Descubren grabados en una piedra de 5.000 años de antigüedad en Irán

En un reciente descubrimiento, un equipo de arqueólogos encontró grabados en una piedra de 5.000 años de antigüedad en la provincia central de Isfahan, en Irán.

Las antiguas artesanías rupestres se han descubierto en las cercanías de las ciudades de Shahinshahr y Meymeh, cerca de lo que parecen ser antiguas rutas de comunicación económica y cultural.
Según un informe de lengua persa de la Agencia de Noticias Mehr, el Director General de Patrimonio Cultural de Isfahán, el Departamento de Artesanía y Turismo, Fereydoun Alahyari, aseveró que un equipo de arqueólogos llegó al sitio cuando estaban de visita en la ciudad de Meymeh.
“El equipo también logró descubrir una antigua colina perteneciente al Imperio Sasánida, así como una zona minera en la misma región perteneciente a la dinastía Samánida, agregó Alahyari.

“También se han descubierto varias tumbas antiguas que pertenecen a tiempos preislámicos”, señaló.

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Además recalcó que las investigaciones arqueológicas iniciales muestran que estas tallas conocidas como Negarkand pertenecen al tercer milenio a.C., es decir, hace unos 5.000 años.
“La gente que grabó estos carteles en muros rocosos vivió en la era de la civilización y grabó varios signos a través de comunicaciones comerciales con sus centros circundantes”, agregó.

Cabe mencionar que otro funcionario del Departamento de Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo de Isfahan dijo que los grabados en las rocas se encuentran entre los primeros indicadores de la comunicación no verbal e intuitiva de los seres humanos desde la prehistoria.

Fuente: ifpnews.com | 17 de enero de 2018

Excavaciones en la isla de Keros (Grecia) revelan una arquitectura monumental y sofisticación tecnológica en la Edad de Bronce Cicládica

Excavaciones en marcha en Dhaskalio, frente a Keros. Proyecto Michael Boyd / Cambridge Keros

Nuevas excavaciones en la remota isla griega de Keros han revelado evidencia de hazañas espectaculares de ingeniería y obras arquitectónicas monumentales que, según los investigadores, lo convierten en uno de los sitios arqueológicos más impresionantes del Egeo.

La isla cuenta con un promontorio rocoso natural, en forma de pirámide, conocido como el promontorio de Dhaskalio, que está cubierto de construcciones «notables». Hace unos 4.500 años, constructores expertos tallaron enormes paredes de terrazas en la roca natural, por lo que el promontorio se parece a una pirámide escalonada hecha por el hombre.

Ubicación de Keros, al sur de Naxos, Islas Cícladas, Grecia.

En las superficies planas creadas por las terrazas, construyeron impresionantes y relucientes estructuras con alrededor de mil toneladas de piedra, minuciosamente importadas de la isla de Naxos.

Y escondidos debajo de la rocosa «pirámide», los arqueólogos encontraron una compleja red de túneles de drenaje, que son anteriores a la avanzada instalación de fontanería del palacio micénico en Knossos por mil años. No está claro en este momento, si este sistema fue diseñado para aguas residuales o agua dulce.

Impresionante molde para metalurgia encontrado en el sitio arqueológico. Crédito: Universidad de Cambridge

Además, descubrieron evidencias de trabajos avanzados de metales, incluidos dos talleres, un hacha de plomo y fragmentos de equipos de trabajo de metales.

Foto: restos de enormes muros adosados. 

El promontorio de Dhaksalio es ahora esencialmente un pequeño islote debido al aumento del nivel del mar. Sin embargo, hace 4.500 años se adjuntó a través de una estrecha calzada a Keros, que, según investigaciones anteriores, era un santuario marítimo, centro de poder y destino de peregrinación donde se llevaban a cabo rituales misteriosos con objetos de mármol rotos.

La isla, una vez parte de la llamada civilización cicládica, es conocida por sus miles de extrañas estatuas de mármol de cara plana, que inspiraron el trabajo de artistas como Pablo Picasso y Henry Moore.

Según Colin Renfrew (izquierda), de la Universidad de Cambridge, que fue codirector de la excavación, Dhaksalio «se convirtió en el centro de atención porque formaba el mejor puerto natural de Keros y tenía una excelente vista del norte, sur y oeste del mar Egeo.».

Dhaskalio es ahora un sitio desierto y protegido, pero hace 4.500 años estaba densamente poblado. Sin embargo, la evidencia sugiere que era poco probable que hubiera sido autosuficiente, lo que significa que el mantenimiento del acuerdo habría requerido un gran esfuerzo comunitario. La comida, la piedra y el mineral para la metalurgia deberían importarse.

«Lo que estamos viendo aquí con el trabajo del metal y de otras maneras es el comienzo de la urbanización: centralización, es decir, el dibujo de comunidades remotas en redes centradas en el sitio, la intensificación en la producción artesanal o agrícola, el engrandecimiento en la arquitectura y la gradual subsumiendo los aspectos rituales del santuario dentro de la operación del sitio», dijo Michael Boyd (derecha) de la Universidad de Cambridge, codirector de la excavación.

«Esto nos da una idea clara del cambio social en Dhaskalio, desde los primeros días en que las actividades se centraban en las prácticas rituales en el santuario hasta el creciente poder de Dhaskalio en sus años intermedios», dijo.

El estudio científico ha sido publicado en el sitio web de la Universidad de Cambridge.

La isla de las montañas sagradas: Gran Canaria a través de la huella de los antiguos

El sol se pone tras el Roque Bentayga, uno de los lugares sagrados de los antiguos canarios.

Un yacimiento arqueológico cada kilómetro cuadrado. Algunos impresionantes poblados de casas de piedra; cuevas pintadas con complicados motivos geométricos o imponentes graneros colectivos excavados en las laderas de montañas inaccesibles. Otros son sencillos rastros de los hombres y mujeres que habitaban en la isla antes de que la llegada de los europeos acabara con su forma de vida e impusiera las reglas de la sociedad occidental de hace 500 años. Algunos de estos ecos del pasado aparecen ante el viajero casi por casualidad: como las Casas de Punta Mujeres (Paseo de Meloneras, sn), seis estructuras de piedra que responden a los esquemas típicos de los asentamientos costeros de aquel periodo y que se encuentra en uno de los paseos turísticos más concurridos de la isla –junto al emblemático Faro de Maspalomas- y que ha sido habilitado para la visita con paneles informativos y pasarelas.

Otro lugar que está casi a pie de playa es la Cañada de los Gatos (La Puntilla sn -Playa de Mogán-; Tel: (+34) 638 810 621; Ver Horarios ; e-mail: cañadadelosgatos@arqueocanaria.com) pero en esta ocasión nos topamos con una pequeña aldea de una docena de casas, corralones y muros que extiende su influencia barranco arriba a través de viejas cuevas excavadas y hasta un pequeño cementerio con más de trece siglos a cuestas. Un espectáculo para los amantes de la arqueología y la historia.


Y así con los 1.500 kilómetros cuadrados que nos restan de isla. Porque una de las señas de esa cultura única es que logró imponerse a las dificultades y ocupar hasta el último rincón de una isla que, según las crónicas de la conquista, era fértil, verde, generosa… El cuándo parece ser en torno al cambio de era y el dónde el norte de África . Lo que sigue siendo un misterio es porqué y cómo: algunos hablan de tribus díscolas deportadas desde el norte africano para evitar más problemas a los romanos; otros hablan de una colonización mediterránea vinculada a la explotación de materias primas de grandes imperios como el fenicio, el cartaginés o el romano. Quizás algún día lo sepamos. Hoy nos quedan esos rastros que, como decíamos, aparecen casi de la nada detrás de cualquier curva.

Visitantes en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria.

Si sólo te gusta la playa y el sol, pues allá tú. Ahí tienes algunas de las mejores del mundo con garantía de sol y aguas tibias durante todo el año. Pero si eres de los que gustan volver a casa con algo del lugar que visitaste, agradecerás ese rompecabezas de curvas, montes, pueblos y sabores que es Gran Canaria. Un continente en miniatura, dicen. Y no es una exageración. Pero a lo que íbamos. El patrimonio histórico, cultural y etnográfico de la isla es brutal . Y una de sus manifestaciones más auténticas es la que sacó a la luz los últimos ciento y pico años de Arqueología. Una buena manera de ver que esto no es cosa de los últimos años es visitar el Museo Canario (Dr Verneau, 2 –Las Palmas de Gran Canaria-; Tel: (+34) 928 336 800; Ver Horario ), un museo en sí mismo que recuerda a los gabinetes de curiosidades del siglo XIX (fue fundado en 1879) y en el que se mezclan la exposición de objetos (arqueológicos)en sus salas más antiguas y la didáctica, en las más modernas. Es una buena manera de aproximarse al universo de los antiguos canarios antes de iniciar la exploración de la isla y un buen complemento a la visita del barrio colonial de Vegueta ( VER GUÍA DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA ).

Cenobio de Valerón, granero colectivo prehispánico en la isla de Gran Canaria VIAJAR AHORA / GRAN CANARIA

Uno de los puntos fuertes del legado arqueológico de Gran Canaria es que permite explorar casi todos los aspectos de la vida cotidiana de las mujeres y hombres que vivieron en la isla hasta la llegada de los europeos: desde los modos de producción al pensamiento simbólico y religioso pasando por la muerte o el poder. Y son pocos los lugares que pueden presumir de esto. Un ejemplo claro es el Cenobio de Valerón (Cuesta de Silva, sn –Santa María de Guía-; Tel: (+34) 618 607 896; E-mail: museosyarqueologia@arqueocanaria.com; Ver Horarios ) un inmenso granero colectivo excavado en la ladera de una montaña en la que se horadaron unas 300 pequeñas cámaras independientes que servían para guardar el grano. Este yacimiento, que es de los más espectaculares de la isla, nos habla de dos realidades: la primera es una economía fundamentada en la agricultura intensiva en la que la cebada y el trigo eran los elementos centrales del sistema económico. Y la segunda es la división social en clanes familiares y clases sociales.

Sala policromada de la Cueva Pintada de Gáldar. Cabildo de Gran Canaria MUSEO Y PARQUE ARQUEOLÓGICO CUEVA PINTADA / GRAN CANARIA

Otro punto fundamental para entender el día a día de aquellos hombres y mujeres es el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Audiencia, 2 –Gáldar-; Tel: (+34) 928 895 489; Ver Horarios) un milagro que se conservó bajo las terrazas de cultivo de la ciudad de Gáldar hasta que a finales del XIX un agujero fortuito abrió un hueco hacia la pequeña cueva pintada decorada con motivos geométricos. Tuvieron que pasar más de 100 años para que los arqueólogos pudieran echarle mano a los alrededores de la cueva y lo que apareció superó todas las expectativas. Debajo de las plataneras se conservó una buena parte del Gáldar prehispánico; varias decenas de casas de piedra ordenadas en andenes y organizadas en torno a la Cueva Pintada que suponen una superposición de dos mundos: el del día a día, que se manifiesta a través de las casas y el simbólico-religioso que representa la cueva. Y alrededor de todo, un moderno museo centrado en ofrecer una explicación sobre conjunto y, de paso, dar bastantes claves sobre la sociedad prehispánica y el proceso de conquista y aculturación de la sociedad isleña. Este es uno de los lugares que hay que visitar sí o sí si viajas a Gran Canaria y tienes mínimas inquietudes culturales.

Estructuras en la cima de la Fortaleza de Ansite. Cabildo de Gran Canaria.

Otro lugar similar a la Cueva Pintada se encuentra en la Caldera de Tirajana a los pies de la Fortaleza de Ansite un lugar especial para el imaginario insular ya que la tradición sitúa aquí los últimos episodios de la conquista castellana en abril de 1483. En lo alto de la fortaleza, un impresionante ‘cuchillo’ de piedra que se eleva sobre el Barranco de Tirajana coronado con curiosas estructuras de piedra que se han identificado como un templo de los antiguos canarios. En las paredes de este imponente muro de piedra natural, los canarios excavaron cuevas, construyeron andenes y pasadizos en una verdadera ciudad vertical. También enterraron a sus muertos en cuevas y hendiduras y construyeron sus típicas casas de piedra en la explanada que da acceso a la ‘Fortaleza’, un espacio que fue alterado con paredes, andenes y terrazas para el cultivo. El Centro de Interpretación de la Fortaleza (Hoya del Rábano, sn; Tel: (+34) 928 79 85 80; Horario MD 10.00 – 17.00; E-mail: info@lafortaleza.es) ofrece muy buena información sobre el yacimiento y visitas guiadas de enorme calidad.

El Roque Nublo desde el Almogarén del Bentayga.

Las montañas sagradas
La Fortaleza es sólo la punta de un iceberg gigantesco que ha puesto a la isla en el podio de la arqueoastronomía mundial y a las puertas de lograr su primer Patrimonio Mundial de la Unesco. Por toda la isla se reparten lugares sagrados de montaña en los que los antiguos canarios y canarias determinaron el paso de las estaciones a través del tránsito del sol por el firmamento. Muy cerca de Tirajana se encuentra Cuatro Puertas (Acceso GC-100 –Cuatro Puertas-; Tel: (+34) 928 139 050) una enorme cámara excavada en la cima norte de una montaña que sólo deja pasar los rayos del sol en su interior en el atardecer del solsticio de verano. Justo encima hay una curiosa estructura que también se ha vinculado al movimiento del sol y su salida y a espaldas de la gran sala un pequeño poblado de cuevas artificiales con símbolos púbicos que aluden a rituales de fertilidad. Como decíamos, hay otros marcadores estacionales en la isla. El llamado Almogarén del Bentayga (Acceso: GC-671 desde GC-60; Tel: (+34) 928 474 851; Horario: L V 10.00 - 16:00; S y D 10.00 – 18.00) marca los equinoccios (primavera y otoño) y en otros lugares como la Monataña de Tauro o los Llanos de Gamona viejas estructuras canarias se alinean con la cima del Teide para determinar el solsticio de verano al atardecer. Todo un espectáculo.

Interior de la Cueva C-6 de Risco Caído, en Arterana. CABILDO DE GRAN CANARIA

Pero la joya de la corona es Risco Caído (Tel: (+34) 928 666 102; E-mail: artenaraturismo@gmail.com; Ver régimen de visitas ) un conjunto de cuevas excavadas de las que destaca la número seis, que cuenta con una abertura por la que entra el sol en el periodo comprendido entre los dos equinoccios proyectando la luz solar sobre paredes cuajadas de símbolos que van marcando el paso de tiempo entre el inicio de la Primavera y la llegada del Otoño, justo el periodo en el que se produce la época de recogida y almacenamiento de los productos agrícolas. Son seis meses de abundancia y los símbolos de la cueva número seis están relacionados con la fecundidad; con la vida. Vida y muerte. Los ciclos agrícolas que fluctúan entre los tiempos de abundancia y escasez que tienen su reflejo en el bienestar o la hambruna. No es extraño que aquellos hombres y mujeres vieran en el tránsito de los astros el reflejo de lo divino y que vincularan el sol a sus rituales de vida y muerte.

Momia del Museo Canario.

Una devoción por los ciclos que también tuvo su reflejo en algunos de los cementerios que los canarios construyeron a lo largo y ancho de la isla. El ejemplo paradigmático es la Necrópolis de Arteara (Arteara, sn –acceso por GC-60-; Tel: (+34) 638 810 591; E-mail: necropolisdearteara@arqueocanaria.com ; Ver Horarios) un extenso depósito de piedras producto del derrumbe de una montaña que los primeros pobladores de la isla convirtieron en cementerio cavando cistas y levantando túmulos de piedra. Uno de los túmulos más grandes, llamado Tumba del Rey, se alinea a la perfección con la salida del sol y un hueco de la vecina Montaña de Amurga cada equinoccio. Y el Túmulo de la Guancha (Calle La Guancha –El Agujero, Gáldar-), una de las estructuras funerarias más complejas de la isla –vinculada tradicionalmente con la antigua familia gobernante de Gáldar, los Guanartemes- se alinea con el pico de la montaña de Gáldar y la salida del sol en el solsticio de invierno.

Maipes de Agaete, uno de los cementerios prehispánicos mejor conservados de Gran Canaria. VIAJAR AHORA / GRAN CANARIA

Pero para comprender el fenómeno de la muerte para los antiguos canarios hay que ir al Valle de Agaete. Como en otros espacios de la isla, los canarios eligieron un terreno baldío e inútil para la agricultura para construir su cementerio; esta vez en un campo de escorias volcánicas. El Maipés de Agaete (Calle Chapín, sn; Tel: (+34) 928 171 777; E-mail: museosyarqueologia@arqueocanaria.com ; Ver Horarios ) es uno de esos lugares que impresionan. Mimetizadas con el entorno hay hasta 700 túmulos funerarios construido siguiendo un complicado sistema de relaciones que los expertos creen tiene relación con los vínculos familiares de los difuntos. En el yacimiento, que ha sido perfectamente habilitado para la visita, también hay un completísimo centro de interpretación que no sólo explica el propio Maipés sino que hace un repaso riguroso pero sencillo de las costumbres funerarias de aquel pueblo que llenó la isla de huellas.

Barrio de casas cueva en Guayadeque.

OTROS YACIMIENTOS INTERESANTES

Grabados rupestres de Los Letreros .- Acceso a pie desde GC-140 –Barranco de Balos- En un afloramiento basáltico de unos 600 metros de longitud se practicaron gran cantidad de grabados rupestres con ejemplos de motivos antropomorfos, geométricos y textos en alfabeto líbico bereber.

Poblado de Tufia .- Acceso Carretera de Tufia desde GC-1. Este pequeño poblado se sitúa en un roquedo sobre el mar en la costa Este de la isla. Hay varias casas de piedra seca y grandes recintos cerrados por muros que se han identificado como plaza de reuniones y celebraciones. En la costa hay varios charcos artificiales para la pesca y cazoletas de uso ritual. El actual pueblo de Tufia es uno de los enclaves más singulares de la isla.

Casas de La Garita .- Paseo Marítimo de La Garita. Se trata de una casa canaria prehispánica típica a orillas del mar.

Barranco de Guayadeque .- Más allá de su interés como espacio natural único, Guayadeque es una de las muestras más interesantes de la pervivencia de viejas costumbres y modelos de vida desde antes de la conquista a nuestros días. A la entrada del barranco hay un pequeño centro de interpretación (Carretera de Guayadeque sn –GC-104-; Tel: (+34) 928 172 026) que explica las peculiares condiciones ecológicas y culturales del lugar y, cómo no, su impresionante legado arqueológico. Un patrimonio vivo ya que es uno de los pocos lugares dónde aún hay casas cuevas habitadas.

Homenaje a José Antonio Lasheras

Arqueólogo, investigador, museólogo innovador José Antonio Lasheras fue director del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira desde 1991 hasta el día de su fallecimiento. Con este documental realizado por José Luis López Linares para Morena Films y en el que el propio José Antonio habla de la cueva de Altamira, de su descubridor y de lo que hoy ya todos califican como el descubrimiento del Primer Arte de la Humanidad, los que fueran sus compañer@s en el Museo de Altamira quieren rendirle, una vez más, un merecido homenaje.

Porque José Antonio aquel fatídico día de 26 de febrero de 2016 no se fue;  su vitalidad y su entusiasmo se quedaron para siempre en su País de Altamira.

Descubren en México el sitio arqueológico bajo el agua más grande del mundo

Exploradores en el sistema Sac Actún, en Tulum. H. MEYRL (PROYECTO GAM)

Uno de los rincones del inframundo maya ha salido a la luz. El mayor sistema de cuevas inundadas del que se tenga registro ha sido descubierto en Tulum, en la Riviera Maya de México. Un grupo de exploradores del proyecto Gran Acuífero Maya ha hallado que los sistemas de Sac Actún y de Dos Ojos están conectados, lo cual ha abierto un nuevo pasadizo en un laberinto subterráneo que mide alrededor de 347 kilómetros.

Los investigadores encontraron cientos de objetos arqueológicos que dan visos de los primeros pobladores de América, la cultura maya y de animales extintos. "Esta inmensa cueva representa el sitio arqueológico sumergido más importante del mundo", asegura Guillermo de Anda (izquierda), especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y director de la investigación.

Los cenotes (del maya dzonoot), como se conoce en México a los inmensos hundimientos acuíferos u ojos de agua, ocupaban un lugar central en la cosmogonía maya, explica De Anda. Eran el inframundo y el tercer nivel del universo maya, después del cielo y la tierra, pero sin una connotación negativa como el infierno del cristianismo.

"Es una región muy poderosa, mágica, donde reina lo sobrenatural, donde habitaban los dioses y las deidades, donde convive lo bueno y lo malo, y era también de donde surgían los hombres", relata el investigador. Los cenotes, eran en palabras de De Anda, el escenario principal del mito de la creación de esa civilización, que se extendió desde el sureste de México hasta Honduras y El Salvador.


Los hallazgos de la investigación dan cuenta de ese sentido místico. Se encontraron restos de vasijas de cerámica maya, objetos que datan de la época de la Colonia y contextos funerarios o sacrificiales, que los investigadores aún analizan. Había también restos humanos y de una gran cantidad de animales como elefantes, perezosos gigantes, osos, tigres y caballos antiguos. "Es un túnel del tiempo, que nos trasporta en algunos casos a entre 12.000 y 10.000 años atrás", señala De Anda. El difícil acceso a los cenotes ha ayudado a que los materiales arqueológicos se conserven en condiciones óptimas para su estudio, sin alteraciones ni desgaste por el contacto de los hombres.

Los investigadores del Gran Acuífero Maya han necesitado 10 meses para descifrar la conexión entre ambos sistemas de cuevas inundadas, lo que han descrito como una “intensa” temporada de trabajo que comenzó en marzo del año pasado. Algunos miembros del equipo, como el buzo jefe Robert Schmittner (izquierda), han pasado más de 20 años recorriendo las galerías bajo el agua y 14 años buscando la conexión entre las grandes cavernas.

"Habíamos estado muy cerca antes, en alguna ocasión nos quedamos a un metro de conectar ambos sistemas", comenta Schmittner. "Era como recorrer las venas de un cuerpo, un laberinto de caminos que se unían y se separaban y teníamos que ser muy cuidadosos", agrega el buzo sobre los pasajes de agua, que en algunos casos solo tenían un metro de profundidad y en las partes más hondas alcanzan los 120 metros bajo tierra.


Los exploradores han realizado el hallazgo el pasado 10 de enero y, al estar unidos, el "nuevo" sistema ha adoptado el nombre de Sac Actún (del maya cueva blanca), el más grande de los dos y el sistema Dos Ojos ha dejado de existir. Sac Actún era hasta hace un par de días el segundo mayor sistema de cenotes, detrás de Ox Bel Ha, que se traduce al español como tres caminos de agua, mide unos 270 kilómetros y también se encuentra en la Riviera Maya.

Pese al hallazgo, los investigadores continúan la titánica labor de encontrar las conexiones de Sac Actún con otros dos grandes sistemas subterráneos. Se calcula que tan solo en el norte de Quintana Roo, en península de Yucatán, hay 1.400 kilómetros subterráneos de agua dulce, repartidos en 358 sistemas, de acuerdo con la encuesta espeleológica del sureño estado mexicano. Los próximos pasos del grupo de trabajo incluirán el análisis del agua subterránea y el estudio de la diversidad, así como la adopción de medidas que ayuden a conservar el sitio.


Fuente: elpais.com | 17 de enero de 2018

La cueva escondida de los trepanadores del pelo rojo

Los investigadores inspeccionan la cueva de Biniadrís, en la isla de Menorca. PROYECTO BINIADRÍS

La arqueóloga Eva Alarcón (izquierda) recuerda perfectamente el día del verano de 2015 en el que entró por primera vez a aquel rincón olvidado durante milenios. “Sentí escalofríos”, rememora. La investigadora se había encaramado a la pared de un barranco, a 16 metros del suelo. Allí, en una cueva prácticamente inaccesible de apenas 10 metros cuadrados, había multitud de cráneos humanos cubiertos por una capa de lodo. Algunos de ellos mostraban un orificio perfecto: habían sido trepanados. “Es emocionante pensar que estás en un lugar donde parece que el tiempo se detuvo hace 3.000 años”, relata.

Alarcón es la codirectora de las excavaciones en la cueva de Biniadrís, descubierta en 2013 en la isla de Menorca. Su equipo ha identificado huesos de alrededor de un centenar de personas, según sus cálculos preliminares. La gruta, explica, se usó desde hace unos 3.300 años hasta hace unos 2.600 como un lugar de enterramiento, “un espacio sagrado” en el que se llevaban a cabo enigmáticos rituales funerarios.


Cráneos apiñados en el interior de la cueva de Biniadrís (Menorca). PROYECTO BINIADRÍS

“No sabemos cómo llevaban los cadáveres hasta la cueva. Parece que los envolvían en una especie de sudario de lino y los transportaban a la espalda”, señala. “Colocaban el cadáver en el centro de la cueva, espolvoreaban ocre rojo por encima y lo dejaban allí, hasta que había que hacer sitio para otro cadáver. Entonces, apiñaban los restos antiguos en los laterales de la cueva”, detalla la arqueóloga, de la Universidad de Granada.

Alarcón muestra fotografías de uno de los hallazgos más impactantes de Biniadrís: mechones perfectamente conservados de pelo coloreado por el ocre. “A las personas que morían les cortaban un mechón y lo metían en un tubito, de cuero, de madera o de otro material”, describe. En las tapas de estos recipientes, elaboradas con hueso, grababan series de círculos concéntricos casi perfectos (izquierda). Es imposible saber qué significaban estas ceremonias para ellos. En la misma época, los asirios alababan a Enki, el dios del agua dulce; y los egipcios adoraban a Osiris. Como otras miles de creencias que fueron la verdad revelada y motivo de guerras para generaciones enteras de seres humanos, hoy ya no significan nada.

El equipo de la arqueóloga acaba de publicar los primeros resultados de sus investigaciones en la revista especializada Quaternary International. En Biniadrís han aparecido también botones de hueso, similares a los de una trenca actual, que indican que los cadáveres estaban vestidos. “Los botones eran piezas de artesanía, que quizá pasaban de generación en generación”, apunta el arqueólogo Manuel Altamirano (derecha), también de la Universidad de Granada.

En su estudio, el grupo de Alarcón describe cinco cráneos trepanados, con agujeros prácticamente perfectos. En algunos de ellos apenas cabe un lápiz, pero otros orificios llegan a los tres centímetros. Sus rebordes indican que el hueso se regeneró tras la operación. Los individuos siguieron viviendo.

“La trepanación era una operación médica habitual desde el Neolítico para aliviar la presión de las meninges, ante fuertes dolores de cabeza”, explica la arqueóloga Marta Díaz-Zorita (izquierda). Esta especialista de la Universidad de Tubinga (Alemania) lleva a cabo las investigaciones antropológicas de los restos hallados en Biniadrís, pertenecientes a la cultura talayótica, la Edad del Bronce de Menorca. “Las trepanaciones eran realizadas por personas que tenían un cierto conocimiento. Hacían los agujeros por abrasión, con una herramienta de piedra, como una lija, y luego con una punta. Tendrían algún tipo de analgésico para evitar el dolor”, especula.

La cueva de Biniadrís es la última sorpresa del territorio funerario de Calescoves, en el término municipal de Alaior, donde desde la década de 1990 se han encontrado otras cavidades con inhumaciones similares, como las de Es Mussol, Es Càrritx y Es Pas. Pero, incluso en este marco extraordinario, Biniadrís es “excepcional” por la calidad de sus restos, según Díaz-Zorita. Las excavaciones, financiadas por la Fundació Rubió i Tudurí y el Consell Insular, continuarán el próximo verano. La cueva todavía esconde mucha información sobre los trepanadores del pelo rojo.

Calescoves es una zona arqueológica ubicada en el municipio de Alaior. Se accede desde la carretera de Maó a Cala en Porter, a través del desvío hacia el camino rural de Biniadrís.

CAMINO DE SER PATRIMONIO MUNDIAL

La cueva de Biniadrís es la última joya de la Menorca talayótica, una cultura presente en más de 1.500 yacimientos en apenas 700 kilómetros cuadrados de isla, según las cifras del Consell Insular. La institución ha promovido en los últimos años la candidatura de una selección de estos lugares arqueológicos a entrar en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco. Sin embargo, tras un informe del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios que recomendaba reformular la propuesta, el Consell Insular anunció en mayo que retrasaba la candidatura. El documento reconocía el potencial de la Menorca talayótica, pero alertaba de algunas faltas, como pintadas y vegetación en algunos yacimientos.

Fuente:elpais.com | 17 de enero de 2018