La pesca en Alor (Indonesia), hogar de los anzuelos funerarios más antiguos, cambió hace 7.000 años

Restos óseos de peces hallados en un yacimiento de Arlor, Indonesia. Australian National University.

Un nuevo estudio de la Universidad Nacional de Australia (ANU) ha revelado nuevos conocimientos sobre la modalidad de pesca antigua a lo largo de la historia, incluido el tipo de peces que las personas comían regularmente como parte de su dieta.

El estudio examinó restos óseos de peces desenterrados en una excavación arqueológica en la isla indonesia de Alor, hogar de los anzuelos funerarios más antiguos del mundo encontrados en una tumba que se remonta a unos 12.000 años.

La arqueóloga principal, la Dra. Sofía Samper Carro (izquierda), de la Escuela de Arqueología y Antropología de la ANU, dijo que en el estudio se identifica un cambio en los comportamientos de pesca hace unos 7.000 años.
"La gente de Alor pescaba especies en aguas abiertas hace unos 20.000 años, pero hace unos 7.000 años comenzaron a pescar exclusivamente especies de arrecifes", advierte.

La Dra. Samper Carro explicó que se ha identificado un patrón similar en la cercana isla de Timor, lo que indica que el cambio en la modalidad de pesca pudo ser debido a circunstancias ambientales.
"Parece que se debió a cambios ocurridos en el nivel del mar y a condiciones ambientales, aunque no se pueden descartar que hayan sido inducidos por el hombre", subraya.

Los resultados fueron posibles gracias al uso de un método tradicional de análisis utilizado en Biología para identificar el hábitat de los peces a través de los restos óseos de los mismos recuperados en yacimientos arqueológicos.

El sitio de excavación en la isla de Alor. Crédito: ANU

La Dra. Samper Carro informó que se vio obligada a experimentar con un nuevo enfoque debido a la dificultad que suponía determinar la diferencia de los restos óseos -de aspecto muy similar- entre las más de 2.000 especies de peces conocidas en la zona.

"En este estudio, por primera vez, los investigadores han podido, a través de este método, determinar de forma segura el hábitat de los peces mediante el análisis de sus vértebras, lo que representa un importante paso adelante en orden a poder rastrear la conducta humana sobre el particular a lo largo de la historia", afirma la Dra. Samper Carro.

Una vértebra de pez se parece mucho a otra. Crédito: ANU

"La mayoría de los restos óseos de peces que se encuentran en yacimientos arqueológicos son vértebras, las cuales son muy complicadas de identificar a la hora de establecer a qué especies pertenecen, dado que todas tienen un aspecto muy similar. Y hay que tener en cuenta que si no conocemos la especie, no conocemos su hábitat".

"En Indonesia existen más de 2.000 especies de peces, así que para poder saber a cuál pertenecen determinados restos óseos necesitarías tener en tu colección comparativa muestras de todas estas especies. En tal sentido, pasé probablemente unos cinco meses tratando de saber la especie a la que pertenecía cada vértebra de pez que analizaba, pero sólo conseguí clasificar unas 100 de cerca de 9.000, por lo que no tuve más remedio que encontrar otro método".

La Dra. Samper Carro recurrió, entonces, a la morfometría geométrica, un proceso mediante el cual se establecen las pequeñas diferencias existentes de tamaño y forma de los objetos físicos. Al analizarse más de 20.000 imágenes digitales y trazar 31 puntos significativos en cada vértebra, se puede establecer la especie a la que pertenece y su probable hábitat.

Fuente: phys.org | 12 de noviembre de 2018

Hallan pruebas de asentamiento humano de hace 5.000 años en las marismas de Doñana

Parque Natural de Doñana / Efe

Un estudio publicado en la revista "Journal of Archaeological Science" confirma la existencia de población humana hace 5.000 años en la marisma de Hinojos, en el actual Espacio Natural de Doñana, según informa el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en una nota.
En el estudio han participado investigadores del CSIC, de las universidades de Huelva, Granada y Barcelona y de la Fundación del Hogar del Empleado (Fuhem), que han hallado en el subsuelo del humedal pruebas de un asentamiento humano del tercer milenio antes de nuestra era, recoge el comunicado.

La investigación, que se enmarca dentro del 'Proyecto Hinojos', contradice el modelo aceptado hasta la fecha por la mayoría de investigadores y arqueólogos sobre la formación de las marismas del Guadalquivir y del actual paisaje del Espacio Natural de Doñana.

La identificación de pólenes y de restos microscópicos de la actividad de seres humanos y animales en muestras de la sedimentación acumulada durante el Holoceno ha permitido hacer una estimación de los diferentes paisajes de Doñana en el pasado, ha explicado el investigador del CSIC, Juan José Villarías-Robles, del Instituto de Lengua, Literatura y Antropología.

Según otro investigador del CSIC, José Antonio López-Sáez, del Instituto de Historia, los pobladores de este asentamiento practicaban la agricultura y la ganadería.


Mapa con los puntos de sondeo en el paisaje actual. / Antonio Rodríguez-Ramírez

Entre los años 2200 y 2000 antes de nuestra era se produjo una rápida transgresión marina y la línea de costa se desplazó hacia dentro del continente gracias en parte al hundimiento de la superficie por la tectónica del suelo de la desembocadura del Guadalquivir, un episodio que coincidió con un tsunami en el Golfo de Cádiz.

El estudio indica que la desaparición de este poblamiento tuvo lugar cuando ya se habían iniciado en los países del Mediterráneo una nueva fase climática del Holoceno, más seca y cálida que la anterior.

“El poblamiento en las hoy marismas de Doñana no se recuperó hasta unos mil años después de la transgresión marina de finales del tercer milenio antes de nuestra era, en parte por esas nuevas condiciones climáticas del Holoceno y en parte porque en el milenio siguiente tuvieron lugar en el Golfo de Cádiz otros dos tsunamis del Atlántico en el litoral: uno hacia el año 1450 antes de nuestra era y el segundo, unos 300 años más tarde", señala Villarías-Robles. EFE.

Fuente: la vanguardia.com | 13 de noviembre de 2018

I Encuentro Estatal de Arqueología Profesional. intervendrán expertos de todo el país para visibilizar su situación

Imagen de archivo de la excavación en el yacimiento Gadir. / JESÚS MARÍN

"Los arqueólogos tenemos la costumbre de hacer partícipes de hallazgos y alegrías, pero nos reservamos nuestras miserias porque son gajes del oficio. Pero ya no sabemos si son gajes o irregularidades recurrentes, por lo que hemos decidido denunciar nuestra situación y buscar soluciones”.

De esta forma arranca la conversación Virginia Pinto (izquierda) decana Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias de la provincia de Cádiz, como representante de "un colectivo cuya profesión ni siquiera está reconocida" y que ha puesto en marcha el I Encuentro Estatal de Arqueología Profesional, que se celebrará del 16 al 18 de noviembre en la ciudad.

Pinto reconoce que “son 30 años los que llevamos lamentándonos y ha llegado el momento de dar un golpe sobre la mesa, hacer una revisión profunda de la situación a nivel nacional y cómo repercute en Andalucía y en la provincia de Cádiz. Y ya no sólo en cuanto a las pésimas condiciones laborales de los arqueólogos, sino en cómo afecta a nuestro patrimonio”.

El punto de partida de este encuentro es la propia Ley de Patrimonio Histórico y el reglamento de actividades arqueológicas, “con artículos que podrían ser incluso anticonstitucionales”. Se refiere concretamente al hecho de que una autorización arqueológica para dirigir una excavación no es compatible con otra. Esto es lo que marca la ley y es lo que mantiene durante meses a muchos arqueólogos a la espera y sin trabajo debido a los dilatados tiempos, afirma. “En la provincia de Cádiz la media para que te autoricen un proyecto que a lo mejor es un movimiento de tierra para una semana es de tres meses, y en este tiempo la Junta no admite que se presente el proyecto de otra actividad para que al menos se vaya tramitando, aunque ni tan siquiera coincida en el tiempo. Así que tenemos complicado comer”, denuncia.

El motivo de esta situación, argumenta, “es la falta de personal, pese a que pagamos nuestros impuestos”. Así que “no se puede consentir que no podamos trabajar porque falte gente en una administración que durante años nos ha tratado con soberbia, y no me refiero a los técnicos, sino a las cabezas políticas de la administración, que muchas veces no tienen ni idea de lo que tienen entre manos, que a muchas delegadas de Cultura las zarandeabas y caían bellotas”, critica.

Es tal la situación que sólo existe una inspectora en la provincia que obviamente no puede llegar a todo. “La Junta no tiene provisto el cuerpo de personal funcionario para establecer lo que dice la Ley y esto ralentiza toda la actividad”. Además, como cada comunidad autónoma tiene su propia Ley de Patrimonio, “un arqueólogo no puede desarrollar su actividad en todo el territorio español”.

El punto de inflexión ha llegado “con el tirón de orejas a la Junta por parte de la Mesa de Competencia del Ministerio de Cultura, que le ha indicado que está cometiendo abusos y es cuando nos llega una carta en la que la administración nos dice que somos un gremio admirable y que gracias por la paciencia”.

En este apartado, según la decana, la Junta parece que también dará un paso en firme “para cambiar los artículos de la Ley que permita tramitar por fin más de un trabajo a la vez, aunque continúan con el propósito de que sólo se pueda dirigir un proyecto pues las direcciones arqueológicas son nominales”. Una situación que tampoco entiende el colectivo, “pues si no coincide en el tiempo no debe ser ningún problema, porque si soy autónoma y decido llevar una obra de lunes a viernes en Cádiz y otra el fin de semana en la Sierra, el problema es mío a la hora de administrar mi tiempo como quiera”.

Esta situación ha aflorado “a raíz del problema grave que ha tenido un compañero en Sevilla, que valientemente decidió denunciar y al que arropamos desde el Colegio, hasta que ha sido amparado por la Mesa de Competencia”.

Ahora, añade Pinto,“estamos planteando si pedir daños y perjuicios”, reflexiona, insistiendo en la mala praxis durante años de una administración “en la que se ha actuado con oscurantismo, por citarte un ejemplo, ni tan siquiera nos invitan a las comisiones de patrimonio como en otras provincias”.
Y todo esto “ha repercutido en el patrimonio, dada la dejadez a la que se ve sometido y que se ha convertido en un instrumento contra los enemigos de la administración”, justo en la provincia donde el patrimonio es una baza de creación de empleo “si se hiciera un plan integral pensado con cabeza”.

Pinto apunta que otro de los objetivos de este primer encuentro al que acudirán muchos expertos nacionales de todos los ámbitos –jurídico, académico, arquitectos, cuerpos de seguridad del Estado, etc.– es crear una Plataforma Estatal de Profesionales de la Arqueología.

Las claves de un encuentro muy útil y reivindicativo

El I Encuentro Estatal de Arqueología Profesional que se celebra del 16 al 18 de noviembre en Cádiz, en la Casa de Iberoamérica, el ECCO y Gadir, se ha articulado en tres días con contenidos muy útiles y diferenciados. El viernes se expondrá la problemática “una vez más y esperemos que por última vez”, explica Virginia Pinto, para lo que intervendrán representantes de colegios a nivel nacional. El segundo día, el sábado, “se intentará buscar soluciones y para ello contaremos con la experiencia de otras profesiones con las que trabajamos codo con codo”. Y, por último, “queremos implicar a los ciudadanos, contarles quiénes somos, pues haciendo autocrítica no hemos sabido conectar con la ciudadanía”. De hecho, el domingo se realizará una marcha reivindicativa desde Gadir hasta el Oratorio, donde se leerá un manifiesto. La inscripción puede hacerse en la página de facebook del I Encuentro Estatal de Arqueología.

Fuente: diariodecadiz.es | 12 de noviembre de 2018

Hallan en Argentina restos humanos de hace 8.000 años

La arqueóloga Gabriela Ortíz trabajando sobre los restos óseos hallados en San Pedro de Jujuy (Argentina).

La localidad de Barrancas (Argentina) fue protagonista de un importante hallazgo arqueológico. Se trata de restos humanos de unos 8.000 años que fueron encontrados por un grupo de arqueólogos del Conicet, quienes llevaban adelante una investigación en ese pueblo puneño. Si bien el hecho ocurrió hace dos semanas, recién ahora se ha dado a conocer la novedad, por lo que aún es materia de investigación.
La coordinadora de Patrimonio, Valentina Millón (izquierda), explicó que si bien no se conoce con exactitud, se estima que los restos encontrados serian de un cuerpo de épocas prehispánicas, y que tendría más de 8.000 años de antigüedad. "Sólo tenemos la certeza de que son restos humanos, no tenemos conocimiento del sexo ni la edad, dado que todavía se está trabajando sobre ellos", dijo.
El equipo del Conicet trabaja desde hace un año en un proyecto arqueológico en la localidad de Barrancas, en el departamento de Cochinoca. El descubrimiento se realizó en el marco de un proyecto, también relacionado con la revalorización patrimonial de la zona, ya que, según dijo, "como provincia somos el órgano de aplicación de la ley y tenemos un protocolo en vigencia que exige las presentaciones por parte de los equipos de investigaciones".
Millón indicó que se enviará al lugar del hallazgo un equipo arqueológico de la provincia para acompañar en el registro y en la investigación que llevan adelante los especialistas del Conicet. "Ya ha sido solicitado al equipo de investigadores el informe correspondiente para determinar cómo avanzamos", indicó.

Los restos humanos encontrados datan de hace 8.000 años.

Estudios en Buenos Aires

Tras el hallazgo, los investigadores continúan trabajando en el lugar. Según trascendió ayer habrían retornado a Buenos Aires, llevando muestras para realizar estudios, por lo que desde la provincia mantendrán contacto con ellos para conocer más novedades de los estudios que se lleven a cabo.
Cabe mencionar que se trabaja en un proyecto a fin de que la provincia cuente con un Centro de Interpretación en la localidad de Barrancas. El mismo contempla un espacio de guarda, un depósito y trabajo para la investigación arqueológica, teniendo en cuenta la importancia del sitio, ya que esta pequeña porción de la puna dispone de la reserva arqueológica más grande de Jujuy.

Fuente:eltribuno.com | 10 de noviembre de 2018

Egipto anuncia un gran descubrimiento de siete tumbas con decenas de momias de animales, estatuas y amuletos en Saqqara

Dos grandes escarabajos momificados fueron descubiertos al interior de una tumba rectangular en piedra calcárea. (Foto: EFE)

Asomaron en pareja, escondidos en un pequeño ataúd de caliza, y son un hallazgo tan singular como desconcertante. Una misión egipcia ha hallado en las arenas de la necrópolis de Saqqara las momias de dos escarabajos, las primeras de la que se tiene constancia en el antiguo Egipto, junto a decenas de gatos momificados que hallaron sepultura en el principal complejo funerario de Menfis, la primera capital de Egipto.

"Es un hallazgo singular. Hemos descubierto los ataúdes de dos escarabajos momificados. Son únicos", reconoce a EL MUNDO Sabri Farag, director general de la necrópolis de Saqqara, a unos 25 kilómetros al sur de la meseta de Giza. Es mediodía y bajo un sol radiante una comitiva de diplomáticos y periodistas se desliza por los alrededores de la pirámide de Userkaf para asistir al anuncio del enésimo descubrimiento de la tierra de los faraones.

La misión arqueológica que firma el hallazgo comenzó a horadar el terruño hace ocho meses. Y los resultados no han tardado en aparecer en una árida geografía en la que conviven humanos y animales. "Saqqara se convirtió en un gran centro para animales sagrados durante el antiguo Egipto", admite Farag desde el interior de la una de las siete tumbas desveladas por la expedición. Tres pertenecen al Imperio Nuevo y fueron usadas siglos después como cementerio de gatos. De las otras cuatro descuella la de Khufu-Imhat, el supervisor de la construcción de edificios en el palacio real.

El sitio de Saqqara es una vasta necrópolis de la región de la antigua Memphis, donde se encuentran varias tumbas y las primeras pirámides faraónicas. (Foto: EFE)

"Estamos ante un descubrimiento muy importante. Durante las tareas de excavación localizamos dos cajas. Uno de los sarcófagos, de caliza y con un insecto tallado en su exterior, contiene más de 200 escarabajos mientras que el segundo, rectangular y con tapa decorada con tres insectos en negro, alberga dos escarabajos momificados", detalla Mustafa al Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades.

"Desde que dimos con ellos, hemos preguntado a museos de Estados Unidos, Italia, Francia, Bélgica o Reino Unido en busca de ejemplares similares. Y la respuesta ha sido que no existen. Tienen ataúdes de escarabajos pero no momias. Estamos muy orgullosos", añade.
El culto a la fauna en el Egipto de los faraones alcanzó su cenit entre los periodos tardío (656-332 a.C.) y ptolemaico (332-30 a.C.) cuando, ajenos a su destino como súbditos romanos, decenas de miles de peregrinos adquirían animales embalsamados y los depositaban en enormes catacumbas con la esperanza de que el dios encarnado por los restos escuchara sus ruegos. Así, junto a los insectos envueltos en lino, el equipo ha rescatado de las entrañas decenas de momias de gatos.

Según el ministro de Antigüedades, Jaled El Enany, tres de las tumbas "remontan a la época del Nuevo Imperio y fueron utilizadas como necrópolis para gatos". (Foto: EFE)

"El lugar estaba dedicado a Bastet, una deidad con forma de gato. Durante el período tardío las tumbas horadadas en la roca en el Imperio Nuevo fueron reutilizadas como catacumbas para los felinos", apunta el ministro de Antigüedades, Jaled el Anani, a unos metros de la pedregosa sepultura. Entretanto, en el interior de una de las tumbas, Osama Saber limpia aún los gatos recubiertos de lino que permanecen esparcidos sobre la arena.

Un tesoro que ha permanecido durante milenios bajo tierra acompañado por al menos un centenar de estatuas de gatos talladas en madera y una efigie en bronce dedicada a la diosa Bastet. Entre los restos del naufragio, también se han salvado dos estatuas de cobras cuyos sendos cuerpos momificados se guardan en el interior de las figuras y el ataúd de madera de un cocodrilo que esconde "un ejemplar en muy buen estado de conservación", según El Waziri.

En el lugar también se hallaron 100 estatuas de gatos en madera dorada y una estatua de bronce, dedicados a la diosa gata Bastet. (Foto: EFE)



Del páramo también han emergido una colección de estatuas doradas esculpidas en madera que asemeja las características de un león, una vaca y un halcón y más de un millar de amuletos fabricados en fayenza (cerámica con un acabado vítreo) de deidades como Apis, Anubis -el guardián de las necrópolis y patrón de los embalsamadores que suele representarse como un hombre con cabeza de cánido-, Horus, Isis o Djehuty. Un pequeño tesoro que se completa con el hallazgo de tres vasos canopos de alabastro, donde se depositaban las vísceras del difunto; instrumentos de escritura y varios capítulos del Libro de los Muertos.

La ingente cantidad de esqueletos encontrados revela el lucrativo negocio de las granjas emplazadas en los alrededores de la necrópolis y dedicadas a sacrificar a los recién nacidos para satisfacer la frenética demanda de momias votivas. La fiebre por la momificación -que se propagó por todo el Nilo alcanzando a cocodrilos, caballos, peces o serpientes- no solo cumplió la función de regalo a los dioses, similar al fervor con el que los cristianos compran y encienden un cirio.

Amuletos fabricados en fayeza (cerámica con un acabado vítreo).

Las reliquias sirvieron además para que las mascotas acompañasen a su amo en la vida de ultratumba, proporcionasen bocado en la eternidad -especialmente los restos de reses, patos o palomas- o fuesen la encarnación de los atributos de una deidad, tal y como sucedía con los bovinos primorosamente seleccionados en calidad de manifestación terrenal de Osiris.

Las técnicas de momificación fueron variadas pero consistían básicamente en extraer las vísceras, disecar el cuerpo con sal común o natrón, ungirlo con aceites y envolverlo. El acabado final se adaptaba al bolsillo del peregrino. Para los clientes acaudalados, se despachaban momias embaladas en máscaras de cartón frente a la sencilla presentación de las más baratas. Se empleaban también sarcófagos de piedra y madera o envoltorios de cartón con la forma del animal que albergaba.

Cocodrilo momificado.

"La misión comenzó sus trabajos hace ocho meses y seguimos excavando porque nuestra labor no ha concluido", reconoce Farag. Un terruño plagado de sorpresas en el que las autoridades egipcias depositan todas sus esperanzas. "Hace dos días, cuando estábamos limpiando el último nivel de los escombros para el anuncio de hoy, encontramos una tumba que podría estar intacta. Es una zona muy prometedora que arrojará luz sobre muchos secretos". La nueva sepultura, que data de la dinastía V, podría desvelar sus misterios en cuestión de semanas.

Fuentes: elmundo.es | elcomercio.pe | ultimahora.com | 10 de noviembre de 2018

Yves Coppens: «Lo que hoy conocemos como ‘Homo’ apareció como respuesta al cambio climático»

El paleontólogo Yves Coppens - INÉS BAUCELLS

En 1974, Yves Coppens (Vannes, 1934) fue uno de los tres descubridores de Lucy, la célebre australopithecus afariensis, que entre resonancias de los Beatles y guiños a la cultura pop, permitió atar un nuevo cabo en la evolución humana y marcó todo un hito en paleoantropología: ahí estaba, con sus 3,2 millones de años y sus 52 huesos, señalando el momento más o menos exacto en el que los homínidos empezaron a alzarse sobre sus pies.

Un hallazgo que, más de cuatro décadas después, acompaña (por no decir que persigue) al paleontólogo francés allá donde vaya, ya sea en las rondas promocionales de su reciente autobiografía científica, «Origines de l’Homme, origines d’un homme : Mémoires», o en su visita a Barcelona, adonde ha viajado para participar como jurado del primer Premio Nacional de Paleontología y Arqueología auspiciado la Fundación Palarq.

«Lucy está ahí todo el tiempo, sí, pero antes de Lucy yo ya había empezado a trabajar en África en los años sesenta. Mi primer fósil es de 1961. Después de eso, en 1967 en Etiopía, encontré otro homínido. Lucy llegó en el 74. Y después vinieron otros tres homínidos. A veces parece que no haya hecho nada aparte de Lucy, aunque sí que es verdad que fue un descubrimiento muy importante», destaca Coppens.

-¿Pero diría que fue el más importante de su carrera?
-En su momento sí, ya que permitió documentar 52 huesos y reconstruir por primera vez una silueta. Es por eso que se hizo famosa: no tenías sólo un hueso o un diente para enseñar, sino toda una silueta que permitía reconstruir un cuerpo completo. Para los jóvenes, Lucy fue como una amiga cercana; hizo que la gente conectara con la prehistoria. Además, descubrimos que al mismo tiempo andaba y trepaba, y eso la convertía en un punto intermedio entre el hombre y estos de aquí [se señala los monos que decoran su corbata]. El caso es que Lucy se convirtió en todo un símbolo, y ahora existe una afectación muscular conocida como síndrome de Lucy, un complejo de Lucy, que es una enfermedad en la que la gente confunde el pasado, el presente y el futuro...

-¿De dónde le viene ese interés por la prehistoria?
-La pasión por la arqueología me viene de muy pequeño; cuando tenía seis o siete años, y ya me fascinaban las cosas antiguas. Nací y crecí en la región de Bretaña, y ahí los fósiles son muy antiguos. Hay muchas estructuras megalíticas, líneas de menhires. Mi familia tenía una casa cerca de Carnac, así que tenía mucho contacto con esas estructuras.

-¿Qué ha aprendido de la condición humana después de dedicar tanto tiempo y energía a estudiar sus orígenes?
-He entendido que lo que hoy conocemos como 'Homo' apareció como una suerte de respuesta al cambio climático, que fue muy claro en aquel momento. Cuando el clima pasó de húmedo a muy seco los prehumanos, Lucy por ejemplo, cambiaron en tres aspectos: la respiración, los dientes y el cerebro. Así, cambió la respiración y bajó la laringe, que es donde se instala el lenguaje articulado; los dientes empezaron a ser diferentes porque había menos vegetales y el 'Homo' se hizo omnívoro, empezó a comer carne; y el cerebro empezó a recibir más sangre. Así, si la humanidad empezó a pensar más y mejor fue para adaptarse.

-Entonces, ¿podría el cambio climático que estamos sufriendo ahora mismo afectar de la misma manera a la evolución del ser humano?
-Por el momento no, ya que ahora hemos inventado el entorno cultural, lo que significa que si tengo calor me puedo quitar la chaqueta y si tengo frío me la puedo poner. Ahora mismo tenemos muchas maneras de protegernos contra el cambio climático, pero eso no quiere decir que no sea importante: el nivel del mar está subiendo cada año, y eso será un problema para la gente que vive cerca del mar. Es importante poder anticiparlo. Así que no nos tenemos que preocupar por nuestros cuerpos, sino por el futuro de la humanidad. Habrá muchos movimientos y en el futuro, con esas subidas, hablaremos de refugiados climáticos. Será difícil encontrar espacio para todos y quizá tengamos que buscar en otros planetas.

-En este sentido, ¿qué papel juega la tecnología? ¿Es una ventaja o un problema añadido para la evolución?
-El desarrollo de la ciencia es algo muy importante. Hay una cosa que yo llamo «el síndrome de mi suegra», porque mi suegra solía empezar todas sus frases diciendo que antes todo era mejor. Estoy seguro que durante la época del 'Homo erectus' las suegras del momento no debían estar demasiado contentas viendo cómo se inventaba el fuego. Seguro que pensaban que el planeta estaba en peligro con ese fuego por todos lados. Es normal tener cierta aprehensión hacia el futuro, pero la tecnología es algo realmente fabuloso.

Fuente: abc.es | 10 de noviembre de 2018