‘Otzi’, la momia más antigua de Europa, llega a los cines con ‘Iceman’

En 1991, dos excursionistas alemanes en los Alpes de Ötztal, descubrieron una momia. En un principio creyeron que era de un antiguo alpinista. Sin embargo, los primeros análisis sobre el campo revelaron que era mucho más antigua. Finalmente, se reveló que la momia tenía unos 5300 años de antigüedad. Esta momia de la Edad del Cobre fue llamada ‘Otzi’, en honor al Valle de Ötzal, zona de los Alpes italianos cerca de la frontera con Austria.

Tras 28 años de múltiples exámenes, la historia de ‘Otzi’ se ha podido reconstruir parcialmente, aunque sigue rodeada de misterio. Ahora, la historia de ‘Otzi’ llega a la gran pantalla de manos del director alemán Felix Randau en ‘Iceman’.

El director ha querido que esta cinta sea lo más veraz posible. Para ello ha estado trabajando en este proyecto durante un año entero. En estrecha colaboración con científicos del Museo Arqueológico de South Tirol, en Bolzano (Italia). Museo en el cual se expone actualmente esta momia en un gran estado de conservación. Cinta que además se ha rodado en una lengua ficticia de estos poblamientos europeos de la Edad del Cobre, con subtítulos.
“Todo lo que se ve en la película es auténtico, en mis investigaciones me asesoraron científicos e historiadores para que todo en la película fuera verosímil, pues estamos hablando de más de cinco mil años”, explica, Felix Randau.

El director también ha comentado que el proyecto le vino a la mente hace tres años, ojeando una antigua revista alemana sobre este descubrimiento. Un tema que nunca ha sido tratado en la gran pantalla, y que “si Otzi hubiera sido encontrado en Estados Unidos ya habría más de 50[películas]”.

Sobre la violencia y el enfrentamiento humano.


Aunque está claro que sufrió unos episodios de violencia antes de su muerte. Y ahora, el director alemán Felix Randau, ha decidido llevarla a la gran pantalla. Una película, que según ha comentado el mismo, “versa sobre el círculo de la violencia”. Una violencia que es innata a la naturaleza humana y que parte del género masculino, siendo las mujeres y niños espectadores o víctimas de estos conflictos.

“Aunque la película está basada en una momia hallada en la vida real, se trata de una ficción que versa sobre el círculo de la violencia y de cómo el ser humano trata de escapar de ese círculo sobre el cual gira toda la historia de la humanidad”.

La película sobre ‘Otzi’, titulada ‘Iceman’, llegará a los cines el viernes 25 de enero.
Si quereís conocer más sobre el sitio arqueológico, la investigación y la propia momia, esta es la página oficial: http://www.iceman.it/

Fuente: cineverso.acidspainnetwork.tv | 20 de enero de 2018

Confirman que dos esqueletos fósiles, hallados hace diez años en Malapa (Sudáfrica), pertenecen a la especie 'Australopithecus sediba'

Reconstrucción del 'Australopithecus sediba'. Museo de Historia Natural de la Universidad de Michigan. Crédito: © Escultura Elisabeth Daynes / Foto S. Entressangle.

Dos esqueletos fósiles descubiertos hace una década en Sudáfrica, y que se consideraban de diferentes especies tempranas de homínidos, son, de hecho de la misma especie, según un equipo de antropólogos que ha realizado un exhaustivo análisis sobre los mismos. La investigación aparece en un número especial de la revista PaleoAnthropology y forma parte de una serie de artículos que ofrece la investigación más completa hasta la fecha sobre el Australopithecus sediba.

El yacimiento de fósiles de Malapa, denominado Cuna de la Humanidad, en Sudáfrica, proporcionó en 2008 dos esqueletos parciales: un individuo masculino juvenil, Malapa Hominin 1 (MH1), y una hembra adulta, Malapa Hominin 2 (MH2). Cada uno de ellos es más completo que el famoso espécimen "Lucy", un Australopithecus afarensis hallado en Etiopía. El descubrimiento de Malapa fue realizado por Lee Berger (izquierda), profesor en el Instituto de Estudios Evolutivos de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, quien, junto con sus colegas, Scott A. Williams, de la Universidad de Nueva York, y Jeremy DeSilva, del Dortmouth College, dató el yacimiento en poco menos de dos millones de años, y estableció una nueva especie hominina, Australopithecus sediba, con base a los fósiles MH1 y MH2.

En los nueve artículos de la edición de PaleoAnthropology se analizan los 135 fósiles que componen los dos esqueletos, desde el perfil del cráneo, a la columna vertebral, el tórax, la pelvis, las extremidades superiores, las manos y las extremidades inferiores del Australopithecus sediba, así como las proporciones de su cuerpo y la mecánica de su marcha.

Inventario de los restos fósiles de MH1 y MH2. Las clases I son fracturas diagnosticadas en hueso fresco y las fracturas de clase II son consistentes con lesiones realizadas por fuerza bruta. Imagen original tomada de Berger et al.


El consenso de los documentos publicados establece que Astralopithecus sediba es una especie única, distinta tanto del Australopithecus africanus, con el que comparte una gran proximidad geográfica, como de los primeros miembros del género Homo (por ejemplo, el Homo habilis) del este y del sur de África, pero, al mismo tiempo, comparte características con ambos grupos, sugiriendo una estrecha relación evolutiva.

"Nuestras interpretaciones en los artículos de investigación postulan que 'Australopithecus sediba' se adaptó al bipedalismo terrestre, pero también pasó mucho tiempo trepando a los árboles, tal vez para buscar alimento y protegerse de los depredadores", dice Williams (derecha), cuya investigación sobre el tema se centró en el esqueleto axial (vértebras, costillas y esternón). "Este panorama más amplio arroja luz sobre los modos de vida del 'Astralopithecus sediba' y también sobre una importante transición en la evolución de los homínidos, es decir, aquellas especies similares a los simios, entre los que se incluyen, de modo amplio, el género 'Australopithecus' y los miembros más antiguos del género 'Homo'".

Hace unos años, un grupo de investigación independiente establecía que los fósiles de homínidos de Malapa pertenecían a dos especies diferentes, en parte debido a las diferencias de sus vértebras lumbares. Sin embargo, los análisis de Williams y sus colegas, incluyendo a dos candidatos a doctores en Antropología de la Universidad de Nueva York, Jennifer Eyre y Thomas Prang, indican que las supuestas dos especies son, en realidad, de Australopithecus sediba y que las distinciones observadas se deben a la edad de los esqueletos fósiles.

"Las diferencias en estas vértebras pueden atribuirse, simplemente, a sus diferencias de edad de desarrollo: las vértebras del individuo juvenil aún no habían completado su crecimiento, mientras que las vértebras del espécimen adulto ya están completas", explica Williams. "MH1 se parece, por ejemplo, a los dos esqueletos juveniles de 'Homo erectus' que tenemos, porque también es un espécimen juvenil".

Fuente: New York University | 17 de enero de 2019

Llega el CAMBIO DE REINAS: alianzas, traiciones y juegos de poder

España y Francia, países totalmente debilitados tras la Guerra de Sucesión buscan el punto de equilibro con el fin de alcanzar la paz entre ambos. Para ello se llevarán a cabo dos matrimonios políticos, un método habitual para sellar alianzas, y garantizar acuerdos y tratados.

La política matrimonial se verá impulsada por Felipe II de Orleans, Regente de Francia, el cual enlazará a su hija Luisa Isabel de Orleans, de 12 años, con el sucesor del trono español, Luis I, de 15 años, además de ofrecer en matrimonio a Mariana Victoria de Borbón, de 4 años, con el heredero del trono francés, Luis XV, de 11 años.


Felipe V, Rey de España, atormentado y bajo una gran depresión por todas las muertes que tuvieron lugar en la Guerra de Sucesión, abdica en favor a su hijo Luis I. De este modo, la joven pareja se convierte en reyes de la corona española. Este reinado no sería muy longevo por culpa de la viruela, enfermedad muy común en la corte. Luisa Isabel de Orleans, de carácter muy temperamental, no supo adaptarse a la corte española y eso le costó el rechazo de sus suegros que querían que volviera de regreso a Francia, pero fue Luis I, que amó a la francesa desde el momento que la vio, el que dio la orden de que se quedara.  La reina acompañaría al joven rey hasta los últimos días, del que a día de hoy sigue siendo el reinado más efímero de la historia de la corona española.


Mientras tanto, en Francia, la situación era muy distinta. Mariana Victoria de Borbón era una niña juguetona con mucha ilusión de viajar a Francia para conocer a su futuro esposo. Sin embargo, el joven Luis XV era un niño de salud enfermiza, y rodeado de aduladores, creció como un hedonista al que todo le aburría. Su temprana edad y las influencias de sus consejeros, hicieron que rompiera el compromiso con Mariana Victoria por no poder asegurar una rápida descendencia.


Los protagonistas, cuatro jóvenes a merced de las demandas de las coronas y en los que se deposita la esperanza de poder recuperar la paz tras largos años de guerra. Pero sin duda la trama de Cambio de Reinas se centra en las vivencias de los personajes femeninos, una adolescente y una niña se verán atrapadas en una red de alianzas, traiciones y juegos de poder.


Si te gusta el cine histórico, Cambio de Reinas llega a los cines el 15 de febrero de mano de Surtsey Films ¡no te lo pierdas!


Los dientes atrapan el tiempo

La fotografía fue tomada por el autor en 2013, mientras estudiaba los dientes del maxilar de Xujiayao en el Instituto de Paleontología y Paleoantropología de la Academia de Ciencias de Pekín. Pueden verse tanto el maxilar (Xujiayao 1) como dos dientes sueltos, que pertenecen a este mismo espécimen.

Los seres humanos tenemos un proceso de desarrollo exclusivo entre los primates vivos. Los simios antropoideos, como todos los mamíferos, llegan al estado adulto tras un período de infancia, más o menos prolongado, y un período juvenil que poco a poco culmina en la capacidad para la reproducción y el final del crecimiento. Nuestra especie tiene una infancia diferenciada en dos etapas. La primera de ellas, cuyos aspectos más destacados son la lactancia y el crecimiento muy rápido del cerebro, deja paso a una segunda etapa en la que la lactancia es opcional y tanto el cuerpo como el cerebro ralentizan su crecimiento. El cambio no es abrupto, pero todos sabemos que los pequeños bebés dejan de serlo hacia los dos años, para transformarse en niños y niñas. Hacia los siete años, el cerebro deja de crecer. Su volumen ya es el definitivo, aunque todavía quede una larguísima etapa de maduración cerebral, que culmina hacia el final de la tercera década de la vida. Hacia los ocho años, los niños entran en un período juvenil similar al de otros mamíferos. Pero antes de llegar a ser adultos, aún tenemos que experimentar la adolescencia, que ocupa casi la mitad de nuestro desarrollo. Este largo y complejo proceso ontogenético tiene consecuencias obvias sobre el aspecto que tendremos al llegar a la vida adulta. El desarrollo tan peculiar del cerebro tiene mucho que ver con estos cambios evolutivos.

Desde hace muchos años, los expertos se han hecho muchas preguntas sobre esos cambios: ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿de manera rápida o progresiva? Son cuestiones fundamentales para contestar a la pregunta del millón: ¿qué nos hace humanos? Pero solo disponemos de huesos y dientes fósiles para investigar y responder a esas cuestiones ¿Cómo averiguar si las especies ancestrales de la genealogía humana crecían y se desarrollaban igual que nosotros? En 1985, los investigadores Timothy Bromage y Christopher Dean nos dieron la primera respuesta en la revista Nature. Hasta ese momento, los huesos no habían ofrecido ninguna pista, pero los dientes guardaban el secreto del tiempo que pudo haber durado el desarrollo de esas especies. Los dientes no experimentan la remodelación característica de los huesos, sino que conservan impresas las marcas de crecimiento diario (circadiano). Si podemos contar esas marcas seremos capaces de averiguar el tiempo que tardan los dientes en formarse con enorme precisión. Y puesto que el desarrollo de dientes es paralelo al desarrollo de los huesos y al resto de cuerpo de los individuos de cada especie, podremos también saber mucho sobre el desarrollo del resto del cuerpo y del cerebro en particular. Tan solo habría que diseñar tecnologías complejas que permitieran algo tan simple como contar marcas. Cuando las tecnologías se desarrollaron las preguntas empezaron a tener respuestas.

Tim Bromage y Chritopher Dean avanzaron que las especies de los géneros Australopithecus, Paranthropus y los primeros representantes del género Homo formaban sus dientes en un tiempo muy similar al de los chimpancés, gorilas y orangutanes. Es más, los parántropos posiblemente crecían y se desarrollaban aún más deprisa que los simios antropoideos. El primer paso ya estaba dado. Luego llegaron estudios sobre los neandertales. La tecnología había dado pasos de gigante y los expertos no habían perdido el tiempo buscando nuevos métodos. Los resultados obtenidos en neandertales fueron contradictorios. Para algunos, estos humanos ya tenían un desarrollo similar al nuestro; para otros, el desarrollo era más acelerado. Así que, mientras no se resolviera esa cuestión, seguiríamos siendo únicos. El asunto ha quedado “en punto muerto” desde hace algunos años. Pero el equipo de Atapuerca lleva trabajando en este tema varios años. Pronto llegarán resultados.

De momento, acaba de publicarse un artículo en la revista Sciences Advances, liderado por nuestro colega y amigo Xing Song, en la que varios miembros del equipo de Atapuerca hemos contribuido de manera decisiva, y que puede considerarse el aperitivo de una nueva ola de debates. La revista tiene un impacto muy elevado y llamará la atención de todos los expertos.

El fósil analizado en este trabajo es un “viejo conocido”. Estudiamos por primera vez el maxilar del yacimiento chino de Xujiayao en 2013 (ver imagen en este post). También hemos publicado un trabajo sobre la morfología de los dientes de ese fósil (ver post 462 de 31 de mayo de 2018 en este mismo blog) cuya cronología sigue siendo controvertida. Varios datos apuntan a finales del Pleistoceno Medio, hace unos 200.000 años. Ya en 2013 advertimos del interés en conocer la edad de muerte del individuo al que perteneció este maxilar, puesto que ciertas marcas de crecimiento de algunos dientes pueden verse con un microscopio de poca resolución. El trabajo se puso en marcha, pero la falta de medios técnicos punteros fueron un hándicap para publicar nuestras observaciones con la precisión que merecía el caso.

Finalmente, el fósil fue llevado desde Pekín a Grenoble (Francia), donde se encuentra uno de los pocos equipamientos (sincrotrón) que permiten realizar microtomografías a nivel atómico, penetrando en los tejidos fosilizados y visualizar estructuras que los microscopios convencionales no puede detectar. Con esta técnica tan compleja, que necesita una gran instalación propia (ver sicrotrón ALBA, en Barcelona), fue posible llegar a contar las marcas diarias dejadas por el crecimiento de los ameloblastos en el esmalte de todos los dientes del fósil de Xujiayao. Finalmente, y tras cálculos muy precisos, fue posible determinar que el individuo de Xujiayao tenía un desarrollo dental similar al de Homo sapiens. Los dientes de este individuo se formaban con la misma velocidad que los nuestros. En definitiva, hace unos 200.000 años una población de origen todavía desconocido, pero que vivió al mismo tiempo que los miembros de nuestra especie estaban saliendo de África, podía tenía un desarrollo esquelético y quizá somático similar al nuestro.

Si nuevos estudios en fósiles chinos de esta época confirman los resultados obtenidos en el ejemplar de Xujiayao, tendremos que aceptar que no somos tan únicos como habíamos llegado a creer. Este fósil puede tener una cierta relación con Homo erectus, o quizá con los denisovanos, como propusimos en 2015. Pero, desde luego, no perteneció a Homo sapiens. Sin embargo, su crecimiento y desarrollo pudieron ser muy parecidos a los nuestros. Hace 200.000 años y a una distancia de 10.000 kilómetros del origen de Homo sapiens existieron homininos similares a nosotros en algo tan importante como el desarrollo dental y esquelético. Quizá su desarrollo somático era parecido al nuestro, con etapas de crecimiento similares a las que se describen en el primer párrafo de este post. Si es así, tendremos que reflexionar sobre esa pregunta que tanto preocupa: ¿qué nos hace humanos? y ¿qué especies podemos incluirnos en esa categoría, que nosotros mismos hemos inventado para diferenciarnos de todas las demás?

Fuente: quo.es | 17 de enero de 2019

“Si quieres que crea que el primer asentamiento humano fue en Monte Verde, tienes que encontrar huesos”

El paleontólogo Michel Brunet cuenta que le costó 25 años encontrar al fósil humano más antiguo que se ha descubierto.

Michel Brunet, uno de los paleontólogos más connotados y quien descubrió restos fósiles homínidos de más de entre 6 y 7 millones de años de antigüedad en Chad, África, está en Chile en el marco del Congreso Futuro.

¿Cómo llegó al punto de hallazgo en Chad?
En ese tiempo, todos estaban trabajando en Sudáfrica porque ahí se descubrió el primer australopiteco en 1925. Otros, estaban trabajando en el Este, en Etiopía, Kenia y Tanzania, donde descubrieron a Lucy en 1974. Pero nadie estaba buscando en el oeste.
Les dije a muchos profesionales: “quiero ir a África, quiero ir al oeste”. Todos me dijeron “no, qué estúpido”. Decidí ir de todas maneras, ya que se habían encontrado algunos restos de fósiles en Chad. El país se encontraba en una guerra civil, así que no pude entrar. Entonces fui a Camerún. El problema fue que encontré restos de dinosaurios y otros tipos de fósiles, pero no primates ni homínidos.

De vez en cuando iba a Chad, incluso cuando estaban en guerra, no tenía permitido entrar, pero fui. En una ocasión, me autorizaron a trabajar en el país y además creamos una alianza con otros profesionales de allá. Empezamos en enero de 1994. Y encontré el primer australopiteco del oeste de África en enero de 1995.

Fragmento mandíbular de 'Australopithecus bahrelghazali' (KT12-H1) hallado en Chad.

En la charla del primer día en el Congreso Futuro usted dijo que todos los humanos vienen de África, ¿qué razones le indican que es así?
Cuando miras la familia humana y miras las familias de fósiles, te das cuenta que todos vienen de África. Los fósiles más antiguos conocidos, en este momento, están allá, en Georgia, Etiopía y Kenia. También en Marruecos se encontraron fósiles de trecientos mil años de antigüedad. Para mí eso indica que el humano viene de África.

Me imagino que conoces los objetos encontrados en Monte Verde (Chile), que se estiman tienen más de catorce mil años de antigüedad…
Yo no creo eso.

¿Por qué no?
Si quieres que lo crea, tienes que encontrar huesos. Allá no hay. Es difícil dar una fecha a esos objetos. El Homo sapiens habría llegado a América hace quince mil años. Y con quince mil años debería haber fósiles. Lo que estoy diciendo es que la población americana es muy reciente. Creo que, por el momento, no hay pruebas definitivas de que haya habido un asentamiento humano en esas fechas. Con esto no quiero desafiar a nadie, no estoy trabajando en esto. Es solo mi opinión.

Entonces, ¿es erróneo decir que el primer asentamiento humano en América fue en Monte Verde?
Quizás sí, quizás no. Solo digo que vayan a trabajar, excavar y encontrar restos humanos. Eso es lo que hice en África por muchísimos años. Todos quieren hacer esto muy rápido, lo entiendo, pero no es tan simple. Yo pasé mucho tiempo buscando cosas que nunca encontré. Gasté mucho tiempo en eso y la vida es muy corta.

¿Se arrepiente de haber gastado tanto tiempo buscando?
No. Un buen amigo me dijo, “Michel, quiero ayudarte”, fue dos veces a ayudarme y a la segunda vez, murió. Fue por eso que nombré Abel al primer australopiteco. Me arrepiento de que mi amigo haya muerto en mi lugar. Si pudiera decir, Abel, ven y te voy a reemplazar por otro… Él murió de malaria en ese lugar. Es mi único arrepentimiento.


Yacimiento arqueológico de Monte Verde.

Cuando estás excavando, ¿qué señales te indican cuándo seguir buscando y cuándo no?
Cuando Abel murió, fue antes de que encontráramos algo. En ese momento decidí que debería continuar siempre. Así, al menos, él no habría muerto por nada.

¿Crees que quedan restos humanos más antiguos que los de Chad por descubrir?
Quizás, estamos en busca de eso. Creo que estamos muy cerca de la última dicotomía. Tal vez encontremos algo de ocho millones de años, no más de nueve millones de años. Pero creo que estamos muy cerca.

Fuente:latercera.com| 16 de enero de 2019

La historia de Alfaro (La Rioja) mana del Ninfeo

La limpieza de la exedra (nave principal del ninfeo) y su entorno facilita la visita del público. :: E.P.

Un tesoro más del legado romano alfareño vuelve a estar visible, y visitable, para todos los vecinos y turistas de la ciudad de las cigüeñas. Gracias a los trabajos del equipo contratado por el programa de Empleo del Gobierno de La Rioja, junto con el Ayuntamiento de Alfaro, el conjunto hidráulico del Ninfeo vuelve a surgir imponente a la orilla del río Alhama, libre de matorrales, hierbas y la suciedad que lo habían ocultado durante años.

Ya en la campaña arqueológica del 2011 el equipo excavador actuó sobre este conjunto, recuperándolo y mostrando su valor a los vecinos en unas divulgativas visitas guiadas. En las últimas dos semanas, y después de haber continuado el trabajo en los yacimientos de Graccurris iniciados por la empresa Qarq contratada por el Ayuntamiento, los dos arqueólogos y tres peones que el Ayuntamiento incorporó dentro del programa de Empleo han trabajado para limpiar y volver a liberar el esplendor de este conjunto.

El conjunto hidráulico del Ninfeo está formado por los restos de un puente y una presa romana además de, por supuesto, la propia fuente ritual conocida como el Ninfeo, por estar dedicada a las ninfas que la cultura pagana ubicaba en las aguas del Alhama.
Desde aquella campaña arqueológica del 2011, la maleza, la tierra y la suciedad habían vuelto a envolver el conjunto. Entonces, el visitante que descendía desde el puente de la avenida de Carretera hasta la orilla del Alhama apenas podía distinguir la riqueza de los restos. Con los trabajos de recuperación, vuelve a ser un tesoro del que los alfareños pueden presumir para contar su historia, heredada de celtíberos y romanos.

El imperio romano fundamentó su poder en las vías de comunicación. Derrumbado en el siglo XIX al entrar en desuso y mantenimiento por la construcción del actual puente de la travesía de la carretera N-232 o la avenida de Zaragoza, los restos del puente son una muestra más de la importancia que tuvo Graccurris en el mapa romano de la península. Además, la recuperación de la zona permite vislumbrar restos de la calzada romana original.

Otra clave del poderío romano fue el abastecimiento hidráulico. La ahí ubicada fue una de las presas que construyeron en Graccurris, junto a otras como la del Sotillo o la de La Estanca. Junto a estos restos, el mejor conservado es el Ninfeo, que todavía hoy mantiene el paso del agua y se erige en estos momentos como una de las riquezas patrimoniales alfareñas.

Fuente: larioja.com| 15 de enero de 2019