Evidencia de cirugía veterinaria hace más de 5.000 años

Reconstrucción en 3D del cráneo de una vaca que muestra, externa e internamente, un orificio producido por una trepanación. La barra de la izquierda corresponde a 10 cm. Fotografía: Fernando Ramirez Rozzi.

Un cráneo de vaca de la Edad de Piedra con un agujero del tamaño de una galleta ha sido reconocido por primera vez por los arqueólogos, quienes afirman que tal corte es la evidencia más temprana de un intento veterinario o de experimentación con animales.
Cráneos humanos de todo el mundo, que datan de hace casi 10.000 años, han sido hallados con agujeros muy similares, lo que evidencia, según los expertos, la práctica de una cirugía craneal llamada trepanación, consistente en raspar o perforar una sección del cráneo para formar una abertura.
Sin embargo, el cráneo de vaca horadado tiene una datación de al menos 5.000 años, y fue encontrado en el enclave neolítico de Champ-Durand, en Francia, constituyéndose en el primer ejemplo de dicha cirugía en un animal.
"He analizado muchos, muchos cráneos humanos perforados, todos del período Neolítico, y todos muestran la misma técnica, y se puede observar que en el cráneo de la vaca se aplicó del mismo modo", dijo Fernando Ramírez Rozzi (izquierda), primer autor de la investigación del Centro Nacional Francés de Investigación Científica en París.
Mientras que la eliminación de una zona del cráneo es una técnica utilizada a veces en la medicina moderna para controlar la presión interna como consecuencia de sufrir una lesión en la cabeza que causa sangrado en el cerebro, o inflamación del mismo, el propósito precursor de la trepanación ha sido muy debatido, considerando algunos que fue utilizado como un intento de intervención médica, y otros como parte de algún tipo de ritual.

Este cráneo de vaca es el primer ejemplo claro de trepanación en un animal, pues, aunque en 1948 se informó del hallazgo de un cráneo de jabalí con un agujero, aparentemente realizado mediante cirugía craneal, Ramirez Rozzi dice que no está claro qué antigüedad tenía.

Ramirez Rozzi y su coautor Alain Froment (derecha) dicen en la revista Scientific Reports que descartaron la conclusión previa de que el agujero en el cráneo de la vaca -que mide alrededor de 6,4 cm por 4.7 cm- se haya producido como consecuencia de una violenta pelea con otra vaca, ya que no se observan signos de fracturas o hueso astillado. Tampoco hay señales de que fuera el resultado de una enfermedad infecciosa o un tumor.
Un examen cuidadoso mostró que el agujero tenía el mismo tipo de marcas de raspado que se ven en los cráneos humanos que han sufrido una trepanación. El equipo también descubrió que no había señales de que el agujero hubiera comenzado a sanar en su momento, lo que sugiere que se hizo cuando la vaca estaba moribunda o ya había muerto.

Los investigadores dicen que no está claro por qué se hizo el agujero, pero hay dos teorías principales: los humanos de la Edad de Piedra estaban perfeccionando sus habilidades para hacer semejantes agujeros en las cabezas de sus compañeros; o bien es la evidencia más temprana de algún tipo de procedimiento veterinario que se llevó a cabo en un intento de salvar la vida de la vaca.


Cirugía craneal en la vaca ( a - c ) en comparación con cráneos humanos del Neolítico en Francia (d - e). La cirugía en el cráneo de la vaca no parece ser diferente de la cirugía practicada en el cráneo humano.

En el último caso, dicen los autores, la intervención probablemente habría sido una respuesta a un cambio de conducta del animal, el cual posiblemente sufría convulsiones, lo que sugiere que los humanos neolíticos habían establecido una relación entre cerebro y comportamiento.
No obstante, Ramirez Rozzi sostiene que la idea de un veterinario neolítico es la menos probable de las dos opciones: la vaca era una de tantas, y al mismo tiempo los animales se destinaban para comer. "No veo por qué iban a salvar a una vaca en medio de cientos de ellas, a no ser que fuera una vaca reproductora importante. Creo que fue principalmente una práctica que se probó en un animal antes de realizarla en seres humanos", concluye.

Fuente: theguardian.com | 19 de abril de 2019

Neandertales y Homo sapiens coexistieron menos de 1.000 años en la Región Cantábrica

Recreación de un encuentro entre un Homo neanderthalensis y un Homo sapiens. Obra realizada con acuarela y lápiz para la Cité de la Préhistoire / Ciudad de la Prehistoria, (Francia), por Benoit Clarys ©.

Neandertales y Homo sapiens coexistieron menos de 1.000 años en la Región Cantábrica, según concluye un estudio basado en fechas de radiocarbono de 13 yacimientos regionales desarrollado por investigadores del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), en colaboración con entidades nacionales e internacionales.

Esta coexistencia de menos de 1.000 años en la zona Cantábrica reduce significativamente las posibilidades de interacción entre ambos grupos y reforzaría la existencia de una causa de extinción intrínseca.

Por otro lado, el progresivo avance este-oeste del Gravetiense apuntaría más hacia un origen continental e intrusivo que hacia una evolución cultural surgida dentro de la propia región.
"La extinción de los neandertales es un hecho constatado en el registro fósil", ha explicado la responsable del Laboratorio de Bioarqueología de la UC, Ana Belén Marín-Arroyo, que ha recordado que los neandertales vivieron en Eurasia (zona geográfica que comprende Europa y Asia unidas) entre hace unos 250.000 y 39.000 años antes del presente.

Según ha señalado la investigadora, los avances metodológicos en los sistemas de datación proporcionan una mejor comprensión del momento exacto del reemplazo de unas poblaciones por otras, lo que es relevante para identificar las causas que lo motivaron.
"Hoy sabemos que este reemplazo no fue un evento único en todo el continente, sino que tuvo lugar en diferentes momentos en diferentes regiones. Por lo tanto, las condiciones locales pudieron haber jugado un papel esencial en la extinción de los neandertales", ha advertido.

La Región Cantábrica es una de las zonas europeas con mayor registro arqueológico asociado a las ultimas poblaciones neandertales y primeras de humanos modernos, aunque la mayoría de ellas no están datadas adecuadamente, según Marín, lo que dificultaba las posibilidades de interpretación.

Foto: Reconstrucción en yeso del busto del Hombre de Neandertal de La Chapelle-aux-Saints, Francia. Obra del escultor Joanny Durand, © MNHN

En la investigación llevada a cabo se han realizado 51 dataciones procedentes de 13 yacimientos arqueológicos con ocupaciones de neandertales y de primeros humanos modernos. Se dataron huesos de animales con marcas de consumo que indicaban una vinculación directa con ambas especies humanas.

Las dataciones obtenidas se integraron en un modelo bayesiano que ha permitido precisar el momento exacto de la transición entre neandertales y Homo sapiens en la zona norte de España.
Así, el Musteriense (complejo tecno-cultural de los neandertales) terminó entre hace 48-45.000 años, mientras que el Chatelperroniense (complejo tecno-cultural de transición atribuida a los últimos neandertales del occidente europeo) duró entre 42.600-41.500 años. El Musteriense y Chatelperroniense no se solaparon, lo que indica que este último podría ser intrusivo en la región.
La nueva cronología también sugiere que el Auriñaciense (complejo tecno-cultural de los primeros humanos modernos) aparece entre 43.300-40.500 años, solapándose con el Chatelperroniense, y terminó alrededor de 34.600-33.000 años en la zona occidental, después de que el Gravetiense (complejo tecno-cultural posterior al Auriñaciense) se hubiera establecido en la parte oriental.

El estudio que ha recogido estas conclusiones, 'Chronological reassessment of the Middle to Upper Paleolithic tran... firmado por Ana B. Marín-Arroyo (izquierda), Joseba Rios-Garaizar, Lawrence G. Straus, Jennifer R. Jones, Marco de la Rasilla, Manuel R. González Morales, Michael Richards, Jesús Altuna, Koro Mariezkurrena, y David Ocio, se ha realizado en colaboración con diversas instituciones.

Se trata de centros nacionales como el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), Universidad de Oviedo, Centro de Conservación de Materiales Arqueológicos de Guipúzcoa; e internacionales como la Universidad de Nuevo México (EEUU), Simon Fraser (Canadá) e Imperial College y Universidad de Cambridge (Reino Unido).

La Comisión Europea (programa FP7), Ministerio de Economía y Competitividad, Universidad de Cantabria y Cantabria Campus Internacional proporcionaron financiación para llevar a cabo esta investigación.
El IIIPC es un instituto universitario de investigación de carácter mixto, de titularidad compartida por el Gobierno de Cantabria, la Universidad de Cantabria y Santander Universidades. Se dedica a la investigación, básica y aplicada, en Prehistoria, así como a proporcionar asesoramiento técnico en el ámbito de su competencia.

Fuente: lavanguardia.com | 18 de abril de 2018

La segunda excavación realizada en el Castro do Sarridal (La Coruña) deja a la vista la Pedra Formosa

La segunda excavación arqueológica en Campo do Castro, Cedeira (La Coruña) finalizada la pasada semana, se salda con el hallazgo de un fragmento de otro muro fuera del perímetro del monumento con horno.

Así lo explicó ayer la arqueóloga y concejala de Cultura de Cedeira, María Xosé Rodríguez, que apunta a que el hallazgo “Nos hace pensar que podría haber otra construcción monumental de importancia”.

Durante esta segunda excavación –la primera se llevó a cabo el pasado mes de diciembre y se saldó con el hallazgo de la quinta Pedra Formosa o monumento con horno de Galicia–, los arqueólogos del grupo AXA, encargado de ejecutar los trabajos, también encontraron varios fragmentos de bronce y restos de un “cuchillo” de la época (abajo).


Los trabajos, que fueron financiados por la Dirección General de Patrimonio gracias a una partida de 18.000 euros –también costeó la anterior intervención–, tendrá continuidad a principios del próximo mes de junio, tal y como avanzó la concejala, con una nueva intención, en esta ocasión financiada por el Concello que habilitó en los presupuestos una partida de 12.000 euros para tal fin.

“En esta ocasión lo que se hará será consolidar los restos descubiertos del muro que se conservan bastante bien”, señaló.

El objetivo del gobierno local es, una vez a la vista el monumento de horno, que quedó totalmente excavado en esta segunda intervención, consolidar el área para que pueda ser visitada.

“Ya puede verse ahora, pero intentaremos instalar una barandilla para mantener una zona de seguridad que delimite el castro”, señaló María Xosé Rodríguez, que animó a los vecinos a conocer este patrimonio arqueológico de la villa.

Fuente: diariodeferrol.com | 18 de abril de 2018

Descubren evidencias de un poblado romano en Banyeres (Alicante)

El grupo de investigación ha trabajado con técnicas no invasivas./ UNIVERSIDAD DE ALICANTE

El equipo de investigadores dirigido por Ignasi Grau y Julia Sarabia, de la Universidad de Alicante, han identificado un poblado romano en la cabecera del río Vinalopó, en Banyeres de Mariola. A través de técnicas innovadoras, han identificado un sistema de poblamiento, más complejo que el modelo de villas romanas halladas en puntos próximos.

Los expertos han constatado “evidencias de una red de alquerías, casas de labor y villas romanas, que configuran un complejo sistema de poblamiento rural caracterizado por variados tipos de asentamientos”, ha informado la Universidad a través de un comunicado.

El asentamiento se produjo en el siglo I antes de Cristo, tras la pacificación del territorio tras una serie de eventos bélicos. “Es un entorno de grandes posibilidades agrícolas prácticamente despoblado hasta ese momento debido a la inestabilidad del periodo final del mundo ibérico, que obligaba a las poblaciones a residir en poblados fortificados sobre los montes, como El Cabeçó de Mariola”, señala la Universidad en un comunicado.

Los trabajos en el nacimiento del Vinalopó son fruto del convenio suscrito por el Instituto Universitario de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico (INAPH) y el Ayuntamiento de Banyeres de Mariola, a través de su Museo Arqueológico. El INAPH ha llevado a cabo entre el 2 y el 13 de abril una investigación con estudiantes del Grado de Historia y del Máster de Arqueología Profesional y Gestión Integral del Patrimonio de la UA, estudiantes del Grado de Arqueología de la Universidad de Jaén e investigadores del CSIC.

La primera fase de la actuación arqueológica se ha planteado como una investigación innovadora, empleando técnicas y métodos arqueológicos no invasivos, como es la teledetección o la prospección mediante geolocalización de los restos materiales detectados sobre el terreno.
Las siguientes fases, precisa la Universidad, contemplan el estudio pormenorizado de los materiales arqueológicos localizados en las distintas áreas prospectadas. Además, se prevé la realización de una prospección geofísica, que ofrece un mapa de los posibles restos existentes en el subsuelo, en aquellos espacios con mayor concentración de restos superficiales para continuar el estudio de estos poblados.

Un barco de SGS explora los yacimientos arqueológicos de Formentera con la más avanzada tecnología submarina

La multinacional suiza, líder mundial en inspección, verificación, ensayos y certificación, comprometida con la preservación del patrimonio arqueológico de la isla balear

Madrid, 19 de abril de 2018.- El buque “SYLT” de la multinacional suiza SGS, dotado con un conjunto de los más avanzados sistemas tecnológicos que lo convierten en una potentísima plataforma para la exploración submarina, ha realizado una exploración en las costas de Formentera entre los días 16 y 18 de abril, en una zona de gran riqueza en patrimonio arqueológico sumergido, cuyos orígenes se remontan a los inicios de la navegación en el Mediterráneo.

Esta exploración se enmarca en la 3ª campaña de prospección arqueológica de la Carta Arqueológica Subacuática de Formentera (2015-2019). Este proyecto, impulsado por el Consell Insular de Formentera y el Institut Balear d’Estudis en Arqueología Marítima (IBEAM), tiene el objetivo de localizar restos arqueológicos sumergidos que permitan conocer mejor las distintas etapas de la historia marítima de la isla de Formentera, refugio natural durante siglos de navegantes mediterráneos.

SGS, líder mundial en la búsqueda de recursos marinos submarinos, ha ofrecido los trabajos del barco “SYLT”, de reciente adquisición, como contribución voluntaria a las acciones de prospección de las aguas de Formentera. La acción de SGS se enmarca en su fuerte compromiso social con la sostenibilidad, la preservación del medio ambiente y la conservación del patrimonio cultural e histórico de los lugares en los que desarrolla su actividad.

Con la adquisición del SYLT, la compañía suiza se ha convertido en la empresa mejor dotada tecnológicamente para la prospección del fondo submarino, capaz de realizar los trabajos más precisos en caracterización geomorfológica del fondo (cartas marinas de puertos), cartografía marina, búsqueda de recursos naturales, y valoración del estado de mantenimiento de estructuras sumergidas.

La tecnología del SYLT permite obtener una imagen virtual de muy alta resolución del fondo marino, gracias a sus sensores. Todo ello facilita encontrar objetos perdidos en el mar, reduciendo considerablemente el tiempo de los trabajos de rastreo y posibilitando una mayor eficacia en las labores de búsqueda de elementos e infraestructura sumergida.

Datos de la 3ª campaña de prospección arqueológica de la Carta Arqueológica Subacuática de Formentera (2015-2019)

 Zona de Estudio
Tramo de costa de 6 km2 en el Oeste de la isla, delimitado por Cala Saona en el norte y el Cap de Barbaria en el sur.

Medios técnicos
El buque “SYLT” de 30 metros de eslora, cuenta con todos los medios necesarios para la realización de levantamientos batimétricos y búsqueda sumergida.
Dotado con dos transductores multihaz, y con un sistema monohaz integrado, permite realizar levantamientos submarinos de muy alta resolución, sin el impacto medioambiental que los sónares convencionales tienen en la biocenosis marina.
Los sistemas de abordo procesan las señales en tiempo real, pudiendo el operador geolocalizar con precisión centimétrica, tanto la posición del barco, como la de los objetos descubiertos, teniendo la capacidad de transmitir en tiempo real los hallazgos y datos mediante comunicaciones por satélite. Los sistemas remolcados de detección de anomalías magnéticas permiten igualmente geolocalizar patrimonio enterrado, así como su ROV, que permite sumergirse para inspeccionar los hallazgos con sus cámaras de video de alta resolución.

Equipo de exploración
1 Coordinador de operaciones
5 miembros tripulación.
1 Técnico de batimetría, ingeniero experto en Hidrografía.
1 Equipo de buzos para apoyo a los trabajos.
1 Puesto de Mando Avanzado (PMA).


Período
Primera fase del 16 al 18 de abril de 2018
Segunda fase prevista para octubre-noviembre de 2018

«Tácito encarna el modelo de cronista al buscar las fuentes y analizar e interpretar los acontecimientos»

Javier Vidal Vega ha realiza un enorme trabajo de investigación, que ahora ve la luz en «Speculum historiae» - ABC

El periodista e investigador Javier Vidal Vega (Sevilla, 1981)acaba de presentar su libro «Speculum historiae. Antecedentes histórico-literarios de la crónica en el Mundo Antiguo» (Ediciones Alfar), basado en la tesis doctoral que defendió en 2012.

Este libro es el resultado de su tesis doctoral. Explícame cómo fueron los años de investigación y qué fuentes tuviste que estudiar para acometer este estudio.

En el año 2007, cuando participaba en la grabación de una serie de documentales para Canal Sur, tuve la ocasión de conocer al profesor Julián González, catedrático de Filología Latina de la Universidad de Sevilla. Él me sugirió la posibilidad de completar un hueco que había advertido en los estudios sobre comunicación; se refería a la deuda contraída con los autores clásicos grecolatinos. Como recuerdan Carlos García Gual y Antonio Guzmán Guerra, «en Grecia y en Roma se han inventado todos –o casi todos– los géneros de nuestra tradición». Sin embargo, en nuestra profesión no se suele mirar más allá del siglo XVII, momento en el que concurren las circunstancias socioeconómicas que permitirán el nacimiento del periodismo. Bien es cierto que en el caso de la crónica periodística sus más inmediatos precedentes hay que buscarlos en la chronique francesa, nuestros cuadros de costumbres y el modernismo literario, pero no podemos despreciar el extenso legado de textos (épicos, líricos y dramáticos) que confluyen en la configuración de la crónica actual. Hablamos de un tipo de texto que el periodismo adaptó a sus necesidades expresivas y que ha permitido -sigue permitiendo- a los historiadores reconstruir la historia de la humanidad. Por ello orienté mi tarea a rastrear los testimonios que sobre su época dieron no solo los grandes autores de Grecia y Roma, desde Homero, los logógrafos, Tucídides o Jenofonte hasta Plinio el Joven, Suetonio y Cornelio Tácito, sino también los fedatarios que con mayor o menor independencia del poder registraban los hechos de su tiempo. También se imponía la tarea de buscar en la ficción los tópicos, las historias y algunos de los procedimientos narrativos que aún seguimos cultivando en las redacciones. En suma, pretendía mostrar cómo los grandes autores del Mundo Antiguo se aplicaban a la tarea de narrar y cómo gracias a sus escritos podemos comprender mejor nuestro pasado.

El libro se remonta a las primeras manifestaciones, cuando la crónica bebía de la poesía, la tragedia y el drama, ¿no?

El «ornitorrinco de la prosa», de ese modo tan afortunado se refiere el periodista mexicano Juan Villoro a la crónica periodística. La crónica es un género híbrido en el que se dan la mano dos ámbitos aparentemente tan alejados como el periodismo y la ficción, de ahí que sea necesario acudir a la poesía, la tragedia, el drama, los cuentos, las leyendas o la tradición oral. Al ser «recuperada» para el quehacer periodístico, la crónica se entendió como un laboratorio de ensayo permanente, una forma de entender lo literario que tiene que ver con la belleza, la selección constante del lenguaje y el trabajo con imágenes sensoriales y símbolos. En ella, como explica Susana Rotker, una de las principales expertas en el género, se fundieron lo extranjero y lo propio, los estilos, los géneros, las artes, la democracia y la épica, la naturaleza y la realidad social e íntima, y la fe en el futuro, en la armonía cósmica y en el liberalismo. No resulta extraño que a lo largo de los siglos XIX y XX los mejores cultivadores de la crónica periodística volvieran su mirada hacia los grandes autores del pasado, aquellos cronistas que, libres de prejuicios y convencionalismos, no pretendían una representación mimética de la realidad. Esto no significa que su subjetividad traicionara el referente real, sino que se acercaban de otro modo, para redescubrirlo en su esencia y no en la gastada confianza de la exterioridad.

Las crónicas fueron evolucionando en épocas como las del antiguo Egipto.

La crónica nació en las orillas del Mediterráno y se desarrolló en los grandes «ríos» tributarios de nuestra cultura occidental: Mesopotamia, Egipto, la tradición judeocristiana, Grecia y Roma, y ya en la Edad Media los influjos que llegaban de Oriente a través de al-Ándalus. Podríamos extendernos incluso hasta las crónicas de Indias, fundamentales para entender el realismo mágico y la pujante crónica latinoamericana actual, pero son cuestiones que quedarán para ulteriores estudios. Egipto representó, entre otras muchas cosas, la consagración y la veneración del oficio de la escritura. El escriba dominaba un instrumento sagrado, capaz de hacer permanente lo efímero, verdadero lo falso y divino lo humano. Las clases dirigentes se percataron muy pronto del gran poder de la escritura y no dudaron en patrocinar (un eufemismo para referirnos al control férreo) la elaboración de todo tipo de documentos que pudiesen acreditar el papel privilegiado de un determinado gobernante. Solo así se explica que una batalla como la de Qadesh, librada en el actual territorio sirio en el año 1274 a.C. entre una coalición hitita y el ejército egipcio, fuese narrada como un triunfo incontestable del faraón Ramsés II, cuando en realidad aquella escaramuza no tuvo un claro vencedor. Cuando hablamos de Egipto debemos tener en cuenta que nos referimos a una civilización milenaria que se extiende desde el año 3000 a.C. hasta que Roma acabó con el reino tolemaico, convertido ya en un pálido reflejo de su antiguo esplendor. En todo ese tiempo se sucedieron dinastías, reyes, gestas, héroes... Para que su memoria perdurase a través de los siglos quisieron ganar la eternidad mediante un recurso de probada eficacia: lo misterioso. Todavía hoy todos experimentamos una poderosa fascinación por los misterios del antiguo Egipto.

¿Qué uso hizo de la crónica el pueblo israelita, sobre todo al considerarse como el pueblo elegido?

La literatura sagrada del judaísmo –cuyo corpus de escritos es conocido sencillamente como las Escrituras judías o Biblia hebrea– puede ser considerada una obra maestra de tradición nacional, producida por un pueblo pobre, hostilizado, semibárbaro, desgarrado por las rivalidades y barrido por la conquista. Las peripecias y penalidades de esta comunidad errante, en continuo movimiento, confieren al maravilloso compendio de escritos bíblicos el encanto inmortal del arte genuino y atraen universalmente el interés humano. Principalmente, el pueblo de Israel empleó sus escrituras para legitimar su posición en la historia; incluso todavía hoy se recurre a ellas para justificar los supuestos derechos históricos –y divinos– sobre el territorio que actualmente ocupa el estado de Israel. No deja de resultar curioso que un pueblo tantas veces sometido (por asirios, babilonios, egipcios, romanos...) recurriese a la escritura para proclamar que había sido bendecido entre todas las razas de la tierra por el mismo Yahvé. Junto a las escrituras sagradas del judaísmo, yo destacaría la obra de Flavio Josefo. Sin la Guerra judía y las «Antigüedades judías» de Josefo, especialmente los últimos siete libros de esta obra, ignoraríamos casi toda la vida del pueblo judío antes de su sometimiento definitivo por el Imperio romano y del ambiente en el que germinó la semilla del cristianismo. De hecho en las «Antigüedades judías» se halló la referencia más antigua a la figura de Cristo de la que tenemos noticia; una mención que se ha puesto en tela de juicio y que al menos parece haber sido manipulada por manos ansiosas de demostrar la existencia real del Jesús histórico.

Grecia versus Roma

¿Qué diferencias fundamentales hubo entre las crónicas de Grecia y las de Roma?

Existe una continuidad evidente entre la obra de los autores griegos y los grandes cronistas de Roma. Fue Saint-John Perse quien dijo aquello de que «una misma ola desde Troya ondula su grupa hasta nosotros». Los propios romanos no tuvieron ningún reparo en admitir su deuda con Grecia, resumida en aquella expresión de Horacio «Graecia capta ferum victorem cepit». Pero existe una diferencia sustancial en el conjunto de la obra cultural (no solo cronística) griega y la romana: frente la relativa independencia de las polis griegas, Roma pronto adquirió una vocación imperial que condujo inexorablemente a la consolidación de una soberbia estructura de propaganda: la lengua, las costumbres, el derecho, el arte... todo se combinó con un eminente espíritu práctico en la construcción del gran Imperio. Y las crónicas también se orientaron a este fin. El ejemplo más claro es el de los comentarios de Julio César, posiblemente redactados por su «oficina de propaganda"» para preparar su asalto al poder unipersonal. Este propósito restó tal vez calidad artística a los relatos e imposibilitó que apareciesen textos tan bien construidos como los de Heródoto o Tucídides, pero también surgieron obras muy meritorias como las de Tito Livio o Cornelio Tácito.

Cornelio Tácito es el cronista más importante de la Antigüedad-ABC

El libro reserva un amplio apartado a los grandes cronistas de la Antigüedad. ¿Cuál o cuáles fueron a su juicio los más grandes cronistas de la historia?

La gran cima de la crónica histórico-literaria del Mundo Antiguo es Cornelio Tácito. Él como nadie encarna el modelo de cronista entregado a la búsqueda de fuentes, empeñado en contrastar, analizar e interpretar los acontecimientos. Bastará para comprobar su rigor e imparcialidad con leer su crónica sobre el año 69 d.C., el de los cuatro emperadores, o el proceso contra Cremucio Cordo. Decía que había que profundizar en los hechos «sine ira et studio», sin encono ni parcialidad, y anhelaba esa «rara felicidad de los tiempos en los que pensar lo que quieras y decir lo que piensas está permitido». Esta cita ha aparecido numerosas veces a lo largo de la historia en las cabeceras de muchos diarios. Los grandes especialistas en la obra de Tácito también destacan su gran talento literario, incluso un genio de la talla de Francisco de Quevedo no dudó en ensalzarlo y en imitar algunos de sus recursos. Fue una época afortunada para la crónica histórico-literaria la que protagonizó Cornelio Tácito. Su contemporáneo y amigo Plinio el Joven compuso una extraordinaria colección de cartas que nos permiten reconstruir con todo lujo de detalles las primeras persecuciones contra los cristianos o la destrucción de Pompeya en el 79 d.C. No puedo evitar la sensación de estar leyendo una crónica periodística cuando acudo a su relato sobre la erupción del Vesubio. Podría destacar otras obras y otros autores, pero Plinio y Tácito proporcionan un modelo acabado, yo diría que casi cerrado, que luego se retomaría en otros momentos de la historia.

¿Qué huellas ves en los actuales medios de comunicación de esas antiguas crónicas que interpretaron la Historia?

Como ya he dicho, la crónica periodística se caracteriza por su hibridez insoluble, la movilidad, el cuestionamiento y el sincretismo, características que en mayor o menor medida ya estaban presentes en las crónicas histórico-literarias de la Antigüedad. Lamentablemente el frenético ritmo de trabajo impuesto a los profesionales de la información, la dichosa inmediatez y las limitaciones de espacio –tanto en los periódicos como en los nuevos formatos– han restado calidad al periodismo. Habitualmente se achaca a los periodistas la mala calidad de la información, pero no se repara en las duras condiciones de trabajo de las redacciones. Por otra parte, en el mundo en el que vivimos tendemos a creer que todo es reciente o por lo menos se desprestigia nuestra rica herencia cultural. En octubre de 2012 comencé la defensa de mi tesis doctoral haciendo referencia a las iglesias de Nantucket, esos templos que, como escribía Herman Melville en «Moby-Dick», se habían levantado con las osamentas de las ballenas que cazaban sus feligreses. Así es nuestra cultura: un lugar sagrado al que todos debemos regresar constantemente para no dejar de aprender de nosotros mismos, de nuestras creaciones.

Fuente: abc.es | 16 de abril de 2018