado el profesor.


EL YACIMIENTO

La Cueva Negra del Estrecho del Río Quípar tiene entre 900.000 y 800.000 años de antigüedad, que corresponde al final del Pleistoceno Antiguo, o Inferior. Fue frecuentada por seres humanos que dejaron huellas de su presencia en forma de restos del fuego y un hacha de mano, siendo ambos los más antiguos de Europa, además de otros útiles paleolíticos menores y abundantes restos de fauna. Los seres humanos antiguos probablemente pertenecieron a la especie extinta de Homo heidelbergensis, que habitaba Europa hace entre 900.000 y 150.000 años en el Pleistoceno, y fue especie ancestral del Hombre de Neandertal u Homo neanderthalensis, que vivió entre 150.000 y 40.000 años en Europa.

Fuente: 20minutos.es | 18 de julio de 2017