Los neandertales desarrollaron la técnica de conservación de alimentos

Excavaciones en Jarama VI (Gudalajara).

Las comunidades neandertales que vivieron en la península ibérica desarrollaron la técnica de conservación de los alimentos y, por ejemplo, extraían en tiras carne de las patas de los venados para su conservación, probablemente secadas al sol o ahumadas.

Esta es una de las conclusiones de un estudio sobre los restos de fauna del yacimiento de Jarama VI, en Guadalajara, en el que ha participado la Universidad del País Vasco (UPV), y que ha sido publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences.

El investigador del área de Prehistoria del Departamento de Geografía, Prehistoria y Arqueología del campus de la UPV en Vitoria, Antonio J. Romero (izquierda), ha explicado en un comunicado algunos detalles de este estudio en el que ha colaborado.

En el trabajo publicado se ha realizado una aproximación a las comunidades neandertales que vivieron en el corazón de la península Ibérica a partir del yacimiento de Jarama VI en Guadalajara.

Ese antiguo asentamiento neandertal fue frecuentado por humanos en tres fases diferentes hace unos 50.000 años.

En la fase más antigua, detalla Romero, las sociedades neandertales establecieron en el abrigo rocoso del yacimiento, cercano al río Jarama, un campamento residencial de larga estancia en el que vivían durante todo el año. Los cazadores llevaban a ese campamento base carne de ciervos abatidos en otros lugares y los investigadores han comprobado cómo los neandertales repartían y consumían la carne de esos animales. Parte de la misma "era extraída en tiras de las patas de los venados para ser conservada, probablemente secada al sol o ahumada" y también trabajaban las pieles de los ciervos para confeccionar ropa de abrigo, mantas y otros accesorios para los campamentos, ha señalado el investigador de la UPV.

También se comprobó que, en una fase posterior, los grupos neandertales visitaron esporádicamente el yacimiento y cazaban en el entorno algunos herbívoros entre el verano y el otoño, trasladando algunas porciones de esos animales al yacimiento, donde las consumían. Teniendo en cuenta que en esta fase existió un clima muy húmedo y las crecidas del río fueron muy frecuentes, posiblemente las sociedades neandertales "Estuvieron más interesadas en los recursos vegetales que en la caza y en este sentido se han hallado en esta fase una serie de guijarros probablemente empleados para procesar juncos y otras plantas de ribera comestibles", añade.

Por último, en el siguiente nivel, la fase más reciente, los grupos neandertales utilizaban Jarama VI como un cazadero, sobre todo de caballos salvajes, entre finales de primavera y el verano. "Los animales eran abatidos en el mismo sitio o en las cercanías del yacimiento, donde hacían un primer procesado de los cadáveres, consumiendo algunas partes (como los costillares y el espinazo) y trasladando las partes más ricas en carne (los cuartos traseros y delanteros) hacia otros campamentos", según relata el investigador.

Así, el estudio concluye que las sociedades neandertales supieron cómo gestionar su entorno y aprovechar los recursos en cada época del año.
"Son las comunidades neandertales, por tanto, las que desarrollan la tecnología de conservación de los alimentos", afirma Antonio J. Romero.

Además, el cambio de estrategias de estos grupos a lo largo del tiempo en "las diferentes fases de ocupación de ese lugar permite asegurar que tenían una planificación importante a largo plazo, así como una cultura compleja y dinámica que les llevaba a tener una serie de preferencias en cuanto a los recursos disponibles en el entorno", concluye.

Fuente: cope.es | 23 de abril de 2018

¿Cuánto tiempo convivieron los neandertales con los humanos modernos en Europa?

Imagen clásica, que compara un cráneo de Homo neanderthalensis (La Ferrassie) de un cráneo de Homo sapiens (Cro-Magnon).

Esta pregunta tiene su miga. En primer lugar, no estamos seguros de sí hubo convivencia o sencillamente las dos especies coexistieron en el mismo territorio. Es posible que Homo sapiens se instalara en muchos lugares de Europa, que los neandertales habían dejado libres. Varios estudios apuntan a un debilitamiento genético de la especie Homo neanderthalensis debido a la disminución de la densidad de población y a un incremento de la endogamia. De ser así, la entrada de Homo sapiens en Europa habría sido un verdadero “paseo militar”, ocupando los mejores territorios, otrora explotados por los neandertales.

Para responder al interrogante que plantea el título de este post es necesario tener dataciones abundantes y muy precisas sobre los yacimientos donde aparecen los restos de los últimos neandertales y los de los primeros sapiens. El debate sobre estas dataciones ha estado presente en todos los congresos dedicados a la transición cultural y biológica de Europa durante el Pleistoceno Tardío. No es un problema estrictamente arqueológico, puesto que los expertos son capaces de reconocer con relativa facilidad los conjuntos musterienses y châtelperronienes de las últimas poblaciones neandertales, de los conjuntos auriñaciences y gravetienes de las primeras poblaciones de humanos modernos. El mayor problema reside en la capacidad del método del radiocarbono. Este método tiene un límite máximo de unos 50.000 años, que está precisamente muy cerca de la sustitución de los neandertales europeos por los humanos de nuestra especie. Los expertos en geocronología se han esmerado en mejorar los resultados que se pueden obtener con el empleo del radiocarbono, evitando los problemas derivados de la contaminación de las muestras y obteniendo datos con muy poco margen de error.

Los resultados no son homogéneos en todas las regiones de Europa, debido a la cantidad y calidad de las investigaciones. Podemos decir, con orgullo, que nuestro país es modélico en este ámbito, como lo demuestra la última publicación aparecida en la revista PLOS ONE y liderada por la investigadora Ana Belén Marín-Arroyo. Los autores de este trabajo han presentado 46 dataciones de diferentes yacimientos de la cornisa Cantábrica, donde existe una concentración extraordinaria de yacimientos de estas cronologías, y donde es posible plantear un proyecto modélico sobre la transición entre las poblaciones de Homo neanderthalensis y Homo sapiens. Puesto que los artículos científicos de esta revista tienen acceso libre, se puede consultar toda la información en la dirección: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0194708. Se podrá acceder tanto a la lista de yacimientos estudiados como a los métodos de estudio.

De acuerdo con los resultados de este programa de investigación, la cultura Musteriense desapareció de la cornisa Cantábrica hace entre 47.900 y 45.100 años antes del presente (A.P.), mientras que el Châtelperroniense, la última tecnología atribuida no sin debate a los neandertales, continuó presente en la región entre 42.600 y 41.500 años (A.P.). No existe solapamiento entre estas dos culturas, un enigma a resolver todavía en este programa de investigación. La primera tecnología claramente atribuida a Homo sapiens (el Auriñaciense) apareció hace entre 43.300 y 40.500 años (A.P.) y desapareció hace entre 34.600 y 33.100 años (A.P.).

Esta precisión causa envidia sana a quienes investigamos en épocas más remotas. Y esa precisión nos dice que los humanos modernos y los neandertales pudieron convivir o coexistir durante menos de 1.000 años en la cornisa Cantábrica. Como recuerdan los autores de este trabajo, la ausencia de restos humanos asociados a los tecno-complejos de la cornisa Cantábrica es un hándicap de la mayoría de los yacimientos estudiados. Pero solo es cuestión de tiempo que esos restos terminen por aparecer. Cuando eso suceda sabremos si hubo convivencia o coexistencia. Ya se tiene constancia de la hibridación entre las dos especies, puesto que no hubo tiempo suficiente desde la separación de los dos linajes de su ancestro común para evitar la posibilidad de tener descendencia fértil. Los eurasiáticos llevamos todavía en nuestro genoma entre un 2 y un 4% de genes heredados de aquel mestizaje. Sin embargo, no podemos asegurar si la hibridación fue fruto de una convivencia pacífica o forzada por las circunstancias. Tiempo al tiempo.

Fuente: quo.es | 24 de abril de 2018

De Sumeria al Museo de Irak pasando por el 11-S

Estado de una de las tablillas cuneiformes tras su nueva cocción / Textos Sumerios del Antiguo Irak, editado por Journal of Cuneiform Studies.


El 11 de septiembre de 2001 los bomberos de Nueva York tenían cosas mucho más importantes que hacer que preocuparse por unas cuantas cajas almacenadas en el depósito de la Aduana en Nueva York. Ese lugar, el edificio 6 del World Trade Center, quedó destruido por la caída de las dos torres, y su sótano inundado de agua.

Cuatro semanas después, el desescombro llegó a ese edificio 6 y se recuperaron varias cajas de cartón llenas de piezas embaladas en plástico de burbujas. Eran 362 artefactos arqueológicos que las autoridades estadounidenses habían requisado meses antes en el aeropuerto de Newark. ¿De dónde venían esas 362 piezas?


Según publicaron en su día los medios estadounidenses, el servicio de aduanas investigaba una red que traía objetos expoliados de yacimientos en Oriente Próximo y que luego vendía a través de una casa de subastas en Manhattan. En un principio pensaron que el material incautado en aquella ocasión había sido sacado de Siria. Pero los expertos que lo evaluaron vieron que su origen era de Irak y provenían de la Tercera Dinastía de Ur, lo que arrojaba una antigüedad de 4.000 años.

Jane Drake Piechota, una conservadora, trabaja para reparar una de las tabletas. Crédito Dennis Piechota y Jane Drake Piechota.

A la espera de poder ser estudiados y devueltos, estaban almacenados en ese sótano de la Gran Manzana cuando como meros testigos, la historia de la humanidad pasaba por segunda vez ante ellos. El Departamento de Estado buscaba la manera de que volvieran a su legítimo propietario, el pueblo de Irak. Pero por aquel entonces el gobierno Bush había empezado a tejer la campaña contra Saddam, que desembocaría en la ocupación de 2003, y ese no era el mejor contexto para una entrega de expolios arqueológicos.

El caso es que el agua bajo la que quedaron sumergidos los artefactos había dañado muchas de las piezas, tablillas cuneiformes cocidas a baja temperatura y que absorbieron el líquido, sin defensa posible. El contraste posterior al secarse llevó a que muchas tablillas se quebraran; pero no era el único enemigo para su conservación. Las sales minerales disueltas en el agua habían quedado sobre las piezas, y provocaban un constante proceso de deterioro.


A- Horno controlado por computadora utilizado para hornear tabletas y secarlas. B- A la derecha, puerta abierta del horno en el que se muestra dos estantes que sostienen las tabletas en bolsas de acero inoxidable.


Dos tanques de desalinización con bombas de circulación internas.

Tan insospechado depositario como parece el Departamento de Estado, empezó a indagar sobre en manos de quienes podía poner estas piezas. No fue hasta 2007 cuando finalmente los arqueólogos Dennis y Jane Drake Pichota, conservadores de la colección de tablillas cuneiformes del Museo Semita de la Universidad de Harvard, se hicieron cargo de este legado.

Estado anterior y posterior a su restauración de una de las tablillas / Textos Sumerios del Antiguo Irak, editado por Journal of Cuneiform Studies


El proceso iniciado a partir de ahí, que incluye la documentación, catalogación, fotografiado y restauración de gran parte del conjunto es objeto de la obra publicada este abril por Benjamin Studevent-Hickman, experto en civilizaciones de la Antigua Mesopotámia en la Universidad de Harvard.

La obra recoge fotos del estado en que quedaron las tablillas de barro a consecuencia de los ataques del 11-S y su posterior preservación mediante una técnica de nueva cocción para fortalecerlas y poder eliminar las sales minerales que estaban erosionándolas.

La colección, restaurada y conservada, es devuelta a la Embajada de Iraq. (Foto cortesía deJoseph Greene)

Finalmente en 2010 toda la colección fue entregada a las nuevas autoridades iraquíes en la embajada en Washington y meses después llegaban al Museo de Irak, en Baghdad, donde descansan tras este periplo cerca de donde hace 4.000 años fueron escritas.

Fuente: cadenaser.com | 24 de abril de 2018

La mecánica de caminar de modo similar a la humana evolucionó antes que el género 'Homo'

Desde que los científicos se dieron cuenta de que los humanos evolucionaron a partir de una sucesión de antepasados primates, la imaginación pública se ha centrado en el punto de inflexión sobre cuándo esos antepasados pasaron de ser una especie de simios que arrastraban los pies en sus desplazamientos a caminar erguidos como lo hacemos hoy en día los seres humanos. Desde hace mucho tiempo, los científicos se han centrado en esta cuestión, dado que la respuesta es importante para comprender cómo vivieron, cazaron y evolucionaron, nuestros ancestros.

Un examen detallado de huellas de homínidos, de hace 3,7 millones de años BP, descubiertas en Laetoli, Tanzania, sugiere que nuestros ancestros desarrollaron el rasgo distintivo de extensión de las piernas, el bipedismo similar al humano, mucho antes de lo que se pensaba.

"Las huellas fósiles son realmente la única evidencia directa de cómo se caminaba en el pasado", dice David Raichlen (izquierda), profesor asociado de la Universidad de Arizona, Estados Unidos. "Hace 3,7 millones de años, nuestros datos sugieren que, al establecer las diferencias de tamaño (de dichas huellas), tales homínidos caminaban de una manera muy similar a los humanos actuales. Aunque puede haber algunas diferencias de matiz, en general, estos homínidos probablemente se parecían a nosotros cuando caminaban".

Como autor principal del trabajo, Raichlen, presentará el resultado de su investigación en la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Anatomistas, durante la sesión de Biología Experimental, la cual se celebra del 21 al 25 de abril de este año en San Diego, California, Estados Unidos.

La especie que comprende a los humanos modernos, el Homo sapiens sapiens, surgió hace aproximadamente entre 200.000 y 300.000 años. Se cree que el género Homo surgió hace entre unos 2 y 2,5 millones de años. El término hominini es usado para referirse a un conjunto más amplio de antepasados que existieron previamente, aunque hay un debate sobre la naturaleza de las especies incluidas en esa agrupación y las relaciones entre ellas.

Se cree que los homínidos comenzaron a caminar sobre dos piernas hace unos 7 millones de años, pero de acuerdo con la evolución de otros primates, se cree probable que estos primeros ancestros hayan mantenido, durante un tiempo, una postura encorvada, con las piernas flexionadas, a la hora de caminar.

(A) Huellas de un humano moderno caminando normalmente, (B) un humano moderno caminando con una postura encorvada conocida como "rodillas dobladas, cadera doblada", y (C) huellas de homínidos de 3,7 millones de años de edad encontradas en Laetoli, Tanzania. El análisis del equipo sugiere que los homínidos antiguos probablemente caminaron de una manera muy similar a los humanos modernos. Crédito: David Raichlen, Universidad de Arizona.

Menor consumo de energía
Raichlen y su equipo utilizaron una variedad de métodos para reconstruir la mecánica de caminar basándose en huellas fosilizadas y en esqueletos de ancestros humanos primitivos. Sus resultados más recientes emplean una combinación de datos experimentales y estudios morfológicos para mostrar que las huellas de Laetoli son consistentes con una marcha bípeda completamente erguida, similar a la humana.
Foto: Molde de las huellas de un Australopithecus afarensis en Laetoli. Museo de Laetoli. Cortesia GIRlintheCAFE. Flickr

En un experimento, el equipo comparó la profundidad y la forma de las huellas de Laetoli con las dejadas por ocho voluntarios caminando en posición vertical o encorvada (en la que se doblan las rodillas y las caderas). Cuando analizaron la impresión hecha por el dedo gordo del pie en comparación con el talón, lo cual refleja cómo se mueve el centro de presión a lo largo del pie al dar un paso, encontraron que las huellas en Laetoli eran muy similares a las huellas realizadas por humanos modernos al caminar erguidos.

Caminar erguido, con las piernas totalmente extendidas, consume menos energía que caminar bípedo de forma encorvada, de manera parecida a la de un mono, lo que le permite a uno soportar caminatas más largas. Esto sugiere que en el cambio hacia una forma de andar como la humana probablemente tuvo algo que ver el modo en que nuestros ancestros encontraban comida, así cómo lo lejos que tenían que caminar para encontrarla.

"Los datos sugieren que, en ese momento de nuestra historia evolutiva, la selección natural fue muy fuerte para reducir los gastos de energía durante la marcha", sostiene Raichlen. "Este trabajo sugiere que, hace 3,7 millones de años, los cambios en el clima y el hábitat probablemente llevaron a la necesidad de que los homínidos ancestrales caminaran largas distancias durante su lucha diaria por conseguir alimentos. La selección natural pudo haber actuado en ese momento para mejorar la economía energética durante la locomoción, generando la mecánica de caminar humana que empleamos hoy en día".

"Sin embargo, aunque la evidencia de que los homínidos caminaban erguidos hace 3,7 millones de años es fuerte, la etapa exacta en que la locomoción de nuestros antepasados divergió de la de los simios actuales aún se desconoce", señala Raichlen.

Fuente: PHYS.ORG | 23 de abril de 2018

Los pueblos más bonitos de España presenta el I congreso para la creación de pueblos más bonitos en Iberoamérica ante 22 embajadas iberoamericanas

Tendrá lugar los días 25, 26 y 27 de Octubre en Trujillo (Extremadura)

Francisco Mestre, presidente de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, junto a Alberto Casero, alcalde Trujillo, María Salvadora Ortiz, Directora de Relaciones Externas de la Secretaría General Iberoamericana y el director general de Turismo de Extremadura, Francisco Martín, han presentado el I Congreso Iberoamericano de los Pueblos más Bonitos de España donde se mostrará los resultados obtenidos durante los últimos cinco años en la Red Española y como se puede crear bienestar en el mundo rural, mientras se preserva su riqueza patrimonial, cultural, social y medioambiental

Al acto acudieron representantes de las embajadas de Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Portugal, Uruguay, Andorra y Venezuela, y han podido conocer las actividades programadas para el próximo mes de Octubre en la localidad extremeña de Trujillo en el Congreso Iberoamericano que estará centrado en el tema: "La belleza de nuestros pueblos, motor para el desarrollo de una nación”

Madrid, 23 de abril de 2018 -  La Asociación de los Pueblos más Bonitos de España ha presentado ante los representantes de las embajadas de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) el I Congreso Iberoamericano de los Pueblos más Bonitos de España, que se realizará del 25 al 27 de Octubre en Trujillo (Extremadura) y donde los países que conforman la comunidad iberoamericana, 19 de América Latina de lengua castellana y portuguesa, y los de la Península Ibérica España, Portugal y Andorra, con el objetivo de contribuir a la consolidación de una Iberoamérica próspera, inclusiva y sostenible en el medio rural.

El acto lo abrió María Salvadora Ortiz, Directora de Relaciones Externas de la Secretaría General Iberoamericana, acompañada por Francisco Mestre, presidente de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, Alberto Casero, alcalde Trujillo y el director general de Turismo de Extremadura, Francisco Martín, incidieron en la importancia de generar Redes como la Española y poder crear riqueza en el mundo rural, mientras se preservan su riqueza patrimonial, cultural, social y medioambiental.

El encuentro, contó con participación de alto nivel, constituyéndose como el marco idóneo para presentar ante los 22 países que integran la Conferencia Iberoamericana, la Red Española que ha convertido el mundo rural en el protagonista.

El presidente de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, Francisco Mestre, ha destacado en la presentación "los Pueblos más Bonitos de España es una experiencia que en solo cinco años ha cosechado un gran éxito nacional e internacional, una realidad que se puede y debe trasladar a los países de Iberoamérica con los que tantos lazos nos unen. Durante estos dos días los alcaldes de nuestros municipios explicaran las actividades realizadas y los logros obtenidos, y analizar juntos desde la realidad de los 22 países invitados, nuevas vías de cooperación para cuidar su patrimonio histórico, generar mayor riqueza en los municipios y fomentar nuevas vías de desarrollo".

Por su parte el alcalde de Trujillo, Alberto Casero, “nos sentimos orgullosos de acoger en el bello pueblo de Trujillo esta cumbre iberoamericana, donde instituciones y autoridades de 22 grandes países van a conocer el prestigio generado durante estos años en una red de calidad, que basada en el cuidado y promoción de la historia recibida, ha cambiado el panorama de muchos municipios”

Ha cerrado el acto el director general de Turismo de Extremadura, Francisco Martín, y en sus palabras ha incidido en "la dirección general de Turismo de la Junta de Extremadura apoya esta cumbre en Trujillo por dos motivos fundamentales, el primero que estamos en un tiempo de valientes, de aquellos responsables municipales que cooperan para alcanzar nuevos mercados y en segundo lugar por el gran placer de recibir a los hermanos de Iberoamérica junto a Portugal y Andorra, para conseguir con un trabajo en equipo desarrollar el turismo como generador de empleo y cohesión rural en la lucha contra la despoblación”

En el I Congreso Iberoamericano de los Pueblos más Bonitos de España, durante los tres días de la reunión, los asistentes conocerán los principales logros obtenidos durante los últimos cinco años en la Red Española y como se puede crear bienestar en el mundo rural, en materia de fomento del turismo, empleabilidad, puesta en valor y mejora de la conservación del patrimonio natural y cultural, desarrollo del sentido de orgullo entre los vecinos y renovación de infraestructuras y telecomunicaciones, junto a otros asuntos de prioridad en el mundo rural, todos ellos de común interés para los países asistentes.

Este Congreso Iberoamericano estará centrado en el tema: "La belleza de nuestros pueblos, motor para el desarrollo de una nación” y contará con la participación de importantes personalidades de estos 22 países, que trabajarán para lograr el fortalecimiento de las comunidades rurales iberoamericanas, impulsando la cooperación en turismo, innovación, protección del patrimonio y fomento de la cultura en los pequeños municipios de habla hispana y portuguesa en América Latina y la Península Ibérica.

Más información en la página web del Congreso.

Investigadores rusos han presentado esta semana una reconstrucción de la cabeza de 'Homo naledi'

El descubrimiento hace cinco años del Homo naledi, una nueva especie de homínido que convivió en la sabana surafricana con los humanos más cercanos al hombre moderno, podría cambiar para siempre lo que sabemos sobre la evolución.

Un equipo de investigadores rusos ha presentado esta semana en Moscú la reconstrucción científica de la cabeza del misterioso ser, descubierto en Sudáfrica por el paleoantropólogo estadounidense Lee Berger, que regaló una copia del cráneo del naledi a sus colegas de Rusia.

Foto: El resultado del trabajo científico se dio a conocer en un acto organizado en la Universidad Nacional de Ciencia y Tecnología MISiS.

El Homo naledi es mitad simio, mitad hombre. En lugar de responder a preguntas sobre el origen de nuestra especie, es un eslabón que no encaja muy bien en la cadena evolutiva, explica a Efe el antropólogo ruso Stanislav Drobishevski (izquierda).

"Combina aspectos muy primitivos, como el cerebro, más propios de los primates, con otros muy desarrollados (como los dientes y las piernas), que se asemejan a los del hombre contemporáneo", apunta el científico.

"Son muy peculiares. Miden 1,5 metros y tienen un cerebro que pesa entre 400 y 600 gramos, justo en el límite que separa al Australopithecus (primate bípedo) del Homo habilis, el primer homínido al que se considera humano".

De hecho, los primeros análisis de los restos de 15 individuos hallados en una profunda cámara de la cueva surafricana Rising Star hicieron pensar a sus descubridores que estaban ante una de las primeras especies humanas, que habría vivido hace tres millones de años.
La sorpresa fue mayúscula cuando las pruebas de datación revelaron que el Homo naledi vivió hace tan sólo 300.000 años, cuando el Homo rhodesiensis -una de las especies humanas más próximas al hombre contemporáneo- ya campaba a sus anchas por la sabana surafricana.

Foto: Cráneo e Homo Naledi.

"La convivencia de estas dos especies en un mismo ecosistema indica que la evolución humana pudo haber seguido caminos distintos", afirma Drobishevski.
Otras especies humanas convivieron en una misma época histórica, pero o eran tan distintos como el hombre y el chimpancé (como es el caso de los Australopithecus y del Homo habilis), o bien habitaban en distintos continentes o separados por fronteras geográficas infranqueables.
La forma en que se relacionaban los Homo naledi y los Homo rhodesiensis, a los que algunos antropólogos colocan dentro de la especie Homo sapiens, son un misterio.
"Pudieron cooperar e incluso pudieron cruzarse. De hecho, el genoma de algunos pueblos africanos como los pigmeos y bosquimanos tiene genes que hasta ahora no se han podido explicar", señaló el antropólogo ruso.

Fotograma: recreación del Homo naledi.

Al igual que los Homo sapiens europeos tienen algo de neandertales en su ADN, el eslabón perdido en los genes de algunos pueblos africanos podría ser herencia de los Homo naledi, aunque para resolver el misterio habrá que descifrar el genoma de la nueva especie.

Por otro lado, el cerebro de los Homo naledi, de un tamaño similar al de los hombres más primitivos, y su caja torácica de primate, que le impediría hablar, apuntan a que su intelecto estaba muy poco desarrollado. El único indicio de cultura se desprende del lugar en el que se han encontrado los restos: una cámara a más de 16 metros de profundidad, a la que sólo se puede acceder por un orificio muy estrecho, de apenas 20 centímetros de ancho, lo que en principio descarta que la usaran para vivir.

Fotograma: Recreación de la caja torácica del Homo naledi.

Lo más probable, explicó Drobishevski, es que los Homo naledi, que eran bastante menudos, usaban este tipo de agujeros para la sepultura de sus muertos, aunque no como un ritual, sino por motivos de higiene.

Las mandíbulas y los dientes de estos homínidos son incluso más pequeños que los del hombre moderno, lo cual rompe uno de los postulados de la teoría de la evolución. "Hasta ahora se ha creído que en la evolución del hombre el tamaño de los dientes siempre se reduce", dijo Drobishevski.

Por contra, la curvatura de los dedos de la mano, mayor que la de los simios actuales, apunta a que pudieron involucionar en algún momento para adaptarse al medio en el que vivían.


"La tendencia evolutiva es el enderezamiento de los dedos. Aunque la forma de la mano casi coincide con la del hombre moderno y es capaz de construir herramientas, la curvatura de los dedos rompe todos los moldes" de lo que se creía hasta ahora, agregó.

Con estos datos, los científicos piensan que el Homo naledi podía andar y construir herramientas como un hombre, y al mismo tiempo trepar a los árboles como un mono.

"Algunas herramientas halladas en el pasado y que se relacionaron con el Homo sapiens, en realidad podrían pertenecer al Homo naledi. Aunque no se ha encontrado ningún resto de la cultura de estos seres, la forma de su mano indica que eran capaces de hacer instrumentos, pese a tener un cerebro muy pequeño", concluye Drobishevski. EFE.

Fuente: 20minutos.es | 22 de abril de 2018