Los restos cerámicos del yacimiento de Pico de la Mora (Valladolid) confirman su origen calcolítico

Excavaciones en el Pico de la Mora/UBU

Durante los meses de julio y agosto, han tenido lugar diversas actividades que se encuadran dentro de la tercera campaña de actividades arqueológicas que se vienen realizando en el Pico de la Mora (Peñafiel, Valladolid). Estos trabajos, financiados por la Junta de Castilla y León, han sido coordinados desde la Universidad de Burgos (UBU) por José Antonio Rodríguez Marcos, profesor del Área de Prehistoria, y por Rodrigo Villalobos García, por parte de la Universidad de Valladolid y responsable de los trabajos de campo.

Entre otras aportaciones se ha demostrado que, en el centro de la Meseta española, existen asentamientos dotados de una fortificación durante la Edad del Cobre (Calcolítico, 3100-2200 antes de Cristo). Este hecho no se había documentado convenientemente antes de la localización, estudio y datación (2700 años antes de Cristo) de una muralla en este castro que se asentó sobre el espigón de páramo que, emplazado entre los términos municipales vallisoletanos de Peñafiel y Rábano, se conoce con el nombre de Pico de la Mora.

Los trabajos desarrollados este año han consistido, en una primera intervención llevada a cabo durante la segunda semana de julio, en la ampliación de un área de excavación, próxima a la muralla, donde el año pasado se encontraron dos pequeñas planchas de bronce (unidas por un remache) que formarían parte, en origen, de un caldero de chapa broncínea claveteada de probable inspiración atlántica. Este hallazgo y otros restos cerámicos localizados en esta campaña tienen indudable interés, ya que confirman que, tras ser abandonado el enclave a finales del Calcolítico, coincidiendo con el desarrollo del “horizonte del vaso Campaniforme”, la actividad humana se reanudó mucho después del asentamiento originario, en una época coincidente con la Edad del Bronce Final/I Edad del Hierro (800 años antes de Cristo).



En esta misma campaña también se realizó una nueva cata en el sector este de la muralla, a fin de conocer la estructura y sus características en un punto distante del intervenido en campañas anteriores.

A las citadas intervenciones, se han sumado las labores que durante los días 23 y 24 de agosto ha realizado un equipo de expertos de la Universidad de Granada, al frente de los cuales está el profesor de Prehistoria, José Antonio Peña-Ruano, que ha consistido en la Prospección Magnética del yacimiento. Para ello, se ha utilizado un magnetómetro de vapor de potasio, capaz de identificar anomalías magnéticas procedentes del subsuelo, las cuales podrían relacionarse con posibles estructuras originadas por la actividad humana.

Además, se han realizado una serie de tomografías eléctricas que complementen los datos del magnetómetro en este empeño. El fin de todo este proceso es orientar a los arqueólogos a la hora de proyectar dónde puede resultar más conveniente realizar sucesivas intervenciones. No en vano, con esta prospección geofísica dispondrán de datos eficaces para determinar la localización, previa su excavación, de aquellas construcciones de las distintas épocas en que tuvo lugar la ocupación del yacimiento. Al fin y al cabo, un magnetograma no es más que un escáner o una radiografía del subsuelo.

La campaña de este año 2018 todavía no ha llegado a su fin, pues en este mes de septiembre se tiene previsto concluir los sondeos iniciados el pasado mes de julio.


Fuente: dicyt.com| 3 de septiembre de 2018

"La cueva del Ángel es el gran archivo de los homínidos de la Península Ibérica"

Cecilio Barroso, en la sede de la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, en Lucena (Córdoba). / REPORTAJE GRÁFICO: JUAN AYALA

Cecilio Barroso (Melilla, 1955) ahonda desde hace décadas en los orígenes de la evolución humana. En 1979 descubrió la cueva del Boquete de Zafarraya, en Málaga y, cuando todavía era estudiante en la Facultad de Letras de Málaga, halló las representaciones pictóricas de barcos más antiguas del Mediterráneo hasta la fecha, en un abrigo rocoso de Jimena de la Frontera (Cádiz). Desde mediados de la década de los 90, trabaja para desentrañar la cueva del Ángel, en Lucena (Córdoba), que describe como uno de los yacimientos más sorprendentes y valiosos de la Prehistoria y que equipara en trascendencia al de Atapuerca (Burgos).

-¿Cómo se llega a la cueva del Ángel?
-En torno a 1993, un grupo de lucentinos que forma parte de la Asociación Torre del Moral contactaron conmigo porque en los años 70 un vecino que paseaba por la vertiente Sur de la sierra de Araceli había encontrado unos huesos y una industria lítica muy antigua y querían saber si había posibilidad de excavar. Diversas universidades, entre ellas las de Córdoba y Sevilla, habían dicho que allí no había nada. Llegamos al acuerdo de que en el 95, cuando yo terminara las prospecciones en Zafarraya, en Málaga, generaríamos un proyecto de urgencias. En agosto de aquel año encontramos los primeros rellenos; fue un día feliz para todo el mundo. Hallamos un pozo circular de dos metros de diámetro, cosa que no comprendíamos en absoluto, y al final descubrimos que era del siglo XVIII excavado por mineros de la zona que buscaban travertino. Era la piedra más preciada y cara de las existentes en aquel momento, pues con ella se realizaban las columnas de las iglesias y los palacios barrocos. Encontraron travertino, pero aquello estaba lleno de quijadas y de dientes de animales y dieron por cerrada la explotación minera. La taparon con grandes bloques para evitar, supongo, que alguien se matara allí. En el año 96, en una segunda excavación, hicimos un informe para la Junta advirtiendo del yacimiento, pero hasta 2002 no llegó la primera autorización porque algunos investigadores ponían en duda que el yacimiento fuera real.

-¿Qué ha pasado desde entonces?
-La Junta nos obligó a hacer un retranqueo del pozo para comprobar si estaba lleno de piedra o eran rellenos, y evidentemente eran restos paleontológicos. Realmente, en un periodo de 24 años sólo hemos excavado seis veranos, mientras que en Atapuerca han excavado 30 veces en 30 años. Y encima nos dicen que hay pocos resultados.

-En este tiempo, ¿cuáles han sido los principales hallazgos?
-Hemos avanzado muchísimo a pesar de la escasez de permisos, pues el hecho de tener el pozo hecho por los mineros nos ha permitido tener toda una secuencia estratigráfica en profundidad y poseer un conocimiento de cinco metros. Esto ha sido importantísimo, pues en un mes de excavaciones apenas se bajan siete u ocho centímetros, así que se necesitarían 20 vidas para llegar a los cinco metros. En resumen, tenemos una datación muy fiable de algo más de 350.000 años de antigüedad, que son muchos años. En esa época, los homínidos que vivían aquí eran Homo erectus y no tenían nada que ver con nosotros. Procedían de África. De hecho, nosotros como especie no existíamos. Aunque hay otros análisis que han hecho miembros del CSIC que apuntan a que podemos irnos a algo más de 600.000 años en la parte más alta, por lo que en la parte más baja hablaríamos de un millón de años de antigüedad. Si esto se confirma, yacimientos de esta entidad sólo hay dos en el mundo. Son los orígenes de la humanidad, no lo olvidemos.


-¿Cómo era el hombre entonces?
-Los homínidos cazan y carroñean lo que pueden, pero ya vemos que tienen necesidades y ante retos nuevos en la cueva del Ángel se le dan soluciones. Pensamos en gente desnuda, pero aquí hemos encontrado tres útiles exclusivamente preparados para cortar y alisar la piel. Es la primera vez que esto aparece en el mundo, y nos indica que tienen la necesidad de cubrirse. Y que, posiblemente, sea la primera vez que manguen los objetos, es decir, que construyan un mango con resina para hacer la herramienta mucho más efectiva. Y otro hecho fundamental, el uso del fuego. En Europa y en Asia aparece en torno al 300.000 antes de Cristo, y en la cueva del Ángel, como mínimo, hay restos de 350.000 años, 50.000 años antes de lo que se pensaba. Es impresionante. Los homínidos de Atapuerca coinciden en el tiempo con los de la cueva del Ángel, pero allí no ha aparecido ni un gramo de carbón, no conocían el fuego. Y anda que allí hace frío. Y, encima, el fuego de aquí existe en una zona de cuatro metros de diámetro, y por ahora se han documentado más de tres metros de altura de acumulación de cenizas. Eso indica que durante 120.000 años hubo fuego. Planteamos la hipótesis de que en torno a 400.000 años, como mínimo, los primeros homínidos se asientan en la cueva. La teoría es que recolectaron fuego ocasionalmente por un rayo y lo llevaron allí. Era un lugar perfecto.

-¿Lo puede describir?
-Había abrigo contra la lluvia, una covacha para refugiarse, delante un llano con zonas lacustres y una gran cantidad de agua, lo que ahora es el campo de Aras y el arroyo Salado. Y el paisaje estaba lleno de manadas de elefantes, rinocerontes, bisontes, caballos, ciervos, jabalíes, la sierra llena de osos... Aquello para ellos era el paraíso. Posiblemente, las manadas no emigraban en verano porque el clima era mediterráneo y había agua todo el año. Lo que da cohesión a este grupo es el fuego, que es el mayor invento de la humanidad. Les permitía procesar los alimentos, destruir bacterias, calentarse y ahuyentar a las fieras. Este fuego, además, demuestra que eran sedentarios, porque no se interrumpió durante miles de años. En la cueva, los únicos carnívoros que se han encontrado son el lince, el gato salvaje y el lobo, y están allí porque ellos los mataban para comérselos. Este verano han venido colegas de Atapuerca. Y nos han dicho: allí hay diez yacimientos, pero son lugares adonde llegan los homídos, carroñean, dejan cuatro huesos y se van, no queda nada más. Nosotros aquí, menos los nombres, sabemos casi todo. Éste es el gran archivo de los homínidos de la Península Ibérica, y posiblemente de Europa y del mundo, al nivel de Atapuerca. Así que nadie comprende qué está ocurriendo, por qué no hay financiación ni apoyo institucional.

-Pero aquí, hasta el momento, no han aparecido restos humanos...
-Tenemos un fragmento de un fémur humano de más de 300.000 años (derecha). Lo arrancaron espeleólogos en la pared de la sima en los años 60, pero no sabemos exactamente dónde. Calculamos que en la cueva habrían nacido entre 60 y 80.000 homínidos. Posiblemente, arrojaban los muertos dentro de la sima, pero hay diez metros de profundidad hasta llegar al nivel de los homínidos, y sólo llevamos 2,80 metros. El próximo verano, esperamos llegar al menos a los ocho metros y, si se encuentran los homínidos, todo va a cambiar.

-¿Hasta cuándo existen permisos de excavación?
-Tenemos la palabra del director general de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía para prorrogarnos el permiso y excavar el próximo verano. Serán dos meses, con un presupuesto de 32.000 euros concedidos exclusivamente por el Ayuntamiento de Lucena. Desde 2012, la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana (Fipeh), que canaliza donaciones y ayudas de diversas administraciones, ha gestionado en conjunto 450.000 euros, para este proyecto y para el que desarrollamos en sierra Mágina, en Jaén.

-Da la sensación de que las administraciones son reacias a invertir.
-La única que apuesta, desafortunadamente, es el Ayuntamiento. La ahora vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, sí apostó en su etapa como consejera de Cultura y fue la única que otorgó una subvención, pero su marcha a Madrid como ministra paró en seco esa buena relación. En cambio, sí hay yacimientos a los que se les da dinero, como a Orce, en Granada. Han cambiado el cerramiento que tenían por otro psicodélico que ha costado 300.000 euros. Y por excavar 15 días, les dan 100.000 euros. Será la falta de conocimiento o de información, pero los expertos que llegan a Lucena no comprenden lo que pasa. Ésta es la joya del patrimonio de Córdoba.

-Se ha llegado a hablar, incluso, de la declaración del yacimiento como Patrimonio Mundial, pero por el momento no existe ningún nivel de protección.
-Ninguno. Además, el hecho de que fuera Bien de Interés Cultural (BIC), por ejemplo, no implicaría nada, ni que nos fueran a dar más dinero. Pero es cierto que tiene mucho más valor que otros sitios que sí son Patrimonio Mundial. Aparentemente, la evolución humana puede interesar poco cuando tenemos conjuntos monumentales como Medina Azahara, la Alhambra o el mundo íbero en Jaén. Eso sí, medio millón de personas visitan Atapuerca al año. La gente va a Burgos por Atapuerca, no por la catedral. Y el impacto económico es impresionante. Y la cueva del Ángel va a ser Patrimonio Mundial, como Atapuerca, que a nadie le quepa duda. Es excepcional y única, un archivo de la historia de la humanidad. Esto se lo planteamos a Rosa Aguilar cuando era consejera de Cultura y nos respondió que hablaríamos cuando lo lograra Medina Azahara. Creo que ha llegado el momento de retomar la conversación.

-¿A qué otros yacimientos se puede equiparar?
-Está al nivel de Atapuerca. Y, si afinamos con las dataciones, podríamos equipararnos con Dminisi, en Georgia.


-¿Cuánto tiempo se necesitaría para conocer en profundidad la cueva del Ángel?
-Se necesitarían dos o tres generaciones, esto no es algo coyuntural. He planteado al alcalde, Juan Pérez, que se redacte un plan estratégico, pues esto no puede seguir así. Por ejemplo, ahora estamos intentado cerrar la cueva y hemos pasado de un proyecto de 500.000 a 20.000 euros. Vamos de mal en peor, es paupérrimo. Y hemos pasado de hacer un centro de interpretación educativo y pedagógico a instalar un techo para tractores. Ahora trabajamos bajo unas chapas oxidadas que se pusieron en el año 95 y bajo las que la Junta no nos permite estar porque hace mucho calor. Aquello es patético. Cuando viene algún investigador de fuera, la situación me provoca bochorno.

-Como experto en la evolución humana, ¿qué va a suponer para nuestra especie la revolución digital que se está produciendo? ¿Se puede equiparar de alguna manera al impacto del uso del fuego o el descubrimiento de la rueda?
-Todo lo que somos, se lo debemos al pasado. Y el fuego nos permitió llegar hasta aquí. Respecto al impacto de lo digital, depende de hacia dónde nos dirijamos. Antes tenía que ir a París en verano y me recorría las grandes bibliotecas para sacar artículos, fotocopiaba como un loco y enviaba las sacas por tren. En España no había nada sobre Paleontología. Ahora das cuatro click y lo tienes todo. Las redes digitales significan la democratización del conocimiento, y eso puede dar unos logros impresionantes en múltiples aspectos, como la economía o la medicina. El problema de todo esto es la utilización espúrea que se le pueda dar. Lo digital es una de las grandes revoluciones de la humanidad, junto con el fuego, la agricultura, la máquina de vapor, la electricidad, la energía atómica... Las revoluciones ahora se acortan.

Fuente: eldiariodecordoba.es | Ángel Robles | 2 de septiembre de 2018

Itálica se viste de romana para reivindicarse

Romanos en Itálica / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

El conjunto arqueológico de Itálica, enclavado en Santiponce (Sevilla), es hoy domingo el escenario de una concentración de al menos 127 figurantes ataviados con atuendo romano, así como de recreaciones históricas a manos de los mismos, para celebrar el "Día de la Romanidad" y apoyar el proyecto de candidatura de estas ruinas romanas a la declaración de Patrimonio de la Humanidad.
Mientras la celebración del denominado Día de la Romanidad se promueve para el día 4 de septiembre con motivo de la efeméride correspondiente a la desaparición del Imperio Romano de Occidente allá por el año 476 después de Cristo, la Centuria Romana de Santiponce, colectivo promotor de esta iniciativa, ha programado para este domingo esta concentración con vestimenta romana para secundar los actos programados en otras ciudades.


Día de la romanidad

"Queremos contribuir a la promoción del patrimonio local, a la máxima difusión del Día de la Romanidad en toda España el 4 de septiembre y poner así nuestro granito de arena en el proyecto lanzado para conseguir que Itálica sea Patrimonio de la Humanidad", expone el colectivo en un manifiesto recogido por Europa Press.

La organización cuenta así con 127 figurantes ataviados con indumentaria romana, que a las 10:30 horas del domingo han hecho su entrada en el recinto arqueológico de Itálica, para ser recibidos por el director del conjunto, Fernando Panea. A partir de ahí, los diferentes grupos de figurantes, que incluyen legionarios romanos, se han distribuido por los espacios del recinto arqueológico, como el anfiteatro, el cardo máximo o la Casa de los Pájaros, representando diversas escenas relacionadas con las tradiciones y la vida habitual en la antigua Roma.

Romanos en Itálica / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

Camino a la Unesco

El asentamiento romano de Itálica fue fundado por Publio Cornelio Escipión 'El Africano' allá por el año 206 antes de Cristo y fue la cuna de los emperadores Trajano y Adriano, toda vez que las ruinas de la antigua ciudad, conocidas por su espectacular anfiteatro, fueron declaradas monumento nacional allá por 1912.

La aún no lejana rehabilitación del antiguo teatro ha constituido un importante revulsivo para el conjunto arqueológico, que en su remozado espacio escénico acoge actualmente los espectáculos del Festival Internacional de Danza de Itálica y las funciones del ciclo Teatros Romanos de Andalucía.
Pero aunque Itálica vivió hace poco una visible revitalización con frecuentes jornadas y actividades, dicha etapa quedó parcialmente ensombrecida por aspectos como los cierres parciales sufridos a cuenta de las vacantes sin cubrir en su plantilla de vigilantes.

Un proyecto recuperado que nació hace 4 años

La propuesta de candidatura de Itálica a la declaración de Patrimonio Mundial, de cualquier manera, nació en el verano de 2014 y se fundamentaba especialmente en el papel de este asentamiento como "ensayo" del proyecto político de la antigua Roma, al tratarse de la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica, siendo además "la cuna de los emperadores Trajano y Adriano".

Al respecto, la idea inicial era intentar que la Unesco debatiese la candidatura en la sesión de 2017 de su comité de Patrimonio Mundial, para coincidir con el 1.900 aniversario de la muerte del emperador Trajano y de la llegada al poder del emperador Adriano, ambos procedentes de Itálica. No obstante, la iniciativa fue "frenada" al objeto de revisarla.

En ese sentido, el profesor de Geografía Humana de la Universidad Hispalense, Víctor Fernández Salinas, opinaba allá por 2014 que "la propuesta es muy difícil de culminar porque España tiene muchos bienes declarados Patrimonio de la Humanidad, hay muchas ruinas romanas y la idea no es demasiado innovadora".

Finalmente, el proyecto fue recuperado de la mano de la Asociación Cívica del Sur, Civisur, que el pasado mes de junio de 2017 formalizaba el lanzamiento oficial de la candidatura, y prevé entregar estos días al Ministerio de Cultura el formulario o expediente de la candidatura, en demanda de que sea incluido en la lista indicativa estatal de monumentos susceptibles de ser presentados ante la Unesco como candidatos a la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Fuente: diariodesevilla.es | 2 de septiembre de 2018

Arqueólogos descubren el posible lugar donde Jesús realizó su primer milagro

Las excavaciones realizadas cerca del mar de Galilea dejan claro que la veneración a Kafr Kanna, como escenario de las bodas de Caná, se debía a una confusión.

Uno de los objetivos del peregrinaje cristiano a Israel, el lugar donde Jesús de Nazaret transformó el agua en vino según el Evangelio de Juan, probablemente no esté donde lo buscaban y veneraban en los últimos siglos. A eso apuntan las últimas excavaciones realizadas en la región de Galilea por el arqueólogo Tom McCollough y su equipo.

El científico, citado por Daily Mail, sostiene que el sitio más probable del primer milagro de Jesús, producido durante bodas de Caná, no es la ciudad de Kafr Kanna sino el antiguo asentamiento judío de Khirbet Qana. Este segundo punto geográfico tiene ahora el aspecto de una ladera polvorienta situada a 8 kilómetros al norte de la mencionada ciudad, pero fue habitada entre los años 323 a.C. y 324 d.C.


Los arqueólogos han descubierto una serie de pistas convincentes de que era exactamente ese lugar. Entre ellas McCollough destacó “un gran conjunto de cuevas de veneración cristiana, que fue utilizado por los peregrinos cristianos que llegaban para venerar el milagro del agua y el vino”. Este complejo, dijo, estaba en uso a finales del siglo V o a principios del siglo VI y volvió a ser utilizado por los peregrinos en la época de los cruzados, en el siglo XII.

Los arqueólogos han descubierto varias pistas convincentes en el antiguo sitio de Khirbet Qana, una aldea judía entre los años 323 aC y 324 d.C. El contorno de una sinagoga está representado en el lugar.

Pruebas persuasivas

Otros tres sitios arqueológicos también ‘compiten’ de forma creíble por ser la Caná de Las Escrituras, admitió el profesor británico. “Pero ninguno tiene un conjunto de pruebas como Khirbet Qana”, aseguró.

Como parte de su evidencia, el Dr. McCollough señala el trabajo del historiador judío del siglo I, Flavio Josefo.

Las referencias a Caná en Flavio Josefo se alinean geográficamente con la ubicación de ese antiguo asentamiento y se alinean lógicamente con sus movimientos, y lógicamente con los desplazamientos de Jesús. La mención en el Nuevo Testamento y en los textos rabínicos indica que la aldea era judía, se encontraba cerca del mar de Galilea y en la región de Baja Galilea. “Khirbet Qana cumple con todos estos criterios”, valoró McCollough.

Se han encontrado inscripciones griegas en los túneles, incluidas cruces y una bendición

Las excavaciones del grupo demostraron que esta era una próspera aldea judía. Cobijaba una red de túneles utilizados para el culto cristiano, donde las paredes llevan cruces y referencias al Señor en griego. También había un altar y un estante con los restos de una jarra de piedra, al estilo de aquellas que contenían el vino convertido por Jesús.


Las excavaciones allí revelaron una red de túneles utilizados para el culto cristiano, marcados con cruces y referencias a Kyrie Iesou, una frase griega que significa Señor Jesús.

Mientras tanto, la ciudad de Kafr Kanna, que no fue reconocida como un lugar de peregrinación hasta el siglo XVIII, pudo ostentar ese privilegio debido a una confusión. Desde allí los monjes franciscanos manejaban la peregrinación cristiana y aseguraban el paso fácil a Nazaret, que está a pocos kilómetros al sudoeste, y otros sitios de Tierra Santa.

Durante cientos de años, los peregrinos han creído que el sitio del milagro es Kafr Kanna, una ciudad en el norte de Israel, donde visitan la 'Iglesia de la Boda' del siglo XX (en la foto).

El Dr. McCollough cree que los descubrimientos en Khirbet Qana podrían incluso reforzar el caso de la historicidad del Evangelio de Juan.

El Dr. McCollough dijo que las excavaciones en el sitio (en la foto) han demostrado que 'esto fue de hecho una próspera aldea judía ubicada en el corazón de gran parte de la vida y el ministerio de Jesús'.

Él dijo: "Nuestras excavaciones han demostrado que esta era de hecho una próspera aldea judía ubicada en el corazón de gran parte de la vida y el ministerio de Jesús".
"Para el Evangelio de Juan, Cana es, de alguna manera, el lugar seguro de Jesús o el centro operativo. Es un lugar donde él y sus discípulos vuelven cuando encuentran resistencia en Judea".
"Argumentaría que nuestras excavaciones justifican al menos una reconsideración del valor histórico de las referencias de Juan a Caná y a Jesús".

Fuentes: el-lorquino.com | Daily Mail | biblicalarchaeology.org | 1 de septiembre de 2018

Descubren una ciudad milenaria con una pirámide y restos de sacrificios humanos en China

La pirámide de Shimao - Zhouyong Sun/Jing Shao

La meseta de Loes o Loess es un altiplano que cubre un área de unos 640.000 km² en el curso alto y medio del río Amarillo, en China. Durante años se pensó que esta tierra polvorienta, famosa por las cuevas usadas como vivienda en las que Mao Zedong ubicó su cuartel general en la década de 1930, no fue más que un terreno baldío en una zona con fríos inviernos y calurosos veranos.

Recientes estudios arqueológicos, sin embargo, han revelado que alrededor del año 2000 antes de Cristo, en plena Edad de Bronce, la ciudad de Shimao -conocida como el ‘pantano del norte’- fue el hogar de una sociedad compleja que actuaba como el corazón político y económico de China. Los hallazgos desafían la creencia de que la civilización china se desarrolló en la región central.


Mapa de Shimao

“Importantes símbolos de la Edad de Bronce que se han asociado con la región central habían sido creados mucho antes en Shimao”, escriben los autores del estudio publicado en la revista Antiquity . “Las narraciones antiguas han subestimado la centralidad de la meseta del Loess y los nuevos hallazgos nos ayudan a romper con los estereotipos previos de esta región”, añaden.
Shimao siempre se ha visto como una zona periférica y pasiva entre las llanuras centrales y la estepa. La antigua ciudad se encontraba en terreno montañoso al norte de la provincia de Shaanxi y muy al norte de las Planicies Centrales, que se encuentran principalmente en las modernas provincias meridionales de Shanxi y Henan.

Los historiadores sinocéntricos (la perspectiva que considera a China como el centro) consideraron que el área que bordea la región esteparia era una tierra de “bárbaros”. Y esa visión se mantuvo hasta que recientemente se ha descubierto un enorme asentamiento prehistórico amurallado en Shimao que data de finales del tercer y principios del segundo milenio antes de Cristo.

a) Vista aérea de la puerta oriental (fotografía cortesía de Zhouyong Sun y Jing Shao) b) Reconstrucción de la puerta oriental c) Sección de la torre norte d) Plan de bastiones cerca de la puerta este (imagen cortesía de Zhouyong Sun y Jing Shao). (Antiquity).

El complejo tenía un área de más de 400 hectáreas en su época de mayor apogeo. No solo fue el asentamiento amurallado más grande de su época en la antigua China, sino también uno de los centros más grandes del mundo. Sus palacios se construyeron con piedra, lo que requirió una importante inversión en mano de obra.

El centro del palacio, construido alrededor del 2300 a.C. y que tiene forma de pirámide escalonada de unos 70 metros, fue el primer monumento que se estableció. “La construcción extremadamente sofisticada y la alta inversión laboral sugieren que el centro del palacio estaba asociado con la residencia de las élites gobernantes”, señalan los investigadores liderados por Li Jaang, de la Universidad de Zhengzhou.



Pero no solo eso. La mano de obra empleada en la construcción en Shimao superó significativamente la de cualquier asentamiento de la misma época en las Planicies Centrales. “Extraer, transportar, preparar y usar los bloques de piedra arenisca en la construcción requirió planificación, supervisión y trabajo a gran escala y sofisticado”, señalan los expertos.

En Shimao, además, se emplearon grandes vigas de madera colocadas entre bloques de piedra como refuerzo, una técnica que no ha aparecido en ningún otro asentamiento en China, más allá de la montaña que rodean la meseta de Loess. “Todas estas infraestructuras de Shimao requerían una población mucho más grande que la de cualquier otro asentamiento en China”, indican.
“Los hallazgos recientes indican que el altiplano de Loess era el corazón económico de una extensa red de intercambio y comercio que involucraba artefactos altamente valorados y no solo un lugar de paso entre la estepa y las llanuras centrales, como se creía bajo el estereotipo sinocéntrico”, apuntan los arqueólogos.


Los investigadores creen, además, que importantes centros de la región central como Erlitou tomaron a Shimao como ejemplo. “Shimao se convirtió, por ejemplo, en un importante centro de jade (símbolo central del poder político y religioso) que pronto se adoptó en una esfera muy grande que se extendía desde las llanuras centrales hasta la costa este de China y de la costa sur hasta el norte de Vietnam”, indican.

Las excavaciones han revelado que objetos de jade como hachas y cetros fueron colocados entre los bloques de piedra de los monumentos de la ciudad. Los arqueólogos han recuperado miles de artefactos. El sacrificio humano a escala masiva es otra característica de Shimao. En la entrada oriental de la muralla exterior se han encontrado seis pozos con cabezas humanas decapitadas.

Pozos con cabezas decapitadas.

La influencia de Shimao no se circunscribió en la meseta de Loess, si no que se alargó hasta la meseta de Ordos, el desierto de Maowusu y las llanuras de Hetao. Del sitio de Zhukaigou (en Ordos) procedían muchas de las víctimas sacrificadas que se han hallado en la puerta oriental de la muralla exterior.

Fuente: lavanguardia.com | sabado.pt | 27 de agosto de 2018

Sir Douglas y la enigmática lápida celta de Álora. Un ‘Braveheart’ en tierras españolas

Juan José Acedo (Museo de Álora)

Un historiador sostiene que es la estela funeraria del caballero escocés que llevaba el corazón de Braveheart y que murió en la conquista del castillo de Teba.

Un vecino de Álora que buscaba una piedra donde descansar durante las largas horas de espera que se le presentaban aquel día de caza de 2003 reparó de pronto en una lisa de un montón que encontró a unos 11 kilómetros de la localidad, en la zona de las obras de construcción del AVE de Antequera a Málaga. Pensó que era perfecta para sus propósitos, pero al sacarla de entre las demás y darle la vuelta, descubrió con sorpresa que había sido tallada con una cruz celta y extrañas figuras. «Se la llevó a su casa y cuando abrió el museo, nos la trajo», relata la arqueóloga María José Sánchez, responsable del Museo municipal de Álora.

Era una estela celta medieval, de eso no había duda, pero ¿cuándo y por qué había llegado hasta allí? El historiador antequerano Isidoro Otero cree haber dado con la solución del enigma. A su juicio, es la lápida funeraria de sir James Douglas, también conocido como Douglas el Negro, un caballero escocés con un papel protagonista en la verdadera historia de Braveheart.
Aunque Mel Gibson atribuyó el nombre de «corazón valiente» a William Wallace en su película, el auténtico Braveheart fue Robert the Bruce, el primer rey de la Escocia independiente. Antes de fallecer de lepra en 1329, el monarca, que no había podido participar en ninguna cruzada, dio orden de que a su muerte le extrajeran el corazón, lo embalsamaran y lo llevaran hasta la iglesia del Santo Sepulcro. El encargado de tan delicada misión fue su mano derecha, sir Douglas, que con el corazón del rey colgado a su cuello en un relicario, partió hacia Tierra Santa acompañado por un puñado de sus mejores hombres.

Sir Douglas, Robert the Bruce y William Wallace- WIKIPEDIA
Camino de Jerusalén, la expedición escocesa se detuvo a apoyar a Alfonso XI en la toma del castillo de la Estrella, en Teba. Así fue como el corazón de Roberto I participó por fin en una cruzada. Cuentan que antes de morir en el combate, víctima de una maniobra envolvente de la caballería nazarí, sir Douglas se arrancó el relicario del cuello y arrojándolo hacia delante gritó: «Adelante, corazón valiente (Braveheart), yo te seguiré o moriré».

Otero, que relató estos hechos en su libro «James Douglas y la cruzada de Braveheart» (2015), cree que los escoceses que sobrevivieron a la contienda y que regresaron a Escocia con el corazón del rey Roberto, al no poder llevarse el cuerpo de sir Douglas, porque se les descompondría por el camino, lo descarnaron. Trasladaron sus huesos y su corazón embalsamado hasta el panteón familiar en la capilla de St. Bride (Santa Brígida) en Douglas y los demás restos, continúa el historiador, «los enterraron en esa zona de frontera, esa tierra de nadie», entre el castillo cristiano de Teba y el musulmán de Álora. «Fue el lugar escogido por los escoceses en el que dejar el testimonio en piedra de un guerrero que siempre quiso estar en primera línea de combate», dice.

Tumba de sir Douglas en Escocia - ISIDORO OTERO

Allí cree que colocaron esta singular lápida de autor anónimo («posiblemente un miembro de la expedición de la cruzada de James Douglas o un cantero local asesorado por los escoceses»), realizada en la piedra caliza de la zona. «Es una cruz de camino, puesta para conmemorar a unos soldados que murieron en una batalla», explica.

Varias claves de la estela funeraria le han llevado a Otero hasta esta conclusión. Aunque carece de epigrafía, en la lápida sobresale una cruz celta con nudos («el vínculo permanente que no se puede deshacer», explica) y «se aprecian varios Triskel», esas triples espirales celtas que simbolizan el ciclo solar. A la izquierda, una figura zoomorfa, tallada de forma muy esquematizada, amamanta a una cría. En la escena de la derecha, «hay una imposición de manos», según el historiador. Un personaje principal, de mayor tamaño, coloca sus manos sobre la cabeza de lo que parece ser un caballero y «le entrega un torque, un anillo para el cuello, un collar... del que puede colgar un objeto troncocónico», describe el historiador. A su juicio, es una representación del regente escocés durante la infancia del rey David, encomendando a sir Douglas la misión de llevar la reliquia con el corazón del rey Roberto I a Jerusalén.

La santa patrona de los Douglas

En la lápida no hay rastro del escudo heráldico de los Douglas con las tres estrellas, «quizá porque sus restos fueron enterrados junto a los demás escoceses muertos en la batalla», pero una coincidencia apunta directamente a sir Douglas. «En las cercanías de Álora existió un haza llamada de Santa Brígida», donde el primer cura que llegó a la población después de la Reconquista fundó una capellanía. «El topónimo ya aparece en los libros de repartimiento», destaca Otero, por lo que «pudo ser anterior». Quizá el lugar era conocido por albergar esa estela de sir Douglas, cuya patrona era la mencionada santa, conjetura.

La diosa pagana irlandesa Brighid, que según la leyenda fue alimentada por una vaca blanca de orejas rojas (¿la figura zoomorfa de la estela?), fue cristianizada como Santa Brígida y su culto llegó a tierras andaluzas durante la Edad Media. La hipótesis de Otero es que fue traída por esa expedición de caballeros escoceses que luchó en Teba.

El historiador andaluz, que avanzó el resultado de sus pesquisas durante una conferencia en Teba con motivo de los Douglas Days, publicará próximamente su investigación en la Revista de Estudios Antequeranos de la Real Academia de Nobles Artes de Antequera, de la que es miembro.


Placa en la tumba de sir Douglas- I.OTERO

«Creo que es un hallazgo bastante importante y que posiblemente tenga razón», valora el alcalde de Álora, algo contrariado porque Otero no les explicara a ellos sus conclusiones antes de darlas a conocer en Teba. José Sánchez Moreno fue quien contactó con él, tras acudir a varios arqueólogos e historiadores, sin éxito. «Yo tenía mucho interés por saber de dónde venía y por qué, ya que una pieza de este tipo es un poco anormal aquí», añade el regidor, que esperará a que se publique la investigación para intentar corroborar esta hipótesis con otros expertos.

«Aunque Otero es el máximo experto en este personaje, pueden quedar lagunas por discernir, que pueden ser desveladas por otros investigadores, ya sean arqueólogos expertos en la Edad Media, en materiales que den claves de la técnica que se ejecutó en su momento...», apunta la directora del Museo de Álora, que anima «a todos los interesados a que se acerquen a ver la pieza y a intentar sacar sus conclusiones».

Según resalta Sánchez, el lugar donde se encontró la estela dista unos nueve kilómetros de Santa Brígida, y aquella zona, donde actualmente se encuentra la estación del AVE, «fue musulmana hasta 1484». Pero estas dudas no desaniman a Otero. «La estela no fue descubierta en una excavación, por lo que pudo haber sido trasladada en algún momento del lugar donde se colocó, entre el castillo de Álora y el de Teba», razona el historiador y se pregunta: «¿Por qué esa zona se llama Santa Brígida? El topónimo existe allí desde esa época y tuvo que ser traído por unos escoceses. No hay otra referencia ni ningún otro hecho que lo justifique».

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Un ‘Braveheart’ en tierras españolas

La directora del Museo Arqueológico de Álora, María José Sánchez, muestra la estela funeraria. Juan José Acedo

Braveheart nunca sucedió. O al menos, no como se relata en la película ni con Escocia como es.... El historiador Isidoro Otero sostiene que Hollywood se apropió de unas palabras, las de corazón valiente, que realmente fueron pronunciadas en 1330 en Teba (Málaga) por sir James Douglas, caballero de confianza de Robert Bruce, primer rey de Escocia. Douglas comandaba un pequeño regimiento que tenía la misión de llevar hasta Tierra Santa el corazón embalsamado de Robert. De camino a Jerusalén se detuvo para ayudar al rey castellano a conquistar Andalucía, en manos de los musulmanes, pero se dejó la vida en el intento.

Douglas nunca luchó junto a William Wallace, protagonista de la superproducción dirigida y protagonizada en 1995 por Mel Gibson. Era muy joven para ello. Quizás, ni siquiera conoció al héroe que guió a su pueblo contra la ocupación inglesa. Tras poner en jaque a la todopoderosa armada de Eduardo I durante una década, Wallace fue capturado el 5 de agosto de 1305 en Glasgow, juzgado y condenado a muerte por traición. Lo desnudaron y arrastraron por Londres. Después de ser ahorcado enviaron sus extremidades a las cuatro esquinas de Gran Bretaña como advertencia, pero no tuvo el efecto deseado. Robert Bruce se proclamó rey un año más tarde, pero no conseguiría la independencia definitiva hasta 1314, tras la batalla de Bannockburn.


Robert reinó Escocia hasta su muerte, en 1329. Su última voluntad fue que depositaran su corazón embalsamado en el Santo Sepulcro. Tenía clavada una espina por no haber acudido a las cruzadas. Douglas aceptó la encomienda y embarcó junto a otros caballeros en Melrose. Llegó a Brujas y de ahí a Sevilla. Al conocer que el monarca castellano Alfonso XI luchaba contra los infieles, se sumó. “El castillo de la Estrella, en Teba, estaba sitiado. James cayó en una maniobra envolvente”, apunta Otero. El caballero escocés portaba el corazón de su rey, que el monarca musulmán recuperó y envió a Alfonso XI. Hoy se encuentra a salvo en la Abadía de Melrose, al sur de Edimburgo.

Otero llegó a Teba en 1991. Era el primer destino de un joven profesor de Historia que, desde el principio, se sintió atraído por la figura de Douglas, un personaje desconocido hasta entonces para la historiografía española. Dos años antes de su llegada, Lord Selkirk, descendiente del caballero medieval, dio a conocer la participación de su pariente en la toma del castillo árabe de la Estrella, uno de los que mejor se conservan en la provincia de Málaga. Lo cuenta Otero en su libro James Douglas y La cruzada de Braveheart, presentado en 2015 durante la Douglas Day, unas jornadas que cada agosto, desde hace 12 años, conmemoran la hazaña.

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Durante un fin de semana, cientos de escoceses desembarcan en Teba, de 4.000 habitantes. La fiesta nació en 2006 después de que una delegación de tebeños visitará a James Douglas Hamilton, descendiente del caballero escocés, en el mismísimo Parlamento británico. Entre ellos Otero que, en la edición de este año, ha dado a conocer su último hallazgo: una estela funeraria que podría haber presidido el enterramiento de Douglas. La pieza tiene cruces celtas y es similar a las que custodiaban las tumbas de estos caballeros en la época medieval en Gran Bretaña. No hay nada parecido en España, por lo que el descubrimiento tiene un “gran valor histórico”.

La estela, una piedra tallada de 88 centímetros de alto y 48 de ancho, fue hallada durante las obras del AVE entre Teba y Álora. María José Sánchez, directora del Museo Municipal de Álora, donde llegó la pieza en 2003, sostiene que fue un cazador quien la recuperó. “Otero es el máximo especialista sobre Douglas, pero aún hay lagunas que quizás puedan ser desveladas por otros especialistas”, reconoce Sánchez. Otero afirma que la lápida fue realizada por un miembro de la expedición para localizar la carne enterrada del caballero y sus acompañantes, ya que sus huesos fueron enviados a Escocia, tal y como marcaba la tradición. A Douglas le lleva la figura principal del relieve, que impone sus manos sobre la cabeza de un caballero al que encomienda una misión, quizás la de portar el corazón del rey a Tierra Santa.

En dicha escena la imagen prominente entrega un objeto al caballero. Para Otero es la pista definitiva para relacionar la piedra con Douglas, que recoge un torque, un colgante circular que aparece mucho en la iconografía celta y en dónde podría haber transportado el corazón de Robert. “Si lo llevara en la mano, Douglas nunca habría podido entrar en combate. Esto lo cambia todo”, confiesa el historiador. En las próximas semanas presentará su tesis en una revista especializada. En ella incluirá la zona en la que pudo ser enterrado Douglas, un haza de tierra de Álora conocida desde época medieval como Santa Brígida, la religiosa que da nombre a la iglesia donde reposan los huesos y el corazón de Douglas en Escocia.