La nuez moscada se utilizaba como ingrediente alimentario hace 3.500 años

Según los resultados de un estudio y dos excavaciones arqueológicas realizadas en la isla de Pulau Ay (Indonesia) por expertos de la Universidad de Washington (Estados Unidos), la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) y la Universidad Gadjah Mada (Indonesia), entre otros, la nuez moscada se utilizaba como ingrediente alimentario hace 3.500 años, lo que supone 2.000 años más que de la fecha de uso conocida de esta especia.

La isla Pulau Ay es una de las 10 islas de Banda, islas volcánicas que forman parte de la provincia indonesia de Molucas, lugar único en el mundo en la producción de nuez moscada y macis (cáscara de la nuez moscada) hasta mediados del siglo XIX, cuyo comercio estuvo monopolizado por los portugueses hasta que se logró producir en otros lugares con éxito, Malasia, India, Caribe, etc. Esta especia se empezó a valorar como tal en la gastronomía europea en la Edad Media, sin embargo, su uso como ingrediente alimentario se remonta mucho más atrás en el tiempo, así se evidencia en la investigación realizada.

Los arqueólogos encontraron en la excavación residuos de nuez moscada en vasijas de cerámica datadas en 3.500 años de antigüedad. En este lugar se encontraron también herramientas de piedra, restos de estructuras de construcciones, huesos de animales, etc., y toda una serie de hallazgos que han evidenciado los cambios en el modo en el que los seres humanos utilizaban los recursos alimentarios marinos, los animales domésticos y la cerámica. La excavación ha arrojado luz sobre la evolución de la dieta en esa zona, pasando de tener una dieta basada en alimentos marinos a una dieta basada en la carne, principalmente cerdos domesticados.

Los investigadores comentan que en los primeros 500 años del asentamiento, los recipientes de cerámica eran de paredes finas y estaban concebidos para almacenar líquidos, lo que permitió a los pobladores sobrevivir en una isla con limitadas reservas de agua dulce. Posteriormente, las paredes de los recipientes cerámicos eran más gruesas porque se utilizaban para cocinar. El descubrimiento muestra cómo las personas se adaptaron a la vida en estas pequeñas islas tropicales a lo largo de distintas etapas, desde un uso ocasional, hasta la ocupación permanente.

Para los arqueólogos ha resultado fascinante saber que la nuez moscada se empezó a utilizar como ingrediente culinario mucho antes de lo que se creía. Es una especia que cambio el mundo muchos años después. Recordemos que fue introducida por los árabes en el siglo XI en Europa y como ya hemos comentado, tuvo un papel muy importante en la gastronomía de algunos países hasta el siglo XVIII.


En la investigación se han encontrado residuos de nuez moscada, pero también de otras seis plantas, destacando el ñame púrpura, un tubérculo comestible utilizado desde hace miles de años en Asia del Sur, en las Islas del Pacífico y África, y el sagú, una palmera de cuyo tronco se extrae un almidón o fécula en forma de harina que se emplea en la cocina. Los arqueólogos consideran que estos ingredientes fueron recolectados de plantas silvestres o a través de su cultivo, algo que todavía hay que desvelar.

Dado que la isla de Pulau Ay es pequeña, no tiene aguas superficiales y tampoco mamíferos terrestres indígenas, no reunía las condiciones para un asentamiento humano permanente, pero según excavaciones arqueológicas adicionales, dados sus ricos recursos marinos fue visitada regularmente durante miles de años antes de que se establecieran asentamientos permanentes en el Neolítico. Los investigadores comentan que la zona fue abandonada en parte o en su totalidad hace unos 2.300 años, y hasta la fecha no se ha encontrado ningún asentamiento en el periodo comprendido entre hace 2.300 años y hace 1.500 años. Ahora se planean nuevas investigaciones para comprender por qué estas islas captaron la atención de personas que estaban conectadas con otros lugares antes y después del mencionado periodo de ausencia de asentamientos.

Foto: Nuez moscada.

Los expertos explican que comprender el origen temprano del uso de la nuez moscada como ingrediente alimenticio, ayudará a conocer su historia e introducción en otros países. El descubrimiento proporciona una nueva perspectiva de un ingrediente que hoy en día sigue siendo apreciado y valioso. En la actualidad se estima que la producción mundial de esta especia es de hasta 12.000 toneladas anuales, con una demanda que ronda las 9.000 toneladas al año. De lo que no se habla en la investigación es del macis o cáscara de la nuez moscada, ingrediente que no es tan conocido y apreciado como la propia nuez.

Cada vez aparecen más evidencias que muestran que algunos alimentos e ingredientes se utilizaban mucho antes de lo que se creía, por ejemplo, la fabricación del queso, se descubrió que se elaboraba 4.000 años antes de lo que se creía, sobre la elaboración de cerveza, su origen se remonta a 13.000 años de antigüedad, la elaboración del pan a 4.000 años antes de la llegada de la agricultura, etc.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página web de la Universidad de Washington, y en este otro artículo publicado en la revista científica Asian Perspectives.

Fuente: gastronomiaycia.republica.com | 4 de octubre de 2018

No, nadie exterminó a los hombres de la península ibérica hace 4.500 años

Cráneo de un individuo Yamna, de la región de Samara (Rusia), coloreado con ocre rojo.

Cerca de un centenar de expertos en prehistoria de la Península Ibérica han enviado un comunicado a los medios para protestar por las informaciones aparecidas en los últimos días en las que se habla de una invasión de poblaciones del este que “borraron del mapa” a los varones y tuvieron “un acceso preferente a las mujeres locales, una y otra vez” hace 4.500 años.

“Queremos mostrar nuestra perplejidad, consternación y preocupación por el tono y el lenguaje de la noticia, así como nuestra protesta por su falta de rigor científico y periodístico”, aseguran, al tiempo que insisten en que "la utilización de términos como 'invasión', 'conquista' o 'borrar del mapa no solo está completamente fuera de contexto en el conocimiento que actualmente se tiene de este periodo prehistórico, sino que es injustificada a la luz de las evidencias empíricas existentes”.

La polémica se produce a partir de las afirmaciones hechas por el genetista estadounidense David Reich en un foro organizado por en la revista New Scientist. En un artículo en el mismo medio, el periodista Michael Marshall aseguraba que las evidencias genéticas halladas por Reich y su equipo a partir del análisis del ADN de más de 150 individuos desenterrados en la Península Ibérica, indican que hace unos 5.000 años, una población de nómadas de la cultura yamna llegó desde el este con tecnologías superiores -como carros y caballos domesticados- y sobrepasó a las poblaciones locales. El hecho de que el cromosoma Y masculino desaparezca en las poblaciones posteriores les lleva a concluir que los hombres locales fueron “reemplazados”.

Aparte de que se trata de un estudio que todavía está en fase de revisión, lo que ha desatado el enfado de los arqueólogos e historiadores españoles y portugueses firmantes del comunicado es la utilización de términos que bien parecen sacados de un episodio de 'Juego de Tronos’ y que no casan con las evidencias que se han hallado hasta ahora. Entre los firmantes hay varios de los coautores del estudio de Reich, quienes aseguran a Next que en el equipo principal “están muy disgustados por cómo se ha manejado una información de forma descontextualizada convirtiendo en titulares términos sensacionalistas, que nada tienen que ver con el lento devenir de nuestras sociedades del pasado”.

“El contenido de ese estudio científico de ADN no tiene absolutamente nada que ver con la noticia falsa, sensacionalista y manipulada en la que se habla de masacres e invasiones”, asegura otro de los coautores que prefiere permanecer en el anonimato. “Como muchos otros colegas, estamos ciertamente preocupados con la forma en la que se traslada al gran público unos resultados, que tras muchos años de riguroso e intenso estudio, no concuerdan con el contenido de un artículo en revisión”, asegura una de las coautoras españolas firmantes del comunicado. “La terminología empleada es poco afortunada, arriesgada y reduccionista en cuanto al complejo mosaico genético que muestran nuestras poblaciones del pasado en el ámbito peninsular”
Otros expertos se muestran molestos por que no se haya contrastado antes esos titulares con alguno de los muchos especialistas en la materia que hay en España y Portugal. “Estos resultados son fruto de muchísimas excavaciones y de muchos años de investigación”, aseguran. “Por tanto creemos que deben de trascender a la sociedad unos resultados científicos debidamente interpretados en su tiempo y en su contexto”.
El catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla y experto en la Edad del Cobre, Leonardo García Sanjuán (izquierda), cree que "el malentendido viene de una combinación de circunstancias desafortunadas” en el que un científico comenta una posible interpretación en un foro y un periodista se queda con la parte llamativa. “El uso de esos términos de invasión y exterminio es inconcebible para los hombres de esa época, porque nadie tiene una tecnología de exterminio ni de matanza”.
¿Qué sucedió entonces en la península en ese periodo de transición entre el Neolítico y la Edad de Bronce? Hace entre 4.000 y 4.500 años las evidencias arqueológicas muestran que hubo un cambio en algunas manifestaciones culturales y estructurales de las sociedades, pero apuntan a que fue de una manera gradual.

“Hay varias investigaciones que tienen eso como temática. En el final del tercer milenio a.C. ocurre algo en un periodo de tiempo relativamente corto, entre el 2000 y el 2100 a. C., pero todo apunta a que puede ser fruto de una serie de variables”, asegura el arqueólogo portugués António Valera (derecha). “Pudo tener que ver con el clima, la movilidad social, las contradicciones internas o la desigualdad, un conjunto de factores que nada tiene que ver con invasiones, exterminios o esclavización de mujeres, todo eso es absolutamente increíble”.
Como ejemplo, entre los expertos cobra cada vez más fuerza la posibilidad de que un evento climático, identificado por los climatólogos en ese periodo con el nombre de evento 4.2 ky BP, y que provocó una gran sequía que duró décadas, tuviera un papel determinante en estos cambios. “Hay un montón de elementos y lo que no es aceptable es simplificar de manera tan brutal. Lo que sucedió no es tan simple como que llegara una caravana de guerreros y arrasaran con todo”, sentencia García Sanjuán.
No le puedo adelantar resultados del estudio, pero ninguna de las ideas titulares [aparecidas en los medios] es cierta. Desde luego la Península Ibérica en el tercer milenio a.C. debió estar lejos del escenario que se dibuja, y por lo que vamos sabiendo más bien debió mostrar escenarios de convivencia e integración de gentes e ideas”, apunta una de las investigadoras que trabaja estrechamente con Reich.

Detrás de la polémica también hay un choque entre genetistas y arqueólogos, ya que los primeros están revolucionando el conocimiento que tenemos de estas épocas con sus resultados, sin tener en cuenta, en ocasiones, el trabajo realizado antes por los prehistoriadores. Ni Carles Lalueza-Fox ni Iñigo Olalde, genetistas implicados en el estudio, han querido hacer declaraciones a este diario.
"Los genetistas pueden identificar variabilidad en el código genético, pero para explicar eso hay que entender a la sociedad y los datos los tenemos los arqueólogos”, asegura el catedrático de la Universidad de Sevilla. “Todo esto se está estudiando y tiene que ser comparado con datos de diferentes ciencias y tenemos que ser muy cautelosos con lo que decimos”, añade Valera. “Hablar de invasiones y masacres, con los datos arqueológicos que tenemos, es erróneo, y decirlo de la manera en que se ha dicho es irresponsable”.
Sobre la mesa está también un componente de responsabilidad, a juicio de los firmantes de la carta de protesta, "debido a la actual sensibilidad social y política con respecto a los procesos migratorios”. “En el contexto que vivimos, con el auge del populismo xenófobo, que se hable de estas cuestiones como invasiones y exterminios, con esta ligereza, es lo que están deseando escuchar algunos”, añade García Sanjuán. “En los años 30 cuajó el fascismo y en esa época la arqueología fue utilizada por los movimientos fascistas y el nazismo para justificar sus fines. Lo que no conviene es hacer una presentación defectuosa y pobre de la ciencia que pueda ser malinterpretada, sobre todo en medios importantes con una influencia mundial”.

El problema viene del texto publicado por un periodista británico en el New Scientist”, indica una de las coautoras españolas muy próxima a Reich. “No es un fallo cualquiera, se trata de un tema complicado por las consecuencias interpretativas, detrás de las palabras malinterpretadas y tervigersadas del periodista se pueden transmitir ideas racistas, xenófobas y machistas, cuanto menos”. “Solo la estrecha colaboración de diferentes campos científicos podrá ir perfilando estos interrogantes en los que influyeron muchos factores de cara a la movilidad de grupos o individuos a lo largo de la Prehistoria”, concluye.

Fuente: vozpopuli.com | 5 de octubre de 2018

Los genes neandertales que protegieron a los 'sapiens' frente a los virus

Los científicos de la Universidad de Stanford han descubierto que el cruzamiento entre neandertales y humanos modernos nos dio herramientas genéticas para combatir las infecciones virales. (Crédito de la imagen: Claire Scully).

Los encuentros sexuales entre neandertales (Homo neanderthalensis) y Homo sapiens no sólo se tradujeron en una descendencia común. Durante el tiempo que convivieron estas dos especies humanas, intercambiaron patógenos y compartieron defensas para combatir algunos virus. Así lo asegura un nuevo estudio publicado en la revista Cell basado en el análisis del genoma de los neandertales, una especie que se extinguió hace unos 40.000 años pero cuyas huellas permanecen en parte de la población actual. Se calcula que muchos habitantes de Europa y Asia conservan en sus genomas entre un 1% y un 4% de ADN neandertal.

La razón es que, antes de desaparecer, se cruzaron con los Homo sapiens que habían salido de África para extenderse por el mundo. Los investigadores de las universidades de Stanford (EEUU) que firman este estudio sostienen que, gracias ello, nuestros antepasados heredaron las defensas frente a virus con las que ya contaban los neandertales.

Según explica Dmitri A. Petrov (izquierda), de la Universidad de Stanford, California, y uno de los autores del estudio, su investigación ha revelado que buena parte de los cambios en los genes de los neandertales tuvieron lugar para adaptarse al frío.

"Los genes neandertales probablemente nos dieron en cierta medida protección contra virus que nuestros antepasados encontraron cuando salieron de África", señala en un comunicado.

Y es que cuando nuestros ancestros empezaron a llegar a otras zonas geográficas, tuvieron que hacer frente a un clima muy distinto al que estaban acostumbrados en África. Cuando se toparon con los neandertales, éstos llevaban ya cientos de miles de años viviendo en Eurasia, así que su sistema inmune había tenido bastante tiempo para evolucionar contra los virus infecciosos que había.
Los Homo sapiens, sin embargo, eran mucho más vulnerables a ellos. "Tiene mucho más sentido que los Homo sapiens adquirieran esas defensas genéticas de los neandertales en lugar de esperar a que se desarrollaran sus propias mutaciones adaptativas", apunta David Enard, (derecha), otro de los investigadores del laboratorio de Dmitri Petrov.

Veneno-antídoto

Es decir, durante sus escarceos con los neandertales, nuestros antepasados se contagiaron de sus virus, pero en cierto modo también heredaron la forma de combatirlos, por lo que los autores del estudio hablan de veneno-antídoto.
Para llevar a cabo el estudio, compararon una larga lista de 4.500 genes de los humanos modernos que están vinculados a las interacciones víricas con genes neandertales. Los autores identificaron 152 genes presentes en ambas especies.

"Sin duda tiene lógica que estos genes ayudaran a sobrevivir a nuestros antepasados contra el efecto de virus a los que los neandertales llevaban quizás centenares de miles de años adaptados", comenta a este diario el genetista Carlos Lalueza-Fox (izquierda), sin vinculación con el estudio publicado en Cell.
Según explica este investigador del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona (CSIC-Universitat Pompeu Fabra), estos científicos "han explorado genes relacionados con reconocimientos de virus, y han desarrollado un método para reconocer estas regiones genómicas de los neandertales que aparecen fragmentadas en múltiples individuos, una vez el efecto selectivo inicial ha dejado de actuar".

En concreto, se trata de virus de ARN, compuestos de ácido ribonucleico (ARN) en lugar de ácido desoxirribonucleico (ADN). Entre los virus actuales de ARN figuran el de la gripe, el VIH o la hepatitis C.

Sin embargo, según aclara Lalueza-Fox, esa protección frente a ciertos virus de la que gozaron los primeros Homo sapiens no seguiría activa en la actualidad, así que nosotros no estaríamos protegidos frente a ellos: "Los virus cambian muchísimo. Los de la gripe, por ejemplo, son diferentes cada año, de forma que la vacuna del año anterior no te sirve", afirma Lalueza Fox. "Aunque los podamos denominar igual, seguro que no eran los mismos".



Herencia para bien y para mal

Este nuevo estudio se suma a los ya numerosas investigaciones que se han centrado en determinar qué genes neandertales han sido asimilados (o introgresados, en el lenguaje de los genetistas) y cuáles han sido seleccionados posteriormente en los humanos modernos y por qué motivo. "Se han descrito algunos, normalmente asociados a cuestiones metabólicas, de la dieta o de ritmos circadianos, y se ha concluido que, en realidad, nos ayudaron a adaptarnos de forma más rápida a las condiciones ecológicas de Eurasia que nuestros antepasados estaban colonizando (lo que se conoce como introgresion adaptativa)", dice Lalueza Fox.

Pero no toda la herencia genética neandertal fruto de la hibridación ha sido positiva. De hecho, anteriores estudios han mostrado que entre la población actual cuyo genoma hay rastros de aquella especie tienen una mayor tendencia a padecer diversas enfermedades de la piel y la sangre, trastornos digestivos o a sufrir un infarto de miocardio o depresión.

Sobre la fecha en la que se produjeron esos encuentros sexuales entre especies, un estudio publicado en la revista Nature en 2016 reveló que uno de esos primeros capítulos de hibridación tuvo lugar hace 100.000 años, posiblemente en Oriente Próximo. Hasta esa investigación, se pensaba que esos encuentros sexuales habían sido posteriores, hace entre 47.000 y 65.000 años.

Fuente: el mundo.es | sciencedaily.com | 4 de octubre de 2018

Descubren restos óseos de neandertal de hace unos 100.000 años en Polonia

Foto: falanges pertenecientes a un niño neandertal halladas en la Cueva Oscura de Jaskinia Ciemna, Polonia.

Los restos fueron encontrados en la Cueva Oscura de Jaskinia Ciemna, en el territorio del voivodato de la Pequeña Polonia hace unos años, pero solo ahora han sido identificados con precisión.
"Los huesos descubiertos por nuestro equipo en Jaskinia Ciemna son los restos humanos más antiguos hallados en el territorio de Polonia, y tienen aproximadamente 115.000 años de antigüedad", dijo el profesor de la Universidad Jagellónica de Cracovia, Pawel Valde-Nowak (izquierda).
Hasta ahora, tres dientes con una antigüedad de entre 52.000 y 422.000 años eran considerados como los restos humanos más antiguos encontrados en el territorio de Polonia.

Según el profesor Valde-Nowak, se trata de huesos de las falanges de las manos de un niño neandertal que fueron digeridos por un ave grande. Dicha identificación fue confirmada por dos antropólogos, la Dra. Anita Szczepanek, de la Universidad Jagellónica, en Cracovia, y el profesor Erik Trinkaus, de la Universidad de Washington en St. Louis.
La superficie porosa de los restos óseos, llena de decenas de diminutas cavidades, llamó la atención de los científicos. "El análisis muestra que ello es el resultado del paso de los restos óseos a través del sistema digestivo de un ave grande, lo que es el primer ejemplo conocido de la Edad de Hielo", afirma el profesor Valde-Nowak.

El científico cree que un ave pudo haber atacado al menor neandertal, con una posible edad de entre cinco o siete años, haberlo matado y consumido parcialmente, o bien haber comido los restos de un niño neandertal ya muerto. Según Valde-Nowak, ninguna de estas opciones puede ser descartada.


Los dos huesos de las falanges encontrados no tienen más de un centímetro de longitud y están en muy mal estado, por lo que los científicos no podrán realizar con los mismos una prueba de ADN.
"Sin embargo, no tenemos dudas de que son restos neandertales, porque provienen de una capa muy profunda de la cueva, ubicada a pocos metros por debajo de la superficie actual, así como las herramientas de piedra típicas utilizadas por el neandertal que hemos hallado", agrega el prof. Valde-Nowak.

El descubrimiento de las falanges ocurrió hace unos años (las excavaciones en la cueva de Jaskinia Ciemna se han estado llevado a cabo desde hace varias décadas). Los restos óseos se hallaron mezclados con otros huesos de animales, pero no fue hasta este año, durante un análisis detallado durante el trabajo de laboratorio, que fueron diagnosticados como humanos.


"Este es un descubrimiento único", enfatizó el científico. "Solo fragmentos de huesos fósiles pertenecientes a parientes del hombre moderno (Homo sapiens) han sobrevivido en Polonia hasta nuestros días". El profesor Valde-Nowak también comentó que en Polonia no hay restos de especies humanas que precedan al hombre neandertal, por ejemplo, de Homo erectus.

"¡Podemos contar los restos de neandertal en Polonia con los dedos de una mano!", afirma el profesor Valde-Nowak. Estos son los tres dientes hallados en la cueva de Stajnia, las dos falanges recién descubiertas en la cueva de Jaskinia Ciemna, y un diente también encontrado hace poco en la cueva de Kaskinia Ciemna, y que es del mismo periodo temporal que los tres dientes de la cueva de Stajnia, según un arqueólogo.

Foto: pieza dental hallada en la Cueva Oscura de Jaskinia Ciemna, Polonia.

Valde-Nowak recuerda que los neandertales (Homo neanderthalensis) habrían aparecido en Polonia probablemente alrededor de hace 300.000 años. Las herramientas de piedra más antiguas que utilizaron, fueron descubiertas en el entorno del Vístula y tienen más de 200.000 años. Las mismas son principalmente cuchillas-raspadores, o herramientas con una función de corte y raspado. Fueron descubiertos en el sur de Polonia, porque existían condiciones relativamente buenas para la vida neandertal. La parte norte de la Polonia actual estaba ocupada por un glaciar continental.
"Todavía hay una discusión sobre cuánto tiempo vivió el neandertal en Europa, incluida Polonia. Desafortunadamente, no tenemos argumentos sólidos para participar en esta discusión y tampoco tenemos pruebas de que ambas especies coexistieran en Polonia", concluye Valde-Novak.

Fuentes: mundo.sputniknews.com | naukawpolsce.pap.pl | 4 de octubre de 2018

Una exposición en la Biblioteca Nacional traza un original recorrido por el cómic que arranca en el Antiguo Egipto

Desde que el ser humano se irguió, empezó a trazar dibujos para contar sus historias, ya fueran para sí o para sus dioses. Ese embrión de los tebeos de hoy puede remontarse al Antiguo Egipto, a las vendas para envolver momias con dibujillos sobre la tela para acompañar al difunto en su partida al más allá. Ese largo viaje en el tiempo por la ilustración, que finaliza con historietas de figuras del cómic o la novela gráfica, como los estadounidenses Chris Ware o Richard McGuire, es la propuesta de la exposición de la Biblioteca Nacional ¡Beatos, Mechachis y Percebes!, que puede visitarse hasta el 13 de enero de 2019.


Con piezas de la propia BNE, más las prestadas por el Museo Arqueológico Nacional, el Museo ABC o el Archivo Histórico Nacional y de coleccionistas privados, se cuenta, en diez vitrinas acompañadas de reproducciones, fotografías y paneles, una historia muy visual cuyo comisario, Enrique Bordes Cabrera, ha organizado en tres entregas, como si fuera un tebeo.

Beatos muestra la etapa que arranca con las vendas egipcias del 323 antes de Cristo, hasta los inicios del siglo XIX y tiene piezas especiales como los códices, “que fueron creados por amanuenses de forma similar a como han trabajado los autores de cómic, con gran libertad gráfica”, subrayó Bordes.


Sobresale un facsímil de un códice maya (siglo XVI) realizado sobre una tira vegetal plegada como un biombo, y uno del Beato de Tábara (Zamora), del siglo X, que recoge la atareada vida de los monjes en el interior de un monasterio, visible gracias a un corte transversal. Sí, un precedente del 13, Rue del Percebe que creó Francisco Ibáñez en los años sesenta del pasado siglo y de las populares historietas en ese formato del París de finales del XIX, creadas cuando se empezó a vivir en edificios de varias plantas.

Facsímil del 'Códice Madrid', de los mayas (siglo XVI-XVII). MUSEO DE AMÉRICA


Facsímil del 'Beato de Tábara', siglo X.


Esta sección incluye incunables, ediciones creadas en los primeros momentos de la imprenta que imitaban a los libros anteriores a este invento; más grabados, estampas... La exposición, “una mirada ligera y sin prejuicios, incluso irreverente”, según los organizadores, sigue con Mecachis, nombrada así en honor al ilustrador y humorista gráfico madrileño Eduardo Sáenz Hermúa (1859-1898), que adoptó ese seudónimo. Con este maestro del tebeo sin texto se da paso a un periodo en que nacen la fotografía y los tebeos como los conocemos hoy. Es el auge, también, de nuevas publicaciones, como las aleluyas, series de estampas con versos populares al pie. El francés Gustave Doré ilustra ediciones de la Biblia o el Quijote y ensaya un antecedente de novela gráfica “en la que cuenta una historia irreverente de Rusia que, sin embargo, no cuajó”, señaló Bordes.

'Escenas de la vida de Aquiles', estampa de un bajorrelieve de un sarcófago, obra de Bernardino Capitelli.

En otra vitrina se hace mención “al que muchos consideran padre del cómic moderno”, el pintor suizo Rodolphe Töpffer, y a la explosión de prensa con contenido gráfico en el XIX, con bellezas como las páginas del semanario satírico La Caricature, con el dibujante Alberto Robida. La producción nacional está representada por la revista Blanco y negro, con nombres como Joaquín Xaudaró.

'Lo que está pasando', de Miguel Brieva.

El último tramo se llama Percebes, en homenaje a la archiconocida tira de Ibáñez. Se enseña la primera de las 400 creadas por el dibujante catalán de la mano de la editorial Bruguera. Son historias que retratan a varias generaciones y a todo vecindario: el moroso, la cotilla...


Otra cara ofrece la reivindicación del movimiento vanguardista del isotipo, que saltó de país en país huyendo de los nazis y en el que destacaron artistas como Marie Neurath, autora de publicaciones infantiles, o el pintor Gerd Antz. Las últimas páginas son para novelas gráficas de Premios Nacionales de cómic como Rayco Pulido y de autores como Juan Berrio, Miguel Brieva, Ana Galvañ y Carla Berrocal, que "demuestran la salud increíble del tebeo español”. Son dibujantes que se ocupan de temas cotidianos porque, como dice Bordes, “la vida es como un tebeo” y lo que nos sucede se podría contar en viñetas, con sus correspondientes “¡boom!”, “¡catacroc!” y “¡zas!”.

Fuentes: elpais.com | Fotos | 4 de octubre de 2018

Creen haber encontrado una importante villa romana en Villamayor de Calatrava (Ciudad Real)

Una importante villa romana podría haber sido descubierta en las proximidades de Villamayor de Calatrava (Ciudad Real), en el transcurso de unas excavaciones arqueológicas llevadas a cabo este verano, a iniciativa del ayuntamiento y que han sacado a la luz numerosos restos que permiten a los arqueólogos estimar que el lugar pudo estar habitado desde el siglo I al V d.C., e incluso con posterioridad.

“Estamos viendo solo la punta del iceberg de lo que parece una importante villa romana” dice el Dr. Víctor Manuel López-Menchero, uno de los directores de la excavación, que aclara que “tan solo hemos excavado el 1% del yacimiento, por lo que todavía tiene un potencial enorme”.
A pesar de haber efectuado tan solo 3 sondeos de 20 metros cuadrados cada uno, en este paraje que nunca ha sido objeto de ningún tipo de intervención arqueológica, el equipo de arqueólogos ha recuperado centeneras de fragmentos de cerámica, metal, vidrio y hueso, entre los que destacan restos de lucernas, agujas de hueso para el pelo, cerámica terra sigillata decorada, un broche de cinturón y numerosos fragmentos de pintura mural de diversos colores, lo que habla de la riqueza que debió alcanzar el propietario de esta villa romana.


Los trabajos de excavación han estado sufragados íntegramente por el consistorio de Villamayor de Calatrava, que ya el pasado año llevó a cabo otra excavación para caracterizar y evaluar el potencial que presenta el patrimonio arqueológico de la localidad y que permitió relocalizar, en el paraje de Las Viñuelas y tras 50 años perdida, una necrópolis visigoda, al tiempo que se identificaba un campo de hoyos prehistórico que no había podido ser detectado hasta el momento de la intervención.

Para el alcalde de Villamayor, Juan Antonio Callejas, estos hallazgos visigodos y romanos permiten recuperar el pasado de la localidad y de cara al futuro pueden suponer una nueva fuente de trabajo e ingresos para Villamayor.

Fuente: elconfidencialdeciudadreal.com | 4 de octubre de 2018