Arqueólogos españoles descubren suelos pintados de hace 10.000 años en Jordania

Motivos de los suelos de 9.800 años encontrados en Kharaysin. / FUNDACIÓN PALARQ

Arqueólogos españoles han descubierto dos suelos de cal pintados hace 10.000 años en unas antiguas cabañas de los primeros pueblos sedentarios en el yacimiento jordano de Kharaysin.

Según ha informado la Fundación Palarq, que ha financiado parte de las excavaciones, los suelos de cal eran una medida higiénica en las viviendas de los primeros pueblos sedentarios que contribuyeron al aumento demográfico durante el Neolítico.
Los dos suelos encontrados se exponen al público hasta el 13 de octubre en el Instituto Cervantes de Amán (Jordania).

«El descubrimiento pone de manifiesto las altas capacidades técnicas de los grupos humanos que fabricaron estos suelos sofisticados con el fin de mantener limpios los espacios domésticos, antes de la domesticación de plantas y animales», ha explicado el investigador del CSIC en la Institución Milá i Fontanals, Juan José Ibáñez (izquierda), director del proyecto junto con la Universidad Pontificia de Salamanca y la Universidad de Cantabria.
«La aparición de estos suelos con finalidad higiénica fue una innovación muy importante durante el proceso de aparición de los primeros poblados sedentarios, que agrupaban a cientos de personas durante el Neolítico», ha añadido Ibáñez.
La estructura, pintada de rojo con hematites, fue localizada en una cabaña de construcción semienterrada, en la que también hallaron restos de una cocina y un hogar excavado en el suelo y rodeado de suelo de cal.

En el segundo suelo, pintado también en rojo y fechado hace 9.800 años, los investigadores han identificado motivos en un estilo abstracto y espontáneo, que evoca el expresionismo abstracto, que combina trazos cortos y gotas aspergidas dispuestas en amplias líneas curvas.

Fotos: 1) Reconsrtucción de cómo era la cabaña donde apareció el suelo pintado de hace 10.800 años (Dibujo: E. Carlson)./ 2) Trabajos en el yacimiento de Kharaysin. 3) Proceso de extracción y restauración de los suelos. 4) Restos de la casa donde aparecieron las pinturas de 9.800 años con motivos abstractos. / CSIC

«Las características de la pintura y su estilo indican la existencia de inquietudes estéticas y, probablemente, también simbólicas. Podríamos decir que los diferentes estilos artísticos que se utilizan en el arte contemporáneo ya estaban presentes para decorar los espacios arquitectónicos durante la transición hacia las primeras sociedades agrícolas y ganaderas hace más de 10.000 años», ha afirmado Ibáñez.

Según los arqueólogos, entre hace 11.500 y 9.000 años, las comunidades humanas comenzaron a vivir en amplios poblados sedentarios e inventaron la agricultura y la ganadería en Próximo Oriente.

Foto: Engasando el pavimento para su extracción.

Las casas experimentaron profundas transformaciones desde las sencillas y pequeñas cabañas ovales enterradas hasta las grandes edificaciones rectangulares con habitaciones múltiples, construidas sobre la superficie del terreno.

Estos cambios hacia el uso de casas cada vez mayores y más complejas conllevaron importantes retos técnicos relacionados con la construcción de muros, suelos y tejados.

Foto: Analizando el pavimento de la casa.

«Hasta ahora se creía que previamente a la aparición de la domesticación de plantas y animales, los suelos domésticos más sofisticados eran de tierra batida o pavimentos de piedra irregulares y que hasta hace unos 10.000 años no se habían construido los suelos con lechadas de cal», según Ibáñez.

«Sin embargo, el descubrimiento de los suelos de Kharaysin permite retrasar en 800 años la aparición de los suelos de cal, antes de la aparición de la agricultura y la ganadería», ha informado el investigador del CSIC.

El yacimiento de Kharaysin se encuentra junto al río Zarqa, en la provincia del mismo nombre, en el norte de Jordania, y sus diferentes niveles arqueológicos están permitiendo a los investigadores documentar la transición desde los grupos de cazadores-recolectores a los de agricultores y ganaderos entre hace 11.200 y 9.800 años.

Fuentes:lasprovincias.es | CSIC | 5 de octubre de 2018

Un cambio climático pudo haber estimulado la evolución humana

Lago Magadi en la estacón lluviosa / Richard Owen

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) participa en un estudio que se acaba de publicar en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), sobre la desertización progresiva de África Oriental en el último medio millón de años y sus implicaciones en la evolución humana.

Según los autores, la evidencia de un clima variable y progresivamente más seco coincide con un cambio importante en las habilidades de fabricación de herramientas líticas y la aparición del Homo sapiens moderno.

Este estudio, basado en núcleos de sedimentos lacustres, de 194 m de longitud, recogidos en el Lago Magadi, al sur de Kenia, es el primero en proporcionar un contexto ambiental continuo de los diversos restos arqueológicos y paleontológicos recuperados en las cuencas del valle del Rift.

“Si bien ya se había relacionado la evolución de los homininos con cambios ambientales, los núcleos del Lago Magadi proporcionan el primer vínculo detallado entre el cambio climático y los eventos conocidos a partir del registro arqueológico de la región”, afirma Mark Sier (izquierda), geocronólogo y arqueólogo de la Universidad de Oxford, que ha llevado a cabo parte de los análisis de magnetoestratigrafía en el laboratorio de Arqueomagnetismo del CENIEH.

Una transición crucial

Como explica el autor principal del estudio Richard Owen (derecha), de la Universidad Bautista de Hong Kong, existe una gran brecha en los registros entre las últimas herramientas del Paleolítico inferior, hace 500.000 años y la aparición de las herramientas del Paleolítico medio, hace unos 320.000 años.
“Nuestros resultados cubren esa brecha con un registro ambiental continuo en el que se produjo una transición crucial, durante la cual los arqueólogos han descubierto evidencias de un salto en las capacidades de los humanos primitivos para hacer, usar e intercambiar útiles de piedra”, señala Owen.

Foto: Extracción de sedimentos en el lago Magadi.

La industria lítica encontrada no cambió mucho entre 1,2 millones y medio millón de años; pero de repente, después de 500.000 y antes de 320.000 años, coincidiendo con la desertización de la región, las herramientas se volvieron más sofisticadas y se transportaban a distancias más largas.
“Ahora podemos saber cuándo cambió el entorno y luego comparar dicho cambio con los restos fósiles y arqueológicos de la región", señala Andrew Cohen, de la Universidad de Arizona, investigador principal del Proyecto Hominin Sites and Paleolakes Drilling Project (HSPDP) en el que se engloba este trabajo.

El HSPDP es un macroproyecto internacional y multidisciplinar cuyo objetivo es estudiar la relación entre la evolución humana y el cambio climático mediante el estudio de sondeos en paleolagos situados cerca de los yacimientos arqueopaleontológicos más importantes del mundo.

Fuente: agenciasinc.es | 8 de octubre de 2018

De nuevo, estudiando el registro fósil de China

En primer plano aparece el Dr. Xing Song, debatiendo con la Dra. María Martinón sobre los fósiles de Tongzi. Foto del autor.

Fieles a nuestra cita anual, hemos realizado una breve estancia en China para estudiar y debatir con nuestros colegas de Pekín acerca de ciertos fósiles humanos de este país. Estos estudios son fuente de continuas sorpresas y un aprendizaje sobre la evolución humana de épocas remotas en lugares muy alejados de Europa. Lo que sucedió en nuestro continente o en África durante el Pleistoceno tiene poco que ver con lo que aconteció en las regiones del este de Eurasia (Far East). En esta ocasión hemos debatido sobre un yacimiento del centro de China (Tongzi), datado de finales del Pleistoceno Medio y una antigüedad de unos 200.000 años antes del presente.

Tradicionalmente y desde la perspectiva occidental, se ha considerado que en el este de Eurasia vivió la especie Homo erectus hasta la llegada de nuestra especie. Aunque algunos especialistas han sido capaces de distinguir las poblaciones pleistocenas de Indonesia de las de China, siempre se ha considerado que esas diferencias son menores. Todos los fósiles del Pleistoceno Medio de China se han metido en el mismo cajón: Homo erectus. Así todo ha sido más sencillo. Pero también demasiado simple.

Cuando se estudian con detenimiento los fósiles más tardíos del Pleistoceno Medio de China (hace entre 250.000 y 100.000 años, aproximadamente) el escenario se complica. En los estudios clásicos del siglo XX, nuestros colegas de China interpretaron estas poblaciones como un paso intermedio entre Homo erectus y Homo sapiens; es decir, la especie Homo erectus habría evolucionado hacia Homo sapiens a través de poblaciones de morfología intermedia. Como es bien conocido, esta visión lineal del origen multiregional de nuestra especie dejó paso en la década de 1980 a la hipótesis del origen único y africano de Homo sapiens (teoría del Out of Africa o de la Eva Negra). Esta última hipótesis se ha mantenido, con la salvedad de que ahora sabemos que las poblaciones africanas de Homo sapiens hibridaron esporádicamente con las poblaciones autóctonas durante nuestra expansión por Eurasia y sus descendientes mestizos dejaron descendencia fértil. Las poblaciones actuales de Eurasia y las Américas llevamos en nuestro genoma un pequeño recuerdo de aquellas “aventuras amorosas” del Pleistoceno.

Volviendo a las poblaciones que vivieron en China a finales del Pleistoceno Medio entre la época de Homo erectus y la de Homo sapiens de China, y habiendo abandonado el modelo multiregional, tenemos que buscar hipótesis alternativas para interpretarlas. ¿Representan estas poblaciones una o más oleadas migratorias hacia el este de Eurasia, que llegaron a convivir o coexistir con Homo erectus?, ¿Hibridaron con esta especie o la exterminaron? Son muchas las preguntas y pocas las respuestas, debido a que el registro fósil es muy limitado en esta época.

Un ejemplo de interés son los cráneos de Maba (derecha), Dali o Jinniushan, que en su día fueron tentativamente asignados a Homo heidelbergensis. Con independencia de este nombre, cuestionado por muchos/as, el caso es que en China existieron unos humanos muy parecidos a otros contemporáneos de África y Europa. Es una señal inequívoca de que a China llegaron poblaciones diferentes de Homo erectus y que precedieron a la llegada de Homo sapiens. Los denisovanos, un grupo hermano de los neandertales, son otro ejemplo. Dejaron su huella genética en China. Como dice siempre nuestro colega y buen amigo Robin Dennell, “es posible que los neandertales se bañaran en el Pacífico” ¿Por qué no?

En estos momentos tratamos de interpretar el registro fósil del yacimiento de Tongzi, cuyos restos se diferencian claramente de los de Homo erectus. No es poco llegar a esta conclusión. Pero su atribución a alguna otra especie no parece una tarea sencilla. Lo más interesante es saber que la evolución humana del Far East fue mucho más compleja de lo que se había interpretado hace tan solo un par de décadas.

Fuente: quo.es| 9 de octubre de 2018

Desvelan los secretos de la moda del Antiguo Egipto

El calcetín analizado en el Museo Británico - BM

Los antiguos egipcios estaban más a la moda de lo que pensamos. Al menos, es lo que revela el último hallazgo de los científicos del Museo Británico.

A través de una novedosa técnica, los expertos han analizado un calcetín de un niño del año 300 (momento en el que Egipto pertenecía al Imperio Romano) y han descubierto la utilización que entonces ya disponían de técnicas novedosas de teñido y tejido.

El calcetín, hecho para el pie izquierdo de un niño, estaba formado por hilos de siete colores distintos y ha sido fechado por radiocarbono.
Esta nueva técnica analiza la luminiscencia de diferentes tintes y utiliza la microscopía digital para examinar las fibras (izquierda). Así, descubrió que los egipcios utilizaron solo tres tintes para conseguir los siete colores del calcetín.

Según informa el «Daily Mail», los investigadores sostienen que este nuevo tipo de análisis nos da una visión sin precedentes de la vida antigua, y lo colorida que pudo haber sido.

Aunque los calcetines han existido desde la edad de piedra (los hombres de las cavernas usaban pieles de animales para cubrirse los pies), se cree que los antiguos egipcios son los responsables de los primeros calcetines tejidos.

Fuente: abc.es | 6 de octubre de 2018

El Museo Arqueológico de Cartagena expone 'Mas que cuevas. Arte Rupestre y Arqueología en el cañón de Almadenes'

La exposición reúne imágenes con gran resolución nunca vistas, como es el caso de una fotografía a tamaño real de los más de seis metros de arte rupestre del panel principal de La Serreta, en el que además de su conocida representación de arte esquemático del 'Ídolo', se podrán ver los últimos hallazgos descubiertos gracias a las nuevas tecnologías.

El Museo Arqueológico de Cartagena Enrique Escudero de Castro abre sus puertas este martes, 9 de octubre, a 'Mas que cuevas. Arte Rupestre y Arqueología en el cañón de Almadenes'. La exposición itinerante, que ya ha pasado por Murcia, muestra el importante conjunto de pinturas rupestres que este espacio natural acoge, acompañadas de un conjunto de materiales arqueológicos procedentes de las excavaciones realizadas en la Cueva del Arco y La Serreta, y El Pozo. La muestra podrá visitarse hasta el el 9 de noviembre.

'Mas que cuevas' está organizada por la consejería de Turismo y Cultura en colaboración con la Universidad de Murcia y el ayuntamiento de Cartagena. A la presentación han acudido el concejal de Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cartagena, David Martínez; su homologo en el Ayuntamiento de Cieza, Antonio Moya; y los tres comisarios de la exposición: Joaquín Lomba, Joaquín Salmerón, e Ignacio Martín, además de la coordinadora de Patrimonio Arqueologico del Ayuntamiento de Cartagena, Mari Carmen Berrocal, y otros directores de museos como Luis de Miquel y Miguel Martín, además de arqueólogos e integrantes del proyecto que se presentaba.
El cañón de los Almadenes es conocido por albergar una inusual concentración de arte rupestre postpaleolítico, con una veintena de cavidades con arte levantino y esquemático, pero también con las tres únicas muestras de arte paleolítico regional, en apenas 400 hectáreas.

El edil de Patrimonio Arqueológico, David Martínez, ha explicado que "la muestra es el resultado del intenso trabajos a cometido en el marco de proyecto de investigación realizado durante tres años en el cañon de Los Almadenes, después del devastador incendio que, en agosto de 2015, afectó a este espacio".

Este proyecto ha permitido un mejor conocimiento de la arqueología del cañón y lo que significa su arte rupestre, arte reconocido como Patrimonio de la Humanidad, como una oportuna apuesta para la revalorización y difusión social. Martínez también ha anunciado que "se han localizado más cuevas y cavidades con el objetivo de encontrar nuevas pinturas, como así ha sido, actualizandose la información del arte Paleolítico con la utilización de nuevas tecnologías". El edil también ha recordado que este proyecto ha permitido que se inicie la excavación d la Cueva del Arco.

La muestra cuenta también con un conjunto de materiales arqueológicos procedentes de las excavaciones realizadas en la Cueva del Arco, La Serreta, y del Pozo, además de paneles explicativos e instrumentos de arqueología experimental como utensilios para hacer fuego o para pintar.


Más que cuevas se puede visitar en el Museo Arqueológico de Cartagena Enrique Escudero de Castro del 9 de octubre al 9 de noviembre, en horario de martes a viernes: de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas, y los sábados y domingos: de 11:00 a 14.00 horas. Los lunes y festivos permanecerá cerrada. La entrada es gratuita.

Fuente: murcia.com | 9 de octubre de 2018

Hallan en una piedra de 2.000 años la inscripción "Jerusalén" más antigua

Inscripción hebrea con la palabra "Jerusalén" en una piedra de hace 2.000 años.

Arqueólogos de la Autoridad de Arqueología de Israel (AAI) han hallado una piedra con una inscripción de 2.000 años de antigüedad en la que se lee en hebreo "Jerusalén", lo que la convierte en la más antigua completa encontrada. La inscripción, hallada en una excavación bajo el Centro de Convenciones de Jerusalén (Binyanei Ha'Uma) cuando se estaba renovando una carretera, se comenzará a exhibir al público mañana en el Museo de Israel, en Jerusalén, y fue presentada hoy a la prensa.

Foto: el profesor Yuval Baruch mostrando la inscrición hallada.


La particularidad del texto, que reza "Hananiah, hijo de Dódalos de Jerusalén", es que es el más antiguo en hebreo que deletrea el nombre de la ciudad santa de forma completa y tal y como se pronuncia hoy. La piedra estaba en una columna de un edificio romano, donde aparece la inscripción aramea, escrita en letras hebreas características de la época del Segundo Templo (s.I d.C.) y los expertos aseguran que data de la época del reinado de Herodes el Grande.

La ortografía hebrea de la ciudad -pronunciada Yerushalayim- es la misma hoy. El nombre de la ciudad en esa forma aparece raramente en el período del Segundo Templo judío (siglo I d.C.) y generalmente en contextos religiosos y políticos, explica David Mevorach (izquierda), del Museo de Israel, donde ahora se exhibe la piedra.
"Esta inscripción es importante porque es algo cotidiano. No era para ningún propósito religioso o mesiánico o de propaganda. Es una persona que se identifica a sí misma desde la ciudad", afirma Mevorach.

"Hananiah pudo haber sido un artista o artesano que publicitaba su taller o que la piedra podría haber resultado de una donación a una estructura pública. En cuanto a Dodalos, puede haber sido un apodo que se refiere a Dédalo, el artesano en la mitología griega, lo que alude a esa larga tradición de judíos que vivían aquí y habían sido influenciados por lo griegos después de la conquista de Alejandro Magno", añade Mevorach.

"Como residente de Jerusalén, me siento emocionado por poder leer esta inscripción, escrita hace dos mil años, especialmente cuando pienso que será accesible a todo niño que puede leer y que usa el mismo alfabeto que hace dos milenios", señaló en un comunicado el profesor Ido Bruno (derecha), director del Museo de Israel, en referencia a la recuperación de la lengua hebrea tras el nacimiento del Estado de Israel.
"Las inscripciones de la época del Primer y Segundo Templo mencionando Jerusalén son escasas. Y más inédito es que se deletreen completamente de la forma que lo hacemos hoy, ya que normalmente (el nombre de la ciudad) aparece abreviado", explican el arqueólogo Yuval Baruch, de la AAI, y el profesor de la Universidad de Haifa, Ronny Reich.

"Esta es la única inscripción en piedra del periodo del Segundo Templo donde aparece deletreada por completo. Solo se ha encontrado (la palabra así) en otro lugar, en una moneda de la Gran Revuelta contra los romanos (66-77 d.C.)" (izquierda), agregan estos expertos, que precisan que el nombre "Jerusalén" aparece en la Biblia 660 veces, de las que solo cinco están con el texto Yerushalayim.

Además de la inscripción, el Museo de Israel expondrá también un mosaico griego del s.VI d.C., localizado a las afueras de la Ciudad Vieja de Jerusalén y que conmemora la construcción de un edificio público bizantino por parte del emperador Justiniano, y la cubierta de un sarcófago del XI d.C., con una inscripción hebrea que lee "Hijo del Gran Sacerdote".

Foto: El Museo de Israel donde se expone la inscripción de Jerusalén y otros descubrimientos antiguos. Foto: Laura Lachman, Cortesía del Museo de Israel.

Fuentes: elespanol.com | yahoo.com | 9 de octubre de 2018

Localizan un nuevo templo solar aborigen similar a Risco Caído en Telde (Gran Canaria)

La luz del Sol ilumina el interior de la cámara superior del templo astronómico de Tara en el Equinoccio de Primavera.

El templo astronómico de Artevigua (Risco Caído) no podía resultar un hecho aislado, un instrumento astronómico, de gran precisión, utilizado para medir el paso del tiempo y también un lugar de culto y ritual para representar hierofanías solares y lunares, con imágenes en movimiento, necesariamente tenía que tener su réplica en otra parte de la isla. Solo era cuestión de tiempo que se descubriera otro templo astronómico parecido, y lo encontramos en la localidad troglodita de Tara, sede, junto a Cendro, del poder político y religioso del Guanartemato aborigen de Telde, el otro reino, junto al de Gáldar, en que se encontraba dividida la isla de los canarios.

Tara y Cendro son dos de los asentamientos trogloditas más antiguos de los aborígenes canarios, se localizan fronteros en los márgenes del curso bajo del barranco de Telde, a escasos metros de su cauce. Estos abigarrados poblados bajo tierra se excavaron en la vertiente naciente de afloramientos rocosos de toba volcánica (derecha). Son lugares privilegiados que han seguido siendo habitados hasta la actualidad. Desgraciadamente muchas cuevas de estas ciudadelas trogloditas han sido destruidas, otras están ocultas tras edificaciones modernas, de dudoso valor arquitectónico. Pero, aún con todo, todavía se pueden encontrar extraordinarios ejemplos de la arquitectura en cuevas que realizaron los canarios, algunas de gran tamaño, y de una belleza constructiva que provocan nuestra admiración aun en la actualidad a pesar de estar convertidas hoy en estercoleros, estanques abandonados o garajes.

En 1958, el cura e historiador teldense Pedro Hernández Benítez, aficionado a las antigüedades canarias, en su obra “Telde, sus valores arqueológicos, históricos, artísticos y religiosos”, describe en detalle la visita que realizó a finales de los años 40 del S.XX, a dos cuevas artificiales, entonces sin uso aparente, que le quitaron el aliento, según él mismo llegó a reconocer. Una de ellas, la de mayor tamaño y complejidad constructiva, creyó que había sido la residencia del Faycán Guariragua. La segunda, donde centramos nuestra investigación, la denomina, también sin fundamento, cueva de Los Guayres.

Visité estos dos monumentos en 1981, y debo reconocer la enorme impresión que me causó verlos por primera vez, porque hasta entonces no había tenido ocasión de ver algo tan extraordinario, de tal magnitud y belleza.

La luz del sol penetra en el interior del templo solar localizado en el poblado troglodita de Tara, en Telde.

La Cueva que Hernández Benítez identificó, sin base, como el palacio-residencia del Fayzag Guariragua (Tarira), se encontraba habitada cuando la vi por primera vez, y su propietario, que sigue siéndolo en la actualidad, nos dejó recorrerla en su interior, pero no nos permitió hacer fotos, aunque hicimos un croquis a mano alzada que aún conservo. Entonces la cueva estaba prácticamente intacta, e ignoro cómo estará por dentro en la actualidad, 36 años después, porque no hemos logrado entrar otra vez. Pero puedo asegurar que es la cueva artificial de mayor tamaño y complejidad arquitectónica de todas las que he visto hasta ahora. Entonces le atribuí un sentido religioso, pero también parecía un lugar de residencia con espacios dedicados al culto y el ritual; en cualquier caso, no tuve mucho tiempo para reflexionar sobre todo esto, porque la visita fue un poco forzada. Ahora volveremos a intentarlo, porque entendemos que un monumento arquitectónico de esta importancia debe ser protegido y conservado por ser una obra magna de la arquitectura, la ciencia y el arte, de los antiguos canarios.

La segunda cueva, que el referido autor llama la Cueva de Los Guayres, es también una obra extraordinaria del arte arquitectónico de los antiguos canarios. Pero lo que existe en la actualidad no es sino una parte de lo que vio el cura de Telde. No obstante se conserva lo que tuvo que ser la cámara principal de una estructura excavada mucho mayor, cuyo acceso estaba precedido por un corredor de doce metros de largo, hoy desparecido en gran parte, quedando solo unos tres metros de la mencionada galería, orientada al sol naciente. El interior de la cueva es de planta circular y junto a las paredes, también curvadas, forman una figura cilíndrica rematada en un techo a unos siete metros de altura que intenta la forma de una cúpula, pero sin lograrlo del todo. En el techo y sobre la puerta de acceso a la cámara principal, orientado al sol naciente, se abre un orificio de tendencia circular, por donde entra la luz del Sol en el interior. El suelo de la cámara principal se encuentra tamizado por cazoletas o cúpulas circulares excavadas, de diferentes diámetros y profundidades.


A unos tres metros del suelo, en la pared interior situada frente a la puerta de acceso, se excavó una segunda cámara, alargada y angosta, de unos seis metros de profundidad por dos metros de ancho y unos dos de altura máxima. En el suelo se encuentran varias cazoletas de regular tamaño. El hueco de acceso a esta segunda cámara elevada es de tendencia trapezoidal, con las paredes y ángulos curvados y está enmarcado hacia el exterior por unas protuberancias, tallada en la toba que asemejan los labios mayores que forman parte de una gran vagina dilatada.

Aunque este monumento arquitectónico, como ya hemos dicho, lo conocíamos desde 1982, lo cierto es que entonces no pudimos imaginar su verdadero significado, aunque percibimos que podría tratarse de un yacimiento de carácter religioso y ritual. Pero no sería hasta el descubrimiento del almogarén de Risco Caído, cuando nos planteamos la posibilidad de que la Cueva de Tara pudieran ser también el otro principal observatorio astronómico, situado en el reino de Telde, para controlar el cambio de las estaciones y así llevar un control del calendario.

Sabemos por las referencias de los primeros cronistas y por las pruebas arqueológicas, que el calendario de los canarios fue lunisolar y tuvo que ser de gran precisión a juzgar por los dispositivos que hemos encontrado en nuestra investigación arqueológica. En cualquier caso, como sucede en Risco Caído, el templo-astronómico de Tara, no solo serviría para controlar el cómputo del tiempo con el que podrían regular sus actividades económicas, sociales y religiosas, de forma precisa y eficaz, sino al mismo tiempo también lo usaron para la celebración de los rituales que en esas determinadas fechas llevaban a cabo en relación siempre con la fertilidad de la madre Tierra, fundamento del sistema de creencias religiosas y prácticas rituales de la población aborigen de la isla.

Imagen desde el interior de la cámara superior del Templo Astronómico de Tara en el Equinoccio de Primavera. La luz se desplaza por el suelo hacia el exterior, después de iluminar toda la cámara.

Como en Risco Caído, los diseñadores del centro astronómico-ceremonial de Tara, orientaron la estructura excavada hacia el Este, de tal forma que permitiera que la luz de eventos astronómicos como equinoccios y solsticios entrara dentro del templo y recorriera sus paredes y suelos.

Tal vez la hierofanía más asombrosa, que se produce en el interior del templo de Tara sucede en el día de los equinoccios, sobre todo en primavera, cuando la luz es más intensa, porque el Sol (Magec), en tanto que distribuidor de la fecundidad sobre la tierra y protector de la vida, escenifica aquí, en el interior de este extraordinario templo astronómico, ese acto fertilizante, y es que poco después del amanecer del día del equinoccio, la luz del Sol atraviesa el conducto circular que fue excavado en el techo de la cámara principal para iluminar solo el interior de la cámara superior, que asemeja una gran vagina, quedando el resto de la cueva casi en penumbra. Luego, poco a poco, la luz se focaliza en un punto de la pared del fondo de esta cámara y se desplaza hacia el suelo como una forma alargada de luz, que se mueve lentamente hacia la entrada y baja por lo que asemeja los labios vulvares hacia la pared que está bajo este hueco hasta desaparecer.

La entrada de luz en el templo astronómico de Tara, en el solsticio de verano provoca también una hierofanía extraordinaria, pero la luz no entra dentro de la cámara referida, sino que se proyecta por el lado sur cerca de la entrada o labios de la gran vagina, adoptando otras formas que se deslizan lentamente hacia el suelo de la cámara principal, para entrar en una de las cazoletas excavadas. Pero ese es otro relato que ya contaremos.

Lo que sí resulta evidente, en base a los descubrimientos arqueológicos realizados y las pruebas científicas recogidas en la investigación que estamos desarrollando, es que los almogarenes de Artevigua y Tara, constituyeron los principales centros astronómicos de la isla, donde se lleva a cabo un control preciso del cómputo del tiempo, gracias a estas extraordinarias construcciones artificiales, obra del ingenio y la ciencia de los antiguos canarios, algo que hasta ahora no sabíamos, y que ha terminado por provocar un cambio de paradigma en la forma en que interpretábamos a esta original cultura insular.

En la actualidad el equipo de investigación del Almogaren de Risco Caído, trabaja en el estudio de este nuevo templo astronómico de Tara. La Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria trabaja ya en la adquisición de este extraordinario monumento religioso y astronómico de los antiguos canarios. El tiempo apremia, porque esta obra arquitectónica presenta síntomas preocupantes de un deterioro que puede incluso provocar su desmoronamiento. Desde la Dirección Científica del Proyecto de Risco Caído y los Espacios Sagrados de Montaña de Gran Canaria, se elaboran los informes necesarios para acometer cuanto antes los trabajos de restauración, conservación y protección de esta obra magna de la cultura canaria.

Fuente: eldiario.es | Julio Cuenca | 8 de octubre de 2018