Descubren una inscripción funeraria en bronce única en Hispania en Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz)

Foto: El consejero de Cultura, con personal del conjunto arqueológico de Baelo Claudia, junto a los últimos hallazgos.


Junia Rufina fue una mujer muy poderosa. No necesitó ser madre o mujer de ningún romano. Fue por méritos propios. Su espectacular tumba en el yacimiento de Baelo Claudia (Tarifa, Cádiz) solo habla de ella. En honor a esta noble romana se levantó un excepcional mausoleo con inscripciones de bronce y los mejores mármoles. Debió impactar al que lo viese en pie, allá por el II siglo de nuestra era, y 1.800 años después vuelve a sobrecoger. Si Junia quiso dejar clara su importancia, lo consiguió con creces. Su sepulcro se ha convertido ahora en uno de los hallazgos más sobresalientes de la Hispania romana por ser la única tumba dedicada a una mujer por sí misma y por conservar la inscripciones original en bronce con la que fue concebida.

El singular descubrimiento se produjo el pasado 4 de junio, en el transcurso de unas excavaciones en la necrópolis de Baelo Claudia (ciudad romana desde el siglo II a.C.), y ha sido presentado la mañana de este viernes. “Es espectacular, un hallazgo excepcional”, reconoce Fernando Prados (izquierda), director del proyecto investigador y profesor de Arqueología de la Universidad de Alicante. “Es una prueba del poder femenino en la época”, tal y como ha resumido el consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, en la presentación. El propio estado de conservación de la inscripción de bronce la convierte en un hallazgo romano inédito en España.

La tumba de Junia Rufina se encontraba en el punto más cercano a la puerta de la ciudad, un lugar reservado para el enterramiento de las personas más destacadas. Allí mismo apareció hace dos décadas una importante escultura femenina togada desconocida que no conservaba la cabeza y que hoy se expone en el museo del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia (derecha), tal y como reconoce Iván García, arqueólogo del espacio. Los investigadores -integrados también por las universidades de Granada, Murcia y Madrid- albergaban esperanzas de encontrar algo destacado, pero el hallazgo ha superado sus expectativas.

Ahora han podido poner nombre a esa escultura aparecida hace 20 años. “Ha sido una sorpresa. La tumba más cercana a la puerta, la más grande e importante y de una mujer”, añade Prados. No es la primera vez que en España aparece un enterramiento romano dedicado a al sexo femenino, pero en esta ocasión ha sido distinto. “Normalmente, hacen referencia a que era mujer o madre de alguien, en este caso no. Era una mujer importante por sí misma”, detalla el profesor de Arqueología. García añade: “Es el primer monumento en Hispania cuya promotora es una mujer y con este tamaño”.
“Para los dioses Manes de Junia Rufina, hija de Marco”, reza en la lápida, encontrada con letras de bronce engastadas y siguiendo la pauta habitual de las inscripciones funerarias romanas. Y precisamente la conservación de estos caracteres es otra de las causas de la excepcionalidad del hallazgo. El uso del metal para la realización de las inscripciones era común en tiempos romanos.

Sin embargo, no es nada usual que esta técnica llegue intacta hasta nuestros días. “No hay ninguna pieza en la que tengamos un epígrafe con letras de bronce completo. La gente los solía expoliar. Normalmente se conserva solo la huella, pero en este caso no, está completo. Entre letra y letra se conservan hasta las interpunciones (caracteres a modo de puntos que se insertaban entre algunas letras)”, explica Prados en referencia a un hallazgo único en la antigua Hispania hasta ahora.


El motivo de este extraordinario estado de conservación radica en un hecho catastrófico que destruyó la ciudad de Baelo Claudia en torno al siglo IV de nuestra era. “Un terremoto dejó todo sepultado, como una pequeña Pompeya, y se quedó así hasta hoy. Es una suerte, la gente solía expoliar en tiempos de necesidad”, reconoce el director de la investigación. El temblor hizo que la losa con la inscripción cayese bocabajo sobre el pavimento de la necrópolis. Los arqueólogos han localizado incluso monedas del 340 d.C. que, al caer, quedaron atrapadas entre el suelo y la inscripción.
En las excavaciones han aparecido más piezas que muestran la grandiosidad del monumento funerario. Además de la inscripción en bronce y la escultura ya localizada anteriormente, los arqueólogos han localizado piezas de mármol de importadas. “Se trata de un conjunto de gran monumentalidad, donde han aparecido columnas y capiteles corintios y otros elementos decorativos de un sepulcro que refleja el esplendor y la brillantez artística de esta ciudad hispanorromana”, explica el consejero.

Vista de las ruinas del templo romano Baelo Claudia, a orillas del Estrecho de Gibraltar (Wikimedia / Dominik Ulmer)


El valor del hallazgo, que incluye restos óseos, radica también en las posibles vías de investigación que se abren para resolver la incógnita de quién fue Julia Rufina y por qué llegó a ser tan importante. De momento, los arqueólogos tienen una hipótesis, a partir del nombre de la mujer. “Junia hace referencia a una importante diosa romana. De hecho, la escultura es un cuerpo en serie de esta diosa”, explica Prados. El apellido da más pistas, como abunda el arqueólogo: “Sabemos que es hija de un tal Marco y que Rufina es uno de los apellidos clásicos que las familias nobles de Cádiz usaron después de la conquista romana”. A partir de ahí, poco más se sabe de esta enigmática mujer.

Fuente: elpais.com | 24 de agosto de 2018

Hallan una misteriosa tumba de finales de la civilización minoica en Creta

Sarcófago intacto con la tapa en su lugar y numerosas vasijas con forma de estribo. Foto: Ministry of Culture and Sports, Greece

Un "suceso aleatorio" ha propiciado una excavación de emergencia en un olivar situado a unos 800 metros al noreste de Kentrí, en Yerápetra, en el sureste de Creta (Grecia), según acaba de informar en un comunicado el Ministerio de Cultura y Deporte de Grecia.
Un residente de la zona avisó al Eforato de Antigüedades de Lasithi sobre la presencia de un pozo de 1,20 metros de diámetro y de más de 2,5 metros de profundidad. La excavación arqueológica ha permitido descubrir una misteriosa tumba que, de acuerdo con la tipología de la cerámica hallada en su interior y otras estimaciones iniciales, se podría fechar aproximadamente entre el 1400 y el 1200 a.C., en el periodo tardío de la civilización minoica.

Una crátera minoica y otras vasijas junto al sarcófago intacto. Foto: Ministry of Culture and Sports, Greece.

La tumba de cámara está dividida en tres nichos excavados en la tierra. En el extremo sur había un sarcófago intacto con la tapa en su lugar y, en su interior, el esqueleto bien conservado de una persona adulta "en una postura muy contraída", según el comunicado.
También se han encontrado 14 vasijas con forma de estribo, conocidas como ánforas de falso cuello, una crátera y un cuenco, entre otras piezas. En el nicho más septentrional había un sarcófago sin tapa y dentro un esqueleto adulto deteriorado, además de otras vasijas. "Todos los jarrones están intactos, presentan una buena calidad artística y una excelente conservación", señala la nota.

Esqueleto bien conservado de una persona adulta "en una postura muy contraída". Foto: Ministry of Culture and Sports, Greece.

Foto:National Geographic| 23 de agosto de 2018

Descubren una nueva piscina y termas de época romana en Carmona (Sevilla)

Nueva piscina romana en Carmona / Ayto. Carmona

El servicio de Arqueología del Ayuntamiento y los alumnos del curso de verano de “Arqueología de campo” descubren nuevas estructuras en un complejo de piscinas y termas del siglo I así como restos de la Edad del Cobre y canalizaciones islámica.

El servicio de Arqueología del Ayuntamiento de Carmona, junto con los alumnos del curso de verano “Arqueología de campo” desarrollado por el centro “Olavide en Carmona” y la delegación municipal de Patrimonio, ha descubierto una nueva piscina romana en las excavaciones desarrolladas en la Plaza Julián Besteiro, en pleno centro histórico.

La nueva piscina se encuentra en perfecto estado y tiene la particularidad de que en su fondo, posiblemente tras perder su uso original, se había encajado un ánfora de vino procedente de la Galia.
En esta intervención se están exhumando numerosas estructuras romanas pertenecientes a unas termas públicas construidas en época de Augusto, hacia el cambio de era. Los alumnos han podido completar la excavación de algunas de las piscinas y de los espacios donde se realizaba el fuego cuando éstas eran de agua caliente. Entre las estructuras descubiertas destaca un muro semicircular que, a modo de ábside, cerraba uno de los laterales de uno de estos baños.

En la misma excavación, además de los restos romanos, los alumnos han podido excavar estructuras de otras épocas, como un depósito de trigo de la Edad del Cobre o canalizaciones de época islámica.
El curso Arqueología de campo ha estado organizado por el centro “Olavide en Carmona” y la Delegación de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Carmona, dentro del programa de cursos de verano ofertados por la Universidad Pablo de Olavide.

Durante un mes, los alumnos han recibido formación práctica sobre los distintos aspectos a los que debe enfrentarse un arqueólogo en los trabajos de campo. Las clases prácticas han sido reforzadas con sesiones teóricas donde se tratan diversas temáticas como el tratamiento de los materiales arqueológicos, la digitalización de la planimetría, la estratigrafía arqueológica o los requisitos administrativos necesarios para estas tareas.

Fuente: sevillaactualidad.com | 22 de agosto de 2018

Hallan restos de la Edad del Hierro en el castro de Alava (Asturias)

Rubén Montes, al frente de los trabajos en el castro. / DAMIÁN ARIENZA

De Salas a Miami. Ese será el periplo que realizarán varias muestras que un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo liderado por el gijonés Rubén Montes López acaba de recoger en el castro de Alava, en Salas, para someterlas allí a la prueba del Carbono 14 y poder datarlas con exactitud. Un nuevo paso para arrojar luz sobre un yacimiento hasta ahora inexplorado que aún depara grandes secretos y en el que han hallado restos en los que «todo apunta a que pertenecen a la Edad del Hierro», como explicó ayer el propio Montes, director de campo de los trabajos.
Todo comenzó con otro hallazgo casual por parte de los vecinos de la zona, allá por el siglo pasado: el de varias hachas de talón que «fueron convenientemente documentadas por Miguel Ángel de Blas y que, hoy en día, se encuentran en manos de particulares o en paradero desconocido».

El área de excavación del castro de Alava, en Salas.

Era el primer indicio de un poblado cuyos misterios tratan ahora de desentrañar las primeras excavaciones científicas en el castro, centradas en establecer el momento de fundación del poblado y el periodo durante el cual se mantuvo habitado, además de determinar los rasgos de sus moradores. Una campaña arqueológica que forma parte de la segunda fase del denominado Proyecto Beriso, patrocinado por la Fundación Valdés-Salas y con la colaboración de la Universidad y el CSIC.

Este ambicioso programa plurianual -bajo la dirección científica de De Blas y Ángel Villa- trata de rastrear la vinculación de aquellos pobladores con la extraordinaria actividad minera que se desplegó en el entorno, aunque, por el momento, los investigadores no han encontrado vestigios que apunten en esa dirección, pero sí «fragmentos de cerámica, restos domésticos, huesos de animales y una estructura que delimita una de las terrazas donde podría haber estado el poblado». Una tarea a la que, a los sondeos y catas tradicionales, han sumado sofisticadas técnicas de prospección auxiliados por arqueólogos llegados a Salas desde la universidad alemana de Marburgo.

Fuente: elcomercio.es | 23 de agosto de 2018

Los últimos hallazgos romanos de Las Regueras

Sondeo arqueológico en la villa de Andallón o San Martín. Abril 2018

…en el centro y al sitio de la heredad nombrada San Martín del I. de Biedes, se encuentran vestigios de una pobl. al parecer no pequeña y en donde los labradores encuentran con frecuencia cimientos de casas, acueductos, hosarios, monedas y otros objetos.
(Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar (1845-1850), Tomo IV, P. 311.)


Por Juan Muñíz, arqueólogo.

La noticia del descubrimiento de un segundo mosaico en la Villa romana de San Martín o Villa de Andayón eclipsó, como es lógico, el resto de hallazgos que se produjeron durante la excavación que realizó el equipo de Juan R. Muñiz en ese yacimiento el pasado abril. La información recabada en estas excavaciones ahondó en el conocimiento de la planta de la Villa, su material de construcción y sobre todo el programa decorativo de la edificación.

Los trabajos, que fueron financiados por el Ayuntamiento de Las Regueras con 2000 €, contaron con la autorización de la propiedad de la finca, cuya colaboración y facilidades mostradas deben reconocerse públicamente. Tanto la Alcaldesa de Las Regueras, Maribel Méndez, como el Concejal de Cultura, Miguel Suárez, se implicaron en el proyecto y nos mostraron su apoyo escuchando nuestras propuestas y visitando los trabajos.

En el plano científico fue el criterio seguido para la ubicación del sondeo lo que determinó el éxito de la campaña. La elección del lugar por parte de la dirección del proyecto y el excelente trabajo del equipo arqueológico demostraron el acierto del proyecto desde el primer día de excavación. Este criterio se sustentó en el análisis y estudio de los restos localizados en la campaña de 2013, a partir de los cuales se organizó la retícula de sondeos de 5x5 metros que divide, de forma virtual, el yacimiento. Esta red fue planteada durante los trabajos previos con la ayuda del topógrafo Luís García.

Como es público y notorio el yacimiento era conocido desde antiguo y las primeras excavaciones en el lugar se realizaron en 1958, como recordó Celso Díaz Fernández en el artículo publicado por La Nueva España el 9 de septiembre de 2017. Esos trabajos arqueológicos fueron de documentación de un descubrimiento accidental, pues ensanchando la carretera entre Andallón y La Estaca apareció el primer mosaico de esta Villa de San Martín. La fotografía de Celso Díaz y José Manuel González registrando el hallazgo forma parte de la historia de la arqueología de Asturias.

Tres años más tarde, en abril de 1961, se realizaron los segundos trabajos de excavación, cuya finalidad era la extracción del pavimento para llevarlo al Museo Arqueológico de Oviedo. De esos trabajos se conserva un expediente administrativo en el Archivo Histórico de Asturias con la sigla AHA_Diputacion:2614.91.1961. Dentro de la carpeta se guardan varias fotos con anotaciones manuales donde se ve el mosaico en su situación original y las paredes que delimitan esta y otras habitaciones. Las obras de extracción del mosaico las dirigió Francisco Jordá como parte de su cometido al frente del Servicio de Investigaciones Arqueológicas.

Fue en esas fotos donde la restauradora Marta Corrada reparó en la presencia de morteros parietales, cargas de pared, que se conservaban en la parte baja de los muros fotografiados. Esta observación se hizo tras el hallazgo en la campaña de 2013 de varios fragmentos de mortero que habían sido decorados con pintura. Esa campaña del otoño de 2013 acaba de ser recientemente publicada por el Servicio de Patrimonio Cultural de la Consejería de Educación y Cultura del Principado de Asturias en el libro Excavaciones en Asturias 2013-2016.

Aquella intervención de 2013 documentó la existencia de pintura mural que decoraba las paredes de dos salas que habían sido localizadas. Las planchas de morteros decorativos se encontraron caídas sobre los pavimentos de las habitaciones y eran las últimas capas de preparación de la pared y la superficie pictórica, es decir pertenecen al último momento de uso del edificio. La decoración identificada mostraba esquemas compositivos lineales de colores planos aplicados según la técnica del fresco y con posibles retoques al secco. Los modelos recuperados eran bandas rojas y granates sobre fondo blanco, bandas negras sobre fondos ocres, paneles ocres y granates, banda azul verdosa sobre fondo blanco y una gruesa línea ocre sobre ellas, posiblemente imitación marmórea, al igual que otro modelo de líneas sinuosas rojas sobre fondo blanco. Aquellos ejemplos de pintura podrían corresponderse con el III estilo pompeyano que consiste en un zócalo o parte baja de imitación marmórea y paneles medios y altos pintados de un color plano, blanco u ocre. Estos colores planos estarían delimitados por bandas o marcos, modulando los espacios de manera sencilla.

En esta campaña de 2018 se recuperaron fragmentos de pinturas parietales en el material revuelto de la ruina del edificio. Pero también se logró documentar la presencia de fragmentos en posición primaria, pegados a la pared, o desplomados sobre los pavimentos de las salas exploradas. Esto aumenta exponencialmente las posibilidades de recuperar el aspecto real que tenían estas habitaciones en el momento de su último uso. Para ello, deberían consolidarse y topografiarse estas planchas en la misma situación que se encuentran ahora. Posteriormente se procedería a levantar estas porciones de pared y colocarlas en soportes que ayudasen recrear el alzado del edificio arruinado. La medición topográfica ayudaría a encajar ese gran rompecabezas y sobre todo a facilitar un modelo digital sobre el que trabajar. Ese volteo del material desplomado va a permitirnos ver el modelo real, las formas pintadas, los colores usados…. y otras características de la decoración de la Villa.
Creo que estamos ante una gran oportunidad para recuperar una gran construcción de la época romana que contaba con una importante riqueza artística en su decoración interior, con pinturas decoradas al gusto de la época y al menos dos mosaicos en sus salas principales. La excavación en área de esta villa nos aportará más información del propio edificio, pero también del tipo de persona que fue el propietario de la Villa y la relación de su presencia con el medio entorno más inmediato. Sin duda la adecuación del terreno y la localización de las dependencias destinadas al trabajo o la vivienda de las personas que trabajaban para el propietario de esta lujosa Villa serán otras buenas aportaciones al conocimiento del modelo de romanización de Asturias.

Fuente: lavozdeltrubia.es | 22 de agosto de 2018

Descubierta la primera humana fruto del sexo entre dos especies de homínidos distintas

Richard Roberts, Vladimir Ulianov y Maxim Kozlikin en la cueva de Denisova donde se encontraron los restos de la joven híbrida IAET SB RAS, SERGEI ZELENSKY

Hace más de 50.000 años, una mujer neandertal y un hombre denisovano tuvieron sexo y unos meses después ella dio a luz a una niña. Muchos siglos más tarde, en una cueva siberiana junto a las montañas de Altái, se encontraron los huesos que dejó aquella mujer híbrida, que tendría unos 13 años cuando murió. Desde hace casi una década se sabe que neandertales, denisovanos y humanos modernos tuvieron descendencia en algunas circunstancias, pero nunca se había encontrado a un hijo de una pareja mixta.
Hoy, la revista Nature publica el genoma del primero de estos humanos. Un equipo liderado por Svante Pääbo (izquierda) y Viviane Slon, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), analizó el ADN extraído de un fragmento de hueso de la joven y concluyó que la madre era neandertal y el padre denisovano. La primera vincula a la adolescente con el linaje de una especie muy conocida, a la que se atribuyen las primeras expresiones artísticas conocidas y que dejaron sus huesos y herramientas por toda Europa. Su padre la convierte en la descendiente de un grupo mucho más misterioso, conocido sólo a partir de los análisis genéticos de pequeños fragmentos de hueso encontrados únicamente en la cueva rusa de Denisova.
Los genomas de las dos especies, secuenciados también por Pääbo y sus colaboradores, indican que se separaron hace más de 390.000 años. Sin embargo, siguieron copulando y procreando de forma puntual en los territorios donde ambas especies compartían frontera. “Aunque todavía no conocemos la anatomía de los denisovanos [solo se han encontrado fragmentos de huesos y dientes], yo creo que, aunque no serían iguales, anatómicamente no serían muy diferentes”, explica Juan Luis Arsuaga (derecha), codirector de Atapuerca. “Los denisovanos serían algo así como la versión asiática de los neandertales”, añade.

Desde que los análisis genéticos permitieron reconstruir la vida sexual de los humanos ancestrales, se ha comprobado que existieron relaciones ocasionales entre las especies que compartieron el mundo hace decenas de miles de años. El genoma de Denisova 11 o Denny, como se ha bautizado a la joven, muestra que la relación de sus progenitores no era el primer cruce entre especies de su familia. El padre también tenía neandertales entre sus antepasados.

Fragmento del hueso utilizado durante el estudio visto en distintas perspectivas / AFP

Las relaciones no solo sucedieron entre estas dos especies tan cercanas. Los humanos modernos tuvieron sexo con neandertales en repetidas ocasiones desde hace al menos 100.000 años y hoy, todos los habitantes del planeta, salvo los subsaharianos, tenemos en nuestro genoma ADN de aquella especie extinguida. Lo mismo sucede con los denisovanos. Aunque hace tiempo que se extinguieron, dejaron parte de sus genes entre asiáticos y oceánicos, y tienen también en su genoma rastros de fornicación con una especie arcaica de humanos que se separó de la línea evolutiva humana hace más de un millón de años.

Localización de neandertales (azules), denisovanos (rojos) y primeros humanos modernos (amarillos) datados en unos 40.000 años o antes. / S. Pääbo et al./Nature


Arsuaga trata de imaginar las circunstancias en las que se podían producir aquellas relaciones entre especies y recuerda lo que hacen otros mamíferos. “Que lobos y chacales o dos especies de osos intercambien genes es relativamente frecuente en las fronteras de los territorios que ocupan”, apunta. Pero estos animales no suelen fusionar sus grupos. “Yo no creo que un grupo de neandertales y uno de denisovanos se uniese para formar un solo grupo y ahí se diesen estos cruces”, explica el paleoantropólogo. Más bien se trataría de individuos aislados, excluidos del grupo y que no tienen acceso a hembras de su especie. “Un lobo marginal en California o uno joven pueden reproducirse con una hembra de coyote que encuentren disponible”, afirma.

La investigadora del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, Vivian Slon, autora principal del estudio


La posible relación entre aquel denisovano marginado y una neandertal que venía del oeste quedó reflejada en la niña de Denisova, algo que, pese a que se supiese que ambas especies habían tenido crías, resulta sorprendente.

“Nunca pensé que tendríamos tanta suerte como para encontrar a un descendiente directo de los dos grupos”, asegura Slon. Pääbo también considera improbable el hallazgo y piensa que, aunque “quizá no tuvieron muchas oportunidades para encontrarse, cuando lo hicieron, debieron haber copulado frecuentemente, mucho más de lo que se pensaba hasta ahora”.

Carles Lalueza Fox (derecha), investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, también ve “realmente sorprendente” que se haya encontrado un híbrido de primera generación. “Esto podría sugerir que los cruzamientos eran frecuentes, pero no lo sabemos, en parte porque todos los denisovanos proceden de la misma cueva”, plantea. Aunque puntualiza que “lo que sería realmente revolucionario es encontrar otro denisovano en otro sitio, porque quizá estemos estudiando una población marginal”.
Las incógnitas en torno a aquella etapa de la humanidad, cuando los humanos aún no habían impuesto su ley y al menos tres especies tremendamente inteligentes compartían planeta y flujos, son abundantes. No obstante, trabajos como el que se publica hoy son una muestra de que la ciencia puede abrir ventanas inesperadas al pasado. En 2006, el investigador de la Universidad de Chicago, Bruce Lahn, propuso que neandertales y humanos habían intercambiado genes hace unos 40.000 años. Según contó entonces a EL PAÍS, las revistas Science y Nature rechazaron publicar el trabajo porque consideraban que ese cruce era imposible. En solo una década, aquella visión sobre el sexo en el Pleistoceno y sus consecuencias ha quedado patas arriba.

Fuente: elpais.com | SINC | 22 de agosto de 2018